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  • La macana de las cholas cuencanas en prendas y calzado

    Redacción Cuenca 

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    Hace una década Jhoana Guzmán participaba en desfiles de moda y otros certámenes para recaudar fondos para gente de escasos recursos y personas de la tercera edad, en Nueva York, EE.UU.

    En esas primeras creaciones incorporaba elementos tradicionales del Ecuador como los sombreros de paja toquilla y la macana, que es el chal de la chola cuencana. A su retorno al Ecuador estudió hotelería y turismo, pero no dejó de lado su gusto por el diseño, una carrera que cursó en EE.UU.

    Ese interés por destacar este tejido tomó mayor impulso hace dos años cuando registró la marca Ikat Master Hands. También, hizo contactos con las artesanas Carmen Vera y Gladys Rodas, quienes son expertas en la técnica del ikat, con la que se elabora la tradicional macana.

    Ellas viven en Bullcay, en el cantón azuayo de Gualaceo, y han logrado reconocimientos internacionales por su actividad artesanal. “Están prestas a innovar en el uso de las tonalidades”, dice Guzmán.

    Hasta la fecha, ella ha presentado tres colecciones. La primera se denominó Historia, Cultura y Elegancia. Fue en el evento Escaparate Moda Ecuador, que se realizó el año pasado en la ciudad de Machala.

    La colección tuvo 80 piezas, de las cuales 50 fueron para mujeres y lanzó 60 modelos de zapatos. Se trató de camisetas, camisas, sacos, ternos, vestidos, pantalones… en las que se aprecia, de diversas formas, el tejido ikat de las macanas azuayas.

    La segunda se llamó Cultura en Cuenca, que se exhibió en la capital de Azuay. El pasado 24 de junio presentó la última por el primer aniversario de la macana como patrimonio inmaterial del Ecuador. Se denominó Moda y Cultura en Cuenca 2016.

    De acuerdo con Guzmán, fueron un total de 150 prendas de vestir y zapatos para mujeres, hombres y niños. La novedad es que hubo trajes de baños, zapatos de tacones, carteras y billeteras, en las que se destacó el tejido de la tradicional macana.

    La próxima será presentada el 20 de este agosto en Guayaquil. Estará más enfocada para ser usada en la Costa porque tendrá telas más delgadas como las sedas.

    La macana también tendrá hilos finos para que la prenda no sea pesada. Guzmán las diseñó en tonalidades blanca, café, beige, etc., y el tejido de la macana se hará con colores fuertes como el fucsia, morado, azul… Una costurera y su madre le ayudan en la confección de sus creaciones.

    Sus prendas están enfocadas en un segmento medio alto y extranjeros que residen o visitan la capital azuaya. Son los que más valoran este trabajo, dice Guzmán. El 75% de sus clientes es extranjero.

    A la estadounidense Denna Kull le gusta porque se trata de un producto elaborado a mano. La combinación de colores se destaca en estas prendas tradicionales.

    Desde diciembre pasado envía 15 prendas al mes para que sean comercializadas en una tienda en Tampa, Florida. Cada mes le piden nuevos diseños y ella elabora 30 bocetos, que son escogidos.

    Además, en su taller vende otras 15 prendas al mes con tejido ikat. Las más demandadas son ternos y sacos, en el caso de los hombres, y los vestidos para las mujeres.

    Hace dos años Jhoana Guzmán registró su marca. Su idea es que este tejido sea valorado. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES
    Hace dos años Jhoana Guzmán registró su marca. Su idea es que este tejido sea valorado. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES
  • Figuras de vírgenes, hadas y dragones… son su oferta

    Redacción Cuenca

    Vírgenes cholas. Ese es el nombre del producto que elabora la cuencana Isabel Calderón. Son vírgenes con faldas pintadas a mano con flores diminutas. Además, la corona de la Madre de Jesús tiene la misma dedicación, ya que se elabora en plata tejida en filigrana (técnica de hilos delgados) o bañada en oro.

    Estas vírgenes, que bordean los USD 200, se comercializan en el local Isabel Calderón Artes, en Cuenca, y su facturación bordea los USD 3 000 al mes.

    Calderón descubrió que tenía talento para las artes desde los 14 años. En su adolescencia moldeaba figuras en porcelanicrón y paulatinamente aprendió a usar otros materiales como la resina.

    En 1997, con su aprendizaje, se enfocó en diseñar un producto nuevo y ahí nacieron las vírgenes cholas.

    La inversión para comprar los materiales (moldes, plata, oro, telas especiales, etc.), bordeó los USD 2 000. Esta azuaya trabajaba sola desde un taller que adecuó en su hogar y sus ventas bordeaban los USD 600 al mes. Una oportunidad que impulsó el trabajo de Calderón fue exponer sus creaciones en el Centro Interamericano de Artesanías y Artes Populares (Cidap).

    El exdirector de ese centro cultural, Claudio Malo, recuerda que conoció estas pequeñas esculturas hace más de 10 años. Él resalta el trabajo de esta azuaya, por su creatividad y minuciosidad para decorar las vírgenes. Con tela engomada logra que se vean los pliegues en los vestidos y «la expresión del rostro de las imágenes reflejan el amor de una madre».

    Para Malo, la perfección en cada figura muestra la pasión de Calderón por el arte. Otro punto importante es que esta azuaya a través de sus figuras rescata la cultura cuencana.

    Desde hace 6 años, Calderón amplió su oferta con hadas, dragones y otros objetos decorativos.

    Su local en La Esquina de las Artes, centro de Cuenca, es colorido por vírgenes con trajes en tonos brillantes y pintadas a mano. Del techo cuelgan hadas que le dan un toque mágico a su local. Al menos así lo describe Daniela Tamayo, quien conoció el trabajo de esta artista por una amiga. Es un espacio idóneo para escoger regalos para niños y adultos. Además, hay portarretratos en aluminio repujado, colgantes en fibras naturales, tarjetas hechas a mano.

    Los precios van de USD 5 a 250. Este valor es por las figuras más trabajadas. El precio depende de los detalles pintados a mano en su falda. Cada virgen tarda hasta una semana por el moldeo de la resina, el proceso de lograr los pliegues en la ropa, trabajar la corona en metal…

    Para este trabajo, Calderón contrató la ayuda de una persona más que trabaja a tiempo completo. Además, cuando tiene mucho trabajo recibe la ayuda de otra empleada por prestación de servicios. Esta azuaya disfruta enseñarles el arte de las vírgenes cholas.

    Su oferta

    Clientes. Un 60% son ecuatorianos y el resto son italianos, españoles y de otros países de América del Sur.

    Trabajo. Cada virgen es exclusiva. Calderón no repite los colores ni diseño de la corona o flores.

    Otros. Los ángeles también son parte de su oferta artística.