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  • USD 2 000 millones ha otorgado CAF a las pymes de la región

    Redacción Líderes (I)

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    El Banco de Desarrollo de América Latina CAF ha destinado más de USD 2 000 millones este año para apoyar a las pymes de la región y ha definido una estrategia para impulsar la innovación, integración productiva e internacionalización de estas empresas, con el fin de contribuir al incremento de la productividad y a la reactivación económica. Estos temas se abordarán en la Conferencia CAF ‘La nueva economía y el futuro de las pymes’, que se realizará el 5 y 6 de noviembre de manera virtual.

    Antes de la pandemia las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) representaban el 99% del total de compañías, aportaban cerca del 60% del empleo en América Latina, pero solo una cuarta parte del valor de la producción total de la región; las mipymes exportadoras representaban solo el 5% del valor de las ventas externas totales, en comparación con al 40% en los países desarrollados. Al mismo tiempo, más del 30% reportaban restricciones para acceder a financiamiento.

    La crisis derivada de la pandemia del covid-19 afectó a más del 60% de las mipymes y cerca de un 51% a las medianas, según la encuesta realizada en 121 países por el Centro de Comercio Internacional (ITC por sus siglas en inglés). Además, la Cepal estima que los efectos de la pandemia representarán el cierre de 2,7 millones de empresas en América Latina, la mayoría mipymes.

    Pero la crisis por el nuevo coronavirus también impulsó la aceleración de la digitalización y está profundizando cambios en otras tendencias globales, como la organización de las cadenas globales de valor y los modelos de negocio típico, que empezaban a aparecer ya antes de la crisis.

    “La innovación empresarial, la integración productiva efectiva, la internacionalización y el adecuado y suficiente financiamiento son claves para impulsar la reactivación y elevar la productividad de las pymes. Por ello, CAF -banco de desarrollo de América Latina-, convierte a las pymes en el eje de la nueva estrategia para apoyar la recuperación de las economías de sus países miembros”, aseguró Jorge Arbache, vicepresidente de Sector Privado de CAF.

    Imagen referencial. El Banco de Desarrollo de América Latina CAF ha destinado más de USD 2 000 millones para apoyar a las pymes de la región. Foto: Pixabay
    Imagen referencial. El Banco de Desarrollo de América Latina CAF ha destinado más de USD 2 000 millones para apoyar a las pymes de la región. Foto: Pixabay
  • Daniel Rivera: ‘El apoyo a las pymes ahora es vital’

    Carolina Enríquez,  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Daniel Rivera, representante de CAF, Banco de Desarrollo de América Latina en Ecuador, explica los programa de apoyo financiero del organismo en la región y el país. Asegura que el impulso al sector productivo es fundamental para la economía tras la pandemia.

    ¿Cuál ha sido el impacto de CAF -Banco de Desarrollo de América Latina- en la región durante sus 50 años?

    CAF es una entidad regional cuyos accionistas pertenecen los países de América Latina y el Caribe. Nació con los cinco andinos; Ecuador es fundador. Después de cinco décadas, el organismo tiene 19 naciones accionistas que confían en la experiencia acumulada en estos años. Respecto a Ecuador, CAF ha registrado aprobaciones de crédito por más de USD 14 000 millones y USD 62 millones para proyectos de cooperación y asistencia técnica no reembolsable (…) Después de esta experiencia dramática de la pandemia, que generó una crisis sanitaria, económica y social, tenemos identificados cuatro ejes de trabajo en la región, incluido el país.

    ¿En qué consisten los ejes?
    El primero tiene que ver con financiar proyectos de infraestructura económica: todo lo que tiene que ver con logística, transporte, vialidad, energías renovables, etc. El segundo sobre infraestructura social y se incorporan los sectores de servicios básicos como agua y saneamiento, educación, salud, nutrición. El tercero es el apoyo a la micro, pequeña y mediana industria. Ahí hay un trabajo de enorme relevancia para preservar empleos e impulsar la reactivación de la economía. Por último, está el tema de contribuir al fortalecimiento de las capacidades de la gestión pública, institucionalidad, regulación económica (tributaria, fiscal y laboral).

    Además de ello, ¿en qué se ha concentrado CAF en el país durante este año atípico?
    Estas cuatro prioridades estarán siempre acompañadas por lo que hemos hecho este año en el país, que ha sido concentrar apoyo y esfuerzo en los temas de acompañamiento y ayuda presupuestaria y fiscal para el Gobierno central. La mayoría de recursos que se han destinado este año para Ecuador ha estado orientado a fortalecer las finanzas públicas.

    ¿A cuánto asciende el monto destinado a este sector?
    Este año ha sido récord en aprobaciones y desembolsos para Ecuador. Tenemos programado hacer aprobaciones de crédito por encima de USD 1 000 millones y en desembolsos efectivos de esos préstamos tenemos 800 millones. Son cifras extraordinarias con respecto a los promedios históricos. Son extraordinarias porque la situación es extraordinaria. Así lo ha demandado el país y CAF ha respondido a esas necesidades.

    Exactamente, ¿hacia dónde se canalizan esos recursos?
    En total son créditos para apoyo presupuestario del Estado pueden sumar cerca de USD 700 millones. Los otros USD 300 millones corresponden a financiamiento de programas y proyectos de inversión en temas vinculados con infraestructura económica y social. También hay unos apoyos a la banca de desarrollo local, como la Corporación Financiera Nacional (CFN), la Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias(Conafips) y BanEcuador, para acompañar a productores agrícolas en el país. Todo esto que comento en términos de apoyo al Gobierno nacional, gobiernos subnacionales y a entidades de la banca de desarrollo local. Eso es lo que suma los USD 1 000 millones.

