El Ministerio egipcio de Aviación Civil ha llegado a un acuerdo preliminar con el Banco Central para pagar las deudas creadas con las aerolíneas extranjeras por no permitirles cambiar sus beneficios a divisas y repatriarlos, informó el jueves 3 de marzo la agencia oficial de noticias, MENA.
En las últimas semanas, varias compañías aéreas han denunciado que, debido a la carencia de reservas de divisas en las arcas egipcias, sus beneficios se han visto bloqueados en el Banco Central y se les ha negado la posibilidad de cambiarlos a moneda extranjera y repatriarlos.
Una fuente del ministerio aseguró a MENA que Egipto reembolsará sus deudas a través de un programa de pago que se pondrá en marcha próximamente.
El ministro egipcio de Aviación Civil, Hosam Kamal, se comprometió a superar esta crisis de la conversión de los beneficios en libras egipcias a divisas para «eliminar todas la barreras para promover el movimiento del turismo y de los viajes que entran y salen de Egipto».
Fuentes de la compañía británica British Airways informaron hoy a Efe de que han suspendido la posibilidad de pago de sus billetes en libras egipcias en efectivo, aunque se podrán seguir comprando en esa moneda con tarjeta de crédito.
En un comunicado publicado ayer, la compañía británica informó de que, «debido a los recientes problemas de moneda en Egipto, hemos hecho algunos cambios temporales a nuestros acuerdos de distribución, lo que incluye la suspensión de las ventas de agencia». Las reservas de divisas en Egipto se situaron en febrero en USD 16 533 8 millone , una cifra muy por debajo de los 36 000 millones que había en las arcas antes de la revolución de 2011.
El país atraviesa una profunda crisis económica debido a la inestabilidad política y de seguridad, desde la revolución que desbancó del poder en 2011 al entonces presidente Hosni Mubarak.
La caída del turismo y de las inversiones extranjeras no han podido ser suplidas por los millones de dólares donados por los países del Golfo a Egipto tras el golpe de Estado de 2013.
Las autoridades han tomado algunas medidas como recortar los subsidios al combustible y también negocian préstamos con organismos internacionales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.
El ministro egipcio de Aviación Civil, Hosam Kamal, se comprometió a superar esta crisis de la conversión de los beneficios en libras egipcias a divisas para «eliminar todas la barreras para promover el movimiento del turismo y de los viajes que entran y salen de Egipto». Foto: EFE
Todos pensamos que nunca nos va a pasar, pero la realidad es que endeudarse suele ser como el fenómeno de una bola de nieve. Poco a poco crece y en un instante se vuelve una gigantesca y pesada carga de la cual es muy difícil deshacerse.
Quizá eres de aquellos tarjetahabientes que pagan todos sus saldos al mes y pienses que esta hipotética situación está muy lejana de ti, pero una pérdida de trabajo, una enfermedad fuerte o algún otro desembolso, si no se toman las precauciones necesarias, puede poner en aprietos a cualquiera, incluso a ti.
Para saber con exactitud cómo están tus finanzas revisa tus números con lápiz y papel.
Isela Muñoz, autora del libro De deudor a millonario, menciona que la deuda de una persona no debe ser mayor a 40% de sus ingresos brutos.
El problema viene cuando la gente compromete más de esta cifra. «Cuando tomamos obligaciones mayores a este porcentaje de 40%, es cuando estamos en alto riesgo de no poder pagar a tiempo y en forma, cuando esto ocurre nuestra deuda cae en mora o morosidad», explica Muñoz.
La morosidad se cumple de manera legal a los 91 días naturales «desde la fecha de último pago que le hiciste al banco, así tu adeudo haya sido por un solo peso o por 10 mil pesos», asegura la especialista en su libro.
En eso consiste la deuda, pero, ¿por qué nos endeudamos? Hay muchas razones, algunas están dentro de nuestro control, es decir, son decisiones que tomamos y otras no, por lo que dependen te las circunstancias de vida.
Según un sondeo realizado por la Procuraduría Federal del Consumidor, casi 40% de los mexicanos han tenido problemas con el dinero.
Dentro de este porcentaje, 31.3% gasta más de lo que ganan. En segundo lugar se encuentra el realizar compras por impulso, con 27% y el tercero es porque tienen imprevistos (19.4%).
Hacer un presupuesto es el consejo estrella, porque te sirve para saber hacia dónde se va tu dinero.
«El común denominador de la gente que cae en problemas de pago es una mala administración, así que lo que amarra es una buena administración en las finanzas», asegura Juan Pablo Zorrilla, cofundador de la reparadora Resuelve tu deuda.
