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  • La OMC alerta sobre el freno del comercio mundial

    Agencia AFP

    La Organización Mundial del Comercio (OMC) rebajó drásticamente este martes 27 de septiembre del 2016 sus previsiones sobre el comercio mundial y advirtió que en 2016 el crecimiento será el más lento desde la crisis de 2008, una situación “grave” que debe servir de señal de alarma.

    En abril la organización auguraba un crecimiento del 2,8% este año pero en sus nuevas previsiones de este martes sólo prevé una subida del 1,7%.

    “La drástica desaceleración del crecimiento del comercio es un asunto grave y debemos tomarlo como una llamada de atención”, dijo el director general de la OMC, Roberto Azevedo, en un comunicado.

    Los economistas de la organización atribuyen el freno a una caída más importante que la prevista del comercio de mercancías en el primer trimestre del año (-1,1%) así como una recuperación más débil de la esperada en el segundo trimestre (+0,3%).

    En particular la organización cita la ralentización del crecimiento del Producto Interior Bruto y del comercio en economías en desarrollo como China y el Brasil, pero también en Norteamérica.

    La OMC, que para 2016 prevé un aumento del PIB real del 2,2%, también está preocupada por el debilitamiento de la proporción entre comercio y crecimiento.

    En los años 1990 y 2000, el comercio mundial aumentaba dos veces más rápido que el PIB. Pero este año el volumen de intercambios comerciales aumentará más lentamente que el PIB mundial.

    “Es especialmente preocupante la creciente oposición a la globalización. Tenemos que asegurarnos de que todo esto no se traduzca en políticas equivocadas que puedan agravar aún más la situación”, dijo Azevedo.

    Entre los factores que explican el freno están, según la OMC, el aumento del porcentaje de importaciones en la demanda de bienes, la ausencia de liberalización del comercio, el aumento del proteccionismo “y posiblemente el papel cada vez más importante de la economía digital y el comercio electrónico”.

    Según Denis Ferrand, del instituto COE-Rexecode, la contracción del comercio mundial no es necesariamente una consecuencia del proteccionismo sino el resultado de la dinámica económica de cada país.

    El freno del comercio mundial “está muy concentrado geográficamente, sobre todo en las economías asiáticas”, indica, y en países como China el crecimiento se basa ahora más en la producción de bienes industriales que en otras actividades, como los servicios.

    Según Ferrand, en países como Rusia o Brasil la caída de importaciones y exportaciones es consecuencia de la contracción del PIB.

    Incertidumbre sobre el Brexit 

    La debilidad de los intercambios mundiales podría seguir en 2017 y la OMC auguró este martes un crecimiento entre el 1,8% y el 3,1% para el año que viene, frente a su previsión anterior del 3,6%.

    “Desde que se publicó la previsión de la OMC de abril de 2016 se han materializado varios de los riesgos importantes que se habían señalado, en particular un período de turbulencias financieras que afectó a principios de año a China y otras economías”, indica la organización.

    Al mismo tiempo la OMC apunta a algunas señales positivas para el segundo semestre, entre ellas el aumento del tráfico en los puertos o el aumento de exportaciones en Estados Unidos.

    Pero antes de que acabe el año sigue habiendo elementos de incertidumbre como la volatilidad financiera, el auge de la “retórica contraria al comercio” y los efectos potenciales de la consulta del Brexit en el Reino Unido, indica la organización.

    Roberto Azevedo, director general de la Organización Mundial de Comercio. Foto: EFE
    Roberto Azevedo, director general de la Organización Mundial de Comercio. Foto: EFE
  • En 4 sectores se siente más la desaceleración

    Redacciones Quito,
    Guayaquil y Cuenca (I)

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    La “fuerte desaceleración económica que atraviesa el país” -en palabras del Gerente del Banco Central (BCE), Diego Martínez,- pasó factura a cuatro sectores que reportaron cifras en rojo en los primeros tres meses del año, en comparación con el mismo período del 2015. Estos son: alojamiento y servicios de comida (-13,2), correo y comunicaciones (-7,8%), acuicultura y pesca de camarón (-6,7%) y construcción (-4,4%).

    En el primer trimestre del año, que dejó la cifra más baja de crecimiento económico de Ecuador desde el 2001 (-3%), estas industrias experimentaron el bajón económico que se evidenció en menores ventas y que desencadenó, en algunos casos, despidos de personal y hasta cierre de negocios.

    Martínez sostuvo, el viernes pasado, que los resultados económicos del primer trimestre son consecuencia de la caída de los precios del petróleo hasta un piso de USD 14, “los más bajos desde que el país está dolarizado”. A esto se sumaron factores externos que complicaron el escenario económico nacional.

    A este panorama adverso se suman la apreciación del dólar y medidas que ha tomado el Gobierno para precautelar la dolarización, a través de la balanza de pagos, como las salvaguardias.

    Por ejemplo, en el caso del sector de alojamiento y servicios, un dólar más caro en comparación de las monedas de los países vecinos hace que el país pierda competitividad como destino turístico, según Diego Utreras, director Ejecutivo de la Asociación Hotelera del Ecuador.

    En el caso del sector de correo y comunicación, los ‘couriers’ sintieron el efecto colateral de las salvaguardias que se aplicó a 2 961 partidas en marzo del año pasado y que incluían desde maquinaria hasta bienes de consumo.

    Mientras que el sector camaronero se ve afectado por una caída en los precios internacionales, la construcción sufre un freno de su actividad desde el año pasado, con proyectos suspendidos.

    Para sobrellevar el bache, estos sectores han debido trazar estrategias, como ofertas y promociones, diversificar sus servicios, buscar nuevos mercados. El BCE prevé que el segundo semestre del año la economía nacional comenzará su recuperación, pero ciertos sectores productivos piensan distinto.

    El ritmo exportador no es suficiente

    El sector camaronero del país registró el peor primer trimestre en ocho años. Según datos del Banco Central del Ecuador, el Producto Interno Bruto (PIB) de esta actividad cayó -6,7 % de enero a marzo de 2016. Se trata de la tasa más baja, en igual período, desde el 2009.

    En el segundo trimestre también se espera una caída. José Antonio Camposano, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), manifiesta que este es el quinto semestre en que el Ecuador registra exportaciones inferiores de camarón frente a los años anteriores.

    En el 2015, el sector ya cerró a la baja con una contracción de USD 200 millones; pese haber exportado un 14 % más en volumen facturó menos que en el 2014, cuando el sector vendió USD 2 513 millones.

    Esa ha sido la tendencia del sector durante los últimos años. Si bien es cierto, el volumen de exportación creció entre enero y mayo de este año, a una tasa promedio de entre 10 y 15 %, esto no ha sido suficiente para levantar el sector debido a la caída internacional de los precios.
    “Lamentablemente ese volumen creciente y favorable, en el mejor de los casos, solo alcanza para compensar la caída de los precios. Se logra facturar lo mismo que los meses anteriores pero con un esfuerzo superior”, explicó Camposano.

    A este ambiente negativo para el sector se suma la afectación del terremoto, del pasado 16 de abril, a la zona camaronera del norte de Manabí. Según la Senplades, hubo pérdidas por USD 35 millones. Allí se cuentan unas 20 000 hectáreas de camarón. En el norte de Pedernales, aún se evidencia la destrucción. Piscinas destruidas, bombas caídas y campamentos de camarón en ruinas. El impacto laboral es de 6 000 empleos directos en ese cantón.

    Según Camposano, el impacto de lo que provocó el terremoto ya se sintió el mes pasado. Se pasó de haber exportado 76 millones de libras de camarón en mayo, a 71 millones en junio. “Son 5 millones menos que podrían seguir afectándonos”. Los camaroneros de este sector requieren de USD 30 millones para salir a flote.

    La contracción no para desde el 2015

    La construcción es uno de los sectores económicos que experimentó una contracción durante el primer trimestre de este año, según el Banco Central del Ecuador. Tuvo una caída de -2,5%, una tendencia que se mantiene desde el 2015, que registró un -0,6%.

    Para el presidente de la Federación Nacional de Cámaras de la Construcción, Enrique Pita, el declive del sector se agrava por la complicada situación económica del país. “No solo hay una paralización de las inversiones privadas sino también pública, que en años anteriores representaban más del 60% de proyectos que se generaban para el sector”.

    Él estima que la caída es superior a los cálculos oficiales y estima que bordea el 10%. Según Pita, si bien las instituciones financieras mencionan que hay recursos, pero los requisitos que exigen ahora dificultan el acceso. De acuerdo con la Superintendencia de Bancos, en junio pasado la cartera de crédito inmobiliario se ubicó en USD 1 884 millones, que representó 63 millones más que en marzo del 2016.

