Etiqueta: diversidad

  • Moda inspirada en la diversidad del país

    Redacción Quito

    (F) 
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    La riqueza cultural y ancestral que tiene el Ecuador hace que más personas quieran apostar por crear negocios que destaquen esas características en los productos que ofertan.

    Gabriela Vera, diseñadora de modas, y Alfredo Mancheno, diseñador industrial y gráfico, están convencidos de que el legado cultural del Ecuador permite crear productos de calidad, con diseños creativos que destaquen esto.

    Esta fue la razón por la que decidieron crear Opuntia, un emprendimiento que plasma en sus artículos a través de diseños de marca de autor la esencia del país.

    El nombre del emprendimiento surgió a partir de una visita que los propietarios realizaron a las islas Galápagos; allí conocieron una especie de cactus gigante que les gustó llamado ‘Opuntia echios’.

    Como la intención inicial era crear una colección enfocada en las islas, escogieron un nombre representativo de la zona para nombrar al negocio.

    Opuntia surgió a finales del 2017. Uno de los propietarios comenta que para iniciar con el emprendimiento invirtieron un crédito bancario y ahorros, recursos que utilizaron para adquirir la materia prima y distintos insumos de los artículos que ofertan.

    Esta materia prima la adquieren de Sutex, proveedor que importa textiles del extranjero.

    Para los detalles y accesorios encontraron una organización comunitaria en Manabí que les provee tagua; además, cuentan con un proveedor del que adquieren material de vitrofusión.

    Para el proceso de elaboración, este emprendimiento diseña cada uno de los artículos y prendas junto con una red de artesanos en pequeños talleres.

    Mancheno explica que él y su esposa manejan los procesos principales como el diseño, patronaje y tallaje de las prendas. A su vez, los acabados finales como el empaque y control de calidad.

    Por otro lado, en su equipo de trabajo involucran indirectamente a 15 personas que les ayudan con la sublimación en los textiles, impresión de los diseños y con la confección de las piezas.

    Desde enero de 2018, Opuntia abrió exhibiciones de sus artículos y prendas en varias tiendas ubicadas en las islas Galápagos, Guayaquil y Quito.

    Esto les permitió tener un incremento en las ventas. En la actualidad este emprendimiento factura alrededor de USD 30 000 anuales.

    Los accesorios que fabrican en mayor cantidad son los monederos, bolsos y ornamentos de vitrofusión; estos últimos son altamente acogidos en las islas encantadas, expresa Mancheno.

    Los emprendedores buscan plasmar en sus diseños los colores y paisajes de Galápagos, los Andes y la Amazonía ecuatoriana.

    Cada colección tiene su particularidad. Por ejemplo, existe la colección Galápagos en la que buscan darle protagonismo a la tortuga marina de las islas.

    Lo que más destacan los emprendedores es que sus diseños son únicos. En la actualidad tienen desarrollados alrededor de 50 propios.

    También ofertan la Colección Precolombina, donde rescatan elementos llamativos como las culturas Jama Coaque, La Tolita, Huancavilcas, entre otras.

    “Gracias a la aceptación que nuestras prendas han tenido en el mercado, el año pasado llegamos a fabricar cerca de 6 000 unidades, con lo que aumentamos un 60% en relación al primer año”, afirma Mancheno.

    A pesar de no tener un punto de venta propio, este emprendimiento ha hecho alianzas con importantes como Galería Ecuador, Travel Store del aeropuerto de Quito y Galería Aymara en Galápagos.

    El propósito que tienen Vera y Mancheno para este año es hacer de Opuntia una marca sostenible, convertir su emprendimiento en un negocio sostenible y que perdure en el tiempo. A su vez, crearán nuevos diseños con un toque urbano para llegar a más mujeres jóvenes.

    Además, planean diseñar una página web para llegar directamente a su público mediante una tienda ‘on line’.

    Otros datos

    Opuntia ofrece monederos, cojines, bolsos, blusas y vestidos con diseños de autor.

    En marzo de 2019 este emprendimiento formó vínculos con la tienda Travel Store del aeropuerto internacional de Quito.

    El reto para este año es que los nuevos diseños tengan un toque urbano para llegar a un público más joven.

    El precio de los artículos varía. Puede encontrar monederos desde USD 3.

    Conozca el catálogo de este emprendimiento en Facebook como Opuntia Ecuador y en Instagram como @opuntiaec.

