Empezamos el 2021 con energía renovada. Quizás, no como la de años anteriores pero con las ganas de que pronto todo pueda cambiar y que las enseñanzas del 2020 hayan calado en nuestro interior; de que hayamos aprendido algo de un año que se termina y que nos cambió la vida por completo.
Empezamos un 2021 esperando que la ciencia termine (o por lo menos reduzca) los índices de mortandad y que controle la expansión masiva del virus que puso a la población de rodillas. Y si la ciencia logra sus objetivos, podremos volver a una nueva normalidad que permita recuperar el espacio perdido, sobre todo en cuanto a la actividad económica para que se recuperen los empleos perdidos y para que los hogares puedan encontrar el aliento necesario para salir adelante. El camino no es fácil y solamente el trabajo mancomunado y solidario permitirá que los objetivos personales, familiares y nacionales se logren.
En este año que comienza, uno de los acontecimientos más importantes es el de las elecciones. Ojalá podamos escoger al mejor candidato para que gobierne los próximos cuatro años.
Todos tenemos sueños y objetivos y la mayoría los sacamos a flote a principios de año. Sin embargo, las investigaciones apuntan a que solo una pequeña fracción de las personas logrará sus objetivos. Para ser exactos, solo un 8%.
En otra investigación se analizaron 31,5 millones de actividades de la red social para deportistas Strava, y se llegó a una sorprendente conclusión: El 12 de enero es el día en que la mayoría se da por vencido. ¡Tan solo 12 días después de haber comenzado!
En realidad, hay muchos factores a tomar en cuenta, pero la coherencia a lo largo del año es uno de los más importantes.
Lo bueno, es que medirlo a nivel personal puede ser relativamente fácil y aquí te dejo la receta: 1- Desarrolla tu visión, sueño u objetivos. 2- Define de manera aterrizada y detallada los hábitos, rutinas, tradiciones, comportamientos y creencias que necesitas para lograr ese objetivo. 3- Mídete a diario: ¿Estás siendo coherente entre lo que deseas y lo que crees, haces y las decisiones que tomas? De camino, es probable que tengas que decir que no para decir que sí, pero al final eso también es coherencia.
Uno de los grandes desafíos para este 2021 es avanzar hacia la reactivación económica, después de haber transcurrido un año de crisis provocada por la pandemia.
El manejo de un presupuesto más austero desde el Gobierno central, así como las oportunidades de mayor apertura comercial que se concreta este año para Ecuador y la posibilidad de impulsar nuevas inversiones son aspectos que pueden contribuir hacia la reactivación, pero a un ritmo lento.
El punto de inflexión que puede marcar la velocidad de la recuperación, sin duda viene dado por las elecciones generales. Quien asuma la responsabilidad de llegar a la Presidencia de la República deberá considerar como una de sus prioridades a la economía, la producción y la generación de empleo.
En ese contexto, el próximo Debate Presidencial organizado por Grupo EL COMERCIO y Televicentro, para el 9 y 10 de enero, dará una pauta de cómo los 16 candidatos han diseñado sus planes de gobierno enfocados hacia ese objetivo. Lo importante será que esas propuestas sean sustentadas sobre la base de análisis técnicos y no ofertas políticas que no se llegarán a cumplir.
Con una amplia experiencia en sostenibilidad, responsabilidad social corporativa y proyectos de desarrollo humano, Verónica Escobar ha ocupado cargos directivos en programas de cooperación internacional y organizaciones sin fines de lucro durante más de 1 5 años.
Ha participado, además, en redes nacionales y globales en dos períodos. Durante cuatro años fue miembro del Directorio del Pacto Global Red Ecuador de las Naciones Unidas. Actualmente, se desempeña como la presidenta y cofundadora de la Fundación de las Américas para el Desarrollo (Fudela).
Miembro del Pacto Global “Desde el 2016 hasta diciembre del 2020 fui miembro del Directorio del Pacto Global Red Ecuador. Se trata de una iniciativa de las Naciones Unidas, en la cual las organizaciones voluntariamente determinan estrategias y operaciones en cuanto a derechos humanos, estándares laborales y medio ambiente.
Yo contribuí desde el punto de vista de ONG y sociedad civil. Mi aporte fue humanizar la Agenda 2030. Los empresarios y las personas determinan a la responsabilidad social en relación con los negocios, y cómo pueden dar cumplimiento a la Agenda desde los grupos más vulnerables. Me involucré a partir de la parte humana y desde una visión empresarial y social para lograr materializar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Mi rol fue visibilizar la realidad y las necesidades que enfrentan muchos grupos para establecer estrategias y ofrecer oportunidades a los jóvenes; prevenir situaciones de riesgo a los que los niños y niñas se enfrentan; integrar a personas refugiadas; brindar educación de calidad, y luchar contra la pobreza”.
