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  • Los centros comerciales se proyectan a las provincias

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Con un inversión cercana a los USD 150 millones, el centro comercial Portal Shopping se inauguró el pasado jueves 31 de octubre del 2019, en el norte de Quito, con la intención de atender la demanda de consumo, ocio y entretenimiento de una población de unos 450 000 habitantes de la parroquia de Calderón y una población flotante de unas 200 000 personas de otras parroquias del norte de Quito, de Pichincha e inclusive del norte del país.

    Con este nuevo centro comercial, el grupo DK Management administra ocho centros comerciales en Quito, Rumiñahui, Guayaquil, Latacunga y Manta. Entre ellos, el Quicentro, Quicentro Sur, San Luis, San Marino, entre otros.

    El grupo observa, sin embargo, que el mercado de las grandes ciudades para este tipo de negocios está ya bien atendido. Por ello, apunta a ciudades más pequeñas en provincias.

    El gerente de DK Management, Miguel Chiriboga, explicó en conferencia de prensa durante la inauguración de Portal Shopping, que uno de estos nuevos centros comerciales comenzará a construirse en Santo Domingo, con el nombre de Bombolí Shopping.

    El nuevo centro comercial Portal Shopping espera recibir entre 40 000 y 45 000 visitantes diarios. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    El nuevo centro comercial Portal Shopping espera recibir entre 40 000 y 45 000 visitantes diarios. Foto: Diego Pallero / LÍDERES

    “En Quito, este centro comercial (Portal) ha completado ya un requerimiento de la comunidad que no estaba atendida (…) Creemos que en Quito la oferta ya está completa, pero sí hay posibilidades en otros sectores del país, en ciudades más pequeñas”.

    Chiriboga enfatizó que el terreno para el nuevo centro comercial en Santo Domingo ya fue adquirido y que la construcción se iniciará en los próximos días.

    El Gerente de DK Management aseguró que hay un potencial económico muy grande en ciudades no tan grandes como Quito y Guayaquil. Por ello, se ha adquirido un terreno en Daule y se están realizando estudios para este tipo de negocios en Cuenca y Machala como nuevos mercados.

    Respecto al tema de los desafíos para los centros comerciales, Chiriboga explicó que el internet y las compras en línea son los principales competidores que están minando el mercado.

    Enfatizó que en Estados Unidos el número de centros comerciales en la última década ha disminuido de unas 2 000 a 1 000 unidades. Por ello, la nueva imagen para este tipo de negocios que se trata de ofertar es la de un espacio para la socialización.

    Portal Shopping dispone de 146 locales y 40 islas. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Portal Shopping dispone de 146 locales y 40 islas. Foto: Diego Pallero / LÍDERES

    Es decir, se quiere ofrecer al usuario no solamente un sitio para ir de compras, sino también un espacio de diversos tipos de entretenimiento y diversión como cines, lugares de presentaciones artísticas, sitios de encuentros como cafés y patios de comidas. Incluso se busca ofertar otro tipo de servicios como centros médicos.

    DK Management planea recuperar la inversión de este centro comercial en un período de entre 10 y 12 años. Para su construcción se requirió de una inversión directa de la firma además de financiamiento externo de bancos.

    Servicios para mejorar la experiencia del usuario

    El nuevo centro comercial Portal Shopping espera recibir entre 40 000 y 45 000 visitantes diarios que se estima provengan de los sectores del extremo norte de Quito como Carapungo, el Condado, Calderón, Llano Grande, Llano Chico, la Mitad del Mundo, Pomasqui y Ponciano.

    Jaime Viteri, arquitecto que diseñó el nuevo centro comercial, indicó que se escogió el lugar luego de un estudio socioeconómico que indicó que había una población que estaba desatendida respecto a este tipo de consumo.

    También se escogió este lugar para que sirva para descentralizar y descongestionar ciertos sectores del centro norte de la ciudad donde se concentra la mayor cantidad de centros comerciales.

    Portal Shopping dispone de 146 locales y 40 islas donde se ha generado alrededor de 3 000 plazas de trabajo. La infraestructura ocupa un terreno de 165 000 metros cuadrados. La construcción de este espacio comercial tomó alrededor de 17 meses.

