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  • El déficit no petrolero en el país sobrepasa los USD 1 000 millones

    Carolina Enríquez (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    El reciente debate sobre los impactos de una revisión de los porcentajes de aranceles adquiere más relevancia al observarse las cifras de la balanza comercial del primer trimestre de este año.

    Según el Banco Central del Ecuador (BCE), las exportaciones crecieron 1,2% entre enero y marzo del 2019, frente al mismo período del año anterior; en cambio las importaciones aumentaron 5,8% en el mismo período.

    Sin contar con el rubro de combustibles, el mayor incremento se produjo en materias primas y bienes de capital. El aumento fue de 4,7% y 7,3%, en su orden.

    Maquinarias, semillas, preparados para animales
    , productos químicos y otros están entre los productos que más ingresaron al país durante los tres primeros meses del año, según la Cámara de Comercio de Quito (CCQ).

    El año pasado, la balanza comercial registró un superávit sobre los USD 200 millones durante el primer trimestre; en ese mismo período, durante el 2019, la cifra apenas alcanzó USD 1,8 millones.

    La balanza no petrolera registró un déficit de USD 1 067,8 millones. A los bajos resultados de las ventas (1,8% de alza), se sumaron compras más elevadas (3,9%).

    Para José Hidalgo, director de la Corporación de Estudios para el Desarrollo, un ajuste generalizado y unilateral (vía Comité de Comercio Exterior) de aranceles podría impactar en las cifras de balanza comercial y de pagos. Él cree que cualquier reducción deberá venir por el lado de acuerdos comerciales. La idea es que también se den ventajas para el ingreso de productos nacionales.

    Desde ciertos gremios se considera que un ajuste ayudaría en la competitividad del país.

    A partir del 2017, una vez que se levantaron las salvaguardias generales, el país ha registrado un alza de las importaciones. El año pasado, la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG) planteó al ahora Ministerio de la Producción la eliminación de barreras comerciales a través de la reducción de aranceles. Eso, se explicó desde el gremio, haría más atractivo al Ecuador para inversiones y relaciones comerciales con el mundo.

    Según el analista económico Alberto Acosta Burneo, cuando se encareció el producto importado a través de barreras comerciales se destruyó la competitividad del Ecuador. “Al final del día, todos los productos nacionales dependen, en una u otra medida, de insumos o bienes importados”.

    Acosta comparte con Hidalgo que ante aquello se deben firmar más acuerdos, pero también apoya la liberalización del comercio. “Un nivel debe hacerse unilateralmente, hacia estándares de aranceles promedio de la región; la otra es vía negociaciones. Con esto los precios se hacen más bajos, se abarata el país. La producción se ve beneficiada”, manifiesta.

    También considera que el ajuste debe hacerse en todos los rubros: materias primas, bienes de capital, bienes de consumo. Aclara que no se busca una eliminación de los aranceles “de la noche a la mañana” porque es inviable.

    Hidalgo explica que levantar aranceles para las materias primas y bienes de capital no resulta tan efectivo para la industria porque el porcentaje que tienen es bajo (en proemdio del 1% y 7%, respectivamente). “El efecto de una rebaja arancelaria sobre los costos de producción sería limitado”.

    Explica que, según el BCE, una parte de la capacidad instalada de las firmas está subutilizada, lo que implica que no sería tan necesario comprar maquinaria nueva.

    Pero eso resultara contradictorio si se toma en cuenta el aumento de las importaciones de bienes de capital que muestra el BCE. Sobre tal situación, dice Hidalgo, “hubo hasta mediados del 2017 factores que limitaron las importaciones, que luego se levantaron. Eso permitió que algunas empresas que tenían compras represadas se pusieran al día”.

    La investigadora del Instituto Cato, Gabriela Calderón, dice que el país tiene una alta carga impositiva, que incluye aranceles. Un ajuste de los mismos ayuda a la competitividad nacional.

