Los vaporizadores, conocidos como cigarrillos electrónicos, fueron inventados como una alternativa para dejar de fumar cigarrillo y evitar los daños producidos por el humo, el tabaco y la nicotina.
Si bien muchos entran al mundo del ‘vaping’ por este tema, se encuentran con una afición. Todo puede empezar con un ‘Pen Style’, que es el vaporizador más común pues es cilíndrico, viene con todas las partes armadas y es fácil de usar; su precio va desde los USD 35. Así lo da a conocer Germán Landázuri, gerente de Ecuavaping, una empresa que elabora esencias y comercializa equipos y accesorios para vaporizadores.
Una de las primeras necesidades para los usuarios del vaporizador es tener al menos un tanque extra. En esta pieza se vierte la esencia. Por lo tanto, tener tanques con diferentes sabores evitará la incomodidad de vaciar el mismo tanque para usar una nueva esencia. Ecuavaping tiene ocho sabores, entre ellas Kiwi, Silvestre y Heaven. Las esencias varían por el nivel de nicotina: 0%, 6, 12 y 18 mg es la oferta de Landázuri.
Este emprendimiento trabaja con materia prima importada de EE.UU. y Canadá para asegurar la calidad y seguridad de sus productos. Ecuavaping vende las esencias en su página web y Facebook y en la Tabaquería King Edward del Megamaxi de la 6 de Diciembre y El Bosque.
Para quien empieza a conocer del ‘vaping’, preferirá equipos con más opciones y otro tipo de boquillas. Por ejemplo, los ‘mod’, que viene del inglés modify o modificado, tienen un cuerpo rectangular que permite controlar el voltaje. Esto se traduce en la rapidez con la que el ‘coil’ o resistencia calentará el algodón para generar el vapor.
Cada vez hay productos más sofisticados, con chips inteligentes que regulan la electricidad que genera la batería. Existen distintas clases de baterías: las recargables y las internas que se cargan con un USB.
En cuanto a boquillas, hay diferentes modelos con el objetivo de aislar el calor que pueden generar ciertos equipos. También hay diseños que se adaptan a la forma de los labios y otros que permiten tener el ‘mod’ vertical pues tienen diseños con una curvatura como la boquilla más alta de la imagen inferior.
Las boquillas: Hay de diferentes formas, tamaños y materiales: plástico, cerámica o metal. La ergonomía se toma en cuenta para algunos diseños.
La organización no gubernamental Corporate Accountability International (CAI) instó a los países de América Latina a poner fin al comercio ilícito de tabaco, porque «el bajo costo de la venta de cigarrillos ilegales en el mercado aumenta el consumo y, por ende, la pandemia del tabaquismo».
En una entrevista con Efe con motivo del Día Mundial sin Tabaco, que se cumple el 31 de mayo, el colombiano Yul Francisco Dorado, director regional de CAI, destacó la importancia de frenar la entrada de cigarrillos de contrabando o de marcas falsificadas a los países de la región.
Según dijo el representante de una ONG que desde hace más de 35 años desafía «las acciones irresponsables de las grandes corporaciones», alrededor de unos diez cigarrillos de cada cien que se venden en la región son ilegales. Precisamente el lema de este año para la jornada antihumo es «¡Alto al comercio ilícito de productos de tabaco!«.
Hasta ahora solo dos de los países latinoamericanos, Nicaragua y Uruguay, han ratificado el Protocolo para la eliminación del comercio ilícito de productos de tabaco de 2012, que forma parte del Convenio Marco para el Control de Tabaco (CMCT) de la OMS.
En total son 54 los países firmantes del protocolo, entre ellos, además de Uruguay y Nicaragua, Colombia,Costa Rica, Panamá y Ecuador, pero solo ocho lo han ratificado y se necesitan 40 para que se haga efectivo.
A juicio del director regional del CAI, en el Protocolo del Comercio Ilícito «se condensan todas las medidas que los países deben tomar para controlar la cadena de suministro del tabaco». Dorado exhortó a los países latinoamericanos a que firmen y ratifiquen el protocolo para que «exista en América Latina un seguimiento real y más verídico al contrabando y al comercio ilegal de los productos derivados del tabaco».
«Con este protocolo los gobiernos tendrán la obligación de controlar desde el cultivo de la hoja de tabaco, pasando por la fabricación y comercialización del producto hasta que éste llega al consumidor para evitar que el cigarrillo se vaya por rutas ilegales, atacando así las redes del contrabando», agregó Dorado.
Entre las medidas que establece el protocolo contra el comercio ilícito está que cada cajetilla de cigarrillos debe tener las estampillas, los códigos de barras y las advertencias sanitarias, que deben ocupar hasta del 80% de la superficie, que establece la legislación de cada país.
Esas medidas han permitido que en Brasil «todos los cigarrillos que salen de cualquier fabrica ubicada en su territorio» estén controlados y no puedan salir a otros países de manera ilegal, como ocurre en Paraguay, según Dorado.
La producción de cigarrillos en Paraguay es 20 veces mayor que la demanda interna, dijo el directivo de CAI, para sentenciar a continuación que «el cigarrillo paraguayo va a parar a cualquier parte».
