Transparencia, ética y profesionalismo son los tres elementos que Josefina Ramírez de Cucalón emplea a lo largo de su trabajo en el mercado bursátil.
Su primer acercamiento al ámbito financiero fue en la banca. Recuerda que la experiencia laboral que adquirió en este sector fue liberadora y más adelante se convertiría en el impulso para emprender en el mercado de valores.
Josefina es guayaquileña. Nació el 15 de enero de 1956. Estudió el colegio en la Unidad Educativa Bilingüe Sagrados Corazones y sus estudios superiores en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Es economista.
Mientras estudiaba trabajaba en el sector público, pero al graduarse fue a la banca. Considera que el mundo financiero le ayudó a potenciar ciertas habilidades fuera de la educación formal, como el liderazgo y la transparencia.
Durante 20 años desempeñó cargos importantes en instituciones financieras como Banco Popular, Banco Amazonas, Banco Unión, entre otros. En ese lapso también contrajo matrimonio y tuvo a tres de sus hijos.
Cuando esperaba a su cuarto hijo salió de su trabajo. “Vi oportunidad de emprender en algo que me apasionaba, las finanzas”.
En 1993 decide levantar de la casa de valores Banrio, en el marco de que en ese año se resolvió en el Congreso la Ley del Mercado de Valores que regulaba toda la actividad. “Fui una de las primeras casas de valores que se formaron independientemente, hubo oportunidad y trabajo por hacer”.
Josefina se documentó con todo lo que necesitaba para estar al día en el mercado y en ese mismo año se facultó como Operadora de Valores, por la Escuela Politécnica del Litoral (Espol).
Los primeros años considera que fueron difíciles. Josefina allanó el camino para seguir adelante, pero la crisis de 1999 los debilitó. La firma nunca fue parte de un grupo bancario y su situación fue más compleja. “Trabajamos con la desconfianza de los clientes, el ‘descalabro’ del sistema financiero y luego con la dolarización”. Pese a ello, afirma que se solucionaron los conflictos y continuaron.
A pesar de la crisis de ese año, obtuvieron el primer lugar en Casas de Valores del Sector no Financiero, según el volumen de comisiones generadas en la Bolsa de Valores de Guayaquil (BVG).
Mónica Villagómez, expresidenta de la Bolsa de Valores de Quito, destaca el liderazgo de Ramírez. “Es un ícono del mercado bursátil que ahora está traspasando su conocimiento a su hijo para gerenciar su negocio”.
Para Josefina, la experiencia es lo más importante. Considera que los cambios tecnológicos y el aporte de la juventud son un complemento necesario. La empresa actualmente es gerenciada por la segunda generación: su hijo Gonzalo es el gerente general.
Ramírez asegura que nunca impuso a sus hijos seguir una carrera relacionada con el mundo financiero y tampoco hubo la presión de asumir el legado familiar. Gonzalo y María José son economistas, María Gabriela es nutricionista y Juan Pablo es abogado.
El equilibro personal y laboral asegura que fue la base de todo. “Decidí que iba a ir creciendo conforme mi familia iba creciendo. Mis hijos crecieron y con ellos, mi madurez”. Añade que una pieza fundamental ha sido el apoyo brindado por su esposo Alberto.
Durante su tránsito por el mercado de valores asegura que se ha enfrentado a un mundo manejado principalmente por hombres. “Levanté mi voz de protesta siendo fría, frontal y determinante”.
Werner Campoverde, vicepresidente de Tuval SA, la describe como una persona comprometida con sus ideales y enfocada en sus objetivos. “Es directa y meticulosa, eso ha generado confianza”.
Josefina mira al pasado y afirma que nunca pensó alcanzar lo que tiene. La Bolsa de Valores de Quito recientemente reconoció su trayectoria de más de 20 años en este mercado.
En lo personal disfruta de su nieta y espera uno más. “Estoy en mi mejor momento, porque cumplí con todas mis obligaciones de madre. Ahora ellos crecen y maduran en su vida y yo enriquezco su andar con mis consejos”.
Josefina considera que su versión de joven se complementa con su determinación actual. “Puedo mirar hacia atrás y decir coseché lo que quería”. Asegura que el equilibrio de ser una madre que trabaja fue un acierto para todas las decisiones que tomó.
Actualmente disfruta de la lectura. Los libros de John Grisham, además de las novelas de historia, son sus preferidos.
Con 64 años, uno de sus mejores pasatiempos es ir a su oficina. “Estoy en la mejor etapa de mi vida y aportaré con mi experiencia hasta cuando pueda”.
Datos Formación. Economista por la Universidad Católica Santiago de Guayaquil. Tiene un diplomado de Gestión de Mercado por la Espol, que la facultó como Operadora de Valores.
