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  • José Antonio Camposano: ‘El sector atenderá nuevos segmentos’

    Priscilla Alvarado (I)
    Redacción Guayaquil

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    José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura, detalla cómo le fue al sector durante el 2020, los retos que enfrentó y cómo se prepara para un año de desafíos. Las inversiones continúan para atender a mercados externos.

    El 2020 fue un año complejo para todos los sectores productivos, ¿cómo le fue al camaronero?
    La pandemia obligó a adaptarse a medidas de restricción que nunca habían sido vistas o aplicadas en el sector camaronero de Ecuador. En el área de hotelería, restaurantes y cafeterías (horeca), que fue uno de los más golpeados por las restricciones, vimos que a medida que se iba recuperando se reflejó en una mayor demanda. Sin embargo, hubo y hay incertidumbre porque con una amenaza de rebrote y mutación de virus esa recuperación que se había logrado se derrumba. Esto, sin duda, deja claro que los efectos de la pandemia no pasarán en el primer bimestre del 2021 y la situación que vivimos ahora, quizá se extienda hasta el primer semestre.

    ¿Para 2021 se han hecho estimaciones de crecimiento o decrecimiento?
    Hay que tener algo muy en claro, en el 2021 no se refunda el planeta. Las restricciones e incertidumbre en los mercados seguirán. La mutación del virus ha incidido en la paralización de actividades en los países que, sin duda, impactan en la demanda de productos. Eso deja una clara señal: las economías quedan muy sensibles a cualquier noticia relacionada con el virus.

    ¿Es un panorama negativo?
    Los mercados de exportación reaccionan a las señales que dan diferentes momentos en el año. Esperamos que de cara al segundo semestre se observe una recuperación más estable. El problema no es la recuperación como tal, sino la estabilidad de precios y de los mercados para exportar los bienes de Ecuador. Aún no existe la certeza de que ese crecimiento, que se puede lograr en un mes, se sostenga al siguiente.

    Desde esa perspectiva, ¿habrá recuperación en el 2021?
    Inmediata no será. Por ejemplo, en enero continuarán los problemas de diciembre. Ojalá que con la distribución masiva de la vacuna se genere esa tranquilidad y se tomen decisiones gubernamentales en los países destino, para que se dé una reactivación económica total en segmentos que requerimos como es el horeca. El sector camaronero exporta el 50% de su volumen a ese segmento, por esta razón, si esta categoría se contrae, se contrae la industria.

    El Banco Central proyectó que el sector camaronero crecerá para el 2021, ¿qué lectura le da a esa estimación?
    La industria nunca se detuvo y ese es el punto de partida para las proyecciones del Central. Sin embargo, el crecimiento de dos dígitos que mantenía el sector desde el 2017 se frenó en 2020, por la pandemia. Los precios fueron bajísimos y eso se reflejó en que, a pesar de enviar más camarón, no creció la facturación. En ese sentido, no podemos lanzarnos a decir que vamos a crecer porque uno de nuestros principales destinos que es China, por ejemplo, tuvo su contracción en 2020 y reconfiguró la industria ecuatoriana.

    ¿Se han buscado oportunidades en otros mercados?
    Más allá de mirar nuevos mercados es reforzar la presencia en ellos a través de canales como puntos de venta y supermercados. Una de las cosas que aprendimos en la pandemia es que no podemos vender demasiado a un solo canal, por ejemplo, el de ‘food service’ que compra camarón entero. En ese sentido, en países como Francia, Italia, España y Estados Unidos se puede crecer porque demandan colas de camarón y productos con valor agregado.

    Si bien se reforzará presencia en otros mercados, ¿cómo quedamos con China?
    China es uno de los países que más rápido se va a recuperar en su economía y sin duda se seguirá atendiendo ese mercado por la relación histórica que se mantiene. Ecuador cumple protocolos y exigencias de ese país para continuar enviando producto. China absorbe el 60% de nuestra producción. Además, es importante reconocer que varias de las inversiones que se han realizado son para atender al país asiático.

