Etiqueta: cemento

  • La peruana Unicon adquirió Hormigonera Quito

    Redacción Quito

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    La industria del cemento tiene un nuevo actor. La peruana Unicon (Unión de Concreteras), empresa de producción y distribución de concreto premezclado y subsidiaria del Grupo Unacem, adquirió por USD 13 millones Hormigonera Quito. De esta manera la firma del país vecino consolida su estrategia de crecimiento sostenible y a largo plazo en el Ecuador.

    Unicon, con una trayectoria de más de 50 años en el mercado peruano, valora la experiencia y conocimiento de Hormigonera Quito, fundada en 1984, según un comunicado. Para Sergio Terán, gerente General de Unicon, “Hormigonera Quito tiene un mercado consolidado y un fuerte mercado potencial, además de un equipo de trabajo altamente calificado, lo que motivó a la empresa a hacer esta importante inversión, que demuestra su firme confianza en el Ecuador”.

    Unacem Ecuador y Unicon Ecuador son empresas independientes y autónomas, cada una con representación legal independiente.

    En el mercado del cemento ecuatoriano ya existen antecedentes de la participación de empresas peruanas. En noviembre del 2014, Unacem cerró la operación de compra de Lafarge Cementos por unos USD 517 millones. La transacción se dio mediante Oferta Pública de Acciones (OPA) y Unacem adquirió el 98.57% de las acciones de Lafarge Cementos en Ecuador, propiedad del grupo francés Lafarge.

    Unicon, con una trayectoria de más de 50 años en el mercado peruano, valora la experiencia y conocimiento de Hormigonera Quito, fundada en 1984
    Unicon, con una trayectoria de más de 50 años en el mercado peruano, valora la experiencia y conocimiento de Hormigonera Quito, fundada en 1984. Foto: Archivo EL COMERCIO
  • Combustibles amigables para el cemento

    Redacción Quito

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    La empresa cementera Unacem ha logrado sustituir los combustibles fósiles, que requiere para la elaboración del cemento, en un 31,5%. Gracias a ello, la firma ha disminuido sus emisiones de dióxido de carbono, gas de efecto invernadero, al ambiente.

    Unacem arrancó con su proyecto de responsabilidad social en el 2010. “Está enfocado en el crecimiento sustentable del sector. Creemos en el uso eficiente de los recursos”, señaló Patricio Díaz, gerente de Ecología Industrial de la compañía.

    Los combustibles fósiles, que provienen del petróleo y el carbón, han sido utilizados por años para obtener la energía calórica, que permite la transformación de la materia prima (caliza y arcilla) en clínker, principal componente del cemento.

    Ahora, Unacem está apostando por combustibles alternativos, más amigables con el ambiente. Uno de ellos es la biomasa, que proviene de la cascarilla de la palma africana. Esta cascarilla es un residuo que genera la industria productora del aceite vegetal de palma africana.

    “Es un proyecto altamente tecnológico alto que ha demandado estudios y pruebas”, comenta el representante de la firma. En la adecuación de tecnología, Unacem invirtió USD 2 800 000.
    En el 2016, la empresa alcanzó el 19,15% de sustitución. Esto equivale a 33 mil toneladas de cascarilla de palma africana. Para este año, proyectan llegar al 24%.

    El proyecto de sustitución de combustibles fósiles por biomasa obtuvo la certificación MDL (Mecanismo de Desarrollo Limpio), ante las Naciones Unidas, por permitir la reducción de CO2. En el 2016, Unacem dejó de emitir 57 mil toneladas de CO2 al ambiente, con el uso de la biomasa.

    Otro combustible alternativo al que está apostando la empresa, desde el 2015, como insumo para la elaboración del cemento, es el aceite para vehículos usado.

    Los aceites que se utilizan para este fin son los que recolectan los talleres mecánicos cuando se realiza el cambio de aceite a los autos; es decir, los que ya cumplieron su función. “Esto es desecho altamente contaminante que puede terminar en suelos y aguas”.

