Etiqueta: alemana

  • Con una receta alemana se producen sus bebidas

    José Luis Rosales (I) 
    Redacción Sierra Norte

    Relacionadas

    Los licores de crema de cacao fino de aroma y de pasta de este fruto y de maracuyá son los productos principales que elabora la compañía Waru Ecuador.

    El nombre sale de la raíz kichwa guaro (licor de caña), pero fue editado con un enfoque comercial.

    Jaime Garate y su esposa, Tania Drewniok, decidieron invertir en esta línea de bebidas premium, para que una receta familiar trascienda en el mercado local.

    La alemana Anna Drewniok abuela de Tania, empezó a preparar un licor de chocolate para ocasiones familiares especiales. Fue en la década de 1940, durante la Segunda Guerra Mundial.

    La forma de elaborar la bebida se fue heredando en la familia e incluso rebasó fronteras. En las orillas del lago San Pablo y al pie del volcán Imbabura, la nieta plasmó un emprendimiento. Al inicio fue una producción artesanal y lo envasaba en botella de vidrio.

    Jaime Garate, gerente de la compañía, cuenta que en el 2017 apostaron por semindustrializar la fórmula, con estándares y materias primas de calidad, por lo que dieron vida a Waru.

    Para transformar la receta casera a una de producción contrataron a un ingeniero chileno especializado en cremas con licor. Después de varias pruebas lograron este importante paso. “La tradición alemana está condensada en esta botella”, agrega Garate.

    Luego levantaron la planta, situada en la zona del lago San Pablo, que posee una certificación de buenas prácticas de manufactura. Fue construida con paneles de aluminio, antitérmico y aislante de ruido y piso epóxico.

    Cuenta con equipos industriales como una marmita de acero inoxidable, un tolva y una bomba de diafragma. Además de implementos de laboratorio que permiten la medición de porcentajes de alcohol, azúcares y grados.

    La producción varía de acuerdo con la demanda de clientes. Se hacen 200 unidades por cada ‘bach’ .

    Waru se ha posicionado en tiendas especializadas, aeropuertos, restaurantes y hoteles del país.

    Para el proceso de producción, que incluye preparación, envasado, empaquetado y bodega de la crema, se necesitan tres personas.

    Waru Ecuador cuida hasta los mínimos detalles en la presentación de sus productos.
    Está envasado en una botella de cerámica modelada a mano y horneada. No tiene metales pesados.

    La etiqueta está hecha en pan de oro, tiene una tapa de madera y un tapón de material sintético.

    Todos estos materiales cuentan con las certificaciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y de la Agencia de Protección Ambiental de ese país (EPA).

    En la porcelana, de color azul cobalto, va el licor de cacao fino; en la amarilla, el de cacao y ­maracuyá.

    También diseñaron un empaque personalizado para cada botella. La idea fue darle una apariencia de regalo. Colocaron una pequeña faja, similar a las que visten las mujeres indígenas otavaleñas, lo que le da un toque andino.

    En este empaque se cuenta la historia del producto y su cadena de valor; el cacao fino de aroma que se utiliza posee una certificación orgánica. La Asociación Wiñak, de Archidona, provincia de Napo, provee este fruto que es recolectado por unas 800 mujeres nativas.

    En la feria de Grand Bazar, en Guayaquil, Waru fue reconocido como un producto innovador.
    Este mes se enviarán las primeras muestras a España y EE.UU., para abrir mercado. Este año los emprendedores desarrollaron un nuevo producto: el mojito enlatado, con el que dieron el salto a la coctelería. Surgió en plena pandemia y han logrado a entrar a un nicho de mercado que es masivo. Preparan nuevos sabores.

    200 000 dólares se han invertido en la planta y en el proceso semindustrialización.

    El gerente, Jaime Garate, dice que se ha  dirigido  esfuerzos para obtener un producto de calidad y con presentación innovadora. Foto: José Luis Rosales /LÍDERES
    El gerente, Jaime Garate, dice que se ha dirigido esfuerzos para obtener un producto de calidad y con presentación innovadora. Foto: José Luis Rosales /LÍDERES
  • Una receta alemana hace crecer a Bunz

    Mayra Pacheco

    Relacionadas

    La receta original que se utiliza para elaborar embutidos en Alemania se aplica a diario en Bunz, una empresa ecuatoriana. Sebastián Almeida, gerente y propietario de la firma, aprendió a preparar estos alimentos en dicho país europeo, tras involucrarse desde muy joven en el mundo de los cárnicos en ese territorio.

    En 1993, cuando tenía 17 años, Almeida cruzó el océano Atlántico para un hacer intercambio cultural y luego estudiar una carrera universitaria. Sin tener algo definido empezó a colaborar en una carnicería alemana. Ahí faenaban cerdos y se elaboraban salchichas, jamones y otros alimentos.

    Esta experiencia que duró seis meses le motivó a estudiar Ingeniería en Alimentos, especializado en Carnes, en la Universidad Técnica de Lippe , en Lemgo.

    “Yo no tenía idea de cómo se hacía una salchicha, ni jamón. Por eso, decidí hacer embutidos”, comenta Almeida, de 42 años. Para cumplir su meta, este quiteño obtuvo antes el bachillerato alemán y después ingresó a la universidad. Tras culminar su formación superior decidió regresar a Ecuador, en octubre del 2001, aunque no vino solo.

    Almeida regresó a su país casado con la alemana Elizabeth Bunz. Ella es economista.
    En Ecuador, el título profesional le abrió a Almeida las puertas para ser parte de una importante firma de alimentos. Pero, el sueño de este ingeniero era emprender su propia empresa de embutidos.

    En su mente tenía la idea de hacer salchichas de calidad, empleando la receta alemana. Así quería lograr que los ecuatorianos cambiaran la imagen que tienen de estos productos.

    Para contar con todas las herramientas necesarias, Almeida volvió con su pareja a Alemania para obtener una maestría en Administración Internacional. En esta etapa, Almeida plasmó en su plan de negocios cómo sería su tipo ideal de embutidos. Pensó en productos con un alto contenido de carne de ternera, cerdo, condimentos, etc. Sin gluten ni harinas.

    Ya con el panorama claro, al retornar a Ecuador, su plan de negocios le permitió acceder a un crédito de alrededor de USD 48 000 en la Corporación Financiera Nacional (CFN). Su familia política aportó con USD 21 000.

    Con este monto la pareja adquirió maquinarías alemanas, buscó un local en el norte de Quito, hizo contactos con proveedores y empezó a elaborar embutidos con la receta germana, adaptada al mercado nacional. Entonces, eran tres trabajadores.

    Francisco Moncayo, gerente de Aditmaq, es uno de los proveedores que está con Bunz desde su inicio. Ellos entregan empaques, diversos condimentos y maquinarias para preparar embutidos.

    La primera producción de Bunz se concretó el 20 de noviembre del 2008. La firma sacó tres embutidos: dos tipos de salchichas y un pastel de carne. Se promocionaron en la comunidad alemana y ferias. Seis meses más tarde ingresaron a la cadena de supermercados de Corporación Favorita.

    Inicialmente, Bunz entregaba 100 kilos de embutidos por semana. Actualmente, produce tres toneladas de 11 productos (salchichas, pastel de carne, chorizo, paté y jamón) con certificación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM). Tiene más de 40 clientes.

    Entre estos se encuentran restaurantes, supermercados, hoteles, panaderías, clubes privados, bares, delicatesen, servicio de ‘catering’ y otros. Para algunos de ellos se preparan recetas especiales, según el pedido de cada uno.

    Patricia Bueno, de Hamburguesas El Corral, solicita desde hace 10 años salchichas Bunz de ternera para preparar hot dogs. En promedio, se consumen 100 unidades por día. “Nuestros clientes sienten la diferencia y preguntan qué salchicha es, porque es distinta”.

    Los productos de Bunz tienen un alto contenido de proteínas. Se emplea carne de ternera y de cerdo. Además, el proceso de elaboración de los productos es artesanal. Los embutidos de la empresa salen listos para su consumo, porque se encuentran ahumados, cocidos u horneados.
    Aparte, en esta firma se maquilan tres embutidos para una cadena de supermercados.

    Más datos

    En Bunz trabajan 14 personas. Los embutidos se comercializan a escala nacional. Los precios van desde un total de USD 1,40. El kilo cuesta cerca de USD 10. La facturación del 2017 fue de USD 800 000 al año.

    Las maquinarias que se emplean para preparar estos productos son, en su mayoría,  alemanas. La planta de producción se encuentra en Quito. Fotos: Galo Paguay  / LÍDERES
    Las maquinarias que se emplean para preparar estos productos son, en su mayoría, alemanas. La planta de producción se encuentra en Quito. Fotos: Galo Paguay / LÍDERES
  • La industria alemana continúa apostándole a los motores diésel

    Berlín. DPA, AFP (I)

    Relacionadas

    Los principales fabricantes de automóviles de Alemania insisten en mantener los motores diésel de cara al futuro, según una encuesta realizada por la agencia DPA, publicada la semana pasada.

    La industria automotriz del país defiende que se siga utilizando en los próximos años, al menos como tecnología de transición, en un momento en el que la imagen del diésel atraviesa por momentos bajos, debido al escándalo de manipulación de motores en el que se vio envuelto el fabricante alemán Volkswagen.

    Las grandes marcas reiteran que, pese a ser muy contaminantes, los motores diésel presentan un gran potencial para seguir evolucionando, al tiempo que afirman estar comprometidas en el desarrollo de autos eléctricos.

    En el sondeo, los encuestados identifican el vehículo autónomo y los servicios relacionados con la movilidad –entre ellos el alquiler de autos en las ciudades mediante aplicaciones móviles– como los dos principales temas que ocuparán al sector automotor en el futuro.

    En Alemania, desde hace meses se debate abiertamente sobre el futuro del diésel. Las voces a favor de su desaparición aumentaron a raíz del escándalo de manipulación de emisiones de Volkswagen, que estalló en 2015. Además, numerosas ciudades del país estudian prohibir la circulación de vehículos altamente contaminantes en sus centros urbanos.

    El partido Los Verdes exige el fin de los automóviles diésel antes de 2030. En la actualidad, el número de automóviles diésel nuevos que se venden en el mercado alemán se ha reducido.

    La automotriz Volvo ha anunciado que irá abandonando de forma gradual la fabricación de vehículos diésel. Por su parte, el director de Desarrollo de Volkswagen, Ulrich Eichhorn, considera que de cara al 2030 su empresa se decantará por una tecnología mixta que aúne motores de combustión, híbridos enchufables y vehículos totalmente eléctricos.

    Un vocero de Opel Automobile GmbH señaló que en el camino hacia el futuro eléctrico van a seguir necesitándose sistemas convencionales. “La industria automovilística necesita la tecnología moderna de hoy en día para hacer las inversiones necesarias para los desarrollos futuros”, indicó.

    Desde Daimler, principal fabricante de Mercedes-Benz, también apuestan por tecnologías mixtas, con la integración de los motores diésel más modernos con los motores eléctricos. En general, el sector considera que está ante un cambio profundo.

    En Alemania, la contaminación es uno de los tema tratados en la campaña de las legislativas de finales de septiembre, mientras que la prohibición de circulación de vehículos diésel amenaza con imponerse en decenas de ciudades.

    La canciller, Ángela Merkel, que espera obtener un cuarto mandato, inaugurará este jueves 14 de septiembre la 67ª edición del Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort, que se celebrará hasta el próximo 24 de septiembre.

    Algunas empresas presentarán sus proyectos en el campo de los vehículos eléctricos, como BMW con un modelo de Mini previsto para 2019. Mientras que otras presentarán un conjunto de nuevos modelos 4×4 urbanos de motor convencional, lo que recordará el tamaño del desafío a enfrentar.

    La Federación Alemana del Automóvil (VDA), organizadora del salón, prometió más de 300 innovaciones y espera unos 1 000 expositores. No obstante, grandes firmas de la industria, como Nissan, Peugeot, Fiat, Tesla y Volvo, no acudirán a la cita.

    Después de dos años de haberse revelado la manipulación masiva de motores diésel en Volkswagen, en pleno salón del automóvil, Stefan Bratzel, del instituto del automóvil CAM, considera que esta edición será “moderada”.

    Explicó que, por un lado, la industria automotriz vive los mejores años de su historia, en términos de ventas y beneficios; pero, por otro, se cuestiona sobre qué va a ocurrir en el futuro.
    “El tema del diésel y de las emisiones contaminantes suscita mucho debate ahora, principalmente en Alemania, y ha creado un problema de imagen para la industria en su conjunto ”, subrayó.

    Volkswagen, fabricante de 12 marcas (Audi, Porsche, Seat, Skoda, Lamborghini, entre otras) se ha recuperado rápidamente del escándalo del “dieselgate”, que le costó caro. Ocupa el primer lugar en ventas mundial, con ingresos de EUR 116 mil millones (USD 139,6 mil millones) en los seis primeros meses del 2017.

    Las perspectivas para la industria son positivas para el resto del año, con alzas esperadas en el mercado del automóvil mundial pese al debilitamiento de Estados Unidos y un crecimiento más mitigado en China.

    Una manifestante posa junto a unos pulmones inflables durante una protesta en contra del uso del diésel frente a la Cancillería en Berlín (Alemania), el pasado 4 de septiembre. Fotos: EFE
    Una manifestante posa junto a unos pulmones inflables durante una protesta en contra del uso del diésel frente a la Cancillería en Berlín (Alemania), el pasado 4 de septiembre. Fotos: EFE
  • En Puembo se produce cerveza de herencia alemana

    Patricia González

    Relacionadas

    En Bavaria, Alemania, la cerveza es una bebida arraigada en la cultura de ese país, incluso se consume junto con el desayuno. Allí vivió por cinco años, mientras estudiaba Administración de Empresas, Uli Hahl, un alemán de madre ecuatoriana, que reside en el Ecuador desde hace ocho años.

    La cerveza es parte de su cultura y herencia familiar -su bisabuelo tuvo una cervecería en Alemania a comienzos del siglo XX-. Durante su época universitaria, la elaboración de la bebida en casa se convirtió en un ‘hobby’.

    Cuando llegó al Ecuador se dio cuenta que al país le faltaba cultura cervecera. “La mayoría de las personas solo conocía la cerveza industrial”, comenta. Durante sus primeros años en el país, trabajó en negocios de importación, hasta que decidió emprender en la industria de la cerveza.

    El proyecto fue ideado hace cuatro años, junto con su socio Stefan Nestler, quien se sumó directamente desde Alemania. También se integraron como inversionistas tres primos de Hahl: Santiago Novillo, Andrés y Paúl Salas.

    Páramo Brauhaus (cervecería en alemán) arrancó operaciones en el 2014, en una casa en la parroquia de Puembo, en Quito, con una producción de 1500 litros de cerveza al mes. La inversión inicial que requirió el proyecto fue de USD 100 000.

    Un año después, se mudaron a una planta de mayores dimensiones, en Puembo, donde la producción actual es de 15 000 litros de cerveza al mes. Junto a la planta hay un restaurante de comida alemana, en el que atienden de viernes a domingo.

    La cerveza se compone de cuatro ingredientes básicos: agua, malta, lúpulo y levadura. Pero se pueden lograr diversos estilos, según las versiones de malta, lúpulo o levadura utilizados, y la temperatura a la cual se fermenta.

    Uli Hahl, gerente general de la cervecería, destaca la calidad de las cervezas artesanales que se producen en el país. Reconoce, no obstante, que aún falta experiencia y tecnología para lograr mejores productos.

    Páramo Brauhaus se inspira en la cerveza alemana. Desarrolla cerca de 15 estilos, siendo cinco los principales: Weissbier (rubia, de trigo, con toques de plátano), Altbier (roja y maltosa), Kölsch (rubia, refrescante), Pale Ale (aromática y frutal) y Stout (negra, con toques de café).

    Con la Pale Ale ganaron una medalla de plata en el concurso Cervezas de América, celebrado en Chile; donde también fueron merecedores de otra medalla de plata por una cerveza de temporada, denominada Weizenbock.

    Los productos de la cervecería se comercializan en locales de las cadenas Megamaxi y Supermaxi, en hoteles, bares y restaurantes. Entre las provincias de Pichincha y Guayas suma más de 50 clientes.

    En Birras, un restaurante-bar ubicado en el cantón de Samborondón (Guayas), se venden los productos de Páramo Brauhaus desde la inauguración del local, el pasado mayo. Semanalmente, Birras le compra 10 barriles.

    “Páramo se ha ganado un nombre en Birras. La gente llega para repetir el estilo de cerveza que más le gustó”, comenta Xavier Baquerizo, propietario.

    El estilo de mayor rotación en el local es Kolsch. La presentación de 300 mililitros en cualquier versión se vende a USD 3,50. La de 500 ml, a USD 6,50; mientras que la de 1 lt, en USD 9,99.

    En La Aurora, un restaurante localizado en el sector de La Floresta, en Quito, también se venden las cervezas Páramo Brauhaus, en todos sus estilos.

    “Es buena la rotación, porque el producto es de calidad y el precio también es competitivo”, resalta Diana Herrera, propietaria.

    El 2016, la cervecería facturó USD 450 000. Aunque el comienzo del año fue difícil, Hahl prevé un cierre de facturación superior al del pasado año, con buenas expectativas para el último trimestre. Para finales del 2017, la empresa cervecera proyecta comenzar a exportar a Alemania.

    Páramo Brauhaus produce 15 estilos de cerveza, en su mayoría inspirados en la cerveza alemana . Están en locales de Pichincha y Guayas. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Páramo Brauhaus produce 15 estilos de cerveza, en su mayoría inspirados en la cerveza alemana . Están en locales de Pichincha y Guayas. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Industria alemana lanza iniciativa contra desempleo juvenil en Europa

    Agencia DPA

    Relacionadas

    La industria alemana presentó este martes 21 de julio en Berlín una iniciativa destinada a combatir el desempleo juvenil en Europa a través de la formación profesional en sus plantas en los países de origen.

    «Nos sentimos responsables y estamos buscando vías adecuadas», dijo el presidente ejecutivo de la automotriz alemana Opel y máximo responsable del programa, Karl-Thomas Neumann.

    Según Neumann, el principal objetivo es mejorar la capacidad de empleo para los jóvenes en sus países, en lugar de formar solamente en función de necesidades concretas o llevarse a los mejores a Alemania. «No queremos llevar a Alemania a ‘Pedros’ talentosos para convertirlos en ‘Peters’», aseguró el jefe de Opel.

    En la iniciativa InCharge participan unas 25 compañías y fundaciones alemanas y se espera contar con cerca de un centenar a finales de año.

    La idea consiste en crear una red de compañías germanas junto con empresas locales en países como España y Portugal, donde el desempleo afecta a casi la mitad de los jóvenes.

    Las cifras siguen siendo alarmantes, advirtió la ministra alemana de Trabajo, Andrea Nahles. La política socialdemócrata aclaró que no se trata de copiar fielmente el modelo de capacitación dual que tanto éxito ha deparado aa, sino de brindar impulsos.

    Un hombre sentado en la plaza Goethe, en Fráncfort, Alemania. Foto:  Frank Rumpenhorst/ EFE
    Un hombre sentado en la plaza Goethe, en Fráncfort, Alemania. Foto: Frank Rumpenhorst/ EFE