    El representante de los constructores asegura que la contracción de la actividad provocó una caída en el empleo de forma significativa porque no se inician nuevos proyectos, a excepción de los que se ejecutan para las personas de muy altos de ingresos. La mayoría se dedica a terminar los proyectos que iniciaron en años anteriores.

    Esa afirmación se refleja en la demanda de materiales, dice Pita. En Guayaquil, con relación al año pasado, hay un descenso del 40% en la venta de hierro, 45% en bloque, más del 35% en cerámica plana, cubiertas y estructuras metálicas.

    Para el segundo semestre del 2016, la expectativa es que la reducción persista “porque entraremos en una época electoral y no hay incentivos sino cargas tributarias”, señala el constructor.

    La nueva estrategia es diversificar sus servicios

    En el caso del sector de correo y comunicación, los couriers sintieron el efecto colateral de las salvaguardias que se aplicaron a 2 961 partidas en marzo del año pasado y que incluían ítems que van desde maquinaria hasta bienes de consumo.

    Mariela Rojas, presidenta de la Asociación de Empresas de Mensajería y Courier del Ecuador (Asemec), sostiene que los cupos, salvaguardias y restricciones afectaron al sector. “Estas medidas afectaron tanto, que varias empresas del sector cerraron y las que no cerraron sus ventas cayeron considerablemente”, señala Rojas, quien estima que entre seis y ocho firmas de este sector cerraron por la caída de ingresos.

    El año pasado este sector vivió un año complicado. En el 2015, las importaciones vía courier cayeron 38%, según datos publicados por el Banco Central del Ecuador. Mientras que de enero a mayo de este año se redujo apenas -0,3%.

    Ximena Cevallos, gerente de Ultrabox, empresa que se especializa en compras en el exterior, comenta que la disminución de las cargas se sintió desde a mediados del 2014, cuando dejó de funcionar el régimen 4×4, que permitía importar, sin pagar impuestos, hasta 4 kilos por un monto de hasta USD 400. Pero se agudizó con salvaguardias y aranceles que el Gobierno implementó paulatinamente.

    Estas firmas han buscado diversificar sus servicios y destinos de importación para compensar la caída de ingresos.

    Por ejemplo, Ultrabox ofrecerá la posibilidad de traer paquetes desde China y España para mejorar ingresos. A esto se suma el recorte de personal en un tercio y el cambio de oficinas, a un sitio más reducido, para reducir los gastos.

    Otras firmas han buscado potenciar el servicio de entrega de paquetes dentro del país y mensajería.

    Se esperaba que este 2016 el sector iba a tener un respiro con la flexibilización en las importaciones de celulares y el retiro de las salvaguardias por parte del Gobierno. Sin embargo, sus representantes consideran que el resto del año será aún complicado debido a que todavía las salvaguardias y otras medidas se mantienen.

    El pasado 29 de abril, el Comité de Comercio Exterior (Comex) adoptó la Resolución 6, a través de la cual se dilató por un año la eliminación de las salvaguardias para 2 236 partidas que mantienen sobretasas del 15%, 25% y 40%.

    Hasta enero de este año estas últimas tenían 45%, pero se desgravaron parcialmente. Además, se levantó la sobretasa del 5% que tenían 725 partidas, que incluye principalmente materias primas e insumos. Algunas de las partidas en este grupo son almidones, semimanufacturas plásticas, hilados, textiles de fibras naturales, productos laminados, equipo de elevación, etc.

    Menos huéspedes, comensales y ventas

    El servicio de alojamiento y el de alimentación registra una importante caída en el primer semestre de este año en comparación con igual período del año anterior. La cifra es de -13,2%, según el Banco Central.

    En restaurantes y hoteles del sector de La Mariscal, en el centro-norte de Quito, es evidente la disminución de comensales, de huéspedes y de sus ventas.

    Roberto Guaña, gerente general del restaurante Mama Clorinda, señala que la caída de los clientes es del 50% aproximadamente. El año anterior, en esta temporada alta por las vacaciones de los estudiantes, ingresaban al local un promedio de 300 personas al día. Hoy llega a 150. “Es un número muy bajo”.

    Ante esta realidad optó por armar promociones, no subir los precios para enganchar y mantener a sus clientes. “Hemos optado por no subir los precios. Asumimos el alza del IVA, los tributos a las bebidas azucaradas. Además hemos armado paquetes a precios económicos para atraer a los clientes”.

    En hostales y hoteles de la capital, la situación es similar. El ingreso de turistas es bajo en comparación a años anteriores. Carlos Bravo, de Hostal Calama, en el norte de la capital, señala que tuvieron que bajar los precios del alojamiento. Los costos bajaron de USD 25 a 20.

    Norman Bock, titular de la Asociación de Hoteles del Distrito Metropolitano de Quito, indica que el segmento de lujo y cuatro estrellas cayó en el primer semestre un 20% en comparación con el mismo período del año anterior. Para él, la situación económica del país fue determinante en esta contracción del sector. Se suma el terremoto, que influyó en la baja de los turistas.

    Pese a esto, Bock dice que espera que en los próximos seis meses la situación mejore con actividades como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III), que espera traer a más de 12 000 participantes a la capital.

    Las camaroneras se cuentan entre los afectados por la contracción de la economía. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    Las camaroneras se cuentan entre los afectados por la contracción de la economía. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • En el semestre que acaba se mantuvo la desaceleración

    RED. QUITO Y GUAYAQUIL (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    El primer semestre del 2016 cierra con cifras negativas para distintos sectores económicos. El comercio exterior muestra que las importaciones y las exportaciones están a la baja. Este sector tiene sus ojos puestos en la firma del acuerdo comercial con la Unión Europea.

    En la construcción la desaceleración continúa causando estragos. La venta del cemento, uno de los principales indicadores de este sector, cayó un 18% al comparar los primeros cinco meses del 2016 con el mismo período del 2015. Además, la comercialización de viviendas continúa frenada y la obra pública ya no tiene el ritmo de años anteriores.

    En el sector agrícola existen puntos altos y bajos. La producción interna ha crecido en este primer semestre, pero las exportaciones de las materias primas han sentido altibajos debido a los precios de algunos bienes en los mercados internacionales. En resumen hay mayor producción, pero también una contracción de las exportaciones.

    Los hidrocarburos pintan un mejor panorama frente al primer semestre del 2015. La producción diaria de crudo de empresas estatales ha crecido, pero las cifras no han vuelto a las cifras históricas del 2014. En cambio la producción privada se mantiene a la baja.
    Bajo este panorama los impuestos siguen en caída. La recaudación acumulada entre enero y mayo de este año en comparación con el mismo período del 2015 registró una caída del 16%, según cifras del Servicio de Rentas Internas.

    Comercio Exterior
    Las exportaciones y las importaciones están a la baja

    Como un período complejo para el comercio exterior definen analistas y empresarios a los primeros seis meses del año. Aunque el Banco Central todavía no define las cifras completas del semestre, los resultados son evidentes.

    Solo en el primer cuatrimestre, período con los datos publicados más recientes, se registró una balanza comercial con superávit de USD 48,5 millones. Pero el dato no es alentador.
    Jaime Carrera, del Observatorio de la Política Fiscal, explica que el resultado obedece a la caída de las importaciones en 36,5%. Ello producto de las salvaguardias y de la caída de la demanda en un año complicado.

    De hecho, es el primer cuatrimestre en que se registra un dato positivo. Los anteriores, al menos desde 2013, arrastraban un déficit por el desequilibrio de exportaciones frente a importaciones.

    En el caso de la balanza comercial no petrolera sí se mantienen los datos negativos. En el primer cuatrimestre la cifra fue de USD -523,5 millones. Hubo una reducción de las exportaciones tradicionales y no tradicionales, incluyendo productos que regularmente han tenido una amplia demanda de los mercados extranjeros como banano, camarón, etc.
    En los ítems no tradicionales la afectación es para extractos y aceites vegetales, químicos y fármacos, vehículos, etc. A esta situación hay que sumarle que faltando seis meses para perder los beneficios arancelarios de la Unión Europea (UE) para el país todavía no se ha concretado el acuerdo comercial con el bloque.

    Hasta la semana pasada el Gobierno mantuvo reuniones para impulsar dicho proceso, pero todavía no se ha confirmado si, en efecto, todo quedará listo antes de diciembre. José Antonio Camposano, vicepresidente del directorio de la Federación Ecuatoriana de Exportadores, indica que hay confianza en que eso suceda, siempre y cuando ambas partes aceleren los procesos.

    Mientras tanto, hay preocupación entre los importadores por la ampliación del mecanismo de salvaguardias. La semana pasada la Organización Mundial de Comercio (OMC) avaló los argumentos de Ecuador para aplicar dicha decisión.

    Juan Xavier Sánchez, propietario de la importadora Estuardo Sánchez, calcula que la caída de importaciones, podría alcanzar el 30%. “Hay inestabilidad normativa. Hasta abril esperábamos el desmonte y a última hora salieron con lo de la ampliación”.

