Etiqueta: agroindustria

  • La pulpa de fruta que se reinventó

    Redacción Quito

    (I)

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    Una llamada telefónica un viernes en la noche, en abril del 2018, fue el inicio de una nueva etapa para la empresa Healthy Food. “Te vendemos los activos” fue una de las frases que recuerda José Miguel González.

    Este empresario, con estudios en economía, había analizado en detalle a la empresa en mención y sabía que tenía potencial para crecer. Para entonces González sumaba experiencia en la industria de alimentos: llevaba más de 10 años en una firma agroindustrial y tenía en mente comprar una empresa del sector para emprender por su cuenta con la ayuda de su socio José Antonio Proaño, a quien conoce desde la niñez.

    González empezó a buscar una empresa en el 2017. Conocía que Healthy Food elaboraba pulpas de fruta y estaba convencido de que era una inversión que traería réditos. La compañía, fundada en el 2007, atravesaba un momento retador. Sus anteriores dueños la habían posicionado en el mercado, pero estaba en una suerte de estancamiento. La firma había perdido a su principal cliente.

    González y Proaño habían mostrado interés en adquirir Healthy Food, pero los números no cuadraban. Hasta que el primero recibió esa llamada y las negociaciones tomaron impulso. Luego de dos meses, en junio del 2018 la venta de la empresa se cerró: la cifra del negocio se mantiene en reserva.

    Los nuevos dueños de la empresa tenían un gran desafío: no tenían empleados porque estos habían recibido su liquidación de los antiguos dueños. Tampoco tenían clientes.

    Una de las primeras acciones fue recontratar al personal que ya conocía los entretelones del negocio de las pulpas de fruta. Luego se hicieron ajustes en el área administrativa. Pero el cambio más grande fue el traslado a una nueva planta de producción.

    Healthy Food, desde sus inicios, procesaba las frutas en un local en el sector de El Condado, en el norte de Quito. Pero los nuevos dueños decidieron mudar la empresa al sector de Itulcachi, en las afueras de Quito. Allí, al oriente de la capital, en noviembre del 2018, se instalaron en un espacio alquilado de 1 200 metros cuadrados.

    Fue una buena idea porque al no tener tantos clientes aún, los pedidos se pudieron cumplir sin retrasos, explican los socios de la empresa.

    Pero también se presentó un nuevo escollo. “Queríamos mantener a la gente más experimentada y no todos querían ir a trabajar hasta Itulcachi. A la final vinieron tres, los operarios con más experiencia”. Además se contrató a gente de la zona; ahora la empresa tiene 12 trabajadores en la nómina.

    Hasta la nueva planta de producción llegan las frutas de unos 20 proveedores de la Sierra y Costa ecuatorianas. Maracuyá, frutilla, guayaba, guanábana, mango, tamarindo, papaya, piña… Esta variedad les permite ofrecer hoy en día 16 sabores de pulpas, pero también cuenta con derivados de frutas como mermeladas, ‘toppings’, así como salsa de chocolate o manjar.

    Los procesos en la planta de producción se cumplen bajo altos estándares de calidad. Un laboratorio propio y la certificación FSSC 22000 son el ejemplo de que el manejo de la materia prima, así como el cuidado de los procesos y la seguridad alimentaria son las prioridades.

    Los productos se venden bajo el modelo B2B, es decir de empresa a empresa. Allí están multinacionales que operan en el Ecuador, pero también empresas de alimentos y cadenas.
    Uno de los clientes es Kaaru Food, especializada en la elaboración de yogur griego. Su director de operaciones, Ricardo Ochoa, cuenta que usan la pulpa de Healthy Food desde hace un año y medio. “Sus productos se alinean muy bien con los valores que promovemos en Kaaru y la calidad de la pulpa es superior frente a otras empresas del país”.

    Otro cliente de la empresa es Dulcafé (Sweet & Coffee). Katiuska Dávila es la coordinadora de compras de esta cadena y cuenta que adquiere salsa de chocolate. “Con la nueva administración Healthy Food mejoró mucho, incluso hace unos meses la premiamos como uno de nuestros mejores proveedores”. Dávila también destaca el cumplimiento en las entregas y el trabajo coordinado.

    El trabajo de expansión de la empresa continúa. “Ya pasamos el punto de equilibrio, hemos recuperado clientes ajustándonos a sus necesidades y nuestras siguientes metas son empezar a exportar y planear bien la incursión en el mundo del retail”, dicen González y Proaño.

    Uno de los trabajadores coloca maracuyá en una de las máquinas de la empresa. El trabajo en la planta se cumple de 07:00 a 16:00.
    Uno de los trabajadores coloca maracuyá en una de las máquinas de la empresa. El trabajo en la planta se cumple de 07:00 a 16:00. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
  • La exportación de la economía popular y solidaria se robustece

    Redacción Quito

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    Comercio Los envíos crecieron 9,39% al comparar el primer semestre del 2017 con el mismo período del año en curso. Se destacan productos como banano, cacao, flores y agroindustria. La asociatividad y la solidaridad son dos valores fundamentales de este sector productivo.

    La economía popular y solidaria va consolidándose como un segmento con dinamismo. Allí se encuentran asociaciones, organizaciones y emprendedores que creen en sus capacidades y ya están exportando con éxito.

