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  • El covid-19 afecta más a Latinoamérica

    Giovany Astudillo

    La pandemia del covid-19 golpeará de forma importante a la economía de Latinoamérica, de acuerdo con un análisis del IE Business School, la escuela de negocios con sede en Madrid.

    La investigación destaca el pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI), que establece una contracción del 5,2% del Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina y el Caribe en 2020. Es una caída desconocida en los últimos 70 años, dijo el profesor de Economía del IE, Juan Carlos Martínez. “Para hacerse una idea, la mayor contracción desde 1951, tuvo lugar en 1983, cuando la actividad económica disminuyó un 2,8%, mientras que, en 2009, el año de la Gran Recesión, solo retrocedió un 2%”.

    Él dijo que, hasta ahora, el covid-19 no afectó a los países de la región con la misma intensidad como en la mayor parte de Europa o EE.UU. Eso puede significar que lo peor aún no ha llegado o, que las medidas de confinamiento que se tomaron en la mayoría de los países con prontitud, están sirviendo para frenar el virus.

    Pero consideró que el impacto económico en Latinoamérica será mayor que en otras regiones. En primer lugar porque fue el territorio con un menor crecimiento en 2019, con 0,1%. La reducción del precio de las materias primas, la guerra comercial entre China y EE.UU., la crisis argentina y el estallido social que afectó a varios países, “pasaron factura a unas economías que, en su mayor parte, venían perdiendo fuelle desde que acabó el superciclo de precios de materias primas, allá por 2014”. Para ilustrar, el PIB per cápita regional pasó de crecer 2% anual entre el 2000 y 2014 a caer 0,6% promedio del 2015 al 2019.

    Martínez
    explicó que, si las materias primas ya estaban en 2019 lejos de los precios que tuvieron hasta 2014, la llegada del covid-19 agudizó su desplome. El precio del cobre cayó más del 15% desde principios de año y el petróleo tuvo su mayor caída este mes.

    También bajaron las exportaciones de manufacturas. Otro problema será la disminución de las remesas, que llevaban 10 años aumentando, según el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos. En 2019, casi alcanzaron los USD 100 000 millones, de los cuales el 80% salió de EE.UU. Los países que recibieron mayores cantidades en 2019 fueron México con USD 36 000 millones y Guatemala con 10 508 millones.

    El año pasado, el Ecuador recibió USD 3 234 millones. Esa cantidad fue la segunda mayor de los últimos 20 años, solo superada por la que enviaron los emigrantes en el 2007, que alcanzó los USD 3 335 millones. Para el 2020, el Gobierno estima una reducción de cerca de 570 millones.

    Para los emigrantes, afirmó Martínez, será más difícil seguir enviando dinero a sus familias, lo que reducirá los niveles de consumo en sus países de origen. Y eso sin contar con los cientos de miles de inmigrantes ilegales que se están quedando sin ingresos.

    Por último, dijo Martínez, Latinoamérica se enfrenta a una importante salida de capitales. Más de USD 90 000 millones abandonaron los mercados emergentes de bonos y acciones por la mayor aversión al riesgo y a la desconfianza sobre los efectos del virus.

    “La fuga de capitales, las menores entradas de divisas por exportaciones, turismo y remesas, dibujan un panorama preocupante, que se podría traducir en tensiones”, señaló Martínez.

    IE Bussines School, que tiene su sede en  Madrid,  cuenta con sistemas como el WOW Room para dictar clases virtuales durante la pandemia.
    IE Bussines School, que tiene su sede en Madrid, cuenta con sistemas como el WOW Room para dictar clases virtuales durante la pandemia. Foto: Giovanni Astudillo / LÍDERES
  • El espacio inadecuado afecta al colaborador

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Un espacio de trabajo poco agradable puede generar diferentes malestares en el trabajador. Así lo asegura Pablo Suasnavas, decano de la Facultad de Ciencias del Trabajo de la Universidad Internacional SEK, al hablar sobre áreas físicas inadecuadas en las empresas.

    Un área de trabajo decente, que ofrezca bienestar físico y emocional, conlleva una buena iluminación, ventilación adecuada, nivel de temperatura promedio, carencia de ruidos perturbadores, etc. A esto se suman muebles ergonómicos y espacios aptos para el funcionamiento de una oficina o actividades operativas.