    Unacem obtiene los aceites a través de gestores ambientales, que recolectan el residuo en mecánicas del Distrito Metropolitano de Quito y del norte del país.

    Una vez que la empresa recibe el aceite, lo limpia y se utiliza como combustible para obtener la energía calórica, requerida para convertir la materia prima en clínker.

    En el 2016, la empresa cementera alcanzó un 12,41% de sustitución de combustibles fósiles por el aceite usado de carros, lo que equivale a 3 450 000 galones de aceite, que no contaminaron el ambiente. En el cambio u actualización de equipos, la firma invirtió USD 500 000.

    Este segundo proyecto obtuvo licencia ambiental del Ministerio del Ambiente, en el 2015.
    Díaz explicó que a futuro el plan es captar nuevos residuos peligrosos, generados por otras industrias, para convertirlos en combustibles, entre ellos aceites dieléctricos y basura común.

    Adicionalmente, desde este mes la empresa comenzará a trabajar en un proyecto para la destrucción de gases contaminantes, contenidos en sistemas de refrigeración. Estos gases también contribuyen a la destrucción de la capa de ozono.

    Esta iniciativa la está trabajando Unacem junto al Ministerio de Industrias y Productividad.
    “La idea es captar las refrigeradoras que quedan sin uso y destruir los gases que estas generan, en nuestros hornos”, explica el vocero. Las refrigeradoras serían recolectadas por gestores, que las convertirían en chatarra y se encargarían de entregar los gases a la planta de Unacem.

    El gerente de Ecología Industrial de la firma cementera recordó que estos proyectos que lleva adelante la empresa están enmarcados en el objetivo nueve de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas: “Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación”.

    La empresa cementera produjo el pasado año 1 200 000 toneladas de cemento. Fotos:  Cortesía Unacem / LIDERES
    La empresa cementera produjo el pasado año 1 200 000 toneladas de cemento. Fotos: Cortesía Unacem / LIDERES
  • Oportunidades y seguridad para los conductores

    Redacción Quito

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    Lograr cambios en la cultura de la conducción para volverla responsable, es el objetivo del programa Volante Seguro de Unacem.

    Si bien la empresa se enfoca en el sector de la construcción, uno de sus intereses es cuidar las buenas prácticas del personal encargado de la provisión de transporte.

    El programa, que cuenta con un promedio de inversión anual de USD 85 000, inició en 2010 y partió, entre otras causas, del interés en generar una responsabilidad social en todas las operaciones de la empresa. En este caso, aportando con la reducción de accidentes en carretera, por la interacción de los camiones con la sociedad.

    José Pozo, gerente de Logística y Transporte de Unacem, explica que el programa tiene cinco pilares básicos: el transportista, el conductor, el camión, la carga y la gestión del viaje.

    Pozo señala que es importante diferenciar entre el transportista y el conductor. El primero tiene un contrato con la empresa para prestar el servicio de transporte y el segundo es su empleado.

    Con los transportistas se trabaja verificando que sean proveedores alineados a las políticas de Unacem, con la firma de contratos fijos, no al trabajo infantil, etc.

    Los conductores son el pilar más fuerte de acciones, con entrenamientos de cómo desempeñarse en el área industrial, servicio al cliente, manejo adecuado, etc.

    “La parte difícil del programa es cambiar la cultura de los conductores”, señala Pozo, al recalcar que se han logrado avances positivos.

    En el caso de los camiones, estos deben cumplir con normas de antigüedad y seguridad, así como tener controles programados con tres revisiones obligatorias al año, entre otros requisitos.

    En cuanto a la carga, esta se alinea a las normas legales como la capacidad vigente, su manera de sujeción y protección, etc.

