Etiqueta: desecho

  • Al desecho lo convierten en combustible

    Redacción Quito

    Entre mandiles manchados, tubos de ensayo, probetas, vasos de precipitación… estudiantes de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) trabajan en el proceso de transformar desechos en combustibles alternativos.

    Egresados y estudiantes de la carrera de Ingeniería Química realizan sus proyectos de investigación en el Laboratorio de Desarrollo de Energías Alternativas de la USFQ, que se creó en 1998.

    El aceite usado en las cocinas, plásticos, desechos orgánicos se convierten en biocombustibles o combustibles alternativos, abonos, entre otros productos.

    Por ejemplo, una de las iniciativas que está en marcha es la elaboración de biogás, con base en desechos orgánicos.

    Al día, los estudiantes producen 700 litros de biocombustible, que servirán para el suministro de energía eléctrica para su laboratorio. Además, se encuentran implementando un generador eléctrico especial, que tienen previsto ponerlo a funcionar durante esta semana.

    Daniela Almeida, directora del Laboratorio, comenta que allí se realizan estudios para aprovechar los desechos y usarlos para generar energías alternativas u otros insumos. Al momento, procesan los desechos producidos por los bares de la universidad y realizan trabajos de consultoría para empresas privadas de Quito.

    Una de ellas es La Jugosa, que produce pulpa de fruta congelada. Javier Serrano, gerente de esta compañía, explica que con el asesoramiento de la USFQ en esa empresa están implementando un plan para aprovechar los desperdicios. Analizan la posibilidad de usar biocombustible en sus maquinarias, para sus procesos.

    En el 2010, este Laboratorio ganó el concurso de Innova Ecuador, del Ministerio de Coordinación de la Producción, Empleo y Competitividad. El premio es la implementación de una planta para el procesamiento de biocombustibles.

    Diana Vargas, egresada de la universidad, está encargada de la coordinación para la instalación de esta infraestructura, que se espera esté lista a finales de año. Además, ella realiza su tesis sobre la elaboración de combustibles, con el aceite usado de cocina. “Es interesante trabajar en investigaciones que pueden dar soluciones energéticas diferentes para las empresas, con sus desechos”.

    Otra empresa con la que han trabajado es Ecofroz, que produce alimentos congelados. Actualmente tienen acercamientos con otras firmas que operan en Quito, para realizar estudios previos relacionados con el uso de biocombustibles.

    Por los servicios básicos de consultorías, una empresa puede pagar entre USD 200 y 300. Mientras que estudios grandes, como el diseño de plantas industriales, pueden llegar a costar unos USD 150 000.

    Carolina Ulloa cursa el décimo semestre de Ingeniería Química y participa en la elaboración de biogás y ‘biol’, un abono foliar producido con estiércol de ganado. Ella señala que el trabajo es interesante, porque le permite buscar soluciones con residuos que nadie usa.

  • Intercia, el desecho tecnológico tiene otra oportunidad

    Washington Paspuel. Redacción Guayaquil / LÍDERES

    ¿Adónde van a parar esos viejos faxes, o aquellas obsoletas computadoras con enormes y ruidosas pantallas monocromáticas cuando caen en desuso? Pueden ir directamente a la basura.

    Pero para la firma Intercia, cualquier objeto tecnológico que desechan las empresas tiene un segundo uso. Xavier Ycaza, su gerente, lo aprendió luego de más de una década trabajando en el área de reciclaje de productos.

    Cambiar la mentalidad del ecuatoriano y de las empresas sobre el destino de esos objetos viejos no ha sido fácil «Al ecuatoriano -dice- no le gusta botar nada. Y se resiste a deshacerse de sus equipos, como los teléfonos celulares. El ecuatoriano se encariña con las cosas que les costó esfuerzo adquirir». Ycaza considera que antes de ir a la basura, se merecen otra oportunidad para ser útiles.

    La empresa nació de un proceso progresivo de reciclaje de productos. Se creó en enero del 2002 como una firma que proveía de papel reciclado a Papelera Nacional, con la que forma el grupo industrial Inver San Carlos.

    Dos años después, en el 2004, empezaron a probar con el reciclado de botellas de plástico PET, las utilizadas para bebidas gaseosas y energizantes. En agosto del 2012, luego de un análisis del mercado de los desechos tecnológicos, Ycaza y su equipo incursionaron en su proceso de reciclaje.

    Intercia comenzó con una inversión inicial de cerca de USD 1 millón. No fue fácil cambiar la mentalidad de las empresas, reconoce Ycaza, su gerente general. Empezaron adquiriendo los desechos electrónicos de una veintena de firmas. Obtuvieron del Ministerio del Ambiente una licencia ambiental para el desensamblaje de equipos electrónicos.

    Las empresas que les entregan sus desechos no se van con las manos vacías. Además del pago por sus equipos obsoletos, Intercia les entrega un certificado que garantiza que sus viejos equipos tendrán una disposición final adecuada.

    La empresa, cuya inversión anual bordea los USD 600 000, a decir de su gerente, hoy recibe al mes entre 50 y 80 toneladas de desechos tecnológicos de unas 250 firmas públicas y privadas.

    Las operaciones de la firma se concentran en su nueva planta integral de reciclado, ubicadas en un terreno adquirido en el kilómetro 26 de la vía a Daule, al norte de Guayaquil. Intercia tiene otras cinco plantas más, en Quito, Guayaquil y Montecristi. Sus planes inmediatos son abrir una nueva planta de reciclado en Santo Domingo de los Tsáchilas, aprovechando su ubicación estratégica.

    Intercia exportó hasta agosto pasado, luego de dos años de operaciones, 1 500 toneladas de desechos tecnológicos, en 22 contenedores, a Canadá, donde otra firma asociada procesa el material para convertirlos en nuevos artículos.

    A las plantas de Intercia llegan los desechos tanto de firmas pequeñas, como de grandes multinacionales. Anabel Guerra, jefa de Ventas de Electromédica, una pequeña firma de provisión de material electrónico para centros hospitalarios, dice que Intercia suple una necesidad de las empresas: hacerse cargo de los equipos en desuso. González aclara que Intercia, si bien recicla equipos hospitalarios, solo recibe los tecnológicos. «No recibimos material hospitalario orgánico, que requiere otro tipo de manejo».

    El proceso

    El manejo de los materiales. Para Tannya González, gerenta de Planta, el reciclaje implica un proceso técnico que se ejecuta a través de una cadena de desensamblaje del plástico, el metal y los componentes electrónicos.

    Los certificados. La empresa recicladora ha obtenido las certificaciones de Calidad ISO 9001, y la de Medio Ambiente ISO 14001.

    EL INSIGNIA

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    Wilmer Valencia: «El trabajo es una oportunidad de aprender»

    Estoy trabajando en la empresa desde hace un año y medio. Empecé sin conocimientos sobre el proceso de reciclaje, pero aquí me capacitaron para manejar los procesos de desensamblaje de todos los componentes de los equipos. Se aprende mucho sobre los diferentes equipos, cómo están ensamblados, qué se puede obtener, sus componentes.

    Es una oportunidad de aprendizaje y hay un buen ambiente de trabajo. Aquí siempre trabajamos con protección, porque existen componentes que hay que manejarlos con cuidado, por los elementos químicos.

    Aquí me dieron la oportunidad de poder desarrollarme en un trabajo estable, con todos los beneficios de Ley. Me siento a gusto porque este trabajo me permite mantener a mi familia.

    La frase. «En la empresa me capacitaron para aprender el reciclaje de los equipos tecnológicos»