    El proyecto además cuenta con un sistema de ahorro de energía con el uso de un sistema de grandes tragaluces y ventanales que ayudan a la iluminación y ventilación natural sin electricidad.

    El centro comercial Portal Shopping abrió sus puertas en el norte de Quito y prevé una asistencia diaria de entre 40 000 y 45 000 usuarios. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    El centro comercial Portal Shopping abrió sus puertas en el norte de Quito y prevé una asistencia diaria de entre 40 000 y 45 000 usuarios. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • Calderón, celebra la Fiesta del Mazapán

    Redacción Quito

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    Corriendo de un lado para el otro para sorprender a los turistas locales e internacionales el próximo 2 de noviembre. Así están las 16 personas que conforman la Unión Artesanal de Productores Progresistas de Mazapán de Calderón.

    En esa fecha, además de conmemorar el Día de los Difuntos, los moradores de esa parroquia, ubicada a 15 kilómetros del norte de Quito, celebran la Fiesta del Mazapán.

    De acuerdo con Carlos Calderón, artesano y presidente de la Asociación, ese festejo tiene más de 80 años y se realiza con el propósito de difundir la tradición de sus antepasados -elaboración de artesanías a base de harina o maicena y goma- .

    La celebración se extenderá hasta el 3 de noviembre y, además de las nuevas colecciones, habrá música y danza.

    Los visitantes también podrán apreciar el paso de diversos indígenas portando canastos con figuritas de masa comestible. Esa, precisamente, era la tradición hace más de ocho decenios.
    Calderón, de 67 años, contó que en esa fecha los padrinos regalaban a sus ahijados muñecas, soldados, caballos, entre otros, “y los niños y niñas se los comían”.

    Con el paso del tiempo, los artesanos añadieron nuevos ingredientes a esa masa para construir las artesanías y preservar la tradición. También, perfeccionaron los diseños.

    Lo que sí mantienen es el decorado a mano, que requiere de paciencia y de unos diminutos pinceles. El terminado de las colecciones lo determinan los clientes: lacadas o mate.

    Los diseños también dependen del gusto del comprador, sin embargo, los artesanos se esfuerzan por promocionar piezas que difunden las tradiciones de las diferentes etnias del Ecuador. Hay muñecas que lucen la vestimenta original del pueblo otavaleño o shuar.

    Con ese mismo propósito se diseñan nacimientos y hasta guirnaldas para decorar los árboles durante la Navidad. Pero, a pesar del esfuerzo de los promotores, Calderón afirmó que el turista local prefiere colecciones con temáticas diferentes, alejadas de la realidad del país. No obstante, resaltó el interés del visitante internacional por esas figuras.

    Los artesanos de Calderón diseñan figuras de mazapán de diferentes tamaños. Se exhibirán en la fiesta del próximo 2 de noviembre. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Los artesanos de Calderón diseñan figuras de mazapán de diferentes tamaños. Se exhibirán en la fiesta del próximo 2 de noviembre. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • Seguidor de los premios Nobel de Economía

    Alexander García

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    Su padre, el historiador y periodista guayaquileño Carlos Calderón Chico (1953-2013), tenía repisas con libros hasta en los baños de su casa en el centro de Guayaquil. Dejó de cocinar, pues terminó acumulando volúmenes hasta en el horno de la cocineta. Jorge Calderón, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), recuerda que incluso en su infancia los libros de su padre dominaban las paredes de su habitación, con poco espacio libre hasta para ubicar sus juguetes.

    Era imposible no leer en una casa así, dice el economista, que le debe su inclinación por las ciencias sociales a las lecturas que le iba recomendando su padre, quien le extendía libros de su propia autoría -desde extensas entrevistas a sus investigaciones-; lo mismo biografías de los personajes más disímiles, clásicos de teoría económica, hasta las más grandes obras de la literatura latinoamericana.

    “El hábito de la lectura fue uno de los mejores regalos que mi padre me dejó”, dice Calderón, quien también ha demostrado aptitudes para la investigación y cuenta con sus propias publicaciones.

    Entre las biografías que su padre le extendía estaban volúmenes sobre las vidas de exponentes de la economía clásica: el escocés Adam Smith y el inglés David Ricardo. Luego se interesó por otros libros de la biblioteca paterna, como ‘La riqueza de las naciones’, del propio Smith; o la ‘Ventaja competitiva’ del economista estadounidense Michael Porter.