    Si esto no existe, el principal impacto es para la salud de los trabajadores, dicen los expertos. Ellos podrían llegar a sufrir trastornos músculoesqueléticos, dolores de cabeza, vértigo, entre otros malestares en su salud.

    Esto lo vivió Mariana Paredes, jubilada, luego de trabajar 30 años en una oficina en la que permanecía más de ocho horas en un escritorio. Tenía dolores de cabeza permanentes por no estar su computador al mismo nivel de los ojos; además, se resfriaba permanentemente porque el espacio era muy frío y tenía que atender a personas que iban a hacer trámites.

    Si no se regulan las condiciones de temperatura, se puede llegar a generar, incluso, conflictos al interior de los diferentes departamentos de la organización.

    “Si en una oficina o área operativa hace calor en una zona y en otra un trabajador tiene frío porque el aire acondicionado le da en la nuca, habrá problemas. Es posible que el primero apague el aparato y los que están acalorados reclamen. De esta manera, hay fricciones, la productividad baja y los resultados no son los esperados”, explica Suasnavas.

    Por otro lado, cuando no existe buena iluminación pueden producirse errores por problemas en la vista que se puedan generar. En el caso de ruido, que impide la conversación o concentración, también se genera un impacto en los resultados laborales.

    La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece modelos que deben aplicarse en las diferentes regiones del mundo para entornos laborales sanos.

    Esto incluye, además de las buenas condiciones de oficina u áreas operativas, comedores con comida balanceada, zonas de terapia física, lugares para hacer pausas o descanso, etc. Asimismo, el trabajador debe tener un espacio adecuado frente a otro compañero.

    El Decreto Ejecutivo 2393, que data de 1986, determina que entre un empleado y otro debe haber un área de dos metros por dos. Es fundamental evitar el hacinamiento, ya que es foco de enfermedades, tendinitis, afectaciones psicológicas, entre otros.

    Javier Verdezoto, CEO de Nexos Talent EFH, indica que si una empresa detecta que sus espacios no son adecuados debe generar planes de acción para un cambio. El trabajo con los departamentos de talento humano y de seguridad y salud son fundamentales.

    Banco Procredit decidió realizar algunos cambios a sus espacios de labor, con el objetivo de impulsar la comunicación directa entre jefes y trabajadores, el ahorro de recursos energéticos y de agua, un mayor contacto con la naturaleza, menos ruido, etc.

    “Las estaciones de trabajo incluyen separaciones entre escritorios mediante paneles, plantas y cambios de nivel, permitiendo que cada colaborador tenga su espacio personal en un ambiente dinámico. Además, se incluyen áreas de almacenamiento y cajoneras con ruedas, que pueden ser usadas como asientos. Los puestos de trabajo funcionan en islas de dos, cuatro y seis puestos”, indican Ana Triviño y Estefanía Beltrán, arquitectas a cargo de estas modificaciones de espacios.

    Sebastián Lima, director de Calidad, Servicio y Selección de la consultora de RR.HH. Adecco, explica que en el mundo varias empresas han adoptado, o lo están haciendo, la filosofía Happiness o Great Place to Work, que va de la mano con asegurar y velar el correcto funcionamiento de las instalaciones y proporcionar al colaborador un experiencia satisfactoria en la empresa.

    Glovo, por ejemplo, busca aplicar una política de bienestar pues cuenta con cocina, refrigeradora, snacks saludables, comedor, calefacción para los días fríos, etc.

    Además de cualquier mejora de espacio, sin embargo, debe haber limpieza permanente. El vocero de Adecco dice que es necesario gestionar con el departamento encargado de este proceso que el puesto de trabajo al inicio de la jornada laboral esté en correcto estado. Las áreas que deben recibir mayor aseo o más veces al día son los baños, el comedor y las zonas comunes, tanto para empleados como para visitas externas.

    En áreas industriales se deberá contar con recursos especializados en limpieza de este tipo de empresas, ya que las especificaciones van a ser diferentes a la de una de otro tipo. Esto permite minimizar el riesgo de accidentes laborales u otro inconveniente con los empleados.

