Etiqueta: colchones

  • Al portafolio del negocio se suman hoy los colchones

    Redacción Cuenca (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    Los colchones Zero Stress son la nueva línea de producción del Grupo Colineal, que funciona en el Parque Industrial de Cuenca. Con una inversión de USD 450 000, sin considerar las instalaciones, se equipó la planta donde se fabrica para el mercado ecuatoriano y para exportar a Perú y Panamá.

    Cada mes se elaboran 350 unidades que se comercializan a través de las 31 tiendas y megatiendas que tiene Colineal en ciudades como Quito, Guayaquil, Cuenca, Loja, Ambato, Machala, Portoviejo…

    La producción empezó en octubre pasado tras las pruebas respectivas, comenta Roberto Maldonado, presidente del Grupo. También, dice, se enviaron 300 unidades a Lima y una cantidad similar a Ciudad de Panamá, en donde esta firma tiene megatiendas.

    Según Maldonado, antes importaban desde EE.UU., Colombia y China, pero desde la aplicación de las salvaguardias por parte del Gobierno ecuatoriano (en el 2015) estos productos se encarecieron, por lo que se planearon la alternativa de producir en Cuenca. Además, con esta decisión, Colineal evita guardar stocks altos de colchones, que ocupan espacio.

    Ahora, en la capital azuaya, fabrica cinco modelos para hogares en todas las dimensiones. Es decir, plaza y media, dos, dos y media y tres plazas. Además, dos modelos para hoteles, pero se pueden adaptar a las dimensiones y necesidades de estos clientes corporativos. Así lo señala el gerente de Producción-Tapicería de la empresa, Sebastián Vázquez.

    Él destaca la tecnología que se emplea para la fabricación. Hay partes, componentes y materias primas que son importadas desde Estados Unidos, México y Alemania. Los colchones Zero Stress tienen dos tipos de tecnología. La primera, que se utiliza para las líneas más económicas, es la denominada ‘bonnell’, que es una parrilla convencional donde están las cimbras.

    La otra se conoce como ‘pocket’, que son resortes individuales enfundados que se usan para mejorar el confort. Es decir, dice Vázquez, si una persona se mueve durante la noche, quien está al lado no sentirá ese movimiento.

    Hay modelos que tienen ‘pillow top’, que es una capa superior que se coloca para que ofrecer una mayor comodidad, explica Vázquez. Otros tienen doble ‘pillow top’ o no tienen. Las telas son antiácaros y antialérgicas.

    Con la marca Zero Strees también se fabrica la denominada ropa para la cama. Es decir, sábanas, edredones, protectores de colchón, almohadas, etc.

    Maldonado indica que hasta finales de este año aspiran fabricar unas 1 000 unidades y en seis meses trasladarán la fábrica de colchones a un nuevo galpón que adquirieron en el mismo parque industrial, porque en la actualidad funciona en la fábrica de Colineal.

    Los ejecutivos Édgar Abad y Sebastián Vázquez, en el área de producción de los colchones Zero Stress. Estos productos se elaboran en Cuenca. Foto: Giovanni Astudillo / LÍDERES
    Los ejecutivos Édgar Abad y Sebastián Vázquez, en el área de producción de los colchones Zero Stress. Estos productos se elaboran en Cuenca. Foto: Giovanni Astudillo / LÍDERES
  • Un nuevo jugador en el mercado de colchones

    Redacción Guayaquil

    Relacionadas

    Con una inversión de USD 4 millones, en la vía a Durán-Tambo de Guayaquil, se levanta desde enero de este año la fábrica de colchones de la marca estadounidense Simmons.

    Esta firma, con 145 años de historia en diseño y fabricación de colchones, tiene presencia en más de 100 países y ha comenzado a expandirse con fuerza en América Latina, señala Rolf Sannes, vicepresidente de marca de Simmons. Él estuvo en Guayaquil durante el lanzamiento del producto, realizado el 29 de abril.

    “Nuestro mensaje es brindar un mejor sueño con la mejor tecnología, queremos que ese mensaje llegue de manera global. En esta región ya tenemos socios en México, Argentina, República Dominicana y vimos en Ecuador una importante oportunidad para ingresar y generar trabajo”, refiere el directivo.

    En el mercado ecuatoriano ya se comercializan nueve modelos dentro de las tres líneas que ofrece Simmons: Beauty Rest Recharge, Beauty Rest Recharge World Class y Beauty Rest Black, con precios que van desde los USD 400 hasta los 2 500.

    Resortes independientes de acción individual que se ajustan al peso y contorno del cuerpo, seis variedades de espumas -una de ellas con partículas de diamante industrial que actúa como conductor térmico-, sistemas de regulación activa de temperatura tela y acabados delicados, son algunas características de los productos que ofrece esta marca.

    Sannes hace hincapié en que el plan de negocios que el empresario guayaquileño Jorge Adum había diseñado, los convenció de ingresar directamente con una planta en el Ecuador.