    “Lo curioso es que mi papá, siendo una persona de izquierda, un socialista, me ofreció muchos libros de autores de pensamiento liberal, por lo cual yo lo molestaba y a menudo nos reíamos de ello. (…) Y por ahí comenzó a interesarme mucho el tema económico”, dice el magíster en Administración de Empresas.

    Tampoco podía faltar en la biblioteca paterna las cimas de la literatura latinoamericana, con atención especial en premios Nobel como Gabriel García Márquez, Miguel Ángel Asturias u Octavio Paz. Calderón destaca novelas e historias cortas de ‘Gabo’, una obra que de “una manera mágica ofrece un entendimiento de las raíces, la vida, la idiosincrasia y los problemas históricos” de todo un continente.

    Calderón realiza también un seguimiento a las obras de los premios Nobel de Economía, desde el estadounidense Joseph E. Stiglitz -crítico con la globalización y con las políticas del sistema financiero mundial-, hasta Muhammad Yunus, el líder social bangladesí, desarrollador de los conceptos de microcrédito y microfinanzas.

    “Seguir a los premios Nobel está lejos de ser una moda, es un terreno de descubrimientos, de nuevas motivaciones e intereses a nivel profesional. Hay cosas que están pasando en una sociedad y que sirven de modelo para trasladarla a otras”, sostiene el autor del libro ‘El microcrédito, opción de desarrollo’. Las microfinanzas, el conflicto trabajo-familia, las relaciones universidad-empresa-estado hacen parte en los últimos años de sus líneas de lectura y de investigación.

    Jorge Calderón en el área de biblioteca de la UEES, en  Samborondón. Foto: Enrique Pesantes / Líderes
    Jorge Calderón en el área de biblioteca de la UEES, en Samborondón. Foto: Enrique Pesantes / Líderes
  • Los textileros de Calderón reciben apoyo desde las aulas

    Redacción Quito (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

    La ayuda a los emprendedores y el fortalecimiento de sus negocios son dos de los objetivos que se plantearon los estudiantes y docentes de la Escuela de Diseño, de la Universidad de Las Amé­ricas (UDLA).

    180 estudiantes trabajaron junto a los emprendedores textiles de las parroquias de Calderón y San Antonio de Pichincha, en el noroccidente de Quito. El proyecto consiste en potenciar sus negocios. Lo hacen a través del diseño de las marcas de ropa que comercializan.
    Se suman las mejoras en los procesos de manufactura desde un enfoque amigable con el ambiente, el desarrollo de una identidad corporativa y otros temas.
    El proyecto está compuesto por 25 emprendimientos asentados en este sector del norte de la capital. De estos, tres son asociaciones con un promedio de seis miembros cada una. En total son 43 beneficiados.
    Fernanda Reinoso, estudiante de octavo semestre de Diseño Industrial, destaca este proyecto porque logró formar una amistad con la emprendedora Nelly Monta. Ella recuerda que el proceso fue positivo, porque pudieron establecer las necesidades que tenía su negocio. Por ejemplo, no tenía un nombre, por lo que Fernanda le ayudó a buscar uno que sea adecuado al tipo de ropa que confeccionaba desde su hogar.
    El nombre ideal surgió de la fusión de los nombres de los dos hijos de Nelly: Kenan y Axel. Al principio, el nombre fue Kenax, pero no les convenció porque sonaba a productos de limpieza. Luego, investigó y encontró el nombre Kena, que significa bonito o guapo en gaélico. “Fue ideal, porque Nelly comercializa ropa para mujeres”.
    Fernanda rescata varias experiencias, como la ayuda para potenciar los negocios. “Queremos que la marca sea reconocida”.
    Las historias de las mujeres dejaron una huella en los jóvenes universitarios. Andrés Ossa ya egresó de Diseño Industrial y considera que la experiencia fue gratificante porque aprendió nuevos conocimientos de Beatriz Molina, su beneficiaria. “Ambos aprendimos juntos”.
    Una situación que rescata es la forma de vida de la mujer. Recuerda que Beatriz siempre estaba ocupada en algo. Fue misionera, monja y crió a sus hijos sola, por lo que le apostó a emprender un negocio de costura. “El hijo fue quien le dio el impulso para que saliera adelante. La mujer le dio todo: educación, comida y más”.
    Sin embargo, el negocio tenía algunas falencias en el tema de la marca, que se llamaba Bruno Bianchi y se encarga de la confección de ropa interior para hombre. “Le ayudé para cambiar la tipografía de la marca y otros detalles”.
    Andrés también rescata que aprendió la habilidad de la mujer para hacer negocios.
    El proyecto se inició en marzo de este año y se extenderá hasta marzo del 2018. En este participaron 15 docentes.
    Una de ellas es Silvia Andrademarín, quien se encarga de impartir la materia de Fotografía.
    Para ella, la vinculación de los estudiantes a la comunidad es importante, porque se ponen en práctica los conocimientos que se dan en las aulas. “Los emprendimientos no dejaban un rubro alto, por lo que analizamos las formas para mejorar el negocio”.
    Una de las fortalezas es que los emprendedores se encargan de compartir sus necesidades para luego buscar la actividades que les ayudarán a mejorar.
    El proyecto tiene varias etapas. La primera fue el desarrollo de imagen corporativa, ya que las prendas, al no contar con una marca o etiqueta, eran vulnerables a que “robaran los diseños”, explica la docente universitaria.
    Este semestre seguirá el proyecto y se diseñará un producto textil propio, ya que necesitan producir algo más el resto del año. Actualmente, los emprendedores tienen dos temporadas buenas: ingreso a clases y la época navideña. “Los jóvenes desarrollarán un diseño y los comerciantes lo elaborarán y venderán”.
    La última parte del proyecto está relacionada con la imagen por medio de páginas web o redes sociales, para darse a conocer. Se suman la fotografía, la ergonomía y mejorar los talleres que tienen en sus casas. Al final, se hará una feria para que presenten sus productos. Esperan ese día con ansias.