    Banca
    Los bancos recuperan depósitos, pero prevén caída en utilidades

    El sector bancario busca navegar en épocas de desaceleración. En los primeros cinco meses del año, este sector logró recuperar depósitos que en el 2015 había perdido, sostiene Julio José Prado, presidente Ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE).

    De diciembre del 2015 a mayo del 2016, las entidades recuperaron USD 850 millones en depósitos, que representan una variación acumulada del 3,6% entre los meses mencionados. El año pasado, los depósitos cayeron USD 3 200 millones.

    Para Prado, la recuperación de depósitos se debe a que el Gobierno se puso al día con algunos proveedores con los que tenía pagos atrasados, fruto de la liquidez por créditos que ingresaron al Fisco.

    Otro de los elementos de esa recuperación, según Prado, es que la economía ecuatoriana se achicó y “ya salieron los depósitos que tenían que haber salido”; esto significa que la salida de depósitos ya no será tan alta como antes.

    Sin embargo, dice el titular de la ABPE, la cartera de crédito se ha deteriorado, tal como estaba previsto. Es decir, existe un aumento de la morosidad: pasó del 3,7% en el 2015 a 5,7% en mayo de este año.

    Prado prevé que este año las utilidades de la banca privada caigan en alrededor en 20%; en 2015 el descenso fue de 18%.

    Hidrocarburos
    Los indicadores petroleros del país se recuperan

    Si bien los niveles de extracción de crudo en el país no han vuelto a las cifras históricas del 2014, la producción se ha recuperado de la caída del año pasado.

    De acuerdo con datos del Banco Central y del Sistema Nacional de Información, entre enero y mayo de este año el Ecuador produjo un promedio cercano a 547 000 barriles diarios y los niveles se sostuvieron e incluso se superaron en las tres primeras semanas de junio.

    Esto es un respiro respecto de las cifras del último semestre del 2015, cuando el nivel de extracción cayó hasta los 533 000 barriles al día, debido a los bajos precios del petróleo y la restricción de la inversiones tanto en estatales como privadas. 

    La recuperación ha venido de la mano, principalmente, de las petroleras estatales Petroamazonas y Río Napo. El promedio de ambas no solo que se recuperó de la caída del año pasado, sino que además se proyecta que superen los históricos. 

    El gerente de Petroamazonas, José Luis Cortázar, indica que la estatal ha trabajado principalmente en una agresiva estrategia para mejorar tanto la producción cuanto los costos de operación.
    Destaca la negociación con Schlumberger para el campo Auca, la renegociación de las tarifas en los campos maduros y la reducción de costos en servicios como trabajos de rehabilitación de pozos y la contratación de torres de perforación.

    Señala que para el segundo semestre, con el ingreso del campo Tiputini al bloque 43 (ITT), Petroamazonas aspira a superar los 365 000 barriles diarios, que sería un promedio histórico de la empresa.

    No obstante este logro, la producción petrolera privada continúa en retirada el primer semestre de este 2016. El promedio entre enero y mayo bordeó los 117 000 barriles diarios. Esto implica una reducción de entre el 3% y el 5% de años pasados.

    Para Jorge Pareja Cucalón, presidente del Foro Petrolero, esta baja se debe a que las empresas privadas no están invirtiendo en nueva exploración de áreas petroleras sino básicamente para mantener los campos que actualmente operan.

    Agricultura
    La producción local mejora, pero las exportaciones bajan

    Los sectores agropecuario y pesquero del país muestran un incremento en la producción local este año, en productos como maíz y pesca, pero por el contrario, las exportaciones se sitúan a la baja, en los primeros cuatro meses del año, en relación con el mismo período del 2015.
    Gran parte de las exportaciones de los principales productos agropecuarios mantiene un retroceso.

    Ese el caso del banano. Si bien la producción de la fruta sigue creciendo en rendimiento por hectárea, lo que ha llevado a un mayor volumen de exportaciones, las ventas se contrajeron, al pasar de USD 1 002 millones entre enero y abril del 2015, a menos de USD 960 millones a abril de este año, según datos del Banco Central (BCE).

    Para el sector bananero, el incremento de la producción debiera ir acompañado de mejores precios, pero esto no sucede. “El país requiere abrirse nuevos mercados para la fruta, porque los actuales ya están saturados con banano de otros países, que compiten con ventajas arancelarias”, explicó Jorge Vega, miembro del gremio de productores Agroban.

    Las ventas de camarón, cacao y atún también descendieron. El camarón padece un problema similar al banano: un incremento de la producción que se enfrenta a bajos precios internacionales.

    El café está entre los pocos productos que mejoraron sus ventas. Los primeros cuatro meses del año, sus ventas subieron USD 1,2 millones con respecto del mismo cuatrimestre del 2015.

    Impuestos
    La recaudación cayó un 16% en los primeros cinco meses


    Uno de los efectos del mal momento de ciertos sectores productivos se refleja en la recaudación de impuestos.
    La recaudación acumulada entre enero y mayo de este año en comparación con el mismo período del 2015 registró una caída del 16%, según cifras del Servicio de Rentas Internas (SRI).

    Para empresarios y expertos tributarios, las ventas bajas de los negocios, el incremento de los impuestos y los aranceles son parte de los obstáculos que frenaron la recaudación en el país. Entre enero y mayo del año anterior se recolectaron USD 6 493 millones por todos los tributos. En el mismo período de este año el monto fue de USD 5 443 millones, según el SRI.

    Uno de los principales factores de esta caída es la falta de demanda del Estado ecuatoriano, principal comprador. Así lo indica Carlos Licto, experto tributario. Añade que “las importaciones cayeron, producto de los aranceles y salvaguardias. Lo que ocasionó que las empresas bajen su producción, sus utilidades, sueldos y otros. Esto afecta a los trabajadores y a las personas que compran lo justo, porque no cuentan con poder adquisitivo para adquirir nuevos productos”.

    Leonardo Orlando, director del SRI, señala que el recorte presupuestario que hizo el Gobierno en este año tuvo un impacto en la actividad económica y, por ende, en la recaudación. “El Estado es el ente que más compras hace en el país; la participación del Estado es muy importante y si esas compras se reducen hay un efecto directo e indirecto en los niveles de recaudación”.

    La baja de la recaudación de impuestos se refleja en una caída del sector comercial afectado por los precios altos, impuestos y aranceles. Según Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, las empresas han tenido varias disminuciones en su producción, utilidades y nómina. “Este ­círculo vicioso afecta directamente a toda la cadena productiva”.
    La situación en los próximos meses genera dudas en el tema de recaudación, pese a los nuevos impuestos que se contemplan en la Ley de Solidaridad y de Corresponsabilidad por el terremoto, que afectó a Manabí y a Esmeraldas, en abril pasado.

    Construcción
    La venta de cemento cayó un 18% en los primeros cinco meses

    El sector de la construcción también siente el freno de la economía. Uno de los principales indicadores de esta industria es la venta del cemento: esta cayó un 18% al comparar los primeros cinco meses del 2016 con el mismo período del 2015. La comercialización pasó de
    2 391 toneladas a 1 949 toneladas de cemento vendidas, según cifras de la Cámara de la Industria de la Construcción.

    Silverio Durán, presidente del gremio, señala que las cifras no son alentadoras. “Hay una paralización de las obras, el sector inmobiliario está detenido igual y la obra pública también ha disminuido comparada con años pasados”.

    El panorama es complicado. Los créditos en la banca no llegan con la rapidez de años pasados y el empleo se reduce en el sector, según estadísticas de la Cámara. “Este año la oferta le ha ganado a la demanda”, resume Durán.

    Robinson Galarza, constructor independiente, coincide y asegura que las ventas se han paralizado desde el año pasado. Este constructor bajó el ritmo de construcción por la falta de compradores. “En el primer semestre estamos con cuatro proyectos. Las ventas en mi caso han caído un 70%”.

    Ahora el sector mira una oportunidad para reactivarse con la reconstrucción de Manabí y Esmeraldas.

    Comercio exterior, construcción y agricultura tienen cifras en contra. La banca mejoró en parte, al igual que hidrocarburos. Foto: Archivo
    Comercio exterior, construcción y agricultura tienen cifras en contra. La banca mejoró en parte, al igual que hidrocarburos. Foto: Archivo
  • Julio Gamero: ‘Las aerolíneas sienten la desaceleración’

    Xavier Basantes   (I)
    Editor del Semanario LÍDERES

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    ¿Cuál es el balance del 2015 para el sector y para Avianca?
    Desde el punto de vista del sector de aerolíneas en general fue un año positivo, al menos para nosotros lo fue en el balance. En las encuestas con los clientes, nos están ubicando en preferencia en términos de servicio.

    En la participación en el mercado doméstico crecimos un 25%; internacionalmente, llegamos a un 31%, y a través de Avianca se transportan el 25% de los pasajeros que entran y salen del Ecuador.