Para el director de esta ONG especializada en defender a la sociedad de los abusos de las grandes empresas, Uruguay, Panamá, Costa Rica y Brasil son líderes en América Latina en la aplicación del CMCT y en la disminución del consumo de tabaco. En algunos de esos países la implementación de las políticas de control, planteadas en el protocolo del CMCT, han tenido un efecto positivo y ha disminuido un 22% el consumo.
A juicio de Dorado, muchos de los estudios sobre comercio ilícito de tabaco son elaborados por la propia industria tabacalera, por lo que sus resultados no son fiables. «Invitamos a los gobiernos a fortalecer las políticas recomendadas por el protocolo de comercio ilícito y sobre todo a mantener al margen a la industria tabacalera, la cual manipula cualquier estudio y resultado en materia de comercio ilícito y genera información que no es real» dijo a Efe.
Para Dorado, hay una relación directa entre el comerció ilícito de cigarrillos y el hecho de que las cifras de consumo de tabaco no bajen como se esperaba en sectores de población de bajos ingresos.
También alienta que los menores de edad se inicien en el tabaquismo, agregó. «Esto supone una amenaza para la salud pública y para el sistema de salud latinoamericano», que en un año gasta aproximadamente USD 33 458 millones en atender enfermedades relacionadas con el tabaquismo que causan alrededor de 379 000 muertes al año en la región, subrayó Dorado.
Si se aumentarán en un 50% los precios de los cigarrillos en cada país de Latinoamérica, se ahorrarían entre USD 1 385 millones y USD 3 815 millones en costos sanitarios y se generarían USD 5 873 millones por recaudación impositiva adicional, según los datos que maneja Corporate Accountability International (CAI).
Hasta ahora solo dos países latinoamericanos, Nicaragua y Uruguay, han ratificado el Protocolo para la eliminación del comercio ilícito de productos de tabaco de 2012. Foto referencial: Pixabay
Andrés Castañeda notó, a finales del 2011, que uno de sus compañeros de trabajo fumaba un cigarrillo que producía vapor en lugar de humo y que no necesitaba de fuego para encender. Se trataba de un cigarrillo electrónico que su compañero guardaba en el bolsillo sin temor a quemarse.
En su casa conversó con sus hermanos y padres sobre este curioso producto. En seguida, su hermano Fernando Castañeda pensó en la posibilidad de buscar la forma de crear una marca de cigarrillos electrónicos ecuatorianos.
Así nació Cafú, una empresa que importa cigarrillos electrónicos desde Hong Kong, pero con un diseño, marca y particularidades especiales. Por ejemplo la selección de 13 sabores que el fumador elige a su gusto.
Cafú es un negocio familiar en el que la familia Castañeda invirtió cerca de USD 6 000. Ese dinero sirvió para la primera importación en marzo de este año y para la adecuación de su primer local comercial, ubicado en el Centro Comercial Quitus, en el sector de Santa Clara, en el norte de Quito.
Los cigarrillos electrónicos están compuestos por una batería en lugar del cuerpo del cigarrillo y un cartucho que contiene glicerina, nicotina y saborizante, en lugar del tradicional filtro de carbón. La recarga se realiza con un puerto USB y demora un promedio de dos horas.
La venta de los cigarrillos Cafú iniciaron en marzo del 2012 y generan hasta USD 5 000 mensuales, dependiendo de la temporada. “Cada dos meses importamos unos USD 5 000 en mercadería”, cuenta Fernando Castañeda, gerente Comercial de Cafú.
Su hermano menor, Jaime, se encargó del diseño de la marca. “El nombre Cafú nace de la combinación de las iniciales de nuestros dos apellidos Castañeda y Fuentes”, explica Jaime Castañeda.
Para junio de este año abrieron un segundo local en el Centro Comercial Caracol, en el norte de Quito.
A diferencia de los cigarrillos comunes, estos artefactos no producen calor y cuando se aspira se enciende una luz roja en la punta. Tampoco producen alquitrán, no generan ceniza y no dejan su olor impregnado.
“Hay personas a las que les prohiben fumar por su salud, pero no pueden dejar el habito de aspirar y exhalar el humo, por eso los médicos les recomiendan estos productos, así pueden regular el nivel de nicotina”, agrega Castañeda.
Lo que más llama la atención de sus clientes son los diferentes sabores como chocolate, menta, Red Bull, Coca Cola, Uva… Cada uno con tres niveles de nicotina: la más alta con 18 miligramos, equivalente a un cigarrillo; intermedia, con 11 mg; y un producto muy popular que son las esencias con 0% de nicotina. También se personaliza el color de los cigarrillos.
Esto es algo que cautiva a fumadoras sociales como Ana Cifuentes, que compró en Cafú varios cartuchos con sabor menta y Red Bull. “Fue un regalo de mi hermano mayor para que poco a poco deje de fumar. Me gustan por que no me quedan oliendo la ropa ni las manos a tabaco”,cuenta.
Su opinión es compartida por Gabriela Encalada, quien prefiere los cigarrillos electrónicos sin nicotina. “Me gusta el deporte pero también me gusta fumar. Es una mala combinación por eso fumo cigarrillos electrónicos, para pasar las ganas y no hacer daño a mis pulmones”, dice esta joven cliente de este emprendimiento ecuatoriano.
Detalles del negocio
El consumo. El uso de cigarrillos electrónicos está prohibido en lugares cerrados al igual que los cigarrillos comunes.
El mercado. El perfil de los consumidores de estos productos son fumadores activos mayores de edad de distinto nivel socioeconómico.