    A la hora del viaje, el proceso cumple con varios controles, como el tiempo de descanso, con la obligatoriedad de que el vehículo no opere entre las 23:00 y las 04:00 para el descanso del conductor. Aquí entra el GPS que se instala en cada camión para poder monitorear las 24 horas de los 365 días del año las acciones del conductor, controlando las velocidades máximas en el camino y especialmente en las curvas.

    “Nos enfocamos en apoyar a los conductores para que sean más responsables, que se cuiden a sí mismos, a la sociedad que interactúa con ellos y el capital de los transportistas”, dice Pozo.

    Todos los meses se tiene un reporte para dar una retroalimentación al conductor y al transportista sobre lo que se debe corregir.

    Así se obtienen datos anuales y los conductores con mejor desempeño son premiados.
    Es el caso de Sixto Haro, que pasó de conductor a también ser transportista. Como reconocimiento a su responsabilidad fue favorecido con un cupo de transporte, que implica las facilidades para adquirir su vehículo propio. “Con el programa aprendemos a ser más disciplinados”, dice Haro y señala que ahora se le da más importancia a la seguridad.

    José Pozo, gerente de Logística y Transporte de Unacem, en el centro donde se monitorea los vehículos. Foto: Adriana Bucheli / LÍDERES
    José Pozo, gerente de Logística y Transporte de Unacem, en el centro donde se monitorea los vehículos. Foto: Adriana Bucheli / LÍDERES
  • Empresa peruana invierte en Ecuador en una planta de materia prima para cemento

    Agencia EFE

     La empresa Casaracra, del Grupo peruano Gloria, firmóel martes 22 de septiembre un contrato con la Unión Cementera Nacional (Ucem) de Ecuador, por el que invertirá unos USD 230 millones en la construcción de una planta de producción de clínker, materia prima para la elaboración de cemento.

    El vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, que participó como testigo de honor en la firma del convenio, indicó que el proyecto permitirá a su país producir clínker, un tipo de caliza cocida, del que el país es deficitario y que actualmente importa para la producción de cemento.

    La planta de clínker será operada por la Ucem en la provincia de Chimborazo, en el centro andino del país, donde tiene una unidad industrial de producción de cemento. «Esta inversión permitirá sustituir importaciones por USD 250 millones en los próximos diez años, es decir, de una empresa pequeña vamos a ampliar su capacidad de industrialización», indicó el vicepresidente ecuatoriano en el acto de firma del convenio.

    Además, destacó el «encadenamiento productivo» que se fomentará en la zona de Chimborazo y de otras provincias cercanas, ya que remarcó que «esta inversión también significa empleo y riqueza para el país». Glas señaló también que el Grupo Gloria busca ampliar la producción de cemento ecuatoriano para la exportación y dijo que esa es una muestra de «la confianza que empresarios tienen en el país y en las políticas públicas de la Revolución Ciudadana», como se conoce al modelo de Gobierno en Ecuador.

    De su lado, la ministra coordinadora de la Producción, Nathalie Cely, destacó el trabajo conjunto entre el Gobierno Nacional, la empresa privada y la inversión extranjera. «Además de la planta de clínker, también se nos proporcionará tecnología en todos los procesos para que Unión Cementera Nacional sea más eficiente de lo que es hoy en día», agregó.

    Vito Rodríguez, representante de Casaracra, informó que la construcción de la planta de clínker tiene un plazo de 30 meses y señaló que con la puesta en marcha de esa unidad «se fortalecerá Ucem y será una fuente de generación de trabajo, que permitirá incrementar la producción nacional de cemento».

    «Invertimos aquí porque tenemos confianza, somos hermanos y nos sentimos contentos de que se nos abra las puertas para estos proyectos que no buscan más que el beneficio común y qué mejor lugar que cerca del majestuoso Chimborazo», añadió Rodríguez al evocar el nevado que domina esa zona de Ecuador. 

    La planta de clínker será operada por la Ucem en la provincia de Chimborazo. Foto: Archivo
    La planta de clínker será operada por la Ucem en la provincia de Chimborazo. Foto: Archivo
  • Holcim invirtió USD 400 millones en nueva planta de elaboración de cemento

    Washington Paspuel

    La cementera Holcim Ecuador inauguró la mañana de este martes 3 de marzo del 2015 la segunda fase de modernización de la planta de cemento en Guayaquil. La obra se presentó luego de 28 meses de trabajo, con una inversión que la firma estimó en USD 400 millones.

    Óscar Orrantia, presidente de la cementera, una filial del grupo Suizo Holcim, indicó durante la presentación que la obra producirá aproximadamente 600 000 toneladas de clínker al año, el principal componente en la elaboración del cemento.

    La obra se inauguraró con la presencia de empresarios de la ciudad y del ministro de Industrias y Producción, Ramiro González, quien mencionó que la producción de clínker le significará al país un ahorro de hasta USD 80 millones anuales en importaciones del material.

    La primera fase de modernización de la planta en Guayaquil inició en el 2010 y significó una inversión de USD 100 millones. Esto permitió a la firma incrementar su producción de 3,5 millones de toneladas de cemento al año, a 5,4 millones de toneladas.

    Dos años después, en diciembre del 2012 comenzó la segunda etapa con la implementación de la línea de clínker.

    Según la firma, la puesta en marcha de la nueva infraestructura se tradujo en la generación de 3 200 plazas temporales de trabajo directas e indirectas.

    Holcim tiene otra planta de cemento en la ciudad de Latacunga; y plantas de elaboración de hormigón en Guayaquil, Quito, Cuenca, Manta, Ambato y Machala.

    La puesta en marcha de la nueva infraestructura se tradujo en la generación de 3 200 plazas temporales de trabajo directas e indirectas. Foto: Santiago Arcos/ El Comercio
    La puesta en marcha de la nueva infraestructura se tradujo en la generación de 3 200 plazas temporales de trabajo directas e indirectas. Foto: Santiago Arcos/ El Comercio
  • USD 400 millones para producir más cemento

    La transferencia de tecnología, el aumento de la producción local de cemento y dinamización de la participación de las empresas relacionadas son algunos de los objetivos de las inversiones del grupo suizo Holcim en el Ecuador.

    Esta cementera anuncia una inversión que bordea los USD 400 millones, desde finales de este año. Este capital se direccionará para la construcción de la segunda etapa del proyecto de ampliación de su planta de cemento, en Guayaquil. Según información de Holcim esta inversión servirá para suplir la demanda del producto en las próximas décadas.

    Entre los objetivos trazados por la compañía está la conclusión de los estudios e ingeniería de lo que será su tercera línea para producción de clinker. Este material es el insumo básico para la elaboración de cemento. En diciembre de este año se espera que arranque la construcción.

    La obra requerirá la implementación de un horno que permitirá producir 5 000 toneladas de clinker por día.

    Los talleres de metalmecánica, electricidad, servicios, entre otros, se beneficiarán del proyecto. Otros aspectos están relacionados con la transferencia de tecnología y de conocimientos y prácticas de seguridad industrial o construcción civil.

    Con la inversión de Holcim se proyecta la generación de 2 500 empleos entre directos e indirectos, durante la edificación de la planta. El proyecto prevé estar concluido en 24 meses.

    Por otro lado, de acuerdo con los ejecutivos de Holcim en Ecuador, la empresa seguirá realizando de forma paralela prácticas de Responsabilidad Social Corporativa, en el manejo de proveedores, salud y seguridad ocupacional.

    Holcim también efectúa actividades en programas de desarrollo comunitario. El objetivo es contribuir con comunidades aledañas a las operaciones de las plantas. Entre otras actividades está la capacitación y organización social, iniciativas productivas y de empleo, educación…

  • En Ecuador, el consumo de cemento crece a ritmo sostenido

    Reds. Quito y Guayaquil

    Con cuatro empresas productoras que mantienen su porción del mercado nacional, el consumo de cemento mantiene un ritmo de crecimiento sostenido en el Ecuador. Entre el 2007 y el 2012, el movimiento fue del 7% anual. Y en el 2013, llegó a 10%, con 6,6 millones de toneladas anuales.

