Etiqueta: cuarentena

  • Los cambios de la nueva normalidad

    Agencia Reuters

    Relacionadas

    Clases en tiendas de campaña. Compañeros de cuarto asignados en base a pruebas de anticuerpos de coronavirus. Residencias para estudiantes en cuarentena. Aulas con poca gente. La vida universitaria de EE.UU. podría ser drásticamente diferente cuando las clases se reanuden.

    Las universidades vaciaron las residencias y trasladaron las clases al entorno virtual en marzo a medida que la pandemia empeoraba, una decisión que dejó a muchos estudiantes pidiendo reembolsos parciales.

    Ante la falta de presupuesto, varias universidades han dicho que están poniendo en suspenso las inversiones en infraestructura, congelando contrataciones y despidiendo a trabajadores.
    Ahora, las facultades están explorando enfoques creativos, antes inverosímiles, para asegurarse de que los estudiantes puedan regresar al campus en el año académico 2020-2021.

    “Seguro que habrá cambios, pero de una forma u otra vamos a estar abiertos”, dijo James Herbert, presidente de la Universidad de Nueva Inglaterra, una escuela privada en el Estado de Maine.

    El atractivo comercial de las universidades residenciales es la vida en el campus y el sentido de comunidad que fomenta, dijo Brian Rosenberg, presidente del Macalester College en Minnesota.

    Cuando las clases son virtuales, las escuelas privadas no pueden ganar dinero con los servicios de alojamiento y comedor, y les cuesta justificar el costo de la matrícula, manifestó Rosenberg.

    El promedio de matrícula y cuota en una universidad pública estatal fue de USD 10 116 para el año 2019-2020 y de USD 36 801 en las privadas, según la revista U.S. News and World Report.

    “El mejor escenario desde el punto de vista financiero para cualquier universidad residencial es tratar de estar abierta el mayor tiempo posible de un año completo en el campus”, dijo Rosenberg.

    Los administradores de las universidades están sopesando cambios en la vida de las residencias universitarias.

    Herbert, de la Universidad de Nueva Inglaterra, indicó que la casa de estudios está estudiando la posibilidad de asignar compañeros de habitación en función de los resultados de las pruebas que pueden detectar si alguien tiene anticuerpos contra covid-19.

    Lo ideal sería que un estudiante sin anticuerpos fuera emparejado con uno que los tenga para evitar que los compañeros de habitación se infecten entre sí, dijo Herbert.

    La Universidad de Nueva Inlgaterra está considerando alquilar habitaciones en un hotel cerca del campus para permitir más espacio entre alumnos, dijo Herbert.

    Las medidas de distanciamiento también afectarán a las clases en el campus, transformando la vida académica de los estudiantes.

    Debido a que el virus se propaga más fácilmente en espacios cerrados, la Universidad de Stanford, en California, está considerando la posibilidad de impartir las clases al aire libre en grandes tiendas de campaña, dijo un portavoz .

    Las instituciones podrían suspender las clases que reúnen a cientos de estudiantes en grandes auditorios y, en su lugar, alojar aulas más pequeñas o con pocos alumnos; los estudiantes deben sentarse más separados.

    La Universidad de Brown, en Rhode Island, podría exigir a los estudiantes y al profesorado el uso de mascarillas y limitar las actividades deportivas, los conciertos y las fiestas.

    Estudiantes caminan por el campus de la Universidad de California. Las clases se retomarán en este otoño.
    Estudiantes caminan por el campus de la Universidad de California. Las clases se retomarán en este otoño. Foto: Reuters
  • OMS publicó su trabajo del adulto mayor en cuarentena

    Giovanni Astudillo
    Editor (I)

    Relacionadas

    Desde agosto del 2019 vive en la ciudad española de Salamanca. Allí, estudia una maestría en psicogerontología y hasta antes de las medidas de confinamiento -dictadas por el Gobierno de España– realizaba sus prácticas en centros geriátricos.