    Según la agencia de promoción de exportaciones ProEcuador, los envíos de la economía popular y solidaria (EPS) crecieron en 9,39%, al comparar el primer semestre del 2017 con el mismo período del año en curso. Los ingresos generados pasaron de USD 162,3 millones a 177,5 millones.

    ProEcuador añade que durante el primer semestre de este año, las exportaciones de la EPS representaron el 2,78% del total de las exportaciones no petroleras. Esto refleja un crecimiento de 0,24 puntos porcentuales, si lo comparamos con el mismo período del año anterior.

    En esos envíos que crecen se destacan productos como el banano, que fue la exportación con mayor representación. Otros sectores son cacao y elaborados; flores y plantas; y agroindustria, en la que se encuentran productos hechos a base de quinua, maní y hierbas medicinales.

    El negocio de la EPS se caracteriza por valores como la cooperación, la asociatividad, el comercio justo y los productos orgánicos, según fuentes consultadas.

    ProEcuador asegura que cada vez se registra una mayor demanda de productos de la EPS, a la par que aumentan consumidores responsables que desean conocer el origen de los productos que consumen y su historia, así como el valor de su calidad. “Esto se puede ver claramente a escala mundial ya que el consumo de productos de comercio justo, que en su mayoría provienen de pequeños productores, crece a un promedio del 10% anual”.

    En este sentido, las organizaciones EPS ecuatorianas aprovechan estas tendencias incrementando su volumen de exportación, señala la entidad estatal.

    ¿Qué tan preparadas están las organizaciones de EPS para competir en el mundo? Para ProEcuador, la clave es la cooperación entre las mismas. “Por los factores de asociatividad y solidaridad de estas existen espacios de diálogo entre exportadores -de distintos países- que discuten precios mínimos, métodos de trabajo y otros factores que pueden resultar beneficiosos para todas las partes”.

    Entre los casos de éxito se encuentran organizaciones que se reparten en distintos puntos del país. Allí se cuentan la Cooperativa Padre Rafael González, que está en Cañar, o la Asociación de productores de frutas tropicales Costa Verde, en El Oro.

    La primera ha exportado en los últimos dos años sombreros de paja toquilla a Francia y Estados Unidos. Funciona desde hace cuatro años y agrupa a 67 socias del centro de Biblián y comunidades cercanas como San Pedro, Gulanza, entre otras.

    La Asociación Costa Verde, en cambio, trabaja desde hace 15 años y desde hace dos empezó a exportar banano a Rusia, Chile y Argentina. Está integrada por 25 productores de banano, según explica su representante Darwin Orozco. “Hay que entender el mercado y conocer bien a los clientes, para evitar engaños y malos ratos”

    Costa Verde envía en la actualidad 10 000 cajas semanales a Rusia, cinco contenedores de 1 200 cajas a Chile y cuatro contenedores de 1 080 cajas a Argentina. Según Orozco, la clave es mantener la calidad y hacer contactos en ferias internacionales.

    La asociatividad es la esencia el sector

    EE.UU., China, Costa Rica, Perú, Singapur, Italia, Francia y España son los destinos de exportación de los sombreros y bolsos tejidos en paja toquilla por las socias de las cooperativas de producción artesanal Puertas del Cielo y Padre Rafael González.

    Esta última funciona en el centro de Biblián, en Cañar. El martes pasado, las socias se reunieron en el centro de acopio para alistar parte del pedido que deben entregar este mes y enviar a Italia, el principal destino de exportaciones de la economía popular y solidaria (EPS).

    Son 1 200 sombreros que serán enviados, dijo la gerente de la cooperativa, Zoila Chimborazo. Según ella, en los últimos dos años han exportado a Francia y a Estados Unidos. A ese último destino también envían bolsos.

    A finales de 2017, por ejemplo, exportaron 3 000 sombreros a Francia. Además, bolsos, joyeros, llaveros y otros artículos a EE.UU. Chimborazo dice que, en la actualidad, mantienen contactos para vender sombreros a China.

    La representante de la cooperativa señala que sus principales clientes son visitantes nacionales y extranjeros que adquieren bolsos, sombreros u otros artículos para llevarlos al extranjero como un regalo para su familia o amigos.

    Puertas del Cielo, en cambio, funciona en el cantón Azogues. Está integrada por 104 socias de Charasol, Guapán, Delég y Biblián (provincia de Cañar).

    Rosa Cadme colabora en la administración de la organización. Según ella, en julio pasado 500 sombreros tejidos fueron enviados a China. Fue una nueva propuesta en la que los sombreros son tinturados con la técnica denominada degradé. Es decir, mientras baja la intensidad de un color desde la copa hasta el ala del sombrero, la otra tonalidad gana protagonismo al subir desde el ala hasta la copa.

    Esta organización exporta desde agosto del 2016 a EE.UU., China, Costa Rica, Perú, Singapur y España. Cada mes envían al exterior entre 300 y 500 unidades. Al mercado brasileño, en cambio, envían bolsos y a EE.UU. abanicos, cajas, llaveros, bisutería tejida en paja toquilla. Los precios de los sombreros cuestan entre los USD 15 y USD 250, dependiendo de la calidad del tejido. Los bolsos van desde los USD 15 hasta los USD 50.