Carrera. 26 años de experiencia en el mercado bursátil y 20 años en el ámbito financiero.
Actividades. Gusta de la lectura, caminar y viajar a la playa en compañía de su familia.
Josefina Ramírez Esta economista fundó la casa de valores Banrio en 1993. Su trayectoria fue reconocida por la Bolsa de Valores de Quito, el mes pasado. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
Durante el 2017, en el mercado bursátil ecuatoriano se transaron USD 6 600 millones. Esto es alrededor del 6% del PIB del país.
Este monto es similar al que se negocia en 15 días en el mercado de valores de Colombia.
Según Paul McEvoy, gerente de laBolsa de Valores de Quito (BVQ), esta diferencia es reflejo de que Ecuador “está muy poco desarrollado el mercado de valores debido a la falta de conocimiento del público acerca de las alternativas de inversión”.
De ahí que, en la Bolsa trabajan en estrategias para acercar a los ciudadanos y a las empresas a este tipo de instrumentos.
El sábado 23 de junio del 2018, en conjunto con la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), la BVQ realizará la primera Feria Bursátil Expo Ahorro y Financiamiento en el Centro de Exposiciones Quito.
El evento es gratuito y se realizará de 09:30 a 17:30. McEvoy señala que el cronograma incluye ocho charlas de media hora para capacitar a los asistentes sobre temas como cuáles son los montos mínimos para invertir en los diferentes instrumentos, el retorno que se puede esperar, entre otros.
Además, tendrán stands de 14 casas de valores, que darán asesoría y cuatro fondos de inversión.
McEvoy detalla que la intención del evento es que las personas naturales conozcan opciones como acciones o papel comercial, pueden convertirse en una forma de ganar dinero. Pero también, esperan atraer a pequeñas y medianas empresas, para que incluyan entre sus opciones de financiamiento los mecanismos que ofrece el mercado de valores. Cita las facturas comerciales, por ejemplo.
Empresas que ya están en el mercado de valores también estarán presentes, explica McEvoy, para contar su experiencia en la feria. “Estarán emisores como Corporación Favorita (Supermaxi), que es nuestra acción emblemática. Unos 15 000 ecuatorianos son accionistas de La Favorita” .
McEvoy detalla que la intención del evento es que las personas naturales conozcan opciones como acciones o papel comercial, pueden convertirse en una forma de ganar dinero. Foto: Archivo / LÍDERES
José Antonio Hidalgo, gerente de la certificadora china Annex Asia y miembro del Directorio de la Cámara de Comercio Ecuatoriano-China analiza la relación económica, las perspectivas de exportación y los vaivenes del mercado bursátil del gigante asiático.
La balanza comercial entre Ecuador y China es deficitaria. ¿Cómo ha evolucionado la relación entre los países? Dentro del comercio, y en lo que son las importaciones, sí han habido ciertas regulaciones que han ido disminuyendo la balanza comercial entre ambos países. Desde el Gobierno se ha apoyado el ingreso de más productos ecuatorianos a través de una mayor promoción. Basados en nuestra experiencia sobre inspecciones a exportaciones, vemos que se ha concientizado más en el tema del control de calidad de los productos que ingresan a China.
Todavía hay un récord histórico de una balanza comercial que es siempre deficitaria para Ecuador. Muchas veces, los interesados en exportar hacia China desisten al encontrarse con barreras como la comunicación, el idioma o porque no entienden las normas de calidad que allá se exigen, o porque los volúmenes a exportar no resultan significativos.
¿Qué tipo de bienes se importan más desde China?
Se han incrementado los rubros en maquinaria en general, en maquinaria agrícola, en materia prima, en maquinaria para industrias pequeñas, como máquinas de coser, o también para ensamblaje electrónico de automotores, de partes, y otros en esa gama.
La aplicación en Ecuador de salvaguardias a las importaciones, desde marzo pasado, ¿ha impactado en las importaciones desde China?
Efectivamente, han subido los precios por la imposición de las salvaguardias en maquinaria y materia prima. Sabemos que la medida es temporal, pero si lo hablamos económicamente, el importador no deja de tener su margen de ganancia, y quien al final asume el incremento de precios de los productos es el cliente.
¿Se ha dejado de importar?
El importador hace su trabajo, y mientras más impuestos se tengan, eso se transmite al cliente, y el producto va a ser más caro.
¿El desplome de las bolsas de valores en China este mes puede tener un efecto en las empresas del gigante asiático con inversiones en Ecuador?
