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  • Los niños, un reto en el teletrabajo

    Redacción Quito

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    Desde la semana pasada, debido a la crisis sanitaria que enfrenta el mundo a causa del c­ovid–19, miles de trabajadores han debido realizar sus actividades en su vivienda, vía Internet y, al mismo tiempo, cuidar de sus hijos que no pueden ir a la escuela.

    Para teletrabajadoras como Priscila Kon, madre de tres niños, es una tarea titánica. “Tengo que hacer tres cosas en el día. Mis actividades como madre y en el hogar, hacerme cargo de la educación de ellos y cumplir con mis tareas profesionales. Confieso que el primer día fue muy duro, difícil. Conversé con algunas madres y me contaron que han estado en la misma situación, ha sido complicado”.

    Ella considera que en estas condiciones no se es 100% productivo. Sin embargo, hay una solución para que las cosas puedan fluir de mejor manera: el orden.

    Kon, quien también es experta en recursos humanos, señala que en estos días desarrolló una rutina: se dedicó a los niños en la mañana y en la tarde a lo profesional. A partir del pasado martes su esposo se unió al teletrabajo, lo que también fue de ayuda.

    Ella aconseja planificar las tareas, que se harán al día siguiente en la noche, lo que evitará que se acumulen cosas. También dice que es importante medir tiempos y establecer cuánto tomará realizar diferentes actividades.

    Es importante que todo teletrabajador defina con su empresa si las tareas deben realizarse en un horario determinado o si es posible enviar sus asignaturas en el momento del día en que se pueda. Eso le permitirá tener un horizonte diario.

    Colocar alarmas en el teléfono que le avisen qué tarea debe cumplir, sea del hogar o sea de la compañía en la que se labora, es otra alternativa de organización.

    Javier Verdesoto, CEO de Nexos Talent EFH Ecuador, explica que otro elemento que da orden a los teletrabajadores es un espacio adecuado. Explica que durante las horas en que se realizan las tareas profesionales, el trabajador debe ubicarse en un área únicamente destinada para ello; los niños deben realizar sus actividades en otros lugares del hogar.

    “El mundo cambió para siempre su forma de trabajar y es necesario que la familia se adapte. Es fundamental hacerles comprender a los pequeños por qué uno está en casa y evitar estresarles. Ellos deben saber que uno está laborando y que necesita su apoyo. Debe haber tiempos tanto para ellos, como para la empresa. Respeto siempre”, indica Verdesoto.

    Esto lo ha hecho María Limaico, para quien el teletrabajo con niños no es una novedad. Ella aplica esta metodología desde que su hija, de 4 años, era una bebé.

    “Para mí se volvió todo complicado porque ella pasa en la casa las 24 horas al día y me tocó reorganizarme para no afectar a mi productividad. En las primeras horas del día, antes que ella se despierte, despacho informes, reportes y otros temas urgentes. Cuando se levanta me toca atenderla y también asignarle responsabilidades. Ella está en un centro infantil y las maestras les han enviado videos y otras actividades para que esté ocupada”.

    De la misma forma como se organizan los trabajadores, es importante que las empresas definan estrategias. Verdesoto explica que el modelo de labor vertical tradicional no puede seguir en estas circunstancias. Para este especialista, es hora de reestructurar procesos, dejar a un lado las jerarquías, hacer cambios de cultura organizacional, mejorar la tecnología, etc.

    Hasta mediados de este mes, el Ministerio de Trabajo manejaba una cifra de 15 500 teletrabajadores en el país, con mayor concentración en Pichincha y Guayas. Hasta octubre del año pasado, el 70,9% de los teletrabajadores eran hombres; los principales sectores en los que se encontraba este personal eran comercio, actividades profesionales, servicios administrativos e información y comunicación. Ahora, con las medidas sanitarias aplicadas en empresas de todo el país el Ministerio tiene una cifra que supera los 235 000 teletrabajadores, tanto en el sector público como en el privado.

    Paúl Murillo, líder de consultoría de Adecco, explica que hay que buscar maneras para mantener la calidad y la productividad al aplicar esta metodología. La comunicación con el equipo de trabajo es fundamental: reportes de avance de las tareas, conexión permanente, cumplimiento de objetivos en el día y la semana, etc.

    El experto recuerda que no todos los cargos pueden laborar en el teletrabajo y en ese caso las organizaciones tienen que organizarse dependiendo de las decisiones de las autoridades. Las compañías deben saber que no se puede correr alto riesgo.

    El trabajo remoto requiere implementaciones tecnológicas. Existe la posibilidad de acuerdos para que la compañía pague total o parcialmente las facturas de consumo de Internet u otros servicios que ocupe el empleado en su casa. Algunas empresas solo requerirán Internet y una computadora, pero en otras habrá que contratar licencias de programas especializados, ‘chatbox’ o sistemas VPN.

    El trabajo remoto requiere inversiones en implementaciones tecnológicas. Allí la clave es que la empresa brinde las facilidades y que el empleado las aproveche bien. Foto: Freepik.es
    El trabajo remoto requiere inversiones en implementaciones tecnológicas. Allí la clave es que la empresa brinde las facilidades y que el empleado las aproveche bien. Foto: Freepik.es
  • Su pensamiento crítico lo cultivó con la lectura

    Giovany Astudillo

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    Su padre Fabián Mogrovejo le motivó constantemente a leer y le enseñó a ser crítica. Cuando Pamela Mogrovejo, quien en la actualidad es gerente de la empresa Indupanifec (Pan del Día), tenía ocho años recibió como regalo de su progenitor el libro ‘Platero y Yo’, de Juan Ramón Jiménez.

    “Me dijo que después de unos años voy a saber porqué es importante la lectura”, recuerda esta ingeniera electrónica. Aún lo conserva y su objetivo es regalarlo a sus hijos. Ella aprendió que la lectura permite ampliar los conocimientos, desarrollar el pensamiento crítico y generar una mayor conciencia de los problemas pasados y actuales, que ha tenido y tiene la sociedad.

    También permite desarrollar actividades artísticas y ayuda a alejarnos de la banalidad mundana de las redes sociales. “Podemos discernir qué información es relevante al tener un pensamiento crítico”, reflexiona Mogrovejo.

    Un libro que habla sobre este tema y que ella destaca es ‘La Civilización del Espectáculo’, del escritor Mario Vargas Llosa. Allí, dice, se explican las razones para alejarnos de esa banalidad y de la información que no es relevante.

    Otro de sus autores favoritos es el israelí Yaval Noah Harari. “Él habla sobre el poder de ser crítico al momento tomar la información”. De este historiador y escritor, resalta la publicación ‘21 lecciones para el siglo XXI’.

    En su infancia, luego de leer ‘Platero y Yo’, ella optó por las publicaciones de Julio Verne. Tuvo acceso a todos sus libros y, ahora, los lee a sus hijos para que tengan el mismo interés por la lectura.

    Mogrovejo no solo se quedó en novelas, también buscó desarrollar su pensamiento crítico mediante este hábito. Ella se inclinó por textos de debate y análisis político. Entre otros, resalta ‘El Manual del perfecto idiota Latinoamericano’, que es un ensayo de Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa.

    “Allí, hace una crítica a la política de izquierda, que -aunque yo no sea una derechista total y declarada- aprendí a leer cosas que no necesariamente estaba a favor”, explica la empresaria. Ella señala que una persona, a veces, se inclina por leer solo las cosas que a uno le interesa o está de acuerdo, pero es necesario abrir la mente para ampliar nuestro mundo y las situaciones de la vida.

    En cuanto a géneros literarios tiene muchos intereses, pero, entre todos, prefiere los textos de actualidad y temas contemporáneos y los que se refieren al comportamiento de la sociedad o del trabajo y la influencia de la política en las decisiones económicas o negocios.

    Mogrovejo lee varios textos a la vez y le gusta el papel porque puede subrayar lo más importante. “Me cuesta mucho revisar las publicaciones digitales”. Ella dedica su tiempo a la lectura durante la mañana luego de enviar a sus hijos a la escuela y antes de ir a la fábrica, ubicada en la parroquia Javier Loyola, en el cantón Azogues.

    También, lo hace durante una hora en las noches antes de dormir. Es un hábito, que la cumple de lunes a domingo.

    Pamela Mogrovejo en su oficina en la empresa Indupanifec, en Azogues. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES
    Pamela Mogrovejo en su oficina en la empresa Indupanifec, en Azogues. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES
  • Carreras del siglo XXI, nuevo aliento profesional

    Foro Económico Mundial (I)

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    ¿Qué quieres ser cuando seas grande? Seguramente, esta fue una de las preguntas que a la mayoría de nosotros nos hicieron cuando apenas éramos unos niños: presidente, astronauta, doctor, abogado, eran algunas de las respuestas más comunes hasta hace algunos años.

    Pero al momento de elegir una carrera las aptitudes, habilidades y conocimientos son fundamentales para tomar una decisión y lo que definiría nuestro crecimiento en el ejercicio profesional.

    Hoy en día, factores como los avances tecnológicos, las preferencias en los trabajos y otros más están modificando el modelo de desarrollo profesional que se conoce hasta ahora, el cual definitivamente no podrá continuar de la misma manera para las próximas generaciones.

    Esto es, debido a que los empleados de las organizaciones están exigiendo nuevos enfoques para el aprendizaje, el diseño del trabajo, la gestión del desempeño y el desarrollo profesional, lo que está llevando a las organizaciones a reinventarse y a los líderes de las empresas a crear nuevos esquemas de carrera.

    A estos nuevos modelos de impulso profesional se les conoce como carreras del siglo XXI, que son una serie de experiencias de desarrollo que ofrecen la oportunidad de adquirir nuevas habilidades, perspectivas y juicios.

    Pero ¿cómo se están diseñando estas nuevas carreras? De acuerdo con el 61% de encuestados de la última edición de nuestra encuesta Global Human Capital Trends, se están rediseñando trabajos alrededor de la inteligencia artificial (IA), robótica y nuevos modelos de negocios.

    Para lograr el desarrollo profesional de acuerdo con las necesidades de cada colaborador será importante tomar en cuenta los siguientes cuatro elementos:

    Máquinas y pensadores

    Las habilidades del futuro pueden no ser las que se están pensando. Contrario a lo que se cree, el mayor valor no está en las habilidades puramente técnicas. De hecho, los roles más valiosos son aquellos que permiten la colaboración conjunta de máquinas con pensadores interdisciplinarios, así como expertos para innovar, crear y prestar servicios.

    Nuevos modelos

    Un deber es reformar los modelos de carrera. Esto significa que las compañías que quieran seguir en el mercado no solo deberán transformar sus programas de aprendizaje y desarrollo, sino que básicamente necesitarán reformar sus modelos de carrera.

    Muy pronto, según estudios, la vida laboral de una persona podrá durar hasta 70 años, por lo que las personas deberán tener la oportunidad de pivotear a lo largo de este viaje para alinearse con la evolución de los empleos, las profesiones y las industrias.

    Promover el aprendizaje

    Un facilitador esencial para las carreras del siglo XXI es que las organizaciones estén enfocadas en la construcción de una cultura de aprendizaje. Nuestra investigación muestra que las compañías que discuten abiertamente las áreas de oportunidad para promover el aprendizaje son tres veces más rentables y tienen una retención hasta cuatro veces mejor que aquellas que no lo hacen.

    La reinvención

    Las organizaciones exitosas están dando soluciones personalizadas que permiten a las personas reinventarse dentro de la empresa. Esto es clave, puesto que permite a los colaboradores navegar en las carreras del siglo XXI y acceder a las habilidades del futuro. Además, que ayuda retener talento y equiparlos para satisfacer las demandas laborales actuales y futuras, impulsando un nuevo camino profesional que beneficia tanto a la persona como a la organización.

    Definitivamente para las organizaciones y los líderes empresariales, existe un nuevo imperativo: examinar y comprender a las personas que conforman su organización hoy y las habilidades que necesitarán mañana, para desarrollar e implementar experiencias que permitirán al talento adaptarse y desarrollarse.

    Tal y como hemos dejado de enfocarnos exclusivamente en la venta para tomar en cuenta la experiencia del cliente, tenemos que salir de la caja del puesto para comprender y mejorar la experiencia del empleado de la organización.

    Los empleados están exigiendo nuevos enfoques para el aprendizaje, el diseño del trabajo, la gestión del desempeño y el desarrollo profesional
    Los empleados están exigiendo nuevos enfoques para el aprendizaje, el diseño del trabajo, la gestión del desempeño y el desarrollo profesional. Ilustración: Ingimage