Etiqueta: autopartes

  • Dos caras en el sector automotor

    Redacción Quito

    (I)

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    El sector automotor ecuatoriano vive dos facetas hoy en día. Por un lado está el incremento de la venta de unidades y por otro el decrecimiento de la industria nacional, que engloba a ensambladoras y autopartistas.

    Hasta septiembre pasado se vendieron en el país 102 000 vehículos nuevos y para fin de año se calcula que la cifra crecerá hasta 139 000, lo que significa un crecimiento de un 33% en comparación con el 2017, según datos de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade).

    El gremio calcula que las ventas de este año serán similares a las del 2011, cuando se comercializaron 139 808 unidades. La Aeade asegura que el sector entró en un proceso de recuperación a partir de enero del 2017, tras la expansión del crédito y la eliminación de los cupos para importar.

    Este crecimiento se sostiene con otros datos. Por ejemplo, según la Aeade, desde el 2015 hasta diciembre del 2017 se afiliaron al IESS alrededor de 3 300 nuevos trabajadores en las empresas de producción, comercialización y mantenimiento de vehículos.

    Hoy se cuentan 30 000 trabajadores afiliados a la seguridad social en la industria automotriz ecuatoriana.

    El panorama cambia cuando se lo mira desde la óptica de la industria. David Molina, director de la Cámara de la Industria Automotriz del Ecuador (Cinae), asegura que el sector ensamblador atraviesa una caída que genera preocupación.

    En septiembre del 2016 los vehículos ensamblados en el país tenían cerca del 50% del mercado. Un año después la cifra bajó a 32% y en septiembre de este año cayó a 24,7%. Esto muestra que hace dos años uno de cada dos vehículos vendidos era ensamblado en el país. En la actualidad uno de cada cuatro es ensamblado en Ecuador. “La industria automotriz no se ha visto beneficiado del crecimiento del mercado. Los ganadores son los vehículos importados”, asegura Molina.

    Según el vocero de Cinae, el problema se da porque la industria nacional de alguna manera tiene problemas de política pública y política industrial que no han sido resueltos por las autoridades. “Esto nos pone en desventaja frente al vehículo importado”. Como ejemplo dice que un vehículo ensamblado en el país paga 15% de aranceles en los CKD. Mientras que un automotor ensamblado en Colombia puede pagar cero aranceles al entrar al país.

    El tema se puede agudizar, según Molina, con posibles nuevos acuerdos, que está buscando el Gobierno, como parte de su política comercial.

    El dirigente dice que la industria está a la espera de respuestas favorables de parte de las autoridades. “Lo que queremos es competir en igualdad de condiciones con los modelos importados”.

    La feria Automundo se realizó la semana pasada en Quito. Fue una vitrina del sector automotor para exhibir nuevos modelos de vehículos.
    La feria Automundo se realizó la semana pasada en Quito. Fue una vitrina del sector automotor para exhibir nuevos modelos de vehículos. Foto: Víctor Muñoz / Líderes
  • Innova en autopartes para buses

    Modesto Moreta

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    Las carrocerías, las esponjas para los asientos de buses interprovinciales y los asientos plásticos para los buses urbanos que fabrica la empresa Parego, en Ambato, trabajan en las condiciones más exigentes. Esta firma ambateña apostó desde el 2012 a la fabricación de autopartes de calidad con el propósito de abaratar los costos de los productos importados.

    Su más reciente innovación surgió hace dos meses. La empresa elabora asientos plásticos para buses urbanos, convirtiéndose en el producto estrella de esta marca para la industria carrocera nacional. Los asientos cumplen con normas técnicas de homologación, así como con estándares de calidad y de flamabilidad.

    Estas características ayudaron a que poco a poco se posesione en el mercado ecuatoriano. Es más los costos por unidad bajaron de USD 32 a 21. En la actualidad la empresa confecciona 150 asientos de plástico reforzados al día. La capacidad instalada es de 400.
    La historia de Parego se inició en el 2003, luego de la crisis bancaria. Washington Paredes decidió en 1999 dejar la importación de autopartes e instaló su propio taller para fabricar carrocerías metálicas. Su experiencia en el taller de su padre Olmedo lo puso a prueba en su negocio.

    Con una inversión de USD 50 000 armó su local en la avenida El Rey, en el norte de Ambato, con el nombre de Parego. Con los recursos adquirió las soldadoras, cortadoras de metal, cizallas y materia prima. Arrancó con la elaboración de carrocerías para buses, furgones, baldes de camionetas, cajones metálicos….

