Etiqueta: DAR

  • La pandemia impulsó a dar un giro empresarial y a adaptarse

    Vanessa Silva  (I)

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    La pandemia modificó los hábitos de consumo de la ciudadanía, ocasionando un marcado repunte en de la demanda de ciertos productos, tales como medicinas y alimentos, mientras que otros artículos decayeron. El abrupto cambio motivó a empresarios a dar un giro a los negocios e incursionar en nuevas áreas, con miras a sobrevivir a la crisis.

    Aunque no existe un dato concreto de cuántas empresas en el país se ‘reinventaron’, lo cierto es que en todos los segmentos hay muestras de esta transformación. Desde pequeños emprendimientos hasta grandes compañías volcaron sus esfuerzos hacia nuevos caminos, con tal de evitar el cierre y mantener plazas de trabajo.

    Un caso es Corporación Azende, que a los pocos días de iniciar el estado de excepción (16 de marzo) dejó de fabricar el licor Zhumir para producir alcohol y gel.

    Otra muestra es el sector textil y de confección. A raíz de la emergencia sanitaria, sondeos ciudadanos evidencian que los clientes desplazaron sus preferencias por adquirir prendas de vestir.

    La caída en ventas fue precipitada. Según datos de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (AITE), entre enero y abril de este año hubo una caída del 93% frente al mismo período del 2019.

    Ante esa realidad, más fábricas y comercializadoras empezaron a confeccionar los productos que cobraron mayor demanda debido a la emergencia sanitaria, como mascarillas, tapabocas, trajes de bioseguridad, prendas para personal de la salud y ahora incluso se elaboran líneas de ropa a base de telas antifluidos con cubrebocas adaptados.

    No obstante, dar este giro no ha sido sencillo para los negocios formales, porque las mascarillas, al igual que otros productos, requieren de registro sanitario que acredite su calidad y el trámite para obtenerlo es lento, comenta Javier Díaz, titular de la AITE.

    Para tener una idea, alrededor de dos meses tardó la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) en conceder los permisos a solo cinco
    empresas agremiadas a la AITE.

    Hasta el 17 de junio, la Arcsa ha aprobado 238 tipos de mascarillas que en su mayoría son de fabricantes ecuatorianos y chinos.

    La transformación del sector textil, así como el crecimiento de las entregas a domicilio de distintos productos, tuvo un efecto colateral positivo en empresas de la industria gráfica, puesto que se volcaron a elaborar cajas y demás materiales de paquetería.

    Esto ha dado un poco de oxígeno financiero a ciertas imprentas, luego de que la producción de libros y textos escolares para instituciones públicas enfrentó problemas de distribución, además de que varias empresas recibieron como pago bonos del Estado, difíciles de negociar en la bolsa.

    Así lo comentó Mauricio Miranda, presidente del Sector Gráfico de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), en mayo pasado. La situación de la industria gráfica sigue todavía compleja.

    Para dar un giro a las actividades tradicionales, sin mayores inversiones, las empresas deben aprovechar el potencial de su maquinaria instalada, reflexiona Andrés Robalino, portavoz de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo (Cipem) de Cuenca.

    La reinvención, agrega Robalino, no solo se concentra en la parte industrial sino también en la comercialización y distribución.

    El confinamiento social llevó a que los empresarios incursionasen en el comercio electrónico y las entregas a domicilio, lo que permitió generar ventas por medios que antes eran poco usados por algunas firmas.

    Esa ha sido la vía por la que más ha apostado la industria maderera y que ha potenciado los ingresos. Además, se dio más énfasis en la elaboración de muebles para el teletrabajo y estudios en el hogar, ahorrando espacios, comentó Christian Riofrío, titular de la Asociación Ecuatoriana de Industriales de la Madera.

    La emergencia sanitaria hizo que entre marzo y mayo se movieran alrededor de USD 500 millones en ventas en línea, lo que representa casi un tercio de todo lo generado en el 2019, según la Cámara de Comercio Electrónico. Se proyecta que en este año, las ventas ‘online’ alcancen los USD 2 200 millones.

    500 millones de dólares en ventas en línea se realizaron entre marzo y mayo del 2020

    La empresa textil Hilacril concentró sus operaciones en fabricar mascarillas y trajes de protección. Foto: Cortesía Hilacril
    La empresa textil Hilacril concentró sus operaciones en fabricar mascarillas y trajes de protección. Foto: Cortesía Hilacril
  • La discapacidad no es obstáculo para dar servicio

    Cristina Márquez. ( I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Los autos adaptados que manejan los socios de Asoditax tienen un sistema similar al de las motocicletas que les permite embragar, acelerar, frenar y direccionar el volante sólo con las manos. Ese sistema de conducción les permitió emprender con una cooperativa de taxis y volver a trabajar.

