Etiqueta: abastecen

  • Abastecen al sector corporativo

    Patricia González

    redaccion@revistalideres.ec (I)

    La experiencia y el entendimiento del mercado, tras haber trabajado por varios años en una empresa de cárnicos y embutidos, impulsaron a Álex Ortega, Carlos Valencia y Francisco Mosquera a emprender juntos en esta industria.

    Con un capital inicial de USD 120 000, proveniente de ahorros propios y préstamos de familiares, compraron maquinaria, adecuaron una planta y un local; dando apertura a La Cayena el 12 de junio del 2012.

    El establecimiento, ubicado en el centro-norte de Quito, es ‘delicatessen’ (primer piso) y cafetería-restaurante (segundo piso). La pequeña planta de producción también se ubica allí.
    La tienda ‘delicatessen’ cuenta con una línea de cárnicos y embutidos; otra gastronómica, con picaditas variadas y minisánduches para llevar; panadería y pastelería.

    En cárnicos ofrece cortes de res, pollo, cerdo y ternera. Los precios van desde USD 3, el kilo de ternera. En embutidos, hay diversidad de salchichas, chorizos, jamones, salamis, salchichones, entre otros. Los más económicos, como el paté, están en USD 1,50. Estos productos se venden empacados al vacío.

    La empresa comercializa cerca de 500 productos, un 95% es producción propia, asegura Álex Ortega, gerente de Comercialización y Mercadeo. También vende algunas marcas de quesos locales y vinos importados.

    El producto más vendido es el combo parrillero, que incluye carnes de cerdo, pollo y res; chorizos, longanizas y salchichas olmas. Los productos están listos para asar a la parrilla.
    Hace tres años los emprendedores abrieron un segundo punto de venta, de menor tamaño: La Cayena Express, localizado en el norte de la capital. En este local se encuentran al menos 100 de sus productos.

    Para la elaboración de sus productos, trabajan con unos 30 proveedores. Uno de ellos es Corporación Superior, empresa que les vende 50 sacos de harina de trigo al mes, para la elaboración de pan y pastelería. “Es un cliente que ha ido creciendo con el tiempo, al principio les vendíamos unos 15 sacos por mes”, comenta Álex Acosta, ejecutivo de ventas.

    Alitecno, en cambio, les provee de fundas para empacar al vacío productos cárnicos y embutidos. “La cantidad depende de la demanda que tengan, suelen comprarnos entre 200 y 600 fundas de distintas medidas, a la semana”, comenta Saulo Melo, asesor comercial de la firma proveedora.

    El restaurante de La Cayena ofrece a sus clientes desayunos nacionales e internacionales, y almuerzos: parrilladas y platos con diversidad de cárnicos y de cortes en carnes rojas. Los clientes también encuentran el menú ejecutivo, que incluye entrada, sopa, plato fuerte, jugo y postre.

    La empresa, que facturó en 2019 cerca de USD 1 millón, atiende alrededor de 8 000 clientes por mes. Dentro de su cartera, hay al menos 30 clientes corporativos, que adquieren los productos de La Cayena como materia prima para sus propios productos.

    Sable Catering y Viva Pizza, dos firmas propiedad de Carlos Gudiño, son clientes del ‘delicatessen’. Semanalmente, Gudiño compra para las dos empresas más de 100 kilos en distintos productos (cárnicos, jamones, pastelería, panadería). “Nos ha ido muy bien con La Cayena. Tiene buenos productos y es un proveedor puntual y profesional”.

    Panpe Alimentos, un servicio de ‘catering’ para salas vip de aeropuertos, es uno de sus clientes más antiguos. Le compra jamones, chorizos, tocinos, tocinetas, quesos de chancho, salamis, etc. “Dependiendo del menú y el movimiento de pasajeros en el aeropuerto de Quito, compramos cerca de 30 kilos semanales en productos”, señala Elizabeth Vallejo, jefa de Bodega y Compras.