La bolsa de valores china es joven y por ello, tendrá altos y bajos, como ha ocurrido en sus inicios con otras bolsas. Sin duda, como muchas de esas empresas que cotizan en el mercado bursátil son de capitales mixtos, procedentes de inversiones privadas y del Estado, no va a tener un efecto tan fuerte en la economía china como sucedería si solo fueran inversiones privadas. Son empresas que no tiene relación directa con Ecuador, y no veo, en ese sentido, un efecto para nuestro país.
¿En cuáles sectores de la economía china deberían apuntar los empresarios ecuatorianos para exportar?
Creo que hay que explotar más el tema de los productos agrícolas y de servicios. Se deben crear diferentes valores agregados sobre los productos que ya estamos exportando a China, por ejemplo, con el banano y el camarón.
¿Las exportaciones de banano pueden crecer más?
Nuestro mayor rubro de exportación a China, dejando de lado el petróleo, es el banano. Se han incrementado los envíos sí, pero el mercado chino todavía representa apenas el 3% de las exportaciones ecuatorianas no petroleras, cuando para Estados Unidos representa el 31%.
Las exportaciones de banano a China han crecido un 171,46% entre el 2013 y el 2014, cuando apenas habían crecido un 10,37% entre el 2012 y el 2013. Pero el crecimiento es consecuencia del conflicto en el mar del sureste asiático. Sucedió cuando los pesqueros chinos fueron retenidos por la Marina filipina y ese incidente pasó a un tema político, que se tradujo en más trabas fitosanitarias para el ingreso del banano filipino.
¿Ese crecimiento de las exportaciones de banano es solo coyuntural?
No podemos confiarnos en factores externos, para buscar exportar más a China. El banano es altamente competitivo y China es un mercado de precios. Los chinos ya han estado acostumbrados al consumo del banano filipino, que aunque es de menor calidad, es más barato. En cambio la fruta ecuatoriana tiene un cargo del 10% por aranceles, más el costo por transporte, que la encarece y todo eso cuenta. Ecuador puede ingresar con banano con valor agregado, y con otras frutas.
Las ventas del camarón ecuatoriano también crecieron en los últimos dos años. ¿Qué se requiere para que mantengan ese crecimiento en el mercado chino?
Tailandia, Vietnam y la propia China producen camarón, pero por el problema que tuvieron por el EMS (Síndrome de Mortalidad Temprana), Ecuador logró ingresar y tener un incremento de la exportación. Creo que con el mercado chino se debe abrir una gama de productos en frutas, vegetales, y artículos con valor agregado.
¿Qué tipo de productos con valor agregado?
En general, Latinoamérica es una región con un alto potencial agrícola. Por otro lado, competir con China en manufactura no es conveniente. Más bien los países latinoamericanos, incluido Ecuador se deben enfocar en la parte agrícola, en la provisión de comida. Hoy en día China está urbanizada en un 25% de su territorio y planea seguir en un proceso de urbanización hasta el 45%, hacía el centro del país, y por ello está centrando su mercado hacia una economía de consumo. Toda esa masa laboral requerirá de alimentos y servicios.
Hoy en día Brasil está tomando bastante ventaja de su relación con China, a través de la exportación de pollos, proteínas, carne de cerdo. Ellos apuntan hacia lo que va a faltar en China.
¿Qué acciones desarrollan desde el sector privado ecuatoriano para fomentar ese intercambio comercial?
Las mejores formas de incentivar ese intercambio son con actividades como las ferias empresariales. La Cámara de Comercio Ecuatoriano-China realizará el próximo mes de agosto una nueva edición de la ExpoChina en Guayaquil. Es una oportunidad para traer empresarios, que además activan el turismo local y los centros de convenciones.
José Antonio Hidalgo considera que en China existe pragmatismo en cuanto a hacer negocios, y mientras se mantenga eso «la relación con Ecuador irá bien». Foto: LÍDERES
En Quito, el pasado 18 de junio del 2015, la empresa Quifatex recibió un reconocimiento por su participación en el mercado de valores. Paul McEvoy y Denisse Ramón, representantes de la Bolsa de Valores de Quito y la empresa Picaval Casas de Valores respectivamente, entregaron la certificación por la emisión del papel comercial a un valor de USD 10 millones durante el 2015.
En el 2011, la empresa es parte de Quicorp, un holding internacional junto a otras empresas en América Latina: Perú, Venezuela, Bolivia, Colombia, República Dominicana entre otros, salió al mercado con una titularización por USD 15 millones. Las cifras representan que la firma se adaptó a las necesidades del mercado bursátil.
Giorgio Bianco, apoderado General de Quifatex, comentó que estar en el mercado de valores es una alternativa que permite el cumplimiento de las expectativas de crecimiento de la empresa.