    Esto se debe principalmente a tres factores, sostiene el gerente de la Empresa Pública Cementera del Ecuador (EPCE), Manuel Román. En primer lugar, el ‘boom’ de la construcción como consecuencia del crecimiento sostenido de la economía. Luego está la facilidad de acceder al crédito para la vivienda, que se ha promovido en los últimos años. Y finalmente, la significativa inversión en obras de infraestructura promovida principalmente por el sector público.

    Eso ha llevado al Ecuador a ocupar el tercer lugar en mayor consumo de cemento per cápita, solo detrás de Panamá y Trinidad y Tobago, señala Román. Por eso, ha comenzado a ser deficitario en cuanto a clínker, una materia prima clave en la producción del cemento.

    De los 6,6 millones de toneladas que consume el Ecuador en este producto, un 25% usa como base el clínker importado por el déficit de producción.

    Es por ello que la EPCE ha entrado en el proceso de buscar un socio internacional, para aumentar la capacidad de fabricación de clínker en las plantas tanto de la Cemento Chimborazo como de Guapán, a fin de cubrir ese déficit.

    Hasta el momento existen intereses de grupos españoles, peruanos, chinos y brasileños para hacer una inversión aproximada de entre USD 200 millones a 300 millones.

    La ampliación de producción de clínker tomará unos tres años para concretarse, indicó Román. Hoy, los productos de la EPCE tienen una participación del 13% del mercado por lo que buscan expandirse.

    En el mercado local, la multinacional Holcim es líder en este segmento. La compañía suiza tiene, en el mercado ecuatoriano, una participación del 66%, según datos del Instituto Ecuatoriano del Cemento y del Hormigón (Inecyc).

    La compañía empezó en el 2013 la modernización de su planta en Guayaquil. Por eso invierte USD 300 millones en la construcción de una nueva línea para la producción de clínker, (un componente utilizado en la elaboración del cemento), con el fin de sustituir las actuales importaciones de este material.

    La francesa Lafarge, en cambio, también tiene un papel protagónico. La compañía, que en diciembre cumple 10 años de operaciones en Ecuador, posee el 21% del mercado.

    La empresa desarrolló dos nuevos productos en el 2011 y en el 2012: los cementos Campeón y Armaduro. Según cifras de la compañía, el año pasado los nuevos ítems representaban el 10% del total de las ventas. Otro dato importante: la compañía registró utilidades por USD 44 millones en su ejercicio 2013.

    Precisamente, Holcim y Lafarge hicieron noticia a escala global la semana pasada al anunciar su fusión. Esta movida permitirá el surgimiento de un gigante de la industria con una plantilla de 130 000 empleados y con una facturación conjunta de unos USD 43 000 millones anuales. La fusión está en marcha y ahora se espera que las autoridades antimonopolio aprueben la operación.

    A escala local ya se analiza la fusión de las dos empresas. El titular de la EPCE mira con inquietud esta operación de Lafarge y Holcim, porque con ello se llevarían el 87% del mercado.

    Una inversión de USD 230 millones para ampliar la Cementera Nacional
    Con una inversión cercana a los USD 230 millones proveniente de un socio extranjero, la Empresa Cementera Nacional (EPCE) espera incrementar su capacidad de producción de 1 600 a cerca de 3 600 toneladas de cemento al día.

    La EPCE es una empresa pública que nació en noviembre del 2013, como resultado de la fusión de las empresas Cemento Chimborazo -que en su mayoría la pertenecía al Estado- y Cementos Guapán cuyo dueño era el Biess y que el Estado adquirió el 100% de sus acciones.