    En la agenda de los cuatro ejes de trabajo de CAF en la región, destaca el apoyo a las mipymes. ¿Cómo lograr la reactivación de este sector?
    Nuestra convicción es que la reactivación económica es fundamental para contrarrestar los efectos del cierre de las economías. Hay que preservar los empleos y las relaciones laborales; se deben recuperar los ingresos familiares; evitar los riesgos de la insolvencia, los problemas fiscales y el pánico económico. Mantener una economía cerrada no es una opción practicable. Ningún país en América Latina puede hacerlo. La reactivación es un pilar del desarrollo. Una de las estrategias más productivas en términos de reactivación tiene que ver con el impulso y la provisión de herramientas financieras y de conocimiento para las mipymes. Ahí se concentra una parte importantísima del empleo y la producción.

    ¿Qué otras vías hay?
    Se deben impulsar cadenas de valor entre la pequeña y mediana industria, así como también otras de mayor tamaño o de vocación exportadora. Eso genera un gran impacto en el desarrollo económico y social. Creemos que podemos dar un aporte valioso al país y eso se logra también con el fortalecimiento del sector público.

    ¿De qué manera se puede alcanzar ese fortalecimiento?
    Hay que hacer un trabajo importante. Considero que se deben hacer reformas estructurales importantes en el futuro, en temas laborales y tributarios. Esa es la base para sostener y consolidar políticas públicas, programas y proyectos que apunten al desarrollo del potencial humano en todas sus dimensiones.

    ¿Cuáles son los mecanismos para apoyar a las pymes?
    En términos de microempresa y producción le puedo mencionar cuatro programas importantes. El primero tiene que ver con un crédito de USD 100 millones que estamos trabajando en favor de Conafips. Se trata de una línea con enfoque de género, que va a beneficiar a madres, cabezas de hogar, líderes, mujeres emprendedoras. El segundo es un crédito de USD 40 millones para BanEcuador para acompañar y apoyar con insumos, créditos y recursos a productores agrícolas, particularmente en los sectores de palma y cacao. En tercer lugar estamos trabajando en la CFN para apoyar en el programa Progresar. Hacemos créditos a la entidad y ellos direccionan a pymes, y el cuarto está vinculado con el proceso de negociación y estructuración con el Ministerio de Finanzas para apoyar al programa Reactívate Ecuador. También está orientado a facilitar recusos de crédito con tasas más bajas que las del mercado para mipymes del país. Además, CAF hace inversiones.

    ¿En qué sectores se tiene previsto invertir?
    En el otro terreno, en programas de inversiones específicas en distintos sectores, contamos con el programa Promadec, orientado a proveer de agua y servicios de saneamiento a los municipios pequeños y medianos del país. Asimismo, trabajamos con el ministerio de Transporte y Obras Públicas en el programa de implementación de una hoja de ruta logística. Eso está dirigido a mejorar la eficiencia, la competitividad del comercio y las empresas. Esto incluye una cantidad de corredores logísticos. No me refiero simplemente a carreteras que van de un sitio a otro. Están complementadas con la provisión de servicios: portuarios, de transporte, de logística, para facilitar toda la cadena productiva de principio a fin. 

    Hoja de vida
    Su formación.  Ingeniero civil de la Universidad de los Andes de Colombia y maestría en Políticas Públicas otorgada por la Universidad de Duke, Estados Unidos.
    Su experiencia. Representante de CAF en Ecuador. Trayectoria profesional de más de 30 años en planificación, gerencia estratégica y ejecución de proyectos en los sectores público y privado en distintos países de América Latina. Se ha desempeñado como docente y consultor de entidades de financiamiento multilateral.
    En CAF.  Fue Director de Proyectos de Desarrollo de la Región Norte, en la Vicepresidencia de Desarrollo Sostenible.

    Daniel Rivera, representante de CAF, Banco de Desarrollo de América  Latina, en Ecuador explica los programa de apoyo financiero del organismo en la región y el país.
    Daniel Rivera, representante de CAF, Banco de Desarrollo de América
    Latina, en Ecuador explica los programa de apoyo financiero del organismo en la región y el país.
  • México, el nuevo reto de este quiteño en la CAF

    Evelyn Tapia

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    Desde el piso 23 del edificio New York Life Seguros Monterrey, en la emblemática avenida Paseo de la Reforma de la ciudad de México, Emilio Uquillas Freire puede ver todos los días al Ángel de la Independencia.

    Desde el 1 de septiembre, este quiteño de 55 años ocupa esa oficina, en el cargo de director representante de la Corporación Andina de Fomento (CAF) en México.

    A 18 días de haberse posesionado, Uquillas relata que vivió una de las catástrofes más duras que atravesó el país este año: el terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter del 19 de septiembre.

    “Fue una situación muy fuerte y era la primera vez que yo vivía algo así de impactante. Había mucho nerviosismo, gente que lloraba, olor a gas, calles colapsadas”, recuerda este economista graduado en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).

    Este hecho impactante marcó la experiencia de este ecuatoriano a ese país. Es la segunda vez que México le abre las puertas al economista aficionado al atletismo.

    Entre 1989 y 1991, Uquillas cuenta que vivió en esta ciudad antes conocida como Distrito Federal, por sus estudios de maestría en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Ahí, relata, fue compañero de Felipe Calderón, que 17 años después sería presidente de México.