Liderar una organización “Es un gran compromiso liderar una organización sin fines de lucro, no solo por el equipo de trabajo al que tu representas sino también por el propósito con el que fue creada la organización.
Fudela surgió en el 2005. Nuestro propósito es mejorar las condiciones de vida de muchos seres humanos como niñas, niños, jóvenes y personas de movilidad humana. El objetivo fue ofrecerles herramientas integrales, para que mejoren su nivel de vida con emprendimientos y educación”.
Ser mujer en los altos cargos “Para ocupar cargos directivos es fundamental la responsabilidad, excelencia y calidad. Como mujer, siempre me he guiado con hacer más de lo que me piden y lo mejor que puedo. Las mujeres somos muy detallistas, buscamos la perfección. Además, delegar funciones a los miembros del equipo implica hacerlo con conocimiento, sin hacer daño al otro. Creo también que la pasión es otra de mis ventajas. Nosotras nos enamoramos de lo que hacemos.
Las mujeres podemos hacer varias cosas a la vez. Tenemos la responsabilidad de la familia, el trabajo, todo lo llevamos a cabo de manera ordenada, lo cual genera resultados positivos”. El trabajo en equipo
“Es fundamental tener claro el objetivo y propósito para saber a dónde vamos todos. Una de las metodologías que usamos en Fudela es el fútbol para el desarrollo.
Yo, particularmente, hablo en metáfora a mi equipo de trabajo. Les digo que somos varios jugadores en la cancha. Entonces, les explico que el éxito se logra al poner al jugador a jugar, según sus capacidades. De esa forma podemos trabajar de una manera articulada. Es necesario mirar las capacidades de cada persona.
Para hacer goles, se necesita que una persona este empoderada, que sepa lo que tiene que hacer, para que cuando se haga el pase se concluya con un gol”.
Participación internacional “Una mujer tiene que demostrar que tiene experiencia y desde allí impartir ideas. Ser miembro del Directorio del Pacto Global Red Ecuador implica participar en un espacio con fuerza y argumentos sólidos, tener coherencia entre las cosas que dices y haces.
Es necesario que una mujer cuente con una formación académica completa. Hace dos años terminé mi maestría. Es importante estar actualizadas constantemente, en mi caso, sobre los temas de sostenibilidad, la Agenda 2030”.
Música y viajes “Estoy casada hace 29 años. Junto a mi esposo tenemos tres hijos. El mayor tiene 27 años, mi otra hija tiene 22 y la menor tiene 11 años. Como familia, en el tiempo libre nos gusta escuchar música y, además, conocer nuevos lugares y personas en Ecuador, o en el exterior cuando es posible viajar”.
Su visión Es momento de trabajar por una sostenibilidad ambiental, social y económica a escala global. Esa debe ser la proyección para las futuras generaciones, generar un mundo mejor.
Su perfil Su educación. Es ingeniera comercial con especialización en Recursos Humanos y Mercadeo en la Universidad del Pacífico. Obtuvo un diplomado en Juventud en la Flacso. Y estudió una maestría en Responsabilidad Social en la UTPL. Sus cargos Fue presidenta de la Plataforma de Responsabilidad Social. Miembro del Directorio Global de la Red Mundial Streetfootballworld (SFW). Fue miembro del Consejo Metropolitano de Responsabilidad Social.
Verónica Escobar, presidenta de la Fundación de las Américas para el Desarrollo. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
Alexandra Quishpe convenció y motivó a nueve compañeras a crear un emprendimiento. Así surgió la Asociación de Producción Textil Caminando Hacia un Mejor Futuro (Asoprotmefu), en octubre de 2015. Está domiciliada en el cantón Antonio Ante, provincia de Imbabura.
Quishpe es la representante legal de este gremio que en noviembre pasado obtuvo la marca Somos EPS. Se trata de un distintivo con el que organizaciones de la Economía Popular y Solidaria buscan destacarse en el mercado.
La mujer, de 36 años, comenta que al inicio no le llamaba la atención esta rama artesanal. Quishpe agrega que sus padres le dieron como única opción de estudios ir a un plantel que tenía la especialización en corte y confección.
Antes de asociarse, la artesana confeccionaba en su casa prendas para otras firmas. Comenta que tenía una máquina de costura recta, por lo que para acabar cada artículo tenía que ir a otro taller.
Hasta que se presentó una oportunidad para elaborar uniformes escolares de planteles educativos fiscales, que son contratados por el Ministerio de Educación. Han atendido pedidos de hasta 1 000 kits, que incluyen tres camisetas deportivas, dos suéteres y dos pantalones, de diversas tallas.
Desde hace tres años esta asociación se vinculó a la Red Textil de Imbabura, que aglutina a 20 agrupaciones.
La Red creó una feria de uniformes escolares. Hasta el año pasado tuvieron ventas por alrededor de USD 20 000, en cada exposición que realizan una vez al año. Por la pandemia del covid-19 este 2020 no pudieron realizarla.