    La industria demanda más insumos

    El sector minero es uno de los que tiene mayor dinamismo en la actualidad. En la imagen se observa a Fruta del Norte. Foto: Archivo / LÍDERES
    El sector minero es uno de los que tiene mayor dinamismo en la actualidad. En la imagen se observa a Fruta del Norte. Foto: Archivo / LÍDERES

    El ritmo ascendente de las importaciones, en cuanto a materias primas y bienes de capital, da cuenta del rendimiento de ciertos sectores de la economía.

    Por ejemplo, durante el primer trimestre de este año se importaron más aparatos médicos que en el mismo mes del año anterior. El alza fue de 29,1% (ver infografía), recoge la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), con datos del Banco Central del Ecuador (BCE).

    Este comportamiento obedece a que instituciones médicas demandaron de nuevos equipos y piezas para mantenimiento, con el fin de cumplir disposiciones de calidad que exige la Agencia de Control y Regulación Sanitario (Arcsa), explica Miguel Sánchez, director general de Vector Cardiología y Equipos Médicos.

    La empresa se dedica a la importación, comercialización y mantenimiento de equipo para la salud en las áreas de cardiología clínica, quirófanos y unidades de cuidados intensivos.

    El sector de la minería también ha demandado productos del exterior. Las importaciones mineras crecieron un 26,3% en el primer trimestre del 2019, frente al mismo período del año anterior.

    La industria, a puertas de su primera producción con los proyectos Mirador y Fruta del Norte, tiene requerimientos específicos que, hasta el momento, no poseen los proveedores nacionales. Eso desembocó en más importaciones, anota Santiago Yépez, presidente de la Cámara de Minería del Ecuador.

    La explotación minera proyecta aportar con el 4% del Producto Interno Bruto en el 2021.

    En cuanto al segmento de cereales, el aumento de las importaciones se explica porque la industria del camarón demandó más balanceado para esos animales. Las compras crecieron 18% entre enero y marzo de este año, frente a los mismos meses del 2018.

    El sector camaronero está en crecimiento y necesita más alimento para un mayor volumen de crustáceos. La soya es la materia prima básica de ese producto, pero la escasa producción interna (y sus características) hace que los empresarios prefieran traer el producto desde EE.UU., Paraguay, Brasil, Argentina y Bolivia, describió José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA).

    El balanceado local, por otro lado, no solo cubre el consumo interno (310 600 toneladas métricas en 2018) sino que también llega a cuatro países de la región. Alrededor de 50 000 toneladas métricas se exportan cada año.

    Camposano advierte que la situación podría tener un quiebre desfavorable a futuro, si el Comité de Comercio Exterior no toma la decisión definitiva de eliminar el arancel a la soya. Actualmente, el insumo se importa sin recargos, como parte de una medida temporal del Gobierno que vence en diciembre. Si no se renueva la exención, el producto se gravará hasta con el 45% a partir del 2020.

    En cuanto a bienes de consumo, las importaciones bajaron. Pero en el caso de los autos siguen en el ‘top uno’ de las compras del país.

    Los vehículos

    Las cifras.  Por importar automotores, Ecuador ha desembolsado un total de USD 471,6 millones durante el primer trimestre de este año. La cantidad, sin embargo, es menor a los USD 514,7 millones registrados en igual período del 2018. Los datos corresponden a la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), tomado del Banco Central.

    El gremio. Genaro Baldeón, presidente de la Asociación de Empresas Automotrices de Ecuador (Aeade), expone que la caída de las cifras proviene de una disminución en los precios de los bienes en el exterior y no tanto por una menor importación de unidades. Puntualizó que la realidad es distinta en la importación de piezas para ensamblar en Ecuador. En ese caso, la caída ha sido del 40%, lo que incide en una baja producción local de autos.

