Etiqueta: Chone

  • Chone potencia el turismo en la zona rural

    María Victoria Espinosa

    (F)
    Contenido intercultural

    Relacionadas

    Chone, en Manabí, busca reactivar el turismo en las zonas rurales. Para eso se han organizado festivales, concursos y programas.

    En la parroquia San Antonio se desarrolló un festival gastronómico y deportivo en el humedal de La Segua. Este lugar es un punto clave para el turismo intercultural del cantón. Eso debido a que en este lugar se conserva las tradiciones gastronómicas montuvias y se preserva el recurso hídrico.

    En el humedal se puede practicar deportes extremos como el kayak, paseos en bote, avistamiento de aves, caminatas por senderos ecológicos, entre otros.

    María Auxiliadora Corral, guía nativa del humedal, señala que la ciénaga está ubicada en la parte más alta del estuario del río Chone-Carrizal, que es el refugio de aves migratorias y endémicas.

    En La Segua se pueden realizar paseos de más de dos horas. Este recorrido inicia en una estructura de madera sobre el humedal, que direcciona al turista a una especie de faro desde donde se puede observar las más de 1 745 hectáreas de pantano anegado.

    Luego, el turista realiza una caminata de 600 metros y también recorre el humedal en bote, donde se pueden avistar hasta 164 especies de aves, entre las que se encuentran 22 migratorias y 63 acuáticas.

    Después puede degustar de la gastronomía típica de la zona, que consiste en un pescado chame frito, con patacones y ensalada. “Este pez es típico del lugar y en un plato muy tradicional en la zona rural de Chone y Tosagua”.

    Jimmy Giler, analista técnico de Turismo del Municipio de Chone, afirma que tradicionalmente se realiza el Festival del Chame, en septiembre.

    Pero que se busca institucionalizar también el festival deportivo y gastronómico para que los emprendedores de la zona también puedan ofrecer dulces, pan de almidón, artesanías y otros productos montuvios.

    El primer paso inició con la capacitación a los emprendedores y guías nativos. Hace una semana se les entregó uniformes para mejorar la presentación a los turistas.

    El alcalde de Chone, Leonardo Rodríguez, asegura que se tiene previsto un proyecto turístico para La Segua, que ayude a preservar el ecosistema, pero que genere fuentes de trabajo para las 1 700 personas que viven en los recintos rurales de San Antonio.

    Este proyecto incluirá un hotel ecológico, miradores y otros. Se buscará el financiamiento internacional. “Vamos por buen camino porque inspectores del concurso Premio Verde evaluaron nuestros recursos ambientales, turísticos y científicos y eso es una certificación de lo valioso que es el humedal”.

    Otro de los atractivos turísticos de Chone es la parroquia rural Canuto, que se destaca porque aún se conserva la iglesia tradicional, que se construyó hace 157 años. Pese al mantenimiento que se le ha realizado aún conserva la madera original.

    Esta edificación fue instalada en el centro de la parroquia y alrededor se asentaron negocios, viviendas de madera y cemento, y el parque central.

    Para atraer al turista se realizan festivales como el de la natilla, que es el postre más famoso. Por lo general, se realiza en noviembre y asisten unas 5 000 personas.

    La natilla en Manabí suele elaborarse en Semana Santa para acompañar al viche de mariscos o a la fanesca. Pero en Canuto se realiza casi a diario y se consume en la tarde, luego del trabajo y hace parte de las conversaciones familiares y con amigos.

    Raúl Rodríguez, propietario del centro turístico El Toto, es uno de los organizadores del festival. El afirma que al menos se preparan 2 500 porciones de natilla. Pero también se destacan otros platos típicos de la zona como la tonga o la tolonta, que es una mezcla de tonga, longaniza y el tamal.

    Otro de los atractivos de Canuto es el balneario La Poza. Ahí se encuentran pequeñas cascadas, que caen una piscina natural. Los comuneros instalaron pequeños negocios de comida, dulces y otros.

    Los precios

    Un recorrido en bote en el humedal de La Segua cuesta USD 7 y dura más de dos horas. Se pueden ver especies de aves.

    En el humedal La Segua hay un restaurante en el que preparan chame frito con ensalada y patacones. Este platillo cuenta entre USD 5 y USD 7, dependiendo del tamaño del pescado.

    En Canuto se especializan en las tongas, que tienen un costo de USD 5 y las natillas, que se encuentran desde USD 1.

    Los fines de semana, en el balneario La Poza se puede degustar comida tradicional como empanadas, caldos y secos de gallina, tongas, asados desde USD 1 hasta USD 7.

    En el humedal de La Segua los turistas disfrutan de paseos en bote, kayak, caminatas y gastronomía. Foto: cortesía Municipio de Chone
    En el humedal de La Segua los turistas disfrutan de paseos en bote, kayak, caminatas y gastronomía. Foto: cortesía Municipio de Chone
  • El rompope artesanal va al ‘súper’

    Bolívar Velasco (I)
    Redacción Santo Domingo
    redaccion@revistalideres.ec

    En el cantón Chone (provincia de Manabí), la producción de rompope es una tradición en las familias. Esta bebida artesanal, preparada con leche, huevo y licor de caña es infaltable y por lo general se brinda a las visitas.