    Paredes cuenta que una carrocería hace 15 años costaba alrededor de USD 15 000, en la actualidad está entre los 45 000 y 60 000. Con el tiempo, el taller se trasladó al sector Unamuncho en su nueva planta en la que se invirtieron unos USD 100 000.

    La reinversión de las utilidades fue importante en el proceso de crecimiento de la empresa y la innovación tecnológica. Paredes cuenta que los altos costos de las autopartes importadas como los asientos plásticos y las esponjas inyectadas, sumado al incumplimiento en las entregas a la fábrica motivaron poner en marcha su proyecto de fabricación de sus propias autopartes.

    Con la calidad del producto comenzó con la comercialización de las esponjas y los asientos plásticos en el mercado nacional con buenos resultados. Paredes dice que lograron bajar los precios de los asientos plásticos importados y de las esponjas para competir. “Tenemos la tecnología de punta y la mano de obra capacitada para prestar este servicio que también cuenta con matricería para producir moldes en aluminio y acero”.

    En el 2012 sus hijos Sebastián y Diego asumieron la administración de la empresa. Ellos dieron un giro importante para montar las nuevas áreas de producción en techos de zinc, esponjas de alta calidad para el tapizado de los asientos de los vehículos y los asientos plásticos para los buses.

    Diego Paredes, gerente de Parego, asegura que en los dos meses que están en el mercado de los asientos ya han fabricado 2 500 unidades. También, explica que por cada 1 000 unidades de asientos la firma elabora las matrices o moldes con el logotipo de la carrocería o la empresa de transportes. “La idea es que cada asiento lleve el logotipo de la Cooperativa de Transporte o de la Empresa Carrocera, este servicio es gratuito. Estamos en promoción por la presentación de nuestro producto en el mercado nacional”.

    También, elaborará almohadas de esponja inyectada para comercializarla a escala nacional. Es más, la maquinaria y los equipos con que cuenta se pueden fabricar colchones. Esta industria ambateña también produce techos de zinc para galpones. “Nuestro asiento es un 9% más resistente que el importado de acuerdo a los estudios efectuados en el Centro de Fomento Carrocero”.

    Hace dos años, Tapicería Loja utiliza la esponja inyectada que fabrica Parego para la fabricación de juegos de asientos para buses interprovinciales e intracantonales que le solicitan las empresas carroceras de Santo Domingo. Ángel Romero, gerente, explica que la calidad del producto hizo los pedidos aumenten.

    La firma está en el mercado hace 28 años, produce uno o dos juegos de asientos, es decir, 40 y 45. “Los precios para trabajar en volumen son bajos y podemos competir en el mercado, eso hizo que las ventas poco a poco se incrementen”.

    El año pasado Parego facturó USD 467 765, cifra menor a la del 2015 y da trabajo a 20 personas. Sus principales mercados son Ambato, Quito y Santo Domingo.

    Diego Paredes, gerente de Parego, enseña los asientos para los buses urbanos. Esta firma ambateña apostó desde el 2012 a la fabricación de autopartes de calidad . Foto: Modesto Moreta / LÍDERES
    Diego Paredes, gerente de Parego, enseña los asientos para los buses urbanos. Esta firma ambateña apostó desde el 2012 a la fabricación de autopartes de calidad . Foto: Modesto Moreta / LÍDERES
  • La velocidad del sector automotor se frena nuevamente

    Redacciones Quito, Guayaquil y Cuenca (I)

    En el primer día laborable del 2015, los planes anuales del sector importador y ensamblador de vehículos se alteraron. En la Resolución 049 del Comité de Comercio Exterior (Comex) se aprobó un nuevo régimen de cupos, tanto para la importación de vehículos como para las partes o CKD para su ensamblaje.

    La Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade) tenía buenas perspectivas para este año. El gremio calculaba que la venta de vehículos oscilaría entre 115 000 y 120 000 unidades, teniendo en cuenta la evolución de las cifras del 2013 y 2014, cuando se comercializaron cerca de 114 000 y 119 000 vehículos, en su orden. Ahora, con la nueva resolución del Comex, el gremio calcula que las ventas estarán en alrededor de 96 000 unidades.

    El año pasado, el sector automotor importador tuvo un cupo de USD 553 millones, del cual se utilizó cerca del 90%. Pero este año, con la nueva resolución del Comex, se podrá importar USD 264 millones, lo que significa una reducción de aproximadamente un 55%, según los representantes del sector. «Se trata de un impacto bastante fuerte», asegura Diego Luna, vocero de Aeade.

    ¿Habrá un incremento de precios de los vehículos? Luna señala que es difícil decirlo. Según él, los gastos fijos de las concesionarias son altos y hay que sostener el negocio. «Pero mantenerlo con las nuevas restricciones es complicado».

    El dirigente agrega que ningún representante de las distintas empresas del sector quiere pensar en la posibilidad de cerrar concesionarias. Y en cuanto al tema del personal, «la idea es que sufran lo menos posible. Deshacernos de personal capacitado no es lo más adecuado. Luego nos costará más capacitarlos. Por eso, durante el 2015, ajustaremos los presupuestos al máximo». El sector genera 13 012 plazas de empleo directo.

    Una visión similar es la de Nicolás Espinosa, titular de Automotores y Anexos. Él explica que las empresas del sector requieren de un volumen mínimo de negocios. «Con el recorte de cupo todos vamos a sufrir, pero las que más van a sufrir son las más pequeñas, porque no van a alcanzar a generar recursos para subsistir en el negocio».

    Espinosa reconoce que la economía ecuatoriana enfrenta desafíos. «Pero la resolución del Comex es profunda y dramática», en palabras de Espinosa.

    Los ensambladores también están preocupados. El presidente de la Cámara de la Industria Automotriz, Marcelo Ruiz, indica que la reducción de cupos para importar partes de autos o CKD acarreará tres consecuencias negativas. En primer lugar, habrá un recorte en la producción de vehículos de alrededor de 20 000 autos en este año. Esto traerá como consecuencia el incremento en los costos de producción de las fábricas por unidad y una pérdida de competitividad.

    La segunda consecuencia es la reducción de personal de ensambladores debido a que se verá afectada su producción. Además, se impactará a los productores nacionales de partes, pues los ensambladores disminuirán la demanda de estos artículos al restringirse su producción.

    En tercer lugar, Ruiz indica que lo más seguro es que ocurra un incremento de precios que, además de los cupos, estará motivado por el nuevo Reglamento Técnico RTE INEN 034 que exige nuevos elementos de seguridad para los vehículos nuevos y que comenzará a regir desde abril de este año.

    La expectativa de mejorar las ventas crece en este segmento

    La restricción a la importación de vehículos nuevos que aplica el Gobierno genera expectativa entre los vendedores de los modelos usados. La relación es directa: si las ventas de los concesionarios de automotores de nuevo modelo bajan, la demanda de los usados crece, como ocurrió en ocasiones anteriores cuando hubo medidas similares.

    Pero ahora existe una diferencia, dice José Granda, presidente de la Asociación Ecuatoriana Automotriz del Austro, que agrupa 44 patios en la región. Él se refiere a la exigencia gubernamental de que todas las transacciones de vehículos usados sean gravadas con el Impuesto al Valor Agregado (IVA).

    Esa disposición no le afectará al usuario sino al propietario de los patios, porque se reducirán sus márgenes de utilidad, dice el representante gremial.

    Para él, con esta medida el Gobierno podría suplir los impuestos que dejará de percibir por la restricción de ingresos de los automotores nuevos. “Cuántas veces un vehículo usado se puede vender y pagar el impuesto…”.

    Eduardo Andrade, de Corpoauto, dice que en la actualidad existe incertidumbre entre los dueños de vehículos hasta conocer cómo mismo incidirán las restricciones. “Hay quienes querían mejorar el modelo, pero ahora no lo harán”.

    Él y Granda esperan que luego la situación mejore y sus ventas crezcan. Según Granda, los automotores usados subirán de precio, pero no en el mismo porcentaje que los nuevos para no perder competitividad frente a los clientes.

    Estima que los de gama media serán los más demandados durante este año. Es decir, los que oscilen entre los USD 10 000 y los USD 15 000. “Los clientes que prefieren los carros de gama alta no se ponen nerviosos con estas medidas”.

    En el 2014, automotores de segunda mano ya experimentaron un incremento. De acuerdo con datos del sitio web ecuador.patiotuerca.com, entre abril y junio pasado el aumento alcanzó el 11,3%. Los sedanes estuvieron entre los más demandados y le siguieron los todoterreno.

    Granda señala que hay muchos factores que mueven el mercado de los vehículos de segunda mano. Entre los principales está la necesidad de mejorar el modelo, cambiar la utilidad o invertir.

    El sector de autopartes busca oportunidades

    Una mezcla de incertidumbre y de optimismo demuestran las empresas que en el Ecuador se dedican a la fabricación de autopartes, luego de que el Gobierno anunció una mayor restricción a los cupos de importación de vehículos y de componentes importados, conocidos como CKD.

    El pasado 30 de mayo, el Ministerio de Industrias y Productividad propició una rueda de negocios, en Guayaquil, entre empresas nacionales fabricantes de autopartes, y las firmas ensambladoras. De allí nacieron acuerdos de negocios que, para autopartistas como Xavier León, podrían verse afectados.

    León es gerente de Muebles León, de la ciudad de Ambato, una empresa familiar cuya principal actividad, la fabricación de muebles metálicos, dio un giro para elaborar también guardachoques. Tras su participación en la rueda de negocios, la firma logró un contrato de seis meses con una ensambladora de vehículos asiáticos, para proveerle de guardachoques a sus camionetas. La venta de este componente le significa a la firma un 10% de sus ingresos, que podrían verse cortados si la ensambladora decide no seguir comprando. “No hemos tenido reuniones con ellos, y no sabemos si bajarán sus importaciones de camionetas”.

    León dice que su empresa estaría en capacidad, si existiese la apertura de las ensambladoras, de entregarles hasta 20 componentes, como baldes y asientos.

    Rafael Torres, gerente de Metalmecánica Ferriauto, una pequeña firma de Guayaquil que fabrica sujetadores metálicos para una ensambladora que importa motocicletas, considera que la restricción a la importación de CKD sí podría impulsar la industria nacional. “Solo necesitamos  inversión y apertura de parte de las ensambladoras. Aquí hay tecnología muy competitiva, pero que no halla mercado”.

    En la rueda de negocios realizada en Guayaquil, participaron alrededor de 100 ensambladoras y proveedores de autopartes nacionales. Estos ultimos ofertaron componentes de suspensión, eléctricos, electromecánicos, rines, luces, sistemas de audio y video, etc.

    El Ministerio de Industrias considera que actualmente el 7% de los componentes de los vehículos ensamblados en el país son de fabricación nacional. La meta es incrementar ese porcentaje por encima del 40%, como parte del plan de sustitución de importaciones.

    Una red de estaciones de carga es fundamental

    La posibilidad de que en Ecuador empiecen a circular masivamente vehículos eléctricos aún es lejana. Esto a pesar de que el Gobierno, a través del Comex, abrió un cupo de importación de vehículos eléctricos hasta por USD 25 millones o 1 000 unidades.

    El titular de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade), Diego Luna, señaló la semana pasada que es prematuro hablar de marcas o modelos que podrían llegar al país, gracias al cupo del Comex. “En los próximos días estaremos hablando con las autoridades para tener más detalles”.

    A escala global, marcas como Nissan, Renault y Chevrolet, entre otras, comercializan esta clase de vehículos. Según Nicolás Espinosa, titular de Automotores y Anexos, que maneja en Ecuador la marca Nissan, para importar vehículos eléctricos se necesitan, al menos, tres condiciones: definir una partida arancelaria; beneficios tributarios por el alto costo de la tecnología que utilizan estos modelos; y “el punto más importante es desarrollar una red de estaciones de carga, estatales o privadas, tal como las gasolineras que se encuentran en ciudades y carreteras”.

    Espinosa añade que la apertura de un cupo de importaciones es un primer paso para la llegada de estos vehículos. “Es un avance y ahora será necesario continuar el diálogo entre autoridades y empresarios, y legislar sobre el tema”.

    En el país se habla sobre la llegada de esta clase de vehículos desde hace más de dos años. Uno de los más recientes acercamientos ocurrió a mediados de diciembre pasado, cuando representantes de Renault entregaron a Correos del Ecuador un auto eléctrico para que la entidad estatal lo utilice a manera de prueba.

    En el acto de entrega del vehículo estuvo el ministro coordinador de la Producción, Richard Espinosa. Esta propuesta  de carácter ambiental permitirá avanzar en la sustitución estratégica de combustibles, comentó el funcionario.

    Además indicó que el Gobierno no solo quiere importar este tipo de vehículos, sino también fabricarlos y desarrollar las electrolineras o estaciones de recarga, aunque no especificó fechas.

    Esta clase de vehículos tiene dos maneras de cargar su batería: en viviendas que cuentan con conexión trifásica de 220 vatios (que carga en un período de dos a cuatro horas) o en electrolineras, en un tiempo de 20 minutos.


  • Dana se une al sector de las autopartes

    Redacción Quito

    La firma Dana Transejes Ecuador inauguró la semana pasada su planta de fabricación de ejes y cardanes, en el norte de Quito. De esta manera, la compañía confirma su presencia en la industria de autopartes del país.

    La compañía invirtió cerca de USD 7 millones para poner en marcha la planta de producción, en la que se generan cerca de 60 empleos. Para el presidente de la Región Andina de Dana Holding Corporation, Manuel Ortiz, la firma adquiere un compromiso con la industria automotriz del Ecuador. «Esto se traduce en la producción de 30 000 ejes diferenciales y cardanes anuales para la industria ecuatoriana».

    Dana aspira a sustituir el 100% de las importaciones de ejes diferenciales y cardanes de todos los vehículos livianos y el 85% de los vehículos pesados que se fabriquen en el Ecuador, según un comunicado de la empresa.

    La compañía ya exporta cardanes hacia Colombia; en este primer año de actividades calcula alcanzar USD 1,5 millones en exportaciones. Y para el 2016 la meta es exportar USD 5 millones.

    La firma es parte de Dana Holding Corporation, líder mundial de ingeniería, distribución de productos y sistemas para la industria automotriz. Dana Holding Corporation es una de las compañías más grandes en EE.UU. en el sector de autopartes, con 104 años de actividad y con operaciones en 27 países.

    En el 2006, llegó al mercado ecuatoriano con productos fabricados en Dana Venezuela y Colombia. En el 2008 se asoció con Indima, otra firma autopartista y en el 2012 arrancó con el ensamble de ejes diferenciales para la ensambladora GM-OBB. En marzo pasado arrancó la manufactura de ejes y cardanes.

  • Más inversión en el sector de autopartes

    Modesto Moreta. Redacción Sierra Centro / LÍDERES

    Los próximos seis meses son vitales para la Empresa Importadora Alvarado, en Ambato. La firma dejará de importar al año desde Tailandia y Taiwán, más de 80 000 mascarillas y guardachoques para comercializarlos en el país. Con una inversión de USD 4 millones instalará una fábrica para producir 400 000 de estos repuestos automotrices, al año.

    El objetivo es abastecer a las empresas ensambladoras de vehículos en el país y exportar a la región Andina. El proyecto está a cargo de Importadora Alvarado y la tailandesa Fortune Parts Industry (FPI). De esa manera en Ambato, además del ensamblaje de vehículos, se fabricarán las mascarillas y guardachoques para todas las marcas de automotores.

    Importadora Alvarado está entre las empresas más grandes a escala nacional en la venta de estos productos, de acuerdo con un informe de importación de la Aduana del Ecuador. El año pasado, la compañía ambateña facturó alrededor de USD 20 millones en la venta de autopartes en todo el país, como repuestos en la línea de frenos, suspensión, embrague, partes de motor y partes de carrocería.

    Diego Alvarado, director del proyecto, explicó que la marca de FPI trabaja como fabricante de equipos originales para prestigiosas marcas de vehículos a escala mundial, con más de USD 100 millones en ventas en el mercado internacional. La socia estratégica se encargará de montar la maquinaria y los equipos.

    «Son socios estratégicos para traer la tecnología al país» dice Alvarado. La idea es exportar a Colombia, Venezuela, Perú y Bolivia, desde Ecuador. Asimismo, abastecer a las empresas ensambladoras como General Motors, Mazda, Kia, Great Wall, Hyundai, entre otras marcas. «Para la comercialización ya hay los primeros acercamientos con las compañías dedicadas al ensamblaje de los automotores en el país».

    Importadora Alvarado está en el mercado más de 50 años. John Alvarado, miembro del Directorio, indica que la estrategia va enlazada entre las dos empresas. Citó por ejemplo, que FPI trabaja en una expansión global con sus productos e Importadora Alvarado se centrará en la industrialización de las autopartes en Ecuador, aprovechando el cambio de la Matriz Productiva que impulsa el Gobierno. «Esta es la principal razón de crear esta nueva iniciativa y una oportunidad de negocios, con presencia a escala nacional e internacional».

    Los recursos se destinarán a la compra de máquinas inyectoras, troqueles o moldes y demás infraestructura como laboratorios tecnológicos. La producción comenzará en marzo del 2015. Néstor Muñoz, extitular de la Pequeña Industria de Tungurahua, opina que el ingreso de nuevos capitales permite obtener más divisas, mejora la balanza comercial, se crean fuentes de empleo y se sustituye las importaciones de autopartes.

    Las ensambladoras utilizan gran cantidad de autopartes y componentes automotrices que se traen de Corea, China, Taiwán, Tailandia, Colombia, etc. «A más de la inversión hay la trasferencia tecnológica. Eso ayudará a tener gente altamente capacitada«, dice Muñoz.