    Pero el costo para producir para esos nuevos canales es alto. ¿Hay desventaja competitiva frente a otros países?
    Esa es la nueva tarea para las autoridades que asumirán el poder en los meses siguientes. Es importante trabajar inmediatamente en competitividad para no quedarse atrás, tener la recuperación adecuada y alcanzar un crecimiento esperado como sector.

    ¿Las empresas camaroneras están preparadas para producir con valor agregado?
    Hay que hacer inversiones, hay empresas que ya lo hacen desde mediados del 2020, para incluir o reconfigurar sus giros de negocio. Ecuador se está preparando para un mundo pospandemia, aprendiendo nuevas lecciones. El sector hará las inversiones en la medida que encuentre demanda. Actualmente, se realizan todos los estudios para buscar esos nichos y diversificar aún más la oferta de camarón ecuatoriano. Ese será el salto que daremos como país para buscar o reforzar la presencia en estos segmentos no atendidos.

    ¿Qué tipo de inversiones realizará el sector en este año?
    Aparte de las inversiones para atender nuevos segmentos está la tecnificación en fincas que es un trabajo que se inició años atrás y que seguirá en 2021, para reducir costos y seguir siendo competitivos. Es una tarea pendiente y constante del sector. Poco a poco los camaroneros reconocen que hacer inversiones darán sus resultados más adelante.

    ¿Ahí también ingresa el tema de trazabilidad?
    Somos el primer país productor que implementó tecnología ‘blockchain’ para la trazabilidad del camarón. Eso nos permite que a través de un código escaneado por el cliente se conozca el origen. Lo importante es que el consumidor acceda a la información del camarón que está consumiendo y así las empresas puedan responder a incógnitas que el comprador pudiera tener. Más cuando cada vez hay más consumidores preocupados de conocer el origen de lo que consume. Además, poco a poco, con inteligencia artificial y ‘big data’, los camaroneros también implementan herramientas que les facilitan su trabajo en finca y les ayuden a cerrar negocios.

    ¿Cómo se está trabajando en la promoción del camarón de Ecuador en el exterior?
    Trabajamos en dos campañas para mejorar la percepción del crustáceo ecuatoriano, una en Europa y otra en China. La Cámara de Acuacultura y el sector privado trabaja en ello junto a dos agencias internacionales para que, desde inicios del 2021, se promueva la calidad que conlleve al consumo del camarón de Ecuador. Esto se realiza por Internet a través de plataformas y redes sociales.

    ¿Y a escala nacional?
    La mejor promoción que podemos tener son los incentivos. El pedido del sector se mantiene y es no pagar el impuesto al valor agregado (IVA) y el impuesto a la salida de divisas (ISD) de insumos, bienes de capital y materias primas. Esa sería la mayor campaña para empujar a un sector que genera tantas divisas y plazas de trabajo al país.

    Hoja de vida

    Su formación.   Estudió Comercio Internacional en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES). Además, tiene estudios de Responsabilidad Social en la Espae, así como un diploma en el IDE Business School, entre otros ámbitos.

    Su experiencia. Es miembro del directorio de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor). Formó parte del equipo regional para América Latina del SNV, agencia de cooperación para el desarrollo del Gobierno de Holanda.

    Sus funciones.  Desde el 2011 se desempeña como presidente Ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA).

    José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • Estas son las ‘maternidades’ de larvas

    Mónica Mendoza

    Macroeditora (I)

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    El laboratorio es como una gran maternidad donde nacen y se crían las larvas del camarón. Es ahí donde se producen los nauplios que luego alcanzan un tamaño de postlarva antes de ir a las piscinas. Pero también reciben alimentación, seguimiento científico y mejoramiento genético, que dará como resultado un animal más resistente y robusto.

    Aquatropical es esa maternidad. Es una de las 20 salas de maduración en Ecuador y tiene
    10 000 reproductores. Las hembras se seleccionan, reciben una marca genética y permanecen en grandes tanques de agua unos 100 días donde cada una desova 250 000 huevos por semana, de lo que resultarán 170 000 nauplios.

