La compañía de pagos por internet PayPal se disparaba este miércoles 12 de julio en Wall Street y cotizaba en máximos históricos después de anunciar un nuevo acuerdo de colaboración con el gigante tecnológico Apple.
Dos horas después de la apertura de la jornada bursátil, las acciones de PayPal subían con fuerza un 4,75 % y se cambiaban a USD 57,36 en el mercado Nasdaq, donde se han revalorizado casi 45 % desde que comenzó el año.
PayPal anunció hoy un nuevo acuerdo con el gigante tecnológico Apple por el que los usuarios de iPhone y iPad podrán utilizar la popular plataforma de pagos digitales para hacer compras en su tienda iTunes.
La empresa californiana, que fue fundada en 1998 y que estuvo durante años bajo el paraguas de eBay, se independizó en 2014 y en la actualidad tiene una valoración bursátil que supera los USD 68.500 millones.
De momento el acuerdo de colaboración con Apple solo afecta a los usuarios de México y Canadá, pero PayPal aseguró en un comunicado que «pronto» también estará disponible en Estados Unidos y en otros países.
La empresa PayPal californiana, que fue fundada en 1998 y que estuvo durante años bajo el paraguas de eBay, se independizó en 2014. Foto: Internet
La bonanza que vive el sector tecnológico ha disparado el interés en las clases de programación en EE.UU., en las que cada vez más jóvenes ven un trampolín hacia un área en la que abundan los trabajos bien pagados.
Glassdoor, un sitio de empleo en línea, ofrece una lista, tan solo en el área de San Francisco (California), más de 23 000 ofertas de empleo para programadores, cuyo salario medio base ronda los USD 100 000 anuales.
San Francisco es, junto con el contiguo Silicon Valley, el epicentro de la revolución tecnológica en marcha y, también, la ciudad con una mayor concentración de escuelas de programación como Galvanize o General Assembly.
Esas escuelas ofrecen los que han bautizado como «boot camps», campos de entrenamiento para aspirantes a programadores web, que en el caso de Galvanize duran 24 semanas, frente a las 11 semanas de media en los otros centros.
El precio de los cursos de Galvanize, que acepta solo alrededor del 20 % de los solicitantes, supera también al resto de academias, con un coste de USD 21 000 por las clases de programación web, frente a la media de 11 000 , según publicó recientemente el diario The New York Times.
Shauna Causey, vicepresidenta de Galvanize, explicó a Efe que lo que diferencia a su academia, que tiene varios centros en tres estados del país, son los vínculos que establece entre grandes compañías tecnológicas como IBM y nuevas empresas tecnológicas y sus estudiantes, cuya media de edad ronda los 29 años.
«Nuestros campus son centros de aprendizaje en los que conectamos a los estudiantes con empresas que están buscando personas con el perfil que ellos tienen», afirmó Causey, quien aseguró que un 98 % de los estudiantes que se gradúan del curso de programación web encuentran un trabajo a tiempo completo menos de seis meses después.
En total, las academias de programación formarán a unos 16 000 estudiantes este año, más del doble de los 6 740 del año pasado, según los datos de la firma Course Report. Galvanize, que formó a 50 estudiantes en el año 2013, planea entrenar este año a unos 500.
A la creciente oferta de las academias que requieren presencia física se suma la igualmente creciente oferta en línea, que lideran sitios como Codecademy, una plataforma interactiva que ofrece cursos gratuitos en ocho lenguajes de programación distintos.
Codecademy, que ha recibido críticas positivas de diarios como The New York Times o el sitio especializado TechCrunch, ha ayudado a entrenar a más de 24 millones de usuarios, que han completado más de 100 millones de ejercicios.
Organizaciones sin ánimo de lucro como Code.org tienen también campañas para enseñar a programar, sobre todo a los más jóvenes.
La organización lanzó en diciembre del año pasado la iniciativa «Hour of Code» (Hora de Programación), a la que se sumaron numerosas empresas y que busca despertar en los niños el interés por la programación.
Gigantes tecnológicos como Apple secundaron la idea al ofrecer clases gratuitas de programación para niños el pasado 4 de diciembre en alrededor de 500 de sus tiendas en todo el mundo.