    Somos el operador más grande del aeropuerto de Quito y líderes en el mercado de Galápagos. De hecho, abrimos nuestro vuelo directo de Quito a Galápagos. En términos generales, el año pasado, a pesar de que la crisis internacional se estaba gestando y se veía que las condiciones locales podían cambiar, vimos bastante dinamismo.

    ¿El 2015 fue un año positivo?
    Hicimos algunos ajustes de capacidad. Eso es importante; pudimos haber reducido nuestra oferta en algunos mercados domésticos, pero también incrementamos en otros. Hicimos reacomodos de capacidad, pero en definitiva cerramos con crecimiento de capacidad. Esa capacidad la estamos manteniendo este año. De manera que el balance del 2015 a pesar de que los últimos meses mostraron una desaceleración es positivo.

    El impacto de la baja en el costo del combustible, ¿cuánto ayudó en sus operaciones?
    El efecto del combustible tiene un impacto importante en las operaciones de las aerolíneas, en la medida en que representa un costo que es importante. Ahora tuvimos otros impactos que no necesariamente nos favorecieron.

    ¿Cuáles, por ejemplo?
    Por un lado hubo un nuevo decreto para la fijación del precio del combustible y eso conllevó a que hubiera un incremento. El impacto del decreto (octubre), lo sentimos en el último trimestre. Este fija específicamente el precio del jet fuel.

    Antes, ese precio se fijaba a partir de una tasa internacional (Platts), ahora lo desvincula y establece fórmulas de cálculo en el Ecuador y también exige un parámetro de paridad con el resto de la región, y que tiene algunas dificultades en su implementación.

    ¿Qué otro factor influyó?
    Tuvimos una restricción a los vuelos chárter. Se nos limitó la capacidad de operaciones que podíamos hacer sobre una base anual; y el famoso impuesto del Ecodelta, que también este año tiene un incremento y grava la compra de los pasajes.

    El año pasado también llegaron aerolíneas de bajo costo y otras incrementaron frecuencias. 
    ¿Ecuador es un mercado atractivo?
    Estos temas hay que verlos con optimismo. La reducción del precio del combustible atrae a modelos de negocios, como las aerolíneas de bajo costo. Asimismo, si bien es cierto hubo un incremento en algunas aerolíneas que vinieron al Ecuador, para poder contextualizar y evaluar, habría que entender qué sucedió en la región, ver qué pasó en los países vecinos y ver la capacidad real.

    En términos de competitividad, hay que observar temas de infraestructura y tenemos la suerte de tener un nuevo aeropuerto; en términos técnicos, lo vemos muy favorable. Pero, en términos de costos no es precisamente el de menores costos en la región. Ahí hay un tema de competitividad y también ayudaría una legislación moderna.

    Es muy positivo que hayan venido; habrá que entender si vienen para quedarse y si es un modelo que va a ser sostenible a diferentes precios de combustibles, y por otro lado, analizar cómo juegan los precios preferenciales en las tasas aeroportuarias que entregan los aeropuertos para atraer a esas aerolíneas. Eso habría que evaluar.

    Con este panorama, ¿cuáles son las expectativas del 2016?
    Definitivamente la situación cambia. La desaceleración de la actividad económica es evidente; los pronósticos de crecimiento del Gobierno han sido revisados y eso se debe considerar. En un país en el que buena parte de la inversión la hacía el Estado, el 62%, eso incide en la actividad económica.

    En función de la prudencia y ante el actual escenario macroeconómico, hay una restricción al crédito y eso impide que se dinamice el sector privado. Además, el efecto en el sector exportador, producto de la devaluación que ha habido en el resto de economías, tiene incidencias en la demanda de nuestros servicios.

    Eso lo estamos experimentando todos. Para nosotros es un año en enfocarnos mucho en el tema de servicios y es un año para revisar la productividad y los costos. Con todo, tenemos una visión optimista. Hay que ser muy creativos para generar expectativa y tráficos, cuando probablemente los tráficos corporativos tiendan a bajar.

    ¿Qué opciones pueden haber en el mercado?
    Por ejemplo, se ha visto una economía en EE.UU. que está muy fortalecida y producto de los eventos que han habido en Europa, hay un auge por encontrar destinos latinoamericanos. Hay que tratar de aprovechar la demanda. Conservamos nuestros presupuestos; los hemos revisado y nuestro plan es consistente. Aún con eso vamos a tener un plan de inversiones bastante prometedor.

    ¿Cuáles son esos planes?
    Vamos a hacer una actualización de nuestra flota este año. Vamos a sustituir uno de nuestros A319, por uno A320. Vamos a poner esas sillas donde hay más demanda y eso es en Galápagos y en destinos internacionales. No estamos considerando hacer una adecuación de nuestras rutas.

    ¿Cuánto incidirá en el negocio de las aerolíneas el incremento de la tasa Ecodelta?
    Consideramos que no es el momento más oportuno para una medida de esta naturaleza. Algo que se deja de ver son los efectos que en el corto y largo plazos pueden tener en las decisiones de compra en los pasajeros.

    Cualquier incremento que se haga entra en el ‘árbol de decisión’ que una persona sigue a la hora de viajar. No se trata de una afectación directa a las aerolíneas sino se trata de una afectación hacia el tráfico que viene al Ecuador. De hecho, estudios elaborados por la IATA y que han sido citados por la Asociación de Aerolíneas muestran esa incidencia en el tráfico hacia el país.

    Julio Gamero es experto en temas de planificación comercial y renueve management. Actualmente se desempeña como Vicepresidente de la Asociación de Representantes de las Líneas Aéreas en Ecuador (Arlae). Cuenta con más de 13 años de experiencia en la aviación.

    julio gamero
    julio gamero
  • La desaceleración económica en Ecuador continuó en el tercer trimestre del 2015

    Redacción Negocios

    El enfriamiento de la economía ecuatoriana se mantuvo en el tercer trimestre del 2015, aunque eso no significa que el año termine con cifras negativas, señaló el gerente del Banco Central del Ecuador, Diego Martínez.

    En una rueda de prensa realizada el 31 de diciembre del 2015, Martínez señaló que se mantiene la previsión de crecimiento de la economía ecuatoriana de 0,4% para este 2015, la cual es consistente con los resultados obtenidos hasta el tercer trimestre de año en las Cuentas Nacionales Trimestrales, cuyos resultados se entregaron ayer, 1 de enero.

    Martínez desataco que la economía ecuatoriana registró un crecimiento acumulado en los tres trimestres de 2015 de 1,1%, respecto a igual período del año anterior. Sin embargo, la tendencia ha sido a la baja a lo largo del año.

    Si se compara el crecimiento del tercer trimestre con el mismo periodo del 2014, la economía registró un decrecimiento de -0.8%. Y si la comparación se hace con el trimestre previo, es decir, con el segundo trimestre del 2015, la caída es -0.4%.

    Según el reporte del Banco Central, las actividades económicas que presentaron una variación positiva entre el tercer trimestre de 2015 e igual período del año anterior fueron:
    refinación de petróleo, acuicultura y pesca de camarón, suministro de electricidad y agua, actividades profesionales, técnicas y administrativas, agricultura, manufactura (sin refinación petróleo) y transporte, entre las principales.

    En cambio, entre las que hubo una caída están las actividades financieras, telecomunicaciones, comercio, enseñanza, alojamiento, etc.

    Diego Martínez
    Diego Martínez, en el centro, durante una rueda de prensa. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • La desaceleración deja huella

    Redacciones Quito, Guayaquil y Cuenca (I)

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    Un año económico difícil termina y a la hora de hacer un balance se encuentran seis sectores representativos en el desempeño productivo del país.

    La construcción es el segmento más afectado con obras detenidas, proyectos suspendidos y ventas canceladas. Las proyecciones del Banco Central del Ecuador muestran una caída de la construcción en su contribución al Producto Interno Bruto, frente al año 2014.

    El sistema financiero privado también tuvo un año complicado. Una reducción de depósitos llevó a este sector a privilegiar la liquidez y eso generó un menor volumen de colocación de crédito.

    En cuanto a comercio exterior, se registró un déficit de USD 1 886 millones, hasta octubre pasado.

    En el sector automotor, el 2015 será recordado por ser el año con uno de los mayores bajones de ventas, de la última década. Según sus representantes, entre enero y noviembre se vendieron 74 000 vehículos nacionales e importados, un 30% menos que el mismo período del 2014.

    El agro y la pesca tuvieron un crecimiento de exportaciones, en productos como banano y camarón. Y la línea blanca cierra el año con retrasos en pagos y reducción de ventas.

    El déficit desequilibra la balanza

    Un déficit comercial de USD 1 886 millones en el período enero-octubre registró el país, según las cifras del Banco Central del Ecuador (BCE). Las exportaciones llegaron a USD 15 697 millones, mientas que las importaciones fueron por 17 583 millones.