    Datos adicionales

    Las reuniones. Los estudiantes se reúnen con los emprendedores en el Centro Textil de Carapungo, que es parte de la Junta Parroquial, En este espacio se hacen los conversatorios.
    La misión. Es necesario un compromiso entre estudiantes, comunidad y docentes. “Todos,
    desde sus conocimientos, aportarán a las personas que lo requieran. Les permite evidenciar la realidad”, según lo dijo Óscar Cuervo, director de la Escuela de Diseño Gráfico Industrial.

  • Prolipa aporta a la educación con sus textos

    Leonardo Gómez Redacción Quito / LÍDERES

    Luis Calderón no puede disimular la emoción cuando se da cuenta que más de tres generaciones aprendieron a leer con el libro que él y sus esposa, Blanca de Calderón, diseñaron: El Patito Lee.

    Esteban Salas, por ejemplo, recuerda que hace 22 años, cuando cursaba el primer grado, imprimió en el Patito sus primeros garabatos. «Era un texto muy didáctico y me llama la atención que ahora lo utilizan también mis sobrinos».

    Lo que Salas desconoce es que el Patito inició como un cuaderno de trabajo que Calderón y su esposa diseñaron para Cristian, el primero de sus cuatro hijos, quien sufría de osteomielitis y le impedía asistir regularmente a la escuela, a causa de los cuidados médicos que recibía.

    Los esposos se formaron en la docencia y cuentan que para la década de 1970 solo existían textos de lectura y no de trabajo. «Los maestros perdíamos mucho tiempo dibujando en cada cuaderno las muestras de cada letra del abecedario, para que los estudiantes pudieran hacer sus deberes», recuerda Alexandra Tapia, una maestra de primaria retirada.

    Era 1979, cuando con un préstamo de 5 000 sucres los esposos Calderón imprimieron la primera edición de Patito, nombre que escogieron en honor a su tercer hijo: Patricio. «De ese tiraje, 4 500 libros se repartieron gratis en todas las escuelas que había en la Costa y Sierra», recuerda Calderón. Seis meses después tuvieron que imprimir 25 000 libros adicionales, pues las escuelas comenzaron a solicitar el texto para su malla curricular.

    Calderón y su esposa se encargaban del diseño y contenido, pero no tenían una imprenta, por lo que imprimían sus textos en Gráficas Mediavilla Hermanos, propiedad de los hermanos de Blanca.