    Una imagen de las importaciones de autos en el puerto de Manta el año pasado. 74 589 vehículos y maquinarias de importación se movilizaron en el 2018, según la Autoridad Portuaria. Foto: Archivo / LÍDERES
    Una imagen de las importaciones de autos en el puerto de Manta el año pasado. 74 589 vehículos y maquinarias de importación se movilizaron en el 2018, según la Autoridad Portuaria. Foto: Archivo / LÍDERES
  • EE.UU. registra déficit presupuestario de USD 18.000 millones en enero

    Agencia EFE

    Washington

    El saldo presupuestario de EE.UU. registró en enero un déficit de USD 18.000 millones y sitúa el acumulado del año en USD 194 millones, informó este 11 de febrero, el Departamento del Tesoro.

    La cifra es superior a las expectativas de los analistas que pronosticaban un déficit de en torno a USD 10.000 millones. El Gobierno gastó USD 324.000 millones, un alza del 6 % respecto a enero de 2014; e ingresó USD 307.000 millones, un 4 % más que en enero pasado.

    Por su parte, el acumulado en los cuatro primeros meses del año fiscal, que comenzó en octubre, se ubicó en 194.000 millones, frente a los 183.000 millones del mismo periodo del año fiscal 2014.

    En 2014, EE.UU. cerró con un déficit presupuestario de USD 483.000 millones, el más bajo desde que Barack Obama llegó a la presidencia, en 2009.

    De acuerdo con las proyecciones de la Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO, por su sigla en inglés), una agencia no partidista, se espera que al término del presente año fiscal el déficit se ubique en USD 469.000 millones, lo que supondría el 2,6 % del producto interno bruto (PIB), frente a 2,8 % que representó en 2014.

    No obstante, la CBO pronosticó que si no se modifican las actuales líneas de gastos e ingresos, el déficit comenzará a incrementarse de nuevo a partir de 2016 como consecuencia del envejecimiento de la población y los crecientes gastos en el sistema de salud y pensiones.

    Estados Unidos
    Edificio de la Reversa Federal de EE.UU. En este lugar se maneja la economía del país norteamericano. Foto: EFE
  • El déficit comercial de Estados Unidos se incrementa en un 17%

    Agencia DPA

    El déficit comercial de Estados Unidos subió un 17,1% en diciembre hasta situarse en
    USD 46 600 millones de dólares con respecto al mes anterior. Ello representó el mayor nivel desde noviembre de 2012, informó este 5 de febrero el Departamento de Comercio norteamericano.

    Muchos expertos habían esperado que el déficit comercial se redujera en diciembre debido a los precios bajos del petróleo. Para el conjunto de 2014 el déficit comercial aumentó un 6% con respecto a 2013 y alcanzó los USD 505 000 millones, precisó el Departamento de Comercio a través de un comunicado.
    Las exportaciones se redujeron un 0,8% en diciembre hasta los USD 194 800 millones, mientras que las importaciones subieron un 2,2% hasta los USD 241 000 millones.

    Los expertos achacan la reducción de las exportaciones a la fortaleza del dólar, que encareció los productos estadounidenses en otros países, lo que frenó la demanda. Otra razón podría ser la reducción de la demanda global de productos estadounidenses debido a una coyuntura más débil en muchas regiones, según los expertos.

    El Gobierno de Barack Obama registró el mayor nivel de déficit desde noviembre de 2012. Foto: Michael Reynolds/ EFE
    El Gobierno de Barack Obama registró el mayor nivel de déficit desde noviembre de 2012. Foto: Michael Reynolds/ EFE
  • Brasil, Argentina y sus riesgos

    Fernando Larenas. Redacción Quito

    No hay peor fantasma para argentinos y brasileños que el fenómeno de la hiperinflación, que sufrieron sus economías durante largos y reiterativos períodos en el siglo XX, que estuvieron marcados también por convulsiones sociales e inestabilidad política.

