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  • Biotecnología y frutos andinos

    Evelyn Tapia

    Evelyn Tapia (I) redaccion@revistalideres.ec

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    En el cantón Pujilí, en Cotopaxi, unos siete obreros maniobran las máquinas que, gracias a procesos biotecnológicos, transforman mortiño, guayusa, piña, uvilla o maca, en polvos que serán parte de suplementos alimenticios para el mercado ecuatoriano y para exportar a México, Bolivia y Paraguay.

    Xavier Larreátegui cuenta que desde que estudiaba marketing en la universidad soñaba con crear un negocio en el que productos típicos del Ecuador se vendan fuera del país, pero no como materias primas, sino como productos con alto valor agregado.

    Tras casi ocho años de búsqueda de socios, financiamiento y de desarrollo de fórmulas, a finales del 2016 creó Andes Kinkuna.

    Su padre, Lauro Larreátegui ,y Orestes López, un PhD en biotecnología, son socios de este negocio que comenzó fabricando 1 000 productos mensuales y hoy llega a los 20 000.

    Andes Kinkuna facturó USD 1 millón en el 2018 y tiene tres ejes de negocio. El principal es su marca de suplementos alimenticios, Fakulti, que ocupa el 70% de su producción.

    López explica que los productos se fabrican con procesos biotecnológicos, que consisten en incrementar la biodisponibilidad y absorción de las sustancias de origen natural que tienen las materias primas. Desarrollar las fórmulas les tomó varios años y contaron con el apoyo de la Universidad Técnica de Ambato.

    Las Buenas Prácticas de Manufactura se aplican en cada uno de los productos en la empresa   Andes Kinkuna, en su planta de Pujilí. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Las Buenas Prácticas de Manufactura se aplican en cada uno de los productos en la empresa Andes Kinkuna, en su planta de Pujilí. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

    Uno de los procesos más importantes se desarrolla dentro de un cilindro con capacidad de procesar 100 kilogramos por hora.

    En este cilindro, que se conoce como ‘spray driver’, se seca la materia prima y se la pulveriza, luego se mezcla con otros insumos en polvo.

    Otra área esencial es la destinada a la hidrólisis del colágeno, que es el producto estrella de la empresa.

    La hidrólisis es un proceso que tradicionalmente se hace con cambios bruscos de temperatura, en el que se introducen moléculas de agua.

    “Nosotros innovamos el proceso y tomamos un extracto de piña, que tiene una enzima que permite que el colágeno sea más hidrolizado, esto permite que el cuerpo lo absorbe mejor”, explica Larreátegui.

    La marca ofrece otros 10 tipos de productos, entre ellos, un suplemento que ayuda a prevenir la infecciones urinarias, a base de mortiño en polvo. Otro de sus suplementos permite estimular el metabolismo y reduce la retención de líquidos. Contiene extracto de piña y chitosán.

    Los productos se venden en farmacias de Corporación GPF, y en locales de Corporación Favorita.

    Marcela Cuñas, gerente financiera, destaca que la marca está reivindicando los productos tradicionales de la alimentación ecuatoriana en el país y dando a conocer su potencial en el mundo. “Estamos generando, además del valor agregado, una conciencia de que como país podemos desarrollar productos de primer nivel para el mercado internacional”.

    El segundo pilar de la empresa es la del servicio de maquila para otras marcas que se exportan a México, Paraguay y Bolivia desde el 2017.

    El tercer pilar comenzará este año, y es la exportación hacia Europa de ingredientes funcionales, como uvilla y mortiño microencapsulado, extracto de guayusa en polvo y el colágeno hidrolizado, que se usarán como materia prima para otros productos.

    Romel Tello es representante de la Asociación de productores de uvilla Asopruv, que desde Salcedo provee de unos 250 kilos mensuales de la fruta a este negocio. Él señala que la fruta es libre de químicos y destaca que los productores practican la técnica de rotación de cultivo para que la fruta sea de mejor calidad. “Desde que comenzamos a trabajar con ellos podemos tener mayor producción y más rentabilidad, el 75% de la producción es para Andes Kinkuna”, añade.

    Este año, la empresa comenzará a vender en EE.UU. dos de sus productos: el colágeno y un té antioxidante de guayusa y mortiño. Lo hará en Amazon y una tienda virtual propia:

    En octubre está previsto exportar ingredientes funcionales a Alemania, gracias a un programa de la Unión Europea y Corpei, que busca impulsar exportaciones de pymes.

    La empresa fue parte de esta iniciativa con el que lograron obtener la certificación HACCP y así contactaron con el programa alemán estatal Import Promotion Desk (IPD), que los seleccionó para comercializar sus productos en ese país.

    Las cifras

    600 mil dólares se requirieron como inversión inicial para emprender el negocio en el 2016. Este año esperan facturar USD 2,5 millones.

    28 empleados forman parte de esta empresa. Además, generan alrededor de 100 empleos indirectos a través de las asociaciones que les proveen materias primas.

    20 000 unidades al mes se elaboran en la planta ubicada en Pujilí. Actualmente la planta está el 30% de su capacidad y puede incrementarse.

    El 70% de la producción de la empresa es para los productos de su marca Fakulti. Este año comenzarán a exportara Europa y a EE.UU. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    El 70% de la producción de la empresa es para los productos de su marca Fakulti. Este año comenzarán a exportara Europa y a EE.UU. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • Xavier Larreátegui exporta frutos de los Andes con alto valor agregado

    Redacción Líderes

    Evelyn Tapia (I)

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    En el cantón Pujilí, en Cotopaxi, unos siete obreros maniobran las máquinas que, gracias a procesos biotecnológicos, transforman mortiño, guayusa, piña, uvilla o maca, en polvos que serán parte de suplementos alimenticios para el mercado ecuatoriano y para exportar a México, Bolivia y Paraguay.

    Xavier Larreátegui cuenta que desde que estudiaba marketing en la universidad soñaba con crear un negocio en el que productos típicos del Ecuador se vendan fuera del país, pero no como materias primas, sino como productos con alto valor agregado.

    Tras casi ocho años de búsqueda de socios, financiamiento y de desarrollo de fórmulas, a finales del 2016 creó Andes Kinkuna.

    Su padre, Lauro Larreátegui ,y Orestes López, un Doctor en Ciencias de la Ingeniería de los Procesos Biotecnológicos, son socios de este negocio que comenzó fabricando 1 000 productos mensuales y hoy llega a los 20 000.

    Andes Kinkuna facturó USD 1 millón en el 2018 y tiene tres ejes de negocio. El principal es su marca de suplementos alimenticios, Fakulti, que ocupa el 70% de su producción.

    López explica que los productos se fabrican con procesos biotecnológicos, que consisten en incrementar la biodisponibilidad y absorción de las sustancias de origen natural que tienen las materias primas. Desarrollar las fórmulas les tomó varios años. Actualmente cuentan con un convenio con la Universidad Técnica de Ambato para que los estudiantes hagan practicas preprofesionales y tesis, lo cual les permite acceder a trabajar en Andes Kinkuna.

    El 70% de la producción de la empresa se destina a los productos de su marca de suplementos alimenticios Fakulti. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    El 70% de la producción de la empresa se destina a los productos de su marca de suplementos alimenticios Fakulti. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

    Uno de los procesos más importantes se desarrolla dentro de un cilindro con capacidad de procesar 100 kilogramos por hora.

    En este cilindro, que se conoce como ‘spray dryer’, se seca la materia prima y se la pulveriza, luego se mezcla con otros insumos en polvo.

    Otra área esencial es la destinada a la hidrólisis del colágeno, que es el producto estrella de la empresa.

    La hidrólisis es un proceso que tradicionalmente se hace con cambios bruscos de temperatura, en el que se introducen moléculas de agua.

    “Nosotros innovamos el proceso y tomamos un extracto de piña, que tiene una enzima que permite que el colágeno sea más hidrolizado, esto permite que el cuerpo lo absorbe mejor”, explica Larreátegui.

    La marca ofrece otros 10 tipos de productos, entre ellos, un suplemento que ayuda a prevenir la infecciones urinarias, a base de mortiño en polvo. Otro de sus suplementos permite estimular el metabolismo y reduce la retención de líquidos. Contiene extracto de piña y chitosán.

    Los productos se venden en farmacias de Corporación GPF, y en locales de Corporación Favorita.

    Marcela Cuñas, gerente financiera, destaca que la marca está reivindicando los productos tradicionales de la alimentación ecuatoriana en el país y dando a conocer su potencial en el mundo. “Estamos generando, además del valor agregado, una conciencia de que como país podemos desarrollar productos de primer nivel para el mercado internacional”.

    Proceso de envasado de los productos de Andes Kinkuna. A partir de este 2019, la empresa planea exportar sus productos a Estados Unidos y Europa. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Proceso de envasado de los productos de Andes Kinkuna. A partir de este 2019, la empresa planea exportar sus productos a Estados Unidos y Europa. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

    El segundo pilar de la empresa es la del servicio de maquila para otras marcas que se exportan a México, Paraguay y Bolivia desde el 2017.

    El tercer pilar comenzará este año, y es la exportación hacia Europa de ingredientes funcionales, como uvilla y mortiño microencapsulado, extracto de guayusa en polvo y el colágeno hidrolizado, que se usarán como materia prima para otros productos.

    Romel Tello es representante de la Asociación de productores de uvilla Asopruv, que desde Salcedo provee de unos 250 kilos mensuales de la fruta a este negocio. Él señala que la fruta es libre de químicos y destaca que los productores practican la técnica de rotación de cultivo para que la fruta sea de mejor calidad. “Desde que comenzamos a trabajar con ellos podemos tener mayor producción y más rentabilidad, el 75% de la producción es para Andes Kinkuna”, añade.

    Este año, la empresa comenzará a vender en EE.UU. dos de sus productos: el colágeno y un té antioxidante de guayusa y mortiño. Lo hará en Amazon y una tienda virtual propia:
    En octubre está previsto exportar ingredientes funcionales a Alemania, gracias a un programa de la Unión Europea y Corpei, que busca impulsar exportaciones de pymes.