No faltan tampoco los proyectos para fomentar la diversidad en un mundo en el que escasean las mujeres y las minorías. Sólo un 18 % de los graduados en informática en EE.UU. son mujeres, un dato muy inferior al 37 % registrado en la década de los 80 y que propicia el dominio masculino en mecas tecnológicas como Silicon Valley.
Para acabar con ese desequilibrio, la empresa tecnológica Google lanzó el año pasado el programa «Made with Code» (Hecho con código), que busca enseñar a programar a millones de niñas en Estados Unidos.
Hackbright Academy y Girl Develop It son otras dos organizaciones que se concentran también en mejorar la participación femenina. Mientras, las academias de programación han logrado que un 35 % de los estudiantes que se gradúan de sus programas sean mujeres, por encima de las tasas que se registran en las universidades del país.
De acuerdo a ‘Open Doors’ en 2014 se incrementó en un 12% el número de ecuatorianos estudiantes en Estados Unidos, frente a 2013. Foto: Archivo/ El Comercio
Es muy común escuchar de las catas de vino, de chocolates, de quesos, quizá son las más populares y conocidas, pero ¿sabía usted que todos los productos alimenticios pueden ser catados? Sí, desde agua hasta chochos, son productos que se los puede someter a la cata. Pero ¿qué significa catar?
Para Grace Donoso, de la Sociedad de Catadores Profesionales del Ecuador, catar es conocer un producto a través de los sentidos. “Primero hay que ver el producto, te enamoras de él, ves el brillo, el color. En general utilizamos todos nuestros sentidos: la vista, el gusto, el tacto, el olfato y el oído”, dice Grace.
Y ¿cuál es el objetivo de catar? Según Pablo Conselmo, director de la Sociedad de Catadores Profesionales del Ecuador, existe mucha diferencia entre comer y degustar. La primera, dice, es un acto automático y no cobramos conciencia de lo que estamos consumiendo, lo hacemos de manera animal.
Conselmo señala que cuando degustamos tenemos placer y lo valoramos porque un producto que no se valora no se lo reconoce y si no hay reconocimiento tampoco se lo paga. “La gente se está esforzando por hacer un mejor producto y si no tenemos un consumidor que esté en capacidad de reconocer ese valor, si le va a dar lo mismo que produzca bien o produzca mal, no sirve de mucho ese trabajo. Esa es la función social que tenemos como Sociedad de Catadores, preparamos al consumidor dándole herramientas para que sepa valorar las cosas que se hacen en esta tierra”.
¿Y cómo se prepara a un catador? Grace Donoso dice que no hay que tener una cualidad específica pero sí se necesita un conocimiento de cuáles son los atributos que tienen cada uno de los productos y los parámetros que se van seguir para ir catando.
Pablo Conselmo agrega que se necesita educación y entrenamiento. “Puede haber gente que desde el punto de vista genético no está dotada de sensibilidad especial pero con un entrenamiento adecuado puede ser un catador, y puede haber una persona con una capacidad formidable pero sin entrenamiento y sin conocimiento de lo que tiene que buscar en cada producto no podrá realizar el trabajo”.
Grace Donoso asegura que muchas personas se han interesado en prepararse como catadores, ya sea amateur o profesionalmente. “Tenemos alumnos que tienen su profesión, su trabajo y que se preparan en este mundo por cultura”, señala.
Conselmo manifiesta que la cata puede ser vista como una práctica de gente de un determinado estatus social pero “no hay tal”, asegura. “Es cuestión de alimentarse bien, de poder gozar de las cosas simples que están al alcance de todos”.
Portugal exhibe un renovado interés en las posibilidades de inversión que surgen en Cuba después del anuncia de normalización de las relaciones diplomáticas con EE.UU., y son cada vez más las empresas que pretenden instalarse en el país.
Así lo confirmó este lunes 2 de marzo en declaraciones a EFE, la embajadora de Cuba en Lisboa, Johana Tablada, quien admitió que se ha registrado «un notable interés desde diciembre», cuando fue divulgado el acuerdo alcanzado con la administración estadounidense y que eso es visto como un primer paso para normalizar las relaciones bilaterales.
«Creo que a las empresas portuguesas les anima la idea de llegar antes de que se levanten las injustas sanciones unilaterales del bloqueo, como parece previsible, y por ahora no tienen la competencia de las empresas de EEUU», explicó Tablada.