    Las temperaturas extremas, la falta de aseo, la carencia de mobiliario ergonómico y otros aspectos pueden llevar a que la productividad del equipo disminuya. Foto: Freepik.es
    Las temperaturas extremas, la falta de aseo, la carencia de mobiliario ergonómico y otros aspectos pueden llevar a que la productividad del equipo disminuya. Foto: Freepik.es
  • La crisis profesional afecta lo laboral y lo personal

    Carolina Enriquez

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    Despierta y no sabe qué nuevo problema surgirá ese día en el trabajo; busca empleo en todos los lugares que puede o, simplemente, le ronda de forma permanente un pensamiento de que usted no sirve para la actividad que realiza y no debe estar en la empresa en la que se halla. Así vive alguien que tiene una denominada “crisis profesional”.

    Pilar Moncayo, directora de la Asociación de Gestión Humana del Ecuador (Adghe), señala que hay, al menos, seis causas para que una persona caiga en esa situación. La principal de estas razones es el desempleo o la pérdida del trabajo a cualquier edad.

    Eso lo vivió el ingeniero Diego E., de 30 años. Salió de su empleo a mediados del 2015 y su ánimo fue decayendo conforme pasaban los meses y no encontraba trabajo. “Decidí estudiar una maestría hasta mientras. Acabé y todos los títulos y experiencia que tenía no servían de mucho. Sentía que no servía como profesional. Me tomó año y medio encontrar un puesto. Ahora estoy mejorando cada día”.

    A marzo del año pasado el país registró 355 414 personas en el desempleo, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos.

    Esta situación genera conflictos internos en los trabajadores en cuanto a qué tan óptimos son para desempeñar un cargo y si escogieron bien su profesión.

    Sin embargo, esto también lo viven quienes enfrentan maltrato, mal ambiente laboral, discriminación, inexistencia de un plan de carrera y barreras de las empresas para poder seguir estudiando.

    Estas son otras de las razones que la Adghe establece como causas para llegar a crisis profesionales.

    Una persona en esta situación, de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es propensa a sufrir enfermedades laborales. Algunos de los males son reacciones del cuerpo frente a la idea de acudir al trabajo.

    Para la OIT, un adecuado ambiente laboral permite mejorar la calidad de vida y aumenta el rendimiento de las empresas. Se calcula que empleados felices permiten que la productividad suba hasta en un 88%.

    Un artículo presentado por la Adghe, citando a la web de Equipos&talento, explica que una manera de enfrentar las crisis, que se aplica para las empresas pero también para los trabajadores, está en la capacidad de “resiliencia”. Esto último implica buscar soluciones y no estancarse. La idea es nunca negarse a pedir ayuda.

    Consejos para enfrentar una crisis profesional:

    – Crisis generadas por un mal crecimiento: De ninguna manera hay que aguantar todo lo que venga sin quejas porque no significa valentía. Hay que saber cuándo romper el círculo de una situación profesional que está impactando en el crecimiento.

    Una oportunidad se puede hallar en centros de liderazgo y orientación al trabajador, en los que la persona puede redireccionar sus metas laborales hacia un emprendimiento, otro trabajo o, incluso, una actividad completamente diferente a la que hace.

    -Crisis generadas por un mal directivo o jefe la solución: Para el consultor Pablo Pazmiño, de Estrategia & Gestión, esto está en manos de la compañía.

    -Crisis profesionales que surgen de vacíos personales:  Es clave que las compañías apoyen a la persona a través de los departamentos de recursos humanos o bienestar social. “En estos procesos es importante que haya psicólogos que resalten el potencial del trabajador en la organización”.

    Al menos seis causas conducen a que alguien pierda el entusiasmo y el valor por su profesión. Foto: Ingimage
    Al menos seis causas conducen a que alguien pierda el entusiasmo y el valor por su profesión. Foto: Ingimage
  • Creció la pobreza en la Argentina y afecta a 11 millones de personas

    Diario La Nación de Argentina

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    Logo GDA

    Según la medición del Barómetro de la Deuda Social, de la UCA, el 28,7% de la población quedó en 2014 bajo la línea de pobreza; un año antes afectaba al 27,5%. La indigencia también es mayor y alcanza al 6,4%.

    Desde hace dos años, el Gobierno ocultó los parámetros oficiales para medir cuántos pobres existen en la Argentina. Sin embargo, la Universidad Católica Argentina (UCA) informó ayer 14 de julio del 2015 que, según su propia medición, la pobreza creció en 2014 y afecta al 28,7 por ciento de la población.

    Dos días después de que el papa Francisco -de fuerte ascendencia política en la UCA- finalizó su gira por la región, la casa de estudios decidió finalmente difundir sus indicadores sociales. De acuerdo con esos números, más de un cuarto de los argentinos es pobre. En cifras absolutas, eso significa que alrededor de 11 millones de personas, sobre la base del censo 2010, están en la pobreza. La indigencia también se incrementó y arribó al 6,4% el año pasado (dos millones de argentinos).

    Desde la casa de estudios se animaron a pronosticar que los indicadores sociales de este año mostrarán una tendencia similar a los de 2014 o un leve empeoramiento.

    La canasta básica alimentaria (CBA) por adulto no oficial, que mide la línea de indigencia, pasó de $ 641 en 2013 a $ 885 un año después. La canasta básica total (CBT), que pone un piso a la pobreza, pasó de $ 1341 en 2013 a $ 1 850 en 2014. En el mismo período, una familia tipo pasó de necesitar $ 1 982 a precisar $ 2 735 para no ser indigente. En tanto, ese grupo familiar requirió $ 4 142 en 2013 y $ 5 717 un año después para evitar la pobreza. En ese sentido, una persona debió gastar $ 29 por día para poder comer durante un mes.

    Ese indicador difiere de los $ 9 diarios que estima el Indec, según una actualización de las canastas realizada sobre la base de la inflación oficial.

    Desde fines de 2013, cuando informó un 4,7%, el Indec no difunde los datos oficiales de pobreza. Las justificaciones fueron muchas: Jorge Capitanich afirmó que existían «problemas de empalme» entre series; el actual jefe de Gabinete y candidato a gobernador bonaerense, Aníbal Fernández, dijo que «el Estado no está para contar pobres»; el ministro de Economía, Axel Kicillof, estimó que no publica el número para «no estigmatizar» a los que sufren la pobreza, y el director técnico del Indec, Norberto Itzcovich, sostuvo que «no es fácil medir la pobreza» y señaló que existen 6 000 formas diferentes de calcularla, pero el organismo que preside ya no publica ninguno.

    Semanas atrás, luego de recibir un premio de manos del director de la FAO, José Graziano da Silva, por combatir el hambre en la Argentina, la presidenta Cristina Kirchner estimó que la pobreza en la Argentina es de menos del 5%. La Presidenta jugó un rol fundamental en 2011 para que el funcionario de la ONU llegara al puesto directivo que actualmente ocupa. Ese año, él mismo lo admitió en una conferencia de prensa que realizó en Buenos Aires junto al presidente de la Cámara de Diputados y precandidato bonaerense, Julián Domínguez.

    A pesar de que el actual jefe de Gabinete indicó que en la Argentina hay menos pobres que en Alemania, la UCA ya calculaba en 2013 una pobreza de 27,5% y una indigencia de 5,4%. En un año, la pobreza subió un 4,74%. En tanto, si los programas sociales oficiales no hubieran pasado de alcanzar al 20,2% de los hogares en 2010 a un 28,6% en 2014, la indigencia se habría duplicado. Según la universidad, todos los indicadores presentados ayer sufrieron un deterioro o se estancaron desde 2012, aunque aún siguen siendo mejores que los que la UCA difundía en 2010.

    Inflación y desempleo

    «En la última década se dieron mejoras sustantivas en los indicadores sociales», afirmó Agustín Salvia, coordinador e investigador jefe del Programa del Observatorio de la Deuda Social de la UCA en conferencia de prensa. «Pero esa mejora es parcial. Todavía hay un 50% de los hogares en situación de vulnerabilidad de derechos, y entre 2012 y 2014 se registró un empeoramiento de la medición de pobreza medida por ingresos por la alta inflación y la falta de empleo», agregó.