    La empresa fue parte de esta iniciativa con el que lograron obtener la certificación HACCP y así contactaron con el programa alemán estatal Import Promotion Desk (IPD), que los seleccionó para comercializar sus productos en ese país.

    Xavier Larreátegui es el fundador de Andes Kinkuna, empresa ecuatoriana que elabora suplementos alimenticios. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Xavier Larreátegui es el fundador de Andes Kinkuna, empresa ecuatoriana que elabora suplementos alimenticios. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • La higiene oral en zonas rurales es el plan de trabajo

    Patricia González

    Redactora (I)

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    Los niños del páramo ecuatoriano tienen escasos hábitos de higiene bucal. En sus visitas a comunidades de Cotopaxi, PharmaBrand halló que el 90% de los niños tenían enfermedades periodontales y cerca del 95% caries.

    Tras varias iniciativas en salud preventiva, desarrolladas junto a la Misión Salesiana de Zumbahua, en el páramo, el laboratorio farmacéutico emprendió la campaña de higiene oral Regalando Sonrisas, en varios sectores de Cotopaxi, en noviembre del 2017.

    El programa consta de varios componentes. El primero es una charla médico-educativa, dirigida a los padres de niños en edad escolar (3 a 12 años), sobre la importancia de incorporar estos hábitos .

    “Si no se cuenta con cepillo de dientes, se puede utilizar una toalla y agua. También son válidas las hierbas del páramo”, explica Nydian Rodríguez, jefe de responsabilidad social de la firma.

    La actividad se realiza en las escuelas durante una mañana. Luego de la charla, se escenifica una obra de teatro, en género de comedia, para niños y padres. La obra cuenta la historia de una niña que al no tener estos hábitos, es atacada por parásitos y sufre pesadillas. Luego un castor, para quien sus dientes son su instrumento de trabajo, le llama la atención y le cuenta la causa de sus males.

    Al finalizar la obra, adultos y niños reciben un kit de limpieza oral, con cepillo, pasta dental y enjuague bucal.

    El programa se lleva a cabo trimestralmente en distintas comunidades de la parroquia de Zumbahua, en Cotopaxi. Hasta ahora la campaña ha tenido un alcance de más 6 000 niños y padres.

    Los docentes han brindado su apoyo para que el proyecto se lleve a cabo. Edgar Chachi, maestro en la zona de Michacala, comenta que se ha trabajo para que la limpieza se mantengan, incluso con la inserción de los mismos en la escuela. “En el sector rural estos hábitos son bajos. Como docentes tratamos de que los niños instauren cambios en su aseo cotidiano”.

    Cree necesario que actividades como esta se repitan año tras año para poder evaluar el impacto y obtener mejores resultados.

    Además del trabajo en las escuelas, PharmaBrand suministra a doctores de la comunidad desparasitantes, para niños y padres, puesto que producto de la falta de higiene oral se producen infecciones estomacales, explica la vocera de la empresa farmacéutica.

    A través de una obra de teatro se enseña a los niños la importancia de mantener hábitos de higiene oral.
    A través de una obra de teatro se enseña a los niños la importancia de mantener hábitos de higiene oral. Foto: Cortesía PharmaBrand
  • Maquinaria para ayudar en el campo a sus proveedores

    Carolina Enriquez

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    La capacitación y tecnificación de sus principales proveedores son los objetivos de PepsiCo Ecuador. Para ello, la compañía se planteó una estrategia de responsabilidad social empresarial basada en el desempeño con propósito, enfocado en tres pilares: producto, planeta y personas.

    Así lo asegura María José Carrión, supervisora de comunicaciones y asuntos corporativos de PepsiCo Ecuador. “Uno de los principales objetivos es que nuestros agricultores logren procesos eficientes y productos de calidad. Para ello, estamos comprometidos en capacitarlos a través de programas que proporcionan recursos y formación”, señala.

    Como parte de esta estrategia, PepsiCo facilitó a sus aliados mecanismos para acceder a la compra de maquinaria agrícola con precios preferenciales. Uno de los beneficiarios de este programa en el país es Pedro Ponce, propietario de la hacienda La Rioja, en la provincia de Cotopaxi.

    Él es uno de los proveedores de papa de PepsiCo en la Sierra desde hace 12 años. Considera que para mejorar la producción, reducir tiempos e incrementar la cosecha, la maquinaria es un elemento fundamental, junto con otros como semillas, fertilizantes y fumigación.

    Por ello celebra la adquisición de la cosechadora que adquirió con el programa. Asegura que con este equipo no se desperdicia producto, pues la máquina extrae la papa sin sobrantes. Cuenta que antes producía 150 quintales de papa al día, con 15 jornaleros. Con la máquina, y el mismo número de trabajadores, la cifra diaria subió a unos 700 quintales.

    La maquinaria que facilita PepsiCo es de la marca brasileña Watanabe, que está representada en Ecuador por Dimagro. Esta empresa, además, podrá ofrecer servicios de mantenimiento y repuestos de los equipos que necesite el agricultor en el país.