Ante esto el representante de la compañía, mencionó que seguirán trabajando bajo los ejes de transparencia, dinamismo y el compromiso de incentivar el desarrollo en el país.
Las pantallas bursátiles de la agencia Bloomberg se vieron afectadas en todo el mundo este viernes 17 de abril por un problema técnico, un acontecimiento rarísimo para este suministrador de datos financieros para todas las bolsas.
Después de varias horas de problemas, algunos terminales volvieron al funcionamiento normal hacia las 09:45 GMT. Pero «enfrentamos todavía ciertos problemas», indicó a la AFP una representante de la empresa que trabaja para el servicio técnico de Bloomberg. «Nuestros equipos siguen trabajando para tratar de solucionar el problema», agregó, precisando que no conoce el origen de la avería.
Observadores del mercado mundial, en Londres, Singapur o Nueva York, se quejaron inmediatamente a través de Twitter de la súbita interrupción del servicio. «Yo misma soy incapaz de conectarme al terminal», confirmó por la mañana una empleada de Bloomberg.
Los terminales de Bloomberg, que conectan las cotizaciones de las plazas financieras de todo el mundo, dan las cotizaciones de ciertos productos (materias primas, tasas de cambio, productos derivados, etc.) y las últimas noticias económicas. Son instrumentos de trabajo esenciales para las salas de mercado. Las averías en el sector son sumamente raras.
Volúmenes de intercambios por debajo de lo normal
«Bloomberg, habitualmente sinónimo de fiabilidad, sufrió problemas técnicos por la mañana, lo que tuvo como consecuencia que los volúmenes de intercambios estuvieran un poco por debajo de lo normal en el comienzo de la sesión», señaló Alastair McCaig, analista del la firma de corretaje en línea IG, basada en Londres.
Ese problema técnico afecta «a todo el mundo», acotó René Defossez, de la firma Natixis, con sede en Londres, que elabora diariamente modelos que le permiten elaborar sus previsiones. Éstos «funcionan con los datos de Bloomberg, es decir que es un verdadero problema», dijo.
Bloomberg no es el único actor del mercado de datos financieros, y los banqueros tienen la posibilidad de recurrir, por ejemplo, a las pantallas de Thomson-Reuters. Pero los clientes de Bloomberg pagan un abono anual importante para tener acceso inmediato a una cantidad de datos financieros sobre las cotizaciones bursátiles, las tasas de cambio o los precios del petróleo. Y algunos de ellos efectúan incluso sus transacciones a través los terminales de Bloomberg. «Los que trabajan con los inversionistas estadounidenses prefieren también Bloomberg», explica Xavier de Villepion, vendedor de acciones de la firma HPC, basada en París.
Hasta el momento no se ha avanzado ninguna explicación de la avería. Los actores de los mercados financieros son cada vez más vulnerables a los problemas técnicos. Podría tratarse de verdaderas averías informáticas, como la que en mayo de 2012 convirtió en un fiasco la entrada en bolsa de Facebook, o la que obligó a la plataforma de intercambios electrónicos Nasdaq a suspender todas las cotizaciones durante tres horas en agosto de 2013.
Sin embargo, la amenaza de ciberataques ha pasado a ser cada vez más fuerte, como lo demuestra la ofensiva realizada a principios de mes contra el canal internacional francófono TV5-Monde por piratas que reivindicaron su pertenencia al grupo yihadista Estado Islámico (EI), que impidió la difusión de sus programas durante varias horas. Pocos días después, otro ataque tuvo por blanco el portal de uno de los principales periódicos belgas en francés, Le Soir.
Un fallo en la red dejó temporalmente sin servicio a numerosos usuarios de las terminales de información financiera de la empresa Bloomberg. Foto: EFE
El 2014 fue un año con cifras récord para el mercado bursátil ecuatoriano. Los montos negociados llegaron a USD 7 547 millones, según los datos que maneja el departamento técnico de la Bolsa de Valores de Quito.
El monto mencionado prácticamente duplica las cifras del 2011, 2012 y 2013. El año que mayores montos registró el mercado bursátil había sido el 2009, cuando se negociaron USD 6 426 millones, según registros de la entidad.
La presidenta de la Bolsa de Valores de Quito (BVQ), Mónica Villagómez, reconoce que desde el 2009 se registró un declive en la actividad del mercado de valores.
La ejecutiva añade que el salto que se dio el año pasado; estuvo marcado por tres grandes movimientos: la venta de Produbanco al Grupo Promerica por USD 130 millones; la venta de Lafarge Ecuador a la cementera peruana Unacem, por USD 517 millones; y la venta del Holding Tonicorp al grupo Arca Continental, por USD 335,8 millones.