Las socias consideran que la confección de uniformes estudiantiles les permitió abrirse campo en esta iniciativa productiva
En Asoprotmefu poco a poco han ido armando el taller, que ahora está equipado con dos máquinas de costura recta, cuatro de Overlock, una elasticadora y otra tillidadora, dos recubridoras. Con estas últimas se hacen dobleces en pantalones y camisetas. La inversión bordea los USD 20 000.
La mayoría de integrantes son madres de familia, por lo que las que cuentan con máquinas de coser tienen la alternativa de trabajar desde sus hogares.
Cuando estas costureras no están haciendo uniformes escolares se dedican a la confección de ropa casual, bajo el sistema de producción de maquila.
María Benavides (izq.) y Alexandra Quishpe, integrantes de la asociación, muestran el área de empacado de artículos, como las camisetas.
La firma contratante lleva cortadas las distintas piezas de una prenda y ellas se encargan del ensamblaje, la confección y el acabado de cada modelo.
El Instituto de Economía Popular y Solidaria (IEPS) fue el nexo para establecer dos articulaciones comerciales con empresas privadas de Atuntaqui. Este acuerdo se concretó a mediados de este año.
Las integrantes de Asoprotmefu han tenido oportunidad de ser capacitadas por el Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional (Secap). Han recibido talleres de corte y confección. Uno de los próximos retos es la construcción de la sede de la organización. Ahora arriendan una casa en donde funciona el taller.
Para la obtención de la marca Somos EPS, la Asociación de Producción Textil Caminando Hacia un Mejor Futuro pasó por varios procesos. Uno de ellos es una herramienta de diagnóstico en donde identificaron debilidades y fortalezas, para luego elaborar un plan de acción.
Asimismo, obtuvo el certificado INEN de calidad e ingresó en el Registro Único de Actores de la Economía Popular y Solidaria.
Esta plataforma identifica a las organizaciones que cumplen con principios de la EPS, como búsqueda del buen vivir, precio justo y equidad de género.
María José Preciado, directora técnica del IEPS Zona 1 , que abarca las provincias de Imbabura, Carchi, Esmeraldas y Sucumbíos, explica que organizaciones -como Asoprotmefu- que cuentan con esta marca tienen muchas potencialidades para crecer.
“Como Instituto tenemos la misión de fomentar emprendimientos, darles el acompañamiento respectivo y apoyar a la reactivación económica del país”.
12 organizaciones en Imbabura, y una en Esmeraldas llevan la marca EPS. Esta permite a las asociaciones ser identificadas en ruedas de negocios, ferias y otros espacios de comercio.
Las 10 mujeres de esta asociación, durante las jornadas de labores, cumplen con medidas de bioseguridad como el uso permanente de mascarillas. Fotos: J. Rosales/Líderes y archivo particular
Para el 2021, luego de que las organizaciones aprendieran a la fuerza sobre el trabajo remoto, el reto para aumentar la productividad de los equipos se centra en la comunicación interna y la mejora de competencias del personal.
En Ecuador, hasta el 18 de diciembre pasado, el Ministerio de Trabajo registró 444 447 teletrabajadores a escala nacional. La mayor cantidad de estos se encuentran en el sector público.
Según un artículo de Harvard Business Review, publicado por la red social profesional LinkedIn, lo que más ha costado a las empresas que trabajan bajo esta metodología ha sido gestionar el flujo de comunicación. La solución para ello es lograr un proceso explosivo, en que todos los integrantes del grupo pueda aportar, en momentos cortos, con propuestas diversas.
“Deben responder rápida y atentamente. Ese es el camino hacia un mayor rendimiento”, dice. ¿Cómo lograrlo? Daniel Montalvo Figuero, director de la maestría Gestión del Talento Humano, de la Universidad de Las Américas (UDLA), explica que son necesarias reuniones de evaluación y planeación breves todos los días, no más de 15 minutos. Eso permite conocer cómo está avanzando el trabajo, si hay algún problema puntual y que la persona sepa que tiene la atención de sus compañeros y de la persona que los dirige.
Cuando esto no sucede, los colaboradores pueden llegar a sentirse perdidos. Algunos empleados, a pesar de esto, se han vuelto eficientes y productivos en solitario, pero a costa de tomar sus decisiones fuera del debate grupal.
Eso es lo que la ha sucedido a la empleada privada Andrea Paredes. “Tenemos, como equipo, una reunión semanal para definir metas pero hay veces que me quedo con dudas, ya que no tengo más contacto con los demás hasta el lunes siguiente. Tengo mucho trabajo; para evitar hacer preguntas en cualquier momento del día, con respuestas tardías de manera telemática, trato de resolver mis inquietudes por mi cuenta”.