    María del Carmen Moreira encontró en esta antigua práctica una razón para emprender con una microempresa. Todo empezó hace siete años, como un proyecto de tesis de grado, que luego le dio el título de Ingeniera en agroindustria, en la Pontificia Universidad Católica (PUCE), extensión Chone, Manabí.

    La iniciativa debía ser un trabajo real, práctico y novedoso, por lo que en el proceso de creación del negocio, gestionó una patente, un Registro Único de Proveedores y otras formalidades legales.

    De esa forma nació la marca de rompope La Habana, cuyo nombre se debe a la identidad de la finca de sus abuelos, donde, además, conoció los secretos de la mezcla.

    Los inicios del emprendimiento fueron complicados, porque el producto no duraba tanto tiempo. En menos de un mes, esta bebida perdía su esencia y tomaba un aspecto granulado y agrio. Entonces, la emprendedora fue probando fórmula tras fórmula, su realidad era un ‘prueba-error’, hasta que encontró una que ahora le garantiza la durabilidad del producto por unos cuatro meses.

    María del Carmen Moreira recuerda que tuvo que dejar de utilizar canela y clavo de olor, y agregarle una dosis equilibrada de licor de caña.

    Entonces, con más confianza en lo que hacía, se involucró en las ferias y ruedas de negocios que promovían las instituciones públicas de la provincia manabita.

    En esos encuentros realizó acercamientos con cadenas de ‘retail’, que en principio le pidieron una muestra del rompope para analizarlas en sus departamentos de control de calidad.

    Al principio, su mercado se concentraba en las tiendas del mercado de Chone. Pero en diciembre de 2015 recibió llamadas de agentes comerciales de Corporación Favorita y de Tiendas Industriales Asociadas (Tía) en Manabí.

    Desde entonces, rompope La Habana se exhibe en las perchas de esos supermercados. Los primeros hacen pedidos al mes de 30 cajas de 12 unidades, mientras que Tía concreta 15 cajas en ese mismo período, señalan los emprendedores de la bebida.

    Supermercado Chone Pac fue uno de los primeros en confiar en la producción de rompope La Habana, recuerda su propietario Francisco Zambrano.

    Señala que en sus comienzos -hace cinco años- solicitaba una o dos cajas al mes, pero debido al crecimiento de la demanda en su negocio, decidió incrementar sus pedidos a ocho cajas.

    “Es como una paradoja. En Chone todo el mundo prepara rompope, pero La Habana tiene mucha salida, por su calidad y tiempo de preservación al clima caluroso”.

    El rompope sale al mercado en presentaciones de botellas de vidrio de 375 y 750 milímetros. El precio unitario de la botella grande para el consumidor final varía entre los USD 6,50 y 7,50, y el envase pequeño se vende a la mitad de ese valor. El contenido tiene 7,5 grados de alcohol.

    La producción total del rompope se elabora en un espacio de 18 metros cuadrados contiguo a la vivienda de la microempresaria, en la calle Salustio Giler y 1 de Mayo.

    María del Carmen Moreira insiste que su trabajo es a pequeña escala y su único colaborador es su esposo José Monges. Los equipos que constan en su área de trabajo son dos agitadores de acero inoxidable, una cocina industrial y una envasadora artesanal.

    Esa ‘maquinaria’ es la encarnación del primer préstamo de USD 3 000 que hicieron a una cooperativa de ahorro y crédito, en Chone.

    En el lugar también empacan las botellas que salen a los clientes de la capital y a la provincia.
    Los envíos se hacen en cajas de cartón, que les provee la empresa cartonera del Austro.

    En el vehículo de Monges se organizan para obtener la materia prima, en la finca La Habana, ubicada a 15 minutos de su vivienda.

    En ese lugar, les garantizan los 320 litros de leche que requieren para cumplir con los compromisos de los 30 días. Mientras que al cantón Junín viajan en busca de los 50 litros del licor de caña.

    Según Moreira, su meta es avanzar a paso lento, hasta que su producto se coloque en todo el país.

    Ella confía en el ofrecimiento de sus clientes que le aseguran que primero hay que dar a conocer la marca y después expandirla.

    Insignia

    ‘La familia es la clave para avanzar’

    José Monges. Copropietario rompope La Habana

    Desde que empezamos a diseñar la tesis de grado que dio lugar a la creación de la microempresa rompope La Habana, creímos que aquí podíamos asegurar un negocio distinto, nuevo y sobre todo que se dé a conocer a nivel nacional. Tenemos referencias que el rompope no tiene mucha demanda en otras provincias, pero lo que buscamos es que llegue a todo el país y prueben esta delicia manabita. Para conseguirlo, estamos recibiendo el apoyo de toda nuestra familia que prácticamente ha volcado todo tipo de esfuerzos para apoyarnos anímicamente y económicamente en lo que necesitemos. Junto con mi esposa, María del Carmen Moreira, pensamos avanzar poco a poco en nuestros objetivos. Ahora nos estamos dando a conocer en la provincia de Manabí y en Quito, pero estamos concretando contactos con Guayaquil, Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas. Esperamos que pronto prueben el rompope en estas provincias.

    María del Carmen Moreira es ingeniera en agroindustria. Foto: Juan Carlos Pérez  para LÍDERES
    María del Carmen Moreira es ingeniera en agroindustria. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES