Etiqueta: amaranto

  • Con amaranto y chocolate gana mercados

    Redacción Sierra Norte
    (F) Contenido Intercultural

    Relacionadas

    El amaranto y el chocolate son los elementos primordiales de Yuri. Este emprendimiento familiar que se creó hace tres años en la comunidad de Gualaví, en Otavalo (Imbabura), apuesta por la producción de alimentos altamente nutritivos.

    Esta iniciativa es impulsada por César Perugachi. Él tiene 29 años y estudió Gastronomía en Quito. En esa ciudad organizó varias ferias de emprendedores.

    Ahí tuvo la idea de empezar un negocio propio. Explica que el fusionar estas semillas doradas y el cacao fino de aroma tiene buena acogida en el mercado, especialmente de la capital.

    Destaca que el amaranto es una fuente de proteínas de alto contenido alimenticio. Este cultivo, que se considera uno de los más antiguos de América, le provee Sumak Maki, una organización campesina de Cotacachi.

    En este cantón se recuperó la semilla milenaria. La idea es cerrar el círculo productivo. “Los campesinos de esta zona generan el grano y nosotros lo procesamos y lo vendemos”.

    Yuri o Nacer a la Vida tiene el taller de producción en Gualaví, una comuna con población mayoritariamente kichwa Kayambi. Para Perugachi es un laboratorio para experimentar.

    Así han surgido los cinco productos que actualmente fabrican. Se trata de Amaranto Natural, un cereal libre de gluten. También ofrecen el denominado Chocopop y Amaranto con Panela. Hay paquetes de 100 gramos. El costo oscila entre USD 2,50 y 3.

    Además tiene barras de chocolates de 50 gramos, con sabores de amaranto, mora y maracuyá. Cada barra vale USD 2,50. La idea es cubrir las necesidades nutricionales de la familia.

    Hasta el momento ha invertido USD 8 000 en equipar el taller, en materia prima y permisos.

    Perugachi creció rodeado por parcelas de trigo, cebada, maíz, papas de la zona andina. Sin embargo, siente una afinidad por el fruto de clima cálido. Eso descubrió cuando cursaba los estudios en el Instituto Chef Center, en Quito.

    El involucrarse en las exposiciones también le ayudó a conocer a productores.

    El cacao fino de aroma proviene de la provincia de Los Ríos. El proceso para la obtención de la pasta de cacao natural es minucioso. Eso le permite obtener chocolates con purezas del 45 al 70%, que son los porcentajes que emplea para sus barras.

    Previamente, el grano de cacao es limpiado, secado y descascarillado para a hacer tostado, molido y refinado. En junio pasado, Perugachi participó en el Salón del Chocolate.

    La firma Yuri, cuyo eslogan es ‘Alimento de los Dioses’, se acogió a la iniciativa de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), que promueve la tramitación de la Notificación Simplificada.

    “Esa campaña permite simplificar la documentación y es una ayuda para que los emprendimientos puedan tener un rumbo seguro”, comenta el emprendedor. Su padre, Ángel Perugachi, quien trabaja en el área de la construcción, ha sido uno de los que más ha impulsado esta iniciativa. En este negocio también labora Diana Farinango, esposa del emprendedor.

    Los alimentos los comercializa en ferias, especialmente en Cumbayá. “Estos espacios han sido una buena alternativa para posicionar la marca, hacer contactos con proveedores y negocios”.

    Los alimentos también se expenden en tiendas orgánicas como El Motilón, ubicada en Quito.

    Otros datos

    Yuri apuesta por una alimentación saludable y el consumo de productos orgánicos.

    El valor de las semillas ancestrales, como el amaranto, es uno de los plus de este emprendimiento familiar.

    Mercados. Los productos de Yuri se comercializan en Quito y en ferias que se organizan en varias ciudades del país.

    César Perugachi tiene 29 años y estudió Gastronomía, en Quito. Con apoyo de su familia levantó el emprendimiento. Foto: José Luis Rosales / LÍDERES
    César Perugachi tiene 29 años y estudió Gastronomía, en Quito. Con apoyo de su familia levantó el emprendimiento. Foto: José Luis Rosales / LÍDERES
  • El amaranto da vida al negocio familiar

    Redacción Quito

    Relacionadas

    De una desgracia también puede surgir una oportunidad para emprender.  Esta lección la aprendió Nelly Moreno en el 2009. En ese año, la ingeniera en alimentos, que trabajaba en una multinacional en el área de alimentos y bebidas, sufrió meningitis. En el diagnóstico se detectó una inflamación en su cerebro y los médicos le ordenaron medicación constante y reposo absoluto durante seis meses.

    No obstante, las ansias por recuperar su vitalidad le motivaron a buscar una “cura natural” para su enfermedad. Y descubrió un elixir que prácticamente le “devolvió la vida”: el amaranto.
    Con este producto nació Gramolino. El negocio vende granos como el amaranto al granel.

    Y desde el año pasado, la firma incursionó en el segmento de bebidas en TetraPak con amaranto, maracuyá y uvilla con la marca Amati. Este último producto es el valor agregado del negocio, detalla Moreno. “Esta bebida no tiene químicos y es elaborada con productos orgánicos y de comercio justo”, dice la gerenta de la firma.

    El grano de amaranto -al igual que la quinua- es considerado un pseudocereal. Sus beneficios son múltiples: posee proteínas, minerales y vitaminas naturales, ácido fólico, calcio, hierro, fósforo.

    Este alimento contiene un aminoácido que produce la serotonina , antidepresivo natural.
    Moreno dice que cuando tenía meningitis, en su casa le preparaban sopas, jugos y hasta ensaladas con el grano. “Consumirlo de manera diaria mejoró mi salud”.

    Por eso, en marzo del 2010, la emprendedora vio una oportunidad de tener un negocio propio con Gramolino, en la que invirtió un capital de USD 30 000.

    En un inicio, la firma procesaba los granos en su planta en Tumbaco, en el suroriente de Quito, para venderlos al granel en empaques que por su color púrpura -similar a las hojas de la planta de amaranto- llamaron la atención a sus primeros clientes individuales.

    Luego asistió a ferias e ingresó a cadenas de supermercados a escala nacional con el amaranto al granel marca Gramolino.

    Juan Carrera es agricultor y trabaja con amaranto y quinua desde su finca ubicada en el cantón Pedro Moncayo, de Pichincha. Desde que se inició Gramolino es su proveedor. Él explica que cada año le entrega entre 15 y 18 quintales de estos pseudocereales.

    En el 2015 y luego de ganar mercado, la firma empezó a trabajar en la bebida Amati, comenta Carla Novoa, hija de Nelly Moreno y encargada del área de Comunicación de la empresa.

    Para elaborar las bebidas la empresa se alió al Grupo Gloria (Leche Andina). Durante todo el 2015 realizaron pruebas del producto y en noviembre del 2016 arrancó la primera producción de esta bebida, que no tiene preservantes ni químicos. La planta se ubica en Sangolquí. Ahí se procesan 8 000 litros diarios de jugo.

    Amati también se vende en tiendas naturales y cadenas de supermercados. A la fecha también tienen 25 clientes corporativos.

    Moreno detalla que este año trabajarán en el rediseño de la marca y buscan concretar exportaciones. Pero también quieren fortalecer la parte de comunicación, con miras a posicionar al producto en el mercado local.

    Nelly Moreno y Carla Novoa, madre e hija, trabajan este año para posicionar su bebida de amaranto, Amati. Foto: Julio Estrella/ LÍDERES
    Nelly Moreno y Carla Novoa, madre e hija, trabajan este año para posicionar su bebida de amaranto, Amati. Foto: Julio Estrella/ LÍDERES
  • Arrayán y amaranto dieron más clientes a esta cervecera

    redaccion@revistalideres.ec

    Para Andrés Erazo y su familia, impulsar nuevos emprendimientos es cuestión de arremangarse la camisa y poner manos a la obra. En su casa ubicada en el sector de Pomasqui, al norte de Quito, más de una idea se ha convertido en el sostén de su hogar.

    Primero, sus padres abrieron una heladería en el 2002; luego, en julio del 2009, después de visitar Rumania, Erazo trajo una máquina para preparar embutidos y montó una parrilla, junto a la heladería, para vender sus productos.

    Pero algo faltaba a este emprendimiento: ¡cerveza! Así que en el 2011 la familia compró, en Quito, en USD 200 una máquina para preparar cerveza artesanal, con capacidad de 20 litros.

    Fabricar cerveza no es un proceso complejo y preparar 20 litros de cerveza solo requería de una inversión de USD 30. «Durante todo el 2011 probamos varias recetas hasta conseguir una con las características que buscábamos».

    En un inicio no se pensaba vender la cerveza, sino tenerla como parte del menú. «Pero tuvimos una aceptación excelente y las personas comenzaron a venir solo por la cerveza», recuerda Cristina Harja, esposa de Erazo. Así nació Cervecería Gourmet Artesanal.

    Para Nel Mosquera y Johan Romero, dos de sus clientes, el sabor de esta cerveza es peculiar y diferente. «No se parece a la industrial, tiene un sabor diferente y es muy buena».

    En el 2012, Erazo y su esposa realizaron otra inversión, de USD 6 000, en un tanque con capacidad para preparar 150 litros de cerveza, botellas de vidrio y materia prima como cereales malteados, lúpulo y levadura.

    Su hermano, Alejandro, se encargó del diseño de las etiquetas y presentaron al mercado una línea de tres tipos de cerveza: ‘Pale Ale‘, cerveza ligera de 21 días de maduración; ‘Stout’, 28 días y ‘Abbey Ale’, de cinco semanas de maduración.

    En octubre pasado comenzaron a producir la cerveza Munay, que se convirtió en su firma personal, ya que la fórmula es invención propia: contiene miel de flores de arrayán y amaranto, tres meses de añejamiento y 9% de alcohol.

    Cada mes producen, en promedio, 900 litros de cerveza, que se distribuyen en la Mansión del Queso, las pizzerías Cosa Nostra y en las celebraciones del Oktober Fest. Christian Sáenz y Andrea Utreras, propietarios de La Mansión del Queso, compran entre 150 a 200 botellas por mes y aseguran que sus clientes prefieren la cerveza artesanal para combinar con los quesos gourmet.

    Otros datos
    Más inversiones. Este año, invirtió USD 40 000 para la instalación de una nueva olla de cocción de cobre para elaborar 650 litros de cerveza.

    Los precios. En el mercado se puede encontrar cervezas de esta firma desde USD 8 hasta USD 14.

    • USD 4 000 factura cada mes en promedio