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  • Emprendedores promocionan sus obras en un ‘stand’

    Redacción Quito

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    Los artesanos que son parte del Centro Cultural Vivencial Raíz.Ec cuentan con un nuevo espacio para difundir sus productos. Este grupo que lleva dos años en el mercado, desde mayo pasado tienen una isla en el centro comercial Quito Airport Center, ubicado en Tababela.

    En este sitio, los emprendedores exponen sus productos que son elaborados con técnicas ancestrales y, a la vez, muestran a los visitantes cómo hacen este trabajo. La atención es desde las 09:00 a 20:00, de lunes a domingo.

    Los artesanos se turnan para dar a conocer sus habilidades y explicar, por ejemplo, cómo se prepara café orgánico, cómo se elabora bisutería con la crín (pelo) de caballo. El proceso que se sigue para hacer gorros con vellón (lana sin procesar) de alpacas, la elaboración de lámparas con papel, la receta de la miel de aguacate y otros son también explicados a detalle.
    En total, en este lugar se presentan 20 productos diferentes.

    Eva Paucar, artesana que hace bisutería con crín de caballo, comenta que esta iniciativa llama la atención de visitantes, porque conocen en vivo y en directo las técnicas que aplican y la historia detrás de su trabajo.

    Además, Paucar señala que es bueno tener un sitio fijo para que la gente conozca que ofrece Casa Raíz.Ec. “Los extranjeros valoran las artesanías. En apenas media hora me compraron un juego valorado en USD 120”.

    Jairo Calupiña, mentor del Centro Cultural Vivencial Raíz.Ec, menciona que uno de los objetivos de instalar el ‘stand’ en el centro comercial fue promocionar los productos, en el aeropuerto que tiene un flujo alto de personas. Así se logra mejorar los ingresos. La meta es alcanzar al menos USD 3 000 mensuales.

    Sin la isla los emprendedores de Casa Raíz.Ec sumaban alrededor de USD 1 000 entre todos.
    Aparte del factor económico, Calupiña destaca que desde este espacio los emprendedores pueden transmitir a los visitantes sus conocimientos, que han pasado de generación tras generación.

    Para llevar a cabo esta iniciativa se contó con el apoyo de DK Terra, administrador del centro comercial, y la Fundación Conservación y Desarrollo, que promueve la actividad turística en las provincias de Santo Domingo de los Tsáchilas y Pichincha.

    Patricio Yucta, coordinador de la Fundación Conservación y Desarrollo, explica que para que los turistas conozcan el trabajo de Casa Raíz.Ec y se revalorice la cultura e identidad de esta zona se construyó e implementó el mobiliario requerido para exponer estos productos. En promedio, en esta infraestructura se invirtieron alrededor de USD 8 000.

    La isla tiene una dimensión de tres metros por dos metros. Ahí se exhiben productos. Pero si el turista quiere tener una experiencia cultural en Casa Raíz.EC, ubicada a 20 minutos del

    La isla es atendida por los emprendedores que son parte de este colectivo de la parroquia de Tumbaco. Foto: Cortesía Casa Raíz.Ec
    La isla es atendida por los emprendedores que son parte de este colectivo de la parroquia de Tumbaco. Foto: Cortesía Casa Raíz.Ec
  • Vajilla de cerámica para reducir el impacto ambiental

    Carolina Enriquez

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    Una decisión adoptada por ocho restaurantes del patio de comidas de un centro comercial quiteño podría dar un giro a la política ambiental que manejan este tipo de negocios. Estos negocios, desde septiembre del año pasado, se han ido incorporando en el proyecto del emprendimiento social Huella Verde, a través del cual se reemplaza el uso tradicional de platos y cubiertos desechables en locales de comida de los “mall” de la ciudad por aquellos de cerámica y acero inoxidable.

    Los mentalizadores de esta iniciativa son los socios y esposos Andrea Garzón y Sebastián León. La idea comenzó a gestarse en el 2016 cuando ella se dio cuenta del impacto ambiental que generaba este tipo de desperdicios.