    Gabriela Vera y Alfredo Mancheno son los propietarios de Opuntia, emprendimiento con diseños propios. Foto: cortesía Opuntia
    Gabriela Vera y Alfredo Mancheno son los propietarios de Opuntia, emprendimiento con diseños propios. Foto: cortesía Opuntia
  • La diversidad y las TIC marcan al universitario

    Redacción Quito

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    redaccion@revistalideres.ec

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    El estudiante universitario en Ecuador tiene entre 17 y 26 años, en su mayoría. Además, está marcado por la diversidad y se apoya cada vez más en las tecnologías de la información (TIC) a la hora de investigar y aprender.

    Basta recorrer los pasillos de las universidades del país para encontrar una serie de características como las mencionadas. Algunos son emprendedores, mientras que otros trabajan a medio tiempo. También son, en parte, descomplicados y el trato con los docentes es de mayor confianza, en comparación con lo que ocurría hace 10, 20 o más años en las aulas del Ecuador.

    Buscan de manera constante becas dentro y fuera del país, y aprovechan las redes sociales para crear contactos que les pueden servir en su futuro profesional. Cada vez son más digitales en lo social y lo académico.

    En la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), los estudiantes de pregrado tienen edades entre 17 y 24 años y se gradúan cuando están entre los 22 y 24 años, ya que se ofertan carreras de tres, cuatro y seis años.

    “Tenemos un grupo de estudiantes homogéneo. Las aptitudes más destacadas de nuestros estudiantes es que son librepensadores, emprendedores, entusiastas, líderes”, dice la Universidad San Francisco de Quito.

    Este centro universitario aplica el sistema de Artes Liberales. Por eso los estudiantes acceden a las carreras en base de su interés o no de matemáticas. “Esto les permite reflexionar en los primeros semestres, ya con conocimiento, sobre cuál carrera optar. Podría decirse que el efecto de las artes Liberales hace una diferencia crucial en su formación, incluso en las profesiones liberales como medicina, arquitectura y leyes”.

    La USFQ también destaca la diversidad de los alumnos. El centro recibe estudiantes de todos los estratos, de las 14 etnias del país y más de 1 000 estudiantes extranjeros de 43 países.

    En la Universidad de las Américas también hay información que permite delinear el perfil del universitario ecuatoriano. Luis Vaca, director de Inteligencia de Información de la UDLA, informa que sus estudiantes ingresan desde los 17 años; el mayor número de alumnos se concentra entre los 21 y 22 años, el 28,98% se encuentra en este rango.

    Otro dato indica que el mayor número de estudiantes graduados se encuentra entre los 23 a 26 años.

    ¿Son más mujeres u hombres? Según Vaca, el universo de estudiantes actuales de la UDLA se encuentra dividido: 53% corresponde al género femenino y 47% al masculino. En lo que tiene que ver con los graduados, el 52% son mujeres y el 48%, hombres.

    Vaca ofrece más números sobre los alumnos de la institución. Dice que en el caso de estudiantes hombres el 81,7% son dependientes de sus padres y el 18,3% son independientes. En el caso de las alumnas, el 79,33% son dependientes y el 20,67% son inde­pendientes.

    Estas y otras universidades saben que los estudiantes de hoy tienen intereses específicos. Allí están temas como la industria 4.0, la economía naranja, los temas ambientales, entre otros. El desafío, dicen los expertos, es ofrecer carreras acordes a estos intereses.

    Las becas

    Datos de la Senescyt muestran que hasta octubre del 2018 se habían entregado
    14 133 becas internacionales. De esa cifra, 13 312 se canalizaron por la Senescyt y 821 con organismos cooperantes.

    Estas becas fueron principalmente para carreras enfocadas en ingenierías, salud, ciencias naturales, matemáticas, etc.

    La misma institución dice que se dieron 19 235 becas nacionales Eloy Alfaro. La mayoría, 15 807, fueron para estudios de pregrado.

    Estudiantes de la universidad Estatal de Guayaquil, en una imagen de noviembre del 2019. Foto: archivo / LÍDERES
    Estudiantes de la universidad Estatal de Guayaquil, en una imagen de noviembre del 2019. Foto: archivo / LÍDERES
  • El artesano que captura la diversidad en plumas y pieles

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    Materiales que para muchos son considerados desechos son la base del trabajo que realiza Diego Olmos, propietario de Cerámica Olmos. Este artesano transforma las plumas y la piel de borrego en separadores de libros.