    Ortega considera que el mayor desafío para la empresa ha sido la consolidación. “Ahorita estamos sólidos, pero el tema burocrático nos ha frenado mucho para seguir avanzando. Gestionar permisos, registros sanitarios; todo toma tiempo y cada paso tiene un valor económico”.

    Durante la cuarentena están atendiendo desde las 07:00 hasta las 12:30, y con ‘delivery’ hasta las 18:00. El restaurante está cerrado. Las circunstancias han obligado a la empresa a fortalecer su estrategia digital gestionando las ventas por Whatsapp Business. “Aprovechamos esta situación para mantenernos activos tomando todas las medidas de bioseguridad”.

    El ‘delicatessen’ de La Cayena se mantiene activo, en medio de la emergencia sanitaria. Allí se toman todas las medidas de seguridad e higiene
    El ‘delicatessen’ de La Cayena se mantiene activo, en medio de la emergencia sanitaria. Allí se toman todas las medidas de seguridad e higiene. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Ellos abastecen de cal a empresas de todo el país

    Cristina Marquez

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    La renovación tecnológica constante y la expansión programada es la estrategia que Fausto Guevara y su hijo David aplicaron a su empresa Incoreg. Esta firma abastece de hidróxido y óxido de calcio a acerías, ingenios azucareros, mineras de todo el país y más.

    Los productos de la firma tienen diferentes usos: blanqueamiento de azúcar, retiro de impurezas del acero y otros metales , etc.

    La oferta de Incoreg tiene una alta concentración de calcio natural. La empresa tiene maquinaria que logra pulverizar la materia prima en distintos grosores.

    “Estudiamos el mercado y vimos que la demanda de cal estaba insatisfecha en el país. Hay muchos hornos artesanales que proveen al sector de la construcción, pero pocas empresas producen el tipo de cal que requieren las industrias”, dice Fausto Guevara, presidente y fundador de Incoreg.

    La materia prima que se procesa en la compañía se extrae en las minas de Chongón, en Guayas. Un estudio que la Incoreg realizó determinó que en ese sitio la concentración de calcio era muy alta.

    El estudio se realizó en el 2008, y la compañía decidió adquirir allí su insumo. Esta elección mejoró la calidad de los productos y la firma se convirtió en una importante proveedora de cal del país. La planta está ubicada en Riobamba y desde allí se hacen envíos a las tres regiones del territorio.

    “Nuestra ubicación es estratégica. Estamos en el centro del Ecuador y eso hace toda la diferencia porque el costo del transporte y logística es menor”, explica David Guevara, gerente de la empresa.

    Incoreg produce unas 50 toneladas de óxido de calcio, que es el producto que más demanda la industria metalúrgica. El 100% de la producción se comercializa y aún hay demanda insatisfecha, por lo que a corto plazo la empresa incrementará su producción a 80 toneladas: 40 de óxido y 40 de hidróxido de calcio.

    Con ese crecimiento de la producción, los directivos también aspiran a un incremento del 30% en las ventas, que el año pasado fueron de USD 1,13 millones.

    Para cumplir con esa meta hicieron una inversión de más de USD 261 000, el año pasado, en la construcción de tres nuevos hornos y en la adquisición de maquinaria para tecnificar la producción.

    Las nuevas maquinarias reducirán el tiempo y optimizarán los recursos; empezarán a funcionar en tres meses. Así la empresa espera también ampliar su planta.

    La difusión de sus productos por redes sociales y otras técnicas de mercadeo están entre las estrategias para mantener la clientela de la empresa. Estos procesos funcionaron en el 2016, cuando hubo una crisis en el sector metalúrgico y varias acerías cerraron.

    Incoreg se abrió oficialmente en 1990, cuando Guevara adquirió un predio en el Parque Industrial de Riobamba para convertirlo en planta procesadora de cal. Él invirtió 600 000 sucres en la preparación del terreno y la construcción de sus primeros tres hornos.
    “Los ladrillos alemanes que conservan el calor son el secreto para obtener un producto de alta calidad, que se diferencie de los artesanales”, dice Fausto.

    Antes de la construcción de la planta, el producto se manufacturaba de forma artesanal. Guevara se inició en esa industria en 1979, cuando se le presentó una oportunidad para comercializar cal.

    Él se graduó como ingeniero civil, pero decidió convertirse en empresario cuando descubrió un mercado, que en esa época era prácticamente no explorado.

    La primera inversión que hizo fue de 300 000 sucres, que obtuvo de sus ahorros y de un crédito. El dinero se invirtió en la compra de un terreno donde la cal se procesaba artesanalmente. “Tuve la visión de convertir un pequeño negocio artesanal en una gran industria”, explica Guevara.

    Durante los primeros años de operación el desafío más fuerte fue conseguir materias primas y obtener capacitación especializada en el procesamiento de cal.

    Ahora la empresa tiene 10 hornos industriales y una instalación de 1 000 metros cuadrados. Incluso, posee un laboratorio para asegurar la calidad de su producto y compararlo con el de otros países.

    A mediano plazo la empresa se expandirá y se diversificará su oferta. Una fábrica de pinturas, construcciones y otros servicios están en el plan.

    Una imagen de la producción de Incoreg. Esta firma abastece de hidróxido y óxido de calcio a firmas industriales. Hoy genera 26 empleos. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
    Una imagen de la producción de Incoreg. Esta firma abastece de hidróxido y óxido de calcio a firmas industriales. Hoy genera 26 empleos. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • Tres plantas abastecen de hielo a 4 000 pescadores

    Marcel Bonilla
    redaccion@revistalideres.ec

    Javier Bravo utiliza ocho marquetas de hielo para mantener la temperatura del pescado que capture durante tres días de faenas, a 150 millas náuticas de las costas de Esmeradas.

    El hielo no solo impide que se descomponga la producción pesquera. También ayuda a que mantenga su coloración verdosa, en el caso del pez dorado y atún, que son productos de exportación.
    Unas 6 000 embarcaciones tipo fibra, que acoderan en el Puerto Artesanal Pesquero de Esmeraldas (Papes), utilizan un promedio de ocho bloques de hielo para sus faenas, que se realizan hasta dos veces por semana.
    En la ciudad operan tres plantas encargadas de la producción de hielo para las embarcaciones, sea en bloque, triturado o hielo en escama; esta última permite que no se dañe la piel del pescado.
    Por ejemplo, la empresa Hielesm S.A. vende hielo en escama, que son láminas de hielo fino, estas protegen la piel del producto y garantiza que el pescado se mantenga en buen estado y así cumplir con estándares de calidad.
    La venta de hielo se la hace en gavetas a un costo de USD 1,75, mientras que una marqueta o bloque se comercializa en USD 3,50. Media marqueta de hielo en escama hace una gaveta.
    Hielesm S.A. está ubicada en el Puerto de Esmeraldas y funciona desde hace un año. Son 110 socios que aportaron con una contraparte de USD 350 cada uno, para sostener el proyecto.
    Los pescadores respaldan el negocio con el 40% de una inversión de USD 280 000, que se hizo con aportes de la Prefectura de Esmeraldas y la Corporación Técnica Belga, explica Ana Parrales, gerenta de Hielesm S.A.,
    Este proyecto beneficia al sector pesquero de Esmeraldas, que compra directamente el producto en la planta, así como a 50 dueños de bodegas donde almacenas la pesca para su conservación.
    Solo Hielesm S.A. vende 200 gavetas de hielo diariamente, lo que representa unos USD 8 000 al mes. Pero esa cifra puede duplicarse en el invierno cuando aumenta la producción de dorado.
    El gerente de la cooperativa de producción pesquera San Pablo, Geovanny Mero, explica que la producción de hielo para pescadores fue uno de los anhelos de siempre del sector pesquero, para abaratar costos y ofrecer un mejor producto.
    En la ciudad de Esmeraldas hay 2 395 pescadores organizados en 56 cooperativas pesqueras y unas 4 000 personas se dedican directamente la pesca, de un total de 14 811 pescadores ubicados en todo el perfil costero de la provincia.
    Marlon Torres, expresidente de la Cámara de Ingenieros Comerciales de Esmeraldas, cree que la venta de hielo para pescadores se convirtió en un negocio con demanda permanente.
    Eso se evidencia en la producción anual de pescado que bordea los 12 millones kilogramos en Puerto de Esmeraldas, según datos del Ministerio de Agricultura, Acuacultura y Pesca (Magap).
    Vicente Urbina, gerente propietario de la empresa Frigo Esmeraldas, lleva 11 años produciendo y comercializando hielo en marquetas. Trabaja desde el año 2005, atendiendo al sector pesquero.
    La producción diaria es de 400 bloques o marquetas de hielo, que tienen un peso de 150 libras; las cifras se mantienen en estos meses pese a la disminución de la pesca por factores asociados con el robo a pescadores.
    Otros 400 bloques de hielo produce una tercera empresa que funciona en el sur de la ciudad, que almacena su producción en contenedores en el Puerto de Esmeraldas, desde donde despacha.
    “Hace siete años las fábricas que estábamos en Esmeraldas no podíamos abastecer al sector pesquero debido a un sobreproducción de pesca, pero ahora con la disminución cubrimos la demanda porque hay otras empresas en ciudad”, señala Urbina.
    La empresa de Urbina es unas de las pioneras en la producción de hielo, y vende el 98% de su producción al sector pesquero artesanal. El 2% restante se va para pequeños negocios que lo utilizan para enfriar bebidas.
    La calidad es garantizada porque el agua con el que se produce es tratada para ser puesta en moldes de acero inoxidable, grado alimenticio. Estas innovaciones se hacen para mantenerse en el mercado con una inversión de USD 400 000 en la planta.

    Empleados de una empresa colocan hielo en un recipiente lleno de pescado. Fotos: Marcel Bonilla / LÍDERES
    Empleados de una empresa colocan hielo en un recipiente lleno de pescado. Fotos: Marcel Bonilla / LÍDERES
  • Sus suelas abastecen el mercado

    Modesto Moreta (I) 
    redacción@revistalideres.ec

    Llegó hace 20 años a Ecuador con la idea de comercializar y distribuir las plantas en PVC para calzado que producía su familia en una fábrica en Colombia, su tierra natal. Mauricio Molano recorría el país ofreciendo en los talleres y fábricas de zapatos la mercancía. También se convirtió en distribuidor de otras empresas ecuatoriana con productos similares.

    Así pasaron 15 años hasta que decidió instalar su empresa en Ambato. Según la Cámara de Calzado (Caltu) en Tungurahua se produce el 50% de la fabricación nacional. Así, fundó en el 2010 Prefabricados Plásticos (Preplas).

    La inversión inicial fue de USD 25 000, recursos que los consiguió a través de un crédito en un banco local que lo pagó en un año. Con esa inyección de capital, adquirió una inyectora de PVC, moldes y materia prima.

    El trabajo arrancó con seis colaboradores en el sector de la avenida Bolivariana y Seimur (oriente de Ambato). En la actualidad, cuenta con una moderna planta industrial en la parroquia de Santa Rosa donde laboran 35 personas.

    Además, funciona la propia productora de moldes para suelas. Este servicio adicional es gratuito, para los empresarios dedicados a la confección de calzado. Allí con alta tecnología plasman los diseños de las suela con el nombre de la fábrica que lo solicita sin costo. A cambio de la producción, “con este servicio todos ganamos”.

    Molano recuerda que la producción fue creciendo, pues elaboraba hasta 15 000 pares de suelas mensuales. La calidad de la materia prima, el cumplimiento en las entregas, el servicio personalizado, el servicio de matricería y la tecnología que usaba le permitieron ir creciendo. El año pasado esta firma fabricó 1 009 090 pares de suelas y facturó USD 987 141.

    La idea de instalar la propia planta fue porque las suelas importadas se demoraban en llegar al país, 30 días. Ahora, puede entregarlo en 48 horas. Y si es con el molde de matricería en ocho días. Asimismo, el trabajo es personalizado; es decir, lo que quiere el cliente en los modelos y diseños.