    Decidida a cambiar esta problemática urbana, la emprendedora dejó su empleo y creó Huella Verde. Su propuesta es dar el servicio diario de entrega y lavado de vajilla y cubiertos a los restaurantes de los centros comerciales para que no tengan que usar aquellos de poliestireno expandido, mejor conocido como espuma flex.

    El primer paso de los socios fue contactar a los centros comerciales para contarles su idea y el pionero en acogerla, para dar un mejor servicio a los clientes, fue Paseo San Francisco, ubicado en la zona de Cumbayá.

    Pero eso no era suficiente para poder operar. Andrea debía convencer a las cadenas de locales de comida que aceptaran su propuesta. “Estuve en negociaciones durante los primeros meses del 2017. En septiembre arrancamos con cuatro restaurantes: Ceviches de la Rumiñahui, Menestras del Negro, Cajún y Go Green”.

    Pablo Donoso, administrador de Paseo San Francisco, comenta que el centro comercial le proporcionó a Huella Verde un espacio para el lavado de los platos en la zona donde ya se limpiaban las bandejas del patio de comida, equipado con diferentes requerimientos técnicos como agua caliente. “Hicimos las modificaciones necesarias como acometidas de agua, eléctricas, mayor seguridad, etc. Andrea trajo su máquina de lavado”, comenta el directivo.

    El administrador asegura que en el ‘mall’ están satisfechos con el proyecto, principalmente porque han aportado a la sociedad en la reducción de desechos.

    Según cálculos de Huella Verde, a diario se ha dejado de generar seis metros cúbicos de desechos por platos y cubiertos plásticos. Además se evita que vayan a los rellenos sanitarios productos que no se degradan totalmente, sino que solo se convierten en partículas que contaminan ríos y tierra.

    En el proyecto de Huella Verde trabajan los dos socios y tres personas más. En Paseo San Francisco las personas de limpieza de este centro comercial se encargan de recoger la vajilla y cubiertos en unos carritos y trasladarlos a la zona de lavado.

    Todas las mañanas se entregan los platos limpios que necesiten los locales, según la demanda que tengan. Huella Verde cuenta con 20 tipos de platos, más cubiertos. Al día, esta pequeña empresa lava alrededor de 1 300 platos y cerca 2 000 cubiertos de locales de Paseo San Francisco.

    Datos

    Dinero.  La empresa cobra por cada plato entregado a los locales.

    Inversión. El monto inicial para usar en el proyecto fue un total de USD
    35 000.

    Proyecciones. La empresa busca ingresar a un nuevo centro comercial en el norte.

    Premio. Andrea Garzón ganó el premio Mujeres por el Clima, que impulsó la agencia municipal de desarrollo Conquito con el apoyo de otras entidades.

    Una imagen de un local de Paseo San Francisco donde se sirven alimentos en vajilla. Foto: Cortesía Huella Verde
    Una imagen de un local de Paseo San Francisco donde se sirven alimentos en vajilla. Foto: Cortesía Huella Verde
  • Este centro comercial ‘ofrece’ cerca de 6 000 libros a la gente

    redaccion@revistalideres.ec

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    Un bus Ford antiguo que ocupa una parte del parqueadero de Ciudad Comercial El Recreo, en el sur, alberga una amplia colección de libros. En los estantes, adecuados en la carrocería, se exponen alrededor de 6 000 obras.

    Este bus es parte del programa denominado BiblioRecreo que funciona desde abril del 2014. La iniciativa surgió como parte de la responsabilidad social de este centro comercial con la comunidad de este sector.

    La meta es acercar a las personas a la lectura y formar hábitos, sin que esto represente gastos extras para los interesados, recuerda Marianela Berrezueta, administradora de Ciudad Comercial El Recreo.