Montalvo asegura que es mejor la colaboración grupal. Agrega que la tecnología es la mejor herramienta para lograrlo, particularmente si son equipos remotos. Para el 2021, las organizaciones pueden enfocarse en herramientas digitales que les permitan establecer el mejor momento para el encuentro con el equipo.
Harvard Business Review detalla que hay aplicaciones que permiten saber cuándo un colaborador está libre para conectarse durante el día y recibir retroalimentación, cuándo tiene programadas reuniones externas, cuánto tiempo le toman las tareas, entre otros. Eso, indica, puede permitir a las organizaciones identificar los momentos propicios para dar un empujón a los miembros del equipo, para que se sientan más animados.
Directivos como Juan Pablo Guerra, gerente general de la Unión de Cooperativas de Ahorro y Crédito del Sur del país, lo han aplicado. La entidad gestionó la herramienta Meister Task, que permite un seguimiento de las actividades de los colaboradores.
“Permite determinar la planificación diaria, el seguimiento y el monitoreo adecuado para establecer las mejoras necesarias”.
Puede parecer trillado, pero animar en la distancia es fundamental. No solo se tratan de frases que destaquen la ayuda del colaborador, sino que se mantengan siempre informados sobre las decisiones que se toman, de manera administrativa, en la compañía.
Para esto, Montalvo sugiere que haya un canal activo de comunicación desde las áreas de gestión, nómina, recursos humanos y otras para los trabajadores.
Mientras que Sebastián Lima, director de calidad y servicio de Adecco Ecuador, considera que debe haber un equilibrio en los procesos. “Es necesario tener un canal de comunicación abierto, pero esto no implica estar detrás del colaborador. El líder debe enseñar y acompañar el desarrollo de las competencias”, detalla.
Él, junto a Javier Verdesoto, CEO de Nexos Talent EFH Ecuador, consideran que debe haber, además, una empatía con los colaboradores. Esto incluye respetar horarios, permitirle su tiempo familiar, impulsar las pausas activas y, si la productividad de alguien se reduce, tener una conversación directa para saber las razones y buscar una solución al problema.
Otro elemento clave es mejorar las competencias, principalmente tecnológicas, de los colaboradores. Pueden lograrlo a través de cursos en línea, dictados fuera o dentro de la organización.
No solo implica el uso de las plataformas que ha escogido la empresa para el trabajo remoto, sino de aplicaciones y herramientas que puedan mejorar el trabajo de acuerdo con el sector productivo.
Ana Delgado, docente de una entidad privada en la Costa, explica que el conocimiento de la tecnología como equipo remoto les permitió resultados positivos este año escolar, por lo que el siguiente la institución se enfocará en mejorar aún más en ese tema.
286 401 Teletrabajadores tenía el sector público hasta el 18 de diciembre, según el Ministerio de Trabajo
La comunicación y las mejoras de las competencias, principalmente en lo tecnológico, son elementos básicos para impulsar a los equipos remotos en las firmas. Foto: Freepik.es
Los principales indicadores de las cooperativas de ahorro y crédito de Ecuador mejoraron este año, pese a los efectos generados por la pandemia de covid-19. Hay incrementos en depósitos, cartera, activos, solvencia, liquidez y patrimonio (ver gráfico), de acuerdo con la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria.
Entre marzo y abril hubo personas que requerían dinero para su manutención por el confinamiento, pero esos descensos iniciales en los depósitos no complicaron al sector y luego se registró una recuperación, dice Patricio Barzallo, gerente de la Cooperativa de Ahorro y Crédito CREA, que tiene su matriz en Cuenca. “No tuvimos retiros masivos”.
Él señala que en un estudio de mercado realizado para su institución, se determinó que las personas prefieren mantener sus recursos ahorrados y restringirse en sus gastos para afrontar cualquier emergencia en el futuro. Por ello, los depósitos han crecido.
Además, señala Barzallo, no se aplicó ningún tipo de restricción cuando un socio deseaba retirar su dinero y eso generó confianza.
Juan Carlos Urgilés, gerente de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo, agrega que, si bien existe un crecimiento en los indicadores en este 2020, ya no hay tantas posibilidades de soportar costos más altos porque la calidad de la cartera no es la misma que la del año pasado.
Además, colocar un buen crédito a una persona que pague correctamente su cuota es más complejo, señala el ejecutivo. Él explica que las personas, al tener menos ingresos, ya no pueden pagar préstamos con cuotas altas y su capacidad de endeudamiento, también se redujo.
Pone como ejemplo, que una persona que antes recibía un crédito de USD 10 000, en la actualidad, solo puede acceder a uno de USD 7 000 y la cooperativa debe incurrir en casi los mismos costos. “Eso afecta al punto de equilibrio y se reduce el margen que antes existía y que servía para cubrir los costos de otorgamiento y manejo del préstamo e, incluso, se empleaba para cubrir los costos de los créditos muy pequeños”.