    La cooperativa funciona en Riobamba desde el 2007 y está integrada por 32 socios que tienen diferentes tipos de discapacidades físicas, pero que tienen la habilidad de conducir.

    Héctor Calderón, por ejemplo, tiene paraplejia desde el año 2011, cuando su columna vertebral se lesionó al caer del techo de su vivienda. Él se desempeñaba como oficinista de una entidad estatal antes del accidente, pero dejó su trabajo debido a la lesión.

    “Es complicado para nosotros pedir trabajos en instituciones, es difícil acceder a edificios con obstáculos y también acoplarnos al horario de trabajo, porque para evitar las escaras debemos tomar medicinas y hacer terapias”, cuenta Calderón.

    Sus unidades de taxi, en cambio, les permiten administrar su tiempo, hacer amistad con otras personas discapacitadas y trabajar en horarios cómodos. Además, pueden llevar dinero a sus casas.

    “Dejamos de ser como un mueble más de la casa cuando empezamos a trabajar. La vida cambió para todos”, cuenta Maribel Martínez, gerente de la asociación.

    Los socios se conocieron en la Asociación de Personas con Discapacidad de Chimborazo, donde practicaban deportes como parte de su terapia. La idea de integrar una cooperativa de taxis surgió cuando los primeros autos adaptados llegaron a la ciudad.

    “Se nos ocurrió la idea ser taxistas, decidimos que no había ningún obstáculo para emprender y lo hicimos”, recuerda Calderón.

    La organización surgió con 12 socios. Luego más integrantes obtuvieron créditos para adquirir los vehículos adaptados, que costaban hasta USD 12 000.

    “Tuvimos que aprender a manejar, y eso fue muy difícil. Nos tomó meses de práctica antes de poder demostrar a las autoridades que éramos capaces de transportar pasajeros con seguridad”, dice Walter Gutiérrez, uno de los fundadores de la empresa.

    De hecho, el obstáculo más fuerte que tuvieron que enfrentar fue la obtención del permiso de operación. Las autoridades les hicieron exámenes, solicitaron documentos adicionales y además pruebas prácticas donde verificaron que eran capaces de conducir los vehículos y que cumplían con todos los requisitos.

    Los socios describen el proceso de legalización de la empresa como “toda una lucha”. Y ahora aspiran tener más cupos para ayudar a otros discapacitados.

    “No ha sido fácil resignarnos a vivir con una discapacidad, pero el trabajar nos ayuda a mantener la motivación y a sostener a nuestras familias”, dice José Luis Tepu.

    Los socios cuentan con el respaldo de sus familias para laborar en sus unidades. Ellos les toman la posta, pues sólo pueden trabajar en jornadas de seis horas.

    José Luis Tepu, Héctor Calderón, Walter Gutiérrez y Maribel Martínez son parte de la directiva de Asoditax. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
    José Luis Tepu, Héctor Calderón, Walter Gutiérrez y Maribel Martínez son parte de la directiva de Asoditax. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • Un espacio para dar apoyo en el desarrollo pedagógico

    Redacción Quito

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    La Facultad de Ciencias de la Educación de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), en un intento de vincular los conocimientos que se generan en la institución con la comunidad, creó el Centro de Asesoría y Servicios Educativos (CASE).

    Este espacio de estimulación y desarrollo pedagógico abrió sus puertas en enero del 2016, para atender a usuarios de 0 a 15 años de edad que presenten dificultades en el proceso de aprendizaje. Dentro del CASE, trabajan varios profesionales especializados en psicopedagogía, que ofrecen una planificación personalizada para atender las necesidades pedagógicas de los diferentes usuarios.

    Además, existen varias áreas de trabajo dentro del centro: el área de estimulación temprana, detención y diagnóstico, que va de los 0 a los 6 años; el área de psicopedagogía, que atiende problemas como el de lecto-escritura y el área de evaluación psicopedagógica.

    La coordinadora de CASE, Shadira Procel, explica que el centro busca, además, poder capacitar a docentes e instituciones para asistir a las necesidades de los estudiantes de una manera más eficiente y enfocada a la superación de las dificultades pedagógicas.

    En el centro, los usuarios pueden desarrollar de mejor manera sus habilidades cognitivas y superar los obstáculos que se han presentado en su aprendizaje. Además, el plan de desarrollo es personalizado y direccionado a atender necesidades específicas.

    Los profesionales del CASE se encargan de realizar evaluaciones y entrevistas para realizar un diagnóstico de cada caso y analizar las soluciones. Sin embargo, el trabajo de los profesionales en pedagogía no termina con las sesiones didácticas, sino que existe un acompañamiento en el proceso de educación de los usuarios.

    “Las sesiones se trabajan dependiendo del caso, pero después de analizar el perfil, se visita a las instituciones educativas para socializar los resultados y se les da las directrices a los profesores para saber cómo trabajar con los niños que presentan estas dificultades”, explica Procel.

