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  • El chef César Bohórquez rescata los menús tradicionales

    José Luis Rosales

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    Cebiche de jícama, cuy caramelizado, tuétano del hueso de res, etc., son algunos platillos que recrea César Bohórquez. Este máster chef internacional, quien nació en Otavalo hace 36 años, trabaja en lo que denomina cocina fusión: rescata platos ancestrales, pero les da un toque gourmet.

    Se formó en alta cocina en Europa. Comenta que ha laborado en restaurantes afamados de España, Francia, Rusia, Japón, China y el territorio de los EE.UU.

    No olvida el establecimiento madrileño de Hípica de Tres Cantos. Ahí conoció al chef Manuel Gómez, de quien aprendió todo.

    Sin embargo, heredó la pasión por la cocina de su madre, Silvia Monteros. La dama, de 55 años, tenía un restaurante que se distinguía por ofrecer menús caseros y nutritivos. César siempre colaboraba en este negocio.

    Cuando Bohórquez retornó al país, hace cinco años, tenía previsto hacer una pausa en su actividad profesional. Pero se dedicó a asesorar a emprendedores turísticos y a formar nuevos chefs en su ciudad natal y en varias del país.

    El chef considera que Otavalo es un bastión turístico, en donde se debe impulsar los aspectos rurales y la gastronomía ancestral.

    Uno de los entes que ha recibido su guía es la Asociación Coraza Ñan, que está ubicada en la parroquia San Rafael de la Laguna, a seis kilómetros de Otavalo.

    Urcu Huasi (Casa de la Montaña, en español) es una de las 12 iniciativas familiares que conforman la organización. Su propietario, Sebastián Caiza, es uno de los guardianes del cultivo de jícama.

    Por eso con el fruto de esta planta leguminosa, similar a una papa y con sabor parecido a una manzana, el chef les planteó algunas formas alternativas de preparación.

    Así surgió el cebiche que está hecho sobre una base de jugo de tomate riñón y aderezado con zumos de naranja y limón, vinagre, cebolla, cilantro, mostaza, azúcar y pimienta. La jícama, que es cortada como bastones de papa, es curtida en los ácidos del cebiche.

    Caiza incluyó este bocadillo en la carta de su establecimiento ubicado en la comunidad de Tocagón. Asegura que varios de los clientes la prefieren por sus propiedades nutricionales.
    También se elabora postres como pastel de mora y jícama, con rayaduras de limón, mermelada o en almíbar. El próximo paso es hacer snacks y deshidratados.

    Este año, en el restaurante Casa César, que funciona cerca al nuevo Mercado 24 de Mayo, el plato estrella es el tuétano de hueso de res. Para el singular platillo emplea las extremedidades de los bovinos, previamente cortadas en la mitad.

    Luego, en el proceso de cocción, retira las grasas y aprovecha las proteínas. Una vez que se adereza el producto se lo hornea.

    El singular platillo se lo sirve con una guarnición de papas cocidas, rodajas de pan a la plancha y una ensalada de legumbres.

    Con este menú, al que añadirá un globo de azúcar de helio y aromas particulares que prefiere mantenerlos en secreto, se presentará en el Congreso Gastronómico Pachamama, que se efectuará en marzo próximo, en Otavalo. El plato va acompañado de un coctel de mishky, una bebida alcohólica hecha del agave.

    En esta cita, organizada por la Cofradía de Máster Chefs, participarán expertos de EE.UU., Corea, Perú, Colombia, México, Japón, entre otros.

    En la edición anterior, Bohórquez presentó un plato de medallones de cerdo en salsa de mortiño con esferificaciones moleculares de uvilla y verduras.

    El especialista siempre apuesta a ofrecer menús tradicionales, pero con un toque gourmet y con precio asequible para todos.

    Esa idea también la compartió con las integrantes de la Asociación de Mujeres de la Cultura Pasto de la Reserva Ecológica El Ángel, en Carchi. Este grupo, que labora en las lagunas de El Voladeros, a más de gastronomía ofrece artesanías de paja de páramos, tejidos, alfarería y bisutería.