    En BiblioRecreo, las personas pueden revisar los libros o llevárselos a su casa, máximo por dos semanas. Para la segunda opción se requiere de una suscripción. Los costos de estas membresías son módicos. Los menores de 12 años cancelan USD 3 al año y los que superan esta edad pagan 5.

    Para el registro se requiere presentar la cédula de identidad, una planilla de servicios básicos, llenar un formulario y posar para una fotografía. Tras validar esta información los usuarios recibirán una credencial.

    Actualmente, este programa tiene 3 000 personas suscritas y cada mes se prestan unos 900 libros. BiblioRecreo calcula que las obras han rotado al menos unas 30 000 veces.

    Desde que se suscribió a este programa hace un año y medio, Andrés Sacoto lee uno o dos libros mensuales. Esto le permite ahorrar en la compra de estos ejemplares y, además, le sirve como inspiración para componer sus temas. Él es músico.

    En BiblioRecreo los lectores tienen a su disposición obras lúdicas, infantiles, de ciencia ficción, drama, poesías, novelas, cuentos. Además, se dispone de ejemplares en otros idiomas y hasta en lenguaje braille.

    La dotación de los ejemplares de este sitio se realiza en base a donaciones e inversiones del centro comercial. Inicialmente, en este proyecto aportaron Marathon Sports, KFC, Produbanco y Corporación Favorita. Estas marcas entregaron 2 000 libros.

    La aerolínea Avianca da cada año aquellos libros que los viajeros olvidaron en los aviones. También se recibe el apoyo de comerciantes y escritores.

    Raúl Arias, escritor y suscriptor, comenta que obsequia obras suyas o libros que ya leyó para alimentar la biblioteca. Para él este tipo proyectos comunitarios estimula a que la gente se interese por la lectura.

    En su caso, Arias aprovecha su tiempo libre para viajar en bus desde Conocoto hasta la BiblioRecreo. En este sitio accede a novelas, poesías, cuentos, historias.

    La búsqueda de libros está a cargo de los lectores, según sus aficiones. Y cuando los ejemplares presentan desgaste o la temática no coincide con la oferta de esta biblioteca, se los arregla y dona a otras instituciones. Berrezueta considera que esto es una cadena.
    Para mantener, en parte, este programa Ciudad Comercial El Recreo destina USD 5 000 al año para reponer obras deterioradas o comprar nuevas.

    Además, BiblioRecreo ha recibido reconocimientos. Paulina Fuentes, directora de Promoción de Ciudad Comercial El Recreo, menciona que en 2015, obtuvieron el premio oro de parte de International Council of Shopping Centers. Y el año anterior participaron en la Conferencia Hábitat III por tener un proyecto sustentable para la ciudad.

    Niños y grandes aprovechan las instalaciones de la BiblioRecreo para sumar conocimientos. El área de lectura tiene 60 m2.
    Niños y grandes aprovechan las instalaciones de la BiblioRecreo para sumar conocimientos. El área de lectura tiene 60 m2.
  • Centro comercial inaugura cuarta etapa

    Redacción Quito

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

    Dos años tomó la construcción de la cuarta etapa del Centro Comercial El Recreo, ubicado en el sur de Quito, la cual se inaugura este miércoles 26 de octubre del 2016.

    Este ‘mall’ abrió sus puertas hace 21 años y ha permitido que los ciudadanos de esta zona y otras zonas de la urbe tengan acceso a diferentes servicios y comercios.

    Gilberto Mantilla, gerente general de El Recreo, explicó que la cuarta etapa completa “ciertos servicios que nos faltaban y consolida otros que se tenía”. En el primer caso permitió la operación de almacenes ancla como la tienda de retail De Prati y de los almacenes Estuardo Sánchez.

    Juan Javier Sánchez, propietario de este último negocio, explicó que“el objetivo es poder ampliar la atención en servicios para nuestros clientes en la ciudad. Conocemos que el sur de Quito tiene un potencial de consumo importante. Más que todo es seguir confiando, invirtiendo en el país a pesar de las dificultades”.