    En la actualidad, el centro cuenta con 50 usuarios que llegan, principalmente, desde instituciones educativas fiscales. Además, son las mismas instituciones de enseñanza quienes remiten a los estudiantes con conflictos pedagógicos hasta el CASE, para que sean los especialistas quienes se encarguen de ayudar a superar los problemas.

    El costo de las sesiones depende de las posibilidades de pago de las familias. Uno de los ideales principales de este centro, y la PUCE en general, es el poder vincularse con la comunidad y ayudar a los sectores de riesgo y de escasos recursos económicos.

    Por este motivo, existen profesionales dedicados a hacer estudios económicos de las familias y determinar el costo de los servicios. El valor de las sesiones oscila entre USD 15 Y USD 10. Gracias a los fondos recaudados, el centro logra autofinanciarse .

    Shadira Procel, comenta que el CASE tiene una visión de expansión bastante amplia y que se sigue trabajando en varios proyectos pedagógicos. Una de las principales proyecciones es poder convertirse en un centro de investigación donde se desarrollen nuevos planes educativos.

    Asimismo, el CASE quiere integrar, en un futuro, a los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Educación, para que aporten con sus conocimientos al desarrollo pedagógico de los usuarios.

    Por el momento, los estudiantes universitarios pueden acceder al centro para tener clases prácticas en materias como Didáctica. Otros espacios se aperturarán.

    En la actualidad, el centro se encuentra trabajando en generar convenios con más instituciones y fundaciones para lograr expandir los servicios que se ofrecen hacia más usuarios que se encuentren en sectores de riesgo y de escasos recursos económicos. Adicionalmente, ha trabajado con unidades educativas en materia de adaptaciones curriculares.

    Es importante mencionar que el apoyo de la PUCE ha sido fundamental para este proyecto, ya que la institución a aportado con sus servicios, instalaciones y, conjuntamente con la Dirección General de Vinculación, se ha logrado que el CASE ayude a la comunidad con este servicio que es muy costoso en otras instituciones privadas.

    Shadira Prócel, integrante del Centro de Asesoría y Servicios Educativos de la PUCE. Foto: Julio Estrella / LÌDERES
    Shadira Prócel, integrante del Centro de Asesoría y Servicios Educativos de la PUCE. Foto: Julio Estrella / LÌDERES
  • Dar soluciones, una de sus líneas

    Adriana Noboa A.  (I)  redaccion@revistalideres.ec

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    La empresa la inició el hermano mayor, Marcelo Salazar en el 2003. Ahora sus otros tres hermanos colaboran con él, en lo que denomina un negocio familiar: Tensortec Ecuador S.A. Todos son ingenieros, gracias a la guía de su madre y su padre, quienes también colaboran con la compañía. El enfoque del negocio es el desarrollo e ingeniería de productos para telecomunicaciones.

    Salazar inició el negocio en 2005, con un capital de apenas USD 1 400. Casi 12 años después su facturación sigue creciendo. En 2016 llegó a los USD 1,9 millones y el 2015 fue de 1,5 millones.

    El nombre de la empresa surgió por su producto estrella: la pinza tensor. “La idea de la empresa inició por el año 2003… con un prototipo que es la pinza tensor, que es plástica y metálica, un producto híbrido, con la que se puede sujetar cables concéntricos de energía eléctrica o de fibra óptica en diferentes distancias”.

    En el comienzo se concentraron solamente en el sector eléctrico y durante el primer año no pudieron avanzar. Hasta que Salazar, que es ingeniero mecánico de la Politécnica, se encontró con un amigo de la universidad, que trabajaba en el sector de telecomunicaciones y probó su prototipo para solucionar un problema de sujeción de cables en postes. El primer pedido fue de 200 unidades y tuvo que fabricarse con maquinaria era rentada.

    Un par de años después llegaron a elaborar 2 000 unidades que eran las que comercializaban al mes. Entonces adquirió su primera máquina: una troqueladora mecánica. Ya un año después de la fundación, en 2006, consiguieron su segundo cliente y empezaron a fabricar toda la línea de herrajería completa. También adquirieron su primera inyectora de plástico y elaborar los productos y partes metálicos y plásticos. Agregaron después la maquinaria para el recubrimiento, hasta contar con su propia planta de galvanizado.

    Finalmente, los hermanos se dieron cuenta que podían entregar un valor agregado a sus clientes: la solución de problemas y creación de productos específicos. Así que pasaron, en 2011, de las áreas de metalmecánica, inyección de plásticos y recubrimientos, a la de ingeniería y matricería. Ahora ya no necesitan de empresas tercerizadas, ellos elaboran todas sus matrices y moldes. Salazar cuenta que ya no solo crean productos para el área eléctrica y de telecomunicaciones, sino que también de metalmecánica. En su cartera de clientes están Telconet, Punto net, TV Cable, Leve 3, NetLife y Claro.