    En la actualidad, Ponce posee cerca de 40 hectáreas sembradas. Destina 90% de su producción para el uso de PepsiCo, el resto lo comercializa en el mercado local. La empresa trasnacional generó USD 63 000 millones en ingresos netos durante 2017, impulsados por un portafolio que incluye alimentos y bebidas como Frito-Lay, Gatorade, Pepsi-Cola, Quaker y Tropicana.

    Según la directiva de la compañía, Ponce no será el único beneficiario del programa. La intención es replicarlo entre los otros agricultores con los que trabaja en las provincias de Carchi y Cotopaxi.

    Son 25 los campesinos que proveen cinco materias primas a la firma: papa, maíz, yuca, plátano y maduro. La papa es la principal, pues la empresa adquiere unas
    10 000 toneladas al año.

    Los equipos que se otorgarán a los productores son sembradoras, que les permitirán trabajar simultáneamente en dos surcos; aporcadoras, que interviene en el proceso de fertilización, fumigación y levante de la tierra. Además, podrán acceder a la compra de cosechadoras de alce hidráulico de dos surcos, también de la marca Watanabe.

    Datos

    Tres equipos agrícolas podrá adquirir con facilidades de pago el productor: sembradora, aporcadora y cosechadora.

    Unos 700 quintales de papa al día puede cosechar el agricultor con la maquinaria adecuada
    10 000 toneladas de papa al año adquiere PepsiCo como materia prima.

    USD 63 000 millones generó PepsiCo en el 2017.

    Pedro Ponce (centro) es el primer beneficiado con el acceso a maquinaria para reducir tiempos de cosecha. Foto:  Cortesía PepsiCo
    Pedro Ponce (centro) es el primer beneficiado con el acceso a maquinaria para reducir tiempos de cosecha. Foto: Cortesía PepsiCo
  • El vino Perla Andina se elabora en Sigchos

    Fabián Maisanche (F)
    Contenido intercultural

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    Un grupo de agricultores de la comunidad Quinticusig del cantón Sigchos, en Cotopaxi, creó la marca de vino tinto de mortiño Perla Andina.

    La bebida artesanal se produce desde el 2016 y se comercializa en mercados, ferias y locales comerciales de licores de Quito, Latacunga, Ambato y Riobamba. El producto estrella cuenta con registro sanitario y se le suman la mermelada y los helados de mortiño. Estos se venden en la comunidad, la cabecera cantonal y Latacunga.

    Los tres productos son elaborados por seis personas contratadas por la organización comunitaria Quinticusig, ubicada a 20 minutos de la cabecera cantonal. La organización está conformada por 46 socios y son los encargados de cosechar el mortiño en cajones de 25 libras en los páramos del cantón y de la cuenca del río Toachi, ubicados entre los 2 900 y los 3 000 metros de altura.

    El fruto silvestre es trasladado en el lomo de las mulas o en los baldes de las camionetas de los asociados al centro de procesamiento. La infraestructura funciona en las aulas de la comunidad que eran utilizadas como escuela hace ocho años. El centro de estudio abandonado fue adecuado con los tanques, equipos y un área para la materia prima para el procesamiento.

    Diocelina Angamarca, presidenta de la organización, indica que la inversión inicial alcanzó los USD 6 000. Los rubros se consiguieron a través de un crédito en una entidad financiera del cantón. Otra parte del dinero sirvió para adquirir las botellas de cristal para el envasado y sellado. Además de realizar los trámites para la constitución jurídica de la organización y obtener el registro sanitario.

    “Nosotros ya sabíamos hacer el vino desde el 2010 pero no nos animábamos. La necesidad nos obligó a organizarnos y a capacitarnos en el procesamiento, industrialización y comercialización del producto”, asegura Angamarca.

    El proyecto arrancó con el procesamiento de 400 litros diarios. Cada botella se comercializa en USD 7. La producción oscila semanalmente entre 700 y 1 000 botellas mensuales.

    En la organización, trimestralmente procesan 200 libras de mortiño, cada libra la compran en USD 3. Antes recolectaban cada tres meses, pero el cambio del clima impide que madure rápido.

    “Hemos firmado convenios con siete comunidades de la zona para la recolección y comercialización del producto a Colombia”, menciona el representante legal de la organización, Wilson Catota.

    El buen sabor, el color, la calidad y el precio del vino tinto permitieron que las ventas se incrementen en el 2018. Entre diciembre del 2017 y enero del 2018 la organización comercializó cerca de 2 500 botellas de 750 mililitros a Quito y otras urbes.

    Mientras, los campesinos tienen expectativa por los productos comunicacionales que les están ayudando a crear los estudiantes y docentes de la carrera de Software de la Universidad de las Fuerzas Armadas Espe, extensión de la ciudad de Latacunga.

    Al momento está en funcionamiento una página web y una aplicación que se podrá descargar en teléfonos móviles. Allí se ubica la información de los tres productos, precios, historia y lugares que puede visitar.

    El tutor Javier Montaluisa explica que los estudiantes de séptimo semestre realizarán una campaña con información del emprendimiento en las redes sociales como Facebook y Twitter.

