El brote de covid-19 es lo mejor que le ha pasado a la industria de las mascarillas, pero va a ser necesario hacer una limpieza. Entre los efectos secundarios del ‘boom’ se encuentran peleas diplomáticas, escándalos sobre la calidad, estafa y fraude. Lidiar con el exceso de capacidad y una montaña creciente de residuos de polipropileno será un auténtico quebradero de cabeza.
El miedo a la enfermedad es un motor fiable para el consumo. Dada la desesperación de las autoridades por abastecer a los asustados electores, las empresas con la maquinaria adecuada convirtieron rápidamente las líneas de fabricación para producir equipo de protección individual, conocido como EPI. La empresa 3M dijo que la demanda de mascarillas N95 en el sector de la salud de EE.UU. aumentó hasta 40 veces respecto a los niveles prepandémicos. Al mismo tiempo, un ejército de intermediarios, especuladores y defraudadores entraron en acción para satisfacer la demanda.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo proyecta que las ventas anuales de mascarillas aumentarán más de 200 veces hasta alcanzar USD 166 000 millones en 2020.
Este incremento podría no ser suficiente para saciar el mercado actual. A nivel mundial, 3M ha duplicado la producción de sus respiradores N95 desde enero, y está en camino de producir 2 000 millones para finales del 2020. Sin embargo, la compañía cree que la demanda de los N95 y otros respiradores todavía excede la capacidad de toda la industria.
China ya representaba aproximadamente la mitad de la producción mundial de mascarillas al comienzo de la crisis, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Es posible que ahora cuente con más, dada la rapidez con la que sus ágiles responsables de fábricas se volcaron a la fabricación de EPI.
El fabricante de coches eléctricos chino BYD, por ejemplo, se puso en acción y firmó acuerdos de suministro con el japonés SoftBank y el estado de California, entre otros; ahora sostiene que es el mayor fabricante de mascarillas del mundo. El grupo de comercio minorista estadounidense Gap vendió USD 130 millones en mascarillas en el segundo trimestre.
La pandemia también impulsó productos de mejor imagen, aunque menos eficaces desde el punto de vista médico, entre ellos, mascarillas deportivas transpirables y artículos de moda como el protector facial de Louis Vuitton, con incrustaciones de oro.
Las proyecciones de la industriadicen quepor una eventual recuperación
económica, con la vacuna, el sector de mascarillas podrá irse a pique.
Auge y caída La competencia por el abastecimiento hizo que muchos países impusieran restricciones a la exportación, lo que generó grandes beneficios para los contrabandistas. La escasez animó a los aficionados y a los estafadores a lanzarse a la industria con resultados previsibles. Un conocedor de la industria dijo que en las primeras fases del brote, una pequeña empresa podía establecer una simple línea de producción por alrededor de USD 200 000 en tan solo dos semanas; el producto de esas actividades a menudo terminaba suspendiendo las pruebas de control de calidad.
También hay muchos intermediarios, no todos ellos cualificados u honestos, que conectaban a los clientes con los proveedores por una tarifa. En marzo, el Gobierno de Hong Kong adquirió más de 6 millones de mascarillas quirúrgicas con una marca comercial falsificada, de las cuales se distribuyeron alrededor de la mitad, según informó el South China Morning Post.
También habrá un coste medioambiental. Alrededor del 75% del plástico relacionado con el coronavirus -incluyendo las mascarillas diseñadas para un solo uso- irá a parar a vertederos, ríos y océanos. Se trata de una enorme cantidad de material derivado del petróleo; en abril, China produjo casi mil millones de máscaras al día, según datos de un informe del diario estatal People’s Daily. Muchos de los millones de máscaras desechadas han empezado a inundar las playas y los senderos naturales de Hong Kong.
A medida que la actividad económica se normalice, casi todos los demás sectores se beneficiarán, salvo el de las mascarillas, que puede acabar con un excedente.