Las tres negociaciones se dieron de manera inédita a través de las bolsas de valores de Quito y Guayaquil, y fueron un detonante que dinamizó al sector.
Villagómez indica que el año pasado fue muy activo para el sector, a pesar de circunstancias complicadas. La ejecutiva indica que la aprobación de la Ley del Mercado de Valores mandó un mensaje de confianza con reglas claras, dejando de lado la especulación. “Luego, el Código Monetario también causó nervios en el inversionista, pero aún así se mantuvieron las emisiones con pagos puntuales”.
Para el analista económico Andrés Vergara, el sector goza en la actualidad de buena salud, con contados ‘default’ y emisiones que se siguen pagando.
El especialista añade que en el desarrollo del mercado de valores pesa la cultura organizacional. En Ecuador más del 90% de las empresas son familiares y cuando participan del mercado de valores deben cumplir dos condiciones: desarrollar un plan de gobierno corporativo -que implica una absoluta transparencia de la firma- y ofrecer información financiera completa. “Pero aquí aún no está desarrollada esa cultura y solo las grandes empresas lo hacen”.
Villagómez y Vergara coinciden en que la actividad es menor en comparación con otros países. La presidenta de la Bolsa de Valores de Quito afirma que en Ecuador el mercado es incipiente: “se prefiere invertir en papeles de alta calificación, cuando en otros países hay una mezcla de seguridad, diversificación y rentabilidad, tres aspectos claves en una inversión”.
Vergara añade que el mercado ecuatoriano es limitado, lo que permite que los valores de las emisiones, por ejemplo, se mantengan estables en el tiempo. No existe la volatilidad o la especulación de otros mercados, lo cual también es una ventaja, según Vergara. “El punto en contra está en que muchos papeles que pueden ser más atractivos para el inversionista, no los son”.
Otra característica del sector es que el inversionista prefiere los papeles que considera más seguros. Por eso, del total negociado el año pasado, el 84% fue papeles en renta fija (titularizaciones, obligaciones, bonos del Estado, etc.). El 16% restante se movió en renta variable (acciones, fondos de inversiones…).
Rodolfo Kronfle, presidente de la Bolsa de Valores de Guayaquil, también califica al mercado de valores como un sector sano: “las obligaciones incobrables en la banca llegan al 5%, en el mercado bursátil no llegan ni al 1%”.
El ejecutivo mira con optimismo este año, pero admite una inquietud ante las medidas que tome el Gobierno para afrontar la crisis por la caída del precio de petróleo. “Habrá que esperar”. Un dato adicional del sector es la diversificación de emisores. El 32% está en la actividad comercial, el 2%, en la industria; el 10% en el sector financiero. También participan los sectores de servicios, agrícola, inmobiliario…
El papel con renta fija es el más apetecido en el mercado
Los papeles que más apetito generan en el mercado bursátil ecuatoriano siguen siendo aquellos que ofrecen una rentabilidad fija como titularizaciones, certificados de depósito, bonos estatales, obligaciones y otros que tienen como elemento común una tasa de interés predeterminada.
Del total negociado el año pasado en el mercado bursátil, esto es, USD 7 547 millones, 84% fue en estos papeles, según datos de la Bolsa de Valores de Quito.
El resto de lo negociado se centró en obligaciones de renta variable; esto es, acciones, fondos de inversión y otras donde el rendimiento depende del desempeño de la empresa.
Si bien el total negociado, de papeles ya emitidos, llegaron a cifras récord el año pasado, las emisiones de nuevas obligaciones han caído desde el 2012. Ese año se realizaron 122 emisiones en renta fija. Para el 2014, cayó a 109.
Ulises Alvear, presidente Metrovalores, considera que afectó al mercado los cambios legales como la discusión y aprobación de la nueva Ley de Valores y el Código Monetario Financiero.
Otra característica del mercado de valores ecuatoriano es que en el país el inversionista, las autoridades y las bolsas no ven bien las emisiones con bajas calificaciones. Esto obliga a que los emisores pongan más garantías, que mejoren su situación financiera y cuando salen a la bolsa lo hacen con mejor calificación.
Así lo explica Mónica Villagómez, presidenta de la Bolsa de Valores de Quito. La ejecutiva señala que en otros mercados de la región las bajas calificaciones “no espantan como aquí”.
“En esos mercados hay más segmentación entre inversionistas. Aquí el mercado es incipiente y principiante y la gente va por lo seguro. En otros países más desarrollados hay una mezcla de seguridad, diversificación y rentabilidad, aspectos claves en inversión”.
Por ello, los papeles que más atraen a los inversionistas son los de renta fija, en especial titularizaciones.
Del total de papeles de renta fija negociados el 2014, 27% fue titularizaciones.