    Álex El Ghoul, gerente de Aquatropical, explica que se hace el seguimiento de la reproducción de 50 líneas familiares. Se seleccionan las que mejor funcionan, se les extrae la hemolinfa (líquido interno de los invertebrados) y se hace una marcación genética satelital para determinar el parentesco entre los animales. Con esa marca se envían las larvas a las piscinas y luego se comparan los niveles de sobrevivencia y resistencia. Las líneas genéticas de Aquatropical han servido de base para que otros laboratorios realicen mejoramiento genético.

    “En nuestro caso hemos contratado genetistas que analizan el pedigrí de los animales y así lograr hacer cruces apropiados para que el vigor del animal sea mejor y con mejor rendimiento en campo”.

    Según El Ghoul, actualmente en 100 días se obtiene un camarón de 20 a 25 gramos, antes se lograba uno de hasta 12 gramos en el mismo tiempo. Además, el promedio de sobrevivencia ha mejorado a niveles de 60% a 80%, hace diez años era entre 40% y 60%.

    Los laboratorios crecen al ritmo de la industria, que el 2017 exportó más de USD 2 860 millones.

    Según la Subsecretaría de Acuacultura, en el país hay 320 laboratorios de larvas, 20 de ellos hacen maduración y el resto larvicultura. El año pasado se abrieron 30 laboratorios nuevos, la mayoría se instaló en Esmeraldas y se dedica a la larvicultura. La industria camaronera demanda actualmente 6 000 millones de larvas al mes a un costo de USD 2,70 a 3 el millar.

    Para alcanzar los niveles que demanda del mercado los laboratorios también tienen áreas de investigación y tecnología de punta para producir algas que aseguran la nutrición en la larvicultura.

    Walter Intriago, gerente de Biogemar, explica que las dos líneas de investigación del laboratorio son mejoramiento genético y desarrollo de microalgas. Dos especies de algas pasan de sólido a líquido en tubos, a botellas de 10 y 15 miligramos y a fundas plásticas donde se adaptan las cepas hasta grandes tanques de 20 toneladas.

    Las algas se usan como alimento en la fase de larvicultura hasta lograr postlarvas para las piscinas.

    La alta demanda de larvas generó una presión sobre los laboratorios, dice Daniel Carofilis, subsecretario de Acuacultura. Eso llevó a malos procedimientos de bioseguridad que causó mortalidad del 20% al 70% en los tanques de cría. Según los análisis, se generó por una presencia bacteriana por esos manejos deficientes, explica.

    En octubre del 2017 se emitió un acuerdo con exigencias de bioseguridad. Hasta ahora se han hecho 45 inspecciones entre Mar Bravo y La Diablica en Santa Elena y más del 50% está aplicando las medidas. Carofilis dice que lo que se quiere es mayor oferta de larva, pero que sea de buena calidad, que el ‘boomcamaronero se sostenga en una industria limpia.

    Alonzo Sánchez verifica el producto en las bodegas de Skretting.
    Alonzo Sánchez verifica el producto en las bodegas de Skretting. Foto: Enrique Pesantes / Líderes

    La alimentación del camarón representa cerca de 60% de los costos.

    Desarrollar mejores prácticas e innovar en investigación para asegurar la rentabilidad e incrementar la productividad son claves. En ello trabajan las dos grandes comercializadoras de balanceado para camarón: Skretting y Cargill.

    Carlos Miranda, gerente general de Skretting Latinoamérica, asegura que gracias a sus investigaciones redujo 25% los días de cultivo. Y el factor de conversión bajó de 1.8 a 1.3.
    Skretting, que es la división de acuacultura de la multinacional Nutreco, llegó a Ecuador en el año 2013, cuando compró 75% del grupo Expalsa, por USD 80 millones.

    Desde entonces, invierte anualmente USD 30 millones en investigación y desarrollo acuícola; y una cifra similar para nutrición.

    El portafolio de la compañía incluye dietas para todas las fases de vida del camarón. En ellas están PL para las larvas, el programa de iniciadores Nature Wellness , la dieta Vitalis a los reproductores. Y para el engorde, Optilne.

    La firma destina más de 80% de su producción al consumo local.

    Cargill produce 500 000 toneladas que se destinan a América Latina; de esa cifra 16% se destina a Ecuador, según Eduardo Arosemena, su director comercial.