    Son los principales socios del Mercosur, las mayores economías de América Latina, se han disputado siempre el liderazgo, sin embargo, después de períodos de estabilidad vuelven a ser sacudidos por la eventualidad de una recesión, tal como lo advirtió la semana pasada The Wall Street Journal (WSJ), uno de los principales referentes en materia económica, al analizar la situación brasileña.

    Los analistas prevén que Brasil pudiera crecer este año apenas el 1,5%, luego de una expansión calculada en apenas 2,3% en el 2013. El último trimestre del año pasado la economía brasileña registró un crecimiento negativo de 0,5% y eso encendió las alarmas. Períodos similares sin crecimiento pueden llevar a cualquier economía a una recesión, de acuerdo con el análisis de WSJ.

    La alerta sobre el peor momento de la economía y sus condiciones adversas, al interior de Brasil, pero también frente a los escenarios nada halagadores que muestra la economía mundial, coinciden con la pretensión de la presidenta Dilma Rousseff de presentarse para una reelección que no parece tan fácil. Brasil, un país económicamente emergente, dista mucho de otros mercados similares como China y la India, que siguen creciendo en forma dinámica, aunque no tanto como en años pasados, advierte WSJ. En la CBN, una radioemisora brasileña hablada, que transmite noticias y comentarios las 24 horas del día, las audiencias preguntaban si Brasil no está siguiendo el camino de Argentina en materia de hiperinflación. Los analistas dieron un categórico no y recordaron que el gobierno de Cristina Fernández utiliza un cuestionado sistema para medir el índice de precios al consumidor.

    Frente a esa inquietud que surge en Brasil, LÍDERES consultó al director de Infobae América, Jorge Heili: «Sí, absolutamente, aunque las medidas recientemente tomadas enfriaron esa posibilidad, pero no la eliminaron». A criterio de Heili, el riesgo de una hiperinflación está dado por algunos fenómenos: la emisión de pesos que el Banco Central sigue ejecutando por orden del Tesoro Nacional para financiar un déficit fiscal (que está entre el 3% y 5% del PIB), el Gobierno está decidido a no bajar el gasto público, sigue anunciando más gasto social, como el Plan Progresar para los Ni-Ni, un incremento de jubilaciones del 11% y un próximo aumento de 23% a 25% del salario de los empleados estatales. El periodista argentino explica el significado de los Ni-Ni: «Ni trabajan ni estudian».

    El Banco Central de la República Argentina (BCRA) tomó la decisión hace un mes de subir en 10 puntos la tasa de interés. Así, los depósitos a plazo, que daban una tasa de rentabilidad muy negativa (del 19% anual con inflación estimada en 30%), ahora, explica Heili, «si pones un dinero en el banco te ofrecen 29% anual. Esto provocó un efecto de inmovilización de pesos».

    El BCRA puso en marcha otro mecanismo para captar los pesos de grandes jugadores. Lanzó las Lebac, unas letras que pagan 29% anual por colocaciones a 30 o 90 días. La subida de tasas que impuso el Central hizo que quienes tienen pesos y no pueden comprar dólares de manera legal por las restricciones impuestas encontraran allí un instrumento para cubrirse de la inflación. Los mismos bancos las compran, porque son una garantía contra la inflación.

    El Gobierno de Buenos Aires devaluó el peso en 20% en un día durante enero, eso provocó una fuerte zozobra en el mercado financiero y fueron casi dos semanas de preocupación y riesgo de colapso, pero este Gobierno tiene suerte «en el mismo momento se dieron los cimbronazos de Turquía, Brasil y la depreciación del peso chileno, con lo cual dibujaron que todo era producto del mito que le metieron a la sociedad: que el mundo está en crisis y eso nos afecta», anota el periodista de Infobae América.

    Heili aterriza en la posibilidad del fenómeno que preocupa a cualquier economía: «Un posible disparador de una hiperinflación sería la presión de los sindicatos por los aumentos salariales. El Gobierno pretende incrementos de hasta 25%, los gremios quieren entre 35 y 60%. Si terminan acordando montos superiores al 25%, hay una posibilidad real de que se acentúe la tasa de inflación y la disparada del dólar».