Un grupo de trabajadores labora en una fábrica de mascarillas en Shanghái. China produjo casi mil millones de máscaras al día, según datos de un informe del diario estatal People’s Daily. Foto: Reuters
La economía ecuatoriana pasó en las últimas dos décadas de su crisis más severa a un ‘boom’ petrolero solo comparable con el registrado en la década de los 70 y entre estas hubo variaciones ocasionadas por factores externos. Eso ocurrió con un factor adicional y singular: el cambio del sucre por el dólar.
El uso de la moneda estadounidense sin duda marcó a la economía nacional en sus distintos ámbitos como el comercial, financiero, finanzas públicas, industrial, entre otros. El dólar generó estabilidad para proyectarse en el mediano y largo plazos en las inversiones, créditos, salarios, transacciones…, lo que posibilitó la expansión de actividades comerciales, construcción, entre otras.
Por otro lado, obligó a que los empresarios busquen nuevas e innovadoras estrategias para mejorar su competitividad y no depender de las devaluaciones para reducir sus precios de venta en el exterior. En la actualidad, acuden al mejoramiento de la calidad, inversiones tecnológicas, nuevos productos y/o apertura de nuevos mercados.
Lo que no cambió en estas dos últimas décadas es la dependencia petrolera que tiene el Ecuador.Las variaciones internacionales del precio del crudo siguen marcando el desempeño de las finanzas públicas y se reflejó, sobre todo, en el gobierno de Rafael Correa porque el sector público se convirtió en el principal actor económico.
Al reducirse los ingresos petroleros, el país enfrentó una recesión que afectó a todos los sectores. La repuesta del Gobierno fue acudir al endeudamiento.
El petróleo y el dólar fueron los principales actores que marcaron a la economía nacional en los últimos 20 años. Foto: Archivo
Fue en su juventud un apasionado ‘martiano’ como la gran mayoría de los cubanos con cierto nivel de cultura, pero también lector la literatura no autorizada en la isla.
El cubano Fidel Márquez, doctor en ciencias económicas y rector de la Universidad Ecotec, tuvo que leer los 28 tomos de las obras completas de José Martí. En esa misma época consumía literatura poco divulgada en la isla, libros que pasaban de mano en mano casi de forma clandestina. Entre ellos estaban la ‘Rebelión en la granja’, novela satírica del británico George Orwell o toda la obra del ahora Premio Nobel de Literatura peruano, Mario Vargas Llosa.
La niñez se le había ido leyendo en la biblioteca novelas de aventuras de Emilio Salgari, Robert Louis Stevenson o Julio Verne, jugando ajedrez y voleibol, por las tardes. La literatura latinoamericana -sobre todo los autores del ‘boom’- marcaron una etapa de su vida. Recita a autores como José Lezama Lima, Alejo Carpentier, Mario Benedetti, Guillermo Cabrera Infante, Eduardo Galeano, Gabriel García Márquez o el propio Vargas Llosa, “sin importar la tendencia ideológica, son monstruos de las letras”, dice.
“Creo que todos los latinoamericanos debemos leer la obra de Gabo, es una obligación”, dice Márquez, economista especializado en temas como población y desarrollo, teoría económica, economía política y relaciones económicas internacionales.
La novela policiaca está entre sus predilecciones, historias de detectives tan dispares como Hércules Poirot; de la británica Agatha Christie; Sherlock Holmes, del escocés sir Arthur Conan Doyle; o el propio Mario Conde, de su compatriota, el cubano Leonardo Padura. “En Cuba también leía a Luis Rogelio Nogueras, un escritor de novela policiaca poco conocido afuera, pero muy recomendable. También, me interesa la novela policíaca contemporánea”, explica el catedrático, que llegó al Ecotec hace una década y desde hace ocho años funge como rector. (Llegó al Ecuador en 1997, se casó con una ecuatoriana y se naturalizó tres años después. Tiene tres hijos ecuatorianos).
“Los economistas deberíamos leer un poco más de filosofía para lograr entender porqué el mundos se comporta de la forma como lo hace. La historia de la filosofía, que es la madre de todas las ciencias, debería ser obligatoria en todas las carreras”, indica.
