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  • Andrés Luque: ‘El país tiene potencial con el cáñamo’

    Priscilla Alvarado (I)
    Redacción Guayaquil

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    Andrés Luque, subsecretario de Producción Agrícola, señala que el país cuenta con un reglamento con siete tipos de licencias para la producción, comercialización y exportación del cannabis no psicoactivo y cáñamo industrial, con un enfoque de estímulo a la inversión.

    El 19 de octubre se emitió el Reglamento para la producción, comercialización y exportación del cannabis no psicoactivo y cáñamo industrial en Ecuador. ¿Cómo está dividido el documento?
    Son seis capítulos en los que se dan las directrices para la siembra, poscosecha, controles, multas; además de lineamientos en la etapa de industrialización y exportación. Uno de los elementos más importantes es el establecimiento de licencias para cultivo y comercialización
    del cáñamo.

    ¿Cuáles y cuántas son?
    Son siete. Una para la importación y venta de semillas; otra para la producción de semillas o esquejes; para producción de cannabis no psicoactivo o cáñamo; para la siembra y producción de cáñamo industrial; para fitomejoramiento o banco de germoplasma e investigación; para procesar derivados de cannabis no psicoactivo; y para exportación.

    ¿Qué personas pueden acceder a las licencias e importar semillas para las siembras?
    Deben tener personería jurídica porque eso ayuda a verificar la formalidad de quienes se inserten en este sector productivo. Entre los requisitos se considerarán los antecedentes penales, para ver que no hayan tenido una sentencia ejecutoriada por narcotráfico o
    lavado de dinero.

    ¿Cuánto tardará la obtención de la licencia?
    No demorará más de dos meses.

    ¿Desde cuándo se podrá importar?
    En las próximas semanas se emitirá el tarifario para que los interesados paguen la tasa, hagan el trámite y se emitan las licencias.

    ¿Cuántas variedades se identificaron para importar?
    Hay diferentes en el mundo. En Europa, por ejemplo, hay más de 20. Las semillas se podrán importar de cualquier país, siempre y cuando se verifique que tenga menos del 1% de THC, que fue lo que se aprobó el 24 de diciembre del 2019 en la Asamblea Nacional.

    ¿Quiénes van a controlar la importación y posterior venta de semillas?
    Es competencia del Ministerio de Agricultura (MAG) y, en distintas partes del proceso, actúan sus entidades adscritas como son Agrocalidad e Iniap.

    ¿Cómo se hará el control para que la semilla que ingrese al país se produzca bajo los parámetros autorizados?
    Hay una Ley de semilla que indica que si se quieren vender genética a un tercero se debe pasar pruebas de adaptabilidad, que en el país las hace el Iniap. La entidad deberá verificar datos agronómicos de la semilla. Por ejemplo, si cumple el límite de THC fijado en el país. Además, se la debe probar en dos ciclos, uno de invierno y uno de verano. Durante este proceso, el Iniap verifica que tenga el porcentaje reglamentario, una buena densidad de siembra y, luego de eso, ya se podría vender en el país. Es un proceso largo.

    ¿Si solo se busca importar para producir y no comercializar a terceros?
    En este caso se debe solicitar una autorización. El MAG, Agrocalidad e Iniap, a través de una mesa técnica, verifican la información del origen de la semilla para que se autorice la importación. Hay que tomar en cuenta que existirán riesgos al traer una semilla que no ha sido testeada en el país. Por ejemplo, puede incurrir en que, por motivos climáticos y de estrés, el contenido de THC pase del 1%. En ese punto, sale de la competencia del MAG y lo asume el Ministerio de Gobierno.

    Si se diera el caso, ¿qué ocurrirá con las plantaciones?
    El ministerio competente dispondrá el tratamiento que se dará. Pero, bajo los protocolos, esa cosecha se tendría que eliminar.

    ¿Hay un mínimo de hectareaje para tener una licencia y se ha ubicado las provincias idóneas para el cultivo?
    En el tema del hectareaje, como mínimo para sacar la licencia es dos hectáreas (ha) bajo invernadero, pero hay que dejar en claro que habrá cinco años para lograrlo. Esto con la idea de que se inicie poco a poco, para llegar a las dos ha. Hemos evitado zonificar a pesar de que se conoce que en provincias muy húmedas van a existir problemas de enfermedades en cultivos. Sin embargo, creemos que hay innovación y si se invierte en tecnología se puede cultivar en cualquier parte.