Él explica que ahora la capacidad de generar excedentes es menor, por lo que las cooperativas han tenido que reducir los costos, como devolver arriendos de oficinas, emplear más tecnología para reducir los gastos, disminuir la movilización, entre otros ajustes.
Durante este año se registra un crecimiento de la morosidad en las cooperativas de ahorro y crédito. En octubre pasado, el indicador se ubicó en 4,21%, mientras que en el mismo mes del año pasado fue del 4,47% para las entidades más grandes del país.
Urgilés asegura que el sistema -ante las circunstancias- realizó un refinanciamiento, novación, diferimiento, períodos de gracia y reestructuración.
Al inicio de la pandemia, agrega, se efectuó un diferimiento por tres meses. Luego, al observar que la reactivación era lenta, se planteó la novación o generar mecanismos de diferimiento. Pero cuando los deudores no pueden cancelar las cuotas, ahora se opta por el refinanciamiento para extender los plazos para reducir el pago mensual. “Hemos logrado bajar las cuotas entre 36% y 40%”, asegura Urgilés.
También, hubo casos de reestructuración cuando la situación era insostenible. “Por eso es importante que se reactive la economía, pero manteniendo los cuidados de bioseguridad para evitar la expansión de la pandemia”.
Sobre el análisis de los préstamos, Barzallo explica que el historial crediticio ya no tiene tanta ponderación como en el pasado, porque las cosas han cambiado. Actualmente, señala, se identifica en qué actividad se desempeña el solicitante. Es decir, las personas que laboran en agricultura, ganadería y salud tienen más opciones de acceder a un crédito, que alguien vinculado al turismo o el transporte. Los otros parámetros analizados son la capacidad de pago, el colateral que presenta y el capital que tiene el deudor.
La digitalización es el nuevo desafío para este sector
La cooperativa CREA inició las inversiones en soluciones electrónicas y digitales desde antes de la pandemia. Foto: archivo/ LÍDERES
Redacción Cuenca (I) redaccion@revistalideres.ec Uso de aplicaciones, trámites en línea, entre otros servicios son las nuevas necesidades de los socios de las cooperativas de ahorro y crédito, debido al temor de contagiarse de covid-19 en sitios cerrados. La pandemia aceleró los proyectos e inversiones que tenían las instituciones.
Según Marín Bautista, gerente general en Caja Central Financoop, los servicios presenciales paulatinamente se reducen y se incorporan más los virtuales. “Las cooperativas están invirtiendo más en los servicios virtuales y el uso de canales como aplicaciones y sitios web, por lo que hay que buscar sinergia y economías de escala para concretarlos”.
Financoop es una institución financiera cooperativa de segundo piso, que provee productos y servicios financieros especializados, para los requerimientos de sus 131 instituciones socias. Bautista dice que Caja Central Financoop impulsa a sus socios a través del uso de una plataforma para los servicios virtuales, como solicitudes de créditos, compras, transferencias, pagos, entre otros. “La idea es brindar facilidad y confianza porque tenemos muchos mecanismos de seguridad y ofrecemos una cobertura todos los días y las 24 horas, para cualquier inconveniente”.
Esta plataforma tiene cerca de dos años y 24 cooperativas del Ecuador ya utilizan sus servicios. Según él, las transacciones son muy importantes y tienen un crecimiento constante. “Ahora, no hay cómo movilizarnos tanto, ni hacer filas ni perder tiempo, por eso son opciones importantes”.
Patricio Barzallo, gerente de la Cooperativa de Ahorro y Crédito CREA, señala que las instituciones que quieren perdurar deben realizar inversiones en el desarrollo tecnológico y electrónico. Dice que en su caso ya la hicieron antes del inicio de la pandemia y, en la actualidad, lo aceleraron. “La intención es que los socios no tengan que llegar a las oficinas para realizar los trámites. Pueden tener los servicios en sus casas”.
En el caso de Cooperativa de Ahorro y Crédito CREA, por ejemplo, se puede presentar la solicitud y tramitar un crédito mediante Internet. Incluso, la firma de los avales y pagarés se cumplen por esa misma vía. “No es necesario que vengan a la oficina”, señala el representante cooperativo.
El próximo año lanzarán su plataforma de pagos con otras cooperativas de ahorro y crédito. La idea, explica Barzallo, es que los socios paguen mediante un teléfono móvil. El plan piloto se aplicará en las tiendas, supermercados y puntos de venta en Azuay.
Además, iniciarán con una plataforma de comercio electrónico para que oferten sus socios. Una iniciativa similar ya aplica la Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo. Este sitio web se denomina Elake y se ofrecen alimentos, artesanías y muebles, y otros productos del hogar.
Según el gerente de esa entidad, Juan Carlos Urgilés, uno de los retos principales es la reinversión de la operatividad. “Antes, al tener una actividad presencial la estructura de los costos estaba vinculada a esa condición”.