En economía siempre vuelve a los clásicos: Adam Smith, David Ricardo, William A. Petri, John Maynard Keynes, Milton Friedman, Friedrich Hayek o Joseph Schumpeter. “Si no hubiera tenido amor a la lectura, no hubiera podido ser académico, quien no tenga el hábito de leer, puede tener muchos cartones pero no va a ser un profesional”, sentencia.
La profesionalidad tiene que ver para él con la capacidad de adaptación al cambio, y los libros -la literatura- abren el camino al conocimiento de la historia y de entornos interculturales, dice. “Si usted estudia una profesión y después no sabe cómo adaptarse a las nuevas situaciones no es un profesional y no va a poder desempeñarse como tal”.
Mi libro de cabecera ‘Hacia una dinámica del desarrollo latinoamericano’. El argentino Raúl Prébisch creó el estructuralismo latinoamericano, una teoría económica propia de la región. “El libro refleja los orígenes del subdesarrollo latinoamericano, que no ha variado desde los 60”.
Fidel Márquez, rector de la Ecotec, ha sido también profesor de la UEES. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
Un ‘mea culpa’. Representantes del sector público y empresarios reconocen que es necesario hacer una autocrítica en los procesos para mejorar en áreas claves como competitividad, productividad e innovación.
A escala global, el país se ubica en posiciones intermedias en cuanto a competitividad e innovación. En el reporte del Foro Económico Mundial sobre competitividad, Ecuador se colocó en el puesto 76 entre 140 estados; y en el ranking de innovación de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, se ubicó en el casillero 119, de un total de 141.
Estos listados dejan retos. Entre los planes se encuentra elevar el nivel de inversión en investigación, desarrollo e innovación (I+D+I). René Ramírez, secretario Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, indica que en este momento el 0,74% del PIB se destina a innovación y que la meta es incrementar a 1,5% hasta el 2017. Además, indica que el sector privado invierte el 0,23% de sus ventas en I+D+I.
Ramírez asegura que Ecuador no podrá dar el salto cualitativo si el sector privado no apuesta por la investigación, el desarrollo y la innovación. “Si el sector privado no se articula, esto no prospera”.
El titular de la Senescyt reconoce que de parte del Estado también hay temas pendientes, como facilitar el acceso al capital. “Siempre digo que al capital lo llama el mismo capital, los recursos naturales y el talento humano. Ahora, apostamos por potenciar al talento humano”. Los empresarios también aceptan que hay tareas. La bonanza de los precios altos de petróleo y sus efectos en la economía nacional quedaron en el pasado y entre representantes del sector productivo consultados por LÍDERES, hay consenso en que se pudieron aprovechar mejor los favorables indicadores económicos.
Para el analista Luis Luna Osorio, los frecuentes cambios tributarios y laborales afectan al desempeño de las empresas y les impiden ser más competitivas. Él añade que las normas laborales, por ejemplo, impiden la contratación de personal temporal, lo que afecta a la productividad de una empresa. “El exceso de control estatal, que trata hasta de limitar sueldos de gerentes y ejecutivos, se convierte en un freno a la competitividad”.
En el XII Congreso Industrial del Ecuador, Eduardo Egas, a cargo del Ministerio de Industrias, también llamó la atención al sector privado. El funcionario dijo que la dolarización ha sido la fortaleza del país, pero que era necesario acompañar este sistema con más competitividad de parte de las empresas.
Charles Dávila, presidente del Directorio de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), considera que en el sector textilero falta mejorar el diseño e innovar en temas puntuales, como el tejido en punto o el tejido plano.
Precisamente, con el objetivo de que tanto el sector público como la academia y la empresa privada trabajen en metas comunes, la semana pasada se firmó un acuerdo. La Empresa Pública Yachay EP, la AITE y la Universidad Estatal de Carolina del Norte ratificaron un convenio que implica tres aspectos: capacitación y certificación del talento humano; el fortalecimiento de los laboratorios de certificación; y el desarrollo de un centro de investigaciones textiles, con el soporte del Colegio de Textiles de Carolina del Norte, en la Ciudad del Conocimiento.
Para Ignacio Maldonado, gerente Nacional de Negocios de Diners Club, muchas veces las empresas se quedan tranquilas en los tiempos de bonanza y los mercados se vuelven cómodos.
Este ejecutivo comenta que generalmente las empresas reaccionan cuando llegan las crisis. “Eso pasó tras el ‘crack’ del 2009 en EE.UU. en el sector automotor, por ejemplo. Esta industria se afectó y fue el momento en que se presentaron innovaciones, como los vehículos eléctricos”. En Ecuador, este es el momento, según Maldonado en que se requiere una agenda seria de innovación.
Diners Club, por ejemplo, está por presentar una aplicación que reemplazará a la tarjeta de crédito plástica y que convierte el teléfono en un sistema de pago.
Las empresas se ponen a trabajar La empresa cuencana de muebles Vitefama apostó por dos estrategias: la apertura de nuevos canales de distribución en el país e invertir en tecnología. El objetivo es incrementar un 28,6% la facturación y un 50% la producción. La empresa adquirió dos máquinas en USD 250 000.
En Lácteos. El Pinar, para mejorar la competitividad, adquirieron la línea de producción de leche condensada. Tiene una capacidad para envasar unas 1 000 latas por hora. Ya han comercializado 180 000 unidades de 397 gramos en grandes cadenas.
La firma Homero Ortega, que comercializa artículos en paja toquilla, tiene como estrategia el lanzamiento de nuevo modelos para competir. Cada mes presenta dos modelos de sombreros (tiene 600 diseños, en total) y uno de billeteras, carteras, bolsos, adornos, llaveros… que combinan la paja toquilla con el cuero y otros materiales.
17 empresas de Cuenca invierten en la capacitación de 70 estudiantes dentro del plan de formación dual en mecánica industrial y electricidad industrial. El objetivo es que estas personas se enrolen en las compañías y aporten con la innovación productiva.
Cerca de USD 10 millones destinó el Grupo Colineal a la expansión de su marca de muebles en el exterior. Esos recursos se emplearon principalmente para megatiendas en Panamá y Perú. Hace cuatro años abrió las dos primeras en Ciudad de Panamá y en Lima. Este año abrió una megatienda en el distrito limeño de Miraflores.
En empresas florícolas se registra este año un cambio de cultivos por otros más eficientes, como pimiento o frutas. En agricultura y floricultura se trabaja también para mejorar la eficiencia produciendo más rápido en ocho horas de trabajo, sin afectar al personal.
En los segmentos de maquillaje y cosméticos hay preferencia por la producción local a la hora de comprar insumos nacionales. También se registran recortes de personal en casos de negocios que solo se dedican a la venta.
La Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha acordó tratar de mantener el personal de las empresas socias, pero no habrá nuevas contrataciones en lo que resta del año.
Los socios de la Cámara establecieron una política de disminución de gastos y revisión de costos de producción. Otra estrategia que están aplicando es el uso de factoring (compra de facturas), para garantizar el flujo de dinero en las operaciones diarias de las empresas. También se alistan ferias para noviembre.
El valor agregado es vital para competir
¿Qué diferencia tiene mi producto frente a los de la competencia? ¿Qué innovación estoy presentando? ¿Cómo ganar espacio en el mercado? Estas son algunas de las preguntas que los emprendedores y empresarios deben hacerse a la hora de lanzar un producto, según los especialistas en temas de negocios e innovación.
Canales de distribución como Supermaxi, Akí o Sukasa buscan los productos que respondan las preguntas planteadas. Un vocero de Corporación Favorita señala que muchas veces se encuentran con emprendedores y empresarios que ofrecen productos sin el suficiente valor agregado. A esos empresarios, añade esta fuente, les hace falta conocer cómo vender su producto. Esto incluye conocimientos en temas de marketing, planes de negocios, estrategia, etc.
