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  • Con su servicio se adaptan al cliente y al emprendedor

    José Luis Rosales  (I)     redaccion@revistalideres.ec

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    Una oportunidad para desarrollar un emprendimiento durante la pandemia y bajo un principio de asociación es lo que generó Fácil Delivery.

    La firma, que empezó operaciones el 20 de abril pasado, arrancó en Ibarra con el servicio de delivery expres y luego se extendió a Quito con courier.

    La iniciativa surgió de Juan Nicolalde y Felipe Ponce, quienes ya habían sido socios en negocios enfocados al entretenimiento.

    Al equipo se sumaron como accionistas Estefanía y Pablo Echegaray y Katherine Sánchez.
    Una de las razones que alentó este emprendimiento es que en la capital imbabureña esta línea de servicio era poco explotada.

    Según Estefanía Echegaray, gerente general, las personas acostumbran relacionar al delivery solo con comida. Sin embargo, la propuesta de Fácil es que sea útil tanto a empresarios, emprendedores y consumidores.

    Juan Nicolalde, gerente financiero, agrega que este negocio fue concebido para ser inclusivo y diferente a los demás.

    La firma empezó con un mensajero, pero ahora tiene 12. En total laboran 17 personas, incluidos los socios. En sus planes está incorporar a personas con discapacidad en su equipo de trabajo.

    Entre los primeros clientes estuvieron tres locales comerciales y un patio de comidas, que abarca 12 restaurantes. Hallaron un buen nicho en negocios que surgieron a raíz de la pandemia.

    La curva de aprendizaje ha sido importante para este desarrollo, dice Felipe Ponce, gerente de Logística. “Eso nos dio las bases de lo que se debe hacer y lo que no”.

    Otro de los aspectos que resalta es apostar por un transporte ecosustentable. Por eso adquirieron 10 motos eléctricas, cuyas partes son fabricada en China y ensambladas en Ecuador.

    Una de la razones para elegir este sistema es que requieren de un mantenimiento básico. Cada vehículo recorre unos 250 kilómetros al día, en promedio. La proyección es contar con una flota de 200 motocicletas hasta el 2021 .

    La inversión inicial bordea los USD 60 000. Una parte ha sido asignado al desarrollo de una aplicación para teléfonos celulares, que es diseñada por programadores ecuatorianos. Se alista su presentación en el mercado.

    Pablo Echegaray, otro de los ejecutivos, asegura que la app Fácil Delivery permite que el cliente acceda a todos los servicios que hay en una ciudad.

    Este software, que posee una interfaz con animaciones, tiene seis categorías. El usuario podrá acceder a mapas, pedidos, ubicación, principal, interactivo, entre otras.

    Uno de las próximos servicios es ofrecer a los clientes la posibilidad de que realicen sus compras y contratar servicios. “Si alguien necesita contratar un abogado o un contador, o si requiere compras un regalo o ropa, lo podrán hacer”, dice Estefanía Echegaray.

    Por lo pronto, operan a través de una central telefónica. Han establecido protocolos de bioseguridad y de comunicación integral.

    El objetivo es brindar seguridad, precio justo y entrega oportuna. El costo por entrega en Ibarra es de USD 1,50 y en Quito de 3. Para emprendedores abrieron un sistema prepagado; USD 30 por 11 entregas, que deben ser previamente programadas. 

    60 000 dólares es la inversión inicial de este emprendimiento que surgió en Ibarra.

    Ejecutivos y colaboradores de Fácil Delivery, un emprendimiento que surgió durante el inicio de la pandemia. Foto: José Luis Rosales/ LÍDERES
    Ejecutivos y colaboradores de Fácil Delivery, un emprendimiento que surgió durante el inicio de la pandemia. Foto: José Luis Rosales/ LÍDERES
  • Pymes invierten en tecnología y se adaptan a la nueva modalidad

    Patricia González, Carolina Enríquez y Giovanni Astudillo redaccion@revistalideres.ec

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    La emergencia sanitaria obligó a muchas empresas del país a operar bajo la modalidad del teletrabajo. En la mayoría de los casos sin contar con una planificación previa y con la necesidad de hacer inversiones para ajustarse a esta nueva forma de operar.

    De 6 395 empresas que están aplicando teletrabajo, el 91,4% son medianas, pequeñas y microempresas, según datos del Ministerio del Trabajo, al 17 de septiembre.

    El sector comercial es el que más ha optado por esta alternativa, indistintamente del tamaño del negocio. Pero son los profesionales de la enseñanza quienes más se encuentran teletrabajando.

    En firmas medianas y pequeñas, el teletrabajo ha sido principalmente utilizado para las áreas administrativas, financieras o de mercadeo y ventas, según gremios de este grupo de negocios.

    No obstante, Wilson Araque, director del Observatorio de la pequeña y mediana empresa (pyme), de la Universidad Andina Simón Bolívar, considera que lo que se realiza actualmente no es ‘teletrabajo’, porque no hubo una planificación previa. “Por la emergencia, las personas y las empresas llevaron el trabajo a la casa. Y en el camino se han ido encontrando las mejores prácticas”.

    Araque explica que el teletrabajo requiere de un análisis de puestos de trabajo y del personal que pueda adaptarse a esa modalidad. Además, señala, se debe proveer de la infraestructura física y tecnológica adecuada, capacitar al personal y llegar a un acuerdo sobre la jornada. Por último, debe haber una evaluación del trabajo con indicadores.

    De acuerdo con una encuesta del Observatorio, el 52,3% de estas firmas está laborando bajo ambas modalidades: presencial y teletrabajo. El sondeo fue realizado entre mayo y junio a 576 empresas en cuatro grandes provincias.

    Hasta antes de decretarse la cuarentena por el covid-19, el teletrabajo era una modalidad utilizada por apenas 1 885 trabajadores del país. Con la emergencia, hasta el pasado 17 de septiembre había 437 703 teletrabajadores, del sector público y privado. 

     Ante este cambio en la operatividad laboral, el Ministerio de Trabajo expidió el pasado 14 de septiembre las directrices para regular la aplicación del teletrabajo conforme lo establece la Ley Orgánica de Apoyo Humanitario.

    El acuerdo señala que el trabajo remoto es aplicable para cualquier tipo de contrato, en jornada completa o parcial, sin exceder los límites establecidos en el Código del Trabajo. También determina que el empleador deberá proveer los equipos, lineamientos e insumos necesarios para el desarrollo del teletrabajo. Por su parte, el trabajador será responsable del cuidado y custodia de las herramientas y equipos entregados.

    Las inversiones que amerita la adopción del teletrabajo son uno de los retos a los que se enfrentan las pequeñas y medianas empresas, que a diferencia de las grandes no contaban con un soporte tecnológico robusto, señala el Director del Observatorio de la Pyme.

    Marco Carrión, presidente de la Cámara Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa (Canape), corrobora que algunas compañías han invertido en computadoras, licencias de softwares, sistemas contables en línea, ampliación del ancho de banda en los hogares y capacitaciones.

    El equipo de 4Mommy, una microempresa que vende ropa en línea para mujeres embarazadas y bebés, está operando completamente en teletrabajo. Son cuatro personas: sus fundadores y gerentes, Jessica Proaño y Gabriel Araujo, una contadora y un diseñador. Las piezas se mandan a confeccionar en cuatro talleres.

