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  • Adrián Ordóñez: Hablar con multilaterales es acertado

    Evelyn Tapia

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     Adrián Ordóñez, gerente general de Coface cree que la economía del país se mantendrá con una calificación de riesgo alto mientras las políticas económicas no deriven en resultados palpables. Añade que al buscar financiamiento debe primar el pragmatismo.

    Coface realiza una evaluación de los países y elabora un indicador de riesgo país. ¿Cuál es la evaluación que hacen sobre Ecuador y en dónde nos ubica el índice?

    Todos los países que evaluamos están en una escala, de A1 a E. Es una metodología de riesgo país orientada a calificar la probabilidad de ‘default’ o no pago generalizada en una economía. En nuestra escala, Ecuador está en la C, que significa alto riesgo de probabilidad de ‘default’. Vemos que países como Colombia y Perú están en A4, que es un riesgo razonable. En la región el mejor puntuado es Chile, con una nota A3, que es satisfactoria.

    ¿Esta calificación ha variado recientemente como ha ocurrido este año con el riesgo país de JP Morgan que se ha incrementado en casi 200 puntos?

    Ecuador está en C desde el 2014. Desde que bajó el precio del petróleo. Nuestro indicador es mucho más estable en términos de comportamiento volátil que el JP Morgan, además tenemos un análisis de ciclos más amplios. Lo hacemos trimestral y JP Morgan lo hace a diario.

    ¿Qué elementos pesan para que Ecuador tenga esta calificación?

    Es difícil responder, porque entran varios factores. Está el déficit fiscal y el tema deuda, la proyección de crecimiento, el precio del petróleo. No puedo decir cual elemento influye más.

    El país sigue con esta calificación, aunque la situación económica ha cambiado en relación al 2014. ¿Cuáles son las perspectivas a futuro? ¿Cuánto más permaneceremos con esta calificación c?

    La perspectiva es que la calificación C puede mantenerse en seis meses más. Hay que ver los efectos de nuevas acciones de política económica, los efectos de la Ley de Fomento Productivo y las acciones que está tomando el Gobierno. Definitivamente el precio del petróleo también es importante. Hay proyecciones de que el precio del petróleo WTI se mantendrá en un promedio de entre USD 70 y 60 hasta finales del 2019. Viendo esa estabilidad en los precios y sabiendo que el déficit fiscal primario se va a corregir en tres años, como lo plantea la Ley de Fomento, y que la deuda comenzará a bajar después de eso, me anticipo a pensar que la calificación se mantendrá en C -en el corto plazo.

    El indicador de JP Morgan ha estado creciendo este año. ¿Cómo interpretar ese escenario para el Ecuador y cuáles son los retos que resultan de esta situación?

    El riesgo país de JP Morgan tradicionalmente está atado al precio del petróleo. Mientras subía el petróleo bajaba el riesgo país, pero esta relación se ha roto y esta correlación es atípica desde enero. Ahora incide mucho el tema de la deuda y del déficit fiscal. Con el cambio de Gobierno de alguna manera se conocen ya las cifras de deuda, que ascienden a 46,1% del PIB. Por otra parte, la Ley de Fomento pretende corregir el déficit fiscal primario hasta el 2021.

    Déficit y deuda son entonces los principales retos de la economía…

    Desde el punto de fisco, sí. El Gobierno está reconociendo que tiene una deuda muy elevada y que tiene un déficit primario que no se podrá corregir en un año, sino en tres. Pero como país tenemos adicional a eso dos retos más grandes.

    ¿Cuáles?

    La competitividad. Una de las mejores cosas que nos pasó fue la dolarización, pero esta tiene una cara negativa y es que al ser una moneda dura que se ha apreciado, hemos perdido competitividad por tipo de cambio. El otro problema es el estructural, que está más atado a productividad. Por ejemplo, acá la jordana laboral es de 40 horas y en Colombia es de 48 horas. Aquí hay 20% menos de productividad que incide en la competitividad.

    El alza del riesgo país hace que una emisión de bonos en el mercado para buscar financiamiento resulte muy cara. ¿Qué opciones tiene el país para aliviar la caja fiscal?