    Gabriela Íñiguez, una de las socias, explica que Bohórquez les enseñó variadas recetas para preparar el cuy y la trucha. Uno de ellos es el cuy caramelizado, que ya ofrecen a los turistas.

    El chef César Bohórquez ha ingeniado platos tradicionales con toque gourmet como el tuétano de hueso de res. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES
    El chef César Bohórquez ha ingeniado platos tradicionales con toque gourmet como el tuétano de hueso de res. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES
  • La sazón especial del chef es su pasión y sus valores

    Redacción Quito

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    La vida del chef Esteban Tapia ha estado dirigida siempre por la innovación y la investigación. Al ser una persona que no se conforma con los ideales preestablecidos, su vida ha estado llena de sorpresas y éxito.

    Uno de los giros más grandes que dio su vida fue, de hecho, el dedicarse por entero a la gastronomía. En un principio, Tapia empezó a estudiar la carrera de Economía en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y, posteriormente, en la Universidad Central del Ecuador.

    Sin embargo, desde muy pequeño, él siempre se interesó por la cocina. Él comenta, con el rostro lleno de alegría y de nostalgia, que en la casa de su abuela materna siempre comían muchas personas, por lo que la cocina tenía que estar funcionando desde las primeras horas de la mañana hasta altas horas de la noche. Esto siempre le había llamado la atención.

    Fue allí, en la casa de su abuela, donde la llama de la pasión por la cocina se encendió. “Mi abuela es una inspiración e, incluso, hasta el día de hoy, no logro preparar algunos platos tan perfectos como ella los hacía”, comenta el chef Tapia.

    Así, recordando esa curiosidad de la infancia, decidió, mientras estudiaba la carrera de economía, seguir algunos cursos de gastronomía en el Centro de Formación Hotelero Alberto. Poco a poco, la cocina fue ganando más espacio en su vida, hasta el día en que tuvo que decidir dejar la economía para dedicarse de lleno a lo que se convertiría en su herramienta más poderosa, la cocina.

    Esta, sin duda, fue una de las decisiones más acertadas de su vida, comenta el profesional. No obstante, su verdadero motor de vida, el ayudar a la gente y generar un beneficio para la sociedad, nunca cambió.

    El chef Esteban Tapia decidió aplicar todos sus conocimientos adquiridos a lo largo de su formación profesional dentro y fuera del país en el ámbito de lo social. Generar un cocina de calidad que tenga sus principios fundamentados en el trato justo para los pequeños productores y limpio para el medioambiente, se convirtió en su mayor prioridad.

    Como lo recuerda su gran amigo desde la infancia, Santiago Guayasamín, una de las principales características de Esteban ha sido siempre la solidaridad. “Mi amigo se ha dedicado a dar oportunidades a las personas de bajos recursos para que, a través de la comida, salgan adelante. Alguien que haga esto vale la pena realmente”, comenta Santiago.

    Esteban Tapia aún recuerda cómo, mientras era profesor de la Universidad Internacional del Ecuador, un estudiante se acercó a él y le presentó el concepto de ‘slowfood’; un movimiento internacional que promueve la cocina tradicional con productos locales conseguidos con los principios del trato y el comercio justo.

    “En ese momento se abrió una ventana donde entró aire, luz y vida”, dice el chef.
    Después de este descubrimiento, el chef se dedicó a investigar y empaparse lo más posible acerca de este concepto del buen comer y del proceso alimentario sostenible. Poco a poco, se fue involucrando más con la organización, hasta convertirse en el coordinador de Slowfood del Ecuador.

    En el 2013, Tapia tuvo la oportunidad de unirse al Ministerio del Patrimonio, ahora parte del Ministerio de Cultura, en el proyecto de Salvaguardia del Patrimonio Culinario del Ecuador. En este proyecto, se dedicó, junto con varios estudiantes de gastronomía, a fortificar, fortalecer y promocionar los alimentos que eran considerados tradicionales por los pobladores de diferentes sectores del país.

    El ‘slowfood’ y sus proyectos personales, le llevaron al chef Esteban a recorrer varios lugares del mundo promocionando la comida tradicional ecuatoriana elaborada siempre de manera sostenible. China, España e Italia son algunos de los países donde el chef se destacó por su trabajo y donde la exhibición de su proyecto alimentario ha sido todo un éxito.