    Anteriormente, el emprendimiento funcionaba en una oficina en el norte de Quito, que ahora solo alquilan por medio tiempo y usan como bodega. Para trabajar en casa, Proaño y su esposo acondicionaron un sitio, compraron un escritorio, una silla, una impresora y contrataron un plan de Internet con más ancho de banda.

    Adicionalmente, adquirieron una licencia de Microsoft para uso de todo el equipo, desde sus casas. “Nos reunimos por Teams. Nos mantendremos así al menos en los siguientes meses”, añade Proaño, para quien esta manera de trabajar le ha resultado efectiva.

    No todos los pequeños negocios tienen capacidad para invertir en infraestructura tecnológica. Para el titular de la Canape esto ha incidido en el quiebre de empresas. “Del 30 al 35% de las pymes han cerrado o están evaluando cómo reactivarse”, dice Carrión.

    Otras no han optado por el teletrabajo por la naturaleza de su operación. Cerca del 90% de las firmas agremiadas a la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi) son industrias, lo que hace necesaria la actividad presencial para funcionar. “Algunas están teletrabajando pero solo en la parte administrativa y financiera”, señaló Gustavo Ruiz, presidente de la Capeipi.

    Bossbran, una empresa de alimentos, está operando de manera presencial. Solo en los primeros meses de la pandemia mantuvo a cuatro personas de las áreas de recursos humanos, mercadeo y finanzas en teletrabajo, señala el gerente, Daniel Karolys.

    Sobre el impacto del teletrabajo, el Presidente de la Capeipi señala que ha facilitado la “maduración tecnológica”, para las pymes, que en muchos casos habilitaron sus ventas en línea, producto de la emergencia.

    Más demanda en sitios de coworking en el país

    De esta manera lucen las instalaciones de uno de los coworkings de Impaqto. Tiene cinco sedes en dos urbes. Foto: Cortesía Impaqto
    De esta manera lucen las instalaciones de uno de los coworkings de Impaqto. Tiene cinco sedes en dos urbes. Foto: Cortesía Impaqto

    Redacción Quito (I)
    redaccion@revistalideres.ec
    Dueños de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), emprendedores, profesionales independientes y teletrabajadores buscan lugares de ‘coworking’, como una alternativa para realizar sus actividades en espacios de bioseguridad.

    Según la Superintendencia de Compañías hay nueve sociedades inscritas con el nombre de ‘coworking’ en el país, aunque las actividades registradas por cada una difieren. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), por su parte, indicó que no tiene datos específicos sobre coworkings en el país.

    Lo que sí es seguro es que durante los primeros días de la pandemia, estos lugares tuvieron que cerrar sus puertas; ahora, tras aplicar medidas de desconfinamiento, están activos. En sus instalaciones los usuarios pueden mostrar sus productos, realizar reuniones, contar con Internet de alta calidad, acceder a muebles ergonómicos y evitar el estrés que les puede generar trabajar en casa.

    Uno de estos sitios es Workshop Coworking, ubicado en Urdesa, Guayaquil. En la cuarentena brindó servicios, como capacitaciones, de manera virtual; el espacio físico lo reactivó a inicios de mes.

    Guillermo Vizcaíno, CEO de este lugar, indica que poco a poco han llegado las personas; actualmente, de 10 a 20 a la semana. Antes del covid-19, lo hacían 500 en ese mismo período. Además de alquiler de espacios de trabajo y oficinas, Workshop ofrece talleres digitales y ‘starter kits’ (servicios para emprendedores como manejo de redes sociales, fotografía de producto, entre otros).

    Entre las personas que acuden allí están aquellas pertenecientes a empresas pequeñas que antes alquilaban oficinas y decidieron reducir gastos, emprendedores…

    Una de ellas es Diana Carbonari, CEO de Pigro. Se trata de una cadena de restaurantes activa hace 12 años ubicada en algunas playas de Santa Elena, ahora también cuenta con una línea de productos empacados listos para cocinarse.

    Acostumbrada a recibir grandes grupos de personas, la pandemia le obligó a hacer ajustes. Decidió mostrar sus productos en una percha refrigerada en Workshop, para que la gente que labora en el sitio los pueda consumir.

    También exhibe su oferta en el lugar Belén López, dueña de Payfer, un negocio de cosméticos. “Nos ayuda mucho porque nos permite visualización y un nuevo punto de venta. Es un sitio con altas medidas de bioseguridad. Estamos hace siete meses”.

    Hoy, vende sus productos allí y en una tienda de artículos orgánicos. Antes estaba en otros sitios, pero tras la pandemia estos cerraron, lo que generó un problema.

    Compañías vinculadas con los recursos humanos como Adecco dicen que habrá un repunte de los ‘coworkings’. “Hay, incluso, espacios tipo cápsulas para ofrecer seguridad y aislamiento. También existen los ‘coworking’ virtuales para conectarse con más usuarios”, señala Sebastián Lima, director de calidad, servicio y selección de la firma en Ecuador.

    Impaqto, con cuatro sedes en Quito y una en Cuenca, abrió sus puertas al público apenas se pasó del semáforo rojo al amarillo en ambas ciudades. En esa coyuntura, aún en pandemia, se detectó que mucha gente que no tenía las herramientas para trabajar en casa (conexión de red de calidad, escritorio, espacio silencioso y más) comenzó a salir a cafeterías a laborar y no era lo más adecuado. Impaqto se puso manos a la obra para ofrecer a estas personas un área laboral física segura y una comunidad virtual.

    Comadres es una comunidad de mujeres emprendedoras en Guayaquil, que estuvo activa de manera digital en la pandemia y ahora físicamente. Ahora ofrece espacios de trabajo, charlas, tienda de exhibición. “Ayuda a negocios que buscan no incurrir en gastos”, señalan sus representantes.

    El requerimiento de oficinas bajó en tres ciudades

    La Torre de Negocios de El Dorado, en el centro de Cuenca, tiene espacios desocupados. Gloria Haya realiza la limpieza. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    La Torre de Negocios de El Dorado, en el centro de Cuenca, tiene espacios desocupados. Gloria Haya realiza la limpieza. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES

    Redacción Cuenca  (I)
    El norte de Guayaquil y Quito, y el Centro Histórico de Cuenca son las zonas donde existen más oficinas desocupadas en esas ciudades. El cierre de las empresas o el teletrabajo, que aumentó por el covid-19, son las principales causas para esa situación.

    Hace dos semanas, la Asociación de Corredores de Bienes Raíces de Guayas realizó una encuesta a sus 150 socios activos sobre el comportamiento del mercado inmobiliario. Allí se determinó que, en la actualidad, creció la oferta de venta de oficinas en un 55%, con relación a lo que ocurría hasta antes del inicio de la pandemia. Además, casi no existe demanda.

    Sue Murillo es la presidenta de esta asociación. Según ella, las oficinas son generadoras de ingresos y trabajo, pero -ahora- al existir el teletrabajo y por la crisis económica se desocuparon algunas instalaciones para generar ahorros en las empresas que arrendaban.
    Ella agrega que el mercado de bienes raíces relacionado con la venta o alquiler de oficinas está totalmente frenado y la desocupación es muy alta en Guayaquil. “Existe una sobreoferta, tanto en alquiler como en venta”. Estima que la situación recién se podría estabilizar a mediados del 2021.

    Murillo señala que, actualmente, es complicado alquilar estos espacios porque las empresas no lo requieren pues tienen a sus empleados laborando en casa. Ella añade que los dueños tienen complicaciones porque deben seguir pagando alícuotas de seguridad, mantenimiento y limpieza, pese a tener espacios desocupados.

    Por ello, dice, hay quienes decidieron venderlas porque, además, sus ingresos se han reducido en la presenta crisis. “Necesitan tener liquidez disponible, incluso, hasta para capitalizar sus negocios”.

    Pero allí surge otro problema que es la falta de compradores y los que existen buscan ofertas bajas y que tengan los servicios necesarios y, encima, puedan acceder a financiamiento. En el estudio de la Asociación de Corredores de Bienes Raíces de Guayas se determinó que el 60% de los activos que comercializan sus afiliados son a crédito.

    En la capital azuaya ocurre una situación similar. Para Marco Rodríguez, expresidente de la Asociación de Corredores de Bienes Raíces de Azuay, las zonas de El Ejido (centro-sur) y el Centro Histórico es donde más se ha reducido la demanda de oficinas.

    Él dice que debido a esta situación el precio de los arriendos de oficinas se redujo entre un 30% y 40%. Incluso se registran renegociaciones de contratos.

    “Hay empresas o propietarios que quieren vender sus instalaciones, pero les decimos que, al ser una época complicada, es mejor esperar si su situación económica lo permite. Si no hay como arrendar, es mucho más complicado vender”, señala Rodríguez.

    Agrega que los abogados, arquitectos, consultores, contadores y otros profesionales son los que más desocuparon oficinas en Cuenca porque están teletrabajando y buscan ahorrar el alquiler.

    Ese criterio es compartido por el presidente de la Cámara de la Pequeña Industria de Azuay, Fernando Romero. El representante empresarial asegura que sus agremiados al ser principalmente manufactureros requieren de personal en las plantas, por lo que deben mantener las infraestructuras, que -en algunos casos- son propias. Él explica que, si bien tienen personal teletrabajando, cuentan con otros colaboradores en producción que deben estar físicamente en las fábricas.

    La capital del país
    El norte de Quito. Según Isabel Ayala, agente de Bienes Raíces de Re/Max, en el norte de Quito hay oficinas desocupadas o en venta. Asegura que los pocos compradores quieren descuentos importantes. “Ellos alegan que todos los valores se han reducido”.

    La devolución. Ayala dice que las pequeñas empresas son las que más han devuelto sus locales alquilados por la crisis. Agrega que estas firmas han cerrado o entregado sus locales porque se acogieron a la modalidad del teletrabajo. “El valor del arriendo se ha reducido entre un 6% y 10%, dependiendo del caso y zona”.

    El Acuerdo 181  del Ministerio del Trabajo señala que los empleadores deben proveer los equipos, lineamientos e insumos necesarios para el desarrollo del teletrabajo. El trabajador, por su parte, es responsable del cuidado y custodia de las herramientas y
    El Acuerdo 181 del Ministerio del Trabajo señala que los empleadores deben proveer los equipos, lineamientos e insumos necesarios para el desarrollo del teletrabajo. El trabajador, por su parte, es responsable del cuidado y custodia de las herramientas y equipos entregados por la empresa. Foto: Freepik.es
  • Las empresas perduran si se adaptan con rapidez

    Carolina Vasco Yánez, Vanessa Silva, Mayra Pacheco, Evelyn Tapia LÍDERES   (I)

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    La capacidad de adaptación a los cambios con agilidad ha definido el tiempo de vida de una empresa desde siempre.

    Pero en los actuales momentos, esta cualidad de rapidez en la respuesta es más determinante aún porque los mercados y los compradores cambiaron a raíz de un hecho inesperado: la pandemia.

    Este tipo de irrupciones imprevistas ha trastocado a las industrias cíclicamente todo el tiempo, según expertos. La particularidad actual es que el hecho fortuito golpeó a todos los sectores de la economía al mismo tiempo.

    El confinamiento cambió el entorno económico. Se ha detenido la producción y lo que más se necesita en este momento es reactivar la economía, con la búsqueda de nuevas oportunidades de ingresos, indica Alberto Acosta Burneo, editor de la publicación económica Análisis Semanal. Es decir, a través del cambio.

    La agilidad en la respuesta permite a las organizaciones mantenerse y prosperar cuando hay cambios impredecibles. Y esta capacidad les ayuda a adaptar sus modelos de gestión y procesos internos para hacerlos más eficientes manteniendo su calidad y ventaja competitiva, sostiene Mario Chao, CEO de Everis México, en un artículo publicado en Forbes.

    Las empresas deben ser capaces de cambiar de rumbo al ritmo en que sus circunstancias cambian. “Continuar con los procesos establecidos y las mismas zonas de confort, porque esa es la manera en que una empresa siempre ha hecho las cosas, no ayudará a enfrentar los actuales desafíos del mundo globalizado”, indica Lil Roberts en la revista CPA.

    La crisis del covid-19 ha cambiado prioridades de compra, hábitos de consumo y ha creado nuevas necesidades.

    Por ello, la clave es cubrir esas nuevas necesidades de los clientes y de este modo generar nuevos ingresos que reemplacen e incluso superen a aquellos que se desvanecieron.
    Chao advierte que esta cultura de agilidad empresarial no es nueva sino que viene desde hace décadas atrás probando ser eficaz.

    Por eso, la adopción de esta cualidad no es solo para esta coyuntura sino que debe permanecer. Esto porque el mundo se presenta cada vez más incierto y cambiante.
    Un aliado a favor de las organizaciones es la tecnología.

    El uso masivo de las nuevas tecnologías permite agilizar y mejorar los procesos operativos, delinear mejor el mercado donde se va a actuar y, sobre todo, escuchar en tiempo real la voz del consumidor, para así satisfacer de inmediato sus nuevas necesidades.

    889 mil empresas funcionaban en Ecuador al cierre del 2018, según el INEC.

    La planificación y las alianzas estratégicas son más necesarias

    La tecnología ha sido un gran aliado en la búsqueda de nuevos mercados para los negocios
    La tecnología ha sido un gran aliado en la búsqueda de nuevos mercados para los negocios

    Evelyn Tapia (I)
    La economía del país podría decrecer entre 7,3% y 9,6% este año, según el Banco Central del Ecuador. Aunque hay incertidumbre con respecto a cuánto tiempo tomará la recuperación económica, una época de crisis puede generar oportunidades para los negocios.

    Los empresarios y emprendedores pueden encontrar nuevos mercados para satisfacer necesidades que no están siendo atendidas, dice Pablo Carrera, profesor de la USFQ Business School. El docente añade que en estos meses de emergencia por la pandemia, negocios de todos los tamaños han cerrado y eso también es una oportunidad para que nuevos emprendimientos llenen esos espacios que dejaron los que cerraron.