    La empresa adquirió el local, el cual tiene unos 1 500 metros cuadrados. La oferta de productos es variada e incluye juguetes, artículos para el hogar, etc. La atención en el sitio, donde laboran 20 personas, comenzó el sábado.

    Pero, los locales comerciales no son la única oferta en la nueva etapa. El Recreo contará con un centro financiero que incluirá, por ahora, cuatro instituciones financieras nacionales: Produbanco, Banco de Guayaquil, Mutualista Pichincha y Banco Pichincha.

    María Elena Dávalos, gerenta regional Quito de esta última entidad, explicó que la agencia estará operativa desde hoy. Mientras que el local en el que trabajaban en otra área del ‘mall’ se entrega a la administración de este.

    “Ya nos encontrábamos al interior del Centro, pero dadas las necesidades de la zona y del mercado se evaluó tener un espacio más grande para atender de mejor forma a nuestros clientes y brindarles un mejor servicio, con una imagen renovada y dando paso a la tecnología con la nueva zona de hall de autoservicios”, indicó.

    En este último caso habrá equipos tecnológicos para hacer depósitos y retiros. También se dará asistencia telefónica y quioscos para navegación por Internet.

    Produbanco, por su parte, operará desde el 7 de noviembre y dará los mismos servicios que hasta ahora.

    La idea de implementar una zona financiera en la nueva etapa del centro comercial es brindar mayores facilidades a los bancos para el manejo del dinero y evitar que se formen colas al interior del centro comercial que incomoden a los demás negocios.

    La nueva etapa de El Recreo contará con una innovación en centros comerciales: se trata de un sistema de elevadores de vehículos que permite la utilización doble de cada plaza, el cual operaría desde la temporada navideña de este año. El sitio ofrecerá 3 100 sitios disponibles.

    Para el 2017, sin embargo, se esperan otros proyectos. Uno es la ampliación de BiblioRecreo, lo que permitirá que en la cuarta etapa haya acceso para lectores de entre los cuatro y ocho años. Asimismo, se espera la apertura de 800 metros cuadrados de una oficina virtual para emprendedores.

    También se aspira a la construcción de un área de césped sintético para la comunidad.

    La cuarta etapa de El Recreo contará con 34 locales. Cada uno tiene un promedio 200 metros cuadrados. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    La cuarta etapa de El Recreo contará con 34 locales. Cada uno tiene un promedio 200 metros cuadrados. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • El centro comercial, emblema del consumo en EEUU, una especie en extinción

    Agencia AFP

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    Cierra Dorsey tiene «buenos recuerdos» del centro comercial donde paseaba en su adolescencia, pero ahora prefiere, como otros estadounidenses, hacer sus compras en otro lugar: el tradicional ‘shopping mall’, símbolo del consumismo en los 60′, ya no está de moda.

    «El centro comercial estadounidense: una especie en extinción» o «Ascenso y declive del shopping mall», titulares como este evocan cada vez más la decadencia de las ciudadelas comerciales que triunfaron hace medio siglo en Estados Unidos.

    «La primera vez que mi madre me dejó salir sola, fue para ir al ‘mall’», recuerda con un toque de nostalgia Dorsey, de 27 años, vendedora en una tienda de productos naturales en Fairfax, a las afueras de Washington.

    El centro comercial tradicional, con largos corredores en cruz y en dos niveles, hogar de las grandes marcas bajo un mismo techo, se marchita. «Ninguno ha sido construido desde 2009», dijo a la AFP David Roelfs, sociólogo de la universidad de Louisville (Kentucky, este), experto en estas infraestructuras.

    Según el New York Times, citando al grupo especializado CoStar Group, si 80% de los 1 200 ‘malls’ cubiertos existentes son rentables, 20% batallan por mantener el vuelo, frente al 6% en 2006. El volumen del comercio en línea, aunque representa el 6,6% de las ventas al detalle en 2014, puede ser una explicación de este fenómeno.