    Para esta actividad, Olmos utiliza estos residuos como lienzos para plasmar la diversidad cultural y natural del Ecuador. Pinta paisajes, animales, flores y personajes de las fiestas tradicionales: la Mamá Negra, Corpus Christi, Danzantes de Pujilí, Diabluma.

    Esta iniciativa surgió tras un reto que le hizo una turista francesa, en el 2002. Entonces, ella llegó a su taller, ubicado en el parque central de Pujilí, con una pluma en sus manos y le solicitó que le pinte ahí el volcán Cotopaxi.

    Al principio este pedido le tomó por sorpresa, pero luego de dos horas cumplió el trabajo. En la pluma incluyó el volcán, dos indígenas y una llama. La extranjera tomó la obra y la puso en su libro.

    “Hasta ese momento había pintado en piedra, madera, en cerámica, pero jamás se me había ocurrido hacerlo en una pluma”, expresa este artesano.

    Desde entonces, Olmos pinta en plumas y en cuero de borrego. Como emprendimiento formal lo hace desde el 2009. Estos singulares lienzos sirven como separadores de libros. Él sabe que los extranjeros leen mucho y vio en este proyecto una oportunidad de trabajo y difusión de la riqueza natural del país.

    Para seleccionar la materia prima este artesano recurre a avícolas del sector o camales. En estos sitios le entregan aquellas plumas que mudan los patos, gansos y gallinas o la piel de los caprinos. En su taller no se sacrifican animales.

    Para Manuel Pozo, propietario de una granja en Pujilí, la propuesta inicial de Olmos le resultó curiosa, pero al conocer el trabajo valoró la iniciativa y decidió apoyarle. Al mes, Pozo le entrega gratis una caja con alrededor de 60 plumas que mudan las gallinas, patos y ganso de campo.

    Esta materia prima se somete a un procedimiento antes de pintarla. En el caso del plumaje se coloca un adhesivo en la parte posterior. El cuero, en cambio, es extendido y secado con sal en grano. Luego se lo recorta en trozos de cuatro centímetros por 11 centímetros. En este proyecto trabajan cinco personas. Cada una pinta alrededor de 20 separadores por día.

    Desde que empezó con esta actividad, Olmos calcula que ha pintado más de 200 000 separadores. Estos se comercializan en USD 6,50. Al día, al menos 50 separadores de libros son vendidos a turistas nacionales y extranjeros.

    Estos productos están disponibles en Cerámica Olmos (Pujilí); en Olga Fisch, Ecuador Gourmet Company, en el Museo Etnohistórico Mindalae, en Quito; en Mundo Verde y Latinos Shop, en Baños. Además, está por retomar las cuentas que tenía en la Librería Española y Libri Mundi.

    En Mundo Verde, su propietaria Martha Pérez prioriza en sus pedidos paisajes relacionados con Baños de Agua de Santa, en Tungurahua. Estos productos tienen una alta demanda de turistas. Al mes, ella solicita 100 unidades para comercializarles. Por los separadores de libros, Olmos factura al mes USD 1 800.

    El artesano Diego Olmos transforma las plumas y la piel de ovejas en objetos funcionales. Estos son utilizados como separadores de libros. Foto: Cortesía Cerámica Olmos
    El artesano Diego Olmos transforma las plumas y la piel de ovejas en objetos funcionales. Estos son utilizados como separadores de libros. Foto: Cortesía Cerámica Olmos
  • Convivencia en la oficina Y: diversidad, mano blanda y comunicación fácil

    Diario La Nación de Argentina

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    Ningún jefe se va a extrañar si hoy un empleado le avisa por un mensaje en WhatsApp que está enfermo. Menos si ese colaborador solo se saca un auricular para responder mientras de reojo sigue atento a la pantalla, o si en una charla informal le revelan un nuevo romance dentro de la oficina.

    Y, seguramente, ese jefe se valga de un intercambio más horizontal con su equipo de trabajo, lejos de un estilo ‘mano dura’ de liderazgo. Es que del otro lado, sobre todo si se trata de empleados nacidos a partir de la década de los ochenta, esperarán de él y de la organización para la que trabajan flexibilidad, transparencia y horizontalidad.

    En la última década la oficina cambió. Se modificaron el comportamiento y las relaciones de sus miembros al ritmo de las transformaciones sociales: la conectividad, la globalización, el paulatino derrumbe de tabúes y el ingreso en el mundo laboral de las