    De crisis en crisis

    • Argentina.  Si la tasa de emisión no se recorta, si el gasto público no se baja y los salarios suben sobre el 30%, la perspectiva es una inflación fuera de control, que podría ser del 60% en Argentina.
    • En Brasil.  Las ventas minoristas subieron apenas el 4% en el 2013, lo cual permite suponer que Brasil ya no podrá depender del consumo interno para impulsar su expansión económica.
    • Los efectos.  El fenómeno del ‘corralito’ fue una incautación que dejó traumas en la sociedad argentina; Brasil experimentó varios planes en su economía hasta llegar al Plan Real, que en la actualidad sostiene a su economía.
  • En Brasil encuentran opciones frente a una balanza negativa

    Fernando Larenas

    La mayor economía de Sudamérica, como es considerada la de Brasil, sufrió en febrero un saldo negativo en su balanza comercial de USD 2 125 millones, el segundo cierre negativo consecutivo, porque en enero también fue deficitaria en USD 4 006 millones. Una forma ortodoxa de superar el fenómeno es el freno a las importaciones; no siempre es posible, porque dentro de un país no se produce todo lo que se requiere.

    La sustitución de importaciones se puede alcanzar mediante la inversión extranjera para que el mismo producto sea elaborado en el país, pero con mano de obra nacional. Esto tiene una ventaja, porque el producto importado se puede adaptar a los gustos de los consumidores locales. Algunas marcas extranjeras quieren invertir en Brasil para producir «a la medida» de los consumidores.

    Brasil tiene 200 millones de habitantes, 40 millones de ese total se incorporaron al mercado de consumo durante los últimos 10 años del Gobierno del Partido de los Trabajadores. Este país es un gran consumidor de productos italianos, especialmente pastas. La empresa Barilla, fundada en Parma en 1877, es la líder mundial en la elaboración de pastas provenientes de granos duros.

    «Queremos aumentar nuestra presencia en los hogares brasileños y para eso necesitábamos desarrollar una pasta preferida por este pueblo», explicó a diario O Globo el director comercial de Barilla, Maurizio Scarpa.

    Otro caso, la franquicia estadounidense Starbucks, que se instaló en São Paulo por primera vez en el 2006, escogió al país del café para adaptar variedades afines a las exigencias de los paladares brasileños. El café tipo blend es el líder en las ventas de ese establecimiento. Inventaron un ‘frapuccino brigadeiro’, un sabor similar al tipo de chocolate que mayormente consumen los brasileños.

    Actualmente, Starbucks tiene 75 locales instalados en todo Brasil, donde compite con otras grandes franquicias nacionales. La estadounidense incorporó rápidamente en su menú el tradicional ‘pão de queijo’, similar al pan de yuca. Hay otras marcas y franquicias que también están adaptando sus productos a la moda o al estilo brasileño.

    Incluso en productos como papel higiénico, o en algunos tipos de relojes de pulsera -que cada vez son menos usados especialmente por los jóvenes, que solo ven la hora en sus ‘smartphones’ o dispositivos móviles-. La japonesa Casio, por ejemplo, se asoció con un conocido rapero brasileño para que use y promocione su marca, lo que dio buenos resultados en ventas. Le fue tan bien a la fabricante en Brasil que llevó la idea a Estados Unidos, pero con el rapero Eminem.

    Las cifras del déficit El resultado de febrero no se había registrado desde 1994. Productos que empujaron la caída de exportaciones: azúcar (-57,7%), carros (-35,8%), aviones (-53,9%), oro (-47,4%), pulpa de papel (-18,3%), aceite de soya (-17,1%).

  • Fausto Herrera: ‘La banca debe impulsar el cambio de la matriz productiva’

    Xavier Basantes. Editor del Semanario LÍDERES

    En uno de los dos escritorios que hay en su despacho, el titular de Finanzas recibió a LÍDERES el 7 de julio. En los 40 minutos de diálogo se refirió a los temas que definen su agenda.

