Etiqueta: accesorios

  • Los accesorios para el look de invierno

    Ana Cristina Alvarado

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    La variabilidad del clima de Quito hace de los accesorios y del ‘layering’ la mejor opción para estar preparados para las lluvias inesperadas o el sol de mediodía.

    Dos marcas extranjeras presentaron sus propuestas para la temporada fría del año. Lanidor, de moda femenina, cuenta con la colección de otoño/invierno desde la última semana de septiembre. Los jerseys y cárdigans tejidos de punto medio llegaron en tonos mostaza, burdeos, gris y azul.

    Las blusas vienen con estampados inspirados en las imágenes otoñales; también llegaron las túnicas. Las prendas inferiores para esta temporada son los pantalones de basta ancha y ‘leggins’. Las carteras tipo baúl y los botines son los complementos.

    Strelli Milano, una tienda multimarca de ropa para hombre, vistió al modelo con un traje de la firma italiana Lab Pal Zileri. El corte es ‘slim fit’ y de una lana súper 130. Es decir, la tela se mantiene liviana, pero es más abrigada.

    La gabardina de corte inglés y a prueba de agua es versátil por ser fácil de llevar y por el color neutro que permite combinar fácilmente. El complemento es una bufanda de 100% lana, delgada, pero abrigada para los días fríos.

    El ‘layering’, por otro lado, se trata de sobreponer las prendas de forma exitosa. De acuerdo al clima, se llevará más o menos, pero el objetivo es crear un estilo equilibrado sin restarle funcionalidad.

    Una forma segura de vestirse en capas para el invierno es optar por que las prendas usadas sean del mismo color o de la misma gama. El ‘layering’ permite hacer uso de la ropa ‘oversized’ que está de moda. Por lo tanto, usar un abrigo de gran volumen, sobre un saco y a su vez sobre una blusa, puede ser una opción para una noche fría.

    Prendas claves marcan la evolución del clóset de la temporada cálida a la época de lluvias y frío.
    Prendas claves marcan la evolución del clóset de la temporada cálida a la época de lluvias y frío.
  • Las mascotas visten sus atuendos y accesorios

    Redacción Guayaquil  (I) redaccion@revistalideres.ec

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    Su mascota, un inquieto perro chihuahua, fue su inspiración. Denise Campozano le dio forma a su emprendimiento cuando su madre recibió como regalo al diminuto can, en el 2010. “Nacho es el responsable de todo esto”, dice esta comunicadora social guayaquileña de 37 años, refiriéndose a su perro chihuahua.

    La idea de la tienda de indumentarias para mascotas maduró, al menos en las redes sociales, cuando su mentalizadora empezó a promocionar sus creaciones en Facebook, y luego en Instagram. Las ferias de emprendimientos a las que acudía también ayudaron a sumar clientela.

    A través de la marca Woof! Petshop este emprendimiento diseña, confecciona y vende ropa para canes y felinos, como también accesorios y ‘snacks’.

    La mascota de Campozano tiene ahora seis años, pero sigue siendo el referente para la creación de los atuendos que salen de la mente de esta emprendedora.

    Otras ideas provienen de los propios clientes, que ven fotografías de los atuendos colgadas en las redes sociales y acuden a Campozano con sus propuestas. Hace poco, un cliente le pidió que le confeccionara un esmoquin para su perro, un husky siberiano.

    La primera colección de ropa para canes de Woof! comenzó con 30 prendas, que se lanzaron en diciembre del 2010. Posteriormente, a medida que la demanda crecía, el emprendimiento incorporó atuendos para gatos. En febrero pasado, Woof! abrió su primera tienda, un pequeño pero luminoso local en la ciudadela Urdesa, en el norte de Guayaquil. Ya con un espacio físico de exhibición, la oferta se extendió a una gama de accesorios y juguetes.

    En las perchas cuelgan los atuendos con estilo playero, los conjuntos de una y dos prendas, los vestidos, faldas y las bandanas, en medidas desde ‘extra extra small’, para cachorros y razas muy pequeñas; hasta tallas ‘extra extra large’, para razas grandes, como los bulldog ingleses o los boxers.

