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  • Norma revive la piel de África en Ecuador

    Elena Paucar 
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    Es la diosa de los ríos. En la mitología dela cultura yoruba Oshun simboliza la feminidad, con sus joyas y paños bordados.

    Esta divinidad es la inspiración de Norma Rodríguez Gruezo y el nombre de su local de moda afro, que surgió en el 2003, tras un inesperado viaje a África. Allí sintió el despertar de sus raíces.

    Ocho años antes había llegado a Italia, donde conoció a su ‘fratello’ Dudú, un senegalés que le enseñó la tradición detrás de los coloridos trajes africanos que vendía en Génova. “Me vestía como ellos. Ya no sabían si era ecuatoriana o era senegalesa”, cuenta Norma.

    Sus dedos se entrelazan como una máquina cuando de trenzas se trata. Sin dejar de trenzar revive su primer encuentro con la ‘tata’ Ana (abuela, tía o una mujer mayor), allá en Senegal. “Ella es de la etnia wolof, que se destaca por su elegancia. Son los que marcan la moda en el continente”.

    Las perchas en su casa, en la cooperativa Vencer o Morir de la lsla Trinitaria, en Guayaquil, atesoran algunas de las prendas africanas que ahora son el molde de sus creaciones. Ahí está el traje morado de arandeles amarillos, el primer regalo de su tata. “Realzan la naturaleza. Los trajes son hechos a mano; hasta tiñen las telas”, cuenta como parte de su aprendizaje durante 15 días en África.

    En el 2013, cuando regresó a Ecuador, empezó sus propias confecciones. Son batas frescas, grabadas con tigres, cebras, elefantes y paisajes de la sabana africana; otros, multicolores, como las plumas de un pavo real; o bañados con lentejuelas, alineadas para dar forma a un alacrán rojizo.

    Oshun es la piel con la que Norma ha vestido pasarelas en el país, ha creado documentales de dioses africanos y el toque de elegancia de cuatro matrimonios afro. Todos son hechos a mano y pueden costar entre USD 50 y 60; aunque confiesa que en muchas ocasiones los presta. Ella también es parte de la Asociación de Artistas Afroecuatorianos.

    Norma nació en Barrio Caliente, Esmeraldas. Es la quinta de ocho hermanos y la única mujer. Su compromiso con la comunidad afroecuatoriana comenzó poco después de graduarse de periodista, cuando se involucró en el trabajo con el movimiento afroamericano.

    Recorrió países de Centro, Sur y Norteamérica, a través de proyectos investigativos de organismos internacionales. Y asistió a talleres en universidades estadounidenses. Por eso, cuando habla de las raíces africanas en Ecuador, Norma está segura de la descendencia mandinga, yoruba y conga.

    Todo ese conocimiento cobró un sentido más fuerte en su segunda visita a Senegal. “Nuestra raza había perdido identidad.

    A más de perder nuestro idioma perdimos nuestra religión, nuestra forma de vestir. Cuando se dio la época esclavista se quiso borrar de la memoria las huellas de las culturas africanas.
    En casa de Norma solo existen camisones largos y holgados, de algodón o lino, que pueden ser usados tanto por hombres como por mujeres. Algunos, elaborados con retazos, representan a las etnias de Namibia.

    “Así como en la religión se da el sincretismo, la mezcla de una divinidad con un santo; en el vestido pasó algo parecido. Los esclavos africanos fueron vestidos de una forma distinta, pero sabían que esa no era su tradición, su cultura”. Eso es lo que ahora la propietaria de Oshun busca rescatar, las raíces de sus pueblos originarios.

    Hace 14 años, Norma Rodríguez abrió su taller de moda. Ella crea los diseños de los trajes . Tiene bisutería. Foto: Joffre Flores / LÍDERES
    Hace 14 años, Norma Rodríguez abrió su taller de moda. Ella crea los diseños de los trajes . Tiene bisutería. Foto: Joffre Flores / LÍDERES
  • África, nuevo destino de la industria aérea

    The Wall Street Journal

    La aviación africana, hasta hace poco dominada por aerolíneas de expotencias coloniales europeas, se está abriendo a empresas de todo el mundo, lo que está ayudando a transformar el continente en uno de los mercados aéreos de más rápido crecimiento.

    Las grandes aerolíneas del Golfo Pérsico llevan la delantera. Qatar Airways Emirates, de Dubái, y Etihad Airways, de Abu Dhabi, ven el mercado africano como una oportunidad fácil en el patio trasero de su casa. La brasileña Gol también tiene la mira en el continente. La empresa está analizando la posibilidad de abrir una ruta entre Brasil y Nigeria.

    En tanto, aerolíneas de EE.UU. que nunca ofrecieron vuelos a África están descubriendo el continente. Asimismo, en una señal de la renovación de la región, un número creciente de líneas aéreas de África está expandiendo sus operaciones, aunque la competencia con los gigantes globales está resultando difícil.