    Según datos de la entidad, las exportaciones totales cayeron en 28,8% en valor; las petroleras disminuyeron en un 49%, mientras que las no petroleras bajaron en un 5,8%, en el período citado.

    Con una economía dolarizada, el Gobierno se vio en la necesidad de tomar decisiones para mantener la liquidez. De ahí que en marzo entraron en vigencia las salvaguardias para casi 3 000 partidas de importación, entre las que están alimentos, licores, tecnología, entre otros.

    Para Roberto Aspiazu, director ejecutivo del Comité Empresarial Ecuatoriano, la aplicación de la medida ha generado un fuerte impacto en la estructura de precios. “Si bien el Gobierno también ha promocionado la medida como una forma para equilibrar la producción nacional, sabemos que muchos de los productos sujetos a sobretasas no tienen fabricación en el país o esta es de carácter insuficiente”

    El Ejecutivo asegura que ha conseguido el objetivo principal con la aplicación de la medida: reducir importaciones. Las cifras del BCE muestran una reducción general del 19,7%. El principal rubro de caída, sin embargo, es el de los combustibles y lubricantes. En este último caso, la cifra es producto de la baja del precio del crudo.

    Las limitaciones para importar trajeron entre los comerciantes formales el temor del contrabando. Es así que se reforzaron los controles y se aplicaron medidas como el plan de incentivos aduaneros, en un trabajo conjunto entre los agentes de Aduana, la Policía y las Fuerzas Armadas.

    El Gobierno también tuvo que agilitar su trabajo para avanzar en el proceso de concreción del acuerdo comercial con la Unión Europea (UE). Hasta mediados de este mes, Ecuador esperó que Colombia y Perú avalaran su ingreso al convenio ­multipartes. Ese fue uno de los logros de fin de año, que le permitirán al país acelerar los procesos para que en enero del 2017 pueda entrar en vigencia el acuerdo de forma provisional.

    La venta de las cocinas se redujo

    Los fabricantes de cocinas y refrigeradoras del Ecuador no tuvieron un buen año, por la reducción de ventas en el segundo semestre. Ni en el mercado local ni en el externo se cumplieron las expectativas y el segmento de las cocinas a gas e inducción fue el más afectado.

    Tres factores pesaron para este comportamiento. El primero fue el retraso del Gobierno en los pagos a los distribuidores y comercializadores de cocinas de inducción. El segundo factor fue la venta de cocinas chinas a un precio menor y la última causa es la disminución en el consumo por la contracción económica del país.

    Para no paralizar la producción y las ventas, las empresas buscaron alternativas. Grupo Ortiz, que en octubre del 2014 abrió la fábrica de cocinas a inducción Midea, optó por ofrecer ventas con tarjetas de crédito, descuentos, combos, etc.

    En el caso de las cocinas a gas, el mercado nacional se paralizó casi por completo, porque los consumidores deben cancelar el Impuesto a los Consumos Especiales (ICE), una medida aplicada por el Régimen para desacelerar su consumo e impulsar el cambio por inducción.

    Por ello, las cocinas a gas se centraron para la exportación. El problema en este caso se centró en la reducción del consumo del mercado venezolano. De acuerdo con datos del Banco Central del Ecuador (BCE), Venezuela importó USD 12,44 millones en cocinas a gas ecuatorianas, entre enero y octubre del 2014. En el mismo período del 2015 disminuyó a USD 1,9 millones. Colombia, Perú, Chile y Bolivia son los principales compradores.

    Según el gerente de Ecasa, Mario Esteban Espinoza, para el próximo año el objetivo es recuperar ese mercado y abrir una oficina comercial en Perú. Sin embargo, sus proyecciones son austeras debido a los problemas económicos del Ecuador.

    El segmento de los refrigeradores tuvo un mejor comportamiento, porque el producto nacional suplió al importado que llegó en menor cantidad por la aplicación de las salvaguardias. Según el BCE, en los 10 primeros meses de este año se importaron USD 28,3 millones en refrigeradoras y congeladores, una cantidad inferior a la registrada en el mismo período del 2014, que se ubicó en USD 39,04 millones.

    Los precios y los destinos de productos pasaron altibajos

    El banano y el camarón, los dos principales productos de exportación no petrolera, sintieron este año un vaivén en los precios y en los destinos.

    El banano ecuatoriano romperá un récord de producción y exportaciones al cierre de este 2015, según pronostica la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE). El gremio espera que hasta la última semana de este año, el país haya superado las 310 millones de cajas exportadas.

    Hasta octubre pasado, Ecuador exportó 265 millones de cajas, unas 33 millones menos que todo lo exportado por el sector en el 2014; y casi la misma cantidad que todos los envíos de la fruta en el 2013.

    Aunque los indicadores mejoraron este año para el banano ecuatoriano, en el sector se registró incertidumbre por la reducción de las compras en mercados consolidados, como el de los países del Mediterráneo y de Europa del Este. Hacia esos dos destinos, los envíos se redujeron un 37% con respecto al 2014. Hacia Estados Unidos, en cambio, el tercer mercado de la fruta nacional, los envíos tuvieron un crecimiento del 8,7%.

    Manuel Romero, director de Agroban, un gremio de productores, indica que en el mercado de Europa, Ecuador enfrenta la competencia de Colombia y productores centroamericanos, como Guatemala, que ingresan con su fruta con un menor arancel. Romero añade que estos países exportan su banano a un menor precio.

    Los volúmenes de las exportaciones de camarón también evolucionaron al alza. Hasta octubre llegaron a las 285 000 toneladas, un incremento del 15% con respecto al 2014. Si bien las exportaciones subieron, el precio se estancó, explica José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura.

    El empresario del sector camaronero menciona que la caída de los precios está próxima a cumplir los dos años, pues empezó a evidenciarse en febrero del 2014. “Estimamos que los primeros 10 meses de este 2015, la caída acumulada de los precios fue del 25%”.

    Los montos de las exportaciones de atún y las de café, también cayeron este año con relación al 2014. Las exportaciones de los túnidos registraron un descenso de USD 30 millones, con respecto al mismo período del 2014. En cuanto al café, la reducción registrada fue similar: USD 31 millones.

    Guillermo Morán, presidente de la Comisión Interamericana del Atún Tropical, menciona que este año el segmento terminará con un volumen de 620 000 toneladas exportadas. Esta cifra significa un incremento con respecto a las 540 000 toneladas enviadas en el 2014.

    El mercado de vehículos nuevos y usados se contrajo

    El cierre del 2015 trajo para el mercado del sector automotor una contracción no menor al 31% en los vehículos nuevos y hasta de un 80% en los vehículos usados, de acuerdo con datos de representantes de los comerciantes.

    Las cifras de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade) señalan que entre enero y noviembre de este año, ya se registró una contracción en las ventas de un 31% respecto al mismo período del 2014, lo que se traduce en 33 960 unidades menos vendidas.

    La proyección al cierre de este año indica que esa cifra de vehículos no vendidos se elevará a 37 000. Los datos hasta noviembre muestran además que el segmento más afectado fue el de los automóviles, con un 36% menos que en el 2014, seguido de las camionetas (ver infografía).

    El sector viene enfrentando una caída constante de las ventas desde el 2011, por el establecimiento de cupos de importación que para este año fue de alrededor del 40%, en vehículos completos y un 20% para los CKD o partes utilizadas para el ensamblaje nacional.

    La caída de la demanda se debe a dos factores: por falta de liquidez y por la contracción de la economía en este año ,según la Aeade. Adicionalmente, los representantes de marcas como Nissan o Renault indican que existe una restricción del crédito para vehículos y que varios clientes están atrasando su decisión de compra, por el actual escenario económico.

    Según la Asociación, entre el 2011 y este año perdieron unos 7 500 puestos de trabajo, directos e indirectos, en el sector.

    No solo la venta de vehículos nuevos cayó; algo similar ocurre con los automotores de segunda por falta de liquidez en la economía, que es lo que mueve a este mercado. El presidente de la Asociación de Comerciantes de Vehículos Usados de Quito, Nelson Viteri, indica que dependiendo de los patios de autos se registran caídas de hasta un 85% en las ventas.

    Esto se ha sentido sobre todo desde el mes de junio, señala Viteri, cuando empezó a sentirse una mayor falta de liquidez. “En un patio, que antes vendía unos 12 autos en el mes, ahora no venden ni dos.”

    Esta baja ha provocado que los comerciantes y propietarios de autos usados tengan que bajar los precios por el riesgo de salir a pérdida o no vender los vehículos.

    “Si un carro vale USD 8 000 ahora se está vendiendo en 7 000”, indica. Viteri añade que también afectó la eliminación de los contratos en blanco para la compra y venta, porque esto ha impedido que se vendan los autos con agilidad.