    El negocio se mueve con alrededor de 100 clientes frecuentes, la mayoría de ellos atraídos a través de las redes sociales. El emprendimiento comercializa un promedio de 10 prendas a la semana, aunque hay fechas, como los feriados y las quincenas, cuando las ventas crecen. “Hay personas que entran por una prenda, y terminan comprando más o llevando accesorios”, dice Denise.

    Su madre, Nancy de Campozano, colabora con la atención en el local y también asesora en la venta de prendas. “Los clientes vienen con fotos y nos piden que les confeccionemos una prenda para su mascota así como está en la imagen”, menciona.

    Los clientes dicen apreciar los detalles en los artículos que ofrece este negocio. Paulina Madero, dueña de una perra doberman de cuatro años, es una de las clientas más antiguas. “Me gustan los detalles personalizados de la tienda. Hace poco compré dos bandanas, un collar y un vestido”.

    El local también ofrece el servicio de grabado de los collares. Y, para quienes no tienen mascotas, prendas para vestir a los peluches.

    Los diseños de la ropa para las mascotas toman forma con la ayuda de un grupo de costureras.

    Este emprendimiento actualmente comercializa sus creaciones en Quito, Manta y Machala. Aunque las colecciones de los atuendos varían de temporada en temporada, las prendas más demandadas son las bandanas (una especie de pañuelo que se coloca en el cuello de la mascota).

    Los precios van desde USD 10 una camiseta para una raza pequeña, y hasta 20 para un perro grande. Un valor agregado del local de Urdesa es que los clientes pueden acudir con sus mascotas, lo que no sucede con los negocios en centros comerciales.

    Denise Campozano se inspiró en su chihuahua para emprender en su negocio de venta de  prendas y los accesorios para mascotas. Foto: Francisco Flores / LÍDERES
    Denise Campozano se inspiró en su chihuahua para emprender en su negocio de venta de prendas y los accesorios para mascotas. Foto: Francisco Flores / LÍDERES
  • Manos indígenas elaboran accesorios exclusivos

    Redacción Guayaquil  (F) Contenido Intercultural

    El estilo ‘hippie’ y ‘chic’ que un bolso de la marca Las Lolas Handmade le otorga a quien lo lleva puesto esconde detrás de sus formas y colores, un laborioso trabajo que demanda la paciencia y creatividad de manos indígenas.

    Hace casi dos años, Doménica Delfini, guayaquileña titulada en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, conoció el trabajo de las mujeres de la comunidad indígena Wayuu, en Colombia y se sintió cautivada.

    La forma de trabajo y la importancia del tejido en la vida de estas mujeres la inspiraron. Así, decidió traer a Ecuador mochilas y bolsos elaborados por las mujeres wayú y comenzó a promocionar a través de Instagram un 13 de noviembre, aprovechando las vísperas navideñas. Así nació el emprendimiento Las Lolas Handmade.

    “Después de mucha investigación de lo que queríamos emprender, empezamos con pie derecho gracias a la proximidad de Navidad. Eso significó una gran acogida y ventas impresionantes. Comenzamos con poco dinero, pero con muchas ganas de entregar a cada una de las mujeres algo único que destaque su actitud ante la vida”, dice la emprendedora.
    A la oferta colombiana de bolsos, se sumó al poco tiempo el producto ecuatoriano. Carteras y sombreros de paja toquilla, macanas (chales), ponchos y turbantes son parte de la oferta que está disponible para los compradores.

    “La relación que entablamos con los artesanos es de colaboración mutua y justa. Trabajamos indirectamente con 15 familias de la Guajira colombiana, a través de su representante Cintia Juanes y con Laura Loja, y las mujeres de su comunidad de Gualaceo y Chordeleg”, menciona Delfini.

    Los bolsos de la comunidad Wayuu son elaborados por artesanas de unas 15 familias de la Guajira colombiana, mientras que los productos ecuatorianos nacen de las manos de unas 30 artesanas de Gualaceo y Chordeleg, que producen los bolsos de paja toquilla y los tejidos macana.

    Delfini lamenta que “el consumo artesanal en moda, aún no está bien valorizado”, pero reconoce que va por buen camino.