    Una de las principales apuestas del portafolio de la empresa es el alimento para iniciadores Liqua Live y Aquaxcel.

    En innovación de plantas, ambas compañías han invertido cerca de USD 65 millones.

    Skretting trabaja en una planta que se ubicará en la vía Durán-Tambo y producirá 470 000 toneladas de alimento balanceado al año. La primera fase se terminará en el primer semestre y el funcionamiento completo en el 2019.

    La nueva fábrica de Cargill generará más de 400 plazas de trabajo y la capacidad de producción será de 160 000 toneladas, en la primera fase. La compañía contempla nuevas expansiones. Además, traerá al país la marca acuícola Ewos.

    La empresa destina otros USD 10 millones a un centro de investigación, que arrancará en diciembre. Contará con 20 microsistemas de piscina para las pruebas y alimentación automática. Participarán expertos de Europa, Asia, Estados Unidos y Latinoamérica.

    La tecnificación en camaroneras acelera las crías

    Los ‘raceways’ son grandes tanques con sistemas de aireación que mejoraran indicadores de producción.
    Los ‘raceways’ son grandes tanques con sistemas de aireación que mejoraran indicadores de producción. Foto: Enrique Pesantes / Líderes

    La eficiencia es la clave en las 1 476 hectáreas del Conjunto de Fincas Marinas (Cofimar), que se levantan cerca del puerto de Posorja (Guayas). En las camaroneras todo está programado a través de sistemas de cría tecnificados, alimentación automática y el uso de máquinas cosechadoras.

    Las poslarvas de camarón llegan y se realiza un análisis microbiológico y de trazabilidad para minimizar problemas de salud. La empresa tiene un ‘top ten’ de proveedores que cumplen con estándares de calidad y bioseguridad.

    Los animales, antes de llegar a las piscinas de engorde, pasan por dos sistemas que han servido para mejorar las tasas de crecimiento del animal: ‘raceways’ y precría.

    Daniel Carofilis, subsecretario de Acuacultura, señala que los mejores niveles de innovación de la industria camaronera están en las piscinas de cría y engorde a través de sistemas tecnificados, aireadores, alimentadores automáticos, uso de elementos probióticos y cosechadoras.

    En el país hay 220 000 hectáreas sembradas de camarón. La densidad de siembra promedio es de 180 000 larvas por hectárea. Carofilis calcula que la densidad ha crecido un 15% en los últimos 36 meses, lo que va al ritmo del aumento de las exportaciones que crecieron 11 veces en 17 años. El 2017 se vendieron 938,5 millones de libras de camarón frente a las 799,8 millones del 2016.

    Los ‘raceways’ son grandes tanques de concreto con cubiertas de plástico, sistemas de aireación, alimentación, temperaturas y filtración controladas. Ahí las larvas pasan siete días y luego son traspasadas a los precriaderos, medianas piscinas de tierra donde permanecen entre 15 y 20 días.

    Eduardo Darquea
    , gerente de Producción de Cofimar, señala que las dos fases han permitido hacer un mejor seguimiento para obtener animales más grandes y con buena salud para que luego pasen a las piscinas de engorde.

    Los tiempos de cría también se han reducido a 90 y 100 días. Cofimar tiene niveles de producción promedio de más de 2 500 libras por hectárea.

    La empresa cuenta con 36 tanques ‘raceways’ de 50 toneladas que ya se usaban como una primera fase. Pero a mediados del 2017 se introdujo la precría como una forma de prevención también por los niveles de mortalidad registrados en los laboratorios de larvas.

    La alimentación automática en las piscinas de engorde también ha permitido un crecimiento más rápido, factor de conversión más bajos, peso más alto y sobrevivencia más alta. En la mayoría de piscinas se pasó de una alimentación manual al voleo que se hace dos veces al día a seis veces por hora (unas 84 al día).

    Cofimar tiene 330 alimentadores con paneles solares que se instalan según el tamaño de la camaronera y que se programan diariamente. Eso permite criar un camarón más parejo y con engorde equilibrado, dice Darquea.