    Regulaciones y menor liquidez para dar crédito

    El 2015 ha sido un año diferente para la banca privada ecuatoriana. Un año de menor dinamismo se reflejó en una disminución de los depósitos del sistema financiero, que llevó a privilegiar la liquidez y eso generó un menor volumen de colocación de crédito. Pese a eso, el sector sigue solvente y sólido.

    El superintendente de Bancos, Christian Cruz, indicó días atrás que la caída del precio del petróleo ha hecho que ingresen menos capitales al Ecuador, lo que se ha reflejado en una menor liquidez en el sector financiero.

    Según datos de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE), los depósitos de la banca bajaron de USD 25 968 millones en diciembre del año pasado, a USD 22 273 millones en noviembre de este 2015; es decir, una reducción del 14%, equivalente a USD 3 695 millones. El efecto fue una reducción en la colocación del crédito, lo que se reflejó desde julio pasado.

    Si bien existe un descenso, Cruz asegura que la banca está solvente. Este indicador pasó del 13,29% en noviembre del 2014 a 13,79% en igual mes de este año.

    El 2015 también ha sido un año de regulaciones para el sector financiero. Algunas de estas normas han sido recibidas como positivas por la banca y otras generaron preocupación y pedidos de revisión.

    Una que provocó inquietud fue la relacionada con el uso de dinero electrónico. En mayo pasado, la Junta Reguladora Monetaria y Financiera dio un plazo para que la banca se sume obligatoriamente al dinero electrónico, como macroagentes (sitios donde se carga y descarga este medio de pago). Pero luego el Gobierno dio marcha atrás a esta decisión; entre otras medidas.

    Pero el sistema financiero ha visto con ‘buenos ojos’ otras disposiciones. Según Ricardo Cuesta, presidente de Produbanco, la banca ha obtenido liquidez a través de líneas de crédito externos por unos USD 500 millones en el 2015, gracias a la eliminación del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) para estas operaciones.

    En el sector de mutualistas también bajaron los depósitos, aunque la caída anual fue considerablemente menor, de 2,11%.

    Mario Burbano de Lara, presidente de la Asociación Nacional de Mutualistas del Ecuador y director estratégico de Mutualista Pichincha, comenta que el sector está optimista frente al año que viene, a pesar de que luce esencialmente muy parecido al 2015, pues no existe evidencia mayor de un ingreso de liquidez importante en la economía. En cambio, los depósitos en el sector cooperativo subieron, aunque no al ritmo de años pasados.

    Menos obra pública e incertidumbre inmobiliaria

    El sector de la construcción en el Ecuador genera unas 600 000 plazas de trabajo directo y además, según datos del Banco Central del Ecuador (BCE), representa cerca del 10% del Producto Interno Bruto. Es por el peso de este sector en la economía, que Enrique Pita, presidente de la Cámara de la Construcción de Guayaquil, sostiene que en épocas de crisis, el primer sector que siente los efectos es el de la construcción, y asimismo, es el último en recuperarse.

    “Estamos viviendo tiempos difíciles, desde el primer trimestre del año hemos tenido un impacto significativo. Hay una caída del 3% en lo que aportamos al PIB, lo que ha generado un significativo desempleo”, señala Pita.

    Aunque hasta el segundo trimestre del 2015, según el analista Walter Spurrier, el sector de la construcción presentaba un crecimiento de 3,5%, el ritmo de desaceleración se pronunciará más, debido “al freno a los proyectos de infraestructura y el anunciado impuesto confiscatorio de la plusvalía inmobiliaria, que empujaría aún más abajo la tasa de crecimiento del sector de la construcción”.

    Las proyecciones del Banco Central son de un crecimiento del 0%, mientras que los constructores estiman un decrecimiento, pero no se animan a dar cifras.

    Sin embargo, un indicador que podría dar luces del impacto en el sector de la construcción es el de la venta de cemento, que presenta un decrecimiento del 8% en el período enero a octubre, con relación al mismo período del 2014. Esto, de acuerdo con información del Instituto Ecuatoriano del Cemento y Hormigón (Inecyc).

    Joan Proaño, gerente de la firma de promotores Inmobiliarios Proaño & Proaño, sostiene que el difícil escenario del sector de la construcción se relaciona a que la obra pública se ha detenido y a que, por la falta de liquidez en el mercado y la incertidumbre, las ventas de viviendas se han contraído en este año.

    “No existen todavía datos a nivel nacional, pero como empresa, nosotros en los últimos cinco meses tuvimos una reducción en el presupuesto de venta de entre 25% a 30%”, señala Proaño.

    Según datos de la Superintendencia de Bancos, el segmento de créditos que más incremento presentó hasta octubre de este año es de la vivienda, que creció un 13,8%, sin embargo, según analistas, esto se debe al particular impulso que el Gobierno le está dando a la vivienda de interés social (de menos de USD 40 000) y de interés público, (de menos de 70 000), que no representan todo el mercado.

    El sector de la construcción redujo su contribución al PIB, durante el 2015. La actividad fue afectada en especial por las salvaguardias y los proyectos de ley de herencias y de plusvalía. Foto: Pavel Calahorrano/ LÍDERES.
    El sector de la construcción redujo su contribución al PIB, durante el 2015. La actividad fue afectada en especial por las salvaguardias y los proyectos de ley de herencias y de plusvalía. Foto: Pavel Calahorrano/ LÍDERES.
  • El cierre del año y la llegada del 2016 inquietan al empresariado

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    REDACCIONES Quito,
    Guayaquil y Cuenca (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Para el último trimestre del 2015 y con miras al 2016, los cálculos y los ajustes copan por estos días las agendas empresariales.

    La desaceleración de la economía, la contracción de sectores como la construcción y el comercio, y las previsiones de crecimiento de organismos como la Cepal y el Fondo Monetario Internacional traen inquietud.

    Ejemplos. En la empresa cuencana Induglob, que fabrica cocinas y refrigeradoras de las marcas Indurama y Global, las previsiones para el último trimestre del 2015 se diferencian del resto del año. Para los últimos tres meses se prevé una reducción del 21% en las ventas, con relación al mismo período del año anterior.

    En los primeros tres trimestres hubo crecimiento, por ello se tiene previsto que las ventas de la firma aumenten un 23% en el balance final con relación al año pasado. El primer semestre del 2015, sobre todo, fue muy bueno, dice el gerente General de Induglob, Juan Pablo Vela.

    La empresa vendía entre 25 000 y 28 000 cocinas de inducción al mes, pero desde julio la demanda se desaceleró por dos causas: la llegada de cocinas importadas desde China y las demoras en el pago que debe realizar el Gobierno a los distribuidores de las cocinas de inducción.

    Para Vela, en el caso de las refrigeradoras, existen buenas perspectivas en los meses finales del 2015, no así en el 2016 en el que se espera una reducción del 10%; en el caso de las cocinas de inducción existe incertidumbre.

    Otra empresa cuencana, Continental Tire Andina también elabora proyecciones negativas. Ferdinand Hoyos, presidente Ejecutivo de la firma, habla de una tendencia negativa en el último trimestre, en comparación a los dos primeros trimestres del año
    “Nuestras ventas nacionales han bajado más del 20% en volumen. Se puede sentir la falta de liquidez y falta de confianza en el mercado ecuatoriano en general”. Hoyos añade que la devaluación de monedas en Colombia y Perú es un reto adicional a la baja de la demanda nacional.

    Para el 2016, Continental Tire Andina se apretará el cinturón otra vez. Hoyos espera que los bancos ecuatorianos mejoren su confianza en el mercado y que empiecen de nuevo a dar financiamiento a las empresas. “Sería clave para que no se pare el motor de los negocios”.
    Una encuesta realizada por la Cámara de Industrias y Producción, en la que participaron unas 120 empresas con ventas anuales por cerca de USD 10 000 millones, señala que el 60% de las firmas considera que las ventas se reducirán en el último trimestre.

    El titular de la CIP, Richard Martínez , señala que es necesario unir esfuerzos para que el empleo y los segmentos socioeconómicos más vulnerables no se vean afectados. “Se necesita deponer actitudes y enfocarnos en la construcción de políticas que fortalezcan la productividad y la competitividad”.

    Para el 2016, la encuesta de la CIP prevé una ligera recuperación. En términos de ventas, el 40% de las empresas manifiesta que se mantendrá igual y el 22% dice que se incrementarán. “Producto de la rigidez del mercado laboral, las organizaciones estiman un impacto en la demanda de trabajo”, agrega Martínez.

    Otro gremio, la Cámara de la pequeña y Mediana Empresa de Pichincha, también analiza el panorama económico con detenimiento. Su director Ejecutivo, Christian Cisneros, reconoce que existen dificultades para cerrar el 2015 y para arrancar el 2016.
    “Las ventas han caído en sectores como construcción y alimentos. Del uno al 10, al 2015 lo califico con un 6”, comenta Cisneros.