    Además, ahora ya no les toma 75 días elaborar un prototipo requerido por un cliente. Desde hace un par de años lo hacen con una impresora 3D y les toma cinco horas.

    La planta nueva, a la cual se mudaron el año pasado, está ubicada en la vía Calacalí- La Independencia 20km. Esta cuenta con un área de 5 000 metros cuadrados y solo el galpón ocupa 2 000. Ahí trabajan 66 personas, a quienes no les importó mudarse con ellos desde Carapungo, donde estuvo la empresa desde sus inicios en 2003.

    Una de las premisas primordiales de este negocio familiar es trabajar solo con proveedores nacionales y que, así, el sector público y privado también de paso a la compra de sus productos 100% locales. Además, están trabajando en expandir sus ventas a Perú, Panamá y Guatemala. El primer país ya cuenta con sus prototipos, que están siendo probados.

    Para César Yánez, sénior OSP de Level 3, es positivo que exista una empresa nacional que elabore productos para fibra óptica. Y resalta que su punto fuerte es el desarrollo y creación de materiales. “El producto es bueno en comparación a otros del extranjero y están dentro de los valores del mercado”, sostiene.

    “Antes el esquema de trabajo era que el cliente nos consultaba si podíamos hacer un producto. Nosotros lo evaluábamos, costeabamos y veíamos la factibilidad. Pero ahora ya no esperamos a que el cliente genere la necesidad, vendemos la solución para la necesidad que tendrán a corto plazo”, comenta Salazar. Sus ingenieros o él personalmente viajan al extranjero para aprender la tecnología que se va desarrollando.

    Paulo Fernández, gerente de Compras de Punto Net, dice que se trata de una empresa innovadora. “Facilita todos los requerimientos de los clientes. Si se pide una fabricación específica logran ajustarse, a través de su tecnología e ingeniería de diseño, así como de su área de investigación”.

    Marcelo Salazar
    Gerente General  Tensortec pasó de ser una empresa a convertirse en una marca. Tenemos la confianza de nuestros clientes, que saben que les solucionamos sus problemas y necesidades específicas. Conjuntamente con ellos hacemos laboratorio y talleres para elevar el producto y solucionar los problemas de los productos importados, que tienen que acoplarse a las realidades locales. Ese es nuestro mejor servicio y el cliente nos considera un partner de desarrollo conjunto.

    Tensortec se especializa en el área eléctrica y de telecomunicaciones. Trabajan con metalmecánica, inyección de plásticos, recubrimientos, ingeniería y matricería. Foto: Vicente Costales / Líderes
    Tensortec se especializa en el área eléctrica y de telecomunicaciones. Trabajan con metalmecánica, inyección de plásticos, recubrimientos, ingeniería y matricería. Foto: Vicente Costales / Líderes
  • Spotify continúa ganando clientes pero no consigue dar beneficios

    Agencia AFP

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    El número uno de la música en línea, el sueco Spotify, anunció el jueves 15 de junio del 2017, que ya tiene 140 millones de usuarios y que su volumen de negocios aumentó, pero sigue sin dar beneficios.

    Las cuentas anuales de la marca, con sede en Luxemburgo, muestran un aumento del 53% de su volumen de negocios en 2016, hasta 2 900 millones de euros. En 2015 el crecimiento del volumen de negocios fue del 80%.

    En cambio, la pérdida neta aumentó más de dos veces respecto al año pasado, con 539 millones de euros.Desde su creación en 2008, Spotify nunca ha logrado un beneficio neto.

    De sus 140 millones de seguidores, menos de un tercio (48 millones) pagan un abono.

    Spotify ya está disponible en 60 países y planea su próximo desembarco en Japón, el segundo mercado musical del mundo.

    A finales de mayo Spotify logró un acuerdo con importantes artistas en Estados Unidos, clave para la difusión de sus obras sin problemas de propiedad intelectual, y en abril también firmó un contrato con Universal.

    Muy por detrás de Spotify aparecen Apple Music, que en diciembre anunció 20 millones de abonados, y luego la francesa Deezer.

    De sus 140 millones de seguidores, menos de un tercio (48 millones) pagan un abono. Foto: Internet
    De sus 140 millones de seguidores, menos de un tercio (48 millones) pagan un abono. Foto: Internet
  • Dar soluciones en mantenimiento es su misión y negocio

    Adriana Bucheli

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    El mantenimiento de la infraestructura de una empresa puede ser complejo cuando se trata de buscar un proveedor, sobre todo si hay imprevistos.

    Identificar la necesidad de servicios integrales del sector corporativo y descubrir que hay mucha informalidad al contratar personal para trabajos puntuales de pintura, plomería, etc., fue el impulso que llevó a cuatro amigos a montar una empresa que ofrezca soluciones al respecto.

    Así nació -en el 2014- Yastá, un emprendimiento que brinda servicios de pintura, cerrajería, plomería, albañilería, electricidad, limpieza, entre otros. Ahora, la empresa está incursionando en el servicio de jardinería, mantenimiento de servidores (equipos críticos), además de remodelación y construcción.

    Camilo Rueda, presidente ejecutivo de Yastá y uno de los fundadores, explica que se buscaba dar formalidad a este tipo de servicios y que los contratantes puedan negociar directamente con otra empresa, garantizando cumplimiento. “Damos soluciones en mantenimiento”, dice Rueda al comentar que le evitan al cliente lidiar con la compra de materiales, o con contrataciones de emergencia. Cuando se trata de trabajos más planificados o de prevención se mantienen reuniones con el cliente, para dar una asesoría previa y se hace una inspección física.

    Para dar sus servicios, Yastá tiene conformada una red de trabajadores de diversas áreas a quienes se denomina técnicos.

    En total suman 80 técnicos activos a escala nacional, aunque cuentan con una base de 200 personas. Ellos coordinan la atención con el equipo interno de la empresa (cinco personas), que además supervisa las actividades.

    Patricio Colimba es uno de los técnicos, especializado sobre todo en pintura, que trabaja con Yastá hace ocho meses. Él asegura que desde que se vinculó su trabajo se ha incrementado.

    Actualmente atienden entre 30 y 40 requerimientos de servicios mensuales, siendo el de pintura el más solicitado. Al inicio se atendían unos 10 requerimientos en promedio al mes. La compañía está presente en Quito, Guayaquil, Cuenca, Ibarra, Riobamba, Ambato y algunos puntos del Oriente.

    Cuenta con 15 clientes que son empresas grandes de los sectores de la banca, seguros, alimentos, tecnología, salud, suministros de oficina, turismo, entre otros.

    Uno de sus clientes es Tecniseguros. Darwin Ramírez, vicepresidente de administración y finanzas de esta empresa, asegura que en los dos años que trabajan con Yastá han recibido una respuesta de calidad y rápida.

    La inversión inicial para poner en marcha el negocio fue de USD 15 000, pero se han hecho otras reinversiones que suman cerca de USD 30 000. Dentro de su plan de negocios está recuperar la inversión en su totalidad en el 2019, pero esperan empezar a generar utilidades para su repartición entre los socios este año.

    Mientras tanto, Yastá va encaminada a superar sus previsiones de trabajo. En su primer año (de julio a diciembre) las ventas fueron de unos USD 50 000. En 2015 la cifra se duplicó y en 2016 llegó a los USD 115 000. Para 2017 está presupuestado alcanzar los USD 320 000 y, según sus cálculos, lo conseguirán. Durante el primer trimestre del año llevan ventas de USD 51 800, superando la previsión, que era de USD 42 000.

    Camilo Rueda, presidente de Yastá, explica que para este año aspiran a llegar a una meta de ventas de USD 320 000. Fotos: Paúl Rivas / LÍDERES
    Camilo Rueda, presidente de Yastá, explica que para este año aspiran a llegar a una meta de ventas de USD 320 000. Fotos: Paúl Rivas / LÍDERES
  • Héctor Fajardo: ‘el Estado debe ser el primero en dar ejemplo sobre ahorro’

    Ivanna Zauzich / Redacción Cuenca

    Según la Superintendencia de Bancos y Seguros (SBS), el 49,5% de los créditos otorgados por las cooperativas se destinó al consumo. El Presidente de la Unión de Cooperativas de Ahorro y Crédito del Sur (Ucacsur), que agremia 21 cooperativas y unos 700 000 socios de las provincias de Azuay, Cañar, Loja, Zamora Chinchipe, Morona Santiago y El Oro, indica que las cooperativas no son actores claves en el sobreendeudamiento, pero sí se deben tomar medidas para educar al consumidor y parar este comportamiento.

    ¿La Ucacsur ha notado un sobreendeudamiento entre sus socios?

    No. Creo que ese fenómeno de deudas se evidencia en las zonas urbanas, donde la dinámica de vida es acelerada y el uso de tarjetas de crédito se concentra. En Ucacsur, el 40% de los socios vive en áreas rurales y paga sus obligaciones a tiempo. El 60% restante, aunque pertenece a la urbe, no es común que tenga una tarjeta de crédito.

    ¿Cómo destinan los créditos que otorgan las 21 cooperativas agremiadas en Ucacsur?

    El 60% de créditos se destina para impulsar emprendimientos, también priorizamos los préstamos hipotecarios o para la construcción. En esos casos, hacemos seguimiento y estamos seguros que el dinero se utiliza en esos fines. También otorgamos créditos para pagar emergencias de salud, deudas o cubrir otras necesidades. Quizá un 2% se usa para adquirir línea blanca, televisores…

    Cuando un cliente accede a un microcrédito para pagar una emergencia médica o deudas, ¿están seguros que destina el dinero a ese fin?