    “Desde el lanzamiento de la plataforma hemos tenido más de 60 visitas. Esto nos anima y nos compromete a sacar un producto de calidad para las redes sociales”, indica Montaluisa.

    En la zona también se puede hacer turismo comunitario y conocer los sectores donde se recolecta el mortiño, la materia prima de esta iniciativa.

    Datos

    El frasco con mermelada tiene un costo de USD 2. La venta del producto para la comunidad se lo hace en recipientes plásticos.

    Los dirigentes de la organización llevan a las ferias comunitarias entre 100 y 150 frascos. Los helados son para consumo local. El costo de cada producto es de 25 centavos.

    Los estudiantes y docentes de la Universidad Técnica de Cotopaxi están creando una ruta turística en la comunidad.

    El Municipio de Sigchos trabaja en un proyecto de conservación de 1 500 hectáreas de páramos donde crecen las plantas de mortiño.

    El buen sabor, el color, la calidad y el precio del vino tinto permitieron que las ventas se incrementen en el 2018. Foto: Cortesía
    El buen sabor, el color, la calidad y el precio del vino tinto permitieron que las ventas se incrementen en el 2018. Foto: Cortesía
  • Las máscaras generan ganancias en Cotopaxi

    Red. Sierra Centro
    redaccion@revistalideres.ec

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    Las mujeres de la comunidad indígena de Tigua, en Pujilí, aprenden de a poco una actividad que antes era más común entre los hombres de este cantón. Se trata del tallado y pintura de las máscaras que para fiestas locales.

    Esta labor la realizan en los pequeños talleres familiares que funcionan en las salas o patios de sus viviendas, ubicadas en la vía Pujilí – La Maná, en Cotopaxi.

    En las mismas casas, las artesanas adecuaron tiendas donde exponen las máscaras hechas con madera, cuadros elaborados en cuero de oveja y ropa hecha con lana de borrego o llama.
    Ana Umajinga es oriunda de la comunidad de Zumbahua, ubicada a 15 minutos de la comuna de Tigua. Ella elabora las máscaras con el apoyo de su esposo, Alfonso Toaquiza. Entre las caretas que se encarga de crear están las que tienen forma de perro, lobo, leopardo, colibrí, mono, la del tradicional diablo huma, entre otras. A estas se suman los payasos, demonios y catrinas o calaveras.

    Las figuras de los animales propios de los Andes y de la Amazonía son parte de las fiestas ancestrales que se desarrollan en las comunidades indígenas de esa zona. Los participantes que las usan, hacen bromas con los asistentes.

    Su atuendo se complementa con todo tipo de vestimenta colorida y llamativa. Umajinga confiesa que su familia y vecinos del barrio desconocían del tallado de la madera hace varios años atrás.

    A los 16 años contrajo matrimonio con Alfonso, hijo de Julio Toaquiza y uno de los impulsores del arte de las comunidades del occidente de Pujilí. “En los primeros años no me llamaban la atención estas obras de arte. Las necesidades del hogar y el apoyo para mi esposo me obligaron a aprender del tallado”, cuenta.

    Las primeras máscaras que talló las hacía con ayuda de herramientas como sacabocado, tachuelas, suelas y otras. Ahora tiene varios instrumentos sobre su escritorio junto a las pinturas. Su esposo Alfonso le asesoró al inicio, ahora dice que talla máscaras ella sola.

    Este trabajo lo empezó en una mesa de madera de su taller en Tigua, que aún conserva.
    El intenso frío le obligó a migrar con su pareja y dos hijos al centro de Pujilí. En la urbe abrió un pequeño taller donde realizaba el tallado de la máscara con los procesos de enyesada, pulida y pintada. Al principio le tomaba entre cuatro y seis horas pintar una máscara y ahora solo una hora.

    “El pintado me resultó un poco demoroso y aburrido. Pero el arte requiere de estos dones y eso lo aprendí con el paso de los años. La primera máscara que vendí en Otavalo me motivó para seguir”.

    Al igual que Umajinga, son varias las mujeres que habitan en Tigua que también aprendieron a hacer las máscaras y a venderlas.

    Una de las más jóvenes talladoras es Magdalena Toaquiza Ugsha. La artista indígena aprendió a los 8 años las técnicas de pintura de su padre, Julio Toaquiza.

    La joven cuenta que su progenitor le transmitió los conocimientos junto a sus siete hermanos. “La elaboración y pintura de estas máscaras no va a desaparecer. Hay muchos jóvenes indígenas que aprendieron y están revalorizando este arte, no solo de mi comunidad, sino de otros sectores de Cotopaxi”, asegura Toaquiza.

    Las máscaras que están a la venta son de diferentes tamaños y precios. El costo va desde los USD 20 hasta los 100. El valor de la careta aumenta dependiendo del acabado y los detalles que tenga.

    La mayoría de máscaras tiene tres agujeros que representan los ojos y la boca. Cada detalle la hace diferente de las demás, como el tallado de orejas, cachos, etc.

    Judith Castro adquirió una máscara pequeña en USD 30. La turista junto con sus amigos visitaron esta zona y se admiraron del trabajo de los indígenas. “Algunas máscaras tienen detalles que las hacen muy vistosas”, dice Castro.

    Las representaciones de los animales son ampliamente valoradas por los turistas extranjeros, que llegan hasta la comunidad de Zumbahua. Foto: Fabián Maisanche  / LÍDERES
    Las representaciones de los animales son ampliamente valoradas por los turistas extranjeros, que llegan hasta la comunidad de Zumbahua. Foto: Fabián Maisanche / LÍDERES
  • 1 135 familias trabajan para elevar la producción de leche

    Pedro Maldonado

    Campesinos de la provincia de Cotopaxi que se dedican a la producción de lácteos buscan mejorar sus procesos para comercializar un producto de mejor calidad.

    Para conseguir este objetivo, la fundación Eli Lilly and Company, a través de su división de animales denominada Elanco, donó USD 100 000 para que productores de esta provincia puedan mejorar su línea de producción.

    Con ello, se busca beneficiar directamente a 1 135 familias que forman parte de La Campesina, red de 11 centros de acopio y transformación de lácteos en Cotopaxi.

    La donación se suscribió el pasado miércoles 17 de mayo, en Quito, en un evento que estuvieron presentes representantes de La Campesina, Silvia Bravo viceprefecta de Cotopaxi; Michael McCarty, director Asuntos Corporativos para América Latina de Elanco; Rosa Rodríguez, directora de Heifer Ecuador, entre otros representantes del sector.

    El que ejecuta todo este proyecto es Heifer, una ONG cuyo enfoque combina una propuesta de desarrollo para poblaciones en pobreza, a través de la gestión de ecosistemas y recursos naturales.

    McCarty explica que los desembolsos se realizarán en dos años. Añade que dialogaron con Heifer durante cinco años y coincidieron en las visiones del proyecto, que busca mejorar la producción de proteína animal.

    Además la fundación brindará ayuda técnica con especialistas como veterinarios
    Rodríguez señala que específicamente el dinero se destinará a la mejoramiento genético, mejora del tratamiento animal. Todo esto para que las familias campesinas mejoren los niveles de producción y la calidad de los animales a través de una buena crianza.

    Además, el proyecto busca articular a las diferentes asociaciones campesinas productoras de leche de Cotopaxi con el fin de que puedan garantizar un mayor volumen de producción y así comercializar en mejores condiciones. “Es más fácil comercializar en conjunto, un mayor volumen, que garantizar una venta de una sola comunidad”, señala Rodríguez.

    Esto va acompañado de asesoría en procesos de capacitación en negociación para que puedan comercializar de mejor manera sus productos.

    Toda esta iniciativa va acompañada de una capacitación constante a las diferentes asociaciones. Otra de las aristas del trabajo comunitario es diversificar la producción láctea, con la fabricación de quesos, helados o yogur.

    Silvia Bravo, viceprefecta de Cotopaxi, señala que la verdadera matriz productiva consiste en aportar a los pequeños productores para poder mejorar su situación económica y condiciones de vida. “Deben existir proyectos sustentables, sostenibles para mejorar la calidad de vida”, añade la viceprefecta.

    El 68% de la producción de leche, según las fundaciones, está en manos de campesinos. El 75% de los productores de lácteos actualmente se concentra en la Sierra centro del país.
    Según Bravo, en la provincia de Cotopaxi se producen 400 000 litros diarios de leche y este es un negocio que sustenta a muchas familias de la región.

    Silvia Bravo (de pie), viceprefecta de Cotopaxi, durante la entrega de la donación junto a dirigentes de las comunidades y fundaciones. Foto:: Diego Pallero / LÍDERES
    Silvia Bravo (de pie), viceprefecta de Cotopaxi, durante la entrega de la donación junto a dirigentes de las comunidades y fundaciones. Foto:: Diego Pallero / LÍDERES
  • Los trofeos y medallas para campeones se hacen en Latacunga

    Modesto Moreta

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    Adentrarse en las instalaciones de la empresa Mundo del Trofeo es como sentirse un campeón. Decenas de diseños de trofeos, placas y medallas de oro, plata y bronce llenan las estanterías de este emprendimiento localizado en el ingreso a la Latacunga, en Cotopaxi.

    Su gerente, Mario Velasco, exhibe en un extenso show room los últimos modelos y tendencias en trofeos que los importa de varios países del mundo. Su éxito radica en comercializar trofeos, placas y medallas exclusivas y únicas. Cuenta con distribuidores a escala nacional. Eso le permitió estar presente con sus productos en todo el país.

    Su historia se inició en 1990. En ese año trabajaba en una empresa similar dedicada al ensamblaje de trofeos y placas recordatorias. Como empleado se encargaba del área de fotograbado. Pero no se conformaba en cumplir ese papel, sino que era más visionario y buscaba convertirse en un agente de ventas. Su ascenso se dio en 1997 cuando pidió al gerente que le diera una oportunidad para la comercialización de sus productos en otras ciudades.

    Su propuesta fue aceptada y pronto comenzó a recorrer desde el local más pequeño hasta el más grande en todo el país. Los ingresos para la fábrica a la que representaba aumentaron y también los suyos. Él recibía una comisión por las ventas. Con los ahorros y un crédito bancario compró a su jefe los almacenes de Ambato y de Riobamba. Pero no estaba conforme con el abastecimiento de la materia prima.

    “El mercado siempre exige cambios, nuevas alternativas, oportunidades en innovación y tecnología por estos factores Mundo del Trofeo comenzó a importar y comercializar a sus clientes equipos láser para marcado y grabado de última tecnología. Cada año innovaba los productos de premios y reconocimientos”, cuenta Mario.

    En el 2009, el emprendimiento fue afectado por un incendio en la bodega. Las pérdidas superaron el 80% de la materia prima, sin embargo, no se dio por vencido. Con una cartera por cobrar y créditos de entidades bancarias logró nuevamente levantar su negocio. En la actualidad cuenta con 25 colaboradores.

    Hace un año y medio se mudó a un lugar más amplió ubicado en la Panamericana Sur, sector El Niágara. Allí exhiben 700 modelos en trofeos deportivos, copas europeas, placas de cristal, medallas deportivas, condecoraciones, etc. En distintos tamaños y formas ya sea en plástico y metal.

    Aurelio Arias es distribuidor en la ciudad de Milagro. Cuenta que trabaja 20 años con Mundo del trofeo debido a que el producto que comercializa es de calidad y eso hizo que el negocio se incrementara en más del 100%.

    Su local Zayda Joyería y Relojería está localizado en las calles Juan Montalvo y 9 de Octubre, en el centro de la ciudad. Sus clientes vienen de Milagro, Naranjito, Yaguachi, Durán, El Triunfo, Mariscal Sucre, Roberto Astudillo y otros sectores.

    Mundo del Trofeo es representante de varias firmas internacionales, así ha logrado obtener un mercado de confianza por su credibilidad y su ejemplar reputación en el mercado nacional. “Hombre exitoso no es el que nunca ha fracasado, sino más bien es el que habiendo fracasado ha sobresalido”, finaliza Mario.

    Mario Velasco es el gerente general Mundo del Trofeo. Tiene en exhibición más de 700 modelos y diseños de trofeos, placas recordatorias y medallas de oro, plata y bronce. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
    Mario Velasco es el gerente general Mundo del Trofeo. Tiene en exhibición más de 700 modelos y diseños de trofeos, placas recordatorias y medallas de oro, plata y bronce. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • LAN Ecuador implementa sistema para medir ceniza volcánica

    Evelyn Tapia

    Cambios de ruta e incremento en los tiempos de vuelo fueron las alternativas por las que la aerolínea LAN Ecuador optó para evitar cancelar vuelos, debido a las emisiones de ceniza del volcán Cotopaxi, que comenzaron en agosto de este 2015.

    La mañana de este jueves 5 de octubre del 2015, en Guayaquil, representantes de la aerolínea realizaron un balance de los efectos que tuvo la actividad del volcán en los últimos dos meses e indicaron que los vuelos se están regularizando.

    Cuando la emisión de ceniza tuvo más intensidad, los vuelos en la ruta Quito-Guayaquil y viceversa pasaron de 35 minutos a 1 hora 15 minutos. “Hace diez días la actividad está bastante normal… Estamos volviendo a tiempos de 40 minutos. Creo que hemos sorteado bien la crisis; la cantidad de minutos agregados a los vuelos han sido muy marginales”, dijo Manuel Van Oordt, director Ejecutivo de LAN Ecuador.

    Aunque desde hace dos semanas la duración de los vuelos en la ruta Quito- Guayaquil está volviendo a la normalidad, esta aerolínea implementó un nuevo sistema de origen inglés, conocido como Topas, para medir la concentración de ceniza en los aeropuertos de Tababela, en Quito y José Joaquín de Olmedo, en Guayaquil.

    La empresa invirtió unos USD 30 000 en este sistema que mediante un fotómetro evalúa la cantidad y tamaño de las partículas de polvo o ceniza, y envía a un sitio web información sobre los niveles de ceniza tolerables para efectuar un vuelo. Los datos se actualizan cada 10 minutos.

    “Hemos puesto este sistema al servicio de la comunidad aeronáutica. Esta inversión nos permite mantener la continuidad operacional y acabamos con el tabú de que no se puede volar cuando hay ceniza”, explicó el directivo.

    De acuerdo con el sistema, si se detecta de 0 a 2 000 microgramos de ceniza por metro cubíco, el vuelo se puede efectuar con normalidad. Si el sistema detecta un rango de 2 000 a 4 000, alerta de un riesgo, aunque esto no necesariamente implique suspender el vuelo.

    “Pero si se detecta que los niveles pasan de 4 000 definitivamente no se debe volar”, explicó Octavio Pérez, gerente de seguridad ocupacional de LAN.

    Carlos Egüez, gerente de operaciones, indicó que la empresa seguirá trabajando ante eventuales complicaciones, a pesar de que la actividad del volcán haya menguado. “Estamos cambiando de mentalidad, antes pensábamos: ‘actuemos cuando erupcione el volcán’, ahora no, estamos preparados desde antes y tenemos un plan”, señaló.