    Reconocimientos como el haberse convertido en Embajador Gastronómico de Huelva, España, por haber realizado un proceso de salvaguardia del patrimonio alimentario de este lugar, es uno de su largo catálogo de logros alcanzados.

    Hoy en día, Esteban Tapia es profesor de gastronomía en la Universidad San Francisco de Quito, donde se le ha dado la oportunidad de impartir sus conocimientos sobre la cocina tradicional enmarcada en la filosofía del ‘slowfood’.

    Para su jefe, Rafael Villota, el chef Tapia representa uno de los verdaderos talentos de la Universidad, que ha traído varios proyectos de innovación e investigación para beneficio de la sociedad.

    El chef Esteban Tapia se dedica a salvaguardar el patrimonio alimentario del país a través del estilo de cocina ‘slowfood’. Esto le ha llevado a recorrer el mundo representando al Ecuador. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    El chef Esteban Tapia se dedica a salvaguardar el patrimonio alimentario del país a través del estilo de cocina ‘slowfood’. Esto le ha llevado a recorrer el mundo representando al Ecuador. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • El chef y sus platillos llegan a domicilio

    Valeria Heredia

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    Una hamburguesa de portobello con queso y verduras es uno de los platillos que se puede degustar en una fiesta familiar o en un encuentro con amigos. A este plato se añaden unas papas artesanales y un aderezo gourmet. A simple vista, este plato se puede conseguir en un restaurante, pero también tiene la opción de llamar al chef para que lo prepare en casa.

    Este es el emprendimiento de David Loaiza; su negocio se llama 1800 Chef y consiste en llevar a un experto en la cocina para que prepare la comida en su domicilio.

    La idea nació a inicios de este año y ya tiene una buena acogida entre los amantes de la cocina. Loaiza junto a su novia Paula León levantaron este emprendimiento. “Tenemos un trato más directo y nuestro objetivo es que nuestra cocina se conozca en todos los niveles”, explica el joven.

    La dinámica es sencilla. La persona interesada solo tiene que llamar a los teléfonos 099 810 2033 o al 099 779 1385 para hacer la reservación del chef. Si es una reunión familiar pequeña puede llamar con dos días de anticipación. Si es una fiesta grande se recomienda hacerlo con más días, ya que el servicio es personalizado y el chef se reúne con la familia para hablar sobre el presupuesto y el menú.

    Ese es uno de los plus, ya que Loaiza se acomoda al precio que sugiera su cliente.
    Por ejemplo, si una persona tiene previsto gastar USD 20 por persona. El chef, que hizo sus estudios en Ecuador y Venezuela, acomoda el menú para que alcance para el plato, los chefs contratados, la limpieza después del evento y demás detalles.

    Andrés Palma y su esposa hicieron una cena familiar hace unas semanas atrás. Les llamó la atención el anuncio en la página de Facebook y contrataron los servicios de Palma. El joven y su familia quedaron fascinados, porque el servicio fue de calidad. Además no tuvieron que preocuparse por arreglar la cocina porque el chef lo hizo todo: preparó una deliciosa comida de carne y vegetariana y limpio la vajilla.

    Palma volvería a contratar y recomendaría los servicios de 1800 chef. “El servicio es muy bueno”.

    La facturación de este emprendimiento es positiva, ya que alcanza los USD 600 al mes. “No es malo y esperamos mejorar en noviembre y diciembre por fiestas”.

    La inversión, en el momento, no es muy alta: alcanza los USD 1 000 e incluye los utensilios, uniformes, publicidad, etc.

    1800 Chef además ofrece el servicio de vajilla, meseros y más. Incluso, hay personas que piden que el experto culinario lleve los ingredientes. Eso ahorra tiempo y es más cómodo para ellos, dice.

    Este emprendimiento se proyecta como una empresa a escala nacional y que abra las puertas a más chefs. Su novia Paula ayudó a impulsar este negocio, porque es una apasionada de la buena comida. Ella es la encargada de comunicación, cotizaciones y servicio al cliente.

