Vélez, empresa colombiana de ropa y accesorios en cuero, ampliará en 2016 su presencia en Ecuador, Guatemala, Panamá y Perú, con la apertura de cuatro nuevas tiendas con las que llegará a 21 fuera del país.
Así lo anticipó a Efe el gerente de mercadeo y ventas de la compañía, Juan Fernando Vásquez, quien anunció que en Colombia prevén inaugurar nuevas tiendas en la isla de San Andrés.
«En Ecuador estamos iniciando un desarrollo con tres tiendas solo en Quito, pero nuestra idea es abrir tienda en Guayaquil y en el caso de Perú, donde hay cuatro tiendas en Lima, también vamos abrir nuestra quinta tienda», señaló el directivo.
Vásquez aseguró que además prevén inaugurar dos nuevas tiendas en Panamá y Guatemala. La firma está presente en Costa Rica, donde opera dos almacenes, así como en Ecuador (3), Guatemala (4), Panamá (4) y Perú (4), mercados donde en septiembre pasado registraron un crecimiento del 40 % con respecto al mismo periodo de 2014.
«Los crecimientos afuera son superiores a niveles del 40 % porque hemos tenido nuevas aperturas en países donde la marca ha tomado fuerza. Adaptamos las colecciones a cada mercado y tenemos países como Guatemala, donde en los últimos seis meses competimos con marcas internacionales y donde llegan marcas de lujo y commodities», agregó.
Vélez cuenta en el mercado colombiano con 202 tiendas que en septiembre pasado tuvieron un aumento en ventas del 25 %, como consecuencia en gran parte a la expansión de la marca en zonas turísticas de Colombia.
«Hay niveles de crecimiento muy importantes en el país por la expansión de la marca, de nuevos productos en el mercado y en las zonas turísticas que han tenido buena afluencia de público y que generan buen aporte a la venta como en la costa (norte), eje cafetero (centro) y aeropuertos», añadió.
La empresa espera cerrar 2015 con un crecimiento similar al que ha registrado en lo que va del año.
La cadena colombiana de cafés Juan Valdez registró en el primer semestre de 2015 una utilidad neta de USD 1,75 millones, un 216 % más que en el mismo periodo de 2014, informó este jueves 6 de agosto la Federación Nacional de Cafeteros (FNC).
Los ingresos de la compañía alcanzaron entre enero y julio 97.313 millones de pesos (unos 33 millones de dólares), lo que supone un aumento del 25 % con respecto al primer semestre del año pasado, detalló la FNC en un comunicado.
La Federación destacó que la estrategia de expansión «es uno de los pilares que más ha aportado al positivo crecimiento de Juan Valdez durante este año», e indicó que en el primer semestre inauguraron una tienda en San José (Costa Rica) y seis en los aeropuertos de Barranquilla, Medellín y El Dorado de Bogotá. «En total se han inaugurado 11 tiendas en Colombia y 4 en países como Chile, Kuwait, El Salvador y Ecuador, lo que permitió llegar a 322 tiendas en operación a nivel global», añadió la FNC en un comunicado.
El beneficio antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (Ebitda) subió entretanto un 19 %, hasta los USD 3,6 millones. Para Hernán Méndez, presidente de Procafecol, entidad que forma parte de la FNC y que opera la marca y la cadena de tiendas Juan Valdez, estos resultados muestran que van «por buen camino» y siguen «generando valor a los caficultores colombianos». «Hemos reforzado nuestra estrategia de expansión de tiendas y además le hemos apostado fuertemente a las alianzas estratégicas con el propósito de continuar siendo el lugar preferido para disfrutar de la experiencia auténtica del café premium colombiano», añadió.
Procafecol paga una prima sobre el precio del grano y regalías al Fondo Nacional del Café por las utilidades de Juan Valdez.
Una de las tiendas de Juan Valdez, en el Centro Comercial Granahorrar de la calle 72 (Bogotá).