    Luego de esta fusión se creó una tercera empresa público-privada Unión Cementera Nacional (Ucem), cuya participación accionaria le pertenece en un 94,7% al Estado. El restante 5,3% corresponde a accionistas minoritarios que tenían participación en Cementos Chimborazo, desde su creación en los años 50.

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    El gerente de la EPCE, Manuel Román, explica que en vista del incremento de la demanda de cemento en el país, en el orden del 7%, y debido a las importaciones de clínker, materia prima para el cemento, (que el año pasado llegaron a más de USD 27 millones), se decidió emprender un proyecto de ampliación de la producción en Chimborazo y Guapán.

    Para ello, se llamó a un concurso a finales del año pasado a fin de captar un socio extranjero dispuesto a invertir. En el concurso fueron calificados los siguientes postulantes: dos grupos de Perú, uno de China, uno de India y Cementos Iberoamericanos de España.

    La modalidad del concurso es Swiss Challenge. Es decir, que el participante mejor puntuado por su experiencia tiene la oportunidad de hacer la primera oferta. Así, el lunes pasado, el grupo Cementos Iberoamericanos presentó la primera oferta que se hará pública entre los participantes calificados el 18 de abril.

    De ahí, los otros interesados tendrán hasta el 8 de mayo para presentar una oferta. Luego, el primer consorcio podrá hacer una contrapropuesta y finalmente la EPCE tomará una decisión.

    Dentro del concurso, los participantes tienen que proponer una mejora de las dos plantas de Cementos Chimborazo y Guapán, y una ampliación para una de ellas que les permita mejorar en conjunto la producción de 1 600 toneladas de cemento al día, a cerca de 3 600 toneladas. Para ello tendrán un plazo de 36 meses. Se espera firmar el contrato para esta ampliación hasta junio.

    El nuevo socio que haga la inversión pasará a tener la mayoría de acciones de la Ucem y por tanto tomar el control de la empresa. Román indica que las empresas públicas no tiene la restricción de que el Estado tenga más del 50% de la participación, con excepción de los sectores estratégicos, y al no ser el cemento un sector estratégico se ha optado por la opción de que el socio extranjero tenga la mayoría accionaria.

    El gerente de Cementos Iberoamericanos, José Antonio Contreras, indica que dos razones les motivan a invertir. El primero es el crecimiento del consumo del cemento en el Ecuador. Y en segundo lugar, el tener como socio al Estado para enfrentar a los grandes competidores: Holcim y Lafarge, fusionados.

    Cifra. 1 600 toneladas produce al día la EPCE

    La firma francesa tiene 21% del mercado
    Este año, la empresa cementera Lafarge cumple 10 años de operaciones en el Ecuador. En diciembre del 2004, la firma francesa compró Cementos Selva Alegre, lo que dio paso a un nuevo competidor en el mercado local.

    Al revisar las cifras, se observa que Lafarge alcanzó el año pasado el 21% del mercado nacional; sus ventas en el 2011 fueron por USD 160 millones y por USD 165 millones al año siguiente.

    LÍDERES intentó hablar con un vocero de la compañía, sin obtener respuesta. Sin embargo, en el segmento sobre Hechos Relevantes, en el sitio web de la Bolsa de Valores de Quito, se informa que Lafarge obtuvo, en el ejercicio del 2013, utilidades por USD 44,4 millones.

    En Ecuador, la planta de la compañía cementera se encuentra en el sector de Selva Alegre, en Imbabura. La producción en el 2012 superó las 1 300 000 toneladas y la nómina estuvo integrada por 303 colaboradores.

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    Entre las estrategias más recientes para conquistar nuevo mercado, la empresa desarrolló dos nuevos productos en el 2011 y en el 2012: los cementos Campeón y Armaduro. Según cifras de la compañía, el año pasado los nuevos ítems representaban el 10% del total de las ventas. Para el 2018, la meta es llegar al 28% del total de ingresos.

    Un informe de la compañía asegura que la innovación es uno de los ejes principales. También se menciona, entre los objetivos, mejorar el rendimiento. En la actualidad, la planta ubicada en Selva Alegre tiene una capacidad de producción de 1 600 000 toneladas de cemento.