    El dirigente de la pequeña y mediana empresa analiza el próximo año con desazón. “Somos conscientes de que habrá empresas que cerrarán operaciones. Será un escenario cauteloso, pero tampoco hay que ser alarmistas”.

    Entre los segmentos con mejores perspectivas, Cisneros menciona a los alimentos y al químico. Christian Wahli, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas, detalla las dificultades que enfrentan las empresas del sector. “El etiquetado de alimentos con el semáforo nutricional y las salvaguardias encarecieron la producción y frenaron el crecimiento. Hemos vendido menos y a menor precio”.

    Según Wahli, los alimentos y bebidas crecieron 5% en el 2014 y este año, el sector aumentará un 3%. Para el 2016 espera que el efecto del etiquetado haya pasado. “No va a ser un año fantástico, será complicado con empresas que entrarán y saldrán del mercado”.

    Daniella Andretta, de la consultora KornFerry International, resume la sensación del empresario ecuatoriano: “Hay incertidumbre, porque la bonanza se ha frenado. Las empresas han puesto en espera las inversiones y están disminuyendo el riesgo”. Además, indica, los trabajadores están con temor por lo que pueda pasar en el futuro y los líderes de las empresas tienen el desafío de ser eficientes y optimizar la rentabilidad.

    Previsión 

    Una encuesta realizada por la Cámara de Industrias y Producción señala que el 60% de las firmas considera que las ventas se reducirán en el último trimestre del 2015. Los retos, como mantener el empleo y mejorar la productividad, son la prioridad para el siguiente año.

    La construcción acarrea dificultades en otros sectores

    En la capital ecuatoriana los empresarios advierten un panorama negativo para el último trimestre del 2015. Las difíciles condiciones económicas que vive el país han impactado a las empresas de diferentes sectores. Las perspectivas, además, son poco alentadoras para el año siguiente.

    Christian Ponce, representante de la firma de detergentes líquidos Proquim, asegura que la situación económica es tan compleja que se están produciendo cambios en cuanto a la demanda de los consumidores. “Se empieza a ver que la gente no tiene presupuesto para el gasto”.

    En los detergentes líquidos, por ejemplo, los ciudadanos están adquiriendo detergente más barato. “Son más conscientes de sus compras y se reduce la venta de ciertos artículos”.

    En este marco, asegura Ponce, la gente va a comenzar a buscar productos más baratos o aquellos que se encuentran en oferta. Esto genera un impacto para la empresa, que aún no ha sido cuantificado con exactitud.

    A lo anterior se suma la competencia de los artículos extranjeros. “Hace falta mayor control del mercado y un real impulso de los productores pequeños”.

    Otro de los sectores que se muestran preocupados es el de la construcción. Heny Yandún, presidente de la Cámara de Industrias de la Construcción, asegura que el consumo de cemento ha bajado un 8%. “El sector se está estancando”.

    Para el 2016, Yandún considera que la situación económica del país no va a mejorar. Se prevé que algunos constructores suspendan lo que tenían en carpeta.

    El empresario también asegura que hay menos construcción del sector público, porque el Estado no está inyectando capital. Esto impacta en las contratistas porque se reducen sus obras y, por lo tanto, tienen menores ingresos.

    Los constructores esperan un impulso a los proyectos de vivienda de interés social. “Esos sí están avanzando. Esos se están construyendo gracias a los préstamos del Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess), en otras provincias que no son Pichincha”.

    Para Christian Cisneros, director de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), el 2015 es un año con reducción en las ventas, en especial en sectores como la construcción y el maderero, con caídas que van del 16% al 32%. “Hay algo de estabilidad en alimentos y en químicos, pero en general está previsto un balance negativo en las ventas del último trimestre del año”, asegura el dirigente.

    Para el próximo año, por ahora, el panorama también pinta difícil. Según Cisneros en el 2016 no habrá nuevas contrataciones en las empresas y el flujo de fondos será complicado, con bajas ventas. Para enfrentar la situación, la Capeipi organiza ferias para productores y talleres para elevar la producción.

    Los objetivos de producción, ventas e inversión se reducen

    La principal preocupación del sector empresarial en Guayaquil es que en el 2016 se agudice la contracción de los créditos. A esta inquietud se suman los efectos que tendría el incremento de las lluvias por el fenómeno de El Niño.

    Uno de los sectores agrícolas más vulnerables es el del café. En lo que va del año, el sector ha reducido sus exportaciones en más del 32% en comparación con el 2014, y en un 60%, en relación con el 2012.

    Jorge Salcedo, gerente de la procesadora y exportadora de café Solubles Instantáneos, dice que hasta finalizar el año prevé que la producción en su planta sea un 10% menor que el año pasado. Esto, porque las exportaciones de Ecuador se encarecen frente a las colombianas, protagonistas del mercado.

    “Este último trimestre será complicado, porque realmente se siente la falta de liquidez en los créditos. Además, la apreciación del dólar nos perjudica, porque algunos mercados se complican y enviar productos es más caro. En Colombia hay devaluación y eso nos afecta a nosotros que tenemos dólar”.

    Para el 2016, el empresario comenta que la estrategia es ajustar el presupuesto en costos de producción, para recuperar por lo menos los niveles del 2014. “Tenemos que ajustar costos de electricidad, conseguir mejores precios en empaques, ser más productivos y ahorrar en ciertas líneas”.

    Plastigómez, que produce empaques y envases de plástico, también anuncia ajustes. La firma había proyectado un crecimiento en ventas de un 15%, pero “con mucho esfuerzo llegará a un 5%”, dice Xavier Gómez, presidente de la firma.

    El ejecutivo cree que la incertidumbre que se generó en el sector empresarial por los proyectos de Ley de Herencias y Plusvalía disminuyó, cuando se retiraron temporalmente. Sin embargo, teme que al finalizar el año vuelvan al debate y que eso complique la inversión el 2016. “Mientras no se terminen de archivar, esos mensajes no ayudan a la inversión”.

    Pablo Torres, gerente del operador logístico Torres&Torres, cuenta que ante el panorama de desaceleración económica, en su empresa las inversiones se han suspendido. “Se había previsto invertir cerca de USD 5 millones para los siguientes tres años, pero mientras la situación y la política económica del país no cambien, estas seguirán paradas”, asevera.

    Las salvaguardias, los cupos a las importaciones, entre otras medidas, han perjudicado a los importadores, principales clientes de este operador logístico y de comercio exterior. “Mis clientes han dejado de traer muchos productos. Las medidas del Gobierno son trabas, en lugar de facilitar el comercio para que la economía se mueva. He suspendido las inversiones que tenía previsto”.

    En esta empresa, por ejemplo, las previsiones de crecimiento eran del 20% para el 2015, pero en la actual situación, se ajustaron al 8%.

    Las ventas nacionales de Continental Tire Andina han bajado un 20% en volumen. Sus ejecutivos sienten menos liquidez y la falta de confianza en el mercado ecuatoriano. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES
    Las ventas nacionales de Continental Tire Andina han bajado un 20% en volumen. Sus ejecutivos sienten menos liquidez y la falta de confianza en el mercado ecuatoriano. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES
  • Rebeca Grynspan: Latinoamérica sufre desaceleración, pero no una crisis

    Agencia EFE

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    La secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, expresó  este jueves (11 de junio) su preocupación por la desaceleración económica en América Latina, pero subrayó que no se trata de una «crisis generalizada» y que los países de la región cuentan con instrumentos para hacer frente a la situación.

    Grynspan, en una entrevista a Efe, hizo referencia a las últimas previsiones del Banco Mundial que auguran que la economía de América Latina rozará el crecimiento nulo este año, con apenas una expansión del 0,4 %, frente al 1,7 % pronosticado hace seis meses.

    «No estamos contentos con las tasas de crecimiento que estamos teniendo en la región. Por supuesto que nos preocupa la desaceleración, pero América Latina no es la región de los 80. Tenemos muchos más instrumentos, muchas más fortalezas y una posición de inicio mucho más fuerte para enfrentar esta desaceleración», dijo Grynspan.

    «Yo no creo que se pueda hablar de crisis generalizada en América Latina porque eso no es lo que está pasando», subrayó.

    La secretaria general iberoamericana hizo hincapié en las diferencias entre la situación actual de Latinoamérica y la que se vivió en los años 80 e insistió en que ya «no es la región sobreendeudadada, sin instrumentos flexibles de tipo de cambio con macroeconomías y déficits excesivamente elevados».

    La ralentización en la región, explicó, se debe a la situación de Venezuela, Argentina y Brasil, «que sí van a tener tasas de crecimiento negativas».