    Incluso se encarga de recibir las llamadas, redes sociales y el correo (1800chefec@gmail.com). Para León es importante tener confianza con el cliente para que abran las puertas del hogar. Además, que tienen la oportunidad de conversar con el chef, preguntar sobre las recetas…

    Este es el emprendimiento de David Loaiza; su negocio se llama 1800 Chef y consiste en llevar a un experto en la cocina para que prepare la comida en su domicilio. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Este es el emprendimiento de David Loaiza; su negocio se llama 1800 Chef y consiste en llevar a un experto en la cocina para que prepare la comida en su domicilio. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • El chef español utiliza productos del Ecuador

    LHospitalet de Llobregat  (I) Agencia EFE

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    Ecuador se alió con el chef Diego del Prado, de la reconocida escuela de gastronomía Basque Culinary Center (norte de España), para potenciar sus productos en Alimentaria, la principal feria del sector de la alimentación y bebidas de España.

    Un total de 14 empresas exportadoras ecuatorianas participaron en este salón, que se desarrolló en Barcelona, del 25 al 28 de abril, de la mano del Instituto de Promoción de Exportaciones e Inversiones (ProEcuador).

    Productos considerados ‘premium’, como chocolate negro, pulpa de fruta, aperitivos de vegetales, procesados de quinua, palmito o atún en conserva fueron los protagonistas del pabellón de Ecuador. Hubo demostraciones culinarias para mostrar el amplio abanico de posibilidades gastronómicas de estos productos.

    En este sentido, el joven cocinero Diego Prado fue el encargado de elaborar dos recetarios basados en dos productos típicos de Ecuador: el plátano y la uvilla.

    “Queremos innovar en la forma de promocionar nuestros productos y por eso hemos incorporado a nuestra oferta la elaboración de recetas gracias a un convenio con el Basque Culinary Center”, explicó José Luis Cabascango, director de la Oficina Comercial de ProEcuador en España.

    Este es el segundo año que Ecuador participa en Alimentaria, una feria que considera de gran importancia mundial.

    Empresas como Pacari, Bananalight, Yucho, Snob, Kiwa o Villakuyaya participaron en esta edición, que se realizó en Barcelona. Foto: cortesía de ProEcuador
    Empresas como Pacari, Bananalight, Yucho, Snob, Kiwa o Villakuyaya participaron en esta edición, que se realizó en Barcelona. Foto: cortesía de ProEcuador
  • Édgar León Ordóñez llevó sus recetas a Dubái, India…

    Leonardo Gómez Redacción Quito / LÍDERES

    Las recetas del chef Edgar León Ordóñez han llegado al exigente menú del Hotel Ritz, de París, y han viajado por América Latina. Joaquín Sabina, Miguel Bosé y Pablo Milanés se sientan en su mesa cada vez que visitan Ecuador y, sin embargo, este chef lojano no olvida sus raíces.

    Su hospitalidad se destaca por encima de sus creativos platos y es un rasgo heredado de su madre, Dioselina Ordóñez. Ella cuidó de él como el séptimo de sus 10 hijos.

    «Mi madre decía: toda persona que entre a la casa, no sale sin comer o tomar alguito», cuenta León, mientras explica el gran afecto que siente por las mujeres de su familia, sobre todo por su fallecida abuela Micaela Castro Jijón y Caamaño, a quien recuerda con especial cariño.

    De ella aprendió a hablar bajo y la preparación del ají de carne, receta de familia que se sirve en la mesa del restaurante Estragón, mismo que fundó en el 2006 para brindar degustaciones de comida gourmet preparada con recetas e ingredientes andinos como la quinua, la papa, el aguacate, el ají…

    Su cocina es impecable como un templo; pero antes de convertirse en chef León quiso ser sacerdote. Es por eso que después de terminar la primaria y secundaria en el Colegio San José De La Salle, en Loja, viajó a Chile a estudiar Filosofía.