    No es fácil, el nuevo Ministro está haciendo un gran esfuerzo en la línea correcta. Hay que hacer una renegociación de la deuda buscando extender plazos y reducir tasas. No sé si los multilaterales son la única alternativa, pero son una alternativa viable porque inciden en opinar en el análisis económico que termina influyendo en las perspectivas positivas que tienen los inversionistas sobre los distintos países y economías. Es acertado dialogar con multilaterales para reemplazar deuda, eso aliviará la caja fiscal y la presión que tiene hoy el riesgo país.

    Hay consultoras que aseguran que la pregunta no es si Ecuador irá al FMI, sino cuándo. ¿Será posible que el país no tenga la necesidad de ir al FMI para evitar cartas de intención y el costo político que estas impliquen?

    Uno tiene que sacar la ideología de la negociación de la deuda y acercarse a quienes ofrezcan las mejores condiciones. Cada multilateral tiene un enfoque, por ejemplo la CAF se enfoca en algunos de desarrollo social, y el FMI bien puede ser un mecanismo para ayudar a la caja fiscal. No hay respuesta única. Compañías internacionales pueden venir a invertir en Ecuador y ser una alternativa de financiamiento. Lo importante es el pragmatismo por sobre la ideología.

    En el último informe de revisión del Artículo IV que realizó el FMI en Ecuador, una de las recomendaciones fue la revisión de subsidios. ¿Está de acuerdo?

    Los subsidios son distorsiones. Se deben eliminar únicamente a las gasolinas súper y extra. No topar al diésel. Quienes tenemos un vehículo podemos hacer un esfuerzo para que el Gobierno no nos regale dinero mediante el subsidio. Al diésel no se lo debe topar porque afecta al transporte publico y al transporte de carga, por lo que podría afectarse el aparato productivo. Al subsidio del gas también se puede hacer una revisión, focalizándolo para los que más necesiten. Hay personas que calientan piscinas con gas y lo más preocupante es el problema de contrabando de gas en la frontera sur. Se puede canalizar estos recursos para los más necesitados.

    ¿Cómo evalúa el indicador de Coface al sector privado? ¿Qué dice su índice sobre cómo se ha estado desempeñando?

    La empresa privada está recuperándose. Esa caída que se vio en años anteriores terminó. Como nuestro indicador mira el ‘default’ principalmente, lo vemos en las cuentas por pagar vencidas o no vencidas por los clientes. Eso no se ha deteriorado y ya es un indicio de lo que se viene. Dentro de ese paraguas hay distintas industrias con distintos comportamientos, pero vemos por ejemplo que la agroindustria tiene buenas cifras y la construcción que ya terminó de caer. Este sector tuvo una caída fuerte y ahora está estabilizándose.

    "Uno tiene que sacar la ideología de la negociación de la deuda y acercarse a quienes ofrezcan las mejores condiciones” Foto: Vicente Costales  / LÍDERES
    «Uno tiene que sacar la ideología de la negociación de la deuda y acercarse a quienes ofrezcan las mejores condiciones” Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Adrián Ordoñez sabe dirigir empresas de todo tamaño

    Carolina Enriquez

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    El manejo empresarial se le da de manera natural. Con 39 años, Adrián Ordóñez ha dirigido compañías de todo tamaño en el país y ahora lidera, en Ecuador, la sucursal de una firma financiera francesa con operaciones globales.

    Su fascinación por el comercio, principalmente, viene desde niño. Cuando apenas estaba en la escuela solía recoger limones de un huerto familiar para hacer jugo y vender en el barrio; en el mismo lugar cosechaba zanahorias y las comercializaba a tíos y primos.

    “Siempre tuvo una visión empresarial. Siempre quiso tener un negocio de venta de abarrotes, desde que era adolescente. Tuvo tan fija esa idea que luego de más de 15 años la hizo realidad”, comenta Roberto Pareja, uno de los amigos de Adrián desde la niñez.

    Para llegar a ese momento, sin embargo, tuvo que primero estudiar y forjarse una carrera. Tras graduarse del Colegio Americano decidió estudiar Economía en la Universidad Católica (PUCE). Lo que le motivó optar por esta carrera fue mirar las finanzas como un todo. “Las empresas son un agente económico que operan en el sistema” dice.

    En el quinto año de carrera supo que la PUCE ofrecía estudiar un año en una institución superior de EE.UU. Aplicó y lo consiguió. De esta manera, llegó a la Universidad de Idaho, ubicada en el estado del mismo nombre.

    Una de las cosas que más admiró en esa época, a la que describe como muy rica en experiencias académicas y personales, fue que el invierno se extendía por ocho meses, seis de ellos con nieve. Aunque lo disfrutó, también le permitió entender que no era el clima en el que quería vivir.

    Adrián tenía la posibilidad de graduarse en EE.UU. en la universidad. Sin embargo, allí obtendría el título de licenciado y no de economista, por lo que volvió a Ecuador para terminar su carrera.

    Llegó en el 2002 y, a la par que hacía su tesis, comenzó a trabajar. Su primera experiencia fue como gerente general en Plumatex, una empresa textil que se dedica a la producción de almohadas y otros artículos de dormitorio.

    En ese momento se dio cuenta que cumplió su sueño de ser empresario. Estuvo a cargo de todos los frentes de esa pequeña empresa y aprendió bastante. Pero el trabajo era fuerte y estaba dejando a un lado su tesis. Decidió renunciar y, finalmente, graduarse de su carrera.

    Apenas obtuvo el título, en el 2004, buscó trabajo como cualquier mortal. Un día tomó el periódico y vio que había una anuncio a través del cual una multinacional, sin nombre, buscaba un joven economista; aplicó y se llevó una curiosa sorpresa.

    Cuando le contactaron le dijeron que no era una multinacional sino el Servicio de Rentas Internas (SRI), que usaba esa estrategia para captar perfiles de personas interesadas en trabajar en multinacionales. Lo novedoso del hecho no impidió que aceptara la posición de especialista tributario, en la que estuvo durante cuatro meses.

    Equipo de trabajadores de la Compañía Francesa para el Aseguramiento de Comercio Exterior (Coface). Foto: Cortesía Adrián Ordóñez
    Equipo de trabajadores de la Compañía Francesa para el Aseguramiento de Comercio Exterior (Coface). Foto: Cortesía Adrián Ordóñez

    En abril del 2004 salió luego que le ofrecieron trabajo en Tejidos Pintex (Grupo Pinto), otra empresa textil en la que se desarrolló como profesional. Su primer cargo fue jefe de producto y mercadeo.

    Se trataba de una industria con operaciones a escala nacional, que se convirtió en una escuela. Desarrolló el departamento de mercadeo, gerenció diversas áreas y pudo estudiar un posgrado en gerencia estratégica de marketing en el Tecnológico de Monterrey, sede Ecuador.

    Ramiro León, gerente general de la compañía, se convirtió en su mentor. “Es un profesional muy capaz y un buen ejecutor. Él desarrolló el área de confecciones. Antes Pintex solo vendía telas y cuando él entró inició el taller y la venta del producto terminado. Fue clave para la empresa”.

    Su alto desempeño le permitió que otras empresas se interesaran en su perfil, por lo que en el 2009 dejó el sector textil y pasó al tabacalero al ingresar como gerente de negocios de Phillip Morris Internacional. Allí también pasó por diversas gerencias, incluso por la de relaciones públicas, algo fuera de lo que habitualmente hacía.

    Él califica la experiencia en la compañía como el ‘PhD’ en los negocios, por sus exigencias.
    Allí estuvo hasta junio del 2017, cuando decidió salir y dedicarse de lleno al emprendimiento de sus sueños.

    En abril del 2014 abrió Smart Delivery, un negocio de venta de productos varios, tipo tienda, en Cumbayá. “Hacemos también servicio a domicilio a través de la línea 1 800 y una aplicación para teléfonos móviles”.

    Sin embargo, las corporaciones no le han querido dejar ir. Desde enero del 2018 trabaja como gerente general de la Compañía Francesa para el Aseguramiento de Comercio Exterior (Coface).

    Datos

    Familia y estudios

    Participó en política universitaria. Formó parte del partido Unión y ocupó cargos como miembro del Consejo Universitario e integrante de la Junta de la Facultad. Está casado y tiene dos hijos.

    Actividades

    Le gusta la equitación como deporte. No ha participado en competencias, pero practica esta disciplina para relajarse. Además, le gusta ver películas como ‘hobbie’.

    Adrián Ordóñez en distintas en su oficina. Foto: Cortesía Adrián Ordóñez
    Adrián Ordóñez en distintas en su oficina. Foto: Cortesía Adrián Ordóñez