    Uquillas recuerda que llegó a México solo con su esposa Inés, con la que lleva casado 30 años. Ahora vuelve solo con ella, porque sus hijos Martín y María Clara están trabajando en EE.UU. Su hijo menor, Juan José, en cambio, está estudiando Medicina en España.

    Su padre, Alfredo, trabajaba en un banco, pero él confiesa que antes quería ser odontólogo. Finalmente optó por la Economía y su segunda hija le siguió los pasos.

    En Ciudad de México -de la que confiesa admirar su ritmo de crecimiento y el alto uso de bicicletas para el transporte público- Uquillas ahora asume su tercer cargo dentro de la CAF, luego haber trabajado para esta entidad siete años en Venezuela y nueve años en Bolivia.

    Aunque sostiene que la CAF le ha permitido ser parte de iniciativas importantes en el acompañamiento para el desarrollo de los países en los que trabajó, Uquillas cuenta que el Banco Central del Ecuador (BCE) fue su escuela.

    Era 1982 y tenía 19 años cuando asistió a su primera entrevista de trabajo, en el BCE, con Manuel Reyes. El cargo era el de oficinista bancario auxiliar.

    “En esa época había personas naturales que tenían bonos de la deuda y se acercaban a ventanilla a hacer el cobro de intereses o del capital. Mi función era contar y verificar manualmente los bonos y cupones”, recuerda.

    Durante cinco años, Uquillas dividió su tiempo entre el trabajo y las aulas de clase.
    Para 1999 ya llevaba ocho años siendo uno de los economistas de la gerencia de estudios monetarios del Central.

    Ese año de la dolarización del país, Uquillas decidió salir del ente, pues sin moneda propia, sintió que su desempeño sería limitado. “Fue una escuela inolvidable, aprendí muchas cosas y conocí a grandes economistas como Augusto de la Torre, quien fue mi jefe. A Alberto Dahik, César Robalino y otras personas”, cuenta.

    Con una carrera de 33 años, el reto en una de las economías más grandes de la región es lograr que la CAF pueda trabajar “con México y no para México”, dice.

    Uquillas se refiere a que por su calificación crediticia, este es un país que no necesita asistencia técnica al mismo nivel que algunos países de la región andina.

    “En este país hay un gran potencial y muchas experiencias y avances. Podríamos trabajar con México para replicar las buenas experiencias en el resto de naciones de la región. Queremos que México tenga mayor presencia dentro de CAF”, indica.

    De su carrera de 16 años en este organismo multilateral, Uquillas confiesa que su experiencia en Bolivia, en donde ocupó el cargo de director representante de CAF, es de las que más atesora.

    La gastronomía y la cultura boliviana, similares a las de Ecuador, le hacían sentir como en casa, dice.

    Además, en ese país se graduaron del colegio sus tres hijos. Allí, él y ellos hicieron grandes amistades, confiesa Uquillas.

    Uno de esos amigos es Alejandro Vargas, a quien conoció en un almuerzo en la Embajada de Dinamarca en el que descubrieron que sus hijos estaban en la misma clase y que eran vecinos.

    “Como poca gente en su posición nunca habla de más y siempre es el último en hablar luego de escuchar”, dice de él Vargas. Añade que en casi 9 años de amistad se dieron cuenta “que las fronteras, acentos y costumbres diferentes solo han sumado a esta amistad”.

    CAF, el banco de ayuda para la región

    Redacción Quito  (I)

    La Corporación Andina de Fomento (CAF) es un organismo multilateral, creado en 1970.
    Forman parte de este 19 países (17 de América Latina y el Caribe, España y Portugal), además de 13 bancos privados de la región.

    Este organismo promueve un modelo de desarrollo mediante operaciones de crédito, recursos no reembolsables y apoyo en la estructuración técnica y financiera de proyectos de los sectores públicos y privados de América Latina.

    Emilio Uquillas comenzó su carrera en 2001 en este ente. Primero ocupó el cargo de especialista financiero, en el que se encargaba de temas relacionados a sistemas financieros en la región.

    En el 2008, como director representante de CAF en Bolivia, Uquillas lideró la ejecución de proyectos de infraestructura social, económica y de integración, que representaron unos 5 000 kilómetros de vías pavimentadas, 2 000 proyectos de agua potable en los 339 municipios del país e interconexiones eléctricas para unas 2 millones de personas.

    En México, donde Uquillas labora desde el 1 de septiembre como director representante, uno de los retos es impulsar la productividad y el desarrollo sostenible de México.

    La CAF aprobó recientemente un préstamo de USD 300 millones de apoyo presupuestario al Gobierno mexicano, con el que ese país busca fortalecer sus políticas públicas para atender problemas de cambio climático y dar así cumplimiento a los compromisos internacionales asumidos en esta materia.

    Uquillas recuerda que llegó a México solo con su esposa Inés, con la que lleva casado 30 años.
    Uquillas recuerda que llegó a México solo con su esposa Inés, con la que lleva casado 30 años.
  • CAF colocó sus primeros ‘bonos de agua’ en el mercado japonés

    Agencia EFE

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    El Banco de Desarrollo de América Latina ha colocado sus primeros «bonos de agua» en el mercado japonés y los USD 102 millones obtenidos financiarán proyectos de abastecimiento, saneamiento, tratamiento de aguas residuales y riego en Latinoamérica y el Caribe, informó hoy 6 de enero del 2016 la entidad.

