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  • Emprendedores se ajustan por covid-19

    Redacción Quito

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    El impacto del covid-19 ha sido intenso y más de la mitad de las empresas jóvenes ha dejado de vender; 25% de ellas cuentan con créditos bancarios para financiarse ante la crisis; solo 10% cuenta con apoyo de cualquier índole de las organizaciones del ecosistema emprendedor.

    Esas son las tres principales conclusiones que trae el estudio ‘Los ecosistemas de emprendimiento de América Latina y el Caribe frente al covid-19: Impactos, necesidades y recomendaciones’, elaborado y presentado por el BID en alianza con la Global Entrepreneurship Network.

    El documento se hizo público la semana pasada. Para obtener los resultados mencionados y otros se encuestó a 2 232 emprendimientos en 19 países, y a 429 instituciones de apoyo a los ecosistemas de emprendimiento en 18 países.

    En el capítulo correspondiente a impactos del covid-19, el reporte indica que las medidas de distanciamiento social para contener la pandemia “están afectando a las empresas, ya sea por la reducción verificada en la demanda de bienes y servicios, como por la menor disponibilidad de insumos y mano de obra”.

    El impacto en los emprendimientos y las empresas jóvenes es notable, según el documento. La mitad de los emprendedores encuestados que aún no habían puesto en marcha su emprendimiento interrumpieron el proceso. Y un 53% de los que ya vendían dejó de hacerlo. Si a ello se suman los que han sufrido caídas importantes de sus ventas, es posible constatar que ocho de cada 10 están siendo fuertemente afectados por la crisis.

    Asimismo, un 84% ha visto muy deteriorado su flujo de fondos y un 75% redujo su actividad productiva (la mitad ha tenido que detenerla).

    Los impactos causados por la pandemia trascienden los indicadores de gestión. Por ejemplo, dos de cada tres emprendimientos han visto decaer significativamente el ánimo del equipo emprendedor. Esta situación también alcanza a sus empleados, incluso de forma más pronunciada (71%).

    ¿A quiénes está afectando más intensamente la situación? Entre las empresas que están en el mercado, las más afectadas son las de menor trayectoria. “Dejaron de vender casi dos tercios de las que tienen hasta 12 meses de vida, frente a algo menos de la mitad de las que tienen al menos tres años”, señala el reporte.

    El impacto de la crisis sobre el flujo de fondos también es un tanto más acentuado entre las mismas: un 66% en las que tienen hasta 1 año de vida; un 61% en aquellas con una antigüedad de entre uno y 10 años, y un 45% en las firmas de más de 10 años.

    De forma similar, la crisis afecta la reducción de la actividad productiva (51%, 44% y 36%, respectivamente).

    Por su parte, los emprendimientos del sector tecnológico y las empresas jóvenes más dinámicas estarían recibiendo el impacto en términos menos pronunciados, hasta ahora. El 29% de las tecnológicas o ‘start ups’ dejó de facturar un porcentaje muy inferior al de sus pares del turismo y el entretenimiento (88%), así como al del promedio general (53%). Otro tanto ocurre con las empresas jóvenes dinámicas, esto es: aquellas que habían alcanzado cierto tamaño en su trayectoria previa a la crisis. Solo un tercio de las mismas había dejado de vender.

    El reporte ‘Los ecosistemas de emprendimiento de América Latina y el Caribe frente al covid-19’, trae datos preocupantes. Hay caída de ventas y el ánimo no es bueno.
    El reporte ‘Los ecosistemas de emprendimiento de América Latina y el Caribe frente al covid-19’, trae datos preocupantes. Hay caída de ventas y el ánimo no es bueno. Foto: Pixabay
  • René Orozco: ‘Todo ajuste fiscal es de largo plazo’

    Carolina Enriquez

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    René Orozco, el especialista de la unidad de América Latina y el Caribe del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), habla sobre los procesos de recortes presupuestarios y el impacto en los diferentes países de la región

    ¿Qué efectividad tiene un programa de reducción presupuestaria para inyectar mayor liquidez a la economía de un país y reducir los egresos de un Estado?

    Es importante tener en cuenta el posible efecto de un multiplicador fiscal, que mide la proporción en que se ven afectados los ingresos de un país ante un aumento o disminución del gasto público. Los multiplicadores fiscales en América Latina varían bastante entre cada economía. Tienden a ser más efectivos cuando se está en recesión o en la parte más baja de un ciclo y menos efectivos cuando se está en la parte alta.

    ¿Por ejemplo?

    En promedio un recorte de un dólar en el gasto público de América Latina supone un aumento estadísticamente significativo de la producción de USD 0,80; mientras que si lo hacemos en un momento de expansión económica sería solo de 0,40. Este efecto es solo en el corto plazo. A largo plazo es mucho más efectivo.

    ¿Cuáles son las cifras?

    En el largo plazo, es decir dos años después, una reducción de un dólar en el gasto público de la región estaría suponiendo un incremento del Producto Interno Bruto (PIB) de 1,25%; mientras que en un momento de expansión no tendría ningún efecto. Hay que pensar en qué momento estamos en el ciclo antes de hacer una reducción o un incremento del gasto porque puede tener efectos separados. También hay que pensar qué reducción estamos haciendo.

    ¿Por qué?

    No es lo mismo reducir el gasto corriente que el gasto de capital. Si se reduce el segundo tiende a existir un mayor impacto en la economía de una nación.

    En Ecuador, hace dos semanas el Gobierno anunció que a todas las entidades estatales se les dio un mes para que presenten un plan de recorte presupuestario. ¿Sería lo correcto hacer una reducción de gastos en compras u otros egresos similares?

    Primero se debe decir que cuando se hace un plan fiscal se necesita garantizar tres cosas para un país: proteger la inversión, tomar en cuenta la volatilidad macroeconómica y garantizar la estabilidad de las cuentas nacionales. A más de eso, se deben tomar en cuenta otros factores dentro de una economía, como la recaudación fiscal.

    ¿Qué análisis hacen de la recaudación fiscal en Ecuador?

    En la OCDE siempre trabajamos en una publicación que se llama Estadísticas Tributarias de América Latina y el Caribe, y ahí vemos que Ecuador recaudó en el 2015 el 21% de su PIB. En la región, el promedio es 22,8% y en las economías de la OCDE es 34,35%. Cuando hablamos de un plan fiscal no solo debemos pensar en los recortes, sino en cómo cerrar las brechas a través de los impuestos o de una reasignación del gasto. Pasar, por ejemplo, del gasto corriente al de capital, que protege las inversiones a largo plazo.

    ¿Debe un Estado trabajar en un programa de reducción del gasto por entidad gubernamental o en uno de carácter más general?

    El diseño de cada uno de los ajustes debe depender de las necesidades de cada economía. Se debe pensar en ajustes tanto a corto como a mediano plazos.

    En Ecuador se ha planteado que los ajustes presupuestarios de cada entidad sean de entre 5% y 10%. ¿Es positivo ese rango o se debería aplicar uno de tipo estándar?

    No creo que exista un porcentaje específico, todo depende de las necesidades del Estado y de la situación económica de cada entidad gubernamental. No se trata de reducir por reducir el gasto, sino que se debe de planear, hacer ajustes inteligentes.

    En los últimos años, Ecuador ha tenido diferentes ajustes en el Presupuesto General. Cuando se hacen estos procesos, ¿qué acciones deben ir de la mano para obtener mejores resultados?

    Más allá de hablar de la eficiencia o la no eficiencia o con qué se deben acompañar los programas, hay que tomar en cuenta los niveles de deuda y la recaudación. Si comparamos a Ecuador con las economías de la OCDE u otras de América Latina vemos que hay espacio para incrementar más impuestos. Hablamos de un tema a mediano o largo plazos.

    ¿Qué otros elementos debe tomar en cuenta el Estado?

    Es importante tomar en cuenta el efecto que deben tener las medidas en el mediano y el largo plazo y también que Ecuador se encuentra en la trampa del ingreso medio. ¿Qué es eso? Es la ralentización del crecimiento cuando se llega a ese tipo de renta.

    ¿Por qué?

    Cuando un país está en los niveles bajos el crecimiento mejora, sobre todo, a través de la reasignación del trabajo desde actividades de baja productividad a otras de alta. Pero cuando se llega a los niveles de ingresos medios es necesario buscar otros motores de crecimiento económico basados en inversión, industrias, manufacturas y servicios con uso intensivo de capital y mano de obra calificada. Ecuador lleva en la trampa del ingreso medio desde 1960.

    ¿Podrá salir de allí?

    No se espera. Faltan alrededor de unos 50 años antes de poder escapar de allí. Estamos hablando de unos 100 años que Ecuador estará en la trampa del ingreso medio.

    ¿Otros países están allí?

    Hay que hacer una comparación con otras economías. Corea del Sur superó esa etapa en 26 años, Chile en 56 y Uruguay en 61. Estas dos últimas son las únicas que se han logrado escapar en la región.

    ¿Qué se debe hacer para romper la trampa?

    Como dije anteriormente: tener una visión del ajuste fiscal a largo plazo, intentar proteger la inversión e intentar reasignar el gasto del corriente al de capital. Pero hay más. En el Centro de Desarrollo hemos estado trabajando en identificar cuáles serían las políticas principales que se necesitan para salir de la trampa y hemos determinado nueve.

    ¿Cuáles son?

    Estado de derecho; calidad de educación; ingresos fiscales; estabilidad democrática; inversión; capacidades de complejidad económica; educación terciaria; mercado de capital; y crédito que circula dentro de la economía. Se las enumeró desde la más a la menos importante. La aplicación de esas nueve políticas permite diferenciar a aquellas economías que lograron escaparse de la trampa del ingreso medio de las que no.

    En América Latina, ¿unos países cumplen estas políticas y otros no?

    No es que no las cumplan sino que son países en los que la brecha es más grande frente a las economías que salieron de la trampa.

    En América Latina, ¿existen casos exitosos de ajustes en gastos, que han permitido a las economías salir a flote?

    Lo que en realidad se debe reflexionar es que en estos momentos Ecuador no es el único país de la región que enfrenta un déficit fiscal. El éxito de un ajuste depende de la situación del punto de partida. En el caso de Centroamérica, Colombia y Ecuador, donde la recaudación de impuestos es baja, los ajustes deben ir acompañados de reducir espacio de recaudación que podría ser mayor. Chile y México han hecho ya reformas tributarias para cerrar esas brechas y también han realizado ajustes presupuestarios.

    Hoja de vida
    Formación. Máster en Economía de la Universidad Sorbona de París y máster en Economía Teórica y Empírica de la Escuela de Economía de París.

    Experiencia. Economista de la Unidad de América Latina y el Caribe en el Centro de Desarrollo de la OCDE en París. Autor en múltiples publicaciones de la unidad como Perspectivas Económicas de América Latina, Estudios Multidimensional de Panamá y Uruguay, Estadísticas Tributarias en América Latina y el Caribe, Taxing Wages en América Latina y el Caribe, etc. Ha realizado investigaciones sobre América Latina, crecimiento económico, política fiscal y productividad.

    René Orozco es especialista de la unidad de América Latina y el Caribe del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Foto: Cortesía René Orozco
    René Orozco es especialista de la unidad de América Latina y el Caribe del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Foto: Cortesía René Orozco
  • Gabriel Recalde: ‘Un ajuste al Código laboral es clave’

    Carolina Enriquez

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    El titular del Centro de Estudios de la Política Laboral cree que se debe volver al contrato a plazo fijo, pero estableciendo porcentajes de trabajadores con base en cada sector productivo. Considera que se necesita un sindicalismo moderno en Ecuador.

    En un momento económicoen el que crece el subempleo y no se crean empleos plenos, el Gobierno busca reducir los trámites laborales y dar facilidades para la contratación de trabajadores en las empresas. ¿Cómo ve esto?

    Es una decisión importante porque al generar dinamismo en los procesos se incentiva a las empresas a que contraten. La generación de empleo deja de ser un proceso engorroso y brinda alternativas a problemas que han enfrentado las compañías en materia laboral.

    ¿Qué más hace falta para impulsar la contratación?

    Como Centro de Estudios hemos elaborado una propuesta que, entre otras cosas, incluye el tema de retomar el contrato indefinido. Este permitía que los empleos duraran máximo dos años.

    ¿Qué plantea el Centro?

    El haber eliminado el contrato a plazo fijo y establecer el indefinido luego del tiempo de prueba ha generado problemas en la contratación. La idea del Centro es hacer que existan contratos a plazo fijo en porcentajes, de acuerdo con las actividades económicas.

    ¿Ya le han propuesto eso al Ministerio del Trabajo?

    Lo hemos hecho. El informe de la Organización Mundial de Trabajo (OIT) 2015-2016 establece que se pueden mantener contratos a plazo fijo o determinado, que puedan tener un porcentaje por cada sector productivo.

    ¿Para lograr esto sería necesario una reforma legal?

    Es clave una reforma al Código del Trabajo. Con eso creo que pudiera haber un equilibrio entre las reformas del Gobierno anterior y las que busca realizar el actual.

    ¿En qué sectores pudiera aplicarse este mecanismo?

    El Ministerio tiene definidas 22 comisiones sectoriales en las que se tratan temas diferentes como el salario. En este marco podría revisarse el porcentaje de acuerdo con las diversas comisiones.

    ¿Qué factores deberían tomarse en cuenta para fijar estos porcentajes?

    Debemos fijarnos en un ejercicio similar que se aplicó en el Gobierno anterior, con relación al contrato juvenil. Se establecieron porcentajes por cada comisión sectorial. Se hizo un análisis macroeconómico en el que se tomaron en cuenta factores como productividad, volatilidad del mercado laboral, número de trabajadores por sectores, variables externas que impactan y otros.

    ¿Qué pasaría en el caso de que las empresas decidieran tener a la persona más allá de los dos años trabajando?

    Si pasa ese tiempo se convertiría en un trabajador con estabilidad, con contrato indefinido.

    ¿Esta es la única reforma que plantean al Código?

    No. Otro gran tema que el Gobierno debe analizar es una reforma sobre los contratos colectivos por rama de actividad. A través de eso se podría alcanzar un sindicalismo moderno, diferente.

    ¿Qué implicaría el ajuste?

    Que se establezcan normas para regular la sindicalización de los trabajadores en las empresas que tengan menos de 30 empleados. Ahora solo cuentan con este beneficio las personas que laboran en firmas con más de 30. Sería una oportunidad para universalizar el sindicalismo en el país.

    ¿Qué beneficios le traería esto a los trabajadores?

    Que se apliquen sobre ellos los derechos laborales, compartir con los empresarios el manejo de la compañía al ser parte de los comités empresariales. Pudieran sugerir temas, tener parte del capital accionario, etc. Se trata de sindicatos más dinámicos y de afrontar con los empresarios las situaciones alrededor de las firmas.

    El número de sindicatos en el sector privado es muy bajo ahora. ¿Cuál es la razón?

    Una de las razones es que se estableció un mínimo de 30 personas en una empresa para conformar sindicatos. Sin embargo, hay obstáculos no formales que dentro de las mismas empresas impiden que se conformen organizaciones sindicales.

    ¿Cómo cataloga usted a un sindicato moderno?

    Uno en el que las partes entiendan que habrá cooperación. En todo el mundo hay sindicatos, los países más capitalistas lo tienen. Pero, acá, los empresarios creen que se crean para demandas, huelgas remuneradas, etc. Los trabajadores, por otro lado, consideran que es para exigencias. Es necesario que se renueve la organización sindical en el Ecuador, tanto a escala pública como privada.

    Ahora que nombra a ambos sectores, el Gobierno ha hablado de la posibilidad de unificar las leyes sobre trabajadores públicos y privados en un solo cuerpo. ¿Qué tan positivo es eso?

    Se puede hacer pero si solo se tomara una ley; agregarla a otra no sirve. Son básicos los ajustes tanto para el sector público como privado. Hay que analizar las figuras jurídicas laborales en Ecuador.

    El Ministerio, a través de acuerdos, ha realizado ajustes en la normativa sobre temas como pasantías. ¿Cree que podría regularse este tema dentro de una reforma al Código del Trabajo?

    Considero que es necesario que exista una ley sobre pasantías. Pero la contratación de este personal se puede analizar dentro de las comisiones sectoriales porque ahí se conoce la realidad.

    ¿Qué se debería aplicar para incentivar a las empresas a contratar pasantes?

    Podrían aplicarse incentivos, por ejemplo, tributarios. Una medida interesante que ya existe para los jóvenes secundarios y universitarios es la formación dual. Se desarrolla en institutos y compañías en los que se va aprendiendo, pero también se trabaja y se gana experiencia

    Otro de los ajustes hechos vía acuerdo es la posibilidad de que las empresas puedan contratar sustitutos , que deben ser familiares, para las personas con discapacidad severa. ¿La medida ayuda a mejorar la contratación?

    En la actualidad las empresas casi que buscan personas discapacitadas para evitar las sanciones del Ministerio. El problema de fijar cuotas es que generan camisas de fuerza. Hay que cumplir porque se tiene una sanción detrás. Al aplicar el tema de los sustitutos se crea una buena idea, pero insisto hay que poner incentivos.

    ¿Qué tipo de incentivos tributarios podrían ser?

    Variables para el pago del anticipo al Impuesto a la Renta (IR), en el propio IR, entre otros. Es importante, además, que haya el acompañamiento para las contrataciones de entes del Estado.

    Experto en E-Learning Educación e Investigación Virtual, diplomado en Gestión de Políticas Públicas de la Universidad Nacional del Litoral de Argentina, maestría de derecho administrativo en la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL). Foto: Pavel Ca
    Experto en E-Learning Educación e Investigación Virtual, diplomado en Gestión de Políticas Públicas de la Universidad Nacional del Litoral de Argentina, maestría de derecho administrativo en la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL). Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
  • Bárbara Fritz: ‘Un ajuste fiscal fuerte sería negativo’

    Redacción Quito

    La profesora de economía de América Latina en el Instituto de Estudios Latinoamericanos y en la Facultad de Economía de la Universidad Libre de Berlín visitó el país en junio, para hablar sobre limitaciones y oportunidades de una economía dolarizada

    ¿Cómo evalúa la dolarización en Ecuador?

    Desde el punto de vista individual, es decir, si yo cobro mi sueldo en dólares y lo guardo en un banco es beneficioso. Desde el punto de vista macroeconómico es más complicado, porque cualquier expansión de la economía requiere aportes de capital. Esos aportes de capital pueden venir cuando hay precios altos de petróleo o de materias primas. Entonces, la economía puede crecer. Pero cuando no hay aporte de capital, ni de petróleo, ni de exportación de otros productos, ni de remesas de trabajadores, ni de créditos internacionales… entonces la economía no tiene un instrumento para defenderse y esto
    es lo que pasa ahora en el país.

    El Gobierno ha mencionado que la falta de moneda propia complicó la economía, ¿esa es la principal razón para la recesión del país?

    La falta de instrumentos, la falta de política monetaria puede ser un gran problema. Con la dolarización la economía tiene estabilidad, pero al mismo tiempo depende de las fluctuaciones de la economía internacional, de los precios de las materias primas.

    ¿Se puede salir de una dolarización?

    Prácticamente no hay ejemplos de países que aceptaron la abolición de su propia moneda y adoptaron otra y luego nuevamente volvieron a su moneda propia. Solamente se registra la creación de moneda nacional en el ­contexto de independencia o separación de países. El único ejemplo que conozco es el caso de las economías escandinavas, que
    tenían una moneda en común en el siglo XIX y cada uno de los países decidió tener su propia moneda. Pero este es un ejemplo muy lejano.

    ¿Qué más impediría dejar la dolarización?

    Si se quiere salir de la dolarización siempre sería mejor hacerlo en buenos tiempos, cuando hay más confianza. Entonces, no sería aconsejable hacerlo en un momento complejo. La reconstrucción de una moneda nacional requiere de confianza. El abandono de la moneda nacional se realizó por desconfianza en la moneda propia. El cientista político más renombrado de Alemania, Claus Offe dijo sobre el euro: “Fue un error crearlo, pero sería peor deshacernos”.

    ¿Cómo se fortalece a la dolarización?

    La dolarización se fortalece a través de reglas e instituciones. Por ejemplo, volver a la regla de que las reservas internacionales cubran a las reservas bancarias. En el caso de que las reservas internacionales sean mayores que los depósitos, ese excedente se podría prestar al Gobierno.

    ¿En dolarización, el Banco Central puede prestarle dinero al Gobierno?

    El Banco Central puede prestar dinero al Gobierno en la medida que tenga reservas internacionales que cubran el circulante y los depósitos de los bancos.

    ¿Cómo mira el papel del Banco Central del Ecuador?

    El Banco Central en ninguna circunstancia tiene el papel de un banco comercial, ni en una economía dolarizada, desde un punto de vista teórico. Lo que mantiene a la dolarización es que cada dólar que pongo en el banco yo lo pueda sacar cuando lo necesite. El crédito del Banco Central al sector público funciona si las reservas están cubiertas o si está seguro que en el futuro estarán cubiertas.

    ¿Cuál sería el peligro de que un Banco Central le siga prestando al Gobierno?

    La economía ecuatoriana estaba decreciendo el año pasado y la función del Estado sería intentar restablecerla con inyección de más liquidez, más poder de compra en la economía. Eso es lo que todos los países hicieron en la crisis global en el 2008. En principio, que el Estado adquiera deuda no me parece un problema. En una economía dolarizada lo que este tipo de transacciones genera es desconfianza de la sostenibilidad del sistema. Imagínese si hay una desconfianza de los depositantes y yo, mis vecinos y mis colegas decidimos sacar nuestro dinero del banco. Si el Banco Central no está cubierto con las reservas en el momento de desconfianza no tiene cómo cubrir a los bancos y eso sería lo más riesgoso. Pero Ecuador no está cerca de eso.

    ¿Cuáles serían otras medidas que pueden fortalecer a la dolarización?

    El asunto es incrementar el ingreso de divisas. Puede ser de la mano de remesas de migrantes, aumentando exportaciones y reduciendo importaciones.

    ¿El Gobierno debe implementar nuevamente salvaguardias o algo parecido?

    Reducción de importaciones por este tipo de medidas puede ser una forma de aumentar el ingreso de divisas. En principio, proteger al mercado doméstico de una manera inteligente limitando cierto tipo de importaciones para dar incentivo a la producción ­doméstica

    ¿El uso de transacciones electrónicas puede ayudar a fortalecer la dolarización?

    No sé si Ecuador tiene una falta de billetes físicos. Para el gobierno es caro tener billetes físicos y el mantenimiento de los billetes. Aunque creo que no debe ser un costo extremamente alto. Con otro Gobierno estadounidense abierto se podría haber negociado cambio de billetes de una forma más económica.

    ¿Acudir al Fondo Monetario Internacional o al Banco Mundial podría ayudar a fortalecer la dolarización ?

    La tarea del Fondo es inyectar liquidez a corto plazo y ayudar a los países a reestructurar su economía. Normalmente, los países no van al Fondo Monetario porque no tienen recursos y no tienen acceso al mercado. No faltan ideas para fortalecer la dolarización. Fortalecer la dolarización a través de un ajuste fiscal muy fuerte tendría un impacto muy negativo en la economía. No hay salidas fáciles para fortalecer la dolarización. No sé si un fortalecimiento de la dolarización de una manera abrupta sería la mejor solución, porque sería un choque muy grande. Daría confianza al Banco Central, a la dolarización, pero sería muy fuerte para la economía real.

    Obtuvo el doctorado en la Facultad de Economía de la Universidad Libre de Berlín. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Obtuvo el doctorado en la Facultad de Economía de la Universidad Libre de Berlín. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • El empresario se preocupa tras el ajuste del presupuesto estatal

    Redacción Quito (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    El Fisco tiene previsto gastar unos USD 6 000 millones menos el 2016, lo que generará varios impactos en el sector productivo.

    El ajuste fiscal será de un 17% frente al Presupuesto de este año (USD 36 317 millones).
    “El recorte presupuestario era inevitable, dado que Ecuador no ha tomado políticas para prevenir un ‘shock’ externo”, dice Roberto Aspiazu, director ejecutivo del Comité Empresarial Ecuatoriano.

    “Todos los indicadores están cayendo y la pregunta es cuál será el piso. Eso va a depender mucho de lo que hagamos en este momento”, anota Aspiazu.

    El sector empresarial considera que es momento de dejar de confrontar y de atender las urgencias de la economía del país.

    El titular del Comité dice que no todos los sectores sentirán el efecto de un menor dinamismo económico, pero sí en la mayoría.

    Los sectores más golpeados serán los de construcción, gráfico y servicios, que tienen al Estado como principal contratista.

    Pero en general, un menor presupuesto se traducirá en un menor circulante en la economía, lo que impactará en las ventas de todos los sectores.

    Richard Martínez, presidente de la Cámara de Industrias y Producción (CIP), considera que el ajuste implicará una contracción de las ventas de la industria y que los procesos de cobranzas se hagan más complejos. De hecho, es probable que la morosidad de los clientes de las firmas suba, dijo.

    Para Julio José Prado, director del Departamento de Economía del IDE Business School, los empresarios que se hayan vuelto demasiado dependientes del gasto público estarán en problemas. En cambio aquellos que hayan seguido con la mentalidad emprendedora saldrán adelante.

    El catedrático calcula que las empresas que tengan más del 50% de sus ventas atadas al Gobierno, la van a pasar mal, quizás no porque el Gobierno deje de pagar, sino porque retrasará sus pagos. “Si dependes mucho de un mercado, del Gobierno o de un proveedor, en el corto o mediano plazo eso termina pasando factura. Mientras más diversificación de productos y de mercados es mejor”.

    Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, dice que el sector comercial está deprimido desde el año pasado, debido a restricciones a las importaciones, como cupos de importación y sobretasas arancelarias.

    “El próximo año se gastará menos y es posible que entremos en recesión. No vemos buenas perspectivas para este sector”, indica Alarcón, al recalcar que el Estado era un gran consumidor porque gastaba en la economía.

    El presidente de la CIP agrega que el gremio propone algunas medidas para el próximo año.

    Primero, las empresas deberían hacer un presupuesto base cero. Esto implica – dice- dejar de tomar en cuenta la data histórica y empezar a construir un nuevo presupuesto, porque toda la dinámica comercial se va a modificar en el 2016. Además, sugiere generar espacios de asociatividad y aprovechar al talento humano propio de las empresas, para innovar las estrategias empresariales.

    Precisamente, este último tema fue uno de los ejes del encuentro El rol de la Empresa y el Estado para fomentar la competitividad en el siglo XXI, que se efectuó el jueves pasado, en Quito, con motivo del septuagésimo noveno aniversario de la CIP.

    Prado, por su parte, recomienda encontrar nichos que se habían perdido en el sector privado o que se pueden volver a retomar.

    Ante un mercado interno deprimido, las empresas también han comenzado a diseñar su estrategia con miras a diversificar los mercados de exportación.

    Construcción, alimentos y servicios

    A la espera de obras y liquidez

    Los sectores que recibirán un mayor impacto por una reducción del gasto público serán los de la construcción y servicios, donde el Estado es un cliente fundamental.

    Este año el sector de la construcción no crecerá, según datos a junio del Banco Central. La cifra se explica principalmente por una caída en el segmento de construcción civil (básicamente obra pública), según Gonzalo Rueda, gerente de MarketWatch. La construcción civil representa 70% del total del sector y el resto corresponde al inmobiliario.

    Henry Yandún, titular de la Cámara de la Industria de la Construcción, cree que un ajuste del 17% al Presupuesto estatal generará una caída en el sector de igual proporción. El sector ya ha comenzado a sentir un impacto de un menor gasto público en este año. De acuerdo con un censo en 88 empresas de este gremio, la planilla de empleados profesionales bajó en 40% y la de trabajadores de la construcción, en 50%.

    Yandún aspira a que el sector inmobiliario enfocado en vivienda de interés público (USD hasta 70 000) y obras como el Metro de Quito ayuden a levantar al sector el próximo año. “Esperaríamos que la reducción del gasto público sea mínima en el sector de la construcción. Me parece que se podrían cortar viajes al extranjero que no le dejan nada al país”.

    También hizo un llamado a la Asamblea, para que elaborara un proyecto de Alianza Público-Privadas que motive al inversionista.

    Sectores relacionados con la construcción también sufrirán un impacto. Esteban Anker, gerente de la empresa Atu, que fabrica muebles de oficina, cree que el 2016 será un año difícil. Un 15% de sus ventas se destina al Estado.

    “El 2016 exige a las empresas ser muy creativas y buscar nuevas oportunidades y nuevos mercados de exportación, porque el mercado interno va a ser más complicado”, indicó Anker.

    Un impacto directo también lo sufrirán las empresas de servicios petroleros, considera el experto petrolero Rodrigo Gómez de la Torre. Además, cree que una menor liquidez del Régimen en 2016 podría generar retrasos en los pagos a proveedores del sector.

    En otros sectores, como el alimenticio, también hay preocupación. “El Gobierno gastaba mucho circulante, que generaba bastante gasto público, por ejemplo en obras. Todo ese gasto creaba circulante y demanda. Entonces, obviamente habrá contracción de mercado. Nos veremos afectados a doble dígitos. Buscaremos alternativas en mercados extranjeros”, sostiene Andrés Alarcón, director de Rikocom Alimentos.

    Textiles, vehículos y gráfico

    Inquietud en los tres sectores

    Las industrias de textiles, automotriz y gráfica analizan con detenimiento el posible impacto que se daría en sus actividades productivas, tras el recorte del Presupuesto estatal.

    Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (AITE), explica que hace dos años ya sufrieron un impacto por la disminución de gastos del Estado. En ese entonces, se produjo la reducción en la compra de uniformes administrativos.

    Ahora, frente una nueva reducción para el 2016, Díaz dice que están a la expectativa. Él no cree que, por ahora, se reduzcan las compras de uniformes escolares, que están enmarcadas en un programa por USD 20 millones. Tampoco considera que se puedan reducir las adquisiciones de la ropa paras las Fuerzas Armadas.

    En lo que sí tienen dudas es en las prendas para el sector de la salud, cuyas adquisiciones alcanzan entre USD 10 millones y USD 15 millones al año. “Cada hospital tiene su requerimiento. No sabemos qué es lo que va a ocurrir”.

    Díaz aclara que el Estado no es el cliente principal. “El año pasado sumó unos USD 50 millones a USD 60 millones. Este año llegará a unos USD 45 millones. (…) Del 100% del mercado debe representar entre el 7% y el 10%”.

    Óscar Ayerve, presidente del sector gráfico de la Cámara de la Pequeña Industria, indica que en los últimos tres años se registró una reducción paulatina de las compras por parte del Estado. Entre los productos que las firmas privadas dejaron de producir y que ahora se elaboran en empresas estatales se cuentan: folletería, documentos de gran volumen, impresos, etc.

    Para el año próximo, Ayerve no tiene previsiones de lo que pudiera suceder con los gastos en publicaciones. El dirigente insiste en que cada vez es menor lo que se requiere del sector privado.

    Según Ayerve, el uso de facturas electrónicas impactó al sector. El 72% de las empresas gráficas en el país se dedica a la impresión editorial y de documentos regulados, principalmente por el Servicio de Rentas Internas.

    Para Juan Carlos Andrade, presidente de la Federación de Transporte Pesado, con más recortes presupuestarios la demanda de transporte se reducirá.

    Para el año que viene no tienen una proyección, pero consideran que habrá una caída de la demanda de su servicio tanto del sector público como del privado. En ese escenario, asegura, a todas las empresas les corresponderá replantear sus esquemas de trabajo. “Se afecta a las tarifas, se impacta en el empleo. Los puestos de trabajo ya se han reducido”.

    Empresarios presupuesto
    Empresarios se dieron cita el jueves pasado en la Casa de la Música, en Quito, para celebrar el septuagésimo noveno aniversario de la Cámara de Industrias y Producción (CIP). Foto: Julio Estrella/LÍDERES
  • Los fabricantes de camiones esperan un período de ajuste en China hasta 2018

    Agencia EFE

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    Los fabricantes de vehículos industriales presentes en China, en especial de camiones pesados, se enfrentarán a un período de ajuste del sector durante los próximos tres o cuatro años, según concluyeron varios expertos de este subsector automotriz, recoge este lunes 9 de febrero el diario oficial Global Times.

    Además de ser el mercado más grande del mundo de automóviles, China es también el mayor mercado de camiones pesados del planeta (acaparó cerca del 42 por ciento de las ventas mundiales en 2014), e igual que empezó a ocurrir con los coches, se espera que ahora tienda también hacia una mejor calidad en seguridad y emisiones.

    El principal motor para este cambio será la ralentización del crecimiento económico de China, una «nueva normalidad» a la que el sector tendrá que adaptarse para ser capaz de seguir creciendo a la vez que mejora en ambos aspectos, explicó un experto en un seminario celebrado en Sanya (sur).

    «El rápido desarrollo del mercado chino de vehículos comerciales en la última década no era sostenible, y vino a costa de un grado elevado de emisiones contaminantes, daños en las carreteras y frecuentes accidentes de tráfico», afirmó Feng Feng, delegado de la Asociación de Fabricantes de Automóviles Europeos en China.

    Por ello, será necesario que las marcas presentes en el país se adapten a las nuevas circunstancias y den con el equilibrio entre una menor demanda y la necesidad de ofrecer mejores camiones, indicó.

    En efecto, según la Asociación de Fabricantes de Automóviles de China (CAAM), las ventas de vehículos comerciales cayeron en el gigante asiático un 6,54 por ciento interanual, hasta los 3,79 millones de unidades, mientras que en 2013 habían llegado a crecer aún un 6,4 por ciento.

    En comparación, las ventas de automóviles en total crecieron un 6,9 por ciento en 2014, hasta alcanzar un récord de 23,49 millones de unidades.

    Con todo, los grandes fabricantes mundiales siguen fortaleciendo su presencia en China, que «sigue siendo un enorme mercado para los camiones pesados a pesar de la ralentización», explicó Claes Svedberg, vicepresidente para China del grupo sueco Volvo, que en enero creó su nueva firma mixta en el país con la estatal Dongfeng.

    «Desde el punto de vista de la tecnología, no es demasiado tarde» para entrar en el mercado, ya que «China necesita mejorar su eficacia en el transporte y reducir sus emisiones», indicó.

    Tras 10 años de negociaciones, Volvo adquirió el 45 por ciento de la filial de camiones de la compañía china, Vehículos Comerciales Dongfeng (DFCV), que aunque produce vehículos de la marca Dongfeng, fortalecerá la posición de Volvo en el mercado oriental.

    Volvo tenía ya otra empresa mixta menor en el país, la Dongfeng-Nissan-Diesel.

    Otras marcas europeas entraron también recientemente en China, como Man (que compró un 25 por ciento del Grupo Nacional de Camiones Pesados de China en 2009) y Daimler (que en 2012 creó una empresa mixta con Beiqi Foton).

    Los fabricantes de vehículos industriales presentes en China, en especial de camiones pesados, se enfrentarán a un período de ajuste del sector durante los próximos tres o cuatro años. Foto: Archivo / EL COMERCIO
    Los fabricantes de vehículos industriales presentes en China, en especial de camiones pesados, se enfrentarán a un período de ajuste del sector durante los próximos tres o cuatro años. Foto: Archivo / EL COMERCIO