La universitaria colombiana Adriana Rada consiguió desarrollar un producto cárnico similar al jamón serrano, utilizando piernas de cordero de raza Dorper, informó el 10 de abril del 2015 la Universidad Nacional (Unal) de Colombia.
La estudiante, quien cursa el último curso de Ingeniería de Alimentos en la Unal, «utilizó los procesos de conservación de carne aplicados en la antigüedad«, cuando se salaban los productos al no haber neveras que permitiesen su preservación, aseguró la universidad en un comunicado. Para la realización del proyecto, se trabajó con ovejas Dorper, cruzadas con una raza criolla, con edades inferiores a los cuatro meses, antes de que los especímenes lleguen a la edad sexual.
«Con el fin de tener un animal con mejores cualidades cárnicas, se realizó el cruce, con lo que se obtiene buena pierna y buen peso para la deshidratación del producto», aseguró la estudiante en el comunicado. El proceso de elaboración, dividido en tres partes, se inició con el salado en seco de las piernas, para luego realizar un proceso de postsalado y finalizar con el secado y la maduración.
«En la primera etapa, la carne absorbe cierta cantidad de sal. En la segunda, la sal absorbida que quedó en los extremos penetra todas las partes de la pieza cárnica, y en cuanto al secado y la maduración, se espera una deshidratación paulatina del producto«, añadió la información. La investigadora aseguró que no es la primera en realizar este tipo de productos, pues a nivel nacional se han desarrollado carnes similares utilizando otras especies y añadió que las empresas comercializadoras del producto aún no enfatizan en esta nueva forma de producción del jamón serrano.
Este producto, extraordinariamente popular en España, es un alimento obtenido a partir de la salazón y secado al aire de las patas traseras del cerdo. Posteriormente se cura en parajes altos de las sierras, donde las bajas temperaturas facilitan la curación, razón por la que se le denomina ‘serrano’.
Adriana Rada consiguió desarrollar un producto cárnico similar al jamón serrano. Foto: Archivo/LIDERES.
Las cifras que revelará el próximo 17 de febrero el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), sobre el comportamiento de la industria manufacturera a diciembre del 2014, posiblemente no serán halagadoras y harían volver los ojos sobre los problemas que afectan este sector, que por segundo año consecutivo tuvo un pobre resultado y cuya producción escasamente creció alrededor del uno por ciento.
Cabe recordar que en el 2013 la producción industrial cayó -1,8 por ciento, entre otros, por la pérdida de competitividad de las empresas frente a las importaciones, pues la tasa de cambio promedio anual fue de 1.869 pesos, según el Banco de la República.
Las estadísticas indican además que en los 11 primeros meses del 2014, que es el último dato disponible, de las 43 actividades industriales, 28 elevaron la producción, en una tuvo cero crecimiento (productos elaborados de metal) y en 14 cayó.
Entre estas últimas se cuentan textiles, transformación de la madera y refinación de petróleo. Aún así, hubo cuatro subsectores donde la producción creció por encima del diez por ciento.
Se trata de carrocerías para vehículos, equipos de radio, televisión y comunicaciones, curtido y preparado de cueros y aparatos de uso doméstico (electrodomésticos).
La directora ejecutiva de la Cámara Automotriz de la Andi, Juliana Rico, afirma que el buen comportamiento del negocio de carrocerías responde al incremento de los pedidos de buses y busetas para el Sistema de Transporte Público de Bogotá (Sitp).
“El año pasado ingresaron unos 6.000 al parque automotor de la ciudad”, señala la directiva. El ensamble de carrocerías es igualmente intensivo en mano de obra y poco robotizado, agrega.
La producción del sector creció 16,9 por ciento y las ventas el 18 por ciento, también en los 11 primeros meses del 2014.
Las cifras del Registro Único Nacional de Tránsito (Runt) indican, por otro lado, que el año pasado las matrículas de buses crecieron 27,3 por ciento y las de busetas el 26,8, impulsando la demanda de esa autoparte.