La particularidad de estos papeles es que son una opción de inversión de largo plazo, en promedio tres años y siete meses. Además de esto, estas operaciones son atractivas por ser más seguras. Esto porque tiene como garantía una parte de los activos de una empresa (que generan flujos-ingresos) que se aísla o blinda del resto de activos en un fideicomiso.
Las obligaciones, en cambio, son un papel con la garantía general del emisor, es decir, con todos los activos de la empresa. Si el emisor es una empresa sólida, los papeles pagarán una menor tasa de interés, por el menor riesgo.
Si una empresa, en el peor escenario, se liquida, el inversionista en ese caso debe esperar la prelación de pago, es decir, cobrará luego de trabajadores, etc.
Alvear señala que el liquidador de la empresa debe cuidar que los activos no se deterioren para no afectar el pago del inversionista. Esto no sucede con las titulizaciones, pues el activo que garantiza al inversionista está blindado del resto. No hay problema de cobro siempre que esté bien estructurada la emisión, dice.
“El fideicomiso es irrevocable e inembargable”, comenta Villagómez .
La ejecutiva explica que para emisiones con una calificación menor de A hay compradores en el mercado ecuatoriano, pero con dificultad. De ahí que la gran mayoría de emisiones en el país supera esa calificación.
Alvear puntualiza que la clave no está en invertir en papales A o más, sino en diversificar el riesgo, y considerar, para la inversión, diversas empresas y de distintos segmentos.
En una década se registraron 11 casos de ‘default’ en el mercado
El incumplimiento en el pago de compromisos en el mercado bursátil, también conocido como ‘default’, es mínimo en el país.
En los últimos 10 años, de 800 emisiones registradas, 11 cayeron en ‘default’, según voceros de las bolsas de valores de Quito y Guayaquil.
En cifras duras y frías esto significa que de USD 8 095 millones en emisiones, unos USD 11,9 millones han sido impagos en la última década.
Mónica Villagómez, presidenta de la Bolsa de Valores de Quito, señala que el ‘default’ es atípico en el mercado ecuatoriano, a diferencia de lo que ocurre en otros mercados donde es más frecuente. “Aquí el inversionista, las autoridades y las bolsas no ven bien las emisiones con bajas calificaciones, se ponen nerviosos y no compran”.
La ejecutiva explica que normalmente en los casos de impagos registrados en el país se han llegado a acuerdos y se han ejecutado las garantías. “Se ha demorado el pago al inversionista, pero se ha pagado”.
Para el titular de la Bolsa de Valores de Guayaquil, Rodolfo Kronfle, caer en ‘default’ no significa que la compañía no pagará a los inversionistas o que el emisor no tenga activos para cubrir sus obligaciones.
Cuando se llega al incumplimiento, agrega Kronfle, es fundamental que el mercado conozca los eventos que motivaron el incumplimiento y la forma en que el emisor asumió sus obligaciones impagas”. Además, un buen historial de pagos posterior podría ser la base para futuros endeudamientos en el sistema financiero o bursátil.
El ejecutivo explica que un default puede afectar al emisor y todas sus emisiones, ya que la autoridad de control inicialmente resolverá la suspensión de las ofertas, demandas y cierres de todos los valores emitidos por el emisor incumplido, como una medida de protección al mercado. “Con respecto al pago de valores, habrá que analizar las garantías con las que se estructuró cada emisión”.
Para el analista Andrés Vergara, en Ecuador se registran menos incumplimientos que en otros países porque la ley es bastante rigurosa y para entrar en la bolsa se deben cumplir estándares muy elevados. “Esto hace que la actividad sea más segura”.
Siete calificadoras son parte del mercado de valores
En el Ecuador existen siete empresas calificadoras de riesgo, según la Superintendencia de Compañías. Tres fueron inscritas entre 1994 y 1995 y cuatro entre el 2001 y el 2012. La más antigua, Calificadora Bankwatch Ratings del Ecuador, comenzó a operar en marzo de 1994.
Las calificadoras analizan la probabilidad de pago que tiene una empresa con respecto a la emisión de valores a ofertar en el mercado. Lo hacen mediante un sistema de nomenclatura alfabética: la calificación más alta es AAA y la más baja E.
Terrabienes, una de las firmas intervenidas por la Superintendencia de Compañías, que de acuerdo con esta entidad tiene USD 246 044,93 por obligaciones en mora, fue calificada el pasado 30 de enero en categoría de riesgo E .
Sociedad Calificadora de Riesgo Latinoamericana (Scrla), en sesión de comité de calificación otorgó esa nomenclatura. La E significa que no está una situación favorable para participar en el mercado bursátil y que parte de sus emisiones están en ‘default’.
