El gigante del comercio electrónico Amazon anunció hoy 26 de julio que la próxima semana celebrará una gigantesca feria de empleo en EE.UU. en la que ofertará 50 000 nuevos puestos de trabajo.
Su llamado ‘Día de Empleo’, el primero que anuncia la empresa con sede en Seattle (Estados Unidos), tendrá lugar el próximo miércoles en diez de los almacenes de la compañía situados en distintas regiones del país, según anunció en un comunicado.
Más de 10 000 de los empleos que se ofrecerán son para trabajar tiempo parcial en los centros de clasificación de pedidos, y el resto serán para la jornada completa.
Amazon se ha comprometido a contratar 130 000 trabajadores, tanto a tiempo parcial como completo, antes de mediados de 2018.
De cumplir esas perspectivas, el gigante del comercio electrónico alcanzará una plantilla de cerca de 300.000 empleados en Estados Unidos, diez veces más que los 30.000 que tenía en 2011.
La empresa de ventas por Internet, Amazon, sorprendió con el anuncio de sus ventas a los analistas. Foto: AFP
Dennis Ortiz trabaja como auxiliar de restaurante en un local de Mc-Donald’s, en Samborondón. Fue nombrado el empleado del mes, por su responsabilidad y buena disposición.
“Al inicio estaba en el ‘lobby’, hacía la limpieza y también armaba la cajita feliz. Ahora hago labores en la cocina, corto el queso, ayudo a hacer las papas fritas. Me gusta mucho este cambio”, expresa emocionado el joven de 26 años.
Ortiz forma parte del programa Empleo con Apoyo (ECA), que lleva a cabo la empresa McDonald’s para la inserción laboral de jóvenes con capacidades especiales.
Mediante este programa, se han integrado más de 50 jóvenes con discapacidades auditivas, visuales, intelectuales y físicas, a quienes se les da la oportunidad de cumplir funciones en el área operativa, en la recepción o en la cocina.
El personal del programa ECA trabaja en diferentes locales de la cadena, ubicados en Guayaquil, Samborondón, Quito, Cuenca y Machala.
Rolando Castro también trabaja como auxiliar de restaurante en Quito. Tiene 32 años, 13 de ellos los ha dedicado a la empresa. La considera su segunda casa, por el ambiente familiar que mantiene con sus compañeros y jefes.
Castro, quien ha participado en los Juegos Paralímpicos desde el 2013, siendo medallista, es el colaborador más antiguo del programa ECA. “Gracias a mi trabajo he aprendido a ser más responsable, constante y cortés con los clientes”, menciona este hombre.
Según el gerente de Recursos Humanos de McDonald’s, Fredy Cambal, la cadena de comida es una de las principales empleadoras de jóvenes con capacidades especiales que ingresan por primera vez al mercado laboral.
Según sus datos, en Ecuador aproximadamente 600 jóvenes al año tienen su primera experiencia de trabajo en McDonald’s. “Nosotros no excluimos a nadie, creemos que la integración de diferentes perfiles de trabajadores es lo que permite que la empresa sea verdaderamente incluyente”, asegura Cambal.
Para lograr esta inclusión, la compañía realiza varias actividades, entre ellas está el McCampeonato y All Star. El primero consiste en un torneo de fútbol que se realiza cada año. La segunda es una competencia multidisciplinaria entre todos los locales de McDonald’s, en la cual se elige al colaborador estrella. Se realiza cada año y a escala nacional.
La compañía también ha trabajado con diferentes instituciones públicas y privadas, que manejan base de datos
de personas con discapacidad como el Centro de Protección para Personas con Discapacidad (Ceprodis) y la fundación Fasinarm.
Como parte de su responsabilidad social, este año colaboraron con la Fundación El Triángulo y el Centro Terapéutico Aprendiendo a Vivir de la Fundación Reina de Quito. Con estas organizaciones realizaron varias actividades orientadas a niños como: talleres de lectura y la donación de una minibiblioteca.