    Estudió cinco años en la Universidad Católica de Concepción, en la década de 1980, en plena dictadura de Augusto Pinochet. Siempre se mantuvo al margen de cualquier acto proselitista y regresó al país con un doctorado en Ciencia y Filosofía, a los 22 años de edad. Renunció a su deseo de convertirse en sacerdote y decidió estudiar Hotelería y Turismo en la Universidad del Azuay.

    En Cuenca vivió durante siete años, allí se casó y se divorció, trabajó en el Hotel El Dorado, y después de se trasladó a Quito, donde trabajó en el Hilton Colón, en el departamento de Ventas y Relaciones Públicas que dirigía Sonia Egas.

    Ya con alguna experiencia, a los 29 años, regresó a Loja para desarrollar el primer programa de estudios de la Escuela de Hotelería y Turismo de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), fue Decano de la misma mientras gerenciaba el Gran Hotel Loja.

    Gracias a una beca de estudios, León regresó a Quito para estudiar en la que fue la primera promoción de Gastrología (que maneja la cocina y la higiene en la comida de hospitales, hoteles y restaurantes) en la Universidad San Francisco de Quito. Luego viajó a Francia para estudiar en la Escuela de Alta Cocina Internacional Le Cordon Bleu, en París. Allí frecuentaba al escritor Jorge Enrique Adoum, quien fue su padrino de bautismo y de estudios.

    Tomando café, un día, Adoum le hizo una pregunta que marcó su futuro: «León, está muy rica la comida que cocinas pero siempre va a ser una copia, por más bueno que seas. ¿Por qué no haces una buena cocina ecuatoriana?». Entonces decidió investigar la gastronomía ecuatoriana.

    León regresó al Ecuador en el 2001 e inició su negocio de catering y en la actualidad atiende a un promedio de 2 000 personas por día. En el 2006 abrió las puertas del restaurante Estragón, en donde desarrolla todas su recetas y escribió el libro ‘Sopas. La identidad de Ecuador’.

    Platos como los langostinos apanados con quinua y la carne con salsa de chocolate, los quimbolitos de harina de papa de achira impresionaron gratamente a la actriz Toti Rodríguez, quien conoció a León durante una recepción que ofreció la Vicepresidencia de la República.

    Su hermana menor, Dora León, prefiere las almejas blancas al ajillo. Ella quizás no lo imagina gritando un gol los domingos en el estadio, pero está segura de que este chef haría el intento por alguno de sus sobrinos. «Égdar es muy expresivo y cariñoso».

    Mariana Galarza, amiga personal de León, cuenta que en las afueras de Barcelona, en el restaurante Can Fabes (con dos estrellas Michelin) probó un platillo que le recordó la sazón de su amigo. Se acercó a uno de los miembros de la familia Santamaría, (dueños del restaurante)y este le indicó que León había cocinado esos platos, junto a ellos, en Dubái, lugar al que viajó representando a Ecuador, después de presentar el chocho ecuatoriano y el chulpi en la India.

    De la misma forma, platos como los langostinos en leche de choclo con chulpi, la crema de ave de cacería con naranja e ishpingo; la carne con chocolate, cebollas y quinua… se ofrecen en el menú del Hotel Ritz de París.

    Su fama internacional contrasta con su ausencia en las redes sociales, y a pesar de ello, quienes conocen de su cocina llegan al Estragón. Artistas como Joaquín Sabina, Miguel Bosé, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez y la fallecida Mercedes Sosa se han sentado en su mesa.

    Con su trayectoria internacional, en el 2009, un grupo de la cadena BBC de Londres llegó al Estragón para proponerle que sea su corresponsal en temas gastronómicos para los países de América Latina. A partir de este año, León es el corresponsal para todos los países hispanohablantes.

    ACTIVIDADES DESTACADAS
    2010.  COMO JURADO DE UN CONCURSO REGIONAL
    Édgar León participó como jurado del concurso internacional organizado por Alpina para elegir al mejor chef de América Latina. Posa junto otros chefs en el Club Colombia.

    2009.  UN ENCUENTRO ESPECIAL EN COLOMBIA
    El francés Lácydes Moreno, gastrónomo y profesor, autor del ‘Diccionario de voces culinarias’ posa junto a Édgar León durante una cena en la que intercambiaron algunos secretos de la gastronomía internacional.