Ahora, Jardín Azuayo, que es la segunda cooperativa más grande del Ecuador por nivel de activos, fortaleció sus canales digitales y frena la inversión en edificios. Su planteamiento es abrir en el 2021 -junto con otras instituciones- una red de corresponsalías y sistemas de pagos electrónicos con el teléfono móvil, que representa una mejor inversión y comisión que otras alternativas. “La idea es reducir los costos financieros par tener una sostenibilidad en el largo plazo”.
6 000 transacciones digitales al mes realizan los socios de 24 cooperativas del sistema de Financoop.
La Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo es la segunda más grande del Ecuador por activos. En octubre tuvo USD 1 048 millones en este indicador y 816 millones en depósitos. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
Las aerolíneas, golpeadas por covid-19, se preparan para asumir roles claves en una distribución masiva, que promete brindar un impulso inmediato al sector y, a futuro, contribuir a su recuperación y subsistencia.
Las aerolíneas enfrentan grandes desafíos en la tarea del transporte aéreo de las vacunas, al igual que las farmacéuticas, firmas de logística, gobiernos y agencias internacionales que planean el despliegue a través de redes asoladas por la pandemia.
El gigantesco esfuerzo debería, sin embargo, ayudar a las aerolíneas involucradas a recortar sus pérdidas por la crisis, dicen expertos, mientras que traería beneficios adicionales para el sector en general, desde respaldo a los precios del transporte de carga a la restauración de rutas.
Desarrollar la vacuna en tiempo récord fue la parte fácil, o “el equivalente a construir el campamento base en el Everest”, según la directora de vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Kate O’Brien.
En la línea para asumir roles importantes están los especialistas en carga y las aerolíneas con grandes unidades de carga -como Lufthansa, Air France-KLM y Cathay Pacific, con sede en Hong Kong- que suelen operar bajo contrato para transportistas e integradores como UPS, Fedex y DHL.
Las aerolíneas de la región del Golfo, Qatar Airways y Emirates, así como Turkish Airlines, todas golpeadas por el colapso de las rutas de largas distancias, pueden aprovechar sus enormes centros de conexión. Turkish ha comenzado a transportar la vacuna de la china Sinovac a Brasil y, al igual que muchos de sus pares, está aumentando su capacidad de cadena de frío y almacenamiento.
El jefe comercial de Cathay, Ronald Lam, dijo recientemente a analistas que si bien es “difícil cuantificar” las ganancias imprevistas, “habrá un impacto positivo, ya sea directamente a través del transporte de vacunas o el aumento en la demanda de transporte de carga en general”. El flete ya es un punto brillante. Muchas aerolíneas están obteniendo ganancias sin precedentes por el transporte de carga en el 2020, incluso mientras registran pérdidas récord en general.
Antes de la crisis, la mitad de la carga aérea mundial viajaba en unos 2 000 cargueros y el resto en aviones de pasajeros.
Debido a que las cuarentenas obligaron a la suspensión de vuelos, las tarifas de carga se dispararon, lo que ayudó a los transportistas a mantener abiertas las rutas de pasajeros restantes y evitar más números rojos. La participación de la carga en los ingresos se triplicará al 36% este año, gracias a que los precios o los rendimientos subirán un 30%, proyecta la IATA.
La multinacional Fedex intensificó los operativos de logística terrestre en aquellos países en donde se aplican las dosis de vacunas anticovid.
“Los márgenes de ganancia de todas las operaciones de carga serán muy fuertes en el 2020, como resultado de las circunstancias extraordinarias, y se mantendrán en ese nivel en el 2021, como resultado de la distribución de vacunas”, comentó el analista de HSBC, Andrew Lobbenberg.
Las compañías de transporte que se unan al puente aéreo pueden esperar “un impacto muy significativo en el aspecto económico de la carga”, indicó en una nota.
Volar una dosis a cada humano llenaría unos 8 000 aviones 747, estima la IATA. Si bien es posible que una minoría de las distribuciones de vacunas no necesiten transporte aéreo, muchas requieren dos inyecciones por persona.
Algunos operadores de carga ya están viendo qué otros productos serán retirados de los vuelos, para hacer espacio a las vacunas.
“Hay mucha menos capacidad aérea en el mercado”, dijo el jefe de carga de United Airlines, Christopher Busch. “Por lo tanto, debemos considerar no solo las vacunas que están por llegar, sino cómo continuamos moviendo los productos que se movían antes”.
Vacunación a tripulantes La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) pidió que pilotos, azafatas y otros empleados del sector sean considerados trabajadores esenciales y tengan especial prioridad en las campañas de vacunación.
“No pedimos que estén entre los primeros en la lista, pero necesitamos que los gobiernos garanticen que los trabajadores del sector del transporte sean considerados esenciales, cuando se desarrollen planes de vacunación”, señaló el director general de la IATA, Alexandre de Juniac.
