Etiqueta: carpas

  • Las carpas para los niños son su modelo de negocio

    Valeria Heredia

    Relacionadas

    Una carpa en forma de cohete a punto de despegar y otra con la insignia de la famosa ratona Minnie son parte de las creaciones de Bomboncito, un emprendimiento que nació de las manos de una pareja de esposos.

    Sus nombres son Christian Cáceres y María José Sáez y juntos levantaron este negocio en noviembre del 2015. Pero, la idea surgió mucho antes tras el nacimiento de su hija Khaleesi.
    “Quisimos elaborar cosas más pensadas para ella desde una silla hasta cosas que le ayuden a jugar y a desarrollar sus actividades de forma creativa”, dice Cáceres.

    Hoy, la pareja elabora carpas y cabañas triangulares de tela, así como mesas de madera para personalizar y otros productos.

    María José fue quien se encargó de investigar los productos que son indispensables para el desarrollo infantil. Es así como empezaron a elaborar este tipo de carpas para que su hija y otros niños fortalezcan su creatividad y exploración.

    Según Cáceres, el objetivo es que los niños tengan un espacio y puedan ser independientes, sin ayuda de adultos. En este sitio, dice, podrán jugar con juguetes, con plastilina o pasar un tiempo ameno con sus amigos.

    Los diseños de estos emprendedores son sencillos, pero cumplen con sus objetivos: que los niños se diviertan de forma diferente.

    Sus sueños se consolidaron en diciembre de 2015, cuando esta pareja participó en una feria en el valle de Los Chillos. En este sitio mostraron sus productos. Les fue “de maravilla”. Vendieron todo.

    Desde ese momento, la pareja de esposos no ha parado. Cáceres es ilustrador y se ha dedicado a crear nuevos productos para su portafolio de negocio.

    Uno de los beneficios de los productos de Bomboncito fue que están pensados para todo tipo de hogar. Hoy en día hay familias que viven en departamentos pequeños, por lo que las carpas son elaboradas a la medida. “Desarrollamos productos que son para todos los gustos y espacios”.

    Los precios de los productos no son un impedimento para que los padres y madres adquieran el producto, ya que son económicos.

    El más barato es una mesa silla, que tiene las dos funciones y, además, el niño tiene la posibilidad de personalizarla con marcadores lavables. Su costo es de USD 35.

    El cohete elaborado en tela estampada alcanza un costo de USD 60. Y las cabañas, que son más elaboradas, tienen un costo que oscila entre los USD 75 y 85 y más.

    El desarrollo de estos productos es una parte importante para Sáez, ya que lo ve como un crecimiento personal y familiar. “Es hermoso ver cada creación, porque son hechas con la intención de brindar momentos mágicos para los niños y las familias”.

    Estos emprendedores trabajan junto a otras personas, que les apoyan en la elaboración de sus productos. Son dos carpinteros y dos costureras, que realizan los productos con el mismo amor que ellos le ponen al producto.

    Para la pareja crear y hacer los productos siempre es enriquecedor porque en el proceso jugar, y se dejan contagiar tal como lo haría un niño. Incluso, comentan con agrado que la inversión inicial fue de USD 1 200, que incluyó materiales, movilización y otros.

    Actualmente, las ventas de los productos han sido positivas, ya que suman USD 1 500 al mes.
    Su producto tiene acogida entre los compradores. Zuly Soria es madre de un pequeño niño y decidió comprarle este producto.

    Según ella, las carpas le gustaron porque su hijo puede jugar y sentirse libre en su espacio. “Puede divertirse y desarrollar su parte creativa”, señala Soria, quien dice que es un producto que recomienda en estas festividades como un buen regalo para los pequeños.
    Ahora en el 2017, estos emprendedores buscarán nuevas formas para vender sus productos en un local. Hoy lo hacen por medio de su página de Facebook, BomboncitoEc, donde están los detalles de los precios y fotos de estos creativos bomboncitos.

    María José Sáez y Christian Cáceres idearon una línea de productos para que los niños tengan un espacio para jugar. Su meta es que desarrollen su creatividad y amor hacia el juego. Foto: Julio Estrella/LÍDERES
    María José Sáez y Christian Cáceres idearon una línea de productos para que los niños tengan un espacio para jugar. Su meta es que desarrollen su creatividad y amor hacia el juego. Foto: Julio Estrella/LÍDERES
  • Las ‘carpitas mágicas’ son su oferta estrella

    Redacción Guayaquil

    La Luna es Mágica, es un emprendimiento que necesita de mucha creatividad e ingenio. La elaboración de piñatas, recuerdos, elementos de decoración para fiestas y eventos es la especialidad de ese negocio. En agosto de año pasado, incorporó un nuevo producto: las carpas para niños. Aunque su oferta es diversa, estas carpas son lo que llama la atención de esta microempresa que surgió hace más de un año, en Guayaquil.

    Los esposos Alfredo Patiño y Samantha Russo son los propietarios de La Luna es Mágica. Ellos son diseñadores gráficos con aficiones a las manualidades y la fotografía. Un día, luego de que a sus dos hijos se les ocurriera la idea de ‘armar una casa’ en su cuarto, a ellos se les ocurrió otra: fabricar sus propias carpas. Así nació la idea de ofrecer este producto.

    Con la ayuda de una costurera y un carpintero, ellos elaboran los materiales para las ‘carpitas mágicas’.

    Al mes los emprendedores producen unas 10 carpas. Carolina Guerrero es clienta de la marca. En agosto pasado compró una de las primeras carpas que crearon Patiño y Russo. «La compré para mi hija de 2 años y también la uso en mis sesiones de fotografía», cuenta Guerrero.

    Los diseños y colores, además de la facilidad para armar y desarmar las carpas es lo que llama la atención de los padres.

    La oferta de esta microempresa se complementa con la organización de fiestas, que en promedio se dan una vez al mes. También, ofrece la elaboración de viniles, monogramas y sets de accesorios para los ‘photo booth’. Estos son elaborados por Russo. Para ella, el trabajo artesanal debe ser realizado con mucho cuidado para tener un acabado perfecto.

    Si hay algo que deban diseñar en una computadora, el encargado es Patiño. Entre ambos han formado un equipo que ha logrado posicionar su negocio.

    Esta atención en los detalles atrajo a Kika Uribe, una ‘wedding planner’. Ella usa los servicios de este negocio para sus bodas temáticas. «Cuando necesito accesorios de decoración hechos a mano, los contacto y armamos las ideas y diseñamos la decoración», cuenta Uribe. La relación comercial entre ambos emprendimientos surgió hace un año.

    Las carpas se ofertan en USD 50. Uno de los diseños que tienen mayor rotación son los de estilo ‘vintage’.

    Estos microempresarios participaron en la ferias de juguetes Juega Ecuador, en donde ofrecieron el producto. Ellos esperan poder colocar sus ‘carpitas’ en alguna juguetería del Ecuador.

    Para Alfredo emprender con productos elaborados a mano, es un reto.USD 250 factura, en promedio este negocio, cada mes.