    UNA VIDA DEDICADA A LA COCINA
    2000. Estudia alta gastronomía en Le Cordon Bleu, de París 1997. Graduado en la primera promoción de Gastrología en la Universidad San Francisco de Quito.

    1994. Fundador de la Escuela de Hotelería y Turismo de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL).

    LA FRASE:
    ‘Que el mundo acepte mi comida y lo que preparo es, para mí, SEnS el motor que me impulsa para seguir haciendo lo que hasta hoy hago».

  • Humberto Guallpa, su menú conquista la gran manzana

    Sebastián Angulo. Redacción Quito / LÍDERES

    La formación de este chef de la alta cocina inició desde la adolescencia. Los conocimientos de la cocina rural ecuatoriana fueron la base para crear su estilo y labrar su nombre en restaurantes de los EE.UU. Ahora, Humberto Guallpa, es el chef ejecutivo del restaurante Vandaag, en Nueva York, que se especializa en comida europea. Este sitio fue calificado por el diario The New York Times como uno de los mejores en comida holandesa de la ciudad estadounidense.

    Pero Guallpa también ha estado en cocinas de restaurantes como Eleven Madison de Nueva York, que fue nominado como el quinto mejor restaurante del mundo, según la lista S. Pellegrino de los 50 mejores del planeta que realiza la revista Restaurant. También en el Alinia de Chicago, el número siete del mundo del mismo ranking.

    La historia de este ecuatoriano de 34 años de edad, que provienen de Biblián (Cañar) encaja en la de aquellos que gozan de un talento innato, que se complementa con preparación académica.

    Guallpa no acudió a alguna facultad para estudiar gastronomía. Sin embargo, gracias a su talento, en su camino se encontró con maestros como Mario Batali (chef, escritor y personaje reconocido en la televisión norteamericana) o Larry Forgione, considerado el «abuelo de la cocina americana». También conoció a Rocco Dispirito, conocido como una celebridad en la cocina norteamericana y autor de libros de gastronomía.

    La trayectoria de Guallpa se remonta a la década de 1990. Su historia es similar a la de otros ecuatorianos que emigraron a EE.UU. en busca del sueño americano. En esa época, él vivía junto a su abuela, María Teresa Guallpa; ella fue quien le enseñó sus primeros pasos en la cocina. El adolescente preparaba el almuerzo para sus dos hermanos.

    Su abuela, quien todavía vive en Biblián, recuerda que le explicaba cómo preparar gallina, arroz y hasta cuy. «Cocinaba bien, él le enseñó a cocinar a las hermanas», recuerda.

    A pesar de que no vivía con sus padres, debido a que ellos viajaron primero a EE.UU., su rendimiento en el Colegio Juan Bautista de Azogues fue bueno. «Era inteligente, bueno para los estudios; cuando se fue quedaron todos sus libros y cuadernos», así lo recuerda su abuela.

    Jaime Lazo, quien ahora es veterinario, fue su amigo de barrio y compañero en el colegio. Él cuenta que Guallpa soñaba con ser ingeniero en sistemas.

    Lazo comenta que se reunían a jugar el fútbol cerca de su casa cuando eran niños y en la adolescencia acudían a fiestas. Él hace memoria y señala que Guallpa era uno de los más inquietos de su grupo de amigos; «él impulsaba a hacer las travesuras». Una de las anécdotas que evoca Lazo es que se remonta los tiempos de la secundaria, cuando se escapaban de clases para ir a nadar.

    A los 16 años de edad, Guallpa decidió viajar a Nueva York. La principal motivación es que su madre, María Teresa Chabla, que ya estaba en esa ciudad, le dijo que tenía que trabajar para ganar su propio dinero.

    Cuando llegó a la ‘Gran Manzana’, en 1995, trabajó lavando platos en el restaurante de comida americana Main Street. Ese empleo lo consiguió con ayuda de su padrastro, Jorge Bermeo. Luego de tres meses, gracias a sus aptitudes, lo promovieron para preparar ensaladas y pasta.