Así empieza
El ciclo de la deuda inicia cuando empezamos a vivir con más dinero del que ganamos, lo que implica que tengamos que pedir prestado para mantener nuestro estilo de vida.
Esto es muy sencillo debido a la facilidad para acceder a crédito y utilizarlo en gastos del día a día. Gastamos y gastamos y llega un momento en el que no podemos pagar la totalidad de la deuda cuando llega la fecha de pago y las tarjetas ya están al tope.
«Una vez que entramos al ciclo de deuda, es muy difícil salir y por lo general requiere de un evento que cambie la vida, ya sea una ganancia financiera o un cambio significativo en el estilo de vida», expone en un análisis 4 Pillars Consulting Group, una reparadora canadiense de crédito.
Además del problema legal que implica estar endeudado, esta situación también puede impactar en tu salud. Un estudio pionero de la Northwestern University encontró que aquellos endeudados reportan un alto nivel de estrés -11.7% más que el resto-, además de mayores síntomas de depresión, 13.2% que el total de la muestra.
El crédito no es en sí malo, lo es si no lo sabes utilizar. Zorrilla lo ejemplifica así: «El crédito es como un taladro, si se lo das a un niño de tres años va a agujerarse la mano y a lastimar a alguien, pero si se lo das a un carpintero especializado va a terminar mejor el trabajo. Depende de quién y de cómo se use». Así que a convertirse en expertos para sacarle el mejor jugo.
Fondo de emergencia
Hay varias medidas que puedes tomar desde ahora que estás financieramente sano para evitar endeudarte. La primera es formar un fondo de emergencia que te proteja contra alguna eventualidad, porque justo esto tiene en común la gente que deja de pagar.
A estas personas se les atravesó algún evento inesperado y ya no pudieron solventar sus tarjetas, ya sea una emergencia médica, que no les iba bien en el negocio o que perdieron el trabajo, por ejemplo, explica Zorrilla.
Aquí están las reglas: multiplica tu gasto fijo por seis. Tu gasto fijo es esa cantidad que gastas en pagar vivienda (aquí incluye tu despensa y todo lo que gastas en comida), educación, transporte y salud.
Para que tengas una idea, estos cuatro rubros deben ocupar 70% de tu salario. Si ganas 20 mil pesos, por ejemplo, 14 mil serían tu gasto fijo que multiplicado por seis dan 84 mil pesos.
Estos seis meses es el margen en el que recuperarías la estabilidad de tu flujo ante una eventualidad. Es una cantidad considerable, pero la juntas dedicando en vez de 10% de ahorro, el 20% durante poco más de un año. Todo esto lo explica Juan Pablo de Resuelve tu deuda.
¡Cuidado! Meses sin intereses
En realidad no son peligrosos si los sabes usar, pero podría ser un aspecto que puede llevar al endeudamiento, ya que si son demasiados artículos en esta modalidad se vuelven impagables.
Tomando como partida el ejemplo anterior: de 20 mil pesos de sueldo, gastas 14 mil en gastos fijos. Te quedan seis mil. De esta cantidad tendrías que destinar al menos 10% en ahorro, pero suponiendo que no lo haces ya que se te ocurrió comprar varios artículos bajo esta modalidad que suman 7 mil pesos, ya estarías debiendo al mes mil pesos. Así que esto se convierte en una bola de nieve gracias a la deuda y a los intereses que te van a cobrar por la cantidad no cubierta.
Ojo, a veces los intereses no sólo se calculan sobre los mil pesos que no pagaste sino sobre el saldo promedio, o sea, 21 mil pesos en el caso de que tengas todo tu capital en la tarjeta.
Pensemos que la tasa de interés es de 3.5% anual, te estarían cobrando cerca de 700 pesos cada mes. Así, estarías acumulando aproximadamente mil 700 pesos de deuda al mes y lo que se acumule.
Sitúate en tu realidad
La reparadora canadiense de crédito, 4 Pillars Consulting Group, asegura que buscar generar una falsa percepción de la propia situación financiera es uno de los aspectos que llevan a la gente a endeudarse.
Así que deja de planear con base en tus aspiraciones y comienza a hacerlo con base en lo que realmente ganas.
Mejor en cash
La US Bankruptcy Court for the Southern District of California da otro consejo que puede evitar que te endeudes: ¡paga todo lo que puedas en efectivo! La institución estadounidense recomienda que no te compres el mito de la «sociedad del plástico».
«Las personas que usan efectivo en sus compras gastan menos y son menos propensos a invitar la cuenta o a comprar la orden extra de papas fritas», sostiene.
Otro consejo que da la institución es que sólo tengas una tarjeta de crédito, ya que esto facilita su manejo. Investiga los costos -anualidad, CAT, etcétera-, del plástico para que no termines pagando de más. Recuerda que no debes seguir haciendo cargos hasta que pagues tu saldo pendiente.