    Egüez recalcó que desde que comenzó la emisión de ceniza, LAN no suspendió vuelos, y aseveró que la prioridad de la empresa es mejorar los tiempos de duración de las rutas y los porcentajes de puntualidad que se vieron afectados por la ceniza.

    Durante septiembre, LAN tuvo un 89% de puntualidad en los vuelos y en octubre alcanzó un 90%.

    “Cambiamos las rutas, tuvimos que poner una persona que monitoree la ceniza, en un tiempo la Dirección de Aviación Civil y la Fuerza Aérea trabajamos y nos permitieron hacer el cruce por el sector de Taura en la ruta Quito Guayaquil, aunque es un área restringida para aviones comerciales, pero se permitió por primera vez”, señaló Egüez.

    Carlos Egüez, gerente de operaciones, indicó que la empresa seguirá trabajando ante eventuales complicaciones, a pesar de que la actividad del volcán haya menguado. Foto: Mario Faustos/El Comercio
    Carlos Egüez, gerente de operaciones, indicó que la empresa seguirá trabajando ante eventuales complicaciones, a pesar de que la actividad del volcán haya menguado. Foto: Mario Faustos/El Comercio
  • La fortaleza es la formación integral

    Dalia Montalvo (i) Redacción Sierra Centro / LÍDERES

    UNIVERSIDAD TÉCNICA DE COTOPAXI (UTC)

    El campus matriz de la Universidad Técnica de Cotopaxi (UTC) se mira desde lejos. La parte administrativa y la nueva construcción de aulas, laboratorios y escenarios artísticos se ubica en el tradicional barrio San Felipe, en Latacunga. El establecimiento da cabida, actualmente, a 6 000 estudiantes.

    El centro de educación superior nació como una extensión de la Universidad Técnica del Norte. Fue en 1991 y funcionaba en el local de la Unión Nacional de Educadores (UNE), de Cotopaxi.

    En el primer año académico, recuerda Guido Yauli, vicerrector de la UTC, se inscribieron 398 alumnos. Tres años después, las instalaciones se trasladaron al colegio Luis Fernando Ruiz y luego al Instituto Agropecuario Simón Rodríguez. «El 24 de enero de 1995 se aprobó el Decreto de creación de la Universidad como tal. Desde ese año trabajan en un edificio a medio construir que estaba destinado a ser Centro de Rehabilitación Social. En la actualidad son cinco hectáreas las que forman el campus y aún están levantándose nuevas etapas. Aquí funcionan las carreras humanísticas y las carreras técnicas», añade Yauli.

    Además del campus principal, la UTC cuenta con el Centro Experimental y de Producción Salache (Ceypsa), ubicado a 10 minutos de Latacunga. El lugar que tiene 82 hectáreas acoge las carreras de Ciencias de la Vida. Asimismo, la institución tiene una sede en el cantón de La Maná, en donde está el campus académico y el centro experimental agrícola.

    La UTC cuenta con 514 docentes. 18 carreras integran la oferta académica están distribuidas en tres unidades. La de Ciencias Aplicadas, Ciencias Administrativas y Humanísticas, y la de Ciencias Agropecuarias y Recursos Naturales.

    Los alumnos del centro de educación superior pueden optar por una ingeniería en Informática y Sistemas, en Diseño Grafico, en Electricidad, Industrial, Electromecánica, Contabilidad, Comercial, Agronómica, Agroindustrial, Medioambiente y Ecoturismo; una licenciatura en comunicación social, cultura física, parvularia, inglés, educación básica y secretariado ejecutivo. También existe la carrera de Abogacía y de Medicina Veterinaria.

    Uno de los objetivos de la UTC es formar profesionales capaces de enfrentar con solvencia los problemas que aquejan a la sociedad. Trata de que sus estudiantes tengan una formación integral; que dominen la ciencia y la tecnología, pero que se caractericen por la parte humana.

    Según Wilfrido Román, administrador del Centro de Experimentación y Producción Salache, este espacio es el laboratorio natural para la formación de profesionales en las especializaciones de Ingeniería Agronómica, Medicina Veterinaria, Ingeniería en Medioambiente, Ingeniería en Ecoturismo e Ingeniería Agroindustrial.

    Existen proyectos que se desarrollan en la granja experimental. De acuerdo con Román, los estudiantes participan en todas las actividades prácticas del centro. En algunos casos se realizan turnos de trabajo pero su permanencia no es fija; es decir, no se maneja bajo la modalidad de internado.

    La UTC por dentro La relación institucional.  El Gobierno Provincial de Cotopaxi recibió planes para un trabajo en mancomunidad. Los proyectos se basan en los ejes de medioambiente, agricultura y recuperación de los recursos hídricos.

    En el deporte.  El equipo de fútbol de Cotopaxi, que juega en la serie B, lleva el nombre de la Universidad.

    La planta docente.  La UTC cuenta con el 67% de docentes a tiempo completo. La entidad ha asumido el compromiso en el mejoramiento continuo según los criterios, la titularidad, la paridad de género; los docentes apuntan a las maestrías, PhD… desarrollan proyectos de actualización, etc.