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  • Reciclar y ahorrar son un soporte de esta franquicia

    Patricia González (I)  patriciag@elcomercio.com

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    La venta de productos a granel, que fue tradicional en épocas pasadas, está resurgiendo como una forma de promover el consumo responsable con el ambiente, al reducir el uso del plástico. Desde hace algunos años se ha popularizado en la categoría de frutos secos y otros productos comestibles. Ahora, el sector de limpieza de hogar y aseo personal está incursionando también en la venta por peso, en el país.

    Con una trayectoria en empresas de consumo masivo, llegando a liderar Arca Continental en Ecuador, Juan Carlos Freile se decidió a emprender en esa industria. Tras varios meses de investigación sobre las tendencias de mercado en Europa y América Latina, surgió HigiénECO, bajo el concepto de la venta al granel de artículos de limpieza.

    El emprendimiento fue pensado como franquicia, pero el primer local debía ser propio para conocer y vivir el funcionamiento del negocio, comenta su fundador.

    El capital inicial para arrancar fue de USD 10 000. A finales de enero de este año abrió el primer local en la República y Mañosca, en el norte de Quito. Pero, al declararse la emergencia sanitaria por el covid-19, el establecimiento cerró por varios meses.

    En paralelo a la flexibilización de la cuarentena y el cambio a semáforo amarillo en la ciudad, HigiénECO logró concretar la apertura de las primeras franquicias, que fueron abriendo a un ritmo de una por semana, explica Fleire. El concepto tuvo acogida entre emprendedores e inversionistas.

    “El modelo del negocio es vender el producto en las cantidades requeridas. El cliente paga por el envase la primera vez y a partir de ahí lo recarga en nuestros locales”, señala el Gerente de la firma. De esta forma, el consumidor solo paga por el producto.

    El portafolio de HigiénECO para este mes abarca 21 productos, en las categorías de cuidado personal, cuidado del hogar, cuidado de ropa, antiséptico y, próximamente, cuidado automotor. En su oferta se puede encontrar champú, lavavajillas, desinfectante, detergente líquido y en polvo, cloro, alcohol, entre otros artículos.

    En cada local hay dispensadores para que el propio cliente recargue su envase con el producto que desea llevar. La botella se pesa vacía y luego de ser llenada, de esta forma solo se cobra por el peso del producto, en kilos.

    Juan Carlos Freile es el fundador de la cadena de venta al granel de productos de limpieza para el hogar, aseo personal y otras categorías.
    Juan Carlos Freile es el fundador de la cadena de venta al granel de productos de limpieza para el hogar, aseo personal y otras categorías.

    La marca tiene 18 locales comerciales en Quito y sus valles: dos propios y 16 franquicias, las cuales deben hacer un pago anual por el uso de la marca de USD 2 000. Adicional a este pago, el capital para adecuación del local está entre USD 2 000 y 4 000.

    Esteban Crespo invirtió junto a un socio en cinco locales, ubicados en Llano Grande, Carapungo, Tumbaco, Cumbayá y San Rafael (valle de Los Chillos). “Nos gustó lo novedoso del concepto, que promueve el bajo consumo de plástico, y que los costos son asequibles para la gente”, comenta el franquiciado. El precio por kilo puede estar entre USD 0,60 y 3,71 dependiendo del producto.

    “La categoría de limpieza y desinfección es de alta penetración en estos momentos”, añade Patricia Fernandes, socia junto a Andreína González de una franquicia en Nayón, desde agosto.

    Otro factor que las impulsó a invertir en el negocio son los beneficios hacia el consumidor, tanto en el aspecto económico como ambiental. “Si el cliente no trae su envase, nosotros le ofrecemos otros reciclados”, añade.

    La idea es que las franquicias desarrollen su zona comercial de manera integral, al proveer también a negocios vecinos, como hoteles, restaurantes, oficinas, indica Freile. Otra forma de crecer es surtir a tiendas del sector, en las cuales se ubican dispensadores de los productos HigiénECO.

    Supermercado La Hacienda
    , una tienda a granel, en Conocoto, es uno de los cuatro locales comerciales donde ya se han instalado dispensadores de productos de la marca, que les surte una franquicia de la zona. Para su propietaria, Andrea Pico, el concepto se alineó con su local, al fomentar un consumo ecológico.

    El crecimiento de la cadena, Freile lo atribuye a que va de la mano con las preferencias de los consumidores actuales, que se preocupan por evitar la contaminación ambiental. Los planes son expandirse a otras ciudades.

    ‘La rotación de productos ha ido creciendo’
    Patricio Gangotena, jefe de bodega

    Tengo 62 años. Tengo experiencia en el área financiera, administrativa y de recursos humanos, en empresas de diferentes sectores. Además tuve un negocio familiar por 10 años, hostal Ébano, estaba localizado en el norte de Quito. Juan Carlos Freile tuvo referencias mías cuando trabajé en una distribuidora de productos de consumo masivo. Laboro en HigiénECO desde diciembre pasado, antes de que abrieran el primer local. Soy Jefe de bodega. Me encargo de receptar los productos y verificar la calidad, de la facturación y de hacer los despachos a los locales que nos piden. Fue duro retomar luego del cierre temporal por la pandemia, porque nos propusimos recuperar el tiempo perdido. Se ha crecido bastante en locales y eso hace que aumente la rotación de productos. Yo trabajo con un compañero, que se encarga de la parte operativa. La bodega está en el Valle de Los Chillos. Los días lunes y martes se reciben los productos y entre jueves y viernes se reparten a los locales. Mi idea es continuar colaborando con la empresa al 100% .

    En los locales de la marca HigiénECO los clientes cuentan con dispensadores de los productos, para que sean llenados en envases reciclados. Foto: Diego  Pallero / LÍDERES
    En los locales de la marca HigiénECO los clientes cuentan con dispensadores de los productos, para que sean llenados en envases reciclados. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • ¿Se puede ahorrar en medio de la crisis?

    Redacción Líderes

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    Ahorrar siempre será un reto para una persona o para un hogar. Más aún en épocas económicas complicadas como las que afronta hoy en día el Ecuador y el mundo en general.

    El ahorro es un hábito que según los expertos se desarrolla desde la infancia, pero que también se lo puede activar en otras etapas de la vida. Ese hábito o costumbre permite cumplir metas de corto y de largo plazo.

    El portal Tusfinanzas.ec recomienda empezar a ahorrar temprano, porque así el dinero va a tener mayor tiempo para crecer. Esto te va a permitir pagarte a ti mismo primero y gastar lo que te sobre, en lugar de gastar primero y ahorrar lo que te sobre cada mes.

    Wilson Mariño, experto en temas de finanzas personales, destaca en su libro ‘Cómo mejorar la economía de su hogar, la importancia del ahorro’. “El ahorro es un medio de supervivencia con miras a épocas de escasez”. Este consultor recuerda que siempre existieron métodos de ahorro: en el pasado, por ejemplo, se almacenaba la cosecha o se engordaban animales para el posterior consumo humano.

    Hoy, añade Mariño, el espíritu de ahorro sigue siendo el mismo: prepararse para épocas de escasez y guardar recursos para eventos futuros. “Así, a través del ahorro, se puede construir un patrimonio o un fondo de respaldo para las familias”.

    Ahora bien, en la actual coyuntura económica surge la pregunta ¿es posible ahorrar cuando muchos hogares han visto reducidos sus ingresos?

    Sonia Zurita, profesora de finanzas y evaluación de inversiones de la Espae, la escuela de negocios de la Espol, dice que sí. “Es posible ahorrar siempre que la familia cubra sus gastos esenciales que son alimentación, vivienda, salud y educación”.

    La palabra esencial implica que la familia deberá cambiar sus hábitos de consumo hacia lo mínimo necesario para sobrevivir dentro de cierto estándar o calidad de vida que la familia requiere. Zurita aclara que para quienes no tienen casi ingresos, no es posible ahorrar porque se está en modalidad de supervivencia. “Para quienes sí tienen fuentes de ingresos aunque reducidas, hay que buscar cómo ahorrar”.

    Esta catedrática tiene algunos consejos: el primero es proyectar los ingresos por seis meses, al menos y ser realista sobre la situación laboral o de los negocios. Otro consejo es clasificar los gastos entre fijos (arriendo, comida o salud) y los gastos que vienen de deseos de la persona (ropa, salidas fuera del hogar, etc.).

    En el proceso de ahorro, otra sugerencia de Zurita es comparar mes a mes gastos e ingresos, de manera realista. “Luego se debe priorizar gastos y generar ahorros para imprevistos que hoy no están, pero pueden ocurrir”.Los expertos aseguran que ahorrar trae una serie de beneficios. Uno es poder cumplir una meta familiar como comprar una vivienda o un auto. Otro beneficio es la sensación de satisfacción que obtiene la persona y su familia. Además, mejora la estabilidad emocional de las personas.

    El portal Tusfinanzas.ec añade que es importante que todos se reúnan en el hogar para establecer propósitos y metas. Siempre se debe tener presente que, si se trabaja en equipo, se pueden obtener mejores resultados. Incluso habla de hablar del tema con los niños. “Al incluir a los hijos se les concientiza de los beneficios de ahorrar para el hogar”.

    El ahorro es un hábito fundamental. En la actual coyuntura es posible hacerlo siempre que la familia cubra alimentación, vivienda, salud y educación. Foto: Pixabay
    El ahorro es un hábito fundamental. En la actual coyuntura es posible hacerlo siempre que la familia cubra alimentación, vivienda, salud y educación. Foto: Pixabay
  • Regalos, folletos… todo para ahorrar

    Ivanna Zauzich. Redacción Cuenca

    Alcancías, calendarios con ‘tips’ para el ahorro, boletines para invertir las remesas o cómics con historias para incentivar la reserva de una parte del Bono de Desarrollo Humano (BDH), entre otros productos, son la propuesta de las cooperativas para impartir educación financiera a sus socios.

    Estas entidades son distintas a los bancos y el objetivo es que sus socios sean conscientes del manejo del dinero y de sus ingresos, y evitar sobreendeudamientos. De esta forma, la cooperativa tendrá un ambiente sano y la entidad tendrá dinero para destinar a los créditos que otorga en su comunidad e impulsar el desarrollo económico, señala el analista financiero Ricardo Roldán.

    La cooperativa Juventud Ecuatoriana Progresista (JEP) apuesta a la educación financiera desde los niños. Ellos pueden abrir su cuenta con sus padres y solo necesitan la partida de nacimiento o copia de la cédula y USD 10 como capital inicial. Según la directora de Negocios de la JEP, Karina Saldaña, mediante el personaje animado Jepito motivan a los niños para que ahorren.

    Este personaje está en las alcancías, libretas, cómics, billeteras y otros objetos que regalan a los niños. “A través de este personaje se enseña la importancia de guardar el dinero”. Esa estrategia dio sus frutos, la JEP tiene 22 000 cuentas de ahorro Jepito en Azuay, Cañar, El Oro, Loja y Morona Santiago.

    Además, la cooperativa realiza reuniones informativas e imprime folletos para educar a sus 400 000 socios sobre el manejo de sus ingresos, dice Saldaña.

    Jardín Azuayo (JA) también apuesta por ese tipo de educación. En su matriz en Cuenca circula su boletín bimensual en el que se publican consejos para ahorrar las remesas.

    Igualmente, esta entidad inició, en noviembre pasado, el programa Pensando en el mañana para que sus socios ahorren una parte del BDH, señala la coordinadora de Gestión de Servicios de JA, Nelly Molina.

    Los beneficiarios de este bono reciben una alcancía en forma de cerdo y de colores traslúcidos con fichas de determinado valor. Si deciden ahorrar, por ejemplo, USD 3 al mes, ese monto irá a su cuenta y de forma simbólica ingresarán una ficha por ese valor cada mes en la alcancía y podrán visualizar cuánto tienen.

    La campaña incluye a una fotonovela y una obra de teatro para enseñar la importancia del ahorro. No se analiza el impacto, pero JA espera llegar a 3 000 beneficiarios del bono en los cantones azuayos de Sígsig y Nabón y en Limón (Morona Santiago) y Suscal (Cañar).

    La inversión en este material publicitario es clave para educar, explica el asesor financiero, Carlos Rodríguez. Según él, más de 100 cooperativas del país trabajan en estas campañas.