    Esta fue su primera colocación temática de bonos, que fueron adquiridos por «inversionistas minoristas» de Japón, indicó en un comunicado la institución financiera multilateral que tiene su sede central en Caracas.

    Los bonos tienen un plazo de cuatro años y se emitieron en dos monedas diferentes: 590 millones en Rands Sudafricanos (ZAR) y 192 millones en liras turcas, con un cupón de 9 y 10,73 por ciento anual, respectivamente.

    Fue una emisión de bonos «histórica para CAF» debido a que va dirigida «a una temática específica: el financiamiento de proyectos de agua», destacó el presidente ejecutivo de la entidad, Enrique García.

    Además, señaló que la misma «llega en un momento crucial para América Latina y el Caribe, toda vez que estamos padeciendo los efectos del cambio climático y necesitamos recursos para financiar proyectos sostenibles que impulsen el desarrollo».

    El desarrollo del sector del agua es una de las prioridades de CAF en apoyo a los 19 países miembros, a los que entregó USD 4 300 millones entre 2010 y 2014, el 9% del total de sus aprobaciones en ese lapso, para financiar diversos proyectos y asistencia técnica.

    Constituida en 1970 y conformada en la actualidad por 19 países (España, Portugal y 17 naciones de América Latina y el Caribe), CAF -que también asocia a 14 bancos privados- es una de las principales fuentes de financiación multilateral para la región.

    Este tipo de bonos brinda la oportunidad a los japoneses, agregó García, «de apoyar la visión y la estrategia» para el acceso a los servicios de agua potable y de saneamiento, «siguiendo los principios de la gestión integrada de recursos hídricos».

    García resaltó a Efe el mes pasado que el medioambiente es un tema «clave» y América Latina «puede ser un factor decisivo en ayudar a que los acuerdos relacionados con la cumbre del clima de París «se hagan realidad».

    En 2015 la institución financiera multilateral invertió más de USD 12 000 millones en programas de infraestructura económica y social, apoyo a los sectores productivos, a la iniciativa privada, a la pequeña y mediana empresa, la microempresa y el comercio, destacó el presidente.

    Los recursos obtenidos por los 'bonos del agua' servirán para el saneamiento, tratamiento de aguas residuales y riego en Latinoamérica y el Caribe. Foto: EFE
    Los recursos obtenidos por los ‘bonos del agua’ servirán para el saneamiento, tratamiento de aguas residuales y riego en Latinoamérica y el Caribe. Foto: EFE
  • CAF y BID instan a Latinoamérica a aumentar la inversión y el respaldo legal

    Agencia EFE

    América Latina debe elevar la inversión en infraestructura hasta unos USD 300 000 millones anuales para apuntalar el desarrollo, pero también darle mayores garantías a esos capitales, coincidieron este lunes (25 de mayo) los presidentes del BID y el CAF.

    «En la última década, la inversión regional en infraestructura no pasó de USD 150 000 millones» anuales, indicó el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, durante un seminario organizado por el Gobierno brasileño.

    En el evento también participó el presidente del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Enrique García, quien precisó que esa cifra equivale a entre el 2 y 3% del Producto Interno Bruto (PIB) regional y la comparó con datos de países asiáticos, de los que dijo que invierten en infraestructura «hasta un 10% del PIB».

    En opinión de ambos funcionarios, la inversión latinoamericana en el sector de infraestructura debería aumentar hasta USD 300 000 millones anuales y ser acompañada por proyectos dirigidos a darle una mayor productividad y competitividad a los países de la región.

    Junto con eso, Moreno subrayó que deben ser incorporados a los proyectos de infraestructura los debidos estudios medioambientales, para impedir los recurrentes problemas que surgen muchas veces una vez que las obras se iniciaron. «Hoy no podemos abrir los diarios sin leer noticias de protestas contra alguna hidroeléctrica o algún gasoducto» o «unas minas de cobre», señaló el presidente del BID.

    Según Moreno, «las polémicas generadas por algunos proyectos ahuyentan a los inversores y alimentan la ilusión de que, al menos en algunos sectores, los minerales, el petróleo y el gas (de América Latina) se pueden quedar debajo de la tierra».

    No obstante, sostuvo que, en la medida en que se reduzcan los riesgos, la actividad extractiva en toda la región tendrá un fuerte crecimiento, porque «la realidad es que el mundo seguirá comprando productos primarios durante mucho tiempo» y «América Latina los va a seguir produciendo», aunque debe «hacerlo mejor».

    El presidente del CAF señaló que «después de una etapa tan positiva de crecimiento en la última década», América Latina está ahora «en un punto de inflexión», porque las economías de la región ya no muestran la misma fortaleza.

    «Las condiciones mundiales han cambiado, varios países han bajado su ritmo de crecimiento» y esa nueva realidad implica una revisión del modelo actual, que debe llevar «necesariamente» a un aumento de la inversión en infraestructura pero también a una «transformación productiva», apuntó García

    Según el presidente del CAF, «si América Latina no crece a unas tasas constantes, no volátiles y cercanas al 5% anual, no podrá cerrar la brecha que la separa de los países industrializados y será muy difícil mantener los progresos sociales» de la década pasada.

    En ese sentido, García puso como ejemplo el ajuste fiscal que ha decidido aplicar Brasil para recuperar su maltrecha economía, que en 2014 creció solamente un 0,1% y que este año, según coinciden todas las proyecciones, se achicará en torno a un 1,2%.