    Como se trata de productos únicos, pues los diseños no se repiten, la producción no es en serie. En el mes más bajo se venden entre 20 y 25 productos, y en los mejores hasta 50 y 60 artículos. “Podríamos estar hablando que nuestros ingresos oscilan entre USD 3 000 y 5 000”, señala Delfini y añade que la esencia de la marca es impulsar el trabajo artesanal sin fronteras. Aunque por ahora los productos se venden mediante Instagram y el sitio Laslolashandmade.com, las tiendas itinerantes o bazares también han sido puntos de exhibición y venta, como el Z Gallery en Cumbayá y La Libélula, en España.

    Los precios oscilan entre los 45 y 85 euros en el mercado europeo y entre USD 45 y 95 en Ecuador y América Latina.

    La internacionalización de la marca es el resultado de la fuerte promoción en redes sociales que Delfini ha realizado estos dos años, además, en el sitio web se habilitó la opción de compra en línea. Una de sus clientas frecuentes en Chile es Diana Ferrín. Hace un año ella conoció de la marca y desde entonces ha hecho varias compras: “son muy diligentes y puntuales con los envíos”.

    Ferrín añade que sus amigas, que conocieron el producto por ella, también se convirtieron en clientas de la marca de esta guayaquileña. “Me parecieron preciosos. Yo soy supermeticulosa y cuando revisé el producto, me di cuenta que era hecho a mano con excelentes acabados. Los llevo a todas partes (tiene varios) y una vez en Tahití, un mexicano se me acercó y me preguntó si el bolso era de Las Lolas”, cuenta entre risas. Más que moda, Delfini quiere promover una marca con identidad y difundir las características del trabajo hecho a mano.

    Doménica Delfini muestras las diferentes creaciones que comercializa. Foto: Cortesía de Las Lolas Handmade
    Doménica Delfini muestras las diferentes creaciones que comercializa. Foto: Cortesía de Las Lolas Handmade
  • El mercado electrónico de los ‘wearables’ se duplicará este 2015

    Agencia AFP

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    Más de 45 millones de accesorios «ponibles» electrónicos deberán ser vendidos este año en el mundo y su número se triplicará de aquí a 2019, especialmente los artículos para la muñeca, reveló este 30 de marzo un estudio.

    Un total de 45,7 millones de relojes, brazaletes, gafas y otros accesorios conectados deberán ser comercializados este 2015, más del doble de los 19,6 millones vendidos en 2014, indicó el centro de investigaciones IDC.

    Para 2019, el mercado espera que la venta suba a 126,1 millones de unidades. En ese año se prevé que los dispositivos usados en la muñeca, en los cuales muchos fabricantes como Apple y Samsung concentran sus esfuerzos, deberán representar más del 80% de las ventas totales.

    Los accesorios compatibles con las aplicaciones desarrolladas por terceros ayudarán al crecimiento de este mercado y «registrarán un gran paso adelante con el lanzamiento del iWatch de Apple este año», indicó Ramon Llamas, analista de IDC citado en un comunicado.

    El iWatch, que será lanzado el 24 de abril, y otros aparatos compatibles con aplicaciones de terceros como Moto 360 de Motorola o los relojes Gear de Samsung, deberían representar un total de 25,7 millones de unidades vendidas en 2019, evaluó IDC.

    En segundo lugar se venderán los dispositivos modulares para ser usados en diferentes partes del cuerpo -a través de un clip o correa- y representarán un 5,3% del mercado de los accesorios «ponibles» (wearables, en inglés) en 2019.

    En tercer lugar estarán las vestimentas (4,5% en 2019), en la medida que las empresas producen más camisetas, zapatos, medias, entre otras prendas conectadas, en tanto las gafas estarán en cuarta ubicación (3,5%).

    Hasta ahora «la explosión de los aparatos «wearables» fue claramente llevada por los brazaletes deportivos«, subrayó Ryan Reith, otro analista de IDC, pero «el mercado se desplazó rápidamente hacia aparatos más caros que ofrecen más ventajas funcionales».