    Además, los tiempos de cosecha por piscina se han reducido a la mitad con el uso de una máquina de fabricación mexicana de 8 pulgadas. Lo que antes podía tardar hasta ocho horas, ahora se hace en cuatro, se redujo el tiempo hora de los trabajadores y se maltrata menos al camarón. Luego de la cosecha el camarón se coloca en bines con hielo y va a la empacadora.

    La alta tecnología permite exportar a 50 mercados

    La empresa Cofimar ha realizado inversiones por más de USD 10 millones en los últimos dos años en su planta empacadora en clasificadoras, túneles de frío, tanques de almacenamiento para aumentar sus ventas.
    La empresa Cofimar ha realizado inversiones por más de USD 10 millones en los últimos dos años en su planta empacadora en clasificadoras, túneles de frío, tanques de almacenamiento para aumentar sus ventas. Foto: Enrique Pesantes / Líderes

    El camarón ecuatoriano vive un ‘boom’ en exportaciones. En el 2017 terminó vendiendo más de 900 millones de libras y USD 2 860,3 millones, lo que significó un crecimiento del 17% en relación con el 2016.

    El sector espera que este 2018 el incremento alcance niveles del 6% al 8% para que el mercado externo no se desequilibre.

    “Cualquier crecimiento por encima del 10% de Ecuador no es saludable para los mercados”, señala el presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura, José Antonio Camposano. Él explica que cuando el segundo exportador del mundo (Ecuador) crece en un 17% (volumen y facturación), como ocurrió el año pasado, ese balance puede generar la idea de que va a sobrar camarón en el mercado y se puede percibir que el precio está muy alto y generar una tendencia a la baja.

    Además, existen competidores, como India o Vietnam, que crecen a tasas entre el 18 y 30%. Por eso Camposano dice que hay que tener cuidado con el crecimiento del país. “El mensaje es que vamos a crecer y que la industria es saludable, pero eso debe venir de la mano de nuevos mercados”.

    Actualmente, el camarón nacional llega a 50 mercados. La participación es: Asia 58%, la Unión Europea 22%, EE.UU. 18% y América 2%. Pero Camposano insiste en que Ecuador debe tener una agresiva agenda comercial para recuperar, por ejemplo, México, que está cerrado, abrir Australia y concretar un acuerdo con Corea del Sur, al que se puede aumentar las ventas, pero se paga 20% de arancel. La apertura con Brasil desde este mes es importante, después de 18 años de que estuvieron cerradas las ventas por demandas fitosanitarias.

    El sector tiene solidez y pasa por un buen momento para cubrir la demanda que generen nuevos mercados. Las inversiones en la cadena de la industria, con una mano de obra de 250 000 personas, permiten competir.

    Hay 90 exportadoras activas, pero son diez las que manejan el 71% del volumen de ventas. En el ‘top ten’ están Pesquera Santa Priscila, Expalsa, Omarsa, Songa, Promarisco, Empacreci, Proexpo, Edpacif, Empagran y Cofimar.

    La última empresa aumentó sus ventas un 204% el 2017 en relación con el 2016, y se ubicó como la de mayor crecimiento el año pasado.

    Alfonso Grunauer, business manager de Cofimar, dice que eso se sustentó en las inversiones que hicieron de más de USD 10 millones en los últimos dos años. La planta empacadora se amplió, creció la producción en las camaroneras y compraron camarón a terceros para procesarlo en sus instalaciones.

    La capacidad instalada son túneles de frío para 300 000 libras de congelamiento al día, una cámara de almacenamiento para 2 millones de libras, clasificadoras con mayor capacidad. Además, tiene una fábrica de hielo que produce 6 000 sacos de 50 libras por día para cubrir la demanda de la planta.

    En la segunda etapa está previsto aumentar las inversiones para duplicar la capacidad de producción. Hasta hace dos años, la empresa procesaba en otras plantas hasta que adquirió una propia, lo que permitió hacer inversiones y exportar con el nombre de Cofimar. La meta del 2018 es procesar 4 millones de libras al mes.

    Aquatropical tiene un laboratorio de algas donde se producen seis especies que sirven para alimentar las larvas. Las medidas de asepsia son altas. Foto: Enrique Pesantes / Líderes
    Aquatropical tiene un laboratorio de algas donde se producen seis especies que sirven para alimentar las larvas. Las medidas de asepsia son altas. Foto: Enrique Pesantes / Líderes
  • La industria nacional de camarón reflotó con fuerza

    Red. Guayaquil y Manta

    El buen momento que atraviesa el camarón ecuatoriano se cimenta sobre dos sucesos: los precios que se han duplicado desde el 2010 y el incremento del volumen de la producción. Así lo explica José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura.

    El camarón es actualmente el segundo producto no petrolero de mayor exportación, después del banano. Durante el 2013 se exportaron 474 236 libras, que equivalen a USD 1 620 millones.

    En lo que va del 2014 ya se han exportado USD 1 520 millones, por lo que se espera que la producción supere las 500 000 libras a finales del año.

    Pero, ¿hacia dónde van esas ganancias? Álex Elghoul, director de la Cámara de Acuacultura de Santa Elena, considera que el buen momento del gremio ha derivado en más inversión para tecnificar procesos, mejorar tecnología y genética, lo que ha permitido que el desarrollo del sector se mantenga sostenido. El dirigente no descarta la posibilidad de que existan empresarios que estén invirtiendo en otros sectores productivos para diversificar sus actividades económicas.

    En el 2000, cuando el virus de la mancha blanca mermó la producción camaronera del país, el sector se redujo un 30% y solo unas 1 200 fincas decidieron continuar con esta actividad productiva.

    Luego de 14 años la recuperación es evidente. El número se duplicó y hoy se cuentan alrededor de 3 000 fincas; sin embargo, el aumento en producción y en exportaciones no responde a un incremento de tierras. «Muchos camaroneros dejaron el negocio y sus fincas quedaron inactivas, pero las pusieron de nuevo a producir«, indica Camposano.

    Añade que ese crecimiento se debe sobre todo, a que los camaroneros cambiaron su forma de trabajo. Se comenzó a usar un sistema de producción extensivo de baja densidad en el que se siembran de ocho a 15 larvas por metro y el precio del producto se duplicó.

    Se estima que en el mundo hay un déficit de 25% de camarón, por la disminución de producción en Asia, causada por el síndrome de muerte temprana que ataca al camarón de esa región. Esa eventualidad ayudó a que los precios pasaran de USD 2 en promedio en 2010 a USD 4 por libra en este año.

    Actualmente en Ecuador hay unas 210 000 hectáreas dedicadas al camarón; de estas el 60% está en Guayas, el 15% en El Oro y el 9% en Esmeraldas. Otro 9% está en Manabí y 7% en Santa Elena.

    Camposano coincide con Elghoul y destaca que el sector ha enfocado sus esfuerzos principalmente puertas a dentro. «Ha habido un crecimiento profesional del sector en el área de laboratorios, hay trabajo genético y más investigación para mejorar la larva».

    Cuando el sector tuvo que enfrentar el virus de la mancha blanca, no existían laboratorios de producción de larvas, pues la mayoría de productores trabajaba con larvas silvestres.

    Actualmente no solo han crecido en número los laboratorios productores de larvas, sino que se encuentran empresas que trabajan en mejoras genéticas para producir larvas más resistentes a enfermedades y de más calidad, la más antigua lleva cinco años.

    Estas inversiones, que son de largo plazo porque los resultados de las investigaciones genéticas se conocen hasta en cinco años, reflejan que los empresarios están confiados en que el sector es más estable de lo que fue en el 2000.

    Con este escenario positivo para el sector, que genera unas 180 000 plazas de trabajo, los retos a encarar son nuevos mercados y mayor inversión en el trabajo genético para evitar que enfermedades como las que azotan a los países asiáticos lleguen a Ecuador.

    Las ganancias

    Inversiones en mejoras genéticas y técnicas

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    En el mercado mundial hay un déficit de camarón por el síndrome de la mortalidad temprana que afecta a los productores de varios países asiáticos, desde hace unos cuatro años.

    Ecuador solo produce el 7% del camarón que se consume en el mundo, pero ha respondido con un incremento de su producción de un 10% anual en promedio, cuenta José Antonio Camposano, director de la Cámara Nacional de Acuacultura.