Desde la semana pasada se incrementó la distribución de vacunas en EE.UU. En ese país y el mundo las aerolíneas se organizan para llevar la mayor cantidad de este producto médico. Foto: Rachel Wisniewski / Reuters
Hasta ahora, si eras un programador muy capacitado, pero tu pareja tenía un buen empleo en Chicago y no te querías trasladar a Silicon Valley, tenías las puertas de Facebook prácticamente cerradas”, cuenta Rob Atkinson, fundador y presidente de la Fundación de Información, Tecnología e Innovación (ITIF, siglas en inglés)
La pandemia ha acabado con ese mito: con prácticamente todo el mundo en la industria tecnológica trabajando de forma remota -y con visos de seguir haciéndolo durante mucho tiempo o incluso permanentemente-, la necesidad de estar físicamente en el área de San Francisco ya no se justifica.
“Sabemos que hay talento tecnológico fuera de estos ‘hubs’ y el empleo remoto abrirá muchas puertas que hasta ahora permanecían cerradas”, indica .
Es un golpe duro para la región, que está notando cómo los años de vacas gordas ya son cosa del pasado. Tras años de superávits, el ayuntamiento de San Francisco ha pasado a los números rojos -entre otras cosas, los ingresos por impuestos indirectos se han desplomado un 43%-, y ha alertado de que es posible que se produzcan despidos en el sector público.
En febrero, Silicon Valley era uno de los lugares de EE.UU. más apetecibles para vivir. En diciembre, trabajadores, ejecutivos y empresas históricas como Hewlett Packard y Oracle lo están abandonando a marchas forzadas. La pandemia ha desnudado el sitio y su futuro se pone en duda.
Según datos del Servicio Postal de EE.UU., entre marzo y noviembre 90 000 vecinos de San Francisco notificaron un cambio de domicilio fuera de la ciudad (en su mayoría con destino a Florida, Nevada y Colorado).
De acuerdo con la estimación del censo, la ciudad tenía en 2019 881 500 habitantes, por lo que una pérdida de 90 000 vecinos equivaldría a una reducción de la población de más del 10%.
Los negocios han cerrado tras la pandemia y cada vez se observan más apartamentos en renta debido a que los trabajadores se van del lugar. Foto: EFE
Carlos Repetto, presidente de la Federación Ecuatoriana de Cámaras de la Construcción analiza el impacto de la pandemia para esta industria. El sector perdió unos 70 000 empleos, producto de la paralización de los proyectos, que todavía no se reactivan en su totalidad.
¿Cuál es el balance del año 2020 para la construcción? El 2020 es un año para olvidar. La situación fue muy crítica en el tema financiero y sanitario. Para el sector de la construcción, que trabajamos en campo, al aire libre, y que moviliza mucha mano de obra, fue muy crítico. La pandemia, en sus inicios, paralizó totalmente al sector.
También ha sido un año que nos ha permitido volvernos más ingeniosos para laborar en medio de un entorno peligroso, agresivo. Todos hemos aprendido de qué manera cuidarnos. Este fue uno de los primeros sectores en reactivarse, porque las autoridades coincidían en que era un sector de muchísimo trabajo y alta mano de obra. Se han llevado a cabo los controles y protocolos que permitieron que laboremos de forma adecuada y sana. Eso en la parte de salud.
¿Y en lo económico? Económicamente fue un año desastroso, porque normalmente trabajamos en función de los proyectos que tenemos. Si ganamos un proyecto, vamos a contratar inmediatamente más mano de obra para ejecutarlo. Una paralización significa la crisis económica total, porque no se puede seguir trabajando y a todo ese personal se lo contrató por una obra cierta y hay que mantenerlo hasta que termine el proyecto. Tuvimos que asumir muchos costos que llevaron a una crisis financiera a un 70% de las empresas del sector.
¿Cuántos empleos calcula que se perdieron? Se estima que se perdieron cerca de 70 000 empleos en la construcción, que se han ido recuperando poco a poco, una vez que se fue reactivando el sector, con proyectos piloto. A finales de agosto, se logró reactivar buena parte de la industria, pero muchos proyectos no abrieron porque hubo un desbalance: los inversionistas se fueron o el constructor no pudo conseguir recursos frescos para asumir la pérdida de los meses que estuvo cerrado. Por otro lado, la inestabilidad laboral hizo que aquel que estaba pensando en comprar vivienda postergara su decisión por la incertidumbre.
¿Qué otras dificultades enfrentaron durante este año? Luego de la reactivación, nos encontramos con otras problemáticas. En el caso del subsector de la edificación, los créditos hipotecarios tienen vital importancia. Uno de los inversores más importantes son las entidades de la seguridad social, que necesitan colocar el dinero a plazos largos para pagar las pensiones de sus jubilados; pero lamentablemente, cada vez invierten menos en el sector privado. Entre el 2016 y el 2019 hubo una caída del 40% en la colocación del Biess y a noviembre de este año apenas se había colocado el 57% de lo que desembolsó en el 2019. Hay que buscar mecanismos para reactivar la industria de la construcción, que es multiplicadora de la economía, porque moviliza a otros sectores.