    El iWatch destaca por ser una computadora en miniatura, dotada de una pantalla táctil y una corona para navegar por el dispositivo.
    El iWatch destaca por ser una computadora en miniatura, dotada de una pantalla táctil y una corona para navegar por el dispositivo.
  • Ella gana clientes con accesorios para bebés

    Redacción Quito (I)/ LÍDERES

    El emprendimiento de María José Mancheno surgió con la maternidad. Esta arquitecta comenta que tuvo la idea de diseñar accesorios para las pequeñas hace aproximadamente siete meses, cuando nació su hija Emiliana.

    «Como toda madre primeriza quería verle a mi hija con cintillos, lazos, vinchas e incluso zapatos». Mancheno también cuenta que le fue muy difícil encontrar accesorios que no lastimaran la pequeña cabeza de su hija. «Por esa razón decidí crearlos yo misma».

    Las compañeras de Mancheno en las clases de estimulación temprana de su hija fueron sus primeras clientas. «Al principio se los regalaba, pero fueron ellas quienes me pedían que hiciera más diseños y se los vendiera».

    Mancheno utiliza WhatsApp y Facebook para receptar los pedidos. Las redes sociales se convirtieron en su tienda virtual y catálogo compuesto por las fotos de las hijas de sus clientes. «Nuestra mejor carta de presentación son nuestras clientes a quienes les realizamos productos personalizados, así nos promocionamos», asegura esta mujer emprendedora.

    La microempresa, que realiza sus entregas a domicilio por Servientrega, factura entre USD 2 500 y 3 000 al mes.

    Los accesorios han tenido gran acogida. «Los productos que me enviaron son hermosos, de precios accesibles y de alta calidad, no me importa realizar pedidos a Quito porque son realmente preciosos», comenta Teresa Veintimilla, cliente que compra desde Guayaquil.

    Mancheno comenta que, debido a la acogida de sus productos, contrató a su mamá para la elaboración de los productos, cuyos precios van de
    USD 5 a 25, según el tipo de accesorio solicitado.Todos los materiales son hipoalergénicos para no causar irritaciones ni lastimar la piel de las pequeñas.

    Datos:

    Detalles personalizados. Bows by Mili recibe fotos de los vestidos de las niñas y con base en ellos realiza los diseños

    Redes. Los pedidos se pueden hacer en la cuenta de Facebook o WhatsApp.

    Producción. Dependiendo de los pedidos, al mes produce al rededor de 40 tutús y unos 1 000 cintillos.

  • Los zombies le inspiran para crear bisutería y accesorios

    Redacción Quito

    Figuras plásticas de ojos, dedos y cerebros humanos, así como pequeños monstruos y galletas del mismo material, forman parte de los diseños de Blue Zombie, una tienda especializada en la elaboración de bisutería y accesorios para jóvenes y adolescentes.

    Esta idea nació en el 2010, cuando Camila Pinto, propietaria de la marca, decidió comercializar sus creaciones. En principio, los realizaba para uso personal, pero a sus amigos les gustó sus productos y empezaron a comprarle.

    Ahora, cuenta con un local en el centro-norte de Quito. Factura mensualmente entre USD1 000 y 1 200; además recibe pedidos de Guayas y Manabí.

    Pinto comenta que su gusto por la elaboración de bisutería se inició cuando era niña. Asistió a cursos para aprender esta actividad, sin embargo, señala que los modelos que en principio realizaba no le gustaban, porque “no iban con su estilo”.

    Por esta razón, decidió buscar diseños que le gustaran en diferentes páginas web y comenzó a elaborar los accesorios. El gusto por los zombies y la moda alternativa inspiraron a Pinto para sus creaciones.

    Su primera inversión para iniciar su emprendimiento fue de aproximadamente USD 2 000. Este monto le sirvió para comprar materia prima, como hilos, cadenas y piezas de plástico.

    Blue Zombie se comenzó a promocionar en las redes sociales Facebook y Twitter. Posteriormente implementó una página web www.bluezombiestuff.com.

    Hace dos años abrió un local en el Centro Comercial Caracol (norte de Quito). Para tener un mayor espacio para instalar su taller decidió cambiarse a un lugar más amplio, su actual almacén de 50 m2.

    Pinto comparte su emprendimiento con sus estudios. Esta quiteña de 22 años cursa la carrera de Relaciones Públicas en la Universidad San Francisco de Quito.