Aunque no creció dos dígitos, el subsector de vehículos igualmente mostró signos de reactivación y su producción subió 7,8 por ciento en los 11 primeros meses del 2014, y sus ventas el 0,9 por ciento.
Cabe recordar que según el gremio Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) en el 2014 se vendieron al detal en el país 328.526 carros, el mayor registro de la historia.
De ese monto, el 33,6 por ciento, es decir, 110.374 carros fueron ensamblados en el país y 66,4 por ciento importados.
Juliana Rico, la directora de la Cámara Automotriz de la Andi, agrega que el bajo crecimiento de la facturación de carros nacionales se explica precisamente en que las dos terceras partes de las colocaciones fueron automóviles armados fuera del país.
En medio de esto, el ensamblaje de vehículos en Colombia vivió un buen momento en 2014, debido, entre otros, al bajo endeudamiento de los hogares, renovación, tasas de interés históricamente bajas y el afán de compra que hubo hacia finales de año ante el temor de los consumidores de que este año suban los precios por la devaluación.
Brillo de pantalla
Equipos de radio y televisión, otro sector que brilla en la industria, y cuya producción y ventas repuntaron, respectivamente, 16,6 y 18,9 por ciento en los 11 primeros meses del 2014, fue impulsado por el Mundial de Fútbol y la demanda represada, según indica la Cámara de Electrodomésticos de la Andi.
El subsector de aparatos domésticos (electrodomésticos), con aumentos, respectivamente, de 11,6 y 14,6 por ciento en producción y ventas también tuvo un buen 2014.
Según expertos consultados, se trata de línea blanca, como neveras y lavadoras, y pequeños artefactos, y cuya demanda se aceleró por la construcción de vivienda.
En efecto, las estadísticas de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) indican que el mercado de la vivienda cerró el 2014 con una inversión por parte de los hogares de 26,9 billones de pesos, nivel récord y con un crecimiento del 7 por ciento contra el 2013.
En lo relacionado con el subsector de curtido de cueros, cuya producción entre enero y noviembre del 2014 aumentó el 17 por ciento, el presidente de la Asociación del Calzado el Cuero y sus Manufacturas (Acicam), Luis Gustavo Flórez, afirmó que es una cifra un poco ´mentirosa´.
En su opinión, el crecimiento está distorsionado por las exportaciones de cuero en crudo, que lo ve el gremio más como un problema para la industria, pues sale sin valor agregado.
Por otro lado, causan desabastecimiento en las plantas del país que lo necesitan para elaborar artículos terminados, o les encarece los costos, ya que se deben incrementar las importaciones de materias primas.
“Hay empresas, especialmente pequeñas, que no sienten la recuperación de la cadena del cuero y calzado en forma tan contundente”, explica Flórez.
Sin embargo, el directivo cree que este año el comportamiento del sector puede ser más homogéneo por factores, entre otros, como la devaluación.
A pesar de que no crece dos dígitos, solo el 3,9 por ciento, la producción de lácteos es otro sector de buen desempeño al interior de la industria nacional.
El director de Asoleche, gremio que reúne 27 empresas del sector, Jorge Andrés Martínez Mariño, dice que algunos factores que la impulsaron son el buen clima y el consumo interno.
“Hay además garantía de abastecimiento de leche en el país y un buen nivel de inventarios para soportar este trimestre, que se afecta, por el verano en algunas regiones del país”, añade el directivo.
El mayor procesamiento de leche deslactosada y quesos también han impulsado la actividad láctea en el país durante los últimos meses.
Por ejemplo, Parmalat Colombia, empresa que aumentó 8 por ciento su negocio en volumen el año anterior, invirtió 12.000 millones de pesos en la adecuación de una línea para empezar a producir quesos en la planta en Medellín.
Mientras que el presidente de Alquería, Carlos Enrique Cavelier Lozano, dijo que las ventas no consolidadas de la compañía crecieron 7 por ciento en el 2014, a 700.220 millones de pesos.