    Con las operaciones financieras que realizó el Gobierno en el primer semestre, ¿el Presupuesto 2014 está financiado?
    Efectivamente; siempre hemos trabajado, no con presupuestos anuales, sino en programaciones plurianuales. Y siempre fuimos claros al decir que el 2014 y 2015 son, en el manejo de las finanzas públicas, años difíciles.

    ¿Por qué?
    Porque sabíamos que teníamos déficits fiscales bastante altos producidos por dos razones: la terminación de los contratos hidroeléctricos y el ambicioso plan de inversiones petroleras. Hemos recuperado la producción en 550 000 barriles y eso significa recursos que deben venir de algún lado. Lo importante es que en 2014 y 2015 estamos financiados. El regreso a los mercados significa una diversificación de fuentes de financiamiento y China va a seguir financiándonos algunos proyectos.

    Para financiar el déficit en este año de USD 4 900 millones, ¿siempre se pensó en colocar bonos e ir a los multilaterales?
    Nosotros no improvisamos nada; tenemos una estrategia de largo plazo. Y tenemos abiertas nuestras fuentes de financiamiento: con los multilaterales, con los países amigos, con China, y dijimos hace dos años que entrar al mercado de capitales era una posibilidad, siempre y cuando las condiciones para el Ecuador sean beneficiosas; esas condiciones se dieron en junio y entramos al mercado.

    ¿Cómo se gestionó ese retorno?
    Hace dos años comenzamos a trabajar con las calificadoras Standar&Poor’s, Fitch y Moody’s, para mejorar el riesgo soberano del país. En los próximos meses mejorará esa calificación y estaremos cerca de tener grado de inversión; es decir, podremos hacer emisiones en el mercado de capitales todo el tiempo.

    ¿Cuánto costó al país contratar la banca de inversión (Credit Suisse y Citi), para colocar los USD 2 000 millones en bonos?
    Unos 16 millones de dólares. Es una tarifa que se cobra en función del monto conseguido y representó el 0,8% de la emisión.

    Cuando retornó el Ecuador al mercado de capitales se dijo que hubo interés por USD 5 000 millones. ¿Eso deja la puerta abierta para futuras emisiones?
    Somos una izquierda moderna, en la cual no negamos al mercado ni negamos al capital sino que utilizamos ese capital y ese mercado para beneficio de nuestro país. Consideramos al mercado de capitales como una fuente válida para apalancar el desarrollo y como les había dicho a todos los inversionistas, el Ecuador va a utilizar esta herramienta en los próximos años y no hay que dañar esa relación.

    ¿En el 2015 se retornará al mercado?
    Siempre hay una posibilidad. Hasta el 2017, cuando concluya el Gobierno, estaremos pendientes de ver el mejor momento para interactuar con el mercado de capitales.

    En ese escenario, ¿se han definido los montos para el 2015, 2016 y 2017?
    No. Lo que me interesa es interactuar con unos 4 000 millones o 5 000 millones con el mercado hasta el 2017. Para alcanzar eso hay que ir viendo las condiciones del costo financiero e ir bajando el riesgo país.

    ¿Cómo está la deuda con China?
    No puedo dar la estrategia con China, porque comienza a haber rumores y especulaciones. Pero tenga la certeza el pueblo que las transacciones que hacemos para financiar el Presupuesto las hacemos con transparencia y en condiciones de mercado y China es uno de los socios más importantes del Ecuador y lo seguirá siendo por muchos años.

    ¿Cuánto debe el país a China?
    Hoy por hoy, unos 4 800 millones.

    ¿Por fuera de los proyectos?
    No. Ese monto está con todo lo que es deuda pública, con todos los proyectos hidroeléctricos, todos los préstamos de libre disponibilidad y todo lo que nos ha dado.

