Etiqueta: Disney

  • El mundo Disney avala este emprendimiento

    Redacción Quito

    Un negocio textil, que no tuvo éxito, se transformó en fábrica de adornos para fiestas infantiles. La perseverancia de David Peñafiel y Elizabeth Castillo les llevó a ser propietarios de Yeled Neshar, un negocio especializado en productos en fomix.

    Transcurría el 2005 y Castillo, diseñadora de modas, decidió incursionar en la confección de ropa para niños. Peñafiel, su esposo, apoyó la propuesta. Él en esa época trabajaba en una multinacional petrolera, en la Amazonía.

    Con ahorros y el dinero de las utilidades de Peñafiel invirtieron unos USD 150 000 para montar una planta textil, en la casa de Eduardo Castillo y Graciela Moncayo, padres de la diseñadora, ubicada en el sector de Monjas Orquídeas (en el oriente de Quito).

    Pero cuando ingresaron al mercado se toparon con un gran obstáculo: no podían competir con la ropa china que llegaba al país con precios reducidos.

    Ese hecho hizo que en el 2007 se replanteen su emprendimiento. Este matrimonio quiteño decidió apostar por la fabricación de peluches. Ya contaban con las máquinas de coser necesarias, solo hacía falta un rellenador de algodón para las figuras. Además de los peluches también fabricaban cojines de lactancia, que distribuían a la cadena Bebelandia.

    Un año después, por sugerencia de un amigo, comenzaron a elaborar adornos en fomix para fiestas infantiles.

    El mercado nacional exigía figuras de personajes de Disney, y así lo hicieron. En principio, con un proceso artesanal, dieron vida a Mickey Mouse, Minnie, Pluto, el Pato Donald, entre otros, con el suave polímero.

    Sus creaciones tuvieron gran aceptación en el mercado. Sin embargo, al no tener la licencia oficial de Disney, la compañía estadounidense de entretenimiento le solicitó que retire sus figuras y les impuso una multa.

    Por ello, buscaron ser licenciatarios. Cuando representantes de la empresa vinieron a Ecuador para un evento en un hotel de la ciudad se acercaron para averiguar cuál es el proceso para alcanzar los permisos.

    Luego de realizar los trámites, que incluían firmar compromisos, contratar un seguro y ajustar su producción a los estándares fijados por Disney, se aprobó la licencia. A ello se suma el pago de un valor fijado por la compañía. Todo el proceso tardó cerca de un año.

    Así, en el 2010, nació Yeled Neshar, que significa águila joven en hebreo; sus creencias cristianas motivaron a denominar así a su negocio.

    Ahora, este empresa cuenta con 20 trabajadores, la mayoría son mujeres. El año pasado la facturación fue de USD 276 480 y para este año prevén llegar a 310 000. Sus productos se comercializan en Supermaxi y Megamaxi y entre sus proyectos está exportar a Colombia, Perú y EE.UU. Además de las figuras de fomix también fabrican piñatas, libretas, entre otros.

    Jimmy Toral, propietario de la importadora y comercializadora Cellnel, asegura que los productos de Yeled Neshar tienen una buena rotación, debido a su buena calidad. Los más demandados son las figuras de Minnie, Mickey Mouse y Las Princesas; al mes Cellnel vende unos USD 1 000. En ello coincide Eduardo Palacios, dueño de la tienda Cumpleaños de Cuenca. «Los productos son muy demandados por los clientes».

  • Los clubes de fútbol compiten con Disney

    El País de Uruguay, GD (I)

    Juan Mirenna es un empresario argentino que en los años 1980 transformó una carnicería en la cadena SU Supermercados y una década después se la vendió a Disco en algo más de USD 70 millones. Mirenna arriesgó un poco más de la mitad de ese capital para construir un hotel de la cadena Sheraton en la localidad de Pilar, a 40 kilómetros del Obelisco, en Buenos Aires. «Cuando empecé a construir el Sheraton me tildaban de loco. Ahora me dicen que fui visionario».

    Esta historia bien puede ser enganchada con lo sucedido con Florentino Pérez cuando inició su primer período como presidente del Real Madrid. El empresario construía paredes de ladrillo y lo cambió para provocar que sus jugadores las hicieran sobre el césped del Bernabéu.

    Pérez, al ser interrogado sobre con quién compite, responde «con Disney». Y explica el por qué: «una película dura lo mismo que un partido, y por eso tengo que lograr que la gente venga a nuestro estadio y no a un cine».

    Como si esto no alcanzara, jugó más fuerte. «Zidane, Figo, Beckham y Ronaldo son los equivalentes a los grandes actores de las películas. Ellos tenían que venir a brillar en el Santiago Bernabéu».

    Del otro lado estaba el Barcelona, que hizo un culto de su semillero. Pasaron los años y los campeonatos desde aquella comparación que hoy ya no es tal. Y no precisamente porque Florentino Pérez se haya corrido del eje, porque lo siguió con Cristiano Ronaldo, Benzema y Bale, y este año ya se quedó con Toni Kroos y James Rodríguez.

    Lo llamativo es que fueron otros quienes empezaron a jugar como Pérez.

    Empezó Roman Abramovich con el Chelsea, en Inglaterra, y le siguieron los capitales árabes con el Manchester City, el PSG y el Mónaco (estos últimos dos de Francia). Hasta los clubes tradicionales como el Milan y el Bayer Munich salieron a buscar a figuras mundiales.

    Lo mismo pasó con el Barcelona, que a medida que la cantera se iba agotando, también se vio obligado a buscar cracks que iluminen el Camp Nou. Probó con Ibrahimovic, David Villa y Alexis Sánchez. Pero a medida que los títulos fueron para Madrid, salió a jugar más fuerte, primero con Neymar y ahora con Luis Suárez.

    Pero hay más novedades. En el Inter de Milán, están buscando opciones para exprimir mejor el marketing. Por eso, designaron a Claire Lewis como gerente del área. Ella es inglesa y no italiana, lo que le habría dado una comprensión de los tifosi. Sin embargo, el balón no le es extraña a Lewis, pues en 2008, la English Football Association la nombró embajadora del fútbol femenino; además forma parte del consejo de administración de la Women`s Sport and Fitness Foundation. Lewis viene de Apple, previo paso por MTV y EMI Music.

    Los dirigentes del Inter buscan que Lewis aumente el número de aficionados, haciendo que la marca del club esté más presente a nivel internacional.

    Ya nadie en Europa habla de la cantera de futbolistas. Los tiempos apuran y los resultados apremian.