    Puede ser que el negocio desarrolle un nuevo producto para acercarse al público, que la empresa busque llegar con el mismo bien a un público de nuevas áreas o que se busque suplir el espacio que dejó un competidor. En cualquiera de estas circunstancias, la experiencia puede ser exitosa si hay planificación.

    Juan Carlos Bustamante, docente de marketing de Espae, Escuela de Negocios de la Espol, explica que lo recomendable antes de comenzar a buscar nuevos mercados es realizar un análisis de portafolio para identificar aquellas ventajas competitivas y el atractivo del mercado.

    En medio de la emergencia sanitaria, empresas del rubro textil se dedicaron a la fabricación de mascarillas, sustituyendo los productos que vendían antes de la pandemia. Si esto se realiza “por la urgencia y sin un análisis de portafolio se corre el riesgo de entrar a un mercado saturado”, menciona el docente de Espae.

    Las ventas
    Las ventas

    Durante este proceso el negocio tiene que ser evaluado, si podrá ser competitivo con sus costos de producción, si tiene ventajas de diferenciación, entre otros aspectos. “Si pretendo entrar donde hay empresas con gran competencia y no tengo un buen manejo de canales y poder de negociación voy a requerir un buen músculo financiero para soportar pequeños porcentajes de participación de mercado”, asegura Bustamante.

    Carrera dice que el análisis es importante, pero también lo es la mentalidad del empresario o emprendedor para buscar oportunidades nuevas. Él menciona que las alianzas estratégicas son claves. “Los emprendedores más pequeños a veces prefieren ser ‘todólogos’, cuando pueden buscar aliarse con otros que sean fuertes en otras áreas e incluso compartir costos y riesgos”, detalla. Las alianzas pueden ser necesarias en temas de logística.

    Por la pandemia, hubo negocios que empezaron a dar servicio a domicilio sin experiencia y se dieron cuenta sobre la marcha que esto no era rentable.

    En el área de tecnología, aunque esta es muy intuitiva, puede ser útil encontrar aliados, por ejemplo, para el comercio electrónico. Esto además ayudará a brindar un mejor servicio con valor agregado.

    Para César Espinoza, director del área de negocios de ESAI Business School, el contexto actual abre más oportunidades en tecnología para explorar áreas como la inteligencia artificial, internet de las cosas, Big Data e impresión 3D. “Las oportunidades no tienen límite gracias a la tecnología que está digitalizando el mundo, lo está desmaterializando. La gran oportunidad estará en identificar en qué negocio me encuentro y saber cómo la tecnología nos puede transformar”, dice.

    La tecnología ha sido un gran aliado en la búsqueda de nuevos mercados para los negocios que quieren cruzar fronteras en medio de esta pandemia.

    Felipe Ribadeneira, presidente de la Federación de Exportadores (Fedexpor), cuenta que eso se comprobó durante la Feria Virtual de Alimentos que realizó el gremio en junio pasado. Se registraron USD 15 millones en compromisos de negocio y se alcanzó un registro de 500 compradores.

    El dirigente gremial explica que la tecnología ayudó a que negocios pequeños y medianos accedan a potenciales compradores, sin tener que incurrir en otros costos que se hubieran dado en una feria física, comenta.

    9,6% es el porcentaje de decrecimiento que se proyecta para la economía ecuatoriana este año.

    La formación de nuevas habilidades será fundamental

    La capacitación siempre ha sido pieza clave para el crecimiento de las empresas
    La capacitación siempre ha sido pieza clave para el crecimiento de las empresas

    Vanessa Silva (I)
    Cómo lograr la recuperación económica en medio de la crisis más dura que ha experimentado el país, es el mayor desafío de las empresas. Salir a flote requiere no solo de decisiones acertadas de los directivos, sino también de la actuación de la fuerza laboral.

    La participación de los trabajadores trasciende del cumplimiento de las normas de bioseguridad, para evitar el contagio de la covid-19. La resiliencia ante nuevos escenarios es fundamental, describen expertos consultados.

    “Definitivamente estamos frente a un entorno diferente para el empleo. El mundo en el que trabajábamos anteriormente se fue. Por lo tanto, tendremos que desaprender para aprender nuevas habilidades”, comenta Grecia Logroño, especialista en talento humano.

    Logroño anota como fundamentales el desarrollo de habilidades digitales y socioemocionales (creatividad, resiliencia) y trabajo en equipo remoto, debido al incremento exponencial de la cantidad de personas interactuando en entornos virtuales.

    El abrupto cambio hacia el teletrabajo, debido a la pandemia, es una muestra del reto que implica la situación actual tanto para empleados como empleadores. Según datos del Ministerio de Trabajo, hasta el pasado 1 de julio en el país había 411 688 teletrabajadores en el sector privado.

    El aprendizaje y dominio de medios telemáticos se convirtió en una necesidad que es cubierta mediante capacitaciones promovidas por las empresas y por iniciativa propia de los trabajadores.

    Xavier Sisa, director jurídico de la Cámara de Industrias y Producción (CIP), describe que se pasó de un temor casi generalizado a adoptar los mecanismos de trabajo por medios electrónicos, “a que se convierta esta en una forma diaria y eficaz de mantener nuestras actividades laborales y de comunicarnos con los demás miembros de la empresa”.

    Tendencia
    Tendencia

    Uno de los estilos más fuertes actualmente es el ‘reskilling’, es decir, enseñar a las personas cosas nuevas para que puedan realizar nuevas tareas, dice Roberto Estrada, socio de Deloitte Consulting.

    Si las personas se mantienen aprendiendo siempre encontrarán mejores oportunidades y podrán contribuir de mejor forma a su empresa. Los temas prioritarios son gestión del cambio, liderazgo y sus nuevos desafíos; cultura organizacional, técnicas para ser productivo en teletrabajo, transformación digital y además todos los aspectos técnicos inherentes al cargo, dice Estrada.

    El ‘reskilling’ es la cuarta tendencia en talento humano más importante para los negocios en Ecuador, según un estudio reciente de Deloitte. El mismo informe revela que el 64% de los encuestados considera estar “preparados” o “muy preparados” al respecto.

    La capacitación del personal, aciertan los expertos, siempre ha sido pieza clave para el crecimiento de las empresas. Invertir en esta área ahora cobra más relevancia.

    Otra rama de formación potente frente a la transformación provocada por la pandemia es el ‘upskilling’. A diferencia del ‘reskilling’, se trata de aprender nuevos conocimientos o habilidades relacionadas con la misma área de trabajo que se desempeña.

    Un artículo de la revista Forbes Colombia (2 de junio del 2020), cita un estudio de Linkedin el cual reporta que este año el 51% de las compañías a nivel global tienen previsto implementar un programa de ‘upskilling’ en el interior de sus organizaciones; el 47% hará lo propio con uno de ‘reskilling’.

    Forbes Colombia también recoge una investigación del Boston Consulting Group en donde se concluye que el 86% de la fuerza laboral en Latinoamérica tiene interés en hacer ‘reskilling’, para tener un nuevo empleo. “Sin duda, esto abre la puerta a grandes cambios en los departamentos de RR.HH.”, describe la revista.

    Los expertos reflexionan que todos estos aspectos deben estar ligados con una organización coherente de los equipos de trabajo y entablar canales de comunicación efectiva, entre otros, con el fin de lograr objetivos comunes.

    51 % de compañías en la región tienen previsto impulsar jornadas de formación, según LinkedIn

    Plataformas tecnológicas y facilidades de pago dan un soporte a las empresas

    Los empresarios han optado por buscar otros canales de venta para mantener su mercado
    Los empresarios han optado por buscar otros canales de venta para mantener su mercado

    Mayra Pacheco   (I)
    Para mantener sus actividades productivas, en medio de la crisis sanitaria que vive el país, ciertas empresas han optado principalmente por usar medios electrónicos o impulsar ofertas, dice la Federación Nacional de Cámaras de Industrias del Ecuador.

    En Perla Organic Chocolate, una firma que tiene cuatro años de trayectoria, por ejemplo, se decidió priorizar las ventas en línea, luego de que el Gobierno decretará la crisis sanitaria. Si bien antes de la pandemia contaba con esta herramienta, esta modalidad de comercio no era la principal.

    Luego de que se limitara la circulación de personas, Carol Marcial, gerente general de Perla Organic Chocolate, comenta que optaron por hacer un mayor uso de este canal. “Antes el empleo de esta herramienta era muy básico, ahora por la situación hemos dado más fuerza y el movimiento es más activo. Esto nos ha permitido conocer más a nuestros clientes”.

    Así, mantienen sus operaciones, aunque sí se ha producido una disminución de sus ventas en alrededor del 30%, en este primer semestre del año con relación al mismo período del año anterior.

    Otro sector que ha apostado por esta estrategia es el atunero. Sus conservas se han promocionado a través de plataformas digitales. Así este sector ha buscado incrementar y dinamizar sus ventas.

    Debido a las restricciones de movilidad y la cancelación de ferias internacionales, esta nueva forma de comercializar les ha permitido incluso llegar a clientes internacionales fácilmente. Eurofish, Asiservy, Marbelize y Tecopesca son algunas de las plantas atuneras que incluyeron esta modalidad, según la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros (Ceipa).

    Exportaciones
    Exportaciones

    El año anterior, la industria pesquera nacional exportó 427 959 toneladas métricas de atún y pescado fresco, enlatados, harina de pescado y otros elaborados. Esta cifra está lejos de alcanzarse en este 2020. La Ceipa calcula que un 30% de la operación se redujo por la emergencia, lo que afectará directamente a las exportaciones.

    El sector de alimentos y de farmacias se han apoyado también más en las ventas a través de plataformas digitales, refiere Pablo Zambrano, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Industrias del Ecuador.

    Además de esta iniciativa, los comercios han mantenido las ofertas, indistintamente de la temporada. En los centros comerciales y almacenes, por ejemplo, se advierte rótulos con promociones, descuentos entre 30% y 70%, y mayores facilidades de pago.

    Con esto, según Zambrano, se busca que los compradores, que por ahora están priorizando el ahorro por la pandemia, logren adquirir algunos productos.

    Con estas estrategias las empresas buscan comercializar su producción o ‘stock’ de mercadería, para llegar a un punto de equilibrio y evitar excedentes que les generen pérdidas. Zambrano señala que estas iniciativas se seguirán aplicando en el resto del año.

    Mientras tanto, pese a la situación adversa causada por el virus, los sectores bananero y camaronero tuvieron un mejor desempeño en las exportaciones gracias a que la demanda se mantuvo y a que adaptaron sus procesos a la nueva realidad. 

    70 % de descuento es el monto máximo que ofrecen firmas en los centros comerciales

    El desafío corporativo es sortear las dificultades que aún refleja la economía

    Las empresas deben optimizar al máximo sus procesos para ser más eficientes y reducir costos
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    Redacción Negocios (I)
    El escenario para el sector empresarial aún es adverso, para lo que resta del año. La actualización de la tasa de crecimiento económico de Ecuador, realizada por entidades públicas o internacionales, muestra que habrá una contracción, entre el 6,5% y 10,9%.

    La actualización que realizó el Fondo Monetario Internacional (FMI), en este año, señala que la economía ecuatoriana decrecerá 10,9% en el 2020, por la crisis económica en el contexto de la pandemia del covid-19.

    La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), por su parte, prevé una caída del 6,5%. Mientras tanto, el Banco Central del Ecuador proyecta una caída de hasta el 9,6%.
    Para el sector empresarial, este escenario es considerado el más complejo de la historia.

    Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, menciona que las personas que tendrán ventajas, en este contexto de emergencia sanitaria, serán aquellas que tengan liquidez, ahorros, acceso a créditos o quienes han podido mantener su operación.Estas condiciones permitirán que este segmento adquiera aquellos negocios que, ante la quiebra, sus propietarios preferirán venderlos antes que liquidarlos, porque ese proceso es “tortuoso”, expresa Alarcón.

    Como efecto de la crisis sanitaria generada por la pandemia de coronavirus, se estima que los sectores más afectados son turismo, transporte, administración pública y manufactura. De acuerdo con el Banco Central pueden caer más del 10%.

    Actualmente, en los hoteles, que son parte del segmento de turismo, la ocupación no supera el 5% y en los restaurantes las ventas oscilan el 10%. Además, hay otras actividades en las que aún su funcionamiento está por definirse. Entre esos están bares, gimnasios y espacios de recreación infantil.

    Empresas por sector económico
    Empresas por sector económico

    Su reactivación económica aún tomará tiempo porque persiste el temor de las personas ante posibles contagios. Además, las medidas adoptadas en ciertas empresas como despidos, reducción del salario o de la jornada, por la crisis sanitaria, ha afectado la capacidad de adquisición de los consumidores.

    Por estas condiciones, en este año se prevé que las ventas tengan una contracción del 18%, según proyecciones de la Cámara de Comercio de Quito, con base a información del Servicio de Rentas Internas (SRI).

    Roberto Aspiazu, director ejecutivo del Comité Empresarial Ecuatoriano, considera que, con estos niveles de ventas, las empresas se han visto obligadas a realizar ajustes en su operación para reducir gastos. “En los centros comerciales, hay almacenes que ni siquiera abren. Incluso, ni los domingos que antes considerado era el día de mayores ventas”.

    La reactivación será lenta, porque la dinámica en las ciudades y en las familias es diferente “No se puede señalar cuándo volveremos a la anterior normalidad”, asegura Aspiazu.

    Con relación a las oportunidades, si bien se puede destacar el crecimiento en el sector de telecomunicaciones, porque la demanda subió para realizar actividades de teletrabajo o clases virtuales, hay una desventaja. Esta consiste en la alta morosidad que se ha generado, a propósito de la disposición del Gobierno de no suspender los servicios básicos o de Internet, por la falta de pago.

    De acuerdo con la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet), el nivel de morosidad que registran las empresas proveedoras de servicios de telecomunicaciones supera el 50% en Ecuador. Las empresas tienen el desafío de llegar a acuerdos con los clientes.

    Además, las empresas deben optimizar al máximo sus procesos para ser más eficientes, precisa la la Cámara de Comercio quiteña.

    18 % es la contracción estimada por la Cámara de Comercio de Quito en el monto de ventas

    La agilidad en la adaptación, la planificación estratégica, la flexibilidad laboral, la creatividad e innovación, así como el análisis del entorno son vitales hoy en día.
    La agilidad en la adaptación, la planificación estratégica, la flexibilidad laboral, la creatividad e innovación, así como el análisis del entorno son vitales hoy en día.
  • Los servicios se adaptan al consumidor para la poscuarentena

    Carolina Enriquez

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    No todo ha sido malo para los negocios con la llegada de la pandemia. Algunos respondieron a requerimientos urgentes y se adaptaron a las nuevas condiciones de compraventa; otros aparecieron sobre la marcha para solventar nuevas necesidades.

    Según el estudio Actualización de la situación de covid-19 en Ecuador, de la firma de investigación de mercados Ipsos, al menos 10 categorías de negocios han reaccionado favorablemente durante la crisis sanitaria.

    Las empresas de estas áreas aprovecharon las oportunidades que se les presentaron. Estas compañías, principalmente, están en la alimentación y la salud.

    Javier Albuja, coordinador técnico de la agencia municipal Conquito, explica que para las organizaciones que ya estaban en el mercado este es el momento para reimaginar el modelo de negocio.

    Considera que algunas de las actividades que tienen potencialidad en esta temporada, siempre y cuando se ajusten a las nuevas necesidades y se acoplen a la digitalización, son los servicios de medicina preventiva, atención terapéutica y psicológica para el manejo de estrés y ansiedad, turismo y hotelería, alimentación segura y saludable, etc.

    En este último caso, por ejemplo, estarían talleres de preparación de comida que ayuden al sistema inmunológico; mientras que en el área turística es posible que los buses que se usaban para trasladar viajeros puedan utilizarse hoy para movilizar, con el aforo y las medidas de bioseguridad, personal de empresas que deban recorren grandes distancias en las ciudades y que, por cuestiones de salud, prefieran no usar transporte público.

    La idea de la reactivación no solo implica que las empresas vuelvan a obtener ingresos con sus actividades tradicionales, sino que exista la versatilidad de ajustarse hacia servicios o productos nuevos con alta demanda en la pospandemia.

    La medicina preventiva, atención terapéutica y psicológica para el manejo de estrés y ansiedad tendrán alta demanda, según expertos. Las personas también requerirán de servicios de bioseguridad, delivery, tecnología, teleeducación, entre otras áreas.
    La medicina preventiva, atención terapéutica y psicológica para el manejo de estrés y ansiedad tendrán alta demanda, según expertos. Las personas también requerirán de servicios de bioseguridad, delivery, tecnología, teleeducación, entre otras áreas.

    Hay oportunidades novedosas, por ejemplo, en el sector del deporte. De hecho, la Cámara de Comercio de Quito (CCQ) ya trabaja en asesoría a un emprendedor que busca ofrecer el servicio de gimnasios de manera electrónica.

    Ante casos como los mencionados, Albuja agrega que si los negocios no optan por la parte digital su éxito a futuro estará condicionado. También hay oportunidades en las necesidades que han surgido entre los consumidores.

    El estudio ¿Cómo nos ha cambiado covid?, entendiendo el impacto en la vida de los ecuatorianos, de Focus Research&Strategy, indica, por ejemplo, que entre los emprendimientos en boga en la cuarenta está la venta de equipos de protección.

    Sebastián Chiriboga, especialista en Emprendimiento e Innovación de la CCQ, explica, por su parte, que cada vez hay más demanda para los servicios ‘phygitals’ (físico–digitales) como los delivery de todo. Otra arista está vinculada con mediciones y obtención de data para empresas, la medicina general digital, los procesos legales electrónicos (telenotarías y manejo de firmas electrónicas), talleres de todo tipo a través de plataformas de comunicación, entre otras.

    “Dentro de un estudio del impacto en los hogares en la pandemia, elaborado por la CCQ, se determinó que entre las principales necesidades en Quito, en cuarentena y poscuarentena, está la teleeducación y todo lo relacionado al tema”, dice.

    Sin embargo, lo físico no ha desaparecido. Esta es la época en la que la economía del cuidado, con altas medidas de bioseguridad, tendrá más demanda.

    Esto se refiere a los servicios de atención de personas vulnerables como aquellas de la tercera edad, los niños, etc.

    Deloitte, en su informe sobre El camino de la recuperación de la industria del consumo, detalla que las empresas deben estar más atentas a los cambios del consumidor. Se prevé que la gente se enfoque más en los valores tradicionales, en comunidades virtuales y menores gastos en transporte.

    La atención al adulto mayor trae una serie de oportunidades

    2 millones de personas se dedicaban a esta actividad en 2018, según la OIT
    2 millones de personas se dedicaban a esta actividad en 2018, según la OIT

    No es algo nuevo, pero con la pandemia el concepto ha tomado fuerza. La economía del cuidado está más en boga que nunca tras la cuarentena. Hace dos años, en la XIX reunión americana de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), se explicó que los negocios destinados a la atención de adultos mayores, personas enfermas, con discapacidades y niños tomaría fuerza a futuro. Lo propio con las iniciativas de teleeducación, terapias, deberes dirigidos, nivelación, etc.

    Giovanni Bastidas, director académico de las maestrías de Mercadotecnia de la Universidad de Las Américas, explica que en estos momentos los negocios con más oportunidades son aquellos que apuntan a nichos. “De empresas que han buscado aspectos muy específicos de apoyo para ciertos grupos de la población. Por ejemplo, ayuda a consumidores de la tercera edad. Ellos necesitan servicios especiales”.

    Los adultos mayores requieren personas que lleguen a limpiar sus hogares, a entregarles alimentos, a distribuirles medicinas y administrarles las mismas de acuerdo con la hora que les corresponda, entre otros. Todo con altas medidas de bioseguridad, activadas por la epidemia del covid-19.

    Del lado de la teleeducación para niños hay negocios en Ecuador que han innovado. Tu puedes volar es un centro de atención integral infantil, que opera en Samborondón, Guayaquil y Machala, en el que se ofrecen servicios como teleterapia, teleasesoría para padres, Tu Tpv On Line SOS papás (el terapeuta recibe grabaciones de conductas de niños en línea, analiza con los padres y busca soluciones) y aula virtual (refuerzo escolar).

    Sin embargo, también tiene servicios presenciales. Zoyla Mondéjar, neuropsicóloga y directora del centro, explica que las medidas de bioseguridad son estrictas para garantizar la calidad. “Los papás están agotados de lidiar con las clases del colegio en línea (…) les decimos que traigan al niño, tras haber coordinado el horario, y los terapeutas desarrollan con los chicos las clases y los entrenan en el uso de computadoras”.

    El servicio de puerta a puerta se presenta como una opción

    50% de caída se prevé en el sector automotor este año, según Aeade. Foto: Archivo / Líderes
    50% de caída se prevé en el sector automotor este año, según Aeade. Foto: Archivo / Líderes

    Las restricciones a la movilidad y a la cantidad de personas dentro de los medios de transporte no son una limitante para este sector. Acoplarse a la nueva realidad y ofrecer servicios seguros conforme a esto es la clave.