El informe que prepara la calificadora constituye un requisito exigido por la Ley de Mercado de Valores para las ofertas públicas de valores, pero no es garantía que una emisión no caerá en ‘default’, explica Rodolfo Kronfle, presidente de la Bolsa de Valores de Guayaquil.
Scrla tiene unos 200 clientes y alrededor de 100 procesos de calificación activos. Ha calificado las emisiones de Anglo y Terrabienes (del grupo Ortega Trujillo) desde hace seis años. “No ha existido ningún problemas ni en los procesos, ni en las empresas. Los problemas surgidos no obedecen a la capacidad de generación de recursos de las empresas, sino a un manejo administrativo”, dijo Pilar Panchana, gerente de la firma. Añade que este problema no es fácil de detectar y “tiene que ver con la voluntad de los ejecutivos y no obedece a una situación de mercado que se evidencia en un paulatino deterioro de sus indicadores”.
La calificación dada a las emisiones de obligaciones cayeron de AA a E para el caso de Inmobiliaria Terrabienes y de A a E en el caso de Anglo Automotriz. Esto ocurrió en enero del 2015 por el retraso en el pago de los cupones. La calificación de E corresponde a valores que se encuentran en suspensión de pago.
Luis Jaramillo, gerente de Class International Rating, calificadora de Ecuafontes (del grupo Ortega Trujillo) explica que no es común que una empresa caiga en default. Para que esto ocurra, influyen factores internos y externos. “Significa que ha caído en un deterioro importante en su capacidad de flujos o ha existido un cambio importante en el entorno donde desarrolla sus actividades”.
Jaramillo dice que es importante que las calificaciones de riesgos sean prospectivas; es decir, no solo analizar el pasado y presente de la firma, sino que debe proyectar cuál será la situación del emisor en los próximos cuatro o seis meses. Además, debe evaluar la sensibilidad del entorno, cumplimiento de proyecciones de la firma, etc. Con base en todo eso, se otorga la calificación, que sirve de referencia para el inversionista.
En el país las calificaciones son semestrales, pero eso no impide que la calificadora actúe antes, aclara Jaramillo. En el caso de Ecuafontes, explica que no cayó en ‘default’, pero sí está intervenida por la Súper de Compañías. La nota de la emisión de esta pasó de AA- a B+CW.
“El 5% de sus clientes provenía de Seguros Bolívar. Con la liquidación de la aseguradora, perdió esos clientes y se afectó”. Esto y otros indicadores internos de la firma llevaron a la calificadora a reducir la nota del emisor incluso antes de cumplirse el plazo de seis meses de evaluación, dijo Jaramillo.
Boris Lascano, gerente de la Casa de Valores de Guayaquil, una de las 32 que existen en Ecuador, destaca la importancia, además, de los filtros de evaluación y control previos a las negociaciones. Esto permite que el mercado se desarrolle y crezca, con una mínima cantidad de obligaciones en mora. Según la Bolsa de Valores de Guayaquil, la emisión de obligaciones pasó de USD 260,7 millones en el 2008 a 396,4 millones en el 2014.
La Bolsa de Valores de Quito tiene sus oficinas en el centro-norte de la capital. La actividad del mercado de valores se dinamizó en el 2014, según las estadísticas.
El COno es la única normativa que ocupará la atención empresarial. En el 2014 otras leyes, como la del Mercado de Valores, Aguas, reformas en la Ley de Economía Popular y Solidaria… también inquietan.
Una de las que se encuentra en segundo debate y lista para ser tratada en el Pleno es la Ley de Mercado de Valores. El proyecto plantea la creación de la Junta de Regulación del Mercado de Valores, ente que determinará las políticas y regulaciones para este segmento.
Luis Jaramillo, gere nte de Class International Rating, destaca que la propuesta es positiva, siempre que integre al sector privado. Señala que, a diferencia de lo que plantea este proyecto jurídico, debería reducir los controles y los trámites para ingresar al Mercado de Valores.
Y, de esta manera, se incorporen inversionistas nacionales e internacionales. Además, están las reformas a la Ley de Economía Popular y Solidaria. Wilson Araque, director del observatorio de la Pyme de la Universidad Andina, cree que una reforma es necesaria. Considera que la actual Ley de Economía Popular no es positiva, porque busca incluir a actores que han estado por fuera de la economía tradicional, sin acceso a crédito, por ejemplo. Pero nunca se establecieron los mecanismos para llevarla a la práctica. «Es algo que debería definirse hoy».