    ¿Y la venta anticipada de petróleo?
    Como la legislación nacional no lo permite, no están las transacciones de venta anticipada de petróleo, que es una venta comercial que hace Petroecuador.

    ¿Esas operaciones cuánto significan?
    Ahora creo que 1 200 millones de dólares.

    El vicepresidente Jorge Glas le dijo a LÍDERES que es probable concretar en el segundo semestre el préstamo para la Refinería del Pacífico. ¿Cómo va esa gestión?
    Trabajamos en eso. No es sencillo: hablamos de un proyecto de USD 10 000 millones; nosotros estamos a cargo del 51%; es decir, son 5 100 millones y tenemos que buscar las mejores condiciones. Lo estamos negociando y como lo ha dicho el Vicepresidente, esperamos cerrarlo en este segundo semestre.

    En el escenario próximo, el Fenómeno de El Niño puede afectar al país. ¿Eso impactará en las finanzas públicas?
    Siempre hemos sido muy cautos en el manejo de las finanzas públicas; no creemos que un fondo de contingencia sea una solución en un país tan pobre, porque teniendo tantas necesidades no puedo tener recursos sin utilizar. Sin embargo, sabemos que estos fenómenos pueden afectarnos y hemos contratado líneas de contingencia, por un 0,5% del PIB.

    ¿Eso cuánto significa?
    500 millones y lo contratamos con la CAF, BID y negociamos con el Banco Mundial.

    Otra contingencia en las finanzas públicas es la posibilidad de que no le vaya bien al país en las disputas en cortes internacionales, principalmente con firmas petroleras. ¿Cómo se analiza ese escenario?
    La política del Gobierno es defender los intereses del país y la Procuraduría tiene la disposición de ir hasta la última instancia para defender esos intereses. Sin embargo, si se diera el caso, buscaremos la forma de ver una potencial forma de pago.

    ¿Cómo se perfila el segundo semestre?
    Mantenemos nuestra expectativa de crecimiento entre 4,5 y el 5%; una inflación menor al 5%, probablemente quede entre 3 y 3,5%; la tasa de desempleo se mantiene en los niveles normales. Además, está todo el proceso de leyes que impulsa el Gobierno en materia económica y que apunta hacia el segundo objetivo del Plan Nacional de Desarrollo, que es el cambio de la Matriz Productiva. Estamos conscientes de que este cambio no se puede hacer sin la participación del sector privado.

    ¿Cómo encaja el Código Monetario?
    Es fundamental. Tenemos que dar los incentivos suficientes para que los bancos privados comiencen a prestar al sector productivo, a largo plazo, a tasas competitivas y que puedan dinamizar al sector productivo.

    ¿Pero desde la banca privada se mira ese objetivo como «cuasi estatización»?
    Cuando uno cambia o hace cambios fuertes siempre tiene temores, porque sale de una zona de confort. Sin embargo, no queremos que la banca sea perjudicada; queremos que cumpla su función de participante en el sector productivo. Es decir, que impulse el cambio de la Matriz Productiva, que fomente la producción, que fomente a las industrias, todo lo que produzca empleo y producción en el país.

    ¿Frente a una Junta de ‘superpoderes’?
    En política pública todos debemos tener un solo objetivo. Cuando se tiene segmentado a los tomadores de decisiones, pueden haber problemas. No queremos que pase eso.

    Un resumen de su hoja de vida

    La formación. Economista graduado en la PUCE; MBA y maestría en Concentración en Economía y Finanzas y Desarrollo Sostenible.

    En el sector público. Se ha desempeñado como Viceministro de Finanzas, Subsecretario de Relaciones Fiscales, Subsecretario de Consistencia Macrofiscal, Subsecretario de Política Macroeconómica, Coordinador de Estudios y Programación Macroeconómica. Exasesor en Senplades.

    La frase. «Nosotros consideramos al dinero electrónico,  y siempre lo hemos dicho en el Frente Económico, como un medio transaccional de pago».