    En Manabí, de 15 000 hectáreas registradas en 1998 ahora se cuentan unas 23 500. En esa provincia, las piscinas camaroneras están ubicadas sobre el estuario del río Cojimíes (16 000 hectáreas), en el estuario del río Chone (5 000), río Jama (1 500) y río Portoviejo (250).

    Los mejores precios, que son resultado de la baja producción en Asia, ayudaron mejorar la economía del sector en Manabí, según Miguel Uscocovich, presidente de la Asociación de Camaroneros de Manabí (ACM). «Los recursos que llegan, se reinvierten en la infraestructura tanto de camaroneras como de empacadoras«, asegura.

    Según Uscocovich, en este buen escenario, los productores trabajan en el reforzamiento de los muros de las piscinas, mejoramiento de las zonas de compuertas por donde ingresa y sale el agua que es captada desde el estuario.

    Para Uscocovich lo primordial en estos momentos, «es aprovechar que hay un poco más de recursos, con ello se protege la infraestructura especialmente de las piscinas. No podemos esperar que llegue un fenómeno de El Niño y quedar a merced de las crecientes de los ríos y así perder la inversión como sucedió hace 15 años».

    Camposano hace énfasis en que el sector es más fuerte de lo que era en el pasado, y añade que el crecimiento de la producción responde sobre todo a mejores procesos (uso de larvas de laboratorio, alimentación orgánica, buen manejo de suelo), y no necesariamente a un incremento de las tierras destinadas a la cría del animal.

    El dirigente gremial considera que los ingresos no solo se van en mejoramiento de infraestructura, sino también en tecnología y genética. En Ecuador existen aproximadamente unos 16 laboratorios de maduraciones productoras de nauplios (organismos previos a convertirse en larvas) y 177 laboratorios que compran nauplios y producen larvas para la siembra en piscina, la mayoría en Santa Elena y Guayas.

    «El trabajo en genética es fundamental para el desarrollo a largo plazo del sector camaronero tanto por el lado de mejoras en crecimiento como resistencia a enfermedades«, menciona.

    De los laboratorios de maduraciones que tienen programas de mejoramiento genético, la mayoría comenzó a trabajar hace unos tres años, cuenta Álex Elgohul, director de la Cámara de Acuacultura de Santa Elena.

    Aunque hay empresarios que han hecho inversiones en otros sectores productivos con las ganancias que deja el negocio del camarón, buena parte de los recursos que ingresan al sector se destinan a mejoras tecnológicas, dice Elgohul. Pone como ejemplo el uso de sistemas conocidos como ‘raceways’, que son tanques que se usan para acelerar el crecimiento de larvas y mejorar la productividad del camarón, que pueden costar hasta USD 250 000. «Del 30 al 40% de camaroneras en el país los tienen, hace unos cinco años eran solo un 10%», dice.

    Mercado

    Asia. Este continente importa el 27% del camarón que produce Ecuador. Hace cuatro años era el 4%.

    Europa. El 33% de las exportaciones va a los países de la Unión Europea. España e Italia son los principales.

    La calidad

    Mejor alimentación y cuidados en los procesos de producción

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    Los productores camaroneros le ponen énfasis a la calidad y no a la cantidad a la hora de ofrecer el producto especialmente al mercado internacional.

    Estados Unidos, Vietnam y China han sido los principales destinos del camarón ecuatoriano durante el primer semestre del 2014.

    Según el presidente de la Asociación de Camaroneros de Manabí (ACM), Miguel Uscocovich, una de las claves para que el camarón ecuatoriano tenga buena acogida en los mercados extranjeros es que se lo produce en bajas densidades de población. «En cada metro cuadrado se desarrollan 10 camarones, conocemos que en otros países del mundo se ubican hasta un millón de crustáceos en ese mismo espacio».

    Jorge Aveiga, camaronero manabita, menciona como un factor que incide en la calidad del camarón ecuatoriano al proceso de logística desde la pesca hasta el traslado hacia las empacadoras.

    Aveiga comenta que ahora se ubica el camarón en bienes plásticos térmicos de 1 000 libras. En medio de esos envases existe un elemento de poliuretano que garantiza la temperatura adecuada en el transporte entre la piscina y la empacadora donde le dan valor agregado.