    Arón Zambrano, cliente, señala que lo que se encuentra en la tienda es “muy loco y original”. Comenzó a comprar los productos para regalar a sus amigos. Cada mes compra unos USD 20 en collares.

    Cristina Escobar tiene 25 años y es clienta de Blue Zombie. Ella explica que compra los collares debido a que son elaborados a mano y eso le da un valor agregado. Recuerda que gastó unos USD 60 en la primera compra que realizó.

    Diana Bravo coincide con Escobar y destaca los diseños a mano. Ella se enteró por Facebook de los productos; recuerda que invirtió USD 15 en accesorios.

  • Los accesorios de este negocio salvan a las mujeres de apuros

    Redacción Quito

    ¿Le ha tocado alguna vez tener que grapar la basta de su pantalón porque se deshilachó? La microempresa Oops, chao apuros tiene la solución.

    Este emprendimiento nació como idea hace dos años. Las hermanas Betty y Alexandra Sandoval buscaban productos para salvar aquellos apuros que les toca vivir a las mujeres en la vida diaria.

    Su primer paso fue investigar el mercado y contactarse con proveedores. Las ocupaciones diarias les impedían desarrollar la idea hasta que este año, al quedarse sin trabajo, ambas decidieron que era el momento de operativizar todo.

    «Decidimos pisar el acelerador al proceso y salimos a finales de mayo. Empezamos a desarrollar nuestra marca», dice Alexandra. En los siete meses de funcionamiento han invertido USD 90 000.

    Este negocio tiene en su portafolio cuatro productos. El primero es el fashion tape, una cinta doble faz, hipoalergénica, que permite, justamente, dejar en su lugar a las bastas de pantalón cuando se han deshilachado o en el caso de querer doblarlas sin coser. «Esto ayuda a evitar acciones como grapar los pantalones (…). Las cintas también permiten unir una blusa cuando al abotonarse queda abierto», añade Betty. Además, ayudan a fijar las blusas o vestidos ‘strapples’, permiten ocultar tirantes, etc.

    Otro de los productos son los clips para brasieres, diseñados para cruzar las tiras de estas prendas y así utilizarlas con las blusas sin mangas. También dan realce al busto.

    Oops, chao apuros también ofrece parches para cubrir los pezones en el caso de que la persona no utilice brasieres o use uno transparente. Asimismo, protege del roce con la tela cuando la persona hace ejercicios. Son de tela, lavables y reusables hasta 15 veces. Su último artículo es la esponja para limpiar el desodorante de las prendas.

    Estos productos se importan desde EE.UU. y Taiwán. Sin embargo, el objetivo del negocio es desarrollar productos locales y el 2015 aspiran a lanzar un bálsamo para pies de fabricación nacional. «Por esta tema de las importaciones hemos decidido hacerlo. Estamos buscando proveedores», comenta Alexandra.

    La microempresa no tiene un local para vender sus productos, sino que los distribuye, según los pedidos que recibe. Al inicio solo entregaban productos a Fybeca, pero ahora son 11 clientes.

    La clienta Estefanía Paredes opina que estos productos son muy útiles, especialmente «cuando se tienen emergencias con ciertas prendas».

    La oferta al público

    Precios. El cubrepezón y los fash ion tapes cuestan USD 10. El clip, USD 6,35 y la esponja USD 5,25.

    La venta. Los productos de Oops, chao apuros han participado en ferias en el Distrito Metropolitano.

    Cifras. 90 000 dólares han invertido hasta ahora las dueñas del negocio

  • Johanna Konanz, el diseño de lujo le abre puertas

    Pamela García (i) Redacción Quito / LÍDERES

    Las perchas donde se exhiben sus bolsos son las pasarelas de moda, sus accesorios se promocionan en las manos de las celebridades y su fuente de inspiración son los grandes diseñadores.

    Los bolsos de lujo de Johanna Konanz traspasaron las fronteras de Ecuador y ahora llegan a Estados Unidos. Esta diseñadora guayaquileña de 30 años ha llegado con sus diseños a las páginas de prestigiosas revistas de moda como Vogue UK y Latina, y a los armarios de celebridades como Kelly Rutherford (actriz de la serie de televisión Gossip Girl) y la bloguera de modas Chiara Ferragni.