Dennis Ortiz (izquierda) trabaja hace cinco años en McDonald’s. Actualmente cumple funciones como auxiliar de restaurante en la cadena de comida. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
El sueño de Ernesto Terán empezó a consolidarse hace casi un año, cuando se organizó para levantar su emprendimiento llamado Chasqui, mensajería corporativa.
Su idea fue aglutinar a motorizados para que entreguen documentos, regalos y más artículos a lo largo de la ciudad. Actualmente son 50 personas que se convirtieron en ‘chasquis motorizados’.
Terán reconoce que su objetivo fue dar una solución a la movilidad de la ciudad y promover una ciudad más verde. “Un chasqui en la calle es un auto menos haciendo trámites”, explica el joven.
El emprendimiento incluye a personas de diferentes ramas como diseñadores, ciclistas y más. En total son 10 personas las que forman la microempresa.
Juan Fernando Larrea es uno de ellos. El joven abogado considera que lo importante de esta empresa es que tienen una plataforma que aglutina a los motorizados. “No somos una empresa convencional”, señala.
La herramienta pone en contacto al usuario y el mensajero. A través de la página web se asigna un chasqui para que cumpla con el pedido. “Se garantiza a un chasqui, que pasa ciertos filtros de seguridad para que haga la entrega del mensaje. Tenemos a los mejores”, dice Terán.
Otra de las facilidades de este servicio es abrir las puertas a las personas que desean hacer un trabajo extra. La idea es que si tienen un tiempo adicional se vincule y se califique como un chasqui.
La empresa tiene entre 15 y 20 pedidos al día. Hay días que son más movidos como los viernes, pero diciembre también es un mes alto; la actividad comercial propia de esta temporada incrementa el trabajo.
En enero del 2017, esta pequeña empresa volverá a innovar con una plataforma móvil; además buscará vincular a ciclistas para impulsar el uso de la bicicleta como medio de transporte.
Álex Castillo es el coordinador de Operaciones. Él se encarga de reclutar a las personas o a los chasquis. “Estamos en un proceso de crecimiento, en el que hacemos entrevistas rigurosas para vincular a las personas indicadas”.
Para él, la empresa se apega a las necesidades de las personas, que pueden pedir el servicio desde la comodidad de su casa u oficina.
Los chasquis que trabajan en esta empresa tienen una forma de cobro diferente, ya que ganan por medio de una aplicación.
Hoy, la facturación de esta empresa es de USD 2 000 al mes y tienen 300 carreras. El servicio cuesta USD 5 y el trabajo es 24 horas los siete días de la semana.
La inversión de Chasqui alcanzó USD 10 000, que fueron destinados a desarrolladores y aplicaciones para la empresa.
Para estos jóvenes, este emprendimiento busca cambiar la idea de la mensajería en el país. “Con Chasqui se da la posibilidad de pagar un servicio según el uso”.
Rubén Pérez es un amante de las motos y aprendió a conducir hace dos años. Se considera un conductor prudente y responsable. Tiene un tiempo libre en las mañanas, por lo que asegura que ingresará a la plataforma para hacer este trabajo. “Me encantaría trabajar por horas, porque siempre es bueno un ingreso adicional para mí y mi familia, y qué mejor si realizo lo que me gusta”.
Ernesto Terán, Juan Fernando Larrea y Álex Castillo son parte del grupo de Chasqui, mensajería corporativa. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
Para responder a las necesidades de salud a través de la cobertura sanitaria universal y garantizar la seguridad ante enfermedades altamente infecciosas como puede ser el ébola, faltan actualmente 50 millones de empleos de calidad en el mundo en ese sector, según un nuevo informe publicado hoy.
En el documento «Personal de la salud: Un enfoque basado en la cadena mundial de suministro», la Organización Internacional del Trabajo (OIT) destaca que en los próximos 15 años el envejecimiento demográfico agravará esa carencia de profesionales en el sector, por lo que harán falta 84 millones de empleos más.
«La creación de millones de empleos que faltan permitiría mejorar los niveles de vida, el crecimiento económico y el desarrollo, en particular en los países con altos niveles de desempleo entre los trabajadores poco cualificados y desprovistos de servicios de asistencia médica», señaló la directora del Departamento de Protección Social de la OIT, Isabel Ortiz.