    Carlos Heredia menciona a la alimentación como otro factor preponderante para la calidad del camarón.

    En su finca, La Bonita, ubicada en El Oro, se producen entre 2 200 a 2 800 libras por hectárea. Heredia cuenta que los camaroneros ahora solo usan alimentos orgánicos; en su caso, logra producir un camarón de 25 a 30 gramos que se exporta a mercados como Rusia, Estados Unidos e Inglaterra.

    «Se está trabajando con productos orgánicos, nada de químicos ni antibióticos, todo natural», asevera.

    Heredia es parte de la nueva generación de camaroneros del Ecuador. Su padre, Jacinto, fue camaronero, pero cuando llegó el virus de la mancha blanca abandonó el negocio. Ahora que el sector se fortaleció, el negocio familiar se reactivó y se han hecho mejoras en la finca, cuenta Heredia.

    La industria de alimentos y las empacadoras para camarón también han crecido a la par de las exportaciones. En los últimos años se han realizado importantes negocios en este aspecto. Alimensa, por ejemplo, tiene una nueva planta de producción y la empresa peruana Nicovita hace tres años invirtió USD 20 millones y trajo una planta a Ecuador.

    Producción

    Por provincias. El 60% de las hectáreas de camaroneras están en Guayas, el 15% en El Oro.

    Densidad. El sistema de producción en Ecuador es extensivo de baja densidad, para que el camarón sea más sano.

    El reto es Alcanzar nuevos mercados

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    El sector camaronero ecuatoriano comenzó el año exportando unas 20 000 toneladas de producto; y el primer semestre del año se cerró con unas 25 000 toneladas, de acuerdo con el Instituto de Promoción de Exportaciones (ProEcuador).

    El volumen de producción en Ecuador hoy es de 1 800 libras por hectárea, como promedio nacional. Antes del virus de la mancha blanca, a finales de los noventa, se producían 1 200 libras.

    Con el incremento en la productividad en las piscinas a escala nacional y luego de que se cerraron las negociaciones para un acuerdo comercial con la Unión Europea, en julio pasado, el gremio se aseguró de que el producto entrará sin pagar arancel, lo que les da confianza de que habrá estabilidad a futuro.

    Aunque los países de la Unión Europea y Estados Unidos son los principales compradores por tradición, el gremio está cautivando nuevos mercados. Que Vietnam y China estén entre los cinco principales compradores del producto ecuatoriano es una muestra de que el síndrome de la muerte temprana no solo contribuyó a que los precios del camarón suban, sino a que en esos países afectados se comience a demandar más producto para satisfacer la demanda local.

    De acuerdo con datos de la Cámara Nacional de Acuacultura, Asia compra el 27% de camarón que produce Ecuador en la actualidad.

    Otro mercado que está en lista de pendientes para Ecuador es Brasil. En el 2009, ese país emitió una restricción sanitaria que impide el ingreso del camarón ecuatoriano y de otros países.

    La norma fue emitida haciendo alusión a que Ecuador es uno de los países en los que se registró el virus de la mancha blanca, por lo que se busca reducir riesgos.

    Sin embargo, el año pasado el Instituto Nacional de Pesca (INP) y el Viceministerio de Acuacultura solicitaron que el bloqueo se retire, pues Ecuador superó el problema. No obstante, el camarón ecuatoriano todavía no puede ingresar a ese mercado.

    Como parte de los esfuerzos de posicionamiento del sector, este año se lanzó una campaña en la que busca posicionar al camarón ecuatoriano como el mejor del mundo. Esta campaña fue producto de una investigación de 18 meses, cuenta José Antonio Camposano, de la Cámara Nacional de Acuacultura.

    La segunda fase de la campaña, cuenta, será a escala internacional, para lo que esperan tener el apoyo de entidades gubernamentales. «El plan sería con la oficina de marca sectoriales, trabajar con la marca Camarón Ecuador, que certifique el origen y calidad del camarón, que vaya de la mano con una campaña de posicionamiento», dice el vocero de la Cámara de Acuacultura.