    En El Oro también hay casos de productos de la economía popular y solidaria de exportación. La Asociación de productores de frutas tropicales Costa Verde está ubicada en el sector conocido como La Iberia, en el cantón El Guabo. Este pequeño gremio reúne a 25 productores de banano que envían su producción a mercados como Rusia, Argentina o Chile. Darwin Orozco, vocero de Costa Verde, cuenta que las exportaciones empezaron hace dos años, tras recibir asesoría de ProEcuador.

    Esta entidad estatal asegura que dentro de las organizaciones EPS exportadoras se repiten factores de éxito que se podrían considerar como claves para iniciar actividades exportadoras. “Entre estos se encuentran la importancia de contar la historia del producto, es decir su procedencia, atributos, la manos que lo trabajaron”. También importa la trazabilidad, calidad y que las organizaciones cuenten con un departamento de ventas o responsables que estén en la búsqueda de mercados.

    Entre las dificultades, según ProEcuador, está la falta de capital de trabajo de las organizaciones con sus socios para el pago de sus productos. Este factor también causa que las organizaciones no inviertan en actividades de promoción de sus productos, ni cuenten con departamentos comerciales que puedan captar oportunidades de negocios para la organización.

    La Cooperativa Padre Rafael González funciona en el centro de Biblián, en la provincia del Cañar. Fotos: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    La Cooperativa Padre Rafael González funciona en el centro de Biblián, en la provincia del Cañar. Fotos: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Santiago León: ‘La gran apuesta es la agroindustria’

    Pedro Maldonado

    Editor del Semanario LÍDERES

    Santiago León, ministro de Industrias, habla sobre la nueva política industrial y las inversiones extranjeras que se esperan atraer hasta el 2025. También analiza las inversiones en la actual coyuntura económica y los resultados del país en el índice de competitividad.

    El Gobierno presentó la nueva política industrial hace algo más de un mes ¿Qué tan factible o qué tan complicado será lograr los objetivos planteados?

    Este tipo de políticas hacia la industrialización son complejas. Es un proceso que necesita la colaboración de todos, tanto del sector público como del privado. El sector público tiene que generar la condiciones y el privado aprovecharlas, pero a pesar de ser un tema complejo, las metas son alcanzables. En este mes hemos tenido reuniones y eventos, pensando no solo en grandes industrias de Quito y Guayaquil sino de todo el territorio. Además tuvimos reuniones no solo con el sector empresarial, sino también con bancos multilaterales.

    ¿Cuándo y para qué fueron estas reuniones?

    El 12 y 13 de septiembre. Allí expusimos la política industrial y sus metas; recordemos que uno de los grandes ejes de acción es atraer 13 600 millones de dólares hasta el 2025. Hay proyectos, potencialidades y oportunidades, pero estos proyectos requieren grandes financiamientos como, por ejemplo, en acero plano donde se necesita una inversión de 500 millones. Además organismos multilaterales presentaron productos financieros para ayudar a este proceso. Tras esas reuniones hubo sugerencias y la CAF, por ejemplo, nos comentó de proyectos similares en España. Así se abren oportunidades.

    ¿Qué otras reacciones se han dado de parte de los organismos multilaterales ante la nueva política industrial?

    En general manifestaron que están dispuestos a financiar con tasas convenientes. De su lado empresarios contaron experiencias; así se va construyendo un entorno favorable para las inversiones.

    ¿Entonces las inversiones son alcanzables a pesar de la contracción económica?

    Por supuesto. A pesar de la situación económica complicada, de la que estamos plenamente conscientes, hemos logrado concretar inversiones interesantes. Un ejemplo es la Ley de alianzas público-privadas, con la cual en estos meses de vigencia se han concretado tres proyectos grandes: el puerto de aguas profundas de Posorja con 1 200 millones, el de Puerto Bolívar con 750 millones y la carretera Río Siete Huaquillas con 665 millones. Y vienen más proyectos en camino como el Puerto de Manta, con un retraso que ya se está corrigiendo, o la vía Santo Domingo-Quevedo-Jujan. Además están los contratos de inversión firmados en varios sectores. Y como gobierno tenemos que hacer nuestra parte, por eso el 14 y 16 de septiembre estuvimos en Chicago y Washington en foros de inversiones y vimos que hay interesados; está por venir una misión de EE.UU. en noviembre. Allá dicen que el país ofrece oportunidades en agroindustria, turismo, minería y energía.

    Usted habla de la infraestructura. ¿Pero qué se puede esperar en el desarrollo industrial como tal con las inversiones que señala?

    Allí está el reto, en ser capaces de atraer los 13 600 millones de dólares, que nos hemos puesto como meta. Agroindustria es un alto generador de empleo, tiene alto componente nacional, es un sector desde donde se empuja fuertemente la economía del país. Somos muy competitivos en cacao, estamos mejorando en café o en maíz. Tenemos una gran cantidad de productos interesantes y biodiversidad.

    ¿Entonces ese sector es la gran apuesta?

    La gran apuesta en el corto plazo es la agroindustria, definitivamente. Es un sector que nos puede ayudar con generación de empleo inmediato, mayor valor agregado. Basta ver un supermercado hoy en día en donde el 95% de los productos son ecuatorianos, con calidad e innovación. Hay bebidas de guayusa, de soya o de horchata con alto valor agregado y que pueden competir a nivel mundial. Allí existe mucha investigación.