“Fue un año maravilloso y entre otros hicimos el lanzamiento de yogurt Alquería como parte de la alianza con Danone, y de la practijarra (la cual facilita al consumidor la forma de servir y mantener el producto)”, agregó.
El incremento de la demanda de de leche deslactosada es una de las categorías del sector en crecimiento.
“El empleo sigue creciendo y la gente continua con capacidad de adquirir productos lácteos”, añadió Cavelier.
Sorbo grande
La producción del sector de bebidas también crece por debajo del 10 por ciento: el 4,1 por ciento, sin embargo, es dinámica en lanzamientos y la apertura de fábricas.
Tras siete años de presencia en el mercado, AJ Colombia, compañía que comercializa entre otras la marca Big Cola y es de origen peruano, llegó a 13 por ciento de participación en el mercado de bebidas no alcohólicas del país. Además, invirtió unos 70 millones de dólares.
El gerente general de la empresa, Fernando Pereira Navarro, dijo que la ´tajada´ de mercado de la firma la ha logrado en una pequeña parte mordiendo participación a los principales jugadores del negocio (Coca-Cola Femsa y Postobón).
“Ello se debe a que en los países donde incursionamos la estrategia es crecer la industria independiente del segmento de bebidas en el que participe”, asevera.
El crecimiento previsto este año por la industria de bebidas no alcohólicas está entre el 6 y 7 por ciento y AJ Colombia espera hacerlo al 9 por ciento.
Problemas estructurales
La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) dice en un documento reciente que el conjunto del sector industrial continúa rezagado frente a otras actividades económicas, pues mientras entre 2000 y 2014 el producto interno bruto (PIB) del país creció en promedio el 4,2 por ciento anual , el sector apenas lo hizo 0,2 por ciento.
Y aunque las dificultades de los dos últimos años en la producción industrial no fueron propias de Colombia, pues buena parte de los países de Latinoamérica reportaron caídas del sector, persisten problemas estructurales.
Estos últimos, según analistas, se origina entre otros, por baja innovación y deficiencia de la infraestructura del país, lo que eleva los costos de las empresas, y los precios de energía superiores a los de naciones pares.
Aunque la tendencia del dólar empezó a revertirse a partir del último trimestre del 2014, la actividad manufacturera igualmente ha perdido competitividad debido al comportamiento de la tasa de cambio.
Además, se afecta por los altos niveles de contrabando y la entrada de mercancías a precios subfacturados.
Igualmente, por mayores subsidios o apoyos estatales a las compañías en Perú, Ecuador, Argentina y China, entre otros países, ya sea a través de las exportaciones o tarifas preferenciales de energía, entre otros.
Dichos factores le restan competitividad a la industria criolla en la medida que son algunos de los países que compiten con ella en mercados como EE.UU. , la propia China, Europa o Colombia.
Por su lado, algunas industrias locales tienen deficiencias de actualización tecnológica y altos costos operativos.
El subsector de curtido de cueros aumentó su producción entre enero y noviembre del 2014 en Colombia. Foto: EL COMERCIO
La revista especializada Dinero de Colombia informó que la empresa Artextil tiene previsto abrir una planta en Ecuador. De acuerdo con la publicación se trata de una compañía antioqueña que se dedica a estampar y teñir telas que se encuentran en su estado más básico. Con una inversión, hasta el momento, de USD 3,5 millones, en marzo “prenderá motores una nueva planta ubicada en Quito”.
Dinero señala que las restricciones arancelarias a los productos exportados desde Colombia a Ecuador tienen en ascuas y con dolor de cabeza a muchos empresarios del sector textil. Sin embargo, como si hubiera tenido una bola de cristal, una compañía familiar colombiana con sede en Itagüí (Antioquia), se adelantó a la situación actual de salvaguardias y decidió hace unos años establecer una planta de producción en el país vecino.