    «Hoy no hay estadísticas oficiales confiables y transparentes», criticó y completó: «Es importante que el Estado fije un parámetro para medir la pobreza y eliminar la actual debilidad institucional. Las mediciones por ingreso son un recurso metodológico débil, pero que es necesario considerar».

    El comentario sobre la metodología de medición no fue inocente. El Gobierno critica la medición por ingresos -la misma que publicó hasta 2013, incluso después de la intervención de la EPH en 2007- porque estima que no es la que usan las instituciones estadísticas modernas.

    Por eso, la UCA publicó ayer tres tipos de indicadores de pobreza: una medición directa (por necesidades básicas insatisfechas e inseguridad alimentaria), por canastas e ingresos y uno multidimensional.

    Casi todos esos números muestran rojos. Uno llama la atención: más allá de las tasas chinas de crecimiento a lo largo de la última década, según pregona el Gobierno, en casi un millón de hogares sufrieron el hambre durante el año pasado.

    La Universidad Católica Argentina emitió un informe sobre las cifras de la pobreza en ese país, frente a una falta de parámetros oficiales sobre esta problemática social. Foto: Archivo/ LÍDERES
    La Universidad Católica Argentina emitió un informe sobre las cifras de la pobreza en ese país, frente a una falta de parámetros oficiales sobre esta problemática social. Foto: Archivo/ LÍDERES
  • ¿Afecta al país la pelea Apple-Samsung?

    Sebastián Angulo / Redacción Quito

    Hoy el mercado global de teléfonos inteligentes tiene dos grandes oponentes: Apple y Samsung. En conjunto, las dos firmas se reparten el 49,5% de smartphones vendidos a escala mundial, entre enero y junio de este año.

    Pero esta contienda, que en principio se disputaba en el ámbito comercial, se trasladó a los juzgados por problemas de patentes. Apple demandó a Samsung por un tema de patentes y obtuvo una victoria legal que afecta a 16 productos del catálogo de la empresa surcoreana, incluyendo a su teléfono Samsung Galaxy y a su tableta Galaxy 10. Tras el juicio, la multinacional asiática debe pagar una multa de USD 1 050 millones.

    Pero, ¿cuáles son las implicaciones que deja esta disputa y el triunfo de la marca de la manzana en el mercado? ¿Cómo afectará al consumidor final?

    Sandro Pozzi Dell, periodista y analista económico de diario El País de España, sostiene en su blog que el perdedor no es Samsung sino los consumidores. “Porque el derecho exclusivo para usar una determinada tecnología puede traer como efecto que menos dispositivos salgan al mercado y los precios tiendan a subir”.

    En el caso específico de Ecuador, Alberto José Sandoval, gerente de Businesswise, empresa especializada en el comercio de dispositivos móviles, señala que no existirá una mayor afectación al consumidor ecuatoriano. Esto, en el caso de que se prohiba la distribución de algunos modelos de teléfonos Samsung en el país.

    Sandoval asegura que la marca surcoreana ha ganado terreno en los dos últimos años. Sin embargo, ahora el cliente posee diversas opciones de equipos que cuentan con Android y Windows Phone.

    Asimismo, Sandoval explica que en el país, las terminales más buscadas son las Samsung, por su costo y prestaciones; BlackBerry todavía ocupa un buen espacio, mientras que el iPhone es un producto aspiracional para la mayoría.

    En Inteleq, distribuidora de productos Apple en el país, se venden 100 iPhones mensuales, desde enero de este año. Mientras que en el 2010 solo se comercializaban de 20 a 30 al mes.

    Esta compañía señala que el incremento se debe a que en este año Apple lanzó sus productos para el mercado latinoamericano. Además, Inteleq sostiene que los usuarios de iPhone forman un grupo más amplio; un indicador de ello es que al mes sus tiendas veden unos 3 000 estuches para este tipo de dispositivos.

    Jonathan Scaillon, gerente de Producto de banca Móvil para Latinoamérica de la consultora Yellow Pepper, observa un escenario distinto. Prevé que si modelos de Samsung dejan de venderse, el ecuatoriano migrará a marcas como LG o HTC que funcionan con el sistema Android, “que está bien posicionado en Ecuador y destronó a BlackBerry; el iPhone se mantiene para un público reducido”.