Desde el 2002, Rosario C. recibe USD 300 al mes por las remesas que envía su esposo Leonardo C., quien vive en Estados Unidos.
Esta cuencana relata que su cónyuge trabajaba como guardia de seguridad en una fábrica en la capital azuaya. Ella laboraba como empleada doméstica en un hogar, tres días a la semana. Aunque ambos tenían trabajo, los ingresos eran escasos, por lo que su pareja viajó a EE.UU.
Los gastos de su hogar, que incluye la educación de sus dos hijos, de 11 y 14 años, suman USD 150 al mes. El resto lo destina al ahorro. Ella confiesa que durante los primeros seis años recibía casi el doble del monto actual. Con ese dinero pagó la deuda que adquirió su esposo para emigrar. También construyó una casa y compró tres televisores y una refrigeradora. No obstante, con la crisis que se registró en ese país en el 2008, su esposo la motivó a ahorrar e invertir en un negocio para cuando él regrese.
El presidente ejecutivo de la Red Financiera Rural (RFR), Javier Vaca, señala que existe una relación directa entre el uso de las remesas y el tiempo que lleva el emigrante en el exterior. Primero, paga las deudas en su país de origen; después, compra vivienda y bienes; y en un tercer momento, piensa en retornar o instalarse definitivamente en el extranjero. Allí piensa en invertir.
Con eso concuerda el analista económico, Juan Pablo Guerra, quien añade que los emigrantes que superan los 10 años de estadía en el exterior alcanzan estabilidad laboral. Por lo general, ellos compran bienes inmuebles para obtener ingresos por su alquiler. En cambio, quienes llevan menos de 10 años, su prioridad es la comodidad de su familia. En ese caso, el dinero se destina a vivienda, salud, educación y gastos suntuarios.
Para el director de Proyecto de la Fundación Acra (Cooperación Rural en África y América Latina), Alejo Santermer, el perfil del receptor de remesas se concentra en la mujer, entre 18 y 80 años. “Reciben el dinero de sus esposos o hijos”.
Acra y la cooperativa Jardín Azuayo (JA) trabajan con 91 000 ecuatorianos residentes en Italia, para incentivarlos al ahorro. Por esa razón, JA tiene alianzas con remesadoras para que el emigrante deposite y el dinero llegue a la cuenta del receptor en esa cooperativa.
Algo similar aplica la cooperativa Juventud Ecuatoriana Progresista, según su gerente, Floresmilo Alvear, quien nota una tendencia al ahorro desde el 2010. Un ejemplo son Rosario y Leonardo quienes guardan sus excedentes para invertir en un negocio en el futuro. Su objetivo es abrir un restaurante y que él regrese.
Casi la mitad de los hogares del país tiene más egresos que ingresos. Así lo sostiene la Encuesta nacional de ingresos y gastos en hogares urbanos y rurales, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
39 617 hogares fueron encuestados. De estos, el 41,1% se halla en esta situación financiera, lo que ha generado preocupación en diferentes sectores.
«Esto inició hace 13 años, al implantarse la dolarización. Se ha venido agudizando conforme el paso del tiempo. Hay un alto gasto familiar y un elevado endeudamiento», indicó Víctor Hugo Albán, presidente del Colegio de Economistas de Pichincha.
Datos de la Superintendencia de Bancos y Seguros revelan que a finales del 2012 el total de la cartera de crédito del sistema financiero fue de USD 15 774 millones. Mientras que en el 2004, fecha en que el INEC hizo la anterior encuesta nacional de ingresos y gastos, el crédito otorgado fue de USD 4 260 millones.
Las cifras no han sido lo único que ha despertado la alarma del Colegio de Economistas. Durante los últimos dos años este gremio viene recibiendo a gente que busca ayuda para reestructurar deudas que mantienen con entidades financieras y tarjetas de crédito (10 000 casos).
Esto impulsó al gremio a realizar una encuesta similar a la del INEC, con una muestra de 300 000 personas, divididas en cinco segmentos poblacionales. La conclusión a la que llegó fue que un total de 240 000 están endeudas, particularmente las que ganan hasta USD 300.
Esto es peligroso para el país porque rompe el círculo económico, asegura Albán. «El ciudadano no paga, el banco tiene menos utilidades y menos capacidad de crédito. El sector productivo tendrá pocas posibilidades para desarrollarse y generar ingresos con los que pague a los ciudadanos, que son los consumidores. Esto genera inestabilidad en el sector financiero».
Albán dice que la gente mantiene deudas principalmente con tarjetas de crédito. El uso de dinero plástico crece. Hace diez años, unas 750 000 personas tenían una. Ahora existen 2,5 millones de tarjetahabientes.