    El envejecimiento de los edificios o simplemente la multiplicación de la oferta pueden ser otros factores, estiman los expertos. Además de un nuevo deseo: «El comercio al por menor vuelve a las calles, donde están sus raíces», según David Dochter, un desarrollador inmobiliario especializado en proyectos comerciales.

    Heredero del bazar y los pasajes comerciales, el ‘shopping mall’ de suelos brillantes, fuentes, plantas, escaparates de marcas y cadenas de restaurantes, rodeado de gigantes estacionamientos, era desde la década de 1960 el símbolo del sueño americano y su apetito consumista.

    ‘Ser moderno’

    Los años «1950 y 1960 estaban impregnados del deseo de ser modernos, y la modernidad de estos centros comerciales les permitió ser preferidos antes de los centros de las ciudades y los centros comerciales al aire libre», dice Roelfs.

    La construcción de autopistas, el reino del automóvil, el éxodo de las familias hacia los suburbios, llegaron al mismo tiempo. El primer centro comercial cubierto, el Southdale Center, todavía en funcionamiento, fue abierto en Minnesota (norte) en 1956.

    Después 1 500 más fueron construidos. Inventados por un arquitecto austríaco con ideas socialistas, Víctor Gruen, el ‘mall’ estaba pensado como un espacio social que recrea la diversidad del centro de la ciudad, recuerda Roelfs. «Pero rápidamente se convirtieron sobre todo en un lugar de consumo», señaló el sociólogo.

    La excepción son los adolescentes que siguen yendo a estos lugares para matar el tiempo con sus amigos. La cultura popular y el cine los evocan a menudo. En las películas ‘Volver al futuro’, el personaje Doc prueba su vehículo en el estacionamiento de un centro comercial, en ‘Terminator’ buscan a un adolescente y en ‘Blue Brothers’ lo atraviesan en un auto.

    Pero su declive y muerte también son documentadas por los nostálgicos de la página de internet deadmalls.com. «No es que el consumo desciende», explica a la AFP el sociólogo George Ritzer, autor de un libro sobre lo que él denomina «las catedrales del consumo». «Al contrario, el consumo aumenta, pero consumimos diferente, en otros lugares. Los malls’ están convirtiéndose en complejos de entretenimiento».

    Atmósfera trepidante

    Ese es el proyecto de David Dochter, director de Cushman y Wakefield, con el nuevo ‘CityCenterDC’, una mezcla de tiendas, departamentos, oficinas, teatros y cines en el centro de Washington.

    Los jóvenes, que tiene «un rol principal», «quieren un ambiente social en el cual puedan hacer compras. Quieren pasar un momento particular, no sólo comprar un producto», comenta Dochter, quien estima que los centros comerciales cubiertos todavía tienen futuro, pero solo los más competitivos.

    Reed Kracke, que gestiona para la empresa Edens el desarrollo del centro ‘Mosaic’ de Fairfax, lanzó un proyecto similar, recreando todos los elementos del centro de una ciudad en 20 hectáreas, con una plaza, un mercado semanal, tiendas en la calle, una pantalla gigante y espectáculos para los niños.

    «Aquí, no hay una atmósfera trepidante como en un centro comercial lleno», comenta, estimando que la tendencia apunta a este «tipo de ambiente». 

    El centro comercial Southdale Center fue abierto en Minnesota (norte de EE.UU.) en 1956. Foto: Wikicommons
    El centro comercial Southdale Center fue abierto en Minnesota (norte de EE.UU.) en 1956. Foto: Wikicommons
  • Los eventos temáticos atraen y fidelizan al cliente del mall

    Redacción Guayaquil

    Las personas asisten a los centros comerciales no solo para comprar sino también para vivir nuevas experiencias. Así lo asegura Natalia Tamariz, gerenta de Marketing de Village Plaza, ubicado en la vía a Samborondón.