    En el Ecuador, las compañías telefónicas no proporcionan información sobre las marcas y modelos de teléfonos con mayor demanda. Pero según un reporte de Google Analytics, en enero de este año el 23,9% de ecuatorianos usuarios de smartphones utilizaban BlackBerry, le seguía el iPhone con el 20,5% y Android con 17,5%. El 38,1% restante se reparte entre otras marcas.

    Ramiro Rodríguez, vendedor de la distribuidora Pacistar S.A., de Guayaquil, asegura que este año los equipos Samsung son los más buscados, le sigue Black- Berry; el iPhone no, por su alto costo.

    Datos del Ecuador

    • En el 2010. Entre enero y junio del 2010 se vendieron 72 000 unidades de BlackBerrys, 32 692 de Nokia y
    • 3 770 de iPhone, según datos de Yellow Pepper.
    • Teléfonos inteligentes. Según datos del Instituto de Estadística y Censos (INEC), en el país existen 500 000 usuarios de smartphones.
    • Usuarios. Según el INEC el 71,5% de usuarios de smartphones tienen entre 25 y 34 años de edad.

  • Falta de norma afecta a la industria

    Históricamente, las industrias han sido las más golpeadas por el crecimiento urbano y Quito no ha sido la excepción. La falta de planificación de los gobiernos locales ha provocado que las industrias, en poco tiempo, se vean rodeadas de asentamientos urbanos y obligadas a buscar nuevas ubicaciones.

    Un plano de la ciudad, elaborado en conmemoración del centenario de la Batalla de Pichincha y que data de 1922, registraba las siguientes industrias: Cervecería Germánica, Cervecería Oriental, Molino El Retiro, Fábrica de Tejidos Palacios, Martinnaud Hermanos y otras industrias anónimas. Estas se ubicaron paralelamente al río Machángara, considerada en aquella época una «zona alejada» de la urbe. De este modo, se constituyeron en lo que sería el » primer frente pionero industrial», dice la arquitecta Alejandrina Villarroel, quien elaboró la tesis Ecología industrial en Quito.

    «No había una lógica de planificación de la ciudad. La idea solo era estar lejos».

    Pero la mano de obra que demandan las industrias producen, a la vez, un efecto de «acercamiento». Así nacen en Quito los llamados barrios obreros. Con ello, el espacio ocupado por la industria en poco tiempo quedó dentro de la urbe.

    Además, aunque en 1942 se realizó el primer plan regulador para la ciudad, que ubicó a las industrias al sur, los reglamentos de zonificación y de uso de suelos recién se establecieron en 1967. Quito no se extendía más allá de la Villaflora, por lo que las fábricas fueron al sur (Turubamba) y al norte (El Inca). Pero la población creció y dejó, otra vez, a las industrias en mitad de la urbe. Villarroel dice que pese al crecimiento urbano, nunca se previó la creación de parques industriales sino hasta el 2008 (ver mapa).

    Como parte de su investigación, Villarroel realizó un estudio en 130 empresas de la capital, a las cuales consultó, entre otros, si consideran que se debería manejar un proceso de reubicación de la zona industrial ante el crecimiento poblacional y de vivienda. Un 51% respondió que sí, siempre y cuando existan incentivos, que las nuevas áreas cuenten al menos con servicios básicos y garantías de que no se autorizará la construcción de vivienda en los alrededores. Un 45% dijo que no, por el elevado costo que esto implicaría y un 4% no respondió.

    Eduardo Dousdebés, secretario metropolitano de Desarrollo y Productividad, dice que el plan municipal para los nuevos parques industriales incluye varios incentivos; entre ellos, seguridad en el uso de suelo por 99 años. Indicó que el Municipio trabaja en garantizar servicios básicos y líneas de crédito potentes para lo cual buscarán apoyo gubernamental. Villarroel propone «ecoparques industriales», que integren el tema ambiental y de cooperación entre firmas para el tratamiento de desechos, lo cual reduce costos y emisiones, por ejemplo.