    No. Es muy difícil dar seguimiento a los microcréditos. Nosotros partimos de la confianza y del conocimiento que tenemos del cliente. En el proceso para otorgar un crédito visitamos su hogar, para ver cómo vive, etc. De esta forma sabemos que tiene ingresos para pagar. Es posible que destine el dinero para otro propósito, pero lo importante es que pague.

    ¿Han identificado retrasos en los pagos en algunos meses del año?

    Claro. Enero y febrero son dos meses difíciles para la recuperación de cartera, porque las festividades de diciembre dejan ilíquidas a las familias. No obstante, en años anteriores, abril era un mes donde los clientes pagaban. Este año es diferente, ya que estamos en junio y aún no se recupera el dinero.

    ¿Entonces sí hay síntomas de sobreendeudamiento en las cooperativas?

    No lo llevemos al extremo. Ha sido un año difícil y falta recuperar parte de la cartera, pero solo es cuestión de trabajar en ello.

    De los 700 000 socios que tienen, ¿cuántos dependen del dinero de las remesas?

    El 13% de nuestros asociados recibe remesas. En Azuay, el 90% de los migrantes está en EE.UU., que no ha sufrido un golpe tan duro como el que vive España, por ejemplo. Sin embargo, el 13% es un número bajo y no indica que estemos padeciendo, de forma colateral, la crisis de esos países.

    Desde el 2000 su sector ha crecido. ¿Han identificado una suerte de canibalismo entre las cooperativas que favorece el endeudamiento?

    Sí. Cuando se concentran las cooperativas, sobre todo en el área urbana, compiten entre ellas. Esto las lleva a flexibilizar intereses para captar más clientes.

    ¿Es mala esa estrategia?

    No. Sin embargo, el problema es cuando ofrecen a los clientes sumas de dinero para que paguen las deudas de otras entidades y se queden con una sola. Esto es bueno por comodidad del cliente, pero al quedar limpio en su historial podría seguir accediendo a nuevos préstamos e incrementando sus deudas.

    ¿Cómo puede solucionarse?

    La única forma es educar al consumidor. Debe entender que acceder a un crédito no es un derecho, sino un privilegio. Es importante que las personas entiendan la importancia de tener reservas y que destinen al menos el 30% de sus ingresos para el ahorro. Solo así, en casos de emergencia, no tendrán que endeudarse, porque tienen un colchón financiero.

    ¿Quién debe educar al consumidor?

    Es un trabajo conjunto. El Estado es el primer ejemplo y debe enseñar que en épocas de liquidez es clave guardar para futuras emergencias. También, las entidades financieras debemos concienciar a los clientes para que accedan a productos de ahorro a plazos y tengan una reserva. Otro frente que debe cubrirse es la familia. Los padres deben enseñar a sus hijos que guarden su dinero en vez de gastarlo. Desde estos tres frentes se puede impulsar una cultura hacia el ahorro en el país.

    Hay cooperativas que otorgan tarjetas de crédito en el país. ¿Cómo eso afecta el tema del sobreendeudamiento?

    Con la nueva Ley de Economía Popular y Solidaria, las cooperativas pueden entregar estas herramientas de crédito. No es el caso de Ucacsur, pero sí es una estrategia permitida. No creo que el daño sea el dinero plástico en sí, sino la entrega del mismo sin corroborar historial crediticio y la falta de educación del consumidor. El sobreendeudamiento es un fenómeno que debe pararse, pero no con castigo o eliminando las tarjetas. Se debe educar al consumidor para que tome mejores decisiones sobre sus ingresos.

    ACERCA DE HÉCTOR FAJARDO

    Su formación está dirigida a las finanzas y contabilidad

    Los estudios. Es ingeniero comercial desde 1994 y contador público desde 1999. Estudió en la Universidad de Cuenca.
    La experiencia. Desde 1995 gerencia la cooperativa de la compañía ERCO.
    En Ucacsur. Desde el 2001 es presidente de este gremio de cooperativas del Austro.

  • Yoga: Dar calidad de vida también deja réditos

    Redacción Quito

    Hernán Égüez es un deportista de élite que practica triatlón desde hace siete años. Mejorar su rendimiento lo llevó a buscar actividades adicionales a su entrenamiento deportivo; por eso, desde inicios del 2011, practica yoga.

    Égüez le dedica cerca de dos horas al día a esta actividad. “El yoga me ha ayudado a ser mejor deportista y persona. Tengo mayor equilibrio en lo que hago”.

    El yoga es considerada como una disciplina física y mental milenaria que tiene sus orígenes en la India.

    Égüez practica esta actividad a diario en Yoga Studio. Destina alrededor de USD 90 mensuales por la membresía.