    ¿Existe un clima idóneo?
    Lo hay. El clima no debe ser tan húmedo, el suelo debe estar bien drenado y ser de tipo franco arenoso. Hay zonas de una baja humedad relativa como los valles de la Sierra y en la Costa, en Yaguachi o Milagro, por citar ejemplos. Pero, en definitiva, el reto que tienen quienes se arriesguen a producir es lograr que cualquier zona sea idónea para sembrar.

    ¿Habrá permisos para microcultivo?
    El autocultivo está despenalizado, pero lo que no se puede es tener autocultivo para entrar en la cadena formal y vender. Uno de los motivos es porque sería muy complejo regularlo porque por lo general se hace en casa.

    ¿Cuánto tiempo de vigencia tendrán las licencias?
    Las licencias emitidas en virtud del reglamento tendrán una vigencia de 10 años, desde la fecha de su otorgamiento y podrán renovarse. Durante su vigencia, los licenciatarios deberán notificar al MAG las modificaciones que sufra la actividad, de ser el caso.

    ¿A qué se apuesta?
    Lo que nos interesa como país y deseamos que se quede a más largo plazo es la producción de cáñamo para la industrialización de fibra o grano, es un segmento que tiene un gran potencial. En el caso de la producción, se debe estar consciente que como cualquier cultivo habrá shocks o bajadas de precio propias del mercado.

    ¿El país está preparado para la producción de cáñamo?
    Claro que sí. Sin embargo, los inversionistas y personas interesadas deben ilustrarse más, como todo negocio. Observar riesgos y ver lo referente al tema; hay mucha gente que no lo está haciendo.

    ¿Hay sectores que podrían insertarse primero a producir el cannabis no psicoactivo?
    Creemos que los florícolas. Tienen capacidad instalada de invernaderos, pueden hacer adecuaciones y entrar a producir.

    ¿En qué fase está el país y en qué se ha avanzado más?
    En una fase inicial. Estamos dejando todo para que el sector despegue, hay que probar genética y abrir la importación de semillas. En genética hay un punto favorable y es que el Iniap tiene un convenio con su par de la India, que es el centro genético del cáñamo. Ellos cuentan con variedades silvestres que las empezaremos a traer a través del Iniap para ser probadas. Esto va a servir para arrancar.

    Hoja de vida
    Su formación.   Ingeniero Agrónomo por la Universidad Earth, ubicada en San José de Costa Rica. Master en Business Administration (MBA) por la Universidad Santa María.
    En el sector público.  Subsecretario de Producción Agrícola del MAG. Fue director de Productividad Agrícola del viceministerio de Desarrollo Productivo Agropecuario.
    En el sector privado.  Ex coordinador del equipo de campo del grupo suizo Barry Callebaut en Ecuador. Fue gerente de Producción en firmas como Terraquil, Compañía Agrícola Ganadera, Agrícola Cacao Cocultec, Cacao Global Globacacao.

    Andrés Luque, subsecretario de Producción Agrícola. Fotos: Enrique Pesantes / LÍDERES
    Andrés Luque, subsecretario de Producción Agrícola. Fotos: Enrique Pesantes / LÍDERES
  • El cannabis como alternativa empresarial

    MEMO DE LA SEMANA
    Nunca fue algo que estuviera en mi radar, hasta que los dolores articulares como consecuencia de la influenza me impidieron llevar una vida normal. Fue entonces cuando por primera vez escuché del cannabis como alternativa contra el dolor, aunque para ese entonces era ilegal.

    Hoy, al excluirse a la variedad no psicoactiva de esta planta dentro de las sustancias sujetas a fiscalización, se abrió la oportunidad para que la industria farmacéutica incursione en la fabricación de medicinas a base de la misma y que los pacientes con fuertes dolores encuentren una opción en el mercado.

    Las nuevas regulaciones también permitirán el cultivo y producción de otra variedad de la planta: el cáñamo. Este tiene utilidad en las industrias de la construcción, textil, etc.

