Etiqueta: ahorros

  • ¿Cuánto tiempo podría subsistir sin ingresos?

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    Si hoy te quedaras sin trabajo, ¿hasta cuándo te alcanzarían tus ahorros?  Si puedes aguantar más de seis meses, debes saber que estás en un exclusivo grupo al que solo pertenece el 10% de la población en América Latina.

    La mayoría, un 30%, puede aguantar entre uno y menos de tres meses, mientras que uno de cada cuatro latinoamericanos aguantaría como máximo un mes, y los ahorros del 15% no alcanzarían para más de una semana.

    Pero contrariamente a lo que podría asumirse, esta realidad no está necesariamente vinculada a la condición o procedencia socioeconómica de los ciudadanos, sino que suele tener que ver con la ausencia de ahorros y con una informalidad laboral que deja sin protección social a apro­ximadamente la mitad de latinoamericanos.

    La ausencia de ahorros en la mayoría de la población es un factor preocupante en condiciones normales, pero en la crisis actual generada por el covid-19 puede suponer la movilidad social descendente de millones de personas en muy poco tiempo.

    De hecho, se calcula que la pobreza en América Latina y el Caribe se elevará al menos en 4,4 puntos porcentuales (28,7 millones de personas), lo que supondrá que 214,7 millones de personas vivan en condiciones de pobreza, lo que equivale al 34,7% de la población.

    El caso de Natalia Rojas, una administrativa en un centro de atención psicológica del norte de Bogotá, es bastante ilustrativo. A pesar de que gana algo más que un salario mínimo (unos 300 dólares al mes) y que vive con su pareja (trabajador informal), en un apartamento de 60 m² al sur de la ciudad, asegura que son raros los meses en que logra ahorrar. “Normalmente planifico mis gastos según los ingresos de mi salario”, dice.

    Los ingresos de Natalia la convierten en ciudadana de clase media, pero su acercamiento al ahorro la sitúa en el grupo de los que no logra ahorrar de manera sistemática y vive prácticamente al día; es decir, que como la mayoría de latinoamericanos, gasta en función de lo que va a ingresar. Su ejemplo también ilustra que los bajos niveles de ahorro no solo se extienden entre los colectivos vulnerables, sino también entre algunos segmentos de las clases medias.

    Según el Global Findex, solo el 11% de las mujeres y el 16% de los hombres ahorran en América Latina, en contraste con los países de la OCDE, donde ahorran el 50% de las mujeres y el 53% de los hombres, o en el Este de Asia y el Pacífico, donde lo hacen el 36% de las mujeres y el 37% de los hombres.

    Estas cifras indican que la región tiene unos niveles de ahorro inferiores al de las regiones avanzadas y al de otras en desarrollo, como el África Subsahariana. De todas formas, la mitad de los latinoamericanos tiene una cuenta bancaria, un registro similar al de otras regiones en desarrollo Europa y Asia Central, pero muy por debajo a los países de la OCDE, donde el 95% de los ciudadanos está bancarizado.

    “La clave está en la educación financiera”, dice Diana Mejía, experta en Inclusión Financiera en CAF -Banco de Desarrollo de América Latina.

    “Aquellas personas que no solo tienen los conocimientos sobre la importancia del ahorro, sino las conductas relacionadas con tener una meta de ahorro y esforzarse por cumplirla, suelen ser las que ahorran más, independientemente de su condición socioeconómica”, sostiene Mejía.

    La experta asegura que incluso cuando una persona es miembro de un grupo que está relativamente en desventaja, puede haber factores de compensación o ­estrategias que ofrezcan opor­tunidades para aumentar su bie­nestar financiero.
    Hacia una cultura del ahorro en la región

    Hasta la fecha, la mayoría de políticas públicas encaminadas a fomentar el ahorro en América Latina se ha basado en el acceso, es decir, en que más personas tengan cuentas bancarias.
    El problema es, de nuevo, que no existe una cultura del ahorro demasiado extendida y que aproximadamente el 40% de los latinoamericanos sigue ahorrando de manera informal.

    Por eso, parece que las políticas de acceso no son suficientes. Según un informe del BID, los principales limitantes del ahorro formal son la cobertura física limitada de las redes bancarias, la falta de confianza en los bancos y los altos cargos y comisiones de los servicios. Estos desincentivos hacen que el ahorro formal no sea tan atractivo. Ante esta situación, además de mejorar los niveles de bancarización, “para aumentar los niveles de ahorro en la región será necesario que la oferta de productos financieros se adecúe paulatinamente a las necesidades de los diferentes segmentos de la población”, dice Mejía.

    Para sensibilizar acerca del ahorro formal y lograr que los latinoamericanos puedan aguantar más meses sin ingresos será necesario lograr que el ahorro formal sea atractivo. Quizás es poco realista pensar en que abrir cuentas de ahorro en la infancia (como hacen en algunos países centroeuropeos y escandinavos) se convierta en una práctica extendida en la región, pero lo que está claro es que los habitantes de América Latina necesitan ahorrar más para asegurar vidas más prósperas.

    Y esto pasará por instituciones financieras que incentiven el ahorro a través de nuevos productos adaptados a las necesidades de los diferentes grupos poblacionales.

    Robert Valls, ejecutivo principal de comunicación en CAF
    Visiones del Desarrollo es una sección promovida por CAF -Banco de Desarrollo de América Latina- que analiza los principales temas del desarrollo de la región. Los artículos que contiene se publican simultáneamente en los principales

    Los planes de ahorro cada siete días son una ayuda para quienes apenas han decidido cumplir una meta económica. Pueden ser montos desde USD 1. Foto: Freepik.com
    Los planes de ahorro cada siete días son una ayuda para quienes apenas han decidido cumplir una meta económica. Pueden ser montos desde USD 1. Foto: Freepik.com
  • Las lecciones financieras del feriado bancario de 1999

    Wilson Araque para Líderes (I)

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    El pasado 8 de marzo se cumplieron 20 años del feriado bancario que, formalmente, sacó a la luz a una de las peores crisis financieras que ha vivido el Ecuador a lo largo de su historia, en donde los depósitos de los ahorristas se congelaron por un año y, además, como en enero de 2000 se tomó la decisión de implantar el modelo monetario de la dolarización, esos ahorros congelados -cuando fueron devueltos- perdieron su poder adquisitivo en términos del cambio a la nueva moneda. Para poder recibir un dólar, se requirió un equivalente a 25 000 sucres.

    Definitivamente, ese escenario oscuro de la economía ecuatoriana fue un golpe brutal a los ahorros que, con tanto esfuerzo, las familias ecuatorianas los habían acumulado. De ahí, una de las consecuencias que ocasionó este momento difícil de la historia nacional fue la salida masiva de compatriotas al exterior: a España, Italia y EE.UU., principalmente.

    Esa acción desesperada, en última instancia, permitió traer dólares para la naciente dolarización, eso sí con un costo elevado en términos de la desintegración que se produjo al interior de las familias cuyos jefes de hogar -madre y/o padre- decidieron migrar en busca de mejores rumbos laborales.

    Ahora, dos décadas después, la pregunta que surge es: ¿cuáles son las principales lecciones financieras que dejó el feriado bancario de 1999?. Para contestar esta interrogante, se debe resaltar que la respuesta va en lecciones de doble vía. Por un lado, nunca más permitir que en el país se consolide -para supervisar a las instituciones financieras– una legislación permisiva como la vigente en 1999; la cual, ofreció demasiadas libertades que terminaron creando el terreno fértil para que crezca el libertinaje, es decir, una forma de operación en donde la supuesta libertad que la ley otorgaba no estaba acompañada de actos cargados de altas dosis de responsabilidad, sino más bien de dosis elevadas de excesos, abusos e irresponsabilidades financieras.

    Fue común, por ejemplo, que los bancos de esa época -sobre todo los que se cerraron- otorguen créditos a empresas vinculadas a las propias instituciones financieras.

    Por otro lado, desde de la gestión de las finanzas personales, la lección que queda es que jamás, cuando se inviertan los recursos ahorrados, las personas se dejen guiar, únicamente, por la alta “rentabilidad” que le ofrecen, pues, siempre es recomendable que se investigue, también, el “riesgo” que se está asumiendo.

    En la época del feriado bancario, lamentablemente, miles de ahorristas cayeron en las garras de ciertas instituciones financieras que, de forma tramposa, a pesar de que sabían que su situación financiera estaba en franco deterioro, continuaron captando recursos del público mediante la aplicación de sendos mensajes publicitarios en donde -con el consentimiento de las autoridades financieras-, con letras gigantes, colocaban altísimas tasas de interés como gancho motivador para la captación. Son lecciones dolorosas que siempre debemos recordar.

    El feriado bancario marcó la vida de miles de clientes de los bancos.
    El feriado bancario marcó la vida de miles de clientes de los bancos. Foto: Archivo Líderes
  • Los ahorros, del banco a un florero: ¿Pánico bancario en Grecia?

    Agencia DPA

    Atenas

    «Deme todo, por favor. Deje sólo diez euros», le dice una mujer mayor a la cajera de una sucursal bancaria en Atenas. Aburrida, la empleada se da la vuelta y hace lo mismo que lleva días haciendo: entregar dinero en efectivo a los clientes. «Casi nadie viene a hacer un depósito», comenta. «No hay mucha fila para el cajero automático porque los clientes quieren retirar más dinero de la cantidad diaria que permiten los cajeros», explica el director de la entidad.

    En Grecia se está dando algo así como una sigilosa «estampida bancaria» que mes a mes va en aumento. «Nos estamos desangrando lentamente», lamenta el director. Muchos quieren asegurarse de que tendrán suficiente efectivo para cubrir sus gastos en los próximos meses, aun en caso de que el país debiera declararse en quiebra y ordenara el control de los capitales.

    «He hecho lo necesario para poder pagar el geriátrico los próximos cinco meses», cuenta un anciano inválido que ha hecho un poder a su hijo para que pueda retirar todos los fondos que se encuentran a su nombre.

    ¿Cuánto dinero se ha extraído? El miércoles el Banco de Grecia afirmó que los ciudadanos y empresas retiraron 29 400 millones de euros en los primeros cinco meses del año, lo que implicó una caída de las reservas a unos 128 000 millones de euros. Antes de que estallara la gran crisis de 2009 las entidades griegas contaban con depósitos por con casi 233 000 millones de euros.

    La prensa estima que la mayor parte de los fondos retirados en días recientes (unos 20 000 millones de euros) se encuentran en el país, ya sea en cajas fuertes u otros sitios particulares. ¿Y el resto? Las clases acaudaladas fueron transfiriendo sus capitales al extranjero a lo largo de los últimos años de crisis. En cambio hoy en día está en juego el ahorro del ciudadano común.

    Algunos entierran sus fondos (unos miles de euros) en el jardín, envueltos en una bolsa de plástico, o los esconden en un florero. Pero eso supone noches de insomnio. «La abuela se levanta una y otra vez y alumbra con la linterna en dirección a la higuera», relata Ionna, una farmacéutica de 32 años de Markopoulo, un suburbio de Atenas. Su abuela ha enterrado más de 7 000 euros junto al árbol, todos sus ahorros.

    Otras familias reparten el dinero. Evangelia Sideridou, jubilada del barrio de Jalkidona, ocultó 2 000 euros en la nevera, dentro de un melón sin semillas. Su hijo ha escondido otros 1 600 euros en un caño tirado entre otros trastes en el garaje. La familia no tiene más dinero.

    Las escenas que se suscitan son de lo más diversas. A veces las personas mayores llaman a sus hijos porque no recuerdan dónde ocultaron el dinero y toda la familia se pasa horas buscando los ahorros de los abuelos. También hay quienes, por miedo a que entren ladrones, llevan el dinero todo el tiempo consigo. «Yo soy fuerte. Es poco probable que alguien me asalte», asegura un panadero que mide 1,95 metros y pesa 140 kilos en el centro de Atenas.

    La policía ya ha emitido alertas sobre los robos. Pero, aunque los ladrones estén a la orden del día, «¿cómo puedes convencer a la gente, en estas épocas, a que deje en el banco su dinero?», se pregunta el oficial Prokopis S., de la policía criminal, dando un profundo suspiro.

    Grecia dinero
    El Banco de Grecia afirmó que los ciudadanos y empresas retiraron 29 400 millones de euros en los primeros cinco meses del año. Foto: EFE
  • El cuarto nivel se financia con becas, créditos o ahorros

    Redacción Guayaquil

    Una de las principales restricciones en el momento de iniciar una carrera de cuarto nivel está relacionada con los costos. Así lo consideran los consultados por LÍDERES que cursan o han culminado un posgrado.

    Para Gina Salinas, economista y con una Especialización en Proyectos de Desarrollo y una Maestría de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB), la primera opción para financiar su posgrado fue utilizar sus propios recursos. Ella, luego de obtener su título universitario en la Escuela Politécnica Nacional (Quito) difería mediante una tarjeta de crédito los pagos. «En dos años y medio invertí unos USD 8 500. Para seguir creciendo académicamente optaría por un crédito del IECE».

    La meta del Instituto Ecuatoriano de Crédito Educativo y Becas (IECE) es colocar más de USD 120 millones en créditos en el 2013. Las operaciones crediticias de esta entidad se mantienen en reestructuración, luego de que el pasado junio, en el enlace sabatino 324, el presidente Rafael Correa indicara que el Banco del Pacífico es el encargado de otorgar los préstamos. Los directivos de aquel banco aseguraron a mediados de este mes que aquel mecanismo estaría operativo desde el próximo noviembre y se tramitarían 1 700 solicitudes al mes.

    Artículo de:

    El IECE ofrece créditos para estudios nacionales e internacionales con una tasa promedio de 7,42% y los montos van desde los USD 10 900 (sin garante); 24 000 con un garante y 48 000 con dos garantes.

    Para María José Sánchez, estudiante de la Maestría en Comunicación con mención en Empresas de la UASB, la inversión de USD 5 200 por dos años de estudio se reflejaría en mejorar sus aptitudes para incursionar en nuevos campos laborales. «Quiero abarcar otra rama y decidí esta carrera, luego de dedicarme a la comunicación digital y marketing por un año».

    Existen también programas de financiamiento del sector privado. El Crédito Maestrías del Banco Pichincha, por ejemplo, ofrece hasta USD 15 000 con cuotas fijas hasta tres años plazo. Los requisitos solicitados incluyen copias de documentos de identidad, roles de pagos o declaraciones del pago de impuestos.

    Para Christian Cutiupala, economista y estudiante de cuarto nivel de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), una buena opción es visitar embajadas y conocer los programas de becas que tienen diversos países.

    Evalúe las opciones Las becas. La Senescyt otorga becas a la excelencia académica para estudios nacionales o extranjeros.

    Las tasas. Antes de vincularse en un crédito evalúe las tasas de interés que más le convengan.

    USD 10 000 es el costo promedio de un posgrado