    Salomé Rengel, directora de este centro que está ubicado en el norte de Quito, comenta que el yoga es una ciencia oriental que llego al país hace 50 años. Entre los pioneros están la psicóloga checa Vera Konh y el Padre César Dávila, un sacerdote católico con conocimientos en esta práctica.

    Rengel es periodista de profesión, pero dejó su carrera para dedicarse a tiempo completo al yoga. Llegó a convertirse en maestra (persona con conocimientos de la filosofía hindú que puede instruir esta práctica); en el 2006 abrió las puertas de Yoga Studio.

    En este centro se dictan cursos con diferentes objetivos: ser mejor padre de familia, mejorar la vida de pareja o potenciar el desempeño de deportistas profesionales.

    Yoga Studio inició con una inversión de USD 20 000. Con este monto alquiló un local, compró los implementos y registró la marca. Ahora cuenta con cerca de 300 alumnos al mes. Trabaja con ocho instructores y factura al mes entre USD 5 000 y 7 000.

    Según el Censo Económico del 2010, realizado por el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), en el Ecuador estaban registrados ese año 104 establecimientos de enseñanza de yoga.

    Otra opción para practicar esta disciplina es Dharma Yoga. Este estudio se inauguró en enero del año pasado, en Quito. Ofrece yoga para mujeres embarazadas, para niños y para deportistas.

    Margarita Orellana, instructora, comenta que el yoga está en crecimiento en Ecuador y asegura que existe mayor movimiento de la disciplina en Guayaquil.

    Dharma Yoga cuenta con unos 120 alumnos. Cada alumno invierte alrededor de USD 50 mensuales por el curso.

    Ana Lucía Bravo trabaja en el área de políticas públicas en una ONG. Luego de su jornada de trabajo asiste a Dharma Yoga. Comenta que ha mejorado su calidad de vida con seis horas semanales de esta práctica. Por la práctica de esta actividad invierte unos USD 60 mensuales.

    En el Instituto de Desarrollo Humano asisten alumnos desde los 14 años de edad para practicar yoga. El costo del curso varía según las horas que se toman. Van desde los USD 35 a 60. Cuentan con clases especializadas para adultos mayores.

  • ‘Vamos a dar énfasis al tema de microfinanzas’

    REDACCIÓN QUITO

    Luis Felipe Derteano presidente del Grupo ACP, con sede en Perú, estuvo en Quito para oficializar la compra de Unifinsa, por parte del Grupo ACP. Él cuenta los motivos por los que la entidad adquirió Unifinsa. Señala que primero se analizó al sector financiero ecuatoriano

    El Grupo ACP, de origen peruano y con operaciones en Bolivia, México, Guatemala, El Salvador, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil… adquirió Unifinsa Sociedad Financiera, con sede en Ambato, Tungurahua. Luis Felipe Derteano, presidente del Grupo ACP, explica las razones de la compra y los planes en Ecuador.

    ¿Por qué escogieron Unifinsa?

    Buscábamos una entidad pionera, que tuviera un perfil fuerte y en Unifinsa encontramos accionistas decentes que hacen bien las cosas. Eso abrió las puertas para la negociación (que duró ocho meses). El personal está muy identificado con la institución, tiene una cultura corporativa importante. Esos fueron factores decisivos. Además, en Ambato encontramos un eje de distribución, con gente emprendedora y eso es una base para crecer en Ecuador.

    ¿Qué planes tienen ACP con la adquisición de Unifinsa?

    Unifinsa tiene productos y servicios exitosos. Depósitos a plazo que vamos a mantener, al igual que créditos para vehículos, comerciales y de consumo. A estos los vamos a mantener y desarrollar. Pero sobre todo vamos a dar énfasis a las microfinanzas.

    ¿Cómo se desarrolló la negociación para la compra de la entidad?

    Con los resultados de la consulta popular (del 7 de mayo del 2011) y la posterior resolución de la Junta Bancaria los accionistas decidieron vender Unifinsa. Estábamos en búsqueda de una institución y queríamos entrar a Ecuador. Había otras dos entidades en las que estábamos interesados, pero cuando vimos Unifinsa y conocimos a sus directivos, no dudamos en esta opción.

    ¿Por qué se animaron a invertir en Ecuador?

    Nuestra visión es latinoamericana, queremos crear una plataforma con misión social y eficiencia empresarial con empresas interrelacionadas. Hace tiempo habíamos pensado en invertir en Ecuador, pero no habíamos encontrado la posibilidad. Hicimos un análisis detallado del entorno ecuatoriano, del marco legal y concluimos que podemos operar con éxito.

    El sector financiero ha enfrentado una serie de regulaciones. ¿Cómo miran a esta actividad, qué tan rentable puede ser, qué tanta seguridad jurídica existe?

    En los productos que maneja Unifinsa y los que vamos a implementar creemos que podemos desarrollarnos bien y tener una actitud competitiva, sana y madura en Ecuador.