    El estudio ‘El camino a la recuperación de la industria del consumo’, de la consultora Deloitte, revela que por miedo al contagio del virus la gente, en todo el mundo, teme usar transporte público y prefiere el privado. Esto genera una oportunidad empresarial.

    Según el estudio, es posible que los propietarios de buses que tenían finalidades masivas (escolares, turismo, interprovinciales, etc.) ocupen sus unidades, con el aforo permitido, para trasladar de manera segura a personas que trabajan en grandes ciudades.

    En Quito, por ejemplo, se ofrece en redes sociales servicios de recorridos privados para trabajadoras remuneradas del hogar. El traslado es puerta a puerta; tiene rutas en el sur, norte y valles; los horarios son de lunes a viernes; posee medidas de bioseguridad, etc.

    Otras empresas que ya estaban en el mercado anteriormente ofrecen sus productos para dar servicios en la nueva normalidad. Una de ellas es Teojama Comercial. Pedro Bermeo, vicepresidente Comercial de la compañía, explica que con tanta gente que perdió su trabajo, la firma decidió vender camiones a clientes que quieran incursionar en el transporte de alimentos, materiales, logística, trabajos a domicilio, etc.

    “Queremos impulsar la cultura del transporte puerta a puerta en el mercado ecuatoriano y crear fuentes de empleo, futuros emprendedores (…) Es para gente que tiene un capital, que fueron despedidos y buscan una forma de invertir su liquidación”. Las concesionarias de la empresa están trabajando físicamente. Recientemente, los agentes comerciales vendieron un camión que se destinará para una veterinaria móvil.

    Sebastián Chiriboga, especialista en Emprendimiento de la Cámara de Comercio de Quito, explica que las personas que deciden dedicarse al reparto compran motos y bicicletas.

    Dos actividades que salen fortalecidas de la cuarentena

    50 % de 800 entrevistados por Ipsos ha hecho compras con entrega a domicilio en la cuarentena. Foto: Archivo / Líderes
    50 % de 800 entrevistados por Ipsos ha hecho compras con entrega a domicilio en la cuarentena. Foto: Archivo / Líderes

    Los sectores de alimentación y distribución son los grandes ganadores de la pandemia. Giovanni Bastidas, director académico de las maestrías de Mercadotecnia de la Universidad de Las Américas, señala que el sector agrícola ha sido uno de los más activos ya que, por su naturaleza, no tiene posibilidades de parar. Eso le permitió abastecer a la cadena de la industria alimenticia.

    Para el catedrático es una de las áreas que tiene más oportunidades poscuarentena. Lo propio en el caso de la agricultura para exportación, ya que solventa las necesidades que tienen otros países de alimentos, sean frescos o procesados.

    Por otro lado, los negocios de distribución de comida y otros artículos han despuntado. En ciudades pequeñas, iniciativas como la ‘app’ Snap Eats tuvieron éxito debido a que a estas no han llegado las multinacionales del delivery.

    Miguel Langarano, gerente de esta empresa, explica que inició hace cinco meses en Ibarra y Esmeraldas; ahora también ofrece sus servicios en Quito, Latacunga y Machala. “Distribuimos comida, víveres, medicinas y más”.

    200 negocios están registrados, entre restaurantes, tiendas de electrónica, de mecánica, de consumo, de ropa, etc. El cliente puede comprar y pedir el traslado de productos o el cumplimiento de servicios a través de cualquier de ellas; también de cualquier artículo de
    comercios no inscritos.

    Hasta la fecha registra 16 000 descargas tanto de Android como de iOS. En las cinco ciudades posee 12 000 clientes activos, que descargaron y compraron.“Cuando llegó la cuarentena un montón de negocios quisieron registrarse porque ya no podían vender en sus locales. Nos convertimos en el nexo entre clientes y locales. Además, apoyamos a los repartidores a que obtengan ingresos”.A estos les cobran USD 0,10 por carrera. A los negocios registrados se les cobra un porcentaje de sus ventas al mes, entre 10 y 12%.

    Bastidas agrega que las tiendas y negocios dedicados al comercio de frutas y verduras, de manera digital y física, han aprovechado las oportunidades

    Capacitación en línea y líneas para el hogar, con demanda

    13, 1% de los emprendimientos de esta época son de venta de equipos de protección, según Focus.
    13, 1% de los emprendimientos de esta época son de venta de equipos de protección, según Focus.

    Es conocido que las empresas de soluciones informáticas han tenido un importante crecimiento dada la digitalización de determinadas empresas durante la pandemia.

    Junto a ellas han alcanzado amplia aceptación los webinars, tutoriales, cursos, seminarios y otros similares en línea. La ventaja de los mismos es que seguirán demandándose poscuarentena, ya que hoy no son viables los espacios de capacitación o disertación físicos.
    También han registrado un alto impacto los negocios vinculados con la bioseguridad. Cetecnic es una empresa que vio en ello una opción en esta época.

    “Hemos puesto en locales y oficinas plásticos protectores, sobre todo en servicio al cliente. También hemos hecho cuatro lavados de cisternas en tres meses, lo que usualmente hacíamos en un año. La gente quiere más limpieza. Es bastante”, dice Martín Zambrano, director de proyectos de Cetecnic. También han colocado círculos de distanciamiento social.

    La empresa también ha tenido dinamismo en su giro de negocio original, que son los servicios de mantenimiento de obra civil. “La demanda ha crecido porque la gente quiere gastar menos y es mejor tener inmuebles en buenas condiciones”, indica.

    Entre los servicios que brinda están plomería, arreglo de tuberías, pintura, reparaciones eléctricas, entre otros.

    El sector de la saluda también ha innovado. Existen centros médicos que están dando servicios de recuperación pul­monar poscovid-19.

    Mientras que debido a la cantidad de tiempo que las personas han pasado dentro de las casas ha aumentado la compra de productos vinculados a harinas y moldes. La cocina ha sido un lugar que ha permitido desestresar y generar oportunidades para compartir en familia, principalmente con los niños pequeños.

    Hoy más gente prefiere, además, preparar comida en casa por cuestiones de bioseguridad y eso puede incrementar la venta de utensilios y artefactos para la cocina, según algunos de los especialistas consultados.

    En el Centro de atención integral Infantil Tú puedes volar se brinda atención física y virtual para los niños que lo requieran. Este negocio innovó con sus servicios electrónicos en cuarentena. Foto: Cortesía
    En el Centro de atención integral Infantil Tú puedes volar se brinda atención física y virtual para los niños que lo requieran. Este negocio innovó con sus servicios electrónicos en cuarentena. Foto: Cortesía
  • Las cooperativas crecen y se adaptan a nuevas regulaciones

    Redacciones Quito, Cuenca y Ambato (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    La nueva normativa fue elaborada por la Junta de la Política y Regulación Monetaria y Financiera; establece una segmentación de las entidades según sus activos, una tipificación de los créditos, la creación de un seguro de depósitos y de un fondo de liquidez, etc.

    El sector de las cooperativas mantiene buenos indicadores, al tiempo que se acomoda a una serie de nuevas regulaciones establecidas por las autoridades económicas del Ecuador.
    La nueva normativa, vigente desde abril pasado, fue elaborada por la Junta de la Política y Regulación Monetaria y Financiera, y establece, por ejemplo, una segmentación de estas entidades según sus activos, así como una tipificación de los créditos. Además, determina la creación de un seguro de depósitos y de un fondo de liquidez; también, exige presentar el balance social.