    Para el sector privado, esto trae una opción para reactivarse tras la crisis económica, que profundizó la pandemia. Pero no es una panacea, sino una alternativa que debe desarrollarse con base en análisis financieros y planificación productiva estratégica.

    La colaboración del Gobierno es clave. De este, los empresarios esperan normas claras, que permitan invertir y operar.

    Ilustración: LÍDERES
    Ilustración: LÍDERES
  • El sector cosmético es el que más aprovecha el cannabis

    Redacción Cuenca

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    Laboratorios Beautik, que funciona desde el 2017 en Durán (Guayas), lanzó el mes pasado su línea de productos elaborados con cannabis, son: champú, acondicionador, tratamiento capilar y una mascarilla hidratante.

    Son elaborados con el aceite de cannabis que se importa desde Alemania porque no existe producción en Ecuador, dijo el presidente y gerente general de Laboratorios Beautik, Antonio Álvarez. Según él, esta materia prima cuenta con omega 3 y 6, y no tiene ninguna sustancia de carácter psicotrópica. “Regenera, suaviza y humecta la piel y previene el envejecimiento del cabello”.

    Álvarez dijo que, al ser una categoría y marca nueva, y en las actuales condiciones del mercado, no puede predecir el volumen de ventas durante el 2020. “Pero sabemos que hay acogida porque es un producto diferente. Estamos en todos los autoservicios, supermercados, farmacias, etc.”

    Una vez que sus productos se consoliden en el mercado, Laboratorios Beautik lanzará una línea de cremas faciales y corporales con aceite de cannabis. “La investigación y desarrollo tomó cinco años y se concretó una vez que tuvimos el permiso de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa)”.

    La directora de la Asociación Ecuatoriana de Venta Directa y Procosméticos, María Fernanda León, dijo que es un mercado con potencial. En la actualidad dos empresas importan productos cosméticos con cannabis y una firma nacional ya los fabrica.

    Además, 45 compañías ya obtuvieron la notificación sanitaria obligatoria por parte del Arcsa para producir y aprovechar el potencial que tiene el país para exportar, señaló León. “Existe mucho interés de mercados como Paraguay, Bolivia, Guatemala, Panamá, entre otros países; principalmente de Centroamérica”.

    León explicó que el sector cosmético cuenta con la autorización para este tipo de producción porque se está sustentado en el marco jurídico de la Comunidad Andina, que emitió la decisión 516 que establece todos los requisitos que se deben cumplir para comercializar este tipo de líneas.

    “El artículo tres de esa decisión dice que los cosméticos deberán ser fabricados con los listados internacionales de FDA, Código INCI de EE.UU. y el Europeo”.

    El Arcsa emite la notificación sanitaria obligatoria cuando se cumplen estos tres listados en los que consta, desde hace muchos años atrás, el cannabis para productos cosméticos.

    León señaló que el Arcsa también solicita una ficha técnica de la materia prima en la que se debe certificar que el THC sea menor al 1%. Es decir, que sea inocuo para la salud de los seres humanos.

    Ella dijo que la regulación de la siembra en el país es importante por el potencial y porque no se requiere mucha agua ni tantos cuidados como en otras plantas.

    El sector florícola tiene puesto el ojo en esta siembra. De acuerdo con información del Clúster del Cáñamo de la Cámara de Comercio de Quito, la actividad productiva de las flores es considerada como una de las que tiene mayor similitud en el Ecuador por la generación de empleo.

    Beautik lanzó una línea de champú, acondicionador, tratamiento capilar y mascarilla con aceite de cannabis.
    Beautik lanzó una línea de champú, acondicionador, tratamiento capilar y mascarilla con aceite de cannabis. Foto: Cortesía Laboratorios Beautik
  • La industria del cannabis puede incursionar en miles de derivados

    Carolina Enriquez

    El 19 de octubre del 2020 es la fecha tope para que el Ministerio de Agricultura expida el reglamento que regule la producción agrícola de cannabis en Ecuador. Ello, luego de que el pasado 24 de diciembre se aprobara la reforma al Código Penal y el 21 de junio comenzaran a regir los cambios con relación al uso de esta planta.