    En el tiempo que estaba trabajando en esos lugares, la psicóloga cuencana, Andrea Alvarado Rodas, pudo percibir que los pacientes tenían miedo al pensar qué sucedería en la cuarentena y la soledad que tendrían. Eso desencadenaba sentimientos de tristeza, ansiedad y estrés.

    Cuando no pudo ingresar a estos centros por el confinamiento, ella no se quedó tranquila en su casa y buscó alternativas para ayudar a los adultos mayores de España e, incluso, de Ecuador.

    Su investigación

    “Tuve la idea de realizar un estudio sobre los efectos negativos que ocasionaron los anteriores confinamientos. Extrapolé toda la información de lo que ocurrió en el pasado para realizar una intervención en la actualidad.

    Determiné que las personas en las cuarentenas experimentan miedo, tristeza y ansiedad, que si no son atendidas en ese momento pueden enfrentar cuadros más críticos como estrés postraumático. Mi objetivo fue prevenir que las personas presentaran esos efectos negativos en la cuarentena por covid-19.

    Busqué las alternativas para comunicarme con mis pacientes porque ya no lo podía hacer de forma presencial. Pensé en los medios tecnológicos, pero los adultos mayores tienen limitaciones para acceder a estos, por lo que me valí de sus cuidadores o familiares para contactarme a través de Whatsapp y Facebook.

    La intención fue llegar a la mayor cantidad de personas usando estas alternativas de uso común. Lo hice mediante videollamadas. Atendí 80 personas mayores de Salamanca y Cuenca, que tienen más de 65 años de edad.

    El proyecto intervino por cuatro semanas; y se dividió en varios aspectos. Al inicio fueron los primeros auxilios psicológicos mediante videollamadas. Luego mediante la psicoeducación, expliqué temas relacionados con el virus y sus medios de transmisión. Mi idea era que estén bien informados de la situación.

    Ofrecí terapia de relajación con ejercicios sencillos mediante video y explicaciones para que los pueden replicar en casa. Además, recomendé que los adultos mayores tengan una rutina similar a la que tenían anteriormente. Es decir, que se mantenga el mismo horario para dormir, alimentarse y para el ocio. Que no sean aislados del resto de la familia y entorno, que expresen sus emociones y que reciban estimulación de lenguaje, atención y memoria con fichas psicológicas. Esas son las principales estrategias psicológicas de enfrentamiento”.

    El interés de la OMS

    “Este trabajo finalizó el 9 de este mes y desde entonces los resultados están siendo analizados para obtener las conclusiones respectivas. La investigación debe finalizar hasta el próximo 7 de julio. Mi propósito es que quede un procedimiento para que sea replicado en el futuro para las nuevas cuarentenas.

    Una colega en España me comentó que la OMS buscaba experiencias positivas de profesionales que trabajaban en salud mental en este confinamiento. Por ello, me contactó con un investigador canadiense, quien recibió el estudio y fue el nexo con esta organización internacional.

    Envié todo el marco teórico, objetivos y los resultados que espero obtener para que efectúen un monitoreo. Ellos revisaron si el trabajo cumplía con los procedimientos y estándares para determinar si podía o no ser calificada como historia de éxito.

    El pasado 6 de este mes recibí un e-mail con la felicitación y me informaron que mi trabajo había sido elegido. Fue publicado primero en inglés y luego en español. Mi estudio fue presentado por la OMS”.

    Su proyecto a futuro

    “Cuando retorne a Ecuador buscaré erradicar los estereotipos que existen en torno al envejecimiento y que la imagen psicoló­gica del adulto mayor se centre en la evidencia científica. Eso falta mucho por realizar en el territorio de Ecuador.

    Además, visibilizaré la necesidad de lograr una atención integral de este segmento de la población y que la especialización del psicogerontólogo sea conocida en el país

    La psicóloga cuencana atendió mediante plataformas tecnológicas a las personas de la tercera edad de España y Ecuador
    La psicóloga cuencana atendió mediante plataformas tecnológicas a las personas de la tercera edad de España y Ecuador. Foto: Cortesía Andrea Alvarado
  • Esta barbería se reinventó ante la cuarentena por el covid-19

    Redacción Líderes

    La emergencia sanitaria que vive Ecuador, con las medidas de restricción implementadas por las autoridades, no frenaron el espíritu emprendedor de Barber House. Este negocio, con un local en Cumbayá y otro en Quito, se vio afectado como la mayoría de negocios que tuvieron que cerrar sus puertas por el covid-19.

    Su fundador José Aguirre cuenta que ambos locales se cerraron a mediados de marzo. Tras unos días de incertidumbre Barber House decidió probar un servicio virtual, en el que mediante una videollamada ofrece asesoría a sus clientes. La idea fue mantener el contacto y mostrar que el negocio estaba preocupado por sus clientes, explica Aguirre.

    “Ellos vienen cada dos o tres semanas y en esta cuarentena nos escribían preguntando cómo les podíamos ayudar debido a que ya tenían el cabello crecido”.

    Macarena Zaldumbide es una de las personas que se contactó con Aguirre para recibir ayuda virtual. Su esposo y sus hijos son clientes habituales de Barber House. El pasado 7 de abril ella recibió la ‘visita’ de uno de los barberos del negocio.

    “Desde el primer minuto de la llamada sentimos el profesionalismo, cariño y respeto con el que nos iban a guiar en este proceso”, dice Zaldumbide, quien nunca antes había cortado el cabello de su esposo ni de sus hijos.

    La mujer estaba un poco nerviosa. Pero con la ayuda Marcos, el barbero, lo logró. “Primero le mostramos los implementos que teníamos en la casa. Marcos nos fue dando las instrucciones y logramos, entre paciencia y risas, hacer el corte. Íbamos moviendo la cámara para que Marcos pueda ver el avance”. Al final todos quedaron contentos con la videollamada y con la atención brindada.

    “Aprendimos algo nuevo y disfrutamos de una distracción por una hora. Fueron puntuales, pacientes y profesionales”.

    Aguirre cuenta que en las dos primeras semanas de esta nueva modalidad se hicieron cerca de 100 cortes de cabello y barba, por medio de videollamadas. El costo sugerido es de USD 5, pero existen clientes que pagan algo más. “La idea es mantener el empleo de los 11 barberos que tiene Barber House hoy en día en sus dos locales”, explica Aguirre.

    El emprendedor añade que lo más difícil fue el cambio de paradigma, romper el esquema tradicional y creer firmemente que una idea aparentemente descabellada puede funcionar. “Nuestro oficio es puramente de contacto realizado por un profesional, en este caso los clientes ponen su confianza en nuestra capacidad pedagógica y en la habilidad de quien haga las veces de ‘barbero en casa’. Socializamos la idea a la interna, definimos protocolos y nos lanzamos”.

    ¿Cómo reaccionan los clientes? Aguirre dice que la marca cuenta con la confianza y la solidaridad de los usuarios. La idea fue recibida de muy buena manera principalmente por la capacidad de reinvención mostrada.

    Además, Barber House, que incorpora la marca Barber Home por la cuarentena, tiene un par de clientes en el extranjero. Uno de ellos es Mario Ortiz, quien vive en Canadá. “El haber logrado un asesoramiento técnico para poder cortarme yo mismo el cabello lo hace interesante y se hace divertido cuando el asesoramiento técnico es bien impartido por alguien que sabe”, dice desde Canadá.

    Foto referencial. En las fotos se observa cómo dos de los clientes reciben asesoría de un barbero de Barber House. Foto cortesía
    Foto referencial. En las fotos se observa cómo dos de los clientes reciben asesoría de un barbero de Barber House. Foto cortesía