    Luego cambió de trabajo al restaurante de comida italiana Babbo. Mario Batali, era el chef propietario. En ese lugar también preparaba ensaladas.

    Entre el 2000 y el 2001 se incorporó a Union Pacific, de Rocco Dispirito. En ese lugar se elaboraba ensaladas y pastas. Posteriormente ascendió a jefe de cocina. Dos años después, en el restaurante de comida escandinava Aquavit, ocupó el cargo de administrador responsable de todas las ensaladas, curado de pescado crudo y todas las salsas y vinagretas.

    Entre el 2004 y 2008 consolidó su carrera y alcanzó el cargo de chef ejecutivo en tres restaurantes de comida americana contemporánea de Nueva York: BLVD, Opal y Village Lantern.

    Wilson Alvarracín, cabeza de los meseros de Vandaag, asegura que Guallpa ofrece a sus comensales «satisfacción a los sentidos».

    Alvarracín asegura que Humberto siempre se esfuerza por superarse a sí mismo, sus platos y el menú para el restaurante que trabaja. «Ha utilizado su conocimiento de los alimentos y la preparación de los mismos para desarrollar y perfeccionar nuevos e innovadores platos que son exquisitos».

    Ahora, sitios especializados como StarsChefs.com y todochef.com reconocen a Guallpa como uno de los cocineros importantes de EE.UU.

    En su tiempo libre Guallpa visita a su hija de 5 años, en Massachusetts. Con ella acuden a diferentes restaurantes para probar nuevos sabores. También sale de pesca y juega fútbol con sus amigos. Prefiere escuchar música clásica, hip-hop y reggaee. Entre sus proyectos está publicar un libro de gastronomía con sus técnicas y platos especiales.

    Su escuela fue la cocina

    2001. Jefe de cocina del restaurante de comida contemporánea Edwige At Night 2001. Encargado de ensaladas en Union Pacific 2002. Jefe de ensaladas en el restaurante Bebo.

    2003. Fue Sous Chef en el restaurante Capitale.

    2008. Chef ejecutivo en Sweetiepie Restaurant.

    2012. Chef en Page Restaurant En la apertura del restaurante Page, en Nueva York, que se especializa en comida del mar, en dónde trabajó durante un año. En la fotografía junto a los gerentes Matt y Becky Kehoe.

    2013. Chef ejecutivo en Vandaag Desde inicios de este año ocupa el cargo de chef ejecutivo en este restaurante, calificado como uno de los mejores de comida holandesa por The New York Times. Entre sus responsabilidades está el desarrollo completo de los menús.

  • Samuel Morocho triunfó como chef en Nueva York

    Giovanni Astudillo (I) Redacción Cuenca / LÍDERES

    El tenista croata, Marin Cilic, ganó a principios de este mes el Abierto de Tenis de Estados Unidos (US Open). La celebración del primer Grand Slam de su carrera se realizó en el restaurante Primola, ubicado en la segunda avenida y calle 64, en Manhattan, Nueva York.

    De ese festejo, que se publicó en el New York Post, se enteró el cañarense Samuel Morocho hace dos semanas, en su vivienda en el norte de la capital azuaya. Su emoción era visible cuando el croata, Giuliano Zuliani, su socio, le contó vía telefónica sobre la celebración efectuada en este restaurante, cuya especialidad es la comida italiana.

    Morocho, de 50 años, es copropietario de Primola desde 1998. En ese entonces, Zuliani le ofreció la oportunidad de adquirir la mitad de las acciones de este negocio. La inversión alcanzó los USD 600 000. Parte de ese dinero lo reunió vendiendo las propiedades que compró en Cuenca, con los ahorros que acumuló por su trabajo en Estados Unidos. También, vendió un bus interprovincial. «Conseguí unos USD 200 000».

    El resto fue financiado a dos años y lo pagó antes del plazo sin problemas, con lo que generó el mismo negocio. Zuliani lo escogió porque su anterior socio se retiró y buscó una persona confiable y con deseos de superación. Según el croata, Morocho es responsable y le gusta capacitarse. «Siempre está creando nuevos platos». Cada dos años, el ecuatoriano realiza cursos de cocina en Roma, Milán, Venecia… Su esposa Ruth Campoverde siempre le acompaña.

    Él nació en el cantón cañarense de Déleg, que es el poblado con mayor migración en el sur del Ecuador. Como dice el chef, es un pueblo casi vacío por el éxodo de sus habitantes. Él lo dejó cuando era adolescente y fue a estudiar en el colegio de los franciscanos de Azogues. Lo hizo como interno y solo tres veces al año salía para visitar a su familia.

    Después, ingresó a la Universidad de Cuenca para estudiar en la Facultad de Jurisprudencia, pero solo duró un ciclo porque prefirió emigrar a Estados Unidos, donde vivía su padre Luis desde mediados de la década de los 70.

    Morocho viajó como ilegal el 14 de abril de 1984. De Guayaquil voló a Ciudad de México y desde allí por tierra a la frontera estadounidense y luego a Los Ángeles, donde tomó un vuelo a Nueva York. «En esa época era fácil el viaje… Ahora es muy riesgoso».

    Su progenitor y otros parientes laboraban en restaurantes en esa ciudad y por contactos consiguió un trabajo en un restaurante italiano. Durante tres meses lavó platos y después fue ascendido para preparar pasta. Pesó su deseo de aprender.

    A los dos años, Morocho regresó al Ecuador para arreglar sus papeles, pero su estadía de dos meses le costó el trabajo. Se enteró que Zuliani necesitaba empleados para la cocina del restaurante Primola que estaba abriendo. Era 1986.

    Ambos se conocían, porque el croata solía comer en el restaurante donde antes laboraba Morocho. La facilidad para hacer amigos fue la clave.

    En su nuevo trabajo se encargó de la preparación de las carnes a la brasa y laboró por 12 años, en constante ascenso. Ahora, como dueño, es Jefe de los chefs y es el encargado de las compras. «Todo pasa por sus manos», dice Zuliani.

    Las especialidades de Morocho son la langosta con pasta o con risotto. También, el tartufo blanco, que es la trufa más cara del mundo. Morocho dice que un plato cuesta USD 200.

    Su trabajo es minucioso y no puede descuidar ningún detalle para mantener el prestigio. Cilic no ha sido la única personalidad que ha visitado Primola: también Pelé, Alfredo James Pacino (Al Pacino), Hillary Clinton, entre otros.

    Morocho destaca la calidez de estos personajes, «que son muy abiertos». De ellos conoce sus gustos. Él y Zuliani, quien se encarga de la atención, lograron combinar sus habilidades para que el negocio crezca. En el 2002 abrieron otro restaurante, Canaletto, en Manhattan. La comida italiana también es la especialidad, pero su estilo es más informal. En cambio, Primola es más clásico y grande. Tiene 24 mesas, siete meseros y cinco cocineros para atender a un promedio de 200 personas al día.

    Su cuñado, Julio Campoverde, quien es dueño del restaurante Grecia, en el centro de Cuenca, destaca la humildad y la apertura para enseñar. «Cuando llega al país me enseña nuevos platos».

    Ahora, Morocho piensa en el futuro. Su apuesta es abrir un hotel en el Centro Histórico de Cuenca. Más de USD 1 millón está destinado a ese propósito y estará listo en un año y medio. El arquitecto, Claudio Ullauri, está encargado del proyecto. Para él, Morocho es muy hábil para negociar y se esfuerza por conseguir los mejores precios. «Sabe invertir y analiza entre todas las opciones».

    Otra característica, que destaca Ullauri, es la facilidad para hacer amigos y su dedicación en los proyectos. «Ha estado hasta la medianoche viendo cómo hemos sacado el material de la casa». Se trata de un bien patrimonial con patio, traspatio y huerta. Serán 21 habitaciones.

    Su experiencia y capacitación

    En 1982. Se graduó de bachiller en el colegio de los franciscanos en Azogues. Luego, siguió un ciclo de Jurisprudencia en la Universidad de Cuenca.

    La capacitación. Este chef ecuatoriano ha realizado cursos de comida italiana. Ha viajado a Roma, Milán y otras urbes italianas. También en Grecia. Otra de sus especialidades es los postres.