    La norma excluyó de las sustancias sujetas a fiscalización al cannabis no psicoactivo; es decir, las variedades de la planta o partes de esta cuyo contenido de delta 9-tetrahidrocannabinol (THC) sea inferior a 1% en peso seco. Precisamente ese elemento es el psicotrópico; las plantas que se pueden usar son aquellas que tienen un mayor contenido de otras substancias como el CBD.

    Según el Ministerio de Agricultura, se permitirá sembrar variedades no psicoactivas y cáñamo industrial. En términos prácticos, ambos son tipos de cannabis.

    José Antonio Dávalos, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Cáñamo Medicinal e Industrial (EcuaCáñamo), explica que ante esto existen expectativas entre inversionistas para colocar capital, tanto en la producción agrícola como en la industria del cannabis.

    Se calcula que, al menos, USD 200 millones se podrían invertir en la industria desde el exterior. En países como Colombia la inversión inicial fue de aproximadamente USD 400 millones.

    Santiago Trejo, consultor de asuntos públicos para industrias sensibles, cree que el dinero que se coloque va a depender de qué tan claro sea el reglamento. Esto implica, de acuerdo a EcuaCáñamo, que se especifique en el documento el número de licencias exactas que se puedan obtener los empresarios; que sea explícito en los requisitos; que no se establezcan excesos de trámites, etc.

    El Ministerio de Agricultura confirmó a este Semanario que toda actividad relacionada al cultivo de cáñamo: importación y venta de semilla, siembra, y poscosecha, industrialización, comercialización, exportación e investigación agronómica será permitida bajo licencias otorgadas por la entidad.

    Agregó, además, que hoy en día el mercado es considerado una novedad; los precios de la variedad con mayor contenido de CBD, a pesar que este año bajaron tras la pandemia, siguen siendo muy altos. Es un mercado en desarrollo.

    Una vez que se apruebe el reglamento los empresarios explican que deberán iniciarse las pruebas para determinar qué variedades de semillas producen plantas que tengan menos del 1% de THC y cuáles se adaptan mejor al clima.

    Trejo afirma que la planta puede crecer en cualquier provincia. Es un cultivo de ciclo corto que permitiría obtener hasta tres cosechas al año; cada una demora entre 90 y 140 días en estar lista, dependiendo de la variedad.

    El experto, además, explica que ya ha habido acercamientos con el Gobierno por parte de ciertas empresas interesadas en colocar capital, de países como Canadá y Colombia. Algunas de las firmas más grandes de la industria mundial del cannabis son Canopy Growth, Clever Leaves, Tyron, Pharmacielo, entre otras.

    Mientras se obtiene la materia prima local, existen compañías en Ecuador que ya están importando productos como polvo o aceite para la fabricación de cosméticos (ver siguiente página). Otros miran las potencialidades de producción.

    Según Trejo, para el último trimestre de 2021 ya se podría iniciar la fase productiva y para el primer semestre de 2022, la industrial.

    Sebastián Chiriboga, representante del Clúster del Cáñamo de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), explica que la planta tiene más de 15 000 derivados de producción industrial. En la cosmética pueden elaborarse artículos de cuidado personal y relajantes; en la alimenticia, las semillas se pueden usar como alimentos para humanos y animales; en la construcción, procesamiento de fibras para hacer un elemento similar al concreto; papel; textiles, etc

    El artículo 48 de la reforma al Código, además, estableció que la tenencia de medicamentos con el principio activo de cannabis “no será punible, siempre que se demuestre el padecimiento de una enfermedad a través de un diagnóstico profesional”. Esto abre la puerta para el área farmacéutica.

    Según Chiriboga, las oportunidades vienen tanto para el mercado local como para la exportación. América Latina representa solo 2% de las exportaciones de la planta y derivados en el mundo.

    En ocho partidas, entre las que están: jugos y extractos, semillas, tejidos, cáñamo en bruto, etc., se concentran las ventas de este producto en el mundo. En el 2019 alcanzaron USD 6 919 millones.

    Los empresarios ya piensan en inversiones en cultivos, así como en la producción y comercialización de alimentos, cosméticos, textiles, medicamentos, etc
    Los empresarios ya piensan en inversiones en cultivos, así como en la producción y comercialización de alimentos, cosméticos, textiles, medicamentos, etc. Foto: Freepick