    Muchos de esos productos que menciona son resultado del esfuerzo privado y de investigación con universidades. ¿Cómo aporta el sector público?

    Justamente generando condiciones y ambiente. Los emprendimientos se basan en investigación y eso se mejora, por ejemplo, con laboratorios para investigar. Allí hemos aportado con equipos en Azuay, Loja o Tungurahua. Una gran empresa puede invertir en su propio laboratorio, pero un pequeño emprendedor difícilmente puede, pero ahora va a tener un laboratorio. Además el Estado trabaja en reducir tramitología para que los emprendedores puedan desarrollar productos con orientación exportadora, que es donde veo una enorme oportunidad.

    En este proceso la inversión es clave. ¿Qué tan factible es que el sector privado invierta en el actual momento de la economía?

    Estamos en una situación compleja, algunas empresas sienten la falta de liquidez y eso limita la inversión, pero allí vienen las sociedades estratégicas. No necesariamente toda la inversión tiene que venir del mismo país. En los contratos de inversión firmados, por ejemplo, el 80% es capital extranjero, esto es positivo por ser dinero fresco y porque con inversión extranjera vienen conocimientos y tecnologías. No tenemos por qué asustarnos de la inversión extranjera. Por otro lado hay empresas nacionales con liquidez suficiente, esto se ve si comparamos las utilidades: hace 10 años estaban en un promedio de 2 600 millones y el año anterior fueron por 9 000 millones. Allí nos damos cuenta de que existen recursos en la economía. Además hay varios miles de millones en el exterior, por eso insisto en que el desarrollo se va a lograr entre el sector público y privado.

    La semana pasada se presentó el reporte global de competitividad en el que Ecuador cayó 15 puestos. ¿Qué lectura se puede dar a ese resultado?

    El índice tiene 12 pilares y la caída principal del país está en tres pilares: uno es el desarrollo de mercado financiero, pero allí yo pregunto a quién le corresponde el desarrollo financiero ¿al Gobierno o a la banca? También caemos en innovación y al respecto el mismo sector empresarial reconoce que no ha invertido lo suficiente. Y el tercer pilar en el que caemos es eficiencia del mercado laboral, que se basa en qué tan rápido se puede contratar o despedir personal. Es un índice de percepción, pero lo tomamos en cuenta para tomar decisiones.

    La banca y el sector productivo alegan que hay regulaciones que les han afectado.

    En eficiencia laboral mañana puedo pasar una ley para despedir gente y así mejoro la eficiencia laboral del reporte, pero eso no es lo que quiero para el Ecuador. En el sector financiero, por su parte, habría que ver qué pasa, a lo mejor hay algo que el Gobierno no ha cumplido, pero hay una corresponsabilidad. A la banca le ha ido bien y no puede ser que un mercado no se desarrolle porque el Gobierno no hace algo.

    Hoja de vida

    Formación. Tiene un título de economista en la Escuela Politécnica del Litoral, un Máster en Administración Pública y un MBA de la Universidad de Nueva Orleans, en Estados Unidos.

    Además cursó el programa de Gobernanza y Liderazgo Político en el IDE Business School.
    Cargos en el gobierno.  Fue director del Servicio Nacional de Aduana, ministro Coordinador de la Producción y desde julio de este año está al frente del Ministerio de Industrias y Productividad.

    Docencia. Fue profesor de la Universidad Santa María, en la Escuela de Negocios Universidad del Pacífico, en la Espol.

    Santiago León, ministro de Industrias. Foto: Cortesía Mipro
    Santiago León, ministro de Industrias. Foto: Cortesía Mipro
  • La mecatrónica se aplica a la agroindustria

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Al momento de realizar su proyecto de tesis, Diego Mejía, estudiante egresado de la carrera de Mecatrónica de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería e Industrias de la Universidad Tecnológica Equinoccial, decidió realizar un proyecto que pueda apoyar la investigación en el país. Conjuntamente con la carrera de Ingeniería en Alimentos, diseñó y produjo la cámara de ambiente controlado de ozono para uso académico.

    La cámara no será de uso comercial sino que será utilizada para la investigación en el tratamiento poscosecha de frutos ecuatorianos como la mora, naranjilla y uvilla. El objetivo es alargar la vida útil de dichos frutos con el fin de que sean un producto exportable de largo plazo. “La vida útil de una mora, solo con refrigeración, es de 15 días pero con tratamientos poscosecha pueden sumarse 10 días más”, afirma Carlota Moreno, sub-decana de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería e Industrias.

    Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el Ecuador el 40% de la producción agrícola sufre pérdida poscosecha. Por esta razón, la investigación con la cámara permitirá mejorar los procesos.

    Como lo explica su creador, el ozono es una molécula de tres átomos de oxígeno, formada al disociarse átomos de oxígeno encontrados en el aire. La máquina a través de una descarga de alto voltaje rompe los vínculos del oxígeno y genera esta molécula.

    “La evidencia demuestra que el ozono inhibe el crecimiento bacteriano pero debido a que es inestable en pocos minutos se convierte en oxígeno otra vez. Entonces, el gas no deja residuos tóxicos o afecta el consumo del producto”, explica Moreno.

