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  • Divulgación científica, con alcance internacional

    Patricia González (I)  patriciag@elcomercio.com

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    Jessica Gordón, Verónica Sánchez y Patricio Orozco se conocieron en las aulas de la Universidad de las Fuerzas Armadas (Espe), donde cursaron juntos la carrera de Ingeniería en Biotecnología, de la que se titularon en 2012.

    Los tres continuaron su formación académica en el extranjero, lo que les permitió conocer de cerca la difusión y apoyo a las biociencias en otros países. En 2017, Gordón, Sánchez y Orozco fueron seleccionados como líderes en biotecnología en la Cumbre de Jóvenes Líderes en Biotecnología, celebrada en Chile.

    Tanto sus experiencias de posgrado en el extranjero, así como el reconocimiento de la Cumbre los motivó a dar impulso al desarrollo de las biociencias en Ecuador y Latinoamérica, mediante la divulgación científica y capacitación. Su área de enfoque es la biotecnología, disciplina que engloba a toda aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos y organismos vivos, para la creación o modificación de productos o procesos con usos específicos.

    En mayo del 2018, los tres biotecnólogos constituyeron iD-Core Biotechnology. Su proyecto pionero fue iD-Speech: Divulgación Científica de Alto Impacto, que consiste en conferencias cortas semanales en biociencias.

    Durante los primeros dos años, las charlas se llevaron a cabo presencialmente en la Universidad Técnica de Ambato, la Espe y la Universidad Politécnica Salesiana, en esta última con el liderazgo de Nicolás Grijalva. Al momento el iD-Speech está conformado por una red de 11 instituciones.

    Con la pandemia, las conferencias se han desarrollado de manera virtual, en el Facebook de la organización, lo que les ha permitido traspasar fronteras, con la participación de ponentes y asistentes internacionales. En promedio, cada evento en línea reúne a 250 espectadores.

    Uno de los ponentes internacionales invitados fue Alejandro Rojas, investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile y quien lidera una investigación para generar anticuerpos neutralizantes contra el coronavirus SARS -CoV2, tema sobre el cual se centró su charla.

    “Ha sido interesante conocer de esta iniciativa, que se apoya en las redes sociales para la difusión científica, con lo cual han logrado dar un salto y ser visibilizados en la región. Esto genera interés en la comunidad científica y las nuevas generaciones que se quieran dedicar a las ciencias”, destaca Rojas.

    Jessica Gordón, Patricio Orozco y Verónica Sánchez, ingenieros en biotecnología y fundadores de la empresa iD-Core Biotechnology.
    Jessica Gordón, Patricio Orozco y Verónica Sánchez, ingenieros en biotecnología y fundadores de la empresa iD-Core Biotechnology.

    Luego de que se desarrollan las conferencias, un equipo de voluntarios de iD-Speech genera un resumen y material gráfico para su difusión en el blog Microbios. Juan Fernando Díaz lidera el área de redacción. La iniciativa reúne a ocho directores institucionales y 25 voluntarios en distintas áreas.

    La otra ala de iD-Core es la Escuela Continua de Biociencias, que promueve capacitaciones teórico-prácticas. Este proyecto se inició en 2019 con el aval de la Cámara de Comercio de Quito, donde se realizaron 11 capacitaciones. Este año desarrollaron la escuela virtual, que tuvo su primer taller en noviembre.

    Se han efectuado capacitaciones en diferentes temáticas: fotografía en biociencias, análisis forense, cultivo de tejidos vegetales, diseño de ‘primers’, y genotipificación y construcción de árboles filogenéticos.

    Este último taller, que se ha llevado a cabo de manera presencial y en línea, lo ha dictado Johanna Buitrón, investigadora. Para ella, la versión virtual, de ocho horas, fue más enriquecedora porque permitió más trabajo práctico por parte de los estudiantes. “Aprendieron a utilizar los software y algunos les han dado uso en sus áreas de trabajo”, comenta.

    Paula Toalombo, docente de la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo e investigadora en el área de biología molecular, cursó el taller virtual de genotipificación y construcción de árboles filogenéticos. “Como docente, mi obligación es capacitarme constantemente y estar a la vanguardia con los avances en biotecnología”.

    Las capacitaciones tienen un costo de entre USD 30 y 150. La proyección de la empresa es que la Escuela les genere ganancias por al menos USD 15 000 al mes. Además, están en la búsqueda de auspiciantes para las charlas. A futuro, prevén hacer un gran evento anual de divulgación científica.

    En el 2019, la Escuela Continua de Biociencias de iD-Core Biotechnology realizó 11 capacitaciones presenciales, en la Cámara de Comercio de Quito. Foto: Cortesía iD-Core Biotechnology
    En el 2019, la Escuela Continua de Biociencias de iD-Core Biotechnology realizó 11 capacitaciones presenciales, en la Cámara de Comercio de Quito. Foto: Cortesía iD-Core Biotechnology
  • El teletrabajo y el alcance de las resoluciones

    Memo de la Semana 

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    Así como muchos países no estuvieron preparados para enfrentar los inconvenientes derivados de la pandemia, muchas empresas y pymes tampoco lo estuvieron para asumir el reto de convivir con el teletrabajo y adaptar sus procesos productivos a esta nueva realidad.

    Sobre la marcha, el Ministerio de Trabajo ha ido ajustando sus resoluciones, para tratar de adaptar esta nueva modalidad en la gestión empresarial y armonizar la relación entre empleadores y colaboradores. Partiendo de la premisa de que la salud es el bien más preciado en un equipo de trabajo, también hay que tener en cuenta que no todas las áreas de una compañía pueden desempeñarse en teletrabajo y ahí caben normas específicas.

    Precisamente, un reciente Acuerdo Ministerial plantea interrogantes relacionadas con la provisión, por parte del empleador, de mobiliario, Internet o servicios básicos, por ejemplo; también hay inquietudes sobre el alcance de las remuneraciones y el control del cumplimiento de horarios específicos en casa.

    Tomando en cuenta que el teletrabajo marca el futuro laboral, es indispensable que las regulaciones no den espacio a las dudas.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • El alcance de la banca móvil crece en el país

    Pedro Maldonado

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    La banca móvil es una tendencia global de la que Ecuador participa cada vez con mayor fuerza. El estudio ‘Dinero Móvil 2016’ de la consultora Nielsen -publicado a inicios de noviembre- señala que en América Latina, el 43% de los clientes de la banca han efectuado una transacción móvil o en línea desde un dispositivo móvil en los últimos seis meses.

    Si bien la cifra representa aún la mitad de los clientes, el estudio añade que el 78% de personas con cuentas en bancos están dispuestas a hacer una operación en línea, en el futuro cercano.

    En Ecuador, según la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), los canales digitales representan hoy, en promedio, el 60% del total de transacciones. Para algunos bancos representa el 75% del total, asegura Julio José Prado, presidente del directorio de Asobanca.

    Entidades financieras como Banco Pichincha o Produbanco confirman el posicionamiento de los canales digitales. Fabián Mora, vicepresidente de Marketing de Banco Pichincha, explica que el país atraviesa un cambio de paradigma en el sector financiero, lo que ha impulsado a los bancos a habilitar una serie de tecnologías que potencian sus canales digitales para que nuevos clientes, como los ‘millennials’, se sientan atraídos por sus servicios.

    Mora considera que el ‘smartphone’ será sin duda el canal bancario de referencia en poco tiempo. Según datos el INEC, hasta el año pasado cerca del 25% de los ecuatorianos tenía un teléfono inteligente. “Por eso – dice el vocero del banco- trabajamos día a día en el desarrollo de servicios optimizados para estos dispositivos”. En los últimos 12 meses, el número de usuarios de banca móvil en Banco Pichincha pasó de 198 363 a 298 583.

    Las operaciones más comunes en sus canales digitales son: consultas, transferencias, recargas y pagos de servicios básicos. Esto permite que las transacciones en línea de Banco Pichincha muevan USD 14,5 millones al mes.

    Produbanco también usa la tecnología para afianzar su presencia en el mercado. Su canal de banca móvil ha permitido dar un servicio más ágil a los clientes, sobre todo en transacciones de uso básico como consulta de estados de cuenta y transferencias, asegura Sebastián Quevedo, vicepresidente de Medios de Pago de Produbanco. “Esta funcionalidad y agilidad han permitido descongestionar las sucursales y call center, mejorando los tiempos de respuesta”.

    Esta institución financiera suma unos de 75 000 usuarios de canales digitales. Además procesa al mes USD 7,5 millones por esa vía, según Quevedo. En cuanto a las operaciones más demandadas, el ejecutivo menciona las consultas de saldos en cuentas y tarjetas de crédito, así como las transferencias.

    Al analizar la evolución de estos servicios, el representante de Asobanca considera que esta tendencia no solo es un cambio de estrategia de los bancos, sino una modificación en la forma en la que los clientes se relacionan: “es más sencillo, más rápido y con menores costos. El próximo año la tendencia se consolidará en la región y en el país”.

    No obstante el desarrollo de estos servicios aún enfrentan barreras. El vicepresidente de Marketing de Banco Pichincha reconoce que todavía existe falta de cotidianidad y desconocimiento del servicio entre los clientes. “Esto nos obliga a informar de manera permanente sobre los beneficios de realizar las gestiones bancarias a través de este canal”.
    Otra barrera importante es la de seguridad. El vocero de Produbanco señala que aún existe mucho temor en el Ecuador para usar una ‘app’ móvil, debido a que se maneja información sensible.

    El ‘millennial’ está en los planes de los bancos

    Las aplicaciones móviles cada vez son más comunes en el mercado y los bancos están conscientes de eso. Estas entidades saben que las ‘apps’ son un punto de encuentro con los clientes, en especial con los más jóvenes.

    Fabián Mora, vicepresidente de Marketing de Banco Pichincha, aporta con algunos datos al respecto. Él sostiene que en el 2025, el 71% de la población ecuatoriana será ‘millennial’. “Esto que nos obliga a pensar en otro tipo de relación que favorezca la realización de transacciones 24-7 de una manera fácil, segura y desde cualquier dispositivo móvil”.

    Por esa razón, Banco Pichincha considera que el desarrollo de la banca móvil es una vía para llegar a otros nichos de mercado como los ‘millennials’ (menores de 34 años) cuyos hábitos financieros están cada vez más distanciados del entorno ‘offline’. Según Mora, en la actualidad Banco Pichincha tiene 1,1 millón de clientes que integran este conjunto demográfico.

    En Produbanco también miran de cerca a este segmento de la población. Según Sebastián Quevedo, vicepresidente de Medios de Pago, la banca móvil permite llegar con más facilidad a otra gama de clientes más ‘digitales’, que son jóvenes en su ­mayoría.

    El estudio ‘Dinero Móvil 2016’, de Nielsen, presenta una serie de datos puntuales sobre los intereses de la llamada generación Y. Según la investigación, los ‘millennials’ lideran el camino cuando se trata de compras, servicios bancarios y pagos móviles. Además, “tienen más del doble de probabilidades que los ‘baby boo­mers’ (entre 50 y 64 años) y la generación silenciosa (más de 65 años) por la disposición que manifiestan a usar un banco móvil.

    El estudio añade que las entidades bancarias han notado el potencial de las aplicaciones móviles como un canal de servicio con valor añadido para sus usuarios. Por esta razón, conocer la opinión de los consumidores sobre lo que desean ver y lo que realmente valoran es fundamental.

    Nielsen también pronostica algunas tendencias vinculadas con los servicios a través de dispositivos móviles. Al 42% de los latinoamericanos participantes en la encuesta les gustaría que las ‘apps’ tuvieran reconocimiento facial y al 39% le agradaría que se ofrezca reconocimiento de voz.

    También se apreciaría la vinculación con redes sociales para comunicarse con el banco, la capacidad de escanear la factura desde el móvil, así como transferir dinero a otras cuentas y personas.

    El estudio asegura que si existieran bancos móviles que funcionarán exclusivamente a través de una aplicación móvil, el 48% de los latinoamericanos afirma que probablemente lo usaría y solo un 25% se niega a tal posibilidad. En cuanto a países, los ciudadanos mexicanos fueron quienes más se mostraron más abiertos a esta nueva modalidad (34%) y los argentinos fueron los más reticentes (11%).

    El consumidor de le región disfruta más de la conectividad

    La forma en la que los consumidores se relacionan con empresas o servicios evoluciona de manera acelerada de los canales físicos a los digitales. Y la dependencia de los dispositivos móviles aumenta día a día, según el estudio global de Nielsen sobre Compras, Actividad Bancaria y Pagos Móviles.

    Los datos son reveladores: el 90% de los latinoamericanos encuestados tiene un dispositivo móvil con acceso a internet. Además señala que cinco de cada 10 consumidores globales dicen que no imaginan su vida sin su dispositivo móvil. En la región, 4 de cada 10 reconoce dependencia con teléfonos o tablets. Otro dato sostiene que el 74% de los latinoamericanos conectados dice disfrutar de la libertad de sentirse conectado en cualquier momento y lugar.
    En este contexto, la banca móvil va encontrando oportunidades a escala global y regional. Según el estudio, el 47% de los encuestados globales dice que revisó su estado de cuenta o hizo una transacción reciente en su dispositivo móvil en los pasados seis meses.
    Mover y depositar dinero es menos común en las transacciones bancarias móviles: solo un tercio de los encuestados globales (36%) dice haber transferido dinero entre sus propias cuentas bancarias en un dispositivo móvil en los pasados seis meses.

    Fabiola de la Portilla, directora de Thought Leadership Latinoamérica de Nielsen, explica que el rápido crecimiento del número de personas conectadas a internet en la región está transformando la industria de la banca. “Aunque los usuarios en su mayoría están usando la banca móvil solo para revisar estados de cuenta, el potencial y la intención de uso para otras transacciones aún es enorme”.

    La vocera de Nielsen añade que en el estudio se observa que cuando se trata de usar dispositivos móviles para banca en línea o realizar pagos, hay una brecha generacional grande. “Los ‘millennials’ lideran el camino cuando se trata de compras, servicios bancarios y pagos móviles”, dice De la Portilla.

    A escala regional, los usuarios de Brasil, Chile y Venezuela tienen mayor intención de usar estos canales. Según De la Portilla, la mayor apertura al uso de móviles para estas actividades depende de factores que varían en cada país y de lo que la industria de la banca en línea haya hecho para hacer sentir seguros a sus usuarios. “En el caso de Brasil y Chile son los países de la región con mayor porcentaje de población con internet y eso seguramente facilita que los usuarios manifiesten más probabilidad de usar estas herramientas”.

    El estudio global se aplicó entre consumidores de 63 países, siete de ellos en América Latina. Ecuador no estuvo incluido, pero De la Portilla considera que se pueden inferir las tendencias de comportamiento por los datos regionales

    Julio José Prado, director de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), coincide con lo que dice el reporte de Nielsen. El representante de la banca privada sostiene que en el país y la región en general se registra una evolución significativa en el traspaso de canales tradicionales a lo que es banca móvil, celular o en línea. “Es una tendencia acelerada en todo el mundo y Ecuador sigue esa tendencia”.

    Según Prado, cada entidad financiera tiene una propia estrategia para competir. Por eso, dice, se puede encontrar bancos que privilegian las ventanillas y la sucursales, mientras que otros reducen estos espacios físicos tradicionales y ya se mueven hacia la banca digital.

    Oportunidad globos 

    Nielsen asegura que gracias a la conectividad móvil se ha logrado la inclusión financiera de 2 billones de consumidores “no bancarizados” en el mundo.

    Se estima que el crecimiento en el ­acceso a los pagos sin dinero en efectivo llevará a un consumo adicional de USD 10 trillones en la próxima década, según el Instituto de Demanda, operado conjuntamente por Nielsen y The Conference Board.

    El estudio asegura que el comercio minorista y sector bancario tienen gran potencial a través de estas plataformas,

    Produbanco cuenta con canales digitales que permiten hacer consultas, transferencias, etc. Foto: Pavel  Calahorrano / LÍDERES
    Produbanco cuenta con canales digitales que permiten hacer consultas, transferencias, etc. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
  • La moda alternativa ahora está al alcance de los más pequeños

    Redacción Quito

    A Sara Reinoso, una de las ocho propietarias de la marca Tribu, le motivó el nacimiento de su hijo (2009) para diseñar y manufacturar ropa infantil.

    Además, la sugerencia de varios clientes fue el impulso para lanzar al mercado, hace tres años, una línea de ropa exclusiva para niños de esta marca, que tiene cerca de 13 años en el mercado nacional.

    Entre las prendas que elabora Tribu están camisetas, pantalones, bermudas, camisas, faldas, vestidos y buzos. Todos con diseños coloridos y poco convencionales, similares a los diseños para adultos.

    Josué Reinoso, administrador del local ubicado en el Mercado Artesanal (La Mariscal) y también uno de los ocho hermanos propietarios, comenta que la materia prima fue el mayor gasto que se realizó para lanzar sus nuevos productos. La inversión fue de USD 14 000.

    En principio, Tribu nació para manufacturar y comercializar artículos de cuero: billeteras, carteras, bolsos y calzado. Sin embargo, desde hace dos años la firma decidió explorar con nuevas líneas de productos, como ropa en algodón para hombres y mujeres. La última que implementaron fue su línea infantil.

    Sara Reinoso comenta que este tipo de prendas han tenido aceptación, por esta razón abrieron un local exclusivo para su comercialización, también en el Mercado Artesanal, en el norte de Quito.

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    Por la venta de estos productos facturan anualmente cerca de USD 50 000. Mientras que en el 2011, por toda su líneas de ropa obtuvieron ingresos de unos USD 300 000. Hasta lo que va del año han alcanzado ventas por 160 000.

    Al momento, Tribu espera posicionar sus nuevos productos en el país y luego buscar otros mercados externos. Hoy, sus artículos se venden en Italia y Francia; esperan llegar en este año a EE.UU.

    Ahora, el negocio cuenta con ocho locales en Quito. También tiene distribuidores en las provincias de Tungurahua, Azuay, Imbabura y Galápagos.

    Rebeca Dávila, propietaria de Kalipso Boutique, en Atuntaqui (Imbabura), adquiere su mercadería en Tribu, para venderla en su tienda. Ella comenta que la nueva ropa ha tenido aceptación entre sus compradores. Dice que al mes factura cerca de USD 500, solo con esta marca.

    Tribu actualmente trabaja en la elaboración de artículos de cuero más formales, como carteras, billeteras y accesorios para ejecutivos y oficinistas. Para la manufacturación de todos sus productos cuentan con 25 operarios.

    Josué Reinoso asegura que la línea de mujer fue la primera que implementaron. Además, sostiene que sus clientes tradicionales fueron los primeros que compraron la ropa para sus hijos o familiares.

  • Ropa de diseñador al alcance del bolsillo

    Leonardo Gómez / Redacción Quito

    La ropa de diseñador ya no es un producto exclusivo de las tiendas de alta costura. Las jóvenes diseñadoras de moda en el país, ahora, producen sus propios diseños y los ofertan por Internet.

    Cuando María Dolores Robalino comenzó a estudiar Diseño de Moda en la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) se encontró que la mejor forma de dar a conocer sus diseños era a través de las redes sociales.

    Para ello no necesitó de una gran inversión, apenas el tiempo para administrar sus cuentas digitales. Con los primeros diseños que presentaba en la universidad poco a poco fue llenando su cartera de productos y luego colgó las fotos en las redes virtuales como Facebook y Pinterest, para ofertarlos.

    Producto de este trabajo, junto a su compañera de clase Rubi Toasa, creó la firma Rubilo en donde oferta los diseños que presenta en su universidad; además vende ropa casual femenina y masculina a la medida y con diseños exclusivos.

    En Rubilo, un par de zapatos o botas femeninas de cuero sintético o real puede costar desde los USD 29 hasta los USD 70, mientras que un par de zapatos para hombre están en USD 50.

    “Todo depende del material con que esté elaborado y todos nuestros productos tienen diseños exclusivos. Hace poco elaboramos un vestido de tela podesua que vendimos en USD 300. Al mes vendemos por los unos USD 700”, cuenta Robalino.

    Gabriela Viteri también es diseñadora, pero su especialidad son los accesorios, los zapatos y las carteras. Al igual que Robalino, comenzó a vender sus productos en las redes sociales a inicios del 2012. Fruto de las ventas de sus productos abrió en junio pasado un local en el norte de Quito.

    Sus diseños le generan a Viteri ventas de hasta USD 5 000 al mes, según de la temporada. Antes, cuando solo vendía sus productos por Internet facturaba en promedio USD 1 000 mensuales.

    En la tienda Gaby Viteri se oferta bisutería desde los USD 3 hasta los USD 25, calzado femenino desde los USD 38 hasta los USD 75 y bolsos de 25 a 45.

    Marisa Miranda, diseñadora de 24 años, lanzó su línea de bolsos a través de la red social Facebook y en octubre del 2012 abrió su tienda en el norte de Quito. Ese mes amplío su línea de producción con ropa y zapatos. Desde enero hasta noviembre del su tienda facturó cerca de USD 70 000. “Comencé a confeccionar bolsos para uso personal y a pedido de mis amigas” cuenta.

    Silvia Zeas, master en Diseño Textil y Moda, explica que esta es una tendencia positiva pues impulsa a los nuevos talentos a mostrar sus diseños.

    “Las nuevas generaciones de diseñadores en el país tienen mucho talento y las redes sociales ayudan mucho para difundir y vender sus productos, y para eso no se requiere de una gran inversión”.