¿Cómo les impactó la disminución de la inversión en la obra pública? La construcción es un sector pujante, pero le perjudicó notablemente la casi eliminación de inversión del sector público. Según algunos indicadores, la reducción de las inversiones de la obra pública está entre el 60 y 70% de lo que se hizo el año pasado. Se estima que la tributación de este año será notablemente inferior a la de años anteriores; por tanto, el Gobierno paralizó muchas obras y otras ya no las reactivó, porque no existe la disponibilidad. Cerca del 50% de las empresas del sector se dedican al sector público.
¿En cuánto cayeron las reservas de viviendas en el sector público y privado? Entre un 25 y 30%. Esperamos que se vayan recuperando poco a poco. Un proceso electoral crea esperanza. Esperemos que los ecuatorianos recuperen su seguridad de empleo, que les permita reiniciar inversiones para una vivienda, y que la banca privada y los fondos de la seguridad social den créditos al sector que requiere viviendas, oficinas.
¿Cómo han visto el otorgamiento de créditos inmobiliarios en la banca privada? Hay algunos avances importantes, como la bonificación a construcciones sostenibles, amigables con el medioambiente, al bajarles un poco la tasa de interés. También existe una banca responsable en el Ecuador, que cree en beneficiar al medioambiente y esta es una forma de hacerlo, con la disminución de tasas de interés para constructores y compradores.
¿Qué avances hay en cuanto a construcciones sostenibles? Recién tenemos unos cinco o seis años trabajando en ello, pero empieza a haber conciencia en la sociedad, especialmente en los jóvenes y ese segmento de la población es un cliente potencial para este tipo de proyectos.
¿Cómo cerrará el PIB de la construcción este año? Estimamos que el 2020 tendrá una caída del 9% en el PIB de la construcción. El sector tampoco venía boyante. En el 2018, el PIB cayó un 4%, y el año pasado, un 5%. Aunque hoy estamos reactivados un 60% o 65% del sector, tenemos datos de ciertos productores de materiales de construcción que han observado que entre los meses de octubre y noviembre hubo un crecimiento de las ventas, en relación con el mismo mes del año anterior. Es el área de reparaciones y mantenimiento, el sector de ferretería. Al estar tanto tiempo encerrados, la gente empezó a reparar su casa. En esos meses se equilibraron los volúmenes normales de ventas, lo cual quiere decir que se ha ido recuperando rápidamente la economía.
¿Han presentado propuestas a los candidatos a las elecciones presidenciales? Nos hemos reunido con algunos candidatos y les hemos pedido modificaciones a la ley de contratación pública, tan venida a menos y desprestigiada por la corrupción que se ha dado en contratos de obra pública. Esta solicitud ya la hicimos a las autoridades actuales, al Congreso, a la Presidencia de la República, al Contralor. Les pedimos una reforma integral del sistema de contratación de obras y compras públicas que debe volver a ciertos sistemas que, aunque eran un poco lentos, más controlados y honestos.
¿Qué es lo que ha cambiado? Hoy el contrato lo califica y adjudica una computadora, antes entregábamos las ofertas en vivo y había tribunales de revisión. Se necesita transparencia en todo el sistema de compras públicas y contratación de obras. Se debe volver a un control más concurrente por parte de la Contraloría y que podamos participar representantes del sector privado en los comités de adjudicación, además que se abran los sobres públicamente. El Contralor nos manifestó su total acuerdo con nuestra propuesta. El Presidente y la Asamblea no han contestado.
¿Qué perspectiva tienen del 2021, considerando la pandemia y el nuevo gobierno? Los seis primeros meses del próximo gobierno serán de terminación urgente de los proyectos anteriores. Nadie va a querer invertir ahorita, primero van a esperar a ver quién gana. La reactivación va a ser más lenta, porque hay demasiadas incertidumbres.
Hoja de vida Formación. Ingeniero civil por la Universidad de Guayaquil (1976). Programa económico en el Incae, Alajuela, Costa Rica.
Experiencia profesional. Vicepresidente comercial de la empresa Cemento Nacional (1995-2004). Director comercial, gerente general y otros cargos en Holcim Ecuador (2004-2009). Presidente de Adfranec (2009-2011).
Cargos actuales. Presidente Ejecutivo de Mamut Andino. Gerente General de Logimin. Presidente Constructora ERE. Presidente de la Cámara de la Construcción de Guayaquil y de la Federación Ecuatoriana de Cámaras de la Construcción.
Carlos Repetto, presidente de la Federación Ecuatoriana de Cámaras de la Construcción. Foto: Mario Faustos / LÍDERES