Por el momento, el comercio bilateral entre Lisboa y La Habana es poco menos que testimonial, ya que ronda apenas los cien millones de euros. Estas modestas cifras reflejan que existe un amplio margen para intensificar los lazos entre los dos países gracias a la complementariedad de sus economías.
El interés luso en Cuba «ya era creciente durante todo 2014», según afirmó su embajadora en Portugal, quien atribuyó este fenómeno a «las novedades en el proceso de actualización del modelo y economía cubana, la inauguración de la primera fase operacional de la Zona especial de Desarrollo del Mariel y la publicación de la nueva ley de inversiones».
De hecho, a mediados del año pasado nació la Cámara de Comercio, Industria, Servicios y Turismo Portugal-Cuba, presidida actualmente por el empresario Américo França Ferreira de Castro y que pretende «estimular» los contactos bilaterales y divulgar las oportunidades de negocio.
La entidad promovió una misión empresarial a la isla el pasado mes de noviembre, que fue liderada por el «número dos» del Ejecutivo conservador luso, el viceprimer ministro Paulo Portas, y en la que participaron cerca de una treintena de firmas. La llegada de inversiones portuguesas a Cuba también fue destacada por los medios de comunicación del país, que se hicieron eco de la instalación de una fábrica de papel lusa y de un acuerdo para exportar conservas en estos primeros meses de 2015.
«Los portugueses quieren avanzar y aprovechar las nuevas oportunidades que hoy se abren», resaltó Johana Tablada, quien se mostró convencida de que las manifestaciones de interés tendrán «muy pronto una repercusión concreta en el crecimiento de la inversión extranjera portuguesa» en Cuba.
Entre los sectores con mayor posibilidades de éxito destacan las energías renovables, las infraestructuras, la industria farmacéutica, la biotecnología, la construcción o el turismo.
«En Cuba, Portugal no sólo podría acceder al mercado interno del país, sino también encontrar una plataforma para proyectar sus productos hacia el Caribe y América Latina», señaló la diplomática.
En su opinión, Cuba está de moda por la aparición de «nuevas posibilidades» de negocio que se conjugan con «una garantía de estabilidad, proximidad, altos niveles de educación de los trabajadores, una ubicación geográfica estratégica, una excelente red de vínculos con el Caribe y Latinoamérica», así como altos niveles de seguridad.
Un taxi de bicicleta con una bandera de Estados Unidos lleva a los turistas en una calle de La Habana. Foto: AFP
El principal fabricante de preservativos de Corea del Sur, Unidus, ha visto dispararse hoy sus acciones en la Bolsa de Seúl justo después de que el Tribunal Constitucional despenalizara las relaciones extramatrimoniales en el país asiático.
El máximo órgano de justicia surcoreano declaró este jueves 26 de febrero anticonstitucional el artículo 241 del Código Penal que penalizaba las infidelidades con hasta dos años de cárcel, lo que ha supuesto en la práctica legalizar el adulterio.
La sentencia fue emitida a las 14.00 hora local y una hora después, al cierre de la Bolsa de Seúl, las acciones de Unidus se habían disparado hasta su límite diario del 15 por ciento.
La firma con sede en Seúl, que produce unos 50 millones de preservativos cada año para diferentes mercados de todo el mundo, ha acogido con optimismo la «inesperada» subida, según declaró uno de sus representantes.
Fundada en 1973, Unidus es la marca de preservativos más popular de Corea del Sur. El fallo dictado hoy por el Tribunal Constitucional de Seúl con 7 votos a favor y 2 en contra se considera histórico, ya que en los últimos 25 años se habían producido varios intentos de abolir la «ley antiadulterio», todos ellos en vano debido al bloqueo de los sectores más conservadores de la política y la justicia.
Unos 53.000 surcoreanos han sido acusados de adulterio desde 1985 hasta hoy, de los que dos terceras partes fueron detenidos y parte de ellos acabaron pagando penas de hasta dos años de cárcel.
Sin embargo, en los últimos años la justicia se ha mostrado en general indulgente con los infractores y, por ejemplo, en 2014 ninguno de los 892 acusados por este tipo de infidelidades entró en prisión.
Marca de condones se dispara en la bolsa al legalizarse el adulterio en Corea del Sur. Foto: Archivo / EL COMERCIO