    Bajo esta premisa, el sitio -inaugurado en abril del 2010- emprende estrategias todos los años para generar tráfico en el mall. Uno de los principales objetivos es fidelizar a los clientes regulares.

    Village Plaza compite con una decena de centros y plazas comerciales ubicados en esa zona. Por esto, el posicionamiento y la elección de los clientes son claves.

    Hace dos semanas, el sitio se convirtió en una pasarela. El Glam Night, organizado por segundo año consecutivo, involucró a la clientela amante de la moda en un desfile de diseños nacionales. Las redes sociales fueron fundamentales en la convocatoria de los asistentes. «La moda es un ancla importante para el centro comercial», afirma Tamariz.

    Otros eventos buscan atraer a los consumidores de la zona. Por ejemplo, hace un mes se realizó un ‘match canino’. Las mascotas de los clientes desfilaron con disfraces de personajes famosos y se eligieron ganadores. Tamariz explica que de esta manera se involucra a la comunidad con la marca del centro comercial, lo que se traduce en preferencia.

    Un festival de orquídeas, realizado durante este mes, también permitió atraer más visitantes. Este fue organizado conjuntamente con Ecuagenera, una empresa azuaya productora y exportadora de orquídeas y otras flores exóticas.

    José Portilla, presidente de la compañía, asegura que uno de sus principales objetivos es la conservación de las especies vegetales. Para ello, un paso importante es mostrar su producción al público e informar.

    Con ese objetivo realizaron una alianza estratégica con Village Plaza, donde este año se realizó por segunda ocasión el festival. «Unos de los mejores sitios para dar a conocer la diversidad de nuestras plantas son los centros comerciales, por el número de visitas que reciben». A Village Plaza, por ejemplo, asisten en promedio 500 000 personas al mes.

    Funcionar como espacio para el desarrollo de actividades juveniles es otra estrategia para conectarse con la comunidad. Por esto, el centro comercial tiene un convenio con colegios del sector, a través del cual los estudiantes realizan actividades como ferias de dulces.

    Otras actividades

    Feria de emprendedores. Cuatro veces al año se realiza Artsenal, una feria de productos hechos a mano.

    Navidad. Para la temporada festiva se preparan actividades enfocadas en los niños y en las familias.

  • La inclusión es parte de este centro comercial

    Redaccion Quito

    Bailes, exposiciones, cantos, obras de teatro y deporte fueron parte de la segunda edición de Popurrí de Afecto, evento organizado por el centro comercial Condado Shopping. Se trata de una campaña de inclusión que es parte de su plan de responsabilidad social.

    La jornada contó con el apoyo de la Fundación de Desarrollo Social Integral (Fundesi). Como parte de la campaña, miembros de esta organización brindaron conferencias a los empleados de los almacenes sobre el trato a las personas con capacidades especiales.

    Del 25 de febrero al 15 de marzo los visitantes del Condado Shopping fueron parte de eventos de inclusión social. El Ministerio del Deporte hizo su aporte con un show interactivo del deporte adaptado, con partidas de ajedrez y ping pong entre el público y los deportistas especiales. Además, la Orquesta Sinamune de músicos con discapacidades animó las jornadas con música en vivo.

    El desfile de clausura fue difundido con folletería que incluía sistema braille y por redes sociales como Facebook, además de medios de comunicación como parte de su estrategia comunicacional. Alejandra Coral, jefa de publicidad del Condado Shopping, cuenta que la campaña no busca aumentar las ventas sino ratificar el compromiso con la sociedad.

    Este evento contó con la presencia de 15 modelos con capacidades especiales y personajes de la televisión como Alejandra Boada del programa televisivo ‘En Corto’ y Jorge Fegan de Enchufe TV.

    Un galardón
    Un respaldo. La campaña recibió un premio internacional, por parte de la Internacional Council of Shopping Centers, organización mundial que agrupa a los desarrolladores de centros comerciales.