    A escala global, en el 2013 la compañía vendió 137 millones de toneladas de cemento y facturó USD 20 600 millones. Es considerada una de las gigantes del sector, lo que se confirma al conocerse que opera en 64 países, suma más de 64 000 empleados y 708 canteras.

    En América Latina, Lafarge registró el año anterior ventas por 961 millones de euros (USD 1 335 millones), de acuerdo a la información de su sitio web.

    Una compañía con 92 años en el mercado ecuatoriano
    La cementera Holcim tiene 92 años en el mercado ecuatoriano. Esta firma, que ha pasado por cambios de nombre y fusiones, tiene el 66% del mercado nacional. Según su reporte financiero publicado en su sitio web, en el 2013, el valor de las ventas netas de los productos fabricados por la compañía, ascendió a alrededor de USD 517 millones. Y registró utilidades por USD 186 millones.

    Por políticas internacionales y de comunicación corporativa, ningún funcionario en el país está autorizado a hablar con la prensa. Sin embargo, vía correo electrónico se dio a conocer que Holcim está construyendo una nueva línea de horno en la planta cementera Guayaquil (norte). Esta inversión, que tiene previsto concluir en el 2015, no se verá afectada por la reciente fusión con Lafarge, según indicó el equipo de prensa desde la sede matriz en Suiza.

    «En abril del 2013 se firmó un contrato de inversión entre el Estado ecuatoriano y Holcim Ecuador por USD 300 millones; a la fecha, uno de los más altos de su naturaleza dentro del sector privado industrial», reza el reporte financiero presentado en enero de este año.

    El mismo documento destaca que las ventas de hormigón en el 2013 mostraron una leve reducción con respecto al 2012, alcanzando un volumen de ventas de 1,78 millones de metros cúbicos.

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    En diciembre del 2013 también se implementó una nueva línea de empacado y paletizado en la Planta Guayaquil para mejorar los niveles de servicio a los clientes de cemento ensacado.

    El año anterior se despacharon 4,2 millones de toneladas de cemento. Es decir, duplicó su producción en nueve años, pues en 1995 su capacidad era de 2,3 millones de toneladas anuales. En 1942 produjo 20 toneladas.

    La ahora Holcim llegó al país en 1922 cuando Guayaquil era una ciudad de unos 100 000 habitantes, sin embargo su fundador estaba convencido de que Guayaquil sería una ciudad de edificios de hormigón armado.

    Un año después, en 1923, se construyó la primera planta de cemento Portland, luego la planta cambió de nombre a San Eduardo; y en 1948, la firma pasó a llamarse La Cemento Nacional. Desde el 2004 se llama Holcim Ecuador.

    La industria cementera mundial registró dos nuevos movimientos
    Las dos mayores cementeras del mundo, la francesa Lafarge y la suiza Holcim, anunciaron su fusión.

    Este movimiento creará un gigante con una plantilla de 130 000 empleados y con una facturación conjunta de USD 43 000 millones anuales, todo esto a condición de que las autoridades antimonopolio aprueben la operación. «Este proyecto de fusión es una oportunidad única en la historia de una empresa», afirmó el presidente de Holcim, Rolf Soiron.

    La operación todavía tiene que ser aprobada por las autoridades de la competencia y ambas compañías se comprometieron a ceder acciones equivalentes a un 10 o 15% del resultado bruto de explotación del nuevo grupo, «para anticipar las demandas de las autoridades».

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    En América Latina, Holcim cuenta con 26 plantas de cemento y unos 12 600 empleados en total, mientras que Lafarge tiene 13 sitios y 2 600 efectivos.

    El segundo movimiento lo protagonizó la colombiana Cementos Argos, que compró a la multinacional gala Lafarge activos cementeros en la Guayana Francesa por USD 69 millones, y consolida su presencia en la región del Caribe.

    La adquisición del 100% de Ciments Guyanais, que pertenece a Lafarge y a la suiza Holcim por partes iguales, incluye una molienda de «clínker», principal componente del cemento tipo Portland, y un puerto, explicó Argos en un comunicado. Según Cementos Argos, esta operación la convierte en productora líder de la Guayana Francesa.

  • La mayor firma cementera de Perú adquirió Lafarge

    Redacción Quito

    El principal productor de cemento de Perú llegó a Ecuador para hacerse cargo de las operaciones de la francesa Lafarge. La semana pasada, Lafarge anunció la venta de sus activos por USD 553 millones a la empresa Unión Andina de Cementos S.A. (Unacem) de Perú con lo cual hará el traspaso de su planta de 1,4 millones de toneladas anuales de cemento ubicada en Otavalo, Imbabura.

    En un comunicado, Lafarge indicó que esta operación contribuirá a la reducción del endeudamiento neto en al menos 9 000 millones de euros en el 2014. La francesa Lafarge tuvo un papel protagónico en el mercado cementero ecuatoriano. La compañía, que en diciembre cumplirá 10 años de operaciones en Ecuador, posee el 21% del mercado cementero del país.

    Pero a partir de la fusión entre Lafarge y la suiza Holcim, la primera empresa comenzó a vender sus activos en distintos países. Ello porque la unión de ambas empresas creó la mayor cementera del mundo y en ciertas naciones su fusión implicaría la creación de un monopolio en torno al cemento.

    Por eso, en países como Guayana Francesa, México y Europa ya se han anunciado algunas ventas de activos.

    Lo mismo ha sucedido en Ecuador, donde el mercado de cemento entre Holcim y Lafarge hubiera concentrado el 87% del cemento en un solo proveedor.

    En este contexto, el comprador de los archivos de Lafarge llega con un perfil nada discreto. Unacem surgió en Perú en el 2012 de la fusión de las empresas Cementos Lima y Cemento Andino.

    De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática de Perú, en el 2008, la primera firma tenía una participación del mercado del cemento del 43% mientras que la segunda alcanzaba el 18%.

    Tras la unión de ambas firmas en la Unacem, la empresa continúo con el liderazgo en el mercado del vecino del sur. De acuerdo con su reporte anual de gestión publicado en su página web, en el 2013 la Unacem produjo 5,6 millones de toneladas de cemento, lo que significó alrededor del 51% de la demanda total de este insumo en el Perú.

    Pero si la cifra se compara con el mercado interno, esta representa cerca del 85% de todo el consumo de cemento en el Ecuador. Esta cementera peruana tuvo por su producción ventas aproximadas por USD 640 millones el año pasado, con una utilidad neta de USD 73 millones. El patrimonio de Unacem alcanza los USD 1 226 millones. La firma tiene dos plantas en el vecino país: la primera es Atocongo (ubicada en Lima) y la segunda es Condorcocha (ubicada en Junín en el centro del país).

    Pero la empresa no solo dispone de estas operaciones. Además es propietaria de más del 93% de las acciones de las empresas de concreto Inveco-Unicon y de Firth Industries Perú.

    También tiene participación del 30% de BASF Construction Chemicals Perú S.A., proveedora de aditivos para el concreto, pegamentos y fraguas para albañilería; y del 50% de Entrepisos Lima, dedicada a inversiones en actividades de construcción.

    Unacem además tiene la propiedad del 90% de la central hidroeléctrica El Platanal que tiene una potencia de 220 megavatios (25% de la central Paute).

    También posee la mayoría del paquete accionario de Drake Cement, productora de cemento en Arizona Estados Unidos. Y participa de acciones de Prefafricados Andinos y Prefabricados Andinos de Chile. En definitiva, tiene operaciones en Perú, Chile, Colombia y EE.UU.

    El dato: USD 553 millones fue el costo de venta de las operaciones de Lafarge a Unacem.