    La aplicación, en los resultados preliminares, dura entre cinco y diez minutos.
    El proyecto tomó casi un año de investigación y alrededor de cuatro a seis meses en ensamblar la cámara. Como recuerda, Mejía, una de las mayores dificultades fue conseguir el sensor ya que tuvo que importarlo porque en Ecuador no existe este tipo de equipos. La inversión total del proyecto bordea los USD 5 000, monto que fue propuesto sea subvencionado por la Universidad.

    Además de la experimentación en el incremento de la vida útil de las frutas, los docentes y estudiantes pretenden encontrar los efectos del ozono en la composición nutricional de la planta. Estudios preliminares arrojan información sobre el aumento de antioxidante a través de este método.

    Con este proyecto no es la primera vez que la carrera de Mecatrónica e Ingeniería de Alimentos han trabajado de manera multidisciplinaria. “En Mecatrónica tenemos más de 400 estudiantes y cada uno busca aplicar su conocimiento en temas prácticos que apoyen la investigación en el país”, cuenta Daniel Bonilla, coordinador de la carrera.

    Datos

    Poscosecha. En la región un promedio de 25% a 50% de la producción de frutos se pierde durante la poscosecha.

    Aplicación. El ozono ha demostrado que al inhibir crecimiento bacteriano prolonga la vida útil de los productos alimenticios.

    Precaución. En cantidades pequeñas, el ozono no es tóxico. Una larga exposición reseca las membranas mucosas del sistema respiratorio.

    Daniel Bonilla, Carlota Moreno y Diego Mejía forman parte del equipo multidisciplinario de esta investigación. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Daniel Bonilla, Carlota Moreno y Diego Mejía forman parte del equipo multidisciplinario de esta investigación. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • Grupo Surpapel: La agroindustria se encaja en sus procesos productivos

    Hólger Ramos B.

    Proveer de cartón a la industria de exportación fue uno de los nichos de mercado que buscó desarrollar Surpapel en el 2001. En ese año, la empresa era representante en el país de proveedores de EE.UU. de bobinas de papel, que abastecían a la industria cartonera local.

    No obstante, en la última década, la empresa adquirió las cartoneras Incarpalm (Machala) y Procarsa (Durán) y fundó la productora de papel Surpapelcorp. Estas compañías forman el Grupo Surpapel.

    El 75% de las acciones de Incarpalm fue adquirido por el Grupo hace seis años. En el caso de la firma Procarsa fue comprada en el 2009. La inversión en Surpapelcorp fue de cerca de USD 75 millones.

    Óscar Illingworth es el gerente general de Surpapelcorp. Dice que en el Grupo participan inversionistas ecuatorianos, chilenos, canadienses, colombianos y de los EE.UU. Para el Gerente, la visión del Grupo fue proveer de cartón corrugado para la industria exportadora de banano, flores, camarón, entre otras, en el caso de las firmas Incarpalm y Procarsa.

    Sin embargo, al fundar Surpapelcorp, el Grupo ingresó en la línea de producción de bobinas de papel. Esta última, importa desechos de papel y cartón desde Centroamérica y EE.UU., y los recicla.

    Para el Gerente, el valor estratégico de Surpapelcorp se centra en producir bobinas de papel, para abastecer a las cartoneras del Grupo y también para generar una cadena eficiente de recolección.

    La idea de crear esta empresa, expresó el chileno Pedro Huerta, presidente de Surpapelcorp, es para sustituir las importaciones de materia prima. “Nos dijimos (con los socios) que en lugar de importar produzcamos en Ecuador, donde está la materia prima y así ahorramos dinero”.

    La materia prima que necesita la planta es papel y cartón. En el mercado local, la tonelada cuesta hasta USD 600, señaló Illingworth. “Al producir aquí el papel, los precios se reducirían en un 10%”.

    Illingworth cuenta que en el país, la demanda de papel para corrugar es de cerca de 600 000 toneladas (t) al año. La planta de Surpapelcorp tiene una capacidad instalada para producir 120 000 t. “Hasta final de año, esperamos haber producido cerca de 70 000 t”. La materia prima se obtiene de los desperdicios de cartón que se recolectan en los autoservicios y de la inclusión de grupos dedicados a la recolección primaria o recolectores.

    Es el caso de la Asociación Artesanal de Reciclaje Vida Nueva, de Quito. Stalin Herrera es el vínculo entre la asociación y la papelera. “La idea es implementar alianzas estratégicas para desarrollar el sector de reciclaje de cartón, que promueve la inclusión entre grupos dedicados a estas actividades”, cita Herrera.

    Iván Chango, presidente de Vida Nueva, comenta que inicialmente están aportando con unas 140 t mensuales de cartón. La recolección la realizan cerca de 60 personas de la asociación y luego la acopian en un centro ubicado en la parroquia Zámbiza, en Quito. Después, el material acopiado es enviado a Guayaquil.

    Para la ministra del Ambiente, Marcela Aguiñaga, este sistema de reciclaje permitirá que los desechos de papel no terminen en los botaderos públicos. “Es una planta amigable con el ecosistema, pero lo más importante es que se reutiliza el papel industrial”. Estas declaraciones, las hizo en la inauguración de la planta de Surpapelcorp, el pasado 27 de junio.