    García señaló que el ajuste «es indispensable» para equilibrar las cuentas públicas y advirtió de que sin la debida «estabilidad macroeconómica no hay crecimiento» ni pueden costearse los planes sociales que le permitieron a Brasil sacar de la pobreza a unos 40 millones de personas en la última década. «El ajuste en el momento debido es la forma adecuada de mantener el éxito de los programas sociales», dijo el presidente del CAF. Moreno reconoció que «los ajustes nunca son fáciles», pero apuntó que es «un camino» que los países de la región conocen «de sobra».

    Tanto García como Moreno también consideraron importante que, a pesar de sus dificultades económicas, el Gobierno brasileño mantenga como una prioridad el desarrollo de vastas obras de infraestructura, que planea ofrecer en concesión al sector privado.

    «Hablamos de una de las economías líderes del mundo, pero también hablamos de un país que todavía precisa de mucha más inversión en infraestructura», sostuvo Moreno. García celebró en ese sentido que Brasil haya decidido contar con más apoyo del sector privado. «Es importante movilizar nuevas fuentes de financiación y más importante aún es entender el papel que pueden tener los proyectos público-privados en las políticas de desarrollo», aseguró. 

    El presidente del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Enrique García (i); el secretario para Asuntos Internacionales del Ministerio de Planificación de Brasil, Claudio Putty; el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Albert
    El presidente del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Enrique García (i); el secretario para Asuntos Internacionales del Ministerio de Planificación de Brasil, Claudio Putty; el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, y el presidente brasileño del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), Luciano Coutinho, en el seminario centrado en las posibilidades de financiación de proyectos de infraestructura organizado por el Gobierno brasileño. Foto: EFE
  • La CAF inicia en Bolivia programa para convertir a reclusas en emprendedoras

    Agencia EFE

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    El Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) puso en marcha este 20 de marzo un programa para ayudar a las reclusas de una cárcel de la ciudad boliviana de La Paz a tener negocios propios sostenibles de panadería y tejidos.

    La directora de la iniciativa de Innovación Social de la CAF, la colombiana Ana Mercedes Botero, explicó que el proyecto en Bolivia se diferencia de otros similares, en penitenciarias de otros países, en que las bolivianas serán propietarias de los negocios.

    Se trata de un modelo novedoso frente a proyectos tradicionales en los que las reclusas trabajan en un sistema de maquila, que consiste en producir desde la cárcel para los contratistas. «En cambio aquí, ellas son las dueñas. Ellas producen su pan y su tejido. Ellas ganarán sus utilidades. La innovación a nivel penitenciario es el hecho de que la misma comunidad privada de libertad es la dueña de la empresa», sostuvo Botero.

    La funcionaria del organismo financiero presentó el programa en la cárcel de la zona sur de La Paz, donde hay unas 250 reclusas, un 70% de ellas en detención preventiva y muchas viviendo con sus hijos menores, ya que no tienen dónde dejarlos fuera del penal.

    El inédito programa comenzó hace más de un mes con la capacitación de 20 reclusas en la panadería y salteñería (producción de unas típicas empanadas bolivianas), pero de las que hoy solo quedaron cuatro para arrancar con el negocio.

    El plan para los tejidos está en la fase de elaboración de un catálogo con la producción que podría presentarse en las próximas semanas para su venta. La iniciativa también busca apelar a los consumidores sobre la importancia de la producción con una marca social, ya que los productos que se compran generan un beneficio directo en la población recluida.

    El representante de la CAF en Bolivia, Emilio Urquillas, destacó ante los medios la necesidad de ensayar nuevas ideas para atender los problemas de los centros penitenciarios en Latinoamérica. Subrayó que la CAF, como banco de desarrollo, «decide construir este modelo de empresa social que contribuye a la generación de capacidades al interior» de la penitenciaria para hacer posible la reinserción social y laboral de las reclusas.

    Una de las beneficiadas, Carmen de los Santos Camacho, de 49 años, dijo que está entusiasmada por la capacitación que recibió en la penitenciaria, y en cuanto salga próximamente de prisión, pondrá un negocio propio de producción de pasteles y salteñas. «Dios sabe por qué me ha enviado aquí. Ahora estoy aprendiendo algo», dijo Camacho. La mujer, que cumple una segunda condena por tráfico de sustancias controladas, agregó que no quiere «saber nunca más» de ese negocio ilícito y que ahora apuesta por su rehabilitación con lo aprendido en prisión.

    Su compañera Deysi Paz destacó que el programa de producción tiene un nivel de calidad e higiene que les permitirá vender sin problemas sus productos alimenticios fuera de la prisión y asegura que se siente privilegiada por haber tenido «aquí dentro, lo que no tuvo fuera», es decir, la capacitación para tener un negocio propio.

    Además de la CAF, apoyan el plan la embajada de Alemania, la Asociación Semilla de Vida y el Banco Mercantil Santa Cruz.

    El inédito programa comenzó hace más de un mes con la capacitación de 20 reclusas en la panadería y salteñería (producción de unas típicas empanadas bolivianas). Foto: Martín Alipaz/ EFE
    El inédito programa comenzó hace más de un mes con la capacitación de 20 reclusas en la panadería y salteñería (producción de unas típicas empanadas bolivianas). Foto: Martín Alipaz/ EFE
  • La CAF y la Prefectura de Azuay firmaron un convenio

    La Corporación Andina de Fomento (CAF), conocida ahora como el Banco de Desarrollo de América Latina, y la Prefectura del Azuay firmaron un convenio para impulsar un centro de investigación, desarrollo e innovación para el sector de la construcción.