    Las potenciales perdedoras son las aerolíneas europeas, que hasta hace poco eran las únicas que ofrecían conexiones hacia muchos países africanos. ‘De repente, los europeos han empezado a despertarse’, señala el presidente de Emirates, Tim Clark. Mientras las aerolíneas europeas desaceleraron su expansión africana en los últimos años, ‘nosotros vimos (la región) como una gran oportunidad‘.

    Emirates se está acercando a Air France en la pelea por el primer puesto entre las líneas aéreas no africanas con más tráfico al continente, según la firma de consultoría Innovata LLC.

    Air France-KLM SA ‘sigue aumentando los vuelos, las rutas y el tamaño de sus aviones en África para alimentar sus centros de conexión en Europa’, afirma Pierre Descazeaux, el vicepresidente senior para África y Medio Oriente. El grupo, dueño de 26% de Kenya Airways Ltd. y 20% de Air Côte d’Ivoire, aumentará su capacidad en África en más de 8% para mitad de año, frente a un año antes.

    Las compañías aéreas se dieron cuenta del potencial de África gracias al ascenso de Brasil, Rusia, India y China, que representan una parte creciente del comercio internacional de África. Esos países se hallan entre los mercados aéreos que más están creciendo en el mundo.

    A pesar de que la aviación africana aún sufre por décadas de negligencia, su infraestructura e historial de seguridad están mejorando. El tráfico de pasajeros en los 12 meses cerrados el 30 de abril aumentó 7,3% frente a un año antes, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés).

    En tanto, la riqueza africana está creciendo. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico prevé que la economía general de África crezca 4,8% este año y 5,3% el próximo.

    Hasta hace poco, la modesta cantidad de pasajeros que viajaba a África consistía principalmente en empresarios occidentales, unos pocos africanos que podían costear un viaje en avión y representantes de organizaciones benéficas internacionales. Ahora, los asientos están ocupados por cada vez más empresarios y ciudadanos africanos que han progresado económicamente. Firmas de construcción chinas, gigantes mineros australianos y petroleras estadounidenses también contribuyen a llenar los vuelos.

    ‘Junto a los países BRIC, es el mayor mercado de crecimiento, con economías en rápida expansión, riqueza e inversiones extranjeras‘, señala el presidente ejecutivo de Etihad, James Hogan.

  • En Sudáfrica se arma batalla por el control de la marca ‘Mandela’

    El Mercurio de Chile Grupo de Diarios América (GDA)

    Convertido en una de las figuras más importantes del siglo XX, está claro que tras su muerte, la leyenda de Nelson Mandela seguirá inspirando a miles de personas en todo el mundo. Por eso el debate ahora pasa por saber quién y cómo administrará el incalculable legado y la imagen del ex Presidente. Y la discusión se vislumbra compleja.

    Hasta hace poco se sabía que el Nobel de la Paz registró, por primera vez en el 2003, su marca personal en Europa para garantizar que sus herederos pudieran conservarla más de 80 años después de su muerte.

    Ahora, con Mandela fallecido, se ha hecho evidente una pugna que involucra a su familia, al partido Congreso Nacional Africano (ANC) y a la Fundación Nelson Mandela, que buscan la forma de quedarse con el control de su legado.

    Los problemas comenzaron en abril pasado, cuando las hijas de ‘Madiba’ iniciaron una batalla legal contra el abogado y amigo de su padre, George Bizos, para anular el poder que este había recibido para administrar dos vehículos de inversión que controlan la marca del ex Presidente. Según una declaración jurada presentada por Bizos, las dos hijas, Makaziwe Mandela y Zenani Dlamini, estaban tratando de conseguir el control del principal fideicomiso de Mandela desde el 2005, y se convirtieron en administradoras sin su conocimiento.

    Por décadas, la imagen del ex Presidente se ha asociado a diversas organizaciones humanitarias y ha aparecido en miles de objetos. Así, por ejemplo, una parte de los ingresos de la línea de ropa de la fundación, llamada 46664 -por el número de prisionero de Mandela en la isla Robben-, se destina a pagar la educación de los miembros de la familia.

    Además, está la Fundación Nelson Mandela para Niños, que tiene derecho a utilizar su nombre para recaudar fondos. Entre 1995 y 2012 recaudó USD 116 millones en ingresos y otorgó 44,6 millones en becas. La figura del ex Presidente también ha servido para que sus nietas Zamaswazi y Zaziwe lanzaran una marca de ropa llamada ‘Long Walk to Freedom Apparel’ («Largo camino hacia la libertad») y para que fueran protagonistas del reality estadounidense «Being Mandela» (Siendo Mandela).

    Por otro lado, se calcula que existen al menos 40 compañías registradas oficialmente con el Gobierno sudafricano que utilizan el nombre Mandela, pero que no tienen ninguna relación con él. La lista incluye a la Academia de Enfermería Gandhi-Mandela, los Servicios de Transporte de Camiones Mandela, la Compañía de Marketing Mama Mandela o Artículos de Tocador Gracias Mandela.