    «Son economías que tienen un peso muy grande sobre toda la región y, por lo tanto, hacen que la tasa de crecimiento este año vaya a ser menor al 1 % en América Latina y por primera vez menor a la de Europa en los últimos diez años, desde la crisis financiera», añadió Grynspan.

    Sin embargo, agregó, «México va a crecer alrededor del 2%, Centroamérica está creciendo en promedio como el 4% y Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia, Uruguay y Paraguay, todos tienen tasas de crecimiento positivas y andarán alrededor del 2 o 3%. Lo que pasa es que estas economías grandes tienen un peso relativo grande sobre la región y el promedio no es bueno».

    Respecto a la cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) celebrada el miércoles y el jueves (10 y 11 de junio) en Bruselas, la secretaria general iberoamericana consideró «muy positivo» que la declaración común aprobada incluya una referencia a la situación a Venezuela y a las relaciones entre la UE y Cuba.

    «La verdad es que son temas difíciles porque hay situaciones muy diversas, no solo en América Latina, también en Europa. Me parece muy positivo que se haya llegado a un consenso», declaró a Efe.

    También resaltó los avances logrados en tres ámbitos en la reunión, empezando por el anuncio de «la facilidad de cooperación sur-sur y cooperación triangular».

    Asimismo, valoró los objetivos acordados en el ámbito de la educación superior y mencionados tanto en la Declaración de Bruselas como en el plan de acción común que, a su juicio, ayudarán a fortalecer los vínculos en materia de estudios y movilidad.

    Además, hizo hincapié en que se vaya a dar «un énfasis que no tenía antes» a la fundación UE Celac.

    Sobre el acuerdo UE-Mercosur, en relación al cual los dos bloques se comprometieron hoy a intercambiar sus primeras ofertas de acceso a los mercados, Grynspan opinó que «hay señales muy positivas de que hay interés de retomarlo».

    Por otro lado, consideró que tanto la UE como los países latinoamericanos tienen mucho que aprender los unos de los otros.

    «Nosotros tenemos mucho que aprender de Europa. Hemos aprendido mucho en el pasado del sistema de bienestar, de su capacidad redistributiva a través de sus sistemas tributarios, son cosas que todavía América Latina tiene que aprender», indicó.

    Pero Latinoamérica, señaló, «también tiene un acervo de conocimientos y experiencias que creemos que para Europa pueden ser relevantes».

    Se refirió a la existencia de tres «agendas comunes» entre ambos bloques, la primera de ellas en términos de empleo y productividad y para «incorporar mucho más a las pymes para un desarrollo más inclusivo».

    Las otras agendas comunes son «el desarrollo sostenible», la lucha contra el cambio climático y la energía, ámbitos en los que «tenemos una tarea común que llevar adelante en los foros globales», así como las infraestructuras» dado que «hay un interés en Europa en invertir y ayudar a América Latina y América Latina tiene un déficit de infraestructuras que debemos superar», puntualizó.

    Rebeca Grynspan expresó su preocupación por la desaceleración económica en América Latina. Foto: EFE
    Rebeca Grynspan expresó su preocupación por la desaceleración económica en América Latina. Foto: EFE
  • Banco Mundial alerta del aumento del desempleo en Latinoamérica en próximos meses

    Agencia EFE

    El economista jefe del Banco Mundial, Augusto de la Torre, advierte de que la desaceleración del crecimiento en América Latina se está «filtrando» al mercado laboral, con un aumento del desempleo sobre todo en los países que exportan materias primas.

    En una entrevista con EFE, De la Torre afirma que el proceso de bajo crecimiento de Latinoamérica es «más pronunciado del esperado» y alerta de que los salarios han empezado a caer y los índices de desempleo a subir en países como Brasil.

    En este sentido, afirma que el fenómeno que va a aparecer en los siguientes meses será el impacto rezagado que la desaceleración económica ha tenido sobre los mercados laborales, un tema de preocupación que centrará el debate en la próxima reunión anual entre el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial de octubre en Lima (Perú).

    «El futuro de Latinoamérica no se ve marcado por una crisis financiera sino por un bajo crecimiento y unos mercados laborales más débiles», insiste, tras evitar cuantificar la pérdida de empleos que conllevará este menor crecimiento en la región.

    El economista Jefe del Banco Mundial señala que es difícil anticipar el impacto cuantitativo en el empleo porque a las crisis anteriores se le unían crisis financieras, y en esta ocasión no se ha producido.

    Al respecto, añade que Latinoamérica es ahora «menos vulnerable» a los riesgos financieros y cuenta con un sistema bancario más solido. De la Torre recuerda que los últimos pronósticos del Banco Mundial sobre crecimiento medio en la región se sitúan entre el 2% y el 2,5%, y advierte de que la expansión de la economía latinoamericana ha ido siempre ligada a factores externos favorables, como el crecimiento de China, de EEUU o los precios del petróleo.

    «Una gran lección que ha dejado la bonanza de los últimos años es que se creó un espejismo y se llegó a pensar que el crecimiento iba a ser un fenómeno permanente», lamenta. Para alcanzar tasas de crecimiento más altas, el responsable del Banco Mundial aboga porque los gobiernos eviten tentaciones fiscales expansivas y populistas y prioricen políticas para tener una inflación baja y estable.

    Además, ve necesario inversión en capital humano y en el conocimiento, así como en la calidad de la educación. En su opinión, otro punto clave es una mayor atención a la inversión en infraestructuras, donde la mayor parte de los países tienen un gran «déficit».

    «América Latina tiene un retraso en inversiones en infraestructuras y no ha montado una ola de modernización vigorosa, que debería ser parecida a la que montó España en los años 80», incide. Así, resalta la experiencia de España en esta materia y el «importante papel» que juegan sus inversiones en Latinoamérica.

    Asimismo, indica la importancia de que cambie el marco regulatorio en la región para fomentar las alianzas público privadas y dar una mayor entrada a capital extranjero en estos ámbitos.

    De la Torre presentará el martes (9 de junio)  en la Casa de América los últimos informes del Banco Mundial sobre América Latina y el ascenso de los países del sur. Este documento revela que las exportaciones de Latinoamérica se sitúan al inicio de la cadena de valor, por lo que sus economías están más expuestas a la demanda y requieren ajustes estructurales para no verse afectadas por la caída de los precios de las materias primas.

    De la Torre destaca la diferencia de la cadena exportadora de los países asiáticos con la de Latinoamérica, donde no se logra una red de «valor añadido» ni de especialización que le haría ganar en competitividad y eficacia. 

    El jefe del Banco Mundial, Augusto de la Torre, advierte que la expansión de la economía latinoamericana ha ido siempre ligada a factores externos favorables, como el crecimiento de China, de EE.UU. o los precios del petróleo. Foto: Archivo/El Comercio
    El jefe del Banco Mundial, Augusto de la Torre, advierte que la expansión de la economía latinoamericana ha ido siempre ligada a factores externos favorables, como el crecimiento de China, de EE.UU. o los precios del petróleo. Foto: Archivo/El Comercio
  • Chile es el más afectado en Latinoamérica por desaceleración económica en China

    EFE

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    Nueva York

    Chile es el país latinoamericano más expuesto a una desaceleración de la actividad económica de China, aunque en la región en su totalidad el impacto es muy limitado, según un informe difundido hoy, 4 de febrero del 2015, por la firma Moody’s.

    La economía de China creció el año pasado un 7,4%, el incremento más bajo registrado en ese país desde 1990, lo que confirma las señales de desaceleración de la actividad económica que se viene percibiendo en los últimos meses.

    Según la agencia calificadora, Chile es el más expuesto a esta situación porque sus exportaciones a China representan el 7% de su producto interno bruto (PIB), mientras que para Latinoamérica en total esa proporción llega sólo a cerca del 2%.

    Moody’s calcula que el crecimiento de la economía de China este año y el próximo estará en torno al 7%, parecido al nivel de 2014, aunque el informe analiza un escenario con un crecimiento menor, en torno al 5 %.

    «El total de la región latinoamericana quedaría marginalmente afectado por una reducción en el crecimiento de China, teniendo en cuenta los dos escenarios alternativos«, dice en el informe el analista de la firma Lucio Vinhas de Souza. No obstante, en Latinoamérica hay sectores «particularmente vulnerables» a una desaceleración del crecimiento económico de China, como la minería, teniendo en cuenta la gran suma de materias primas que consigue la nación asiática en la región. Dentro de la región, Chile es el principal exportador a China, seguido de Venezuela, Uruguay, Perú y Brasil. Pero Venezuela y Ecuador están también expuestos por la financiación preferencial que reciben de la nación asiática, agrega el informe. 

    Chile es el país de América Latina que se encuentra más expuesto a una desaceleración de la actividad económica de China. Foto: Mario Ruiz/EFE.
    Chile es el país de América Latina que se encuentra más expuesto a una desaceleración de la actividad económica de China. Foto: Mario Ruiz/EFE.