    En las empresas del grupo laboran cerca de 900 personas. Actualmente poseen una cartera de cerca de 800 clientes, entre empresas de exportación, industrias de alimentos, aceites, jabones. Entre esas compañías se encuentran Nestlé, La Fabril, Unilever, Real, Sálica…

  • Las exportaciones de trigo son las más bajas en 35 años

    La Nación de Argentina,GDA

    Este año se advertirá una consecuencia negativa más de la política de intervención del Gobierno en el mercado de trigo. Luego de que en el 2012 los productores huyeran de la siembra del cultivo y el área quedara, con 3,16 millones de hectáreas (ha), en el 2013 Argentina va a tener, con unos 3,3 millones de toneladas, la menor exportación del cereal de los últimos 35 años.

    Por pérdidas de negocios con el exterior, en Argentina ya dejaron de ingresar USD 5 200 millones desde el 2009.

    El dato sobre la menor exportación de los últimos 35 años se desprende de estadísticas de la consultora Agritrend, que conduce Gustavo López.

    Precisamente, entre el período 1979-2013 no se ve una exportación más baja que la que se prevé para este año. La excepción fue en 1978, cuando se vendieron 1,5 millones de toneladas.

    Los 3,3 millones de toneladas estimados se encuentran en el rango de lo que permitió exportar el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, tras registrarse una caída de 37,9% en la cosecha 2012-2013, que finalizó en 9 millones de toneladas. La merma en la producción achicó el saldo exportable.

    Y aun cuando se alcanzaran los 3,5 millones de toneladas que, por su parte, proyecta el Ministerio de Agricultura como exportación, también en ese caso se trata del volumen más bajo en 35 años.

    Desde 1979 hubo años de 3,6 millones de toneladas vendidas al exterior, como en 1981 y 1988, pero no menos que el nivel que actualmente se aguarda de volúmenes de venta al exterior.

    Con una menor performance exportadora, Argentina pierde mercados, lugares en el ranking exportador y, sobre todo, dólares en un momento en que el Gobierno los necesita.

    «De una media de 9,5 de millones de toneladas de exportación (2004-2008) bajamos a una media de 6,2 millones de toneladas, y este año estamos en 3,3 millones de toneladas», señaló López.

    Para el representante de la consultora Agritrend, solo la reducción del saldo exportable desde el 2009 en relación con los años anteriores representó que se dejaran de vender al exterior 16 millones de toneladas por USD 5 200 millones.

    Néstor Roulet, productor de la zona de Canals, en Córdoba, y ex vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), hizo más cálculos. «La menor exportación genera una merma de ingreso de divisas de USD 1 491 millones con respecto a la campaña 2010-2011, y de USD 2 192 millones con respecto a la del año anterior 2011-2012]».   LA NACIÓN (GDA)

  • El fin de los envíos de alcachofa deja aprendizajes

    Redacción Quito y Cuenca

    El cierre de exportaciones de alcachofa en conserva, por parte de Industria Nacional Agroexportadora (Inaexpo), deja varias lecciones para los actores involucrados y plantea varias interrogantes.

    Este 30 de abril, 79 productores, en su mayoría de la Sierra centro, realizarán la última entrega de productos a Inaexpo, que forma parte del Grupo Pronaca.

    Ellos prevén que sus cultivos de alcachofa, pasen a ser tierras para siembra de papas, frutas, lechugas o para el pastoreo.

    Desde la empresa se señala que el motivo principal del cese de exportaciones es la pérdida de competitividad en los precios a causa de la sobreoferta en mercados internacionales.

    Perú y Egipto lo invadieron todo con el producto. Esto llevó a una caída de los precios. Inaexpo indicó que los importadores pedían una reducción del 20% en los precios para mantener las compras, lo cual hacía al negocio poco rentable.

    Analistas opinan que algunos factores que explican este hecho fue la concentración de las ventas en un solo mercado, y la falta de diversificación de la producción para explorar nuevos nichos.

    Al respecto, Inaexpo sostiene que la búsqueda de compradores ha sido una tarea constante.

    La empresa señala que participa en 26 países de los cuatro continentes. Pero EE.UU. es el principal importador con una participación del 65 % de la alcachofa en conserva del mundo.

    Además, Inaexpo afirma que en los años de operación, desarrolló productos que incluían alcachofas marinadas, mix de alcachofa más palmito y tapenades.

    Otros actores del sector productivo analizan este caso y sacan sus conclusiones y lecciones. Para Alfredo Zeller, presidente de la Asociación de Exportadores de Brócoli, uno de los problemas del sector agrícola es la falta de innovación e inversión para tener mayor competitividad en los mercados internacionales.

    La falta de acuerdos comerciales impide a los productores hacer inversiones de más largo plazo; por ello no se arriesgan a comprar nueva maquinaria o mejores insumos para las siembras.

    Zeller añade que los compradores internacionales «no se animan a realizar contratos a largo plazo con las empresas ecuatorianas porque no saben su futuro en temas de tratados comerciales».

    Para la consultora agrícola Red CampoBiz, es evidente que no existió ni existe un programa operacional que contenga un estrategia nacional gubernamental de respaldo para los productores para administrar y/o minimizar impactos.

    Red CampoBiz añade que es indispensable la consolidación de un programa integral nacional que funcione de manera ágil y respalde a los productores financiera y legalmente, para la identificación de oportunidades de negocio y así poder incursionar en nuevos mercados.

    Pero, además, el caso evidencia la sensibilidad de otros productos a destinos como EE.UU y la Unión Europea. Productos como rosas, flores, medias nylon, brócoli, atún, etc., han perdido competitividad debido a la incertidumbre que genera la falta de acuerdos a largo plazo.

    Mientras países como Perú, Colombia, Costa de Marfil, etc., que generan estos productos, han logrado acuerdos que les permiten ingresar con cero arancel a esos mercados.

  • Costa Rica, Tailandia, Costa de Marfil..compiten con Ecuador

    Redacción Quito

    EL mercado de la Unión Europea

    Entre el 2006 y el 2011 se destinó un 29,5% del total de la producción no petrolera a la Unión Europea (UE), según un informe de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor). Un 83,5% de las exportaciones ecuatorianas de madera van a este destino. Le sigue el palmito (62,1%), el banano (28,5%), el atún entero o en trozos (23%), los extractos de café (22,5%), los camarones congelados (16,9%), entre otros.

    Estos productos podrían perder ventajas competitivas desde el 2014 cuando termine el sistema de preferencias arancelarias que la UE otorga al país. Algunos de estos productos, que hoy pagan cero arancel, tendrán aranceles de hasta un 24% el próximo año. Los principales competidores del país son Costa de Marfil, Costa Rica y Tailandia que tienen menores aranceles.

    Alfredo Zeller, presidente de la Asociación de Exportadores de Brócoli, comenta que en el caso de su sector perdió competitividad por la incertidumbre por la falta de acuerdos comerciales.

    Por esta razón, los productores no realizan inversiones. «En nuestro caso hemos buscado más mercados y hemos exportado a Rusia y a Uruguay, pero las cantidades son insignificantes».

    Agrega que los pequeños productores requieren capacitación, sistemas de riego y consolidar la industria procesadora.

    Según el Estudio Estadístico de las relaciones comerciales e inversión entre la UE y Ecuador, a marzo del 2013 y elaborado por Fedexpor, aunque la UE está comprando más tabaco sin desvenar, jugo de naranja, sandías, guayabas y mangos, las ventas de Ecuador de estos productos fueron menores. Pero otros productos, también de gran demanda en el mercado europeo, como palmitos, flores cortadas, jugos de frutas, rosas y hortalizas congeladas crecieron.

    Otro segmento sensible son las micro, pequeñas y medianas exportadoras. El 84% de empresas que realizan envíos de flores a la UE son mipymes. Este segmento empresarial también tiene una fuerte participación en cacao (67%), café (59%) y otros productos agrícolas (64%).

  • Lo orgánico abre las puertas de Europa

    Redacción Quito

    Una barra de chocolate de Ethiquable es el punto de encuentro del cacao fino de aroma de Ecuador y de Costa de Marfil, de quinua de Bolivia y azúcar orgánica de Paraguay. Pero no son los productos los que se fusionan, sino el sueño de pequeños agricultores de alcanzar los mercados europeos.

    Ethiquable es una empresa francesa especializada en comercio justo que busca alianzas desde el 2003 con pequeños campesinos de América Latina y África para vender sus productos en supermercados y tiendas de Francia, Bélgica y Alemania. El trabajo de esta firma empezó con seis asociaciones y una línea de 16 ítems. Uno de los primeros fue el café orgánico de pequeños agricultores de Loja, Zamora y El Oro asociados en la Federación Regional de Pequeños Cafetaleros Ecológicos del Sur (Fapecafé).

    A este se sumaron quinua, aguas aromáticas y, recientemente, chocolate y pulpa de frutas de otras organizaciones ecuatorianas. Ethiquable trabaja solo con productos orgánicos.

    El compromiso de esta empresa con los agricultores es pagar un precio en condiciones de comercio justo. «Respetamos un precio mínimo, aun cuando este supere al del mercado. Y damos un premio si es producto orgánico», anota Nicolás Eberhart, de Ethiquable en América Latina.

    Así, si el precio del quintal de cacao está en USD 140 en el mercado internacional, la firma paga USD 40 adicionales por ser orgánico y 20 más como incentivo por participar en el comercio justo. Otra característica es que la firma francesa no compra más del 50% de la producción a fin de obligar a los productores a buscar otros clientes en el mercado nacional o internacional para que no dependan de un solo comprador.

    La firma tiene presencia en más de 4 000 supermercados solo en Francia, pero a partir del 2008 abrió dos filiales en Alemania y Bélgica para diversificar su mercado. Hoy, la empresa trabaja con organizaciones de agricultores de 20 países como Perú, Colombia, El Congo, etc.

    Sebastián Castillo, presidente de la Federación de Organizaciones Negras y Mestizas del suroccidente de Esmeraldas, Atacames y Muisne (Fonmsoemam), es uno de los agricultores beneficiados de la alianza, que le deja ingresos de unos USD 1 600 al año.

    «Nos pagan un mejor precio que los intermediarios por el cacao». Sin embargo, comenta que conseguir clientes nuevos ha sido uno de los principales problemas de la asociación. La falta de recursos y de apoyo estatal les obliga a entregar el resto de su producción a intermediarios que se llevan su utilidad.

    Los ingresos

    Las ventas. En el 2003 Ethiquable vendió 300 000 euros y en el 2012 alcanzó los 15 millones de euros (USD 19,5 millones). Entrega cada año 9 millones de productos (incluye barras de chocolate, frascos de mermeladas, entre otras).

    El trabajo en Ecuador. Ethiquable trabaja con seis organizaciones de agricultores.

    Los empleados. La firma tiene un equipo de 62 empleados que se encargan de la producción, comercialización y desarrollo de productos. Los trabajadores son los accionistas mayoritarios.

    La cartera de productos. La firma tiene hoy un listado de 120 productos, de estos entre el 30 y 40% es chocolate, 20% café y el resto son té, jugos, etc.

  • La falta de competitividad cerró el mercado

    Redacción Quito

    Las causas

    La eliminación de la lista de exportaciones de la alcachofa en conserva, un producto no tradicional al que le apostaron una empresa y 122 agricultores de la Sierra centro, obedece a dos factores.

    El primero es la fragilidad del comercio exterior ecuatoriano, reflejada en precios menos competitivos. En este caso específico ante los costos reducidos de la alcachofa de Perú y Egipto.

    Felipe Ribadeneira, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores, cree que esta debilidad es el factor estructural. «Es la consecuencia trágica de no tener acuerdos comerciales».

    Ribadeniera señala que en Perú posiblemente hubo mayor inversión por parte de los productores en el sector de alcachofa, para tratar de aprovechar el acuerdo comercial que les da cero arancel y «eso nos dejó fuera del mercado».

    La falta de una política comercial con acuerdos de largo plazo con los principales mercados del país (EE.UU. y la Unión Europea) pone en riesgo otros productos.

    Carlos de la Torre, catedrático de la Universidad Católica de Quito, dice que el problema de la competitividad tiene dos dimensiones: calidad y precio. Si ambas son inferiores en el mercado internacional, los productos son desplazados.

    De la Torre añade que otro aspecto es la falta de diversificación. «Si existe una concentración de ventas a un solo destino, el nivel de vulnerabilidad es alto».

    Para los analistas, el segundo factor que explica el caso de la alcachofa es la falta de planificación en la cadena de producción. De un lado están los agricultores que se concentran en el monocultivo sin darle un valor agregado a la producción. Y, por otro, están las empresas, que no diversifican mercados internacionales y su portafolio de ítems.

    Para Freddy Naranjo, uno de los productores de alcachofa perjudicado, «hace falta mayor capacitación para los agricultores». Comenta que dedicarse al monocultivo es peligroso. En este caso, los productores lo hicieron porque, en principio, era rentable y «fue una oportunidad para recibir mayores ingresos».

    Al respecto, Carolina Córdova, asesora técnica en agricultura y agroindustrias, señala que este problema se repite constantemente en los agricultores del país. Córdova explica que la mayoría siempre le apuesta a productos que comienzan a tener popularidad en los mercados internacionales.

    En principio la siembra puede generar réditos, pero aparecen competidores y el negocio decae años después.

    Por ello, Córdova considera que una de las soluciones para este eslabón de la cadena es brindarles mayor capacitación y asesoría, para que procesen sus productos y puedan buscar por su cuenta mercados internacionales.

    Para el catedrático de la Carrera de Administración de la Escuela Politécnica del Ejército (Espe), Jorge Ojeda, la falta de información es otro problema para que los pequeños y medianos productores y empresarios evalúen el mercado internacional y busquen clientes, o países de interés. Eso hace que algunas empresas concentren algunas exportaciones.

    El Mercado de EE.UU.

    Medias nylon, espárragos baldosas… son sensibles

    Un 78,4% de lo que vende Ecuador al exterior tiene como destino EE.UU. Pero la falta de acuerdos con este socio comercial y de planificación productiva deja pocas oportunidades competitivas frente a otras naciones.

    La importancia de ese mercado para el país es mayor para productos como medias nylon (el 97%), espárragos (83%), baldosas (77%), entre otros. Le siguen en concentración las rosas (37%), conservas de atún (36%), brócoli (32%), etc. Xavier Díaz, presidente ejecutivo de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), señala que el sector ha percibido la pérdida de mercado de EE.UU. desde hace algunos años por la incertidumbre del Atpdea. «Si no se logra una extensión vemos un serio problema para medias nylon, pues el arancel es muy alto -entre 14 y 16%- y en otros productos sensibles textiles llega hasta el 30% o 35%». En tanto, dice, otros como China y Honduras tienen ventajas operativas que les permite ofrecer mejor precio.

    Según un estudio a agosto del 2012 de la Federación Ecuatoriana de Exportadores esta falta de competitividad se traduciría en una reducción de USD 254 millones en las importaciones que EE.UU hace del Ecuador, en los tres primeros años sin preferencias arancelarias. Otro sector sensible son las micro, pequeñas y medianas empresas exportadoras. A este segmento pertenecen un 51% de exportadoras de flores, un 57% de empresas del segmento de frutas y legumbres, etc.