“Muchos clientes en Ecuador empezaron a buscarnos desde hace cuatro años. Nos decían: ‘vengan, monten una empresa que acá no hay’. Decidimos hacerlo y hace tres años empezamos el montaje, pero pasó ese intento de golpe de estado a Rafael Correa y nos tocó retrasar el proyecto dos años”, cuenta a Dinero, Carlos Andrés Aristizábal, gerente general.
Artextil tiene 34 años de existencia en el mercado y emplea a unas 300 personas. Su negocio consiste en la transformación de bases textiles, es decir, coger telas en su estado más básico y de acuerdo con las necesidades del mercado -en tiempos muy cortos, en cantidades muy flexibles y con un alto grado de innovación-, estamparlas, teñirlas y realizar el proceso de acabado.
En enero del año pasado decidieron retomar el proyecto y poner el acelerador a fondo. “Veíamos en Ecuador un mercado con mucha protección, con unas barreras técnicas y unos cupos ya muy definidos de importación de productos y se veía venir algún tipo salvaguardias”, explica Aristizábal.
La fábrica está prácticamente lista y se abrirá el 20 de marzo del 2015 en una primera etapa en la que se encargará de la estampación. Para el segundo semestre del año, iniciarán con el proceso de tintorería y en el año 2016, pondrán en marcha los procesos de acabados. Se procesarán alrededor de 400 000 metros mensuales en estampación y 200 000 toneladas en tintorería.
“Nos cayó como anillo al dedo el tema de la salvaguardia, porque Ecuador tiene una vocación textil bien importante, pero no tiene empresas que vayan al ritmo de la moda como pasa en Colombia y Artextil está acostumbrado a eso. Entonces vamos a llevar todo el conocimiento en el manejo de la moda y definitivamente, allá se va a dinamizar todo lo que es el tema de producción interna, debido a todas estas barreras técnicas, de cupos y de salvaguardias”, expresó el gerente general.
Hasta el momento las inversiones en la planta suman USD 3,5 millones y al final de todo el proyecto, para el primer semestre del año entrante, serán alrededor de USD 5 millones.
La planta está localizada en Quito, en el cantón de Rumiñahui y atenderá todo el mercado nacional: Guayaquil, Cuenca, Ambato, Atuntaqui y Quito. “Llevamos mano de obra colombiana: se van a vivir unas 6 personas de Colombia allá y el resto será mano de obra ecuatoriana. Vamos a tener alrededor de 50 empleados en esta primera etapa y cuando esté a la capacidad total creemos que será alrededor de unos 100-120 trabajadores”, le contó Aristizábal a Dinero.
Artextil viene a un ritmo de crecimiento sostenido de 2 dígitos durante los últimos cinco años, y con la nueva planta espera incrementar sus ventas un 13%
Con Colombia, Ecuador arrastra un déficit comercial constante, al menos en los últimos años. Este pasó de USD 1 065 millones en el 2012 a 1 313 millones en el 2013. Y entre enero y agosto de este año, el déficit ya se ubicó en cerca de 755 millones.
La apreciación del dólar debería beneficiar al consumidor ecuatoriano al permitirle acceder a bienes más baratos. Un dólar más fuerte podría hacer que aumenten las importaciones del país vecino, que ya atrae a ecuatorianos por los bajos precios. Confites, productos de tocador, textiles, productos de maquillaje, son algunos de los artículos que más se compran de ese país.
Pero para Ramiro Crespo, presidente de Analytica Securities, no se sabe si podremos aprovechar ese escenario.
«El Gobierno está preocupado de la salida de divisas y hay restricciones a las importaciones, una política que podría incluso acentuarse el próximo año», comenta.
Un rubro importante de importación es la energía eléctrica, cuyas compras sí se volverán más baratas. De enero a agosto de este año, el país importó USD 69 millones en este rubro de ese país.
Por otro lado, Colombia es el principal competidor del país en la comercialización de flores, por lo que los exportadores ecuatorianos que se ubican en este segmento se podrían ver afectados ante una revitalización de la moneda estadounidense.