    Tres años más tarde con otro crédito compró otras dos inyectoras e incrementó 12 plazas de trabajo y elaboraba 55 000 pares. Dice que los mejores años de bonanza en la producción fueron del 2011 al 2014, puesto que el Gobierno implantó salvaguardias al ingreso del calzado importado y eso benefició a la industria local.

    Al momento en su planta cuenta con siete inyectoras para la producción. Sus principales mercados son Guayaquil, Gualaceo, Quito, Santo Domingo, Ambato. En la actualidad la crisis hizo que bajara la producción en un 40%. A pesar de eso, mantiene los puestos de empleo.

    Es optimista y cree que la situación de a poco vaya mejorando. “El Gobierno debiera controlar el ingreso de zapatos de países vecinos a bajo costo, porque está afectando a la industria local”, dice preocupado.

    Preplas se provee principalmente de materia prima nacional. Eso le permite ofrecer a sus clientes suelas para zapatos deportivos, casuales, bicolores, plataformas, desde el número 14 al 42.

    La industria León Pal es una de las empresas que utiliza la suela de Preplas. Juan León, su gerente, dice que hace dos años trabaja con los productos de Preplas, porque son de buena calidad y resistentes. “Nuestra empresa fabrica calzado de calidad y por eso debemos usar suelas de alta calidad y eso sí cumple la firma ambateña”.

    León asegura que inicialmente adquirían el 15% y ahora el 35% de total de las suelas que usan.Una de las ventajas es el servicio de matricería. “Eso es importante, porque podemos presentar en el mercado nuestra marca.

    Eso ayudó a que ingresemos con nuestro producto a cadenas como De Prati y R&M, El Rosado y otras”, menciona el Gerente de Preplas. Esta empresa presentará un nuevo producto en el mercado. Son suelas de plataforma livianas y de altura de 3, 5 centímetros a 12. “Llevamos seis meses experimentando este nuevo producto que ya lo dimos a conocer en el mercado guayaquileño con buena acogida”.

    Los ejecutivos de la firma también participación en ferias internacionales. Eso les permite actualizar sus catálogos de producción y desarrollar nuevos diseños, que luego promocionan a los fabricantes de calzado.

    Para eso adquieren los modelos y a través de la matricería lo crean y producen. Asimismo, en la firma se reciclan las botas de PVC que son lavadas y molidas para producir la suela de color negro y a bajo costo.

    En la fábrica Preplas trabajan 35 personas. Ellos producen las suelas para abastecer el mercado nacional. Están en Guayaquil, Gualaceo, Quito, Ambato, entre otros. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
    En la fábrica Preplas trabajan 35 personas. Ellos producen las suelas para abastecer el mercado nacional. Están en Guayaquil, Gualaceo, Quito, Ambato, entre otros. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • Aquí se abastecen las panaderías

    Modesto Moreta (I)
    Redacción Sierra Centro
    mmoreta@elcomercio.com

    La empresa Molinos Miraflores Sociedad Anónima (S.A.) es una especialista en la producción de harina de trigo fortificada, para la elaboración de pan, pastas, tortas, bocaditos… Por esta gestión, la firma ambateña, con 355 años de historia y tradición, abastece con la materia prima a las panaderías de varias ciudades del país.

    La calidad del producto, su rendimiento y alta demanda hicieron que el año pasado facturara USD 7,7 millones; es decir, obtuvo un crecimiento del 20%.

    Al momento procesa 800 quintales al día, que son distribuidos y comercializados en los mercados de Ambato, Latacunga, Puyo, Francisco de Orellana, Riobamba, Tena, Quito, Guayaquil, Nueva Loja, entre otras ciudades.

    Molinos Miraflores se inició en 1660 a cargo de una congregación religiosa. Posteriormente fue adquirida en sociedad por los franceses Arturo Champantier y Luciano Lafitt, quienes importaron maquinaria desde Francia.

    Luego pasó por las administraciones de las familias Cobo Jáuregui y Champantier Vela, quienes aportaron en el desarrollo de esta industria. En la actualidad tiene un capital social de USD 1,5 millones y seis familias accionistas.

    Raúl Lara, gerente, cuenta que Molinos Miraflores pasó por todos los tipos de sociedad reconocidos en un principio por el Código Civil y luego por la Ley de Compañías. En 1983, esta firma se constituyó como Sociedad Anónima. Según el ejecutivo, el proceso de crecimiento tuvo un despegue en el 2010.

    “Hemos crecido en un 60% con relación a las cifras registradas en el 2007. Esto se debe a la calidad del producto. Hemos ingresado a los mercados que anteriormente eran ocupados por otras marcas. En la actualidad, cubrimos el 50% del territorio nacional”.

    En 1949, se reemplazó el 70% de la maquinaria hidráulica por equipos eléctricos. Ese fue un paso importante, porque comenzó a producir 150 quintales de harina por día.“En esta época el abastecimiento de trigo era nacional, pero con la reforma agraria comenzó a escasear la materia prima, debido a que las haciendas se parcelaron”, indica Lara.

    Pero en 1980 Molinos Miraflores comenzó una transformación: la maquinaria antigua se modernizó; se adquirieron bancos de molienda, cedazos, sistema neumático, una envasadora traídos desde Inglaterra. La inversión fue de 7 millones de sucres, con una cotización de 25 sucres por dólar. Hasta el 2007 lograron una producción de 30 toneladas por día.

    Sin embargo, se estancó debido a que el Gobierno impuso cupos para producción de harina por los altos costos del trigo. Por ello, aplicó un subsidio. Una vez superado este inconveniente, la firma empezó a traer trigo de Canadá.

    En el 2008, invirtió USD 1 millón en la adquisición de equipos de última generación para la molienda. En la actualidad llega a las 60 toneladas por día.

    El valor agregado de Molinos Miraflores fue asumir la distribución de grasas, azúcar y demás insumos básicos para la panificación. “La idea es servirles con todos los insumos para que no se paralice el trabajo”, dice el Gerente.

    Eso le permitió aumentar sus ventas de harina en el país y subir a 49 el número de empleados directos y más de 1 200 indirectos.

    En la actualidad se hacen adecuaciones en la antigua planta localizada en la avenida Miraflores y Pérez de Anda, al sur de Ambato. La idea es realizar el montaje de nuevos equipos. “Por el espacio, en la adquisición del 2008 no se logró instalar en su totalidad. Ahora lo vamos haciendo”.

    Además de importar 2 300 toneladas de trigo cada dos meses de Canadá, se adquieren 100 toneladas del grano nacional en un convenio firmado con el Ministerio de Agricultura (Magap). La idea es incentivar a la producción local, puesto que el Ecuador produce apenas el 1% de lo que la industria utiliza en el país.

    Uno de los distribuidores en Guayaquil es Joffre Roldán. Trabaja con la firma hace 7 años. Dice que cada vez tiene más aceptación la harina en el mercado.

    El trabajo es conjunto entre Molinos Miraflores y la empresa Rolcar es la clave para llegar a más sitios. “La labor es dura, pues debemos luchar con grandes industrias, pero estamos creciendo. Los panificadores hacen las pruebas y ven que la harina es rendidora, por eso compran más”.

    Mensualmente Rolcar comercializa 4 000 quintales, pero requiere de más para cubrir la demanda. “Siempre digo a mis clientes que vendo la mejor harina del Ecuador”.

    Raúl Lara

    Gerente General de Molinos Miraflores

    Estamos creciendo a escala nacional, porque la harina que producimos es de calidad y enriquecida con vitaminas. Nuestro equipo técnico, con base en investigaciones, creó fórmulas que se aplican durante la fabricación. Nuestro objetivo es liderar el mercado de la panificación. Cada dos meses importamos 2 300 toneladas de trigo y al ser el grano diferente, debemos indagar para determinar las características y aplicar nuevas fórmulas.

    Molinos
    En la empresa trabajan 49 empleados y la producción es de 800 sacos diarios. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO