Etiqueta: Burocracia

  • Financiación y burocracia, obstáculos para la revolución verde en la India

    EFE

    La India trata de revolucionar la producción de energías renovables para paliar el déficit energético en uno de los países más contaminados del mundo, pero los especialistas dudan de la viabilidad de los planes gubernamentales por el alto coste, la burocracia y dificultades sobre el terreno.

    El primer ministro indio, Narendra Modi, quiere que la India se convierta en una referencia internacional de energías renovables y dar respuesta además a las necesidades de un país que es el tercer emisor de dióxido de carbono del planeta y al mismo tiempo tiene una tercera parte de sus 1 250 millones de habitantes sin electricidad.

    La intención del Gobierno indio es quintuplicar hasta 170 gigavatios la electricidad limpia para 2022 y reducir su dependencia del carbón, que genera un 59 % de la electricidad del país.

    Uno de los planes del Gobierno pasa incluso por crear 100 gigavatios de generación de energía solar. Sin embargo, expertos y analistas reunidos esta semana en la I Exposición y Encuentro de Inversores en Energías Renovables Re-Invest en Nueva Delhi creen que esos ambiciosos objetivos se topan con una realidad que presenta problemas como la financiación, la infraestructura y la burocracia.

    «No creo que sea posible alcanzar este objetivo. En especial los 100 gigavatios de energía solar dado que la India no cuenta con industria solar y tendrá que importar paneles, lo que resulta muy caro», dijo a Efe el representante de una empresa del sector, que prefirió mantener el anonimato.

    «El país necesitará más tiempo para desarrollar una industria solar propia para alcanzar esos objetivos», añadió. A día de hoy la India produce 3 000 megavatios de energía solar frente a 22 gigavatios de eólica, lo que sumado supone un 13 % de la producción total de energía del país. De acuerdo, con datos oficiales, la India tiene una capacidad instalada de producción energética total de 258.000 megavatios, que en un 59 % proviene de fuentes relacionadas con el carbón; un 17 % de hidroeléctricas; el 13 % de renovables; un 9 % de gas, y un 2 % de generación nuclear.

    Para Reinhard Ling, de la compañía IBC Solar con dos años y medio de experiencia en el país asiático, el interés de los inversores ha aumentado pero consideró que es difícil trabajar en la India, un país acostumbrado a cortes de suministro debido a un déficit en la oferta del 13 % de la demanda de electricidad. «Los proyectos se suelen retrasar por los permisos que hay que conseguir y la dificultad de trabajar en zonas rurales con empresas locales. Todo avanza muy lento», afirmó Ling.

    Pero no es sólo eso. De acuerdo con un informe de la consultora Crisil Ratings el país necesita una inversión de 42 000 millones de euros en los próximos cinco años para desarrollar el sector, unos fondos que no será fácil conseguir dado el riesgo financiero de la inversión.

    «Se han dado pasos positivos para hacer más atractiva la industria, pero se necesitan políticas a largo plazo que den seguridad a los inversores y las estamos esperando«, manifestó a Efe Boppana Madhu Kumar, de la española Gamesa, que ha instalado 1 700 megavatios de energía eólica desde 2010.

    Otros actores del sector confían en la determinación y las políticas de Modi, quien durante su etapa frente al Gobierno del estado occidental indio de Gujarat, entre 2001 y 2014, impulsó la energía solar y es uno de los pocos estados indios que cuenta con electricidad 24 horas diarias.

    «Si Modi creyera que no lo logrará no lo habría anunciado y puesto en riesgo su credibilidad. Y, aunque no consiga esos objetivos, si logra aumentar sustancialmente la electricidad limpia ya será un logro«, expresó a Efe el director del Programa de Energía Indo-Alemán, Winfried Damm. 

    El primer ministro indio (derecha), Narendra Modi, quiere que la India se convierta en una referencia internacional de energías renovables. Foto: Prakash Singh / AFP.
    El primer ministro indio (derecha), Narendra Modi, quiere que la India se convierta en una referencia internacional de energías renovables. Foto: Prakash Singh / AFP.
  • Burocracia empresarial, mal necesario

    Arturo Castillo

    La burocracia, en su forma exacerbada, está ligada a conductas rígidas, esquemáticas, al ánimo obstructivo, al autoritarismo, al perfeccionismo.

    Algunos burócratas se solazan en la demora, en el traspapeleo malintencionado; se regodean en la revisión inútil de documentos que han mantenido largamente en su poder, como una forma de control, de chantaje, para darse importancia, aunque ello inmovilice a la organización.

    La rectitud que se atribuyen es simplemente rigidez de carácter, imposibilidad para ver las cosas con simplicidad, para trabajar de forma ágil, dinámica.

    Los burócratas se le buscan las cinco patas al gato, dominan el arte de la obstrucción, saben cómo frenar las cosas.

    El burócrata es un personaje infaltable en toda organización, es un arquetipo que ha existido a lo largo de la historia, escondiéndose detrás de una falsa honestidad, vistiendo un ropaje de persona escrupulosa, obediente de normas y leyes.

    Sin embargo, el burócrata atemperado cumple con un papel importante, pues se encarga del orden, del rigor para hacer las cosas; ayuda a conservar las formalidades administrativas.

    Él es la memoria de la empresa, el encargado de recordar los compromisos establecidos; es quien aboga por su pleno cumplimiento. Él se conoce las regulaciones y reglamentos.

    De otra parte, en el contexto organizacional, algunos procedimientos burocráticos son indispensables, pues sustentan la estructura, dan formalidad a la empresa. No obstante, deben identificarse aquellas tareas que admiten cierta flexibilidad, reconsideraciones y aplazamientos, y aquellas que deben cumplirse a rajatabla.

    Cuando no está clara esta distinción, la compañía va a la deriva, sin un ritmo laboral apropiado, sin posibilidades de administrar sus tiempos, sus estrategias.

    Puede, también, que la informalidad se haya apropiado de la compañía, que sus trabajadores se hayan habituado al caos organizado; en cuyo caso, una dosis de burocracia puede ser de gran utilidad.

    La simplificación de procesos, a expensas de lo sustancial, o el entrampamiento en los dédalos, en la neurosis del detalle, que sacrifica la fluidez de las tareas, son extremos paralizantes.

    La revisión periódica de los procesos, del cumplimiento de metas, de las obligaciones legales, permitirá saber si la organización está actuando con oportunidad, con eficacia. Ayudará, además, a identificar nudos, atascamientos, dilaciones, ayudará a moderar el ímpetu burocrático de ciertos trabajadores, que ‘cuelan el mosquito, pero dejan pasar el camello’.

    Contacto:   arturo.castillo@catarsis.ec