    En el 2000 invirtieron USD 300 000 para comprar una imprenta y consolidar Grafitex, que actualmente gerencia su primogénito en el sector de Calacalí (norte de Quito). Tres años más tarde crearon Prolipa y confiaron la gerencia a José Luis Calderón, su segundo hijo. Desde el 2003, ampliaron su producción con textos de Ciencias Naturales, Estudios Sociales, Matemáticas y Lenguaje.

    La oferta se amplió a 25 títulos, manteniendo como producto estrella: El Patito Lee. En el 2004, comenzaron a exportar sus libros a Costa Rica, Guatemala, Panamá y El Salvador, lo que les genera ventas de un promedio de USD 50 000 a 70 000 al año.

    Con 90 personas en la nómina, en el 2012 Prolipa facturó USD 5,1 millones.

    Uno de los distribuidores más antiguos es Armando Solórzano. Vende esos libros en Azuay. «Fui docente y distribuyo desde hace 28 años porque confió en la calidad de los contenidos».

    LA INSIGNIA

    ‘El crecimiento benefcia a todos’

    María Rosa Obando, Gerenta Administrativa Comercial.

    Estoy a cargo del control adnministrativo y la gestión de calidad y trabajo en Prolipa desde hace siete años. Algo que llama mucho la atención en esta empresa es que la gente realmente está puesta la camiseta, es casi como una familia y muestra de eso es que la rotación de personal es realmente baja.

    El trabajo es exigente y quizás no tenemos los salarios más altos del mercado, pero el trato y el buen ambiente hace que la gente se quede. Además, en ciertas áreas existe un plan de carrera.

    El crecimiento económico es sostenido y de eso se benefician todos en la empresa, desde la parte directiva como en el personal operativo. Uno de los factores para eso es que todo el tiempo se está innovando.

  • Ricardo Calderón, un cazador de inversionistas

    Sebastián Angulo. Redacción Quito / Revista LÍDERES

    ‘Hoy, a las 18:00, debe tomar su vuelo a Medellín y el próximo jueves debe viajar temprano a México». Esta es la conversación que se escucha en uno de los pasillos de una oficina ubicada en el centro de negocios de Quito, en el sector de la av. República de El Salvador (norte de la ciudad). El diálogo lo protagonizan Ricardo Calderón Grijalva y su asistente. Calderón es un quiteño de 42 años de edad, cuya agenda transcurre entre cinco países del continente.

    Él es gerente y fundador de Provicapital, banca de inversión que asesora a empresas de América Latina, que necesitan capital e inversionistas.

    A mediados de este año, esta firma ecuatoriana abrió una oficina en Medellín (Colombia) y actualmente gestiona USD 300 millones solamente en ese país, que se ha convertido en una de sus principales zonas de operación. Esos recursos se orientarán a la búsqueda de fondos de capital, financiar proyectos de infraestructura y ventas de empresas.

    Por ejemplo, Provicapital protagonizó la fusión de dos marcas tradicionales, una de las operaciones más comentadas el año pasado en el mercado colombiano: Kokoriko (cadena de restaurantes) y Mimo’s (productora de helados), que se unieron a través del Grupo Conboca.

    Con una inyección de capital de más de 60 000 millones de pesos (USD 30,9 millones), el fondo de capital privado Access SEAF entró a formar parte de este negocio. Provicapital fue la encargada de contactar a este inversionista.

    Asimismo, la compañía mexicana Bunker, con más de 20 años en la venta de combustible marino, se apoyó en Provicapital en el 2011 para obtener capital de fondos de inversión para su expansión de operaciones en esa nación.

    Mientras que en Ecuador, fue artífice de la compra de productos lácteos el Kiosco por parte de Alpina.

    Calderón creó esta compañía en Quito, «como un pasatiempo». A mediados del 2002, mientras esperaba respuestas de aplicaciones laborales en Nueva York, EE.UU., decidió iniciar su empresa.

    Con una inversión de aproximadamente USD 3 000 nació Provicapital. Pero para este ejecutivo, el mundo de los negocios no estaba entre sus planes.

    En la secundaria -mientras estudiaba en el Alberto Einstein de Quito- participaba en los concursos científicos. De hecho, sus excompañeros aún lo recuerdan por esas aptitudes y talentos.