Esta tendencia ha crecido de mano del consumo. En el país, según el INEC, el gasto promedio mensual es de USD 809,6. «Hay dos tipos de personas que están en esta situación. Unos son los que ganan muy poco, no les alcanzan sus ingresos para el mes y deben gastar más de lo que ganan, generando deudas. Los otros son quienes sin importar lo que ganen tienen más egresos», señala Wilson Araque, director del área de Gestión de la Universidad Andina.
Él, además, explica que el panorama del país no es tan malo, pues el 58,8% de las personas tienen más ingresos que egresos. El 83,5% llega por ingresos de trabajo, seguido de otras transferencias.
Esta gente es quien tienecapacidad de ahorro, según el INEC. Sin embargo, la entidad no explica sí efectivamente están ahorrando. El dato más cercano es el de la Superintendencia, que dice que los depósitos se han cuadruplicado en la última década. Hasta mediados de abril pasado llegaban a USD 22 136 millones.
Araque explica que la gente que sí ahorra ha tomado conciencia de que debe destinar una parte de su sueldo para una meta en particular.
«Destinar alrededor del 10% al 20% de los excedentes para un fondo de ahorros es una buena práctica. La gente que puede hacer eso tiene un presupuesto que le permite cubrir holgadamente las necesidades básicas. En el país, por lo que se ve, seis de cada 10 personas puede hacerlo, y es un porcentaje muy significativo. Eso nos dice que Ecuador ha mejorado su nivel de ingresos», dije Araque.
El analista indica que al existir esta capacidad, urge que el Estado y las empresas privadas, sobre todo las vinculadas al sistema financiero, eduquen al ciudadano para el ahorro: cuentas en bancos, espacios de inversión que les generen rentabilidad con el mínimo riesgo posibles, entre otros son los mecanismos que recomienda para fomentar el ahorro.
Las cuentas y las deudas son compromisos que pueden convertirse en un dolor de cabeza, pero que todos, en algún momento, tenemos la obligación de cumplir. Emil Aragundi, Iván Campaña y Alejandro Varas, con la colaboración de Alfonso Villalba, tomaron conciencia de esta responsabilidad e idearon ‘Cash-In’, una aplicación para dispositivos móviles que permite el registro de los gastos e ingresos que realizan las personas en su día a día.
Este desarrollo toma elementos como el salario y gastos de una persona para establecer metas de ahorro, de inversión y compras. Aragundi, Campaña y Varas son fundadores de Domo Soluciones Web & TI, una iniciativa que está por cumplir cuatro años.
Este emprendimiento tiene clientes como El Universo, Ecuavisa, De Prati, Almacenes Tia, Kimberly Clark, BIC, el Centro de Convenciones Simón Bolívar y Almacenes Juan Eljuri.
Estos jóvenes iniciaron su empresa desde casa. La idea tardó en madurar unos seis meses, con reuniones e ideas. Invirtieron unos USD 10 000 en equipos y capacitaciones.
‘Cash-In’ es un asistente de control de gastos personales. Permite que el usuario planifique gastos diarios, de estudios, compra de vehículo, viajes, etc. Con datos que ingresa el usuario, la aplicación calcula cuánto se debe ahorrar mes a mes.
Esta aplicación está abierta a todo público, pero su grupo objetivo son personas que van desde los 25 a 35 años.
Los desarrolladores de esta app participaron hace unas semanas en el programa Lean Startup Machine (LSM), en Quito. Pero antes hicieron un sondeo, fijaron una hipótesis, determinaron el grupo objetivo y un problema. Luego plantearon la solución; es decir, mostraron su aplicación.
En el sondeo encontraron personas desorganizadas con su forma de llevar las finanzas y pagos de impuestos. En principio, el desarrollo se pensó para temas tributarios, pero luego se amplió a lo que son finanzas personales.
La idea fue premiada en el Lean Startup Machine y ahora las empresas Innovalatam y Boost Latam, ayudarán a Domo Soluciones Web & TI para desarrollar el modelo de negocio y pulir el prototipo de la aplicación.
Guillermo Poveda, CEO de Innovalatam, precisa que eligieron ‘Cash-In’ porque «era la única idea que era replicable, bajo un modelo que no requiere de profundos cambios en la estructura planteada». Poveda explicó que Innovalatam prestó sus servicios de sponsor durante el LSM para ubicar emprendimientos ecuatorianos que pueden ser escalables.Lo primero será un acompañamiento de tres meses, en el que se asignarán técnicos que evaluarán los elementos que le hagan falta a la aplicación, para definir si se puedeN o no abrir mercados.