    ¿Cómo califica ACP a Ecuador en lo que tiene que ver con negocios?

    Como una enorme promesa y como enorme posibilidad. Nosotros apoyamos a los emprendedores y en Tungurahua encontramos una ebullición de emprendedores y un mercado extraordinariamente atractivo. Ecuador es un país de emprendedores.

    Pero a Ambato se la conoce por su intensa actividad comercial…

    Por eso Unifinsa le da especial atención al crédito vehicular, al que vamos a multiplicar. Los créditos de consumo o especiales serán más desarrollados.

    El Impuesto a la Salida de Divisas subió al 5% este año. ¿Cómo pesó eso en la negociación?

    Se incorporó dentro de los cálculos y se vio que es manejable.

    ¿Han considerado posible nuevas regulaciones de parte del Estado?

    Hemos visto la información disponible y vemos que esa información es compatible con este proyecto.

  • Diafoot ayuda a dar pasos firmes y saludables

    Redacción Quito

    Lo que se inició como un proyecto de tesis de grado en el 2006, se convirtió tres años después en un negocio que genera ingresos y soluciona los problemas que los zapatos tradicionales generan a las personas con diabetes, empeine alto, espolón…

    Diego Arias es el dueño y fundador de Diafoot, una empresa que fabrica calzado ortopédico adaptado para personas con diabetes y afecciones de los pies. Lo que distingue a este negocio es que cuenta con un escáner con el que se toma la huella del pie a sus clientes. Así se elaboran las plantillas para los zapatos.

    Durante su infancia, Arias vio de cerca cómo su abuelo, enfermo de diabetes, tenía problemas para caminar con el calzado tradicional. Las costuras internas de los zapatos le raspaban la piel, las delgadas plantillas y lo duro del calzado le causaban hinchazón en los pies cuando caminaba durante mucho tiempo.

    “Uno no se imagina lo incómodo y doloroso que puede ser para un diabético caminar con estos zapatos o lo difícil que es encontrar un calzado adecuado. Las complicaciones tardías de un pie diabético pueden ser fatales si no se toman precauciones, puede incluso causar la amputación del miembro”, cuenta Arias.

    Por eso, en el 2009, con una inversión inicial de USD 8 000, decidió desarrollar su propia línea de calzado adaptado para personas con diabetes. La mitad de ese dinero lo invirtió en la producción de zapatos y la otra mitad en la adecuación de un local en el norte de Quito.

    “Los zapatos para pie diabético cuentan con una horma extraancha, para que no apriete a quien los utilice, no tiene costuras en el interior y tienen una suela biomecánica que distribuye el peso”. explica Arias. Su producto tuvo buena acogida el primer año, por lo que en el 2010 amplió su línea de producción y comenzó a elaborar zapatos para personas con juanetes, con punta extra ancha; zapatos con empeine alto, con medida reajustable de acuerdo al nivel del empeine; para pie plano, espolón calcáneo, artritis, entre otras afecciones. También ofrece plantillas ortopédicas personalizadas según el tipo de pie del cliente.

    Cada par de zapatos puede costar hasta USD 99, dependiendo del producto, y las platillas -que pueden ser solicitadas por separado- cuestan USD 45. Adicionalmente, cuentan con la línea Calzado siete días, diseñado para personas que caminan mucho a diario o pasan mucho tiempo de pie.

    La venta de estos productos le genera a Diafoot ingresos entre los USD 70 000 y 75 000 al año. Desde hace un año también oferta calcetines para el tratamiento y prevención de várices y diabetes, que se producen en Ambato. En los talleres se fabrican entre 500 y 600 pares al año, de esa cifra se vende un promedio del 80%.

    Gustavo Egas, de 66 años, sufre de diabetes y desde hace tres años utiliza los productos de Diafoot. Él cuenta que tiene cuatro pares de zapatos fabricados por la empresa de Arias, y que su esposa, Matilde Álvares, también tiene un par.

    “Los zapatos son sumamente cómodos, desde hace tres años no tengo problemas de hinchazón. Las plantillas son de algodón y no producen sudor, eso evita escoriaciones en el pie”, dice.

    Otro indicador del crecimiento de este negocio es el número de empleados. Cuando comenzó la empresa, en el 2009, Arias trabajaba solo y enviaba a maquila; ahora, en el 2013 brinda empleo a siete personas en el área comercial; en los talleres en Ambato trabajan 15 personas.

    Alison Robalino, clienta de este negocio, cuenta que pasa largas horas de pie por su trabajo. Ella trabaja en atención al cliente en un hospital de Quito y asegura que comenzó a utilizar el calzado de Diafoot por que al final del día, de tanto caminar, los pies le dolían.

    “Comencé a buscar una alternativa cuando el dolor se volvió insoportable, sobre todo en las mañanas, que me despertaba y ya tenía los pies amortiguados. Con estos zapatos ya no tengo esos problemas”, dice.