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  • El jabón masculino los diferenció

    Patricia González

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    Las experiencias de Silvia Salazar en ventas y de de Fanny Delgado en producción se fusionaron hace 16 años para dar origen a Didelsa, empresa especializada en aseo personal e higiene.

    La firma, que hoy ven como un sueño materializado, arrancó con una producción casi manual en un galpón arrendado en el norte de Quito, con un capital cercano a los USD 30 000.

    Los primeros productos que lanzaron al mercado fueron el alcohol anitiséptico de la marca Farmanova –con la que tiempo después lanzarían un gel antibacterial–, y el gel Sidan para cabello masculino, al que dieron un fuerte impulso en mercadeo.

    Buscando ser más competitiva, Didelsa amplió sus líneas de marcas y productos con el tiempo. El portafolio actual abarca 181 artículos, de los cuales 123 son producidos localmente.

    El ingreso a los supermercados no ha sido fácil, admite Salazar. El más retador, recuerda, fue el de las cadenas Supermaxi y Megamaxi, de Corporación Favorita. La innovación les abrió las puertas, con el lanzamiento –hace 12 años– de MenLac, un jabón íntimo masculino, una línea que no se comercializaba en el país.

    Otros productos con los que ha logrado posicionarse son los jabones íntimos femeninos Infem y los jabones líquidos para manos Ellim, marca que también incluye un jabón de tocador y un gel antibacterial.

    En el 2015 inauguraron una nueva planta en el sector de Carcelén, al norte de la ciudad, que requirió una inversión de USD 250 000, entre infraestructura y maquinarias.

    La producción local ha sido una fortaleza de la empresa. Pero desde hace unos cinco años decidieron comenzar a importar productos terminados, por ciertas restricciones en los costos de producción. Han importado una línea de aseo para bebés y otros productos, como pastas dentales. Provienen de países como China y Turquía.

    Didelsa cuenta con 300 proveedores nacionales y 10 internacionales, para materias primas, insumos y productos terminados.

    Produtécnica les provee de ciertos químicos, como tensoactivos y proteína hidroalizada, para la elaboración de sus diferentes productos. Al mes les despachan al menos 5 toneladas en materias primas, detalla Josué Recalde, ingeniero químico y representante comercial de esta firma. “Tenemos una muy buena relación comercial; son buenos clientes, muy organizados, muy cumplidos con los pagos. También les hemos ayudado en el desarrollo de nuevos productos, con asesoría”, añade.

    En envases y tapas, el proveedor es Rhenania. Mensualmente les venden alrededor de 50 000 envases de diferentes presentaciones. “La variedad de productos ha ido incrementándose con el tiempo. Son muy serios e innovadores”, comenta José Eduardo Bueno, gerente de la firma de insumos, que adicionalmente les brinda servicios de impresión en serigrafía.

    Las marcas se pueden encontrar en cadenas de farmacias y supermercados y tiendas de barrio del país. Son, en total, 22 clientes, entre autoservicio y el canal tradicional (tiendas y supermercados locales).

    Distarias, empresa distribuidora del canal tradicional para la zona norte del país, es su cliente desde hace tres años. Les distribuyen una variedad de productos de sus distintas marcas. “Nos ha ido muy bien, hemos tenido un crecimiento importante con Didelsa, cercano al 70% en volumen de ventas. También ha habido incremento en el portafolio de productos que distribuimos”, señala Pablo Herrera, supervisor de ventas.

    Silvia Salazar, presidenta de la empresa de higiene personal, considera que lo que les ha permitido mantenerse es la calidad. “Nos ha costado mucho más tiempo que nos conozcan, porque hace 10 o 15 años había preferencia por lo importado”, dice la vocera de la compañía.
    Añade que otro desafío ha sido la apertura por parte de las cadenas de supermercados. “Aún no están todos nuestros productos en todas las cadenas. Seguimos en la lucha”.

    La firma continúa creciendo y con nuevos planes para el futuro cercano. El año pasado los ingresos crecieron un 16% en relación con el 2018. En un mediano plazo les gustaría exportar, pero primero desean consolidarse más en el país. Recientemente, Didelsa lanzó al mercado ecuatoriano nuevos productos: talco para pies, un agua de rosas, pasta dental y una línea de desodorantes corporales en aerosol, proveniente de Turquía.

    Producción de geles antibacteriales en la planta de Didelsa, en el norte de Quito. Este producto ha elevado su demanda por el coronavirus. Fotos: Diego Pallero y Vicente Costales / LÍDERES
    Producción de geles antibacteriales en la planta de Didelsa, en el norte de Quito. Este producto ha elevado su demanda por el coronavirus. Fotos: Diego Pallero y Vicente Costales / LÍDERES
  • La calidad sí marca la diferencia

    carteras, zapatos, blusas, lencería, abrigos y accesorios componen parte de la oferta que el consumidor ecuatoriano adquiere a la hora de vestir. Al Ecuador han arribado franquicias de lujo americanas y europeas en los últimos 10 años con tendencias y diseños exclusivos, indica Giovanna Buchely, diseñadora de modas y catedrática.

    No obstante, para esta especialista la industria textil del país aún no se ha posicionado por lo cual no compite con marcas extranjeras reconocidas y de lujo. Entonces el consumidor elige modelos que no se repitan.

    La tienda capitalina Byco, que opera desde el 2011, desarrolla campañas de promoción para sus clientes con descuentos de hasta el 50% en días festivos como Navidad, San Valentín y Día de la Madre. Esto es parte de su estrategia para competir con tiendas de lujo explica Byron Torres, gerente general de este negocio.

    Torres considera que la competencia con las marcas de lujo se rige por el precio y por la calidad.

    Ana Cazares, propietaria de la firma ecuatoriana Five Star, cree que las marcas de lujo gustan al consumidor local por el prestigio que tienen. Esa característica, asegura, inclina la balanza a favor de las marcas extranjeras, pese a los elevados precios.

    Otro punto de vista es el de José Luis Iturralde, representante de la marca italiana Bugatti, las prendas nacionales compiten con la extranjera, pero aún no tienen buena calidad, ni buenos acabados.

    Sin embargo, la diseñadora Paulina Anda menciona que el ecuatoriano está apostando por lo nacional. Asimismo, existe un segmento que prefiere marcas de afuera porque las considera mejores.

    La diseñadora cree que en el Ecuador se puede trabajar en buenos diseños, de buena calidad, de muy buen precio y utilizando materia prima de Ecuador.

    Para posicionar la marca y competir con prendas de lujo se debe cuidar la producción de moda, trabajar en la publicidad y dar un buen servicio. Son tres aspectos claves en este negocio, según el diseñador cuencano David Ossandón. “En mi caso trabajo con perlas, encajes de seda, bordados, etc., que realzan el diseño”.

  • Afrostilo marca la diferencia en la moda

    Redacción Quito. Contenido Intercultural

    ¿Se imagina camisetas estampadas con rostros de personalidades del mundo y caricaturas estilo afro? Pues existen y son diseñadas por Afrostilo. Este es un negocio de confección de prendas de vestir que forma parte de la organización social Cadena Solidaria, conformada en un 80% por ciudadanos afro. Allí participan ciudadanos de diferentes generaciones en actividades culturales, comunitarias y emprendimientos.

    Afrostilo surgió en el 2013 y fue presentado en un concurso organizado por la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) sobre ideas de negocio, en el que este negocio obtuvo el primer lugar.

    Desde el año pasado, la empresa contaba con maquinaria de segunda mano para la fabricación, aunque no la utilizaban. Hace cuatro meses, el negocio se hizo realidad gracias a la apertura de un punto de confección y de comercialización ubicado en la zona de Carapungo.

    Una inversión de USD 10 000 permitió todo ello. El dinero provino de la autogestión de la organización, a través de la realización de ventas solidarias, conciertos, entre otros puntos.

    Geovanny Cevallos, gerente general del emprendimiento, explicó que la idea surgió por la necesidad de encontrar ropa que les permitiese sentirse identificados con la forma de ser y la cultura afro.

    «Empezamos con camisetas con una temática diferente. Por ejemplo, tenemos estampado a Fidel Castro afro. También hacemos vestidos, calentadores ‘baggie’ (ajustados en los tobillos y anchos en las rodillas), etc. Nos basamos en la moda ‘swag’, que viene desde los raperos».

    El empresario asegura que a la gente afro le gusta vestir diferente y por eso diseñan cortes no tradicionales, fuertes, con diferentes estampados entre los que está el ‘animal print’. Para la fabricación utilizan, además, telas como denim (jean), lino, piqué, entre otros.

    El desarrollo de estos productos está a cargo de ocho personas. Durante el primer mes de funcionamiento, Afrostilo vendió USD 400 y en el último mes, un total de USD 1200. Las ventas no solo se realizan en el local sino también en tiendas de estilo urbano como Ink da house.

    Freddy Tenorio, propietario de este local ubicado en el sector de La Mariscal (centro), dice que la ropa de Afrostilo se encuentra en su negocio desde hace tres semanas y ha tenido importante acogida del público. Incluso, hay algunos artistas del género urbano a quienes les ha gustado la ropa y quieren buscar a los fabricantes para conocer más diseños y adquirir prendas que desarrollen en ese negocio.

    Tenorio considera «único» este emprendimiento, porque en el país no se había desarrollado ropa que resalte la cultura del pueblo afro.

    De hecho, esta iniciativa también ha sido reconocida por otros sectores como la Asociación de Empresas del Norte. Cevallos explicó que con el apoyo de este gremio crearán una página web. Por su parte, con la UTE, busca trabajar en el diseño de catálogos de ropa. Por ahora, tiene 25, hechos de forma artesanal.

    Oferta y demanda

    Los precios. Una camiseta cuesta USD 20, mientras que los calentadores ‘baggie’, hasta USD 40. La firma también puede personalizar los productos, según los pedidos.

    Gestión. La organización a la que pertenece el negocio busca lanzar otro emprendimiento como el de dulces propios del valle del Chota.