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  • El marketing debe reinventarse al nuevo comportamiento de los clientes, tras el covid-19

    Redacción Cuenca (I)

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    El efecto global de la pandemia causada por el covid-19 exige la reinvención en diferentes ámbitos como el económico. Por ello, se realizó el webinar Humanización del Marketing como estrategia en la nueva normalidad: una visión académica.

    Fue organizado por la Universidad de Cuenca y contó con panelistas como Luis Pástor, gerente de Advance Consultora, David Juárez, director de Macom UPV, Santiago Estrella, CEO de Ebitda Group, y Pablo Ferreiros, docente-investigador UPV.

    La introducción estuvo a cargo del director de Marketing de la Universidad de Cuenca, Juan Castillo. Los panelistas trataron temas como big data del consumidor ecuatoriano y Emociones y decisiones: el neuro en la era post-covid-19. Además, la reactivación del marketing: experiencia española y small data para la nueva estrategia del marketing.

    Según Castillo, una de las principales labores del marketing es recabar la información del mercado para definir sus estrategias y acciones tácticas. “La dinámica actual se caracteriza por el cambio repentino de las personas en su comportamiento diario como permanecer en casa, no acudir a zonas de alto tráfico o evitar la concurrencia a eventos familiares, sociales, entre otros”.

    Frente a esta realidad, dijo Castillo, los mercadólogos están llamados a advertir el nuevo contexto al que se enfrentan los compradores/consumidores, entendiendo principalmente que son seres humanos que buscan mantener en lo posible su estatus de bienestar, casi siempre asociado a la satisfacción de necesidades.

    Para Castillo, las autoridades y los representantes del sector productivo asocian la reactivación comercial con apertura de tiendas y la transición paulatina hacia el semáforo verde, cuando el problema de fondo es la falta de liquidez en la economía, “sumado a los cambios forzados en la conducta de compra y consumo que los ecuatorianos estamos efectuando dada la coyuntura”.

    Un estudio de la agencia de investigación de mercados, IPSOS de marzo pasado determinó que cerca del 60% de las personas cambiarán su comportamiento de gasto de productos y servicios, una vez terminada la cuarentena. Otro hallazgo importante es que el 78% de los encuestados dará preferencia a productos ecuatorianos, además el 94% tomó conciencia del ahorro.

    Pástor dijo que la publicidad tradicional ha perdido espacio frente a las recomendaciones y referencias de familiares y amigos, “las personas estamos buscando mensajes de confianza y seguridad, he ahí dos temas importantes a la hora de ajustar la estrategia de marca y así transmitir mensajes cercanos, evitando la infoxicación que sufrimos a diario”.

    Ferreirós, quien se dedica a la consultoría empresarial, dijo que no basta con desarrollar un website o activar cuentas en social media, la gestión de marketing debe reinventarse desde la filosofía, “no es cuestión de armar campañas en las que las marcas prometan acompañarnos… la gente quiere conexión, que le digan cómo mejorarán su bienestar o le solucionen un problema”.

    Según Estrella, es oportuno la participación de la academia en este nuevo momento, “es preciso no solo quedarnos con el frío big data, hay que ir más allá hasta entender el porqué de los cambios en el comportamiento, la gente está pasando más tiempo en casa, así que es necesario estudiar a profundidad las razones que motivan los cambios”.

    Otros detalles
    El evento.  Al final del espacio en el que participaron 283 internautas se compartieron varias conclusiones. Entre otras, la apertura de locales no es sinónimo de reactivación, las empresas y marcas deben diseñar ofertas de valor que conecten con las nuevas necesidades de las personas.
    La opción.  La publicidad testimonial y el storytelling con personas de la vida real se vuelve más trascendente. Emociones como el miedo, la tensión o el interés deben ser evaluadas como causa y efecto en este nuevo escenario de convivencia con los consumidores.

    Juan Fernando Castillo es el director de la carrera de Marketing, que se dicta en la Universidad de Cuenca.
    Juan Fernando Castillo es el director de la carrera de Marketing, que se dicta en la Universidad de Cuenca.
  • Un vehículo eléctrico es parte de una investigación

    Redacción Quito

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    Desde agosto de este año, Gerardo Arteaga y Rolando Balseca desarrollarán un proyecto de tesis enfocado en medir el comportamiento energético y mecánico del auto eléctrico marca china Green Wheel que lo comercializa Ambacar.

    El trabajo tomará cuatro meses. Para esto, la concesionaria entregó el 18 de agosto, a manera de préstamo, el prototipo de auto eléctrico importado desde China, al Centro de Transferencia Tecnológica para la capacitación e Investigación en Control de Emisiones Vehiculares (Ccicev) de la Escuela Politécnica Nacional.