    Esta emprendedora no siempre enfocó su emprendimiento hacia el mundo de la alta costura. Antes de dedicarse al diseño de bolsos, su deseo era realizar campañas publicitarias. No fue hasta quinto curso de la secundaria, durante un intercambio a Florencia (Italia), que decidió dedicarse a la moda.

    Para ello, con el apoyo de su familia y amigos, aplicó en el 2003 a la Universidad Polimoda, en Italia, donde estudió diseño de zapatos y carteras. «Florencia es la cuna del cuero en Italia. Por esa razón quise estudiar ahí».

    Esta experiencia universitaria le permitió realizar sus pasantías en la casa de moda de Salvatore Ferragamo, en el departamento de zapatos y accesorios para hombre. Durante los siete meses que pasó ahí tuvo la oportunidad de diseñar maletines, zapatos y billeteras, y se enamoró de la fabricación a mano de accesorios para el mercado de lujo.

    Después de dos años y medio de estudios, decidió enfocarse en construir una marca de moda propia, pero para ello necesitaba conocimientos en negocios. Entonces decidió seguir una carrera de posgrado en Fashion Merchandise en la Miami International University of Art & Design donde conocería al amor de su vida, su esposo Daniel con quien se casó este 2014.

    Su hermana Lorena Konanz, considera que la base de su éxito es su perseverancia y entrega a su trabajo. Por esa razón su familia no dudó en apoyarla en esta etapa de su vida.

    A su regreso a Ecuador, en 2006, trabajó en varias empresas pero siempre quiso crear una marca propia. Su experiencia en el Grupo Eljuri en la sección de marcas de lujo (Mont Blanc, Bvlgari, Cartier) le abrió los ojos para las marcas de lujo en Ecuador. «Al ver que no había una marca exclusiva de bolsos me animé a dedicarme de lleno».

    Hacer un nombre a nivel nacional e internacional fue difícil. El primer acercamiento con el mercado extranjero fue en el 2012 con el Trunk Show de Henri Bendel, una incubadora de diseñadores de moda en Nueva York. De los 200 aspirantes, se escogen a los más destacados: allí estuvo seleccionada Konanz.

    Con el éxito en esta presentación logró realizar dos publicaciones en la revista Vogue UK para editoriales de bolsos y un artículo para la revista internacional Latina. Así también realizó entrevistas para el canal CNN en Español para la sección NotiMujer.

    En la actualidad sus diseños son valorados por celebridades como Rutherford y Ferragni, quienes se inclinaron por bolsos con pieles exóticas.

    En Ecuador, personalidades de la televisión como María Teresa Guerrero y Erika Vélez se cuentan entre sus clientes.

    Konanz considera que su principal medio de promoción son las redes sociales. En Instagram cuenta con alrededor de 4 500 seguidores y su página en Facebook alcanza los 3 000 likes. Sus ventas en EE.UU. se realizan a través de su página web y los envíos se hacen por DHL.

    Así también cuenta con una tienda en San Francisco y sus bolsos se exhiben en boutiques en Coral Gables y en ‘showrooms’ en Nueva York. Al mes en promedio vende cerca de 50 unidades con precios que oscilan entre USD 40 y 290, según el modelo y el diseño. Su modelo más popular es el bolso Richone.

    Mariángela Manrique, socia de Konanz, señala que su excelencia en el trabajo y eficiencia para elaborar sus productos es lo que la hace destacar como diseñadora. Por esa razón ha trabajado con ella en la producción de una línea de accesorios.

    Esta ecuatoriana que también practica pilates tiene mucho cuidado con la materia prima que utiliza. Por esa razón trabaja con productos asociados a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITEs). «Todas mis carteras tienen el certificado de esta institución».

    Joshua Degel, fotógrafo y colaborador de Konanz desde hace seis años, la describe como una persona muy profesional, proactiva y que siempre busca la excelencia. «Es fantástico poder trabajar con ella y sus diseños alcanzarán la fama», señaló. Konanz se proyecta en su futuro como una marca importante a nivel nacional. Espera próximamente inaugurar una tienda de su marca en Quito. También tiene en mente una línea de accesorios y zapatos para mujer y una línea de billeteras para hombres.