    El vicepresidente Ejecutivo de la CAF, José Luis Curbelo, explicó que el objetivo es crear un clúster para que todos los actores relacionados al sector de la construcción se capaciten y enfrenten los retos del crecimiento urbanístico.

    Para este proyecto se invertirán USD 888 376, de los cuales la CAF aportará con 334 400. La Prefectura del Azuay destinará 232 800 y otros gremios como la Cámara de la Construcción, Cámara de Industrias de Cuenca, Colegio de Arquitectos, la Agencia Cuencana para el Desarrollo e Integración Regional (Acudir), Universidad Politécnica Salesiana, entre otros actores, aportarán con USD 321 176.

    Esta iniciativa estará enlazada al Centro Eco Productivo, en el cantón Girón, donde se prevé construir un parque industrial, en 40 hectáreas, para que se asienten las empresas azuayas. El prefecto del Azuay, Paúl Carrasco, señaló que el fortalecimiento del sector de la construcción generará empleo y mejorará la calidad de vida en la provincia.

    Para el presidente de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana, en Azuay, Francisco Gottifredi, este es un proyecto importante que impulsará al sector. Este gremio cuenta con 300 socios y casi un 10% está relacionado con la construcción, por lo que es un paso que beneficiará a los empresarios.

    Con eso coincide el presidente de la Cámara de la Construcción en Cuenca, Pedro Medina, quien ve en esta una oportunidad de desarrollo, porque habrá capacitación.

  • Los planes de infraestructura, la razón de los créditos en 7 años

    Redacción Líderes

    CAF-BANCO DE DESARROLLO

    Desde que el 8 de junio de 1970 la CAF inició formalmente sus operaciones, el Ecuador se ha beneficiado de las líneas de crédito, especialmente enfocadas en infraestructura.

    Y el actual Gobierno ha visto en este organismo un aliado ideal para acudir a préstamos. Es así como hasta finales del año pasado, la deuda del país con la CAF se ubicaba en USD 780 millones.

    Los créditos fueron solicitados para financiar varios proyectos de infraestructura, entre ellos el mantenimiento de la troncal Amazónica (USD 255 millones) y USD 250 millones para el mejoramiento, ampliación y optimización de la infraestructura del servicio eléctrico.

    Adicionalmente, se solicitó otro por USD 275 millones para financiar la tercera etapa del Programa de Saneamiento Ambiental para el Desarrollo Comunitario. Todo ello fue firmado por Fausto Herrera, ministro de Finanzas.

    Según el funcionario, el nuevo crédito llamado Promadec III sirve para mejorar los servicios de agua potable, alcantarillado y gestión de residuos sólidos de los habitantes de 200 municipios del país.

    Antes del 2010 la CAF concedió recursos para la ejecución de las dos primeras fases del Promadec, que contemplaba 430 proyectos de servicios de agua potable y saneamiento básico.

    En total, desde el 2007 al 2011, según los registros del organismo regional, el Ecuador ha recibido casi USD 3 500 millones en préstamos.

    Dentro del balance que la CAF realiza de su relación con el Ecuador enfatiza el apoyo crediticio en infraestructura económica e integración, aprobando programas y proyectos para financiar trabajos aeroportuarios y obras viales y civiles en los dos municipios más importantes del país: Quito y Guayaquil.

    También señala como exitoso el apoyo al programa de desarrollo vial destinado a financiar parcialmente la ejecución de 18 proyectos de construcción, rehabilitación y ampliación de diversos tramos de la red vial nacional.

    En el área de desarrollo social y ambiental, en el 2011 se aprobaron operaciones por USD 192 millones. Destaca la aprobación de recursos a favor de programas de educación, salud y nutrición. En este último campo del sector social se aprobó el Proyecto para la Reducción Acelerada de la Malnutrición e Intervención Nutricional Territorial Integral Adicionalmente, la CAF aprobó USD 270 millones para apoyar al sector financiero, a través de la banca pública y privada, para estimular el crecimiento económico. Esos recursos fueron destinados hacia la banca a través de líneas de crédito para financiar operaciones de comercio exterior, capital de trabajo e inversiones en bienes de capital.

    Este Semanario solicitó a los ejecutivos de la CAF, por vía electrónica, que respondieran una serie de preguntas, pero no se obtuvo respuesta.

    18 países forman parte del organismo multilateral financiero.

  • ¿Son realmente las Mipymes el motor productivo del país?

    Redacciones Quito y Guayaquil

    América Latina emprende mucho, pero la mayoría de estas iniciativas son de escaso crecimiento y dinamismo. Y solo 1 de cada 4 emprendedores tiene un perfil de empresario grande o mediano, el resto se parece más a un trabajador asalariado e, incluso, informal. Ecuador no es ajeno a esta realidad.

    Así lo señala el informe Emprendimientos en América Latina del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) presentado el jueves pasado en Quito.

    En el país existen pocas empresas grandes y una abrumadora cantidad de micros y pequeñas empresas (ver cuadro de datos). Pero, según el informe de la CAF, solo un cuarto de ellas tiene potencial de crecer, es decir, de innovar y generar más empleo. El resto son trabajadores por cuenta propia especialmente no calificados, con ingresos muy bajos y volátiles, los cuales, según el estudio, probablemente estarían mejor como empleado. Según el análisis, la idea de que las mipymes son las grandes generadoras de empleo es una tesis que debe ser analizada con mayor detalle.