El informe incluye a todos los trabajadores que contribuyen de alguna manera con la atención médica y la prestación de servicios sanitarios a las cadenas de suministro de la salud en el mundo, tanto dentro de los países como entre ellos.
Los datos de la OIT revelan que, a nivel mundial, una fuerza de trabajo «invisible» de 57 millones de trabajadores no remunerados cubre la «enorme falta» de profesionales de la salud cualificados.
La mayoría son mujeres que abandonan sus empleos para cuidar de miembros más ancianos de la familia.
En Europa se trata de 14 millones de mujeres, indicó hoy en una rueda de prensa la autora del informe, Xenia Scheil-Adlung.
Según el estudio, unos 234 millones de personas en el mundo trabajan para alcanzar objetivos relacionados con la salud como la cobertura universal.
Este número incluye a 27 millones de médicos y enfermeras y otros profesionales de la salud empleados en el sector público y privado.
Sin embargo, recalca la OIT en su informe, una gran parte de la fuerza laboral (106 millones de trabajadores que representan el 70 % del total) tiene empleos en áreas relacionadas.
Se trata de estos 57 millones de trabajadores no remunerados porque cuidan a sus familiares, y de otros 45,5 millones empleados en puestos que, con frecuencia, están mal pagados y no cuentan con condiciones laborales decentes.
Este tipo de empleo se encuentra sobre todo en las áreas de mantenimiento, limpieza, apoyo administrativo y cuidado informal, señala la OIT, que destacó que los servicios de salud «generan millones de empleos».
El estudio sugiere que en la respuesta a las necesidades de salud que surgen debería tenerse en cuenta «plenamente» el gran número de personas que trabajan en ocupaciones no sanitarias, sobre todo los trabajadores no remunerados.
Por ello recomienda transformar el cuidado informal no remunerado en un número suficiente de empleos cualificados con condiciones de trabajo decentes. Según la OIT, la inversión en un empleo de médico o enfermera da trabajo a 2,3 trabajadores que no tienen una profesión sanitaria.
De acuerdo con Scheil-Adlung, el 91 % del potencial de empleo se encuentra en los países de ingresos medios-bajos y de ingresos bajos de África y Asia, donde estos trabajos estimularían el crecimiento económico y contribuirían al pleno empleo. En África actualmente hay 15 millones de trabajadores que podrían estar trabajando en la economía formal si se invirtiesen suficientes recursos en la cobertura sanitaria universal. En Asia, por su parte, el potencial actual de empleo es de 29 millones de personas en empleos sanitarios y no sanitarios.
Los datos de la OIT revelan que, a nivel mundial, una fuerza de trabajo «invisible» de 57 millones de trabajadores no remunerados cubre la «enorme falta» de profesionales de la salud cualificados. Foto: Referencial
La empresa de marketing Movehub, dedicada a brindar asesoramientos sobre tarifas internacionales, publicó la lista de los países más económicos y costosos para vivir luego de interpretar la base de datos sobre costo y precios disponible en Numbeo, cuya fuente son los aportes de usuarios sobre los precios de todo el mundo.
Movehub presentó el ‘top’ el pasado 16 de enero y tomó en cuenta los costos de alimentación, transporte, bienes de consumo, IPC (Índice de Precios de Consumo) de cada país para realizar los cálculos respectivos.
Ecuador ocupa el puesto número 30 en el ‘top’ de los países más ‘baratos’ para vivir, superado por Colombia (10) que se considera como el país más económico de América Latina. Perú se sitúa en el lugar 40.
India es el más económico para vivir seguido por Nepal, Pakistán, Túnez, Argelia, Moldavia, Egipto, Macedonia, Siria y Bangladesh, que completan los 10 primeros lugares.
En el otro extremo se encuentran los países donde el costo de la vida es elevado. La lista está encabeza por Suiza, seguido de Noruega, Venezuela, Islandia, Dinamarca, Australia, Nueva Zelanda, Singapur, KuwaiT, Reino Unido.
Ecuador ocupa el puesto número 30 en el ‘top’ de los países más ‘baratos’ para vivir. Foto: Archivo / EL COMERCIO