    Con el nuevo marco regulatorio, se establecieron cinco segmentos para agrupar a las 917 organizaciones del sector financiero popular y solidario. En el primero están las cooperativas que superan los USD 80 millones en activos, que representan el 2,51% del mercado. En el segmento 2 están las que tienen un patrimonio entre USD 20 millones y 80 millones (3,93%); en el segmento 3, se encuentran las que suman un patrimonio entre USD 5 millones y 20 millones (8,4%), según estadísticas de la Superintendencia de la Economía Popular y Solidaria (SEPS).

    El grueso de estas organizaciones -764 entidades que se llevan el 83,32% del mercado- se encuentra en los segmentos cuatro y cinco. En el primero están cooperativas de ahorro y crédito, con activos que oscilan entre USD 1 millón y 5 millones y en el segmento cinco están cooperativas, cajas de ahorro, bancos y cajas comunales con activos menores a USD 1 millón.
    La segmentación de crédito también es parte de la normativa. En total, son 10 tipos: crédito productivo; comercial ordinario; comercial prioritario; consumo ordinario; consumo prioritario; educativo; de vivienda de interés público; inmobiliario; microcrédito; y de inversión pública.
    Otra de las normas es la creación de un seguro de depósitos. En el segmento 1, por ejemplo, el seguro cubre un monto de USD 32 000 por depositante.

    Las normas mencionadas son resultado del Código Orgánico Monetario y Financiero, que rige desde el año pasado y que reemplazó a la Ley de Economía Popular y Solidaria en el aspecto específico del control de las organizaciones del sector económico popular y solidario.
    Eso permitió que el sector cooperativo esté vinculado con todo el sector financiero. Con ello, el control sigue a cargo de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, pero la emisión normativa pasó a cargo de la Junta de la Política y Regulación.

    Para Juan Pablo Guerra, gerente de la Unión de Cooperativas de Ahorro y Crédito del Sur (Ucacsur), la segmentación es positiva porque no es lo mismo establecer una norma de prevención y riesgos para una cooperativa grande que para una pequeña. “Es un sector tan amplio y diverso que tiene fortalezas y debilidades”.

    Además, añade, que al tener tipos de crédito se fortalecen los procedimientos crediticios. “De esta manera, tenemos un mayor orden y una mejor información”.

    Geovanny Cardoso, director de la Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias, cree que la regulación debe ser entendida como un mecanismo de fomento, no como un control persecutorio. El funcionario asegura que los controles se cumplen según el tamaño de la cooperativa. “El control implica el desempeño social, la capacidad de manejar los recursos y las relaciones con los socios y los indicadores de prudencia financiera”.

    En la Cooperativa 29 de Octubre, con 380 000 clientes y socios, se están haciendo los ajustes para cumplir las regulaciones. Así lo asegura su gerente Gonzalo Vivero. Este ejecutivo piensa que con la nueva regulación lo que se quiere es tener un sistema de medición más adecuado, para saber cuánto tiene cada entidad invertido en cada segmento. “La regulación es positiva, porque se genera mayor confianza entre los actores del cooperativismo”.

    Los depósitos y los créditos crecieron en este segmento

    El crecimiento del sector cooperativo persiste. Los depósitos a la vista y a plazo pasaron de USD 3 473,5 millones en marzo del año pasado a USD 3 880,5 millones en el mismo mes del 2015, de acuerdo con datos de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria.

    Lo mismo ocurrió con la cartera de créditos, que subió de USD 3 526,9 millones a 3 924,4 millones en el mismo período. Según el gerente de la Cooperativa Jardín Azuayo, Juan Carlos Urgilés, en el primer trimestre de este año hubo más demanda de préstamos en relación con el mismo período de años pasados. “Pensamos que el sistema bancario tuvo una contracción y la gente recurrió a las cooperativas”. Él calcula que estas entidades dan acceso a préstamos a por lo menos tres millones de habitantes del Ecuador. Urgilés dice que antes del despunte del sector, esas personas no tenían acceso a servicios financieros, porque no eran rentables.

    Jardín Azuayo, que tiene su matriz en Cuenca, es la segunda más grande del país en activos; luego de Juventud Ecuatoriana Progresista (JEP), que también funciona en esa urbe. El gerente de la JEP, Floresmilo Alvear, señala que en los últimos 15 años la entidad creció en un promedio de un 50% anual, en activos.

    Según Alvear, hay un incremento en la demanda de microcrédito, porque la gente tiene necesidad de producir por falta de empleo. Pero en el caso de vivienda y comercial no hay mucha acogida, porque no todos los socios reúnen las condiciones para acceder a estas opciones.

    Juan Pablo Guerra, gerente general de la Unión de Cooperativas de Ahorro y Crédito del Sur (Ucacsur), hace un análisis global del sector. Según él, con el crecimiento logrado desde la crisis bancaria de 1999, su sector pasó de tener menos del 1% de participación del sistema financiero nacional a bordear el 20%.

    El 2015 es atípico por las condiciones económicas del país, por ello, Guerra considera que las instituciones del sector buscarán consolidarse y no habrá crecimientos tan grandes como en años anteriores.

    El gerente de la Cooperativa 29 de Octubre, Gonzalo Vivero, señala que la expansión del sector es superior al de la banca. “Es un crecimiento anual de casi un 17%, frente a un 6% de la banca privada”. La causa, dice, es una mayor confianza que se logró con regulaciones y controles.

    Según Vivero, también están involucrados en innovaciones como la banca electrónica, que funciona desde hace un año, y los sistemas de ‘cash management’ para empresas y personas naturales desde hace dos meses.

    Pero tiene una preocupación y es la estabilidad laboral de los socios y clientes. La posibilidad de que pierdan su trabajo eleva el riesgo de morosidad. “Tenemos sistemas para medir ese riesgo y predecir técnicamente lo que puede pasar”, dice el Gerente.

    El movimiento comercial y económico en Tungurahua impulsó la creación de cooperativas de ahorro y crédito. En esa provincia funcionan 150. La entrega inmediata de créditos atrae al socio. Carlos Cambo es asesor de crédito de la Cooperativa Chibuleo. Según él, los dueños de tiendas, comercios o pequeños talleres son quienes usan más los microcréditos.

    Los recursos los invierten en la compra de mercadería, maquinaria, entre otros. Mientras que el de consumo se usa para la compra de vehículos… La ambateña América Vinueza llegó el miércoles pasado a la cooperativa Chibuleo, para pedir USD 7 000 para comprar un terreno para la producción agrícola. “No hay trabas como en los bancos. Voy a sembrar, y con lo que obtenga cancelaré esta deuda”.

    Un grupo de clientes espera por atención en las oficinas de la Cooperativa Jardín Azuayo, en Cuenca. Esta organización es la segunda más grande del país en activos. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES
    Un grupo de clientes espera por atención en las oficinas de la Cooperativa Jardín Azuayo, en Cuenca. Esta organización es la segunda más grande del país en activos. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES