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  • 230 pymes participan en macrorrueda virtual de negocios de la Comunidad Andina

    Redacción LÍDERES (I)

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    Con la participación de más de 230 exportadores de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú y de compradores de la Unión Europea (UE), el Reino Unido y de los países de la CAN, desde este 28 de septiembre del 2020 se realiza el IX Encuentro Empresarial Andino, macrorrueda de negocios que se efectúa por primera vez de manera virtual.

    El IX Encuentro se desarrollará hasta el viernes 2 de octubre del 2020 y está enfocado en los sectores de alimentos procesados, agroindustria, cuidado personal y del hogar.

    El acto de inauguración estuvo a cargo del ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia en calidad de Presidente Pro Témpore de la Comunidad Andina, José Manuel Restrepo; el ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca de Ecuador, país organizador, Iván Ontaneda y el secretario General de la Comunidad Andina, Jorge Hernando Pedraza.

    El secretario General de la Comunidad Andina, Jorge Hernando Pedraza, destacó que, pese a la crisis generada por la pandemia, los países andinos han unido esfuerzos y han logrado desarrollar la macrorrueda andina. También agradeció la presencia de compradores de Francia, Italia, Alemania, Países Bajos, Polonia, Francia, España y el Reino Unido.

    El ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, José Manuel Restrepo, destacó la templanza y la resiliencia de los empresarios andinos, quienes a pesar de las circunstancias actuales y de manera virtual, siguen buscando aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado global, y de esta forma, posicionar a la CAN en la región y en el mundo.

    Por su parte, el ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca de Ecuador, Iván Ontaneda, dijo que para el país aspira lograr interesantes promesas de negocio y mejores días para el comercio regional, especialmente para artesanos y pequeños y medianos productores de nuestros respectivos países. “Aunque físicamente estemos a miles de kilómetros, sentimos esa calidez, pragmatismo y ejecutividad que caracteriza al sector empresarial de nuestros países; de aquellos que buscan contribuir a la reactivación productiva de nuestra región, reactivando el comercio y la recuperación económica y social”, manifestó Ontaneda.

    El IX Encuentro Empresarial Andino se efectúa por primera vez de manera virtual. Foto de la página www.comunidadandina.org/
    El IX Encuentro Empresarial Andino se efectúa por primera vez de manera virtual. Foto de la página www.comunidadandina.org/
  • Esta ‘kombucha’ tiene una identidad andina

    José Luis Rosales (I)   redaccion@revistalideres.ec

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    Los imbabureños José Caiza, Cristian Puente y Joaquín Purtschert se asociaron para elaborar la kombucha andina UQU.

    Esta bebida, de té negro fermentado con levaduras, se vende en cadenas de supermercados y a través de la Internet, desde hace dos años.

    Purtschert recuerda que conoció sobre esta receta, de origen asiático, por su abuela materna,
    Nelly Dávila. Ella la preparaba y la llamaba agua de hongo.

    “Lo interesante de la kombucha es que contiene microorganismos vivos que cumplen con la función probiótica y ayudan a mantener fuerte el sistema digestivo”, dice.

    Los primeros ensayos para el procesamiento de este néctar lo realizaron en la cocina de la casa. El objetivo fue obtener una bebida de origen natural, que no requiera de aditamentos artificiales para su conservación.

    Previamente hicieron un estudio de mercado para determinar la oferta y las oportunidades en el mercado ecuatoriano.

    Los emprendedores aprovecharon la capacidad instalada de la Cervecería Caran, de propiedad de la familia de Purtschert, para producir y sacar al mercado ecuatoriano este producto.

    Hasta el momento han invertido unos USD 30 000 en la adquisición de materia prima, permisos sanitarios y creación y diseño de la marca.

    UQU está inspirada en la mitología del Uku Pacha, que en la cosmovisión andina se define como el mundo de abajo. Caiza explica que también hay elementos como el sol y la cruz andina. “Queríamos diseñar un producto no solo diferente, sino que llame la atención del público”.

    Por eso, las botellas, de 350 ml fueron traídas desde China. La otra presentación que se ofrece es en un envase de 2,5 galones.

    Toda la etapa de fermentación dura dos semanas en completarse. Joaquín Purtschert, ingeniero en alimentos de profesión, explica que las levaduras permiten transformar la teína y el azúcar en esta bebida milenaria.

    En esta etapa es importante controlar la temperatura, para que se desarrolle bien el cultivo.
    Uno de los elementos que destaca como clave es el agua, que es extraída a 60 m de profundidad en las faldas del volcán Imbabura.

    Otro de los ingredientes para la preparación que destacan son las plantas y frutas. UQU ofrece tres sabores: el original de té negro fermentado; moras, fresas y flor de Jamaica; taxo y maracuyá.

    También hay productos de temporada como las kombuchas de sandía, kiwi y hobo, este último florece en el valle del Chota.

    El chef Cristian Puente resalta que todo el proceso es artesanal. “El té fermentado de forma natural permite producir probióticos y ácidos orgánicos saludables”.

    Agrega que este producto. al ser destilado al frío, permite conservar sus sabores naturales.
    Durante la pandemia se incentivó la promoción y venta a través de las redes sociales de UQU. Los pedidos se pueden despachar vía correo a cualquier ciudad del país.

    La otra opción es abrirse mercado a través de tiendas y cafeterías especializadas. Ese es el caso de Jatunwasi Granel Gourmet, de Riobamba, que entre las novedades para sus clientes incluyó la kombucha UQU, a partir del 7 de septiembre pasado.

    Los mentalizadores de la empresa imbabureña buscan establecer nuevos puntos de venta en restaurantes y cafeterías. Igualmente, quieren entablar alianzas con promotores comerciales del Ecuador.

    La meta de los emprendedores es generar una línea de productos que contribuya a transformar los hábitos alimenticios. Por eso, tienen en desarrollo la miel de ágave, que se obtiene del penco azul.

    Por lo pronto, realizan contactos con productores locales para garantizar el abastecimiento de la materia prima.

    30 000 dólares es la inversión inicial que ha realizado para este emprendimiento.

    En Uqu buscan especializarse en elaborar una línea de productos  integrales. Foto de la página www.uqukombucha.com
    En Uqu buscan especializarse en elaborar una línea de productos integrales. Foto de la página www.uqukombucha.com
  • La pyme genera el 60% del empleo en la Comunidad Andina

    Carolina Enriquez

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    El 60% del empleo en los países de la Comunidad Andina de Nacionales (CAN) lo genera la pequeña y mediana empresa (Pyme).

    El grupo regional está integrado por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Héctor Quintero, secretario general de la CAN, indicó que más del 90% de las compañías del bloque son Pymes.

    Él también destacó la creciente actividad económica y comercial entre los países de la subregión. Durante el primer semestre de este año las exportaciones alcanzaron USD 5 143 millones.

    El Secretario resaltó que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PBI) en el 2017 en la CAN fue de 2,3%; igual al de EE.UU. y de la Unión Europea (UE). Está muy por encima de Latinoamérica y el Caribe.

    Actualmente, la población de la CAN asciende a 110 millones de ciudadanos. El año pasado más de 5 millones de pasajeros se movilizaron vía aérea entre los cuatro países de la subregión.

    Exporganic, pyme que exporta frutos deshidratados a la Unión Europea. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
    Exporganic, pyme que exporta frutos deshidratados a la Unión Europea. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
  • Muebles artesanales con identidad andina

    Redacción Quito

    Contenido intercultural

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    Pequeñas comunidades indígenas de siete provincias la sierra centro sur y de la costa son el núcleo de un trabajo artesanal. Los integrantes de estas comunidades elaboran muebles artesanales que se comercializan en Quito y son parte del Centro Artístico Don Bosco.

    Gabriele Dalle Védove es el dirigente de este centro artístico que tiene el apoyo de la Operación Mato Grosso, una organización no gubernamental italiana que colaboró para que se puedan implementar talleres en las comunidades de Chinaló, Angamarca, Celen, Isinliví, Guanazan, Tenta y Cuatro Esquinas.

    El propósito de este proyecto consiste en crear fuentes de trabajo en provincias como Bolívar, Cotopaxi, Guaranda, Loja y Manabí. Además se evita los flujos migratorios involuntarios.
    Bajo la dirección de Dalle Védove se formaron carpinteros y ebanistas durante la década del noventa. En estos talleres se desarrolló una línea de producción de comedores, escritorios, libreros, mesas, camas, entre otros.

    En el año 2000 se inauguró un local ubicado al norte de Quito para comercializar el mobiliario elaborado en esas comunidades.

    En el establecimiento se exhiben los muebles de fabricación artesanal en madera maciza sin clavos. La temática evoca a paisajes andinos tallados a mano.

    Cristina Gadaleta, vocera del emprendimiento, explica que cada mueble tiene su identidad y que el cliente adquiere una pieza única, debido a que no se realiza una producción en serie. Además, cada mueble lleva el nombre del artesano que realizó la obra.

    El Centro Artístico Don Bosco también cuenta con una línea de arte sacro. En esta colección se encuentran crucifijos de pared, figuras de madera de vírgenes, espejos con temática religiosa en el marco e incluso se fabrican retablos para iglesias. Las obras de temática religiosa tienen una mayor venta en la provincia de Loja.

    Dalle Védove comenta que tienen una demanda de muebles bajo pedido. En ese proceso se conversa con el cliente para conocer sus necesidades; con esta información se realiza un boceto inicial que es presentado al cliente y se acuerda un precio. Posterior a esto Dalle Védove realiza un dibujo final con las medidas y detalles específicos. Este plano es enviado a los talleres de las comunidades para su fabricación.

    La elaboración de cada mueble tiene un tiempo de uno a tres meses, aunque este tiempo varía según las dimensiones del pedido.

    Los precios, en promedio, varían según el tamaño. Se puede encontrar una cama en USD
    1 000 o 1 200; veladores desde USD 200; mesas entre USD 900 y 1 200; ó sillas de USD 100 y 140

    Dalle Védove explica que el tipo de mueble de madera maciza no es muy comercial. Especifica que se trata de un mueble artesanal con un alto nivel de detalle. “No existe un sistema de producción en masa, por lo contrario cada artesano fabrica una obra completa en su totalidad, de esta manera se asegura el valor artístico de cada obra”, dice el dirigente.

    La técnica del arado está presente en cada obra. Este método que se asemeja a una parcela de tierra recién arada le da una textura diferente a la madera. Este elemento artesanal está presente en cada obra que se vende.

    Estos muebles son fabricados con madera de tangare y seike. Los sectores de donde obtienen la materia prima son aprobados por el Ministerio del Ambiente, comenta Dalle Védove.

    Actualmente este emprendimiento trabaja en la actualización de su página web para ofertar sus muebles por medio de un catálogo virtual. Con esta herramienta tienen proyectado ampliarse a todo el país.

    Cristina Gadaleta observa los muebles elaborados en las comunidades. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    Cristina Gadaleta observa los muebles elaborados en las comunidades. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
  • Jugos y postres con ingredientes de la zona andina

    Redacción Quito

    Jugos y golosinas hechos a base productos tradicionales ecuatorianos es la oferta que trae la Asociación Gastronómica el Ancestro (Asogan).

    La agrupación la conformó Marisol Ambuludí y su familia. Se trata de 30 personas, la mayoría son familiares y provenientes de Loja.

    El emprendimiento se remonta al 2012, cuando el grupo impulsó un servicio de catering. Este se encuentra activo hasta el momento y, principalmente, da servicio a entidades del sector público.

    Sin embargo, los pequeños empresarios decidieron innovar y su principal motivación fue impulsar los productos andinos. Desde hace dos años, cuenta Ambuludí, comenzaron la producción de los jugos, postres y gelatinas.

    Para ello tuvieron el apoyo y acompañamiento de la Agencia de Promoción Económica del Distrito Metropolitano (ConQuito. La entidad destaca el esfuerzo de Asogan para la creación y venta de nuevos productos por parte de organizaciones de la economía popular y solidaria (EPS).

    El artículo estrella del negocio son los jugos marca Asiri. La oferta incluye bebidas de proteína de amaranto con almidón de achira, sabor a fresa, maracuyá y chocolate. También hay postres que son de harina de plátano o garbanzo con almidón de achira, jalea y relleno de nueces. “Además, ofrecemos gelatinas de frutas y verduras con sabores como mora, maracuyá con zanahoria, hierbaluisa con limón y naranjilla con espinaca. Todo está endulzado con panela de origen orgánico”.

    Los postres y gelatinas los fabrican hace tres meses y los entregan a una persona de una organización que, a su vez, distribuye el producto en un colegio. También, comenzaron a vender en la tienda orgánica Camari, en Quito

    Allí se reparten unas 50 fundas semanales de gomitas y otras 20 de postres. Mientras que los jugos los comercializan por litros a los Centros Infantiles del Buen Vivir del Ministerio de Inclusión Económica y Social. A estos centros envían 35 litros dos veces por semana para 270 niños. Es el principal cliente de la empresa.

    Los jugos, sin embargo, también se venden en botellas en presentaciones de 200 mililitros. Estos productos se colocan en ferias.

    Para consumidores de productos naturales como Esteban Méndez consumir estos productos le brinda energía y le permite conocer más de la comida tradicional.

    De hecho, esa fue la principal motivación de Ambuludí y su familia para este emprendimiento. “Estamos enmarcados en la alimentación saludable. Nos enorgullece que podamos ayudar a los niños en una alimentación saludable”, dice.

    Además, la emprendedora explicó que es importante resaltar la tradición culinaria del Ecuador. Ella quiere recuperar el uso de harinas y almidones de plantas que se han usado ancestralmente.

    El emprendimiento tiene previsto desarrollar nuevas ideas alimenticias enmarcadas en la línea actual. Uno de sus principales objetivos es la producción con base de hierbas aromáticas.
    Este negocio cree en que las organizaciones deben ayudarse mutuamente. Por ello es que Asogan compra los insumos para la fabricación de sus productos a otras asociaciones como Pacha Mama y La Esperanza..

    Marisol Ambuludí y su familia montaron este emprendimiento. El negocio arrancó en el 2012. Foto: LÍDERES
    Marisol Ambuludí y su familia montaron este emprendimiento. El negocio arrancó en el 2012. Foto: LÍDERES
  • La cosmovisión andina inspira sus joyas

    Cristina Marquez

    Los colores vivos como el fucsia, el verde y el amarillo, que tienen diversos significados para la cosmovisión andina y aparecen en los bordados de las blusas que visten las mujeres indígenas de Chimborazo, son los protagonistas de la nueva colección de Azur.

    La marca riobambeña ofrece una variedad de joyas como collares, pulseras, aretes… para mujeres jóvenes, adultas y niñas. Cada pieza es única; cuando se trata de un pedido se hace de forma personalizada y se inspira en la cosmovisión andina y en los elementos de la naturaleza.

    Pero lo que la hace diferente a otras son los diseños disponibles en el mercado, es que están hechos con materiales inusuales y se trata de una propuesta ecológica. Martha Lema es la propietaria y diseñadora. Ella utiliza piedras de río, pedazos de vidrio forjado, papel, retazos textiles, semillas y otros materiales reciclados.

    “En mi taller nada se desperdicia. Cada cosa que me encuentro tiene potencial para convertirse en una obra de arte”, cuenta sonriente Lema, de 40 años.

    Ella empezó a fabricar joyería desde su infancia. Elaboraba collares y pulseras que manufacturaba para combinar con sus prendas favoritas, y era muy diestra para las tareas manuales.

    Su pasatiempo favorito se convirtió en un negocio cuando en el año 2013 nació su nieta Karol. Su hija Valeria Mejía quería accesorios diferentes a los comunes para su primer retrato, así que juntas diseñaron pulseras tejidas, adornos para la cabeza y trajes de fantasía para la pequeña.
    Las piezas elaboradas en una tarde tuvieron un resultado inesperado. La joyería y accesorios eran tan vistosos, que pronto llamaron la atención de amigas y familiares de la familia, por lo que se convirtieron en sus primeras clientas.

    Así surgió la línea Bows and Flowers, especializada en joyería y accesorios para niñas. Las primeras ventas se hicieron por publicidad directa a conocidos y familiares, y luego se promocionaron en redes sociales.

    Los pedidos de la línea infantil motivaron a la emprendedora a publicitar también su línea de bisutería para mujeres jóvenes y adultas. El primer mes Lema elaboró collares y pulseras de papel y de semillas y, a pesar de que su técnica aún era muy rústica, logró vender seis juegos bisutería.

    Convertir pedazos de papel reciclado en piezas de joyería de alta calidad, no es una tarea fácil. Martha tarda entre dos y tres semanas en la elaboración de los collares más complejos. Su técnica consiste en crear una mezcla de contextura espesa para luego elaborar piezas geométricas, con las que arma su joyería.

    Para manufacturar sus primeros diseños esta emprendedora recogió todo tipo de materiales que pudieran lucir vistosos, como semillas de eucalipto y pino, piedras de río, pedazos de madera, vidrio, aluminio, entre otros objetos reciclados, por lo que su inversión inicial fue mínima.

    “Desarrollar la técnica para elaborar la joyería me costó varios meses de ensayos, experimentos y autocapacitaciones. Pero finalmente obtuve el resultado que buscaba, cuando lo logré supe que estaba lista para el siguiente paso”, cuenta Lema.

    Sus creaciones estaban inspiradas en la belleza de los objetos simples de la naturaleza a los que regularmente la gente no les prestaba atención, hasta que una nueva inspiración que la hizo considerar la realidad de las mujeres indígenas, surgió.

    Micaela Lema fue electa reina de Riobamba y se convirtió en la primera mujer indígena en ser electa para esa dignidad. Ella le habló sobre cómo las jóvenes empezaron a reemplazar sus trajes tradicionales por otros de la cultura occidental, y su proyecto para incentivarlos a amar su ropa originaria.

    La diseñadora se entusiasmó con el proyecto y así surgió su nueva línea andina. Los collares y pulseras que diseña guardan relación con los tonos de los bordados de las blusas puruhaes.
    Las piezas de esta diseñadora se volvieron populares entre las reinas de belleza y ahora incluso se envían pedidos a Reinas de la Amazonía.

    La meta de la marca ahora es la exportación. Los contactos para difundir las joyas en Estados Unidos e Italia ya se hicieron, y se espera que en el 2018 se inicien los envíos de sus diseños.

    Martha Lema es la propietaria y diseñadora de Joyas Artesanales Azur. Su taller está en Riobamba. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES
    Martha Lema es la propietaria y diseñadora de Joyas Artesanales Azur. Su taller está en Riobamba. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES
  • La medicina andina es su oferta

    Cristina Marquez

    Las terapias naturales y las consultas con ancianos indígenas que practican la medicina andina son parte de la oferta del Hospital Andino Alternativo de Chimborazo.

    Este hospital agrupa en su ­planta de profesionales a médicos, especialistas y enfermeras con naturópatas, yachaks, parteras y sobadores.

    Esa casa de salud cuenta, además, con un área completa de medicina alopática (tradicional), con 25 especialidades médicas. Ofrece servicio de hospitalización y tiene uno de los quirófanos mejor equipados de Riobamba.

    La entidad pertenece a la fundación que lleva el mismo nombre del hospital y es presidida por la Diócesis de Riobamba. El Hospital Andino no tiene fines de lucro y tiene precios asequibles para los segmentos socioeconómicos medio y bajo.

    La iniciativa surgió en la década de 1960, cuando Leonidas Proaño, exobispo de Riobamba, fundó los consultorios médicos populares. “Es esa época, la salud no era ni universal ni gratuita, no todos contaban con los recursos para acceder a este servicio, así que la Diócesis decidió ayudar”, explica Edwin Lara, gerente del hospital.

    Los consultorios populares tuvieron alta acogida y más personas se sumaron al proyecto, entre ellos el párroco Wolfgang Schaft, quien donó parte de su herencia para la construcción de una infraestructura propia, el Municipio de Riobamba, y varias Organizaciones de ayuda de Alemania.

    Schaft también gestionó ayuda con varias organizaciones alemanas y consiguió la donación de equipos quirúrgicos de alta tecnología que se utilizan en la atención ciudadana.

    El hospital se inauguró oficialmente en el 2002. Las campañas de atención gratuita y amplios estudios médicos en sectores donde habitan personas en condiciones de pobreza se convirtieron en los proyectos bandera de la institución por lo que llegaron a convertirse en un referente de ayuda social en Riobamba.

    Pero lo que caracteriza a este centro hospitalario son sus tres áreas de medicina avaladas por el Ministerio de Salud y por la Organización Mundial de la Salud. Antes de la inauguración del Hospital los Yachaks, atendían a sus pacientes en las comunidades.

    “Estamos orgullosos de contar con dos áreas médicas adicionales a la medicina tradicional. Estas áreas no están relacionadas entre sí, son independientes. Pero en algunos casos se hacen derivaciones, en los casos tratados por el psicólogo, por ejemplo”, explica el gerente del establecimiento.

    En el área de medicina complementaria trabajan en la actualidad naturópatas y médicos especialistas en acupuntura, homeopatía y osteopatía. Allí se ofrecen 10 terapias como terapia neural, reflexología, reiki, entre otras, que tienen un costo que oscila entre USD 15 y 20.
    “Estas terapias son ideales para el estrés, la depresión y la ansiedad. En la última temporada hemos tenido muchos pacientes con síndrome de Bornout, afectados por estrés laboral”, cuenta Sonia Carrera, coordinadora del área complementaria.

    En el área andina trabajan ocho personas, entre parteras, sobadores y yachaks, ellos ofrecen combinaciones de hierbas medicinales y baños de vapor para tratar ‘malas energías’ y espantos, u otras patologías como golpes y dolores musculares.

    “Todo lo que hacemos aquí es gracias al conocimiento que heredamos de nuestros abuelos. Los remedios los preparamos con una combinación de plantas que conseguimos en los páramos y con nuestra habilidad para liberar la mala energía que puede enfermar a una persona”, explica María Gualla, coordinadora del área andina.

    Ella se sumó a la planta del Hospital Andino hace 13 años. “Nunca me imaginé que algún día podría trabajar en un hospital y prestar un servicio formal, porque antes en las ciudades nuestros cono­cimientos eran menospreciados”, dice Gualla.

    Este emprendimiento social continúa con su labor y se apoya en su equipo de trabajo. 50 especialistas laboran como prestadores de servicios profesionales en la actualidad en el Hospital Andino Alternativo Chimborazo.

    Eduardo Silva, Verónica Vivar, Edwin Lara, Sonia Carrera y María Ashpa son parte del equipo del hospital. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
    Eduardo Silva, Verónica Vivar, Edwin Lara, Sonia Carrera y María Ashpa son parte del equipo del hospital. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • La música andina da vida a este emprendimiento

    Redacción Sierra Norte (F) Contenido intercultural

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    Con siete cañas delgadas, atadas con una piola, José Luis Pichamba construye un instrumento musical.

    “La palla -un rondador pequeño- es un elemento típico de Otavalo”, explica este artesano y músico a los turistas que visitan su taller, ubicado en la comuna de Peguche, en Imbabura.
    El local de fabricación de instrumentos andinos lleva el nombre de Ñanda Mañachi, que en español significa Préstame el Camino.

    En las paredes del inmueble, que parece un museo, cuelgan decenas de instrumentos musicales de viento y de cuerda. Resaltan los rondadores de Ecuador; las quenas de Perú; los toyos, de Bolivia.

    También se pueden observar charangos, bandolines, guitarras, en otros instrumentos.
    Con 58 años de edad, Pichamba recuerda que los visitantes extranjeros comenzaron a llegar a Peguche cuando él tenía 12.

    Eso le dio la idea de ofrecer un servicio a las operadoras turísticas, aprovechando sus habilidades para interpretar instrumentos de viento, cuerda y percusión.

    Desde ahí, el artista y director grupo de música andina Ñanda Mañachi recibe a grupos de turistas, básicamente de extranjeros.

    Con los años, su sueño se convirtió en un emprendimiento familiar. Ahora sus siete hijos le ayudan a elaborar los instrumentos musicales. Además, sus hijas Paola y Lucía confeccionan artesanía. La primera ofrece aretes y collares con diseños étnicos y la segunda, atrapasueños, un círculo de madera adornado con mullos y plumas, que según la cosmovisión indígena alejan las pesadillas.

    Todos estos artículos, además de los discos del grupo Ñanda Mañachi , se ofrecen a los visitantes, mientras relatan la historia música de América Latina.

    Una palla vale USD 3, una quena 10 y un rondador 15. Con la venta de estos artículos se financia esta iniciativa, pues no cobran el ingreso ,ni a los turistas ni a las operadoras de turismo.

    El Taller de Instrumento Andinos Ñanda Mañachi es parte del circuito turístico, denominado Otavalo Full Day, que ofrecen más de 15 agencias de viaje.

    Es por ello que cada día uno de los miembros de la familia Pichamba actúa como guía turístico.

    El martes anterior, por ejemplo, estuvo el patriarca de la familia luciendo su larga caballera, peinada en trenza, y la ropa tradicional de los kichwas de Otavalo (pantalón, camisa y alpargatas blancas, sombrero crema y poncho azul).

    Uno de los atractivos es el recorrido por el continente que realiza Pichamba entonando la música de cada país. Así con la quena interpretó una cumbia colombiana, un sanjuanito de Ecuador, la lambada de Brasil, entre otros.

    El trabajo se duplica de mayo a septiembre, comenta. Es la época alta del turismo europeo y estadounidense que visita Ecuador.

    Pichamba calcula que en esta temporada recibe a 500 visitantes, cada semana. Mientras que, el resto del año se reduce a la mitad.

    Adriana Yapo, guía turística de la operadora Great Lake, considera que uno de los atractivos de Ñanda Mañachi es la promoción de la cultura otavaleña.

    La semana pasada, Yapo visitó el local con 11 viajeros procedentes de México, Puerto Rico, Estados Unidos y Singapur. Todos quedaron sorprendidos por la habilidad del músico otavaleño. Ahora, el próximo reto de Pichamba es ofrecer alojamiento.

    José Luis Pichamba enseña los instrumentos que elabora y promociona en su local de Peguche. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES
    José Luis Pichamba enseña los instrumentos que elabora y promociona en su local de Peguche. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES
  • Cuatro mesas temáticas para emprendedores

    Redacción Quito (I)

    Por décimo año consecutivo, la Universidad Andina Simón Bolívar sede Ecuador, a través del Observatorio de la PYME, organiza el X Foro Internacional del Emprendedor, que se realizará del 18 al 19 de noviembre, en el Paraninfo institucional (Quito).

    Con la participación de expertos nacionales e internacionales, este encuentro busca fomentar el espíritu emprendedor y analizar los desafíos para los emprendedores de negocios, emprendedores sociales y de las mipymes del país.

    En la lista de conferencistas se destacan: Melquicedec Lozano, del Icesi Cali (Colombia), quien disertará sobre el Ecosistema emprendedor. Fernando Zelada, Grupo de Mercadeo Total (Perú), se referirá a las Herramientas de ‘mentoring’ para el emprendimiento.

    También intervendrá José Antonio Vega, Valnalon (España), cuya intervención se referirá a las Mejores prácticas de enseñanza del emprendimiento en Europa. Mientras que Gabriel Boero, de la Universidad San Martín (Argentina), dialogará sobre la Responsabilidad social para el emprendimiento.

    El programa se complementa con cuatro mesas temáticas: Emprendimiento e Innovación, factor clave de la dinamización del ecosistema emprendedor; Mentoring para el emprendimiento; Educación para el emprendimiento; y, Responsabilidad social empresarial. En ellas intervendrán representantes de varias instituciones ecuatorianas.

    En estas mesas participarán representantes de entidades como la Vicepresidencia de la República, el Ministerio de Industrias y Productividad, Gobierno de la Provincia de Pichincha, CAF Banco de Desarrollo, Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI), ConQuito, Consorcio Ecuatoriano para la Responsabilidad Social (Ceres), Espol, Universidad Politécnica Salesiana, etc.

    Para el coordinador del Observatorio de la PYME y director del Área de Gestión de la Universidad Andina, Wilson Araque, el foro servirá para crear un espacio de reflexión sobre el emprendimiento, como un medio para el surgimiento de actividades productivas basadas en criterios de responsabilidad social, trabajo articulado entre actores, asesoramiento especializado, etc.

    El docente añade que la Universidad Andina invita a este encuentro a emprendedores, estudiantes, docentes, investigadores y público en general.

    En las nueve versiones que se han realizado del Foro del Emprendedor, han participado más de 60 expositores.

  • Flor Andina recupera y cuida la flora nativa

    Redacción Quito

    Una pala, una carretilla, USD 400 y las ganas de trabajar fueron su capital inicial. Así nació Flor Andina, un negocio que presta servicios de jardinería enfocada en las plantas nativas.

    Javier Quirola, Wilson Pesántez, Julio Vilca y Humberto Quinte son los socios de este emprendimiento de la economía popular y solidaria.

    Se conocieron hace cuatro años cuando trabajaron como obreros en el proyecto recuperando la vegetación andina del Parque Itchimbía. Allí aprendieron la importancia de regenerar las quebradas, cultivar plantas endémicas… Estos jóvenes emprendedores decidieron unirse por un sueño común: crear una microempresa enfocada en el cuidado ambiental.

    Las Ferias Metropolitanas Inclusivas del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito fueron una vitrina para dar a conocer sus servicios.

    Estas ferias cuentan con un presupuesto de USD 1,5 millones para cubrir contratos relacionados con el servicio de imprenta, mantenimiento de edificios, jardinería, entre otros, con artesanos, asociaciones y emprendedores de la economía popular y solidaria.

    El servicio que oferta Flor Andina permitió que sea adjudicataria de contratos con la Empresa Metropolitana de Obras Públicas, para arreglos en parques de la ciudad, destacó ConQuito a través de un boletín de prensa.

    Los ingresos de la empresa fluctúan entre USD 3 000 y 10 000 al mes, según el número de contratos.

    El negocio también da mantenimiento a los jardines de urbanizaciones privadas.

    Pesántez comenta que otra parte fundamental para el emprendimiento fue la capacitación y asesoría técnica que recibieron de ConQuito en administración de empresas, marketing, etc.

    El productor audiovisual independiente Carl West es uno de sus clientes. Desde hace un año Flor Andina da mantenimiento al jardín de su casa. «Lo que me gusta de ellos es que no se dedican a cortar el césped, sino que saben mucho de plantas. Tengo árboles especiales, plantas delicadas. También me traen plantas. El trabajo es muy bueno».

    Aunque su servicio se basa en la experiencia de más de 10 años en jardinería, ellos quieren capacitarse. Desde esta semana empiezan un curso para obtener el título de jardinero profesional.

    El árbol favorito de Quirola es el sauce. «En edad adulta tiene una copa gigantesca». En un futuro quiere que Flor Andina crezca y sea como un sauce.

    Las cifras

    Empleo. En la microem presa colaboran entre 4 y 30 personas, según la cantidad de contratos.

    El servicio. Este negocio se especializa en la recuperación de quebradas, mantenimiento de jardines.

    Vivero. Esperan tener su propio vivero para fortalecer la iniciativa.