    Tatiana Saúd, quien ahora es abogada y asistía al mismo colegio, cuenta que Calderón concursó en los intercolegiales de Física que organiza esa institución educativa. «Ricardo era bastante amiguero, bonachón y descomplicado. Era un muy buen amigo», añade.

    Su abuelo, Gonzalo Grijalva Herdoíza, quien fue químico farmacéutico, siempre le comentaba a su nieto que su sueño fue estudiar en el mítico Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés).

    En 1990, un año después de terminar la secundaria, alcanzó la meta que su abuelo anhelaba: ingresó al MIT para estudiar Ingeniería Química. El primer año lo financiaron sus padres, Ricardo Calderón Pino y María de Lourdes Grijalva; posteriormente, ese centro de estudios le otorgó una beca.

    Su primer encuentro con el mundo empresarial fue cuando acudió por accidente a un coctel de la Escuela de Negocios de su universidad.

    Llegó al evento en busca de un amigo, pero al no encontrarlo, inició una conversación con un analista de Merryl Lynch, compañía norteamericana que ofrece servicios en el mercado de capitales. Él le propuso participar en el concurso Sponsors for Education Opportunity (SEO). En ese certamen participan estudiantes universitarios de todo EE.UU. y seleccionan a 100 jóvenes para trabajar en Wall Street (Nueva York).

    En 1995 aplicó y resultó seleccionado para hacer una pasantía en el banco de inversión Prudential. Su estancia en ese lugar duraría dos años y medio, y gracias a ello recibió ofertas de trabajo de otras entidades bancarias.

    Luego se incorporó en JP Morgan, otro banco de inversión con más de 100 años de tradición en el mercado estadounidense. En ese lugar también permaneció unos dos años y medio.

    Las vivencias y lo aprendido en la ‘Gran Manzana’ hicieron que las cifras, porcentajes e indicadores le cautiven. Tanto, que en 1995 se graduó de economista en el MIT; un año atrás alcanzó el título de ingeniero químico. Ya como profesional formó parte durante cuatro años del fondo de inversión Newbridge.

    En 1999 decidió renunciar y emprender su propia empresa proveedora de Internet, en México. Ese negocio, que no tuvo ganancias ni pérdidas, se mantuvo por un año y medio. Luego de aquello regresó a Ecuador.

    En febrero del 2002 nació Provicapital. En los siguientes años se sumaron socios que dejaron la compañía entre el 2008 y 2009, cuando la firma casi quiebra debido a la crisis en EE.UU.

    Gracias al empeño y decisión de Calderón, la compañía repuntó y en el 2012 fue reconocida como el «banco del mes», por Finance Monthly (publicación internacional -con sede en el Reino Unido-especializada en adquisiciones, fondos e inversiones, a escala mundial).

    Ahora, Provicapital cuenta con oficinas en Colombia, México, Estados Unidos, Perú y Ecuador y este año gestiona cerca de USD 500 millones; 30 profesionales trabajan en los cinco países.

    Jorge Iván Saldarriaga, fundador y quien fue presidente hasta el año pasado de Mimo’s, asegura que el empresario ecuatoriano «es un gran profesional, de mucha confianza; una persona amable». Por esta razón, «el proceso de fusión con Kokorico fue exitoso».

    Nancy Caballero, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio e Industrias Ecuatoriano-Colombiana, señala que Provicapital ha tenido una incursión importante en el mercado colombiano.

    Esta ejecutiva asegura que el trabajo del quiteño «es profesional y da seguridad a las compañías». Uno de los factores de éxito se debe a que él «posee un olfato especial para los negocios».

    Calderón acude a su oficina en Quito en su Kawasaky ZX10R. El motociclismo es su pasatiempo preferido. Ha competido en pistas de EE.UU., y en el país, en Yahuarcocha (provincia de Imbabura). Este ‘hobby’ lo comparte los fines de semana con sus tres hijos.

    Hoja de vida

    Sus estudios y experiencia Dos carreras. En 1994 obtuvo el título en el MIT de ingeniero químico. Un año después se graduó de economista.

    Su escuela. Aprendió sobre banca de inversión en Wall Street, en firmas como JP Morgan, Prudential, entre otras.

    Emprendedor. Tuvo un negocio de Internet en México, entre 1999 y el 2002.