Otro tema pendiente es el Código del Trabajo, cuya presentación en la Asamblea fue detenida. El 2 de enero pasado, el mandatario Rafael Correa anunció que enviará a la Asamblea un Código de Régimen Monetario, pues «las leyes del feriado bancario siguen vigentes». Se espera que el proyecto ingrese a la Asamblea Nacional durante el primer semestre del año. Además, están la Ley de Tierras, Aguas y de Seguridad Social, Código de Salud, Ley de la Economía de Conocimiento y Ambiental.
10 leyes deberá tratar la Asamblea, que tienen que ver con la gestión empresarial.
La Asamblea Nacional, con 100 votos, aprobó laLey Orgánica para el Fortalecimiento y Optimización del Sector Societario y Bursátil. A través de este proyecto se reforman nueve leyes relativas al mercado de valores; estas son: la Ley de Mercado de Valores, Código de Comercio, de Compañías, General de Instituciones del Sistema Financiero, Código de Procedimiento Civil, Ley Notarial, Ley de Registro, Ley de Régimen Tributario Interno, reformatoria a la Ley para la Equidad Tributaria.
«Con la Ley se simplifica y optimiza la racionalización de las tramitaciones que realizan las personas ante la administración pública», indicó el vicepresidente de la Comisión de Régimen Económico, Galo Borja.
Para lograr este objetivo se crea la Junta de Regulación del Mercado de Valores, como un organismo de derecho público perteneciente a la Función Ejecutiva, que establecerá la política pública del mercado de valores y dictará las normas para su funcionamiento y control.
Esta Junta de Regulación estará integrada por tres miembros: un representante de los ministros de la Política Económica, quien lo presidirá; de la Política de la Producción; y un delegado del Presidente de la República.
Los superintendentes de Compañías y Valores, de Bancos y Seguros, y del Sistema Financiero Popular y Solidario también serán parte de la Junta de Regulación del Mercado de Valores, con voz, pero sin voto.
Entre otros aspectos, con esta nueva Ley se regula la creación y funcionamiento de las casas de valores, calificadoras de riesgos, bolsas de valores, la sociedad proveedora y administradora del sistema único bursátil, los depósitos de compensación y liquidación de valores, las administradoras de fondos y fideicomisos, así como los servicios que estas presten.
Los emprendedores latinoamericanos han encontrado en una bolsa de valores que opera por Internet desde la isla de Curazao una forma de financiación de sus proyectos o ‘startups’, como se conoce a las empresas de reciente creación con alto potencial de crecimiento.
Se trata de StartUp Stock Exchange (SSX), un novedoso mercado bursátil en el que inversores globales compran acciones de compañías jóvenes, mediante un sencillo pago electrónico.
El artífice de esta modalidad de financiación es el estadounidense Ian Haet, quien asegura que se trata de «una bolsa de valores para ‘startups’, una oportunidad para que los emprendedores encuentren el dinero que necesitan para crecer».
Con seis meses de operaciones, en SSX ya cotiza una media docena de empresas de países como Argentina, México y Colombia.
La idea nació en Costa Rica, donde Haet vivió durante seis años y experimentó con sus propios negocios la dificultad de acceder a grandes capitales para abrir mercados y desarrollar ideas innovadoras. El problema, apuntó este emprendedor, «se presenta en toda Latinoamérica», por lo que SSX ha atraído a inversionistas de más de 100 países que buscan negocios prometedores.
En el caso de Colombia, Haet afirma que este país ofrece oportunidades a emprendedores que necesitan «desde 10 000 hasta 50 000 dólares» a través de entidades estatales y privadas, pero advierte que la situación se complica cuando precisan fondos por encima de los USD 100 000.
«Ahí está nuestro foco», argumenta el fundador de la empresa bursátil de Curazao, en alusión a las ‘startups’ que buscan más financiación.
Hasta ahora, los seis proyectos que acoge SSX han reunido un millón de dólares provenientes de 5 000 inversionistas de todo el mundo, quienes pueden comprar y vender acciones en línea y, por tanto, obtener ganancias y liquidez.
Haet pronostica que para finales del 2014, este mercado estará constituido por 20 empresas y que la inversión promedio en cada una de ellas será de USD 300 000. El empresario explica que para las nuevas empresas es «muy duro y toma mucho tiempo reunir inversión», por eso la solución pasa por vender un porcentaje de la compañía en Internet.
Para invertir en esta bolsa virtual los usuarios deben registrarse, pasar una verificación de identidad y procedencia lícita del capital, y una vez aprobados sus perfiles pueden adquirir acciones.
La operación Los riesgos. El proceso de selección se enfoca en compañías con más de dos años de vida y clara oportunidad de crecimiento, dice Heat.
La compra. Se pueden comprar acciones en SSX, a través de Safety Pay, Neteller, BitCoins y PayU Latam 100 es el número de países desde donde proviene la inversión