    Andrés Urbina, coordinador del Ccicev, explicó que el modelo de este auto eléctrico se desarrolló en base al recorrido en ciudades que cuentan con topografía plana. La hipótesis de esta investigación académica será conocer si el prototipo es apto para circular en Quito, ciudad que en su topografía cuenta con pendientes, en especial en el sector del Centro Histórico. Por eso se realizarán pruebas de arrancabilidad en pendientes, análisis de la durabilidad de la batería; también se tomará en cuenta el ahorro o gasto en consumo de energía.

    Para Darío Bernal, encargado de homologación en Ambacar, dice que el acuerdo con la EPN para investigación académica, permitirá ver desde otra perspectiva las fortalezas y debilidades de este vehículo que en China se fabrica desde hace cinco años.

    El costo en el mercado del auto marca Green Wheel (GW28-A07P22-01) oscila entre los USD 12 000 y los 14 000.

    El prototipo entregado a la Escuela Politécnica Nacional (EPN), tiene espacio para cuatro personas. Usa baterías de plomo, y las recargas eléctricas de ocho horas pueden conectarse entre 110 y 220 voltios, al mismo tiempo debido a que en la parte de atrás del carro tiene un rectificador que reconoce los voltios de la descarga.

    La caja de cambios y la suspensión son similares a la que usan vehículos que se fabrican en serie.

    En cuanto al recorrido, el vehículo tiene un registro de 60 kilómetros por hora y con una sola carga puede recorrer hasta 100 kilómetros, según el concesionario Ambacar.

    Rolando Balseca, ingeniero mecánico y maestrante de la EPN, comenta que destinan USD 2 500 para el desarrollo de la tesis que medirá la factibilidad energética y mecánica del vehículo.
    Con estos recursos, están importando desde Estados Unidos, equipos de medición para verificar la durabilidad de baterías en condiciones planas o pendientes.

    Esta información se trasladará hacia una tabla de excel para analizar los resultados de factibilidad del auto eléctrico.

    Balseca también comenta que previamente realizaron una investigación histórica sobre el rendimiento de las baterías en su máxima potencia. “La idea es observar si al subir las pendientes las baterías duran”.

    Con estos resultados que emita la tesis de investigación que corresponde a la maestría en Sistemas Automotrices, la marca Green Wheel definirá si elabora en serie este prototipo.

    Según Urbina, director del Ccicev, ciertas debilidades del automóvil eléctrico que será objeto de estudio están el uso de plomo en las baterías (lo que hace que duren de dos a tres años) mientras que en los vehículos de alta gama, las baterías duran alrededor de cinco años. Otra debilidad es el poco espacio para equipaje en la parte de atrás. Este análisis será parte de este tipo de investigaciones que se ejecutan por primera vez en la Politécnica Nacional.

    Los beneficios en un futuro de usar autos eléctricos y la posibilidad de fabricarlos localmente, se concentran en las reducciones de CO2 en el ambiente, los bajos niveles de polución, el ahorro en combustible y en mantenimiento, debido a que estos automóviles no necesitan de cambios en aceite, filtros, bandas, bujías o inyectores.

    Lo único que requieren constantemente es la revisión de luces, limpieza de frenos, puerto de carga y las bisagras de las puertas.

    El experto de la EPN en referencia a las puertas de cargas, mencionó que el prototipo de Ambacar puede cargarse en el domicilio del usuarios. Esto ocurre porque recibe dos tipos de voltios para cargar las baterías.

    Para el desarrollo de la tesis de Gerardo Arteaga y Rolando Balseca, la EPN no dispuso de recursos económicos, pero habilitó el laboratorio para las investigaciones académicas. Se espera que estas prácticas en alianza con la empresa privada y pública se sigan desarrollando para aportar a la educación universitaria.

    En el Ecuador, desde el Gobierno Nacional se está liderando el proyecto para importación de este tipo de automóviles, para el sector público. Asimismo, concesionarios como Automotores y Anexos S.A. (Ayasa), representantes de Renault-Nissan, y otras como Toyota, Kya y Byd tienen modelos a modo de prueba para analizar sus funcionalidades en las diferentes topografías.

    Datos del proyecto

    La inversión para el proyecto de tesis es de USD 2 500.

    La investigación dará información de factibilidad del prototipo en ciudades que cuentan con calles en pendientes, como Quito.

    Green Wheel a través de Ambacar, prestó un prototipo de auto electrónico en la EPN.

    El modelo recorre hasta 100 kilómetro por hora.

    Los equipos para medir la factibilidad del automóvil, usarán máquinas para determinar la durabilidad de las baterías.

    Los automóviles eléctricos permiten reducir la contaminación y el CO2

    Andrés Urbina, de la Ccicev de la Escuela Politécnica Nacional, exhibe el motor eléctrico del auto marca Green Wheel, que servirá para investigación. Fotos: Diego Pallero / LÍDERES.
    Andrés Urbina, de la Ccicev de la Escuela Politécnica Nacional, exhibe el motor eléctrico del auto marca Green Wheel, que servirá para investigación. Fotos: Diego Pallero / LÍDERES.
  • Nueve cosas que detestan los restaurantes de sus clientes

    Diario El Universal de México

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    Acorde con una publicación del City Lab de The Atlanthic, muchas de las personas que acuden a un restaurante, en algunas ocasiones pueden crear un mar de tempestades por las reclamaciones que pueden llegar a hacer. Unas tan absurdas e inverosímiles que el personal del establecimiento no sabe si reír o llorar por lo que están presenciando.

    A continuación, se enumeran algunas cuestiones que según las mismas personas que trabajan en restaurantes pueden calificar como inaceptables por parte de quien ordena un platillo.

    1) Fingir una alergia

    Actualmente, muchas personas cuentan con un gran número de alergias, algunas de ellas realmente peligrosas, por ello, la mayoría de los restaurantes han optado por mencionar a los comensales los ingredientes que contiene cada platillo para tener mayores precauciones.

    Sin embargo, algunas personas valiéndose de su temperamento aseguran tener cierto tipo de patología al menor contacto con cierto alimento, esto sin ser, en la mayoría de los casos, cierto.

    Jennifer Piallat, propietaria de Zazie, asevera que muchas personas al saber los ingredientes del menú, radicalizan sus temores «creyendo que algún ingrediente puede ocasionarles un colapso o shock, cuando en realidad deberían calmar su fobia y entender que no despertarán como si hubiesen sido anestesiados o algo por el estilo».

    2) Cambio de menú

    Otro problema que afecta a los meseros o integrantes del restaurante es la constante necedad de las personas por adaptar el menú del día de acuerdo con sus gustos. Esto resulta molesto para muchos de los chefs.

    «Yo no digo que mis platillos sean perfectos o que sean obras de arte, pero todo está planificado y pensado», afirma Eric Samaniego, jefe de cocina del Little Sparrow Café, en Santa Ana, California.

    El ordenar con severidad la introducción de cierto complemento alimenticio cuando éste no se tiene en el menú, o no se encuentra en temporada para su producción, acaba por frustrar la actitud de los meseros en más de una ocasión.

    3) No hay respeto por la reservación

    En Zazie, restaurante norteamericano, muchas de las reservaciones son para mesas sin evento, o en muchos de los casos son de último momento, lo cual se traduce en pérdidas y movimientos repentinos, tanto en la administración como en la organización en la cocina.

    «El tratar de cambiar el menú de la reserva en un corto periodo de tiempo se vuelve algo casi prácticamente imposible», apunta el chef David Santos de Louro.

    4) Ser tacaño

    Para el chef Steve McHugh es incómodo el tratar con personas que solicitan de manera casi forzosa el acotar el precio de los platillos, así como escuchar en repetidas ocasiones que realicen una promoción.

    «La gente debe familiarizarse con el concepto de un restaurante antes de visitarlo, debe informarse y saber cómo es la dinámica en él», comenta McHugh.

    5) Permanecer en una mesa por mucho tiempo

    La mayoría de la gente, después de comer, disfruta de una larga sobremesa, un momento para platicar con los amigos o familia que comparten la mesa. Sin embargo, en algunos establecimientos es incómodo que los comensales estén ocupando una mesa sin consumir, o lleven bastante tiempo en la mesa.

    Esta molestia radica en que el restaurante puede tener una lista de espera para ingresar, pero no cuentan con espacios desocupadas, gracias a aquellos que gustan de la sobremesa, la cual puede durar horas.

    6) Ser grosero

    Infinidad de personas se dirige hacia el personal de un restaurante de manera altanera, creando así un ambiente poco agradable no solo para los que laboran ahí, también para el mismo cliente.

    Asimismo, muchas de las personas que asisten a los restaurantes nunca se detienen a pensar en la forma en cómo se comportan, además, de que no piensan que hay más gente a su alrededor y que su actitud puede molestar la comida de los demás. Por ejemplo, cuando tienen una llamada es lógico contestar, pero con un tono de voz moderado.

    7) Desconfiando del profesional

    Algo que puede ser engorroso, sobre todo para los chefs, es que un cliente pida una recomendación sin siquiera haber probado el platillo o agregar condimentos como sal y pimienta sin siquiera haber degustado inicialmente la sazón del cocinero. Esto se traduce en desconfianza por la capacidad de quien elaboró la comida y termina por ser lastimoso para la confianza del chef.

    8) La propina

    En México, la tarifa más común para dejar propina es el 10% del consumo total, pero cuando el servicio es excelente o el restaurante es de lujo, se acostumbra mínimo dejar el 15 o más.

    Lo cierto es que la propina es opcional, aunque hay establecimientos que ya la cobran en la cuenta final.

    Sin embargo, la mayoría de las veces los meseros quedan inconformes con la gratificación dejada, lo que desde siempre ha sido un tema de debate.

    9) Las redes sociales

    En la actualidad, existen diversas plataformas en línea donde la gente puede emitir sus comentarios respecto al servicio de cierto restaurante. Sin embargo, los comentarios que se observan en algunas redes sociales, «pasan de tener un punto objetivo a emitir cualquier idea sin fundamento y sin dar la oportunidad de ganarse al cliente» asegura Samaniego.

    Como dice Angulo de JCT Kitchen and Bar «La mayoría de los restaurantes harán todo lo posible por atender las solicitudes y van a tolerar casi cualquier molestia, que la mayoría reconoce es parte del trabajo; mas esto no quiere decir que esté permitido a la clientela hacer del trabajo del personal de un restaurante algo intolerable y frustrante».

    Cortesía: Almacenes Juan Eljuri (División Licores) El sommelier Felipe Rojas, en una cata en el restaurante Il Pomodoro.
    Cortesía: Almacenes Juan Eljuri (División Licores) El sommelier Felipe Rojas, en una cata en el restaurante Il Pomodoro.
  • La predicción del comportamiento

    Redacción Quito

    Internet, medios de comunicación, redes sociales, empresas, publicidad, métodos estadísticos… «bombardean» con información a sus usuarios las 24 horas.

    Para ello, las compañías y organismos públicos hacen uso de nuevas tecnologías para receptar información, como los almacenes de datos (data warehousing o DW por sus siglas en inglés), que están repletos de información útil para las empresas. Pero, con tantos datos que se reciben a diario, ¿cómo podemos administrarlos de manera eficiente? La herramienta de metodologías ágiles (agile analytics, en inglés) es una técnica de análisis informático que permite descubrir, recolectar, filtrar, integrar y analizar información existente en las compañías, y crear, con base en esa información, estrategias empresariales para brindar soluciones a varias interrogantes dentro de las organizaciones.

    Ken Collier, director de análisis avanzado de la compañía Thoughtworks, explica que el sistema de metodologías ágiles permite tomar la información existente en las empresas u organismos públicos y transformarla en información que permite predecir comportamientos.

    A diferencia de los métodos de análisis tradicionales, que se enfocan en resolver una sola gran interrogante, este sistema posibilita responder varias hipótesis durante la investigación. «Normalmente toma de 8 a 9 meses obtener resultados, con este sistema lo reducimos a semanas», indica Collier.

    El campo de aplicación de esta técnica es extenso. Desde ventas al por menor y detección de fraude financiero, hasta el sector de la salud y redes sociales.

    Marco Vaca, especialista en información y estadística, señala que las metodologías ágiles son importantes para obtener esa capacidad de ver la información desde otro punto de vista y desarrollar estrategias a partir de esos datos.

    En el Ecuador este sistema es nuevo, pero los organismos públicos y privados tienen interés en su uso.

    Esteban Mendieta Jara, asesor del Ministro del Interior, cuenta que este sistema podrá ayudar a prevenir y predecir donde se cometerá un crimen. A su vez, esta información puede resultar útil para compartirla con otras entidades públicas e incluso con organismos sociales. «Nuestras patrullas cuentan con GPS y tenemos mapeadas las áreas de alta incidencia de crímenes en la ciudad, pero contamos con limitaciones al cómo aplicar tanta información».

    Christian Albuja, coordinador general de proyectos emblemáticos que desarrolla el Ministerio Coordinador de Desarrollo Social, indica que la tecnología permitirá brindar ayuda específica en el sector social mediante el análisis de cada sector de la población, para así resolver las necesidades específicas.

    Collier señala que, ante todo, la información debe ser usada con absoluta responsabilidad.

    Algunos ejemplos

    Australia. Se desarrolló un proyecto en el sector energético eólico que permite mediante un software predecir donde serán los puntos más propicios para colocar turbinas de viento, logrando reducir gastos de construcción y optimizar recursos.

    EE.UU. En Manhattan, solo utilizando información de Twitter, se determinaron los puntos de brotes de gripe común y se alertó a los hospitales cercanos. Así también desarrollaron un sistema operativo para efectivizar los juicios en la Corte Suprema de Justicia.