    Adum cuenta que hace tres años comenzó a trabajar en la idea. “Firmamos un compromiso de inversión con el Ministerio Coordinador de la Producción, comprometiéndonos a hacer las inversiones necesarias en el país y la transferencia de tecnología de esta marca, todo el ‘know how’”.

    Actualmente, están en proceso de implementar una máquina de producción de resortes con alambre nacional, para alcanzar un 30% de componente nacional.

    En la industria, hay dos líneas de producción con 18 máquinas en las que laboran unos 45 empleados. Adum asevera que en esta primera etapa la planta está al 50% de su capacidad instalada, que es de 4 000 colchones por mes.

    “Esperamos alcanzar la totalidad a final de año, viendo la acogida del producto en el mercado. Ahora, estamos con 26 puntos de venta y en dos semanas más tendremos unos 50”.

    Para Luis Morales, gerente de Mercadeo de Muebles el Bosque, la acogida del producto ya se comienza a ver en su primer mes de comercialización.

    Esta empresa vende el producto en sus 15 locales y Morales proyecta que a finales de este año la participación de la marca puede llegar a un 20%.

    Fernando Barciona, gerente de Mercadeo de Almacenes Boyacá, también proyecta un buen comportamiento de ventas del producto, sobre todo porque llena un espacio que el mercado requería.

    “Hay un segmento de clientes que necesitaban productos de mejores características de las que se encontraban acá y por eso ha tenido una acogida tremenda. Lo importante es que se saca el estigma de que el producto ecuatoriano no es bueno”, comenta.

    En la planta de Simmons colaboran 45 empleados. La producción de colchones arrancó en enero. Foto: Gabriel Proaño / LÍDERES.
    En la planta de Simmons colaboran 45 empleados. La producción de colchones arrancó en enero. Foto: Gabriel Proaño / LÍDERES.
  • Una fusión para dormir tranquilos

    Redacción Quito

    ‘Si no puedes contra ellos, úneteles». Esta conocida frase refleja la estrategia de ciertas compañías cuando, en el ‘cuadrilátero’ del mercado, existen dos fuertes contendores.

    En el ámbito de las multinacionales es común que las más prestigiosas tengan un ‘archirrival’, que compitan palmo a palmo cada uno de sus clientes.

    Las fusiones y adquisiciones de empresas son parte de la estrategia corporativa. Esta táctica la aplicó Tempur, una compañía especializada en la industria del descanso. Esta firma se dedica a la manufacturación de colchones, almohadas, cojines para viaje, máscaras para dormir, entre otros. Su valor agregado es que sus colchones no están fabricados de cualquier esponja, sino de tempur.

    La historia de este material se remonta a principios de la década de 1970, cuando la NASA desarrolló un material para que absorba y amortigüe la presión y brinde un mejor apoyo a los astronautas durante el despegue de los transbordadores espaciales.

    Esta idea pronto fue adquirida por la compañía sueca Espumas Mundial Fagerdala, una firma que se especializaba en la fabricación de esponjas especiales.

    Fagerdala pasó años perfeccionando su fórmula y, una vez completa, el nombre que decidió para su versión de consumo masivo fue Tempur. Así ocurrió la introducción del primer colchón denominado ‘Tempur-Pedic’, en 1991.

    En esa década creció la industria del descanso, apuntalada con productos de alta tecnología.

    En el otro extremo de esta historia se encuentra Sealy Corporation, una compañía que nació en Texas (EE.UU.), en 1889, y que patentó el algodón comprimido para su uso en colchones. Gracias a ese producto, en ese entonces innovador, se posicionó como una marca representativa en colchones, y así permaneció durante el siglo pasado.

    En septiembre del año pasado, Tempur-Pedic International anunció un acuerdo para comprar Sealy, por aproximadamente USD 229 millones.

    Esto representa la combinación de las dos mayores empresas que fabrican colchones que cotizan en bolsa.

    Actualmente, Tempur-Pedic, que tiene su sede en Lexington, Kentucky, (EE.UU.) asumirá la totalidad de una deuda pendiente de Sealy, por un monto de USD 1 300 millones.

    Juntas, las dos empresas poseen seis marcas: Tempur, Tempur-Pedic, Sealy, Sealy Posturepedic, Optimum y Stearns & Foster. Su plan es llegar a más países con los productos de Seally, que se concentraba en el mercado estadounidense.

    En Ecuador, Tempur llegó hace cuatro años. Daniel Chang, gerente de Marketing de Tempur en Ecuador, señala que con esta alianza esperan que los productos de Seally lleguen a la región y el país próximamente; «todavía no hay un pronunciamiento oficial de la firma».

    Al momento seguirán comercializando y promocionando su línea de colchones Tempur, en sus locales de Quito, Guayaquil, Cuenca y Ambato.