    En promedio, las empresas de hasta 10 trabajadores (incluidos aquellos por cuenta propia) concentran el 73% de empleo, empresas que pagan poco y muchas veces son informales, según el estudio de CAF. En EE.UU., en cambio, este segmento solo capta un 23% del empleo.

    Estas cifras son coherentes con datos del último reporte del Global Entrepreneurship Monitor- Ecuador (GEM) elaborado por la Espae. Según este, aunque cada vez más personas emprenden, el 69% de ellas no genera puestos de trabajo y la mayoría está en el segmento de comercio que no genera valor agregado.

    Luis Quishpi, presidente de la Junta Nacional de Defensa del Artesano, dice que 105 000 talleres artesanales aportan hoy al sector productivo, aunque reconoce que hay un alto grado de informalidad. «La gente se queda en la informalidad para no pagar impuestos, eso hay que corregir», asegura.

    Otro problema es la falta de capital de trabajo, de capacitación de la mano de obra y de innovación. Sin ello, los emprendimientos son fácilmente replicables. Este es uno de los principales problemas del país, dice Javier Vaca, director de la Red Financiera Rural. «Cuando quieren acceder a capital y se les exige un proyecto, innovación, ahí se quedan».

    Pero existen ejemplos exitosos que han crecido al darles una parte de la cadena de valor. Ello exige capacitación, asociatividad y, muchas veces, una empresa ancla. «Una empresa grande que exija estándares y que compre a todos los que cumplan ese estándar. Estas firmas apoyan con capacitación e incluso financiamiento», señala Vaca.

    El estudio de la CAF incluso sugiere focalizar la ayuda estatal y las políticas públicas a los emprendimientos más dinámicos, por lo general los más jóvenes.

    • El desafío es generar más empleo

    Emprender un negocio o dar el salto a un emprendimiento más dinámico requiere capital, capacitación e incluso aprender a cerrar una iniciativa.

    En el Ecuador el 91,1% de empleadores tiene a su cargo menos de 10 empleados. Un índice preocupante, según el estudio ‘Emprendimientos en América Latina’ del Banco de Desarrollo de América Latina CAF. Por lo general, anota el estudio, se trata de empleos informales o poco dinámicos, es decir, que no generan empleo.

    María Ambuludi perteneció por más de 20 años a este segmento. Ella tenía un taller de costura, pero el aumento de la ropa china a inicios de los 2000 la obligó a cerrar. “Para subsistir, vendía helados en las calles”, cuenta. Pero la actividad le dejaba menos de USD 100 mensuales. Hace cuatro años decidió que era hora de emprender. Convenció a otras 14 artesanas para formar una asociación. “Elaboramos juguetes, bolsos, banderas, uniformes, todo lo que es confección”, dice Ambuludi.

    Comenta que hoy tiene más de 14 máquinas industriales y han podido contratar tres empleados adicionales, entre ellos un diseñador de modas. La microempresaria cuenta que conseguir capital de trabajo es el mayor desafío. La asociación les ha permitido obtener ayudas para capacitación y otros apoyos. “Hoy requerimos ampliar el taller, pero necesitamos ayuda”.

    Pablo Brassiolo, uno de los economistas de la CAF a cargo del estudio, dice  que la falta de capital de trabajo es una de las mayores barreras para las mipymes.

    Así también lo cree Valentina Goñi. La joven diseñadora elabora trajes de baño en un pequeño taller, en Quito. La acogida de las prendas en el mercado le permitió abrir una tienda en el 2010, junto a otras socias. Comenta que su emprendimiento nació de un proyecto cuando estudiaba Diseño en la Universidad San Francisco de Quito, pero luego perfeccionó gracias a una especialización en Argentina. Empezó sola pero hoy ya dispone de tres empleadas.

    Conseguir la inversión inicial fue el primer reto. “Mis padres me apoyaron con USD 10 000”.  Goñi comenta que otra dificultad es conseguir insumos, especialmente telas y forros de calidad. “No hay en el país y tengo que importar de Colombia, Brasil, etc.”

    También comenta que si bien las mipymes generan empleo en el país, pero cuando uno ve cuáles son las que generan más crecimiento se puede observar que son las pymes jóvenes y son ellas donde se deberían concentrar los esfuerzos de recursos públicos”, explica. Por ello, cree que las políticas gubernamentales también deben contemplar ayudas para cerrar emprendimientos pocos dinámicos y ayudar a otros con más potencial.

    El empresario Juan Jáuregui tuvo que aprender esto solo. Relata que mantuvo por 14 años una florícola. Las crisis económicas del país y problemas con sus compradores le obligaron a cerrar. Pero él está convencido que tardó mucho tiempo en tomar esa decisión. “Eso es algo que deberían enseñarnos en las escuelas de negocios, cuándo ya no es saludables seguir con un emprendimiento”. Hace año y medio abrió una nueva iniciativa, Germinatu, que elabora germinados orgánicos, miniplantas y flores orgánicas para la cocina gourmet. La iniciativa tiene proyección de internacionalización.

    • Mipymes exportadoras crecieron cerca de 4 veces en ocho años

    La decisión personal de abrirse mercado es el principal factor que impulsa a las Mipymes a exportar. Así lo consideran catedráticos, empresarios y representantes de gremios privados.

    Felipe Ribadeneira, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), dijo que a esto se suma el que haya oportunidades para los ítems nacionales no tradicionales, muchos de los cuáles se consideran  exóticos. “Muchas pequeñas unidades de negocios tienen partidas de exportación como pimiento, yuca, arroz, fréjol, quinoa, frutas en conserva y exóticas. Tienen cuatro o cinco hectáreas. No venden de forma local porque la paga es muy baja. En el extranjero encuentran precios más interesantes. Estos empresarios se especializan y se dan a conocer en el mundo”.

    Esto lo están viviendo Manuel Zavala y Olivia Ortiz. Ellos son socios propietarios de Selva Dorada, una firma ubicada en la provincia de Morona Santiago, que se dedica a la elaboración de productos hechos en base a cacao como chocolates, nifs  con frutas, jaleas, entre otros. Estos son exportados a Francia y desde allí distribuidos a otros países de Europa. Vende a través de la firma Bouga Cacao, con quien tienen un contrato de 1, 5 toneladas al año (chocolates).

    La empresa de Zabala es parte de las 1906 Mipymes que ingresaron al negocio de exportación desde el 2004. En ese año, según ProEcuador, había 676 firmas y en el 2012 estas llegaron a 2 582.

    El 50,6% de los productos de exportación de estas empresas, de acuerdo a datos de  Fedexpor, corresponde a bienes no tradicionales. Algunos de los productos que se exportan son flores, frutas tropicales, mangos, conservas de mariscos, sombreros, etc. Otros estudios realizados por entidades como el Observatorio de la Mipyme de la Universidad Andina (UASB), muestran que otras firmas de este tipo que han ingresado a la exportación son de software, fármacos, etc.

    Estas firmas generan, en promedio, 35 empleos fijos y dos ocasionales. Así mismo, muchas se constituyen a través de la asociatividad y permiten mejorar las condiciones de vida de familias, particularmente de las zonas campesinas. Este es el caso de Fundación Familia y Mujer Andina (Fundamyf), que abarca 141 comunidades que tienen mayores ingresos mensuales gracias a la producción de quinua. El cereal se industrializa y se fabrica más de 40 productos. El 80% de la ventas al exterior van a EE.UU.

    La apertura de este mercado, sumado al boom de la demanda de productos orgánicos en el mundo, les permitió crecer. Ahora, sin embargo, les genera complicaciones debido a al pérdida de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas, que permitía el ingreso de ítems con cero aranceles al mercado estadounidense.

    En la empresa creen que es necesaria la firma de acuerdos comerciales para afianzarse en mercados. Precisamente, la fata de estos convenios es uno de los problemas que frenan las exportaciones de las Mipymes, según la UASB. Así mismo se suman otros como a falta de financiamiento y de apoyo gubernamental.

    Esto es lo que requieren firmas como Jambi Kiwa, industrializadora y exportadora de sobres de plantas aromáticas. Esta empresa requiere apoyo para enfrentar un problema de contaminación de sus productos en campo por agua.

    • Los trámites frenan los emprendimientos

    El emprendimiento en el país va en aumento, sin embargo existen limitantes que frenan o acortan los pequeños negocios. La ausencia de apoyo financiero es la principal causa.

    Engorrosos trámites burocráticos, falta de financiamiento y asesoría para emprender y hacer que las micro, pequeñas y medianas empresas perduren, son los principales limitantes para de desarrollo de emprendimientos.

    El último informe del Global Entrepreneurship Monitor- Ecuador (GEM) elaborado por la Espae, señala que uno de cada cuatro adultos había iniciado los trámites para iniciar un negocio. Sin embargo, estos no superaban los 42 meses de antigüedad.

    Shirley Campoverde, gerente comercial de Soyas AW indica que entre las dificultadas que tiene como emprendedora está el acceso al crédito. “Obtener financiamiento es casi imposible, llevo al menos cinco años tratando de obtener uno (privado o público) y no ha sido posible”. Es el crédito personal lo que ha permitido que el negocio familiar crezca.

    Soyas AW nació hace diez años como un pequeño negocio, hoy vende unas 40 000 botellas de soya al mes, en Guayaquil. Hace año y medio Campoverde notó que necesitaba un camión para sus entregas del producto. Trató de obtener un crédito, pero la tasa era del 20%, algo que no podía pagar.

    Javier Vaca, director de la Red Financiera Rural, cree que para crecer e innovar no es suficiente el microcrédito. “Es necesario créditos asociativos y más flexibles y de largo plazo destinados a la innovación tecnológica de las mipymes”. Cree que el microcrédito es más de subsistencia o para capital de trabajo.

    Obtener los permisos para comercializar los productos es otro problema. Sacar el registro sanitario le tomó tres meses a Campoverde. Lo mismo le sucedió a Guillermo Guerrero, propietario del emprendimiento de cerveza artesanal, Porteña. Él esperó 13 meses para que el Municipio de Guayaquil le otorgue el certificado de Uso de Suelo, pues la naturaleza de su negocio no estaba definida en la normativa. Con las normas de calidad Inen tuvo una traba similar. “Las normas no eran claras para la cerveza artesanal, solo tenía disposiciones especificas para la industrial”, dice.

    Comprar la materia prima a los proveedores directos es otra de las dificultades. “Por ejemplo, no podía comprar azúcar a los ingenios directamente por que era una empresa pequeña, y esto me obligaba a pagar unos USD 6 más por cada quintal de azúcar”, indica.

    Para afrontar la falta de financiamiento, David Molina, secretario técnico del Ministerio Coordinador de la Producción, dijo que está elaborando un Fondo de Garantías con la Corporación Financiera Nacional (CFN). Este permitirá a los microempresarios acceder a créditos en la banca privada, especialmente aquellos que no disponen de garantías. El fondo estará listo hasta fines de año.