Pensando en encontrar nuevos proveedores surgió este año el encuentro de negocios Ecuador compra Ecuador, impulsado por Corporación Favorita y el aval del Ministerio Coordinador de la Producción y la Alianza para el Emprendimiento (AEI). Desde mayo hasta la fecha se han cumplido 19 de estos encuentros y hasta diciembre, siete más.
Este espacio es un termómetro para medir la capacidad de propuesta de los empresarios locales. Las principales dificultades que se han detectado tienen que ver con el registro sanitario, el etiquetado de los envases, la calidad que buscan los canales de distribución, la asesoría, entre otros.
A esta especie de ruedas de negocios que se han cumplido en Quito, Ambato, Cuenca, Manta y Guayaquil han asistido 683 potenciales proveedores.
A la innovación le acompaña la productividad. Un documento que la FederaciónNacional de Cámaras de Industrias de Ecuador entregó el mes pasado al Ministerio de Industrias indica que hay que mirar a “la iniciativa privada como ancla del desarrollo económico y social del país”.
El mismo gremio apunta que para mejorar la productividad hay que cumplir condiciones como viabilizar y facilitar inversiones; cambiar la política productiva basada en sustitución de importaciones, por otra que fortalezca ‘clusters’, cadenas de valor y desarrollo de proveedores con visión hacia la exportación; estabilidad tributaria; certidumbre normativa; dinamizar el capital de riesgo y del mercado bursátil, etc.
Wilson Araque, director del área de gestión de la Universidad AndinaSimón Bolívar, añade que la capacitación permite desarrollar trabajo de calidad, reducción de la deserción y mejoras en los procesos productivos.
Otras innovaciones empresariales La Empresa Pública Yachay EP, la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE) y la Universidad Estatal de Carolina del Norte firmaron un convenio para capacitación y certificación del talento humano; fortalecimiento de los laboratorios de certificación; y el desarrollo de un centro de investigaciones textiles.
Diners Club desarrolló la aplicación Pay Club Móvil, que reemplaza a las tarjetas de crédito de plástico. Con el aplicativo, el teléfono móvil se convierte en un sistema de pago y permite al usuario pagar sin necesidad de entregar la información de la tarjeta al establecimiento comercial.
La firma de alimentos Pronaca presentó su nueva línea de bebidas nutritivas con la marca Liki que combina cereales como arroz, quinua, avena y cebad,a con néctar de frutas.
En tecnología, empresas como IBM ofrecen el servicio de la nube a sus clientes. Hasta hace unos tres años, la economía de escala favorecía a las grandes empresas en el acceso servicios en línea. Ahora, con los servicios ubicados en la nube, los costos son iguales para todas las empresas. Esta innovación nivela la cancha y cambia la forma de hacer negocios. El sector camaronero ecuatoriano realiza estudios en genética en laboratorios instalados en la Península de Santa Elena. El objetivo es optimizar el crecimiento de las larvas y mejorar su resistencia ante enfermedades como el síndrome de mortalidad temprana.
El sector cacaotero prueba nuevas variedades de cacao híbrido, que incrementan el rendimiento de las cosechas, como lo hace la hacienda La Chola, en Guayas, donde se cultivan 700 ha de la variedad CCN51 de cacao.
El sector arrocero desarrolla pruebas con equipos que permiten un envejecimiento más rápido del grano, cuyos resultados se verán en mejores indicadores de ventas. En la zona de Daule, la firma comercializadora de la marcha Súper Arroz utiliza silos y máquinas envejecedoras automatizados, que optimizan los tiempos.
El sector bananero empezó a utilizar drones para el monitoreo de sus plantaciones y establecer las áreas que demandan más riego, o las que han cambiado de color, un síntoma de que pudieran estar afectadas por plagas. En la finca Guarumal, ubicada en la provincia de Los Ríos, se utilizan estas tecnologías desde al año pasado.
En el sector cafetalero del país se promueve el cultivo del café arábigo, una variedad que alcanza hasta USD 30 la libra en los mercados internacionales.
Una delegación de la Universidad Estatal de Carolina del Norte visitó la semana pasada las empresas textileras Ponte Selva, Hilacril y Vicunha Ecuador. Foto: Cortesía / Yachay EP.
Hace sólo 4 años, las grandes empresas mineras invertían miles de millones de dólares para satisfacer el enorme apetito de minerales de China, pero la desaceleración económica del gigante les ha obligado a abandonar proyectos.
«China pasando de un modelo de crecimiento no sostenible, impulsado por las inversiones, a un modelo más sostenible organizado en torno al consumo, la innovación», resumió Nic Brown, experto en la industria minera de Natixis.
Este periodo próspero para el sector que está a punto de concluir ha sido testigo de movimientos masivos de consolidación. En 2011, BHP Billiton invirtió unos USD 20 000 millones en actividad en el petróleo y el gas en los Estados Unidos, una suma colosal que sin embargo estaba por debajo de sus beneficios netos anuales de entonces.
Ese mismo año, la multinacional Rio Tinto compró el productor australiano de carbón Riversdale después de una batalla con la empresa india de acero Tata Steel, por casi USD 4 000 millones. También en 2011, el gigante de hierro Vale, de Brasil, anunció un plan de inversión récord de USD 21, 500 millones para el 2012, el año en que Glencore y Xstrata, con sede en Suiza, lanzaron una megafusión para dar nacimiento a la cuarta empresa mundial de minería.
Los tiempos difíciles están aquí para quedarse
Pero desde 2011, los precios de los metales han caído: el precio del aluminio pasó de más de USD 2 800 dólares la tonelada en 2011 a unos USD 1 700 en marzo de 2014. En el mismo periodo, el precio del níquel se rebajó a la mitad, hasta los USD 1 750 la tonelada en marzo.
«La transición económica en China y la incapacidad de otros mercados emergentes para llenar este vacío han provocado una desaceleración de la demanda», dijo Ivan Szpakowski, en un informe publicado por el banco Citi. Sin embargo, la oferta es demasiado abundante por culpa de las inversiones masivas de los últimos años, y eso baja los precios, sobre todo del carbón térmico, el acero y sus componentes (mineral de hierro y carbón), que dependían mucho de sus ventas a sectores chinos como la industria, la construcción de infraestructuras o los bienes raíces.
El Gobierno chino prevé un crecimiento de 7% en 2015 después del 7,4% en 2014, una desaceleración sin precedentes en 25 años para este país, la locomotora de la actividad mundial cuyo crecimiento siguió siendo superior 10% a comienzos de esta década de crisis. Razón suficiente para asustar a los actores de los mercados del cobre, el aluminio, el níquel, el plomo o el zinc, de los que China todavía consume casi la mitad de la producción mundial.
«El paradigma tradicional de análisis de la demanda de materias primas, que se basa en Estados Unidos, China y Europa, será cada vez menos útil porque los generadores de la demanda vendrán cada vez más de ‘los cinco emergentes’: India, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), Medio Oriente, Latinoamérica y África«, estimó el analista de Citi. Pero esta nueva demanda no será suficiente para compensar la caída en los pedidos de China, impulsando a las compañías mineras a recortar sus planes de inversión y buscar fuentes de ahorro para estos tiempos difíciles condenados a durar.
Vale recientemente anunció que recortaría sus inversiones en 2015 por cuarto año consecutivo, y Anglo American sufrió una amortización de USD 3 900 millones debido a la caída de los precios de las materias primas. Por su parte, Glencore tuvo que reducir sus proyectos de mineral de hierro en Mauritania y Congo y limitar las actividades de exploración en el campo petrolero de Matanda, Camerún.
Desde 2011, los precios de los metales han caído: el precio del aluminio pasó de más de USD 2 800 la tonelada en 2011 a unos USD 1 700 en marzo de 2014. Foto: José Mafla/ El Comercio
Dennis Rodríguez/ Especial para LÍDERES desde Colombia
‘Debemos tener hoteles en las ciudades más importantes de América Latina y nos faltaba Bogotá, para atender el flujo de turistas, viajeros de negocios y eventos”. Myles McGourty, vicepresidente de Hyatt para Latinoamérica, resumió así en días anteriores la decisión de la cadena hotelera estadounidense de echar raíces en Bogotá.
Para desembarcar en esta urbe, Hyatt, que tiene 415 hoteles de lujo en el mundo, se alió con Luis Carlos Sarmiento, el hombre más rico de Colombia y cuya fortuna asciende a unos USD 12 400 millones, según la revista Forbes. El magnate ya es dueño de la cadena de hoteles Estelar, que cuenta con 20 establecimientos en este país y tres más en el Perú.
Precisamente, el Grand Hyatt Bogotá, que se inaugurará en el 2015, será la joya de la corona de la Ciudad Empresarial Sarmiento Angulo, un megacomplejo de oficinas, hotel, entidades financieras, locales comerciales, que empieza a levantarse en Ciudad Salitre. Este se ubica en el occidente de Bogotá, a pocos minutos del aeropuerto internacional El Dorado.
El Grand Hyatt Bogotá, de 300 habitaciones y cuya construcción empezará en el 2013 y una inversión de USD 130 millones, será el tercero de la cadena en Latinoamérica, después de Sao Paulo y Santiago de Chile, recordó McGourty. El consorcio estadounidense, además, operará el Hyatt Regency Cartagena, en ese balneario del Caribe colombiano.
La alianza Hyatt-Sarmiento es la punta del ovillo del ‘boom’ de la construcción hotelera que vive Colombia. La tendencia se refleja en este dato: en la actualidad se edifica una cincuentena de hoteles, no solo en Bogotá y Cartagena de Indias, sino también en ciudades como Medellín, Cali, Barranquilla, Santa Marta y Villavicencio, según los datos que disponen el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia y la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco). Esta última consignó, además, que la oferta de habitaciones disponibles aumentó en 16 000 en los últimos años.
La inversión desde el 2010 en el sector alcanza los USD 1 700 millones y esa cifra se disparará con el arribo de más actores, entre los cuales se incluyen las cadenas Marriott, Best Western, Holiday Inn, Hilton, Onagrup Hotels & Resorts, W Hotels Worldwide y el grupo Starwood Hotels & Resorts. Justamente este último anunció la alianza con Terranum Hotels, para levantar en esta capital el exclusivo W Bogotá, con la finalidad de ofrecer un nuevo estilo de hospedaje. Al menos así lo señaló a la prensa Osvaldo Librizzi, copresidente de las Américas de Starwood Hotels & Resorts. “Bogotá es uno de los centros económicos de más rápido crecimiento en América Latina y también es reconocida ampliamente por estar a la vanguardia en la industria de la moda, la música”, sintetizó el empresario.
El hotel W Bogotá, cuya inauguración está programada para el 2014 y tiene una inversión de unos USD 60 millones, dispondrá de 168 habitaciones, entre las que se incluyen 20 suites. Y su oferta, adicionalmente, incluirá la denominada Extreme Wow Suit, que viene a ser el equivalente de la suite presidencial de la marca W.
¿Qué está detrás de este ‘boom’ hotelero? Juan Leonardo Correa, presidente de Cotelco, dijo que el crecimiento es uno de los efectos del decreto 2755, expedido en el 2003, en el gobierno de Álvaro Uribe. Este instrumento ordena que los hoteles que se construyan hasta el 2017, así como las remodelaciones que se realicen en este periodo, estén exentos del pago del Impuesto a la Renta durante 30 años.
McGourty agregó otra razón: la firma del TLC con EE.UU. hace más atractiva a Colombia a la hora de hacer inversiones, entre las que se cuentan las de las cadenas que manejan hoteles.
La ‘fiebre’ hotelera encaja también con los propósitos del Gobierno colombiano de impulsar el turismo. En el 2011, arribaron a este país 1,9 millones de visitantes, un 7% más que en el 2010. Y el objetivo apunta a rebasar el listón de los 4 millones de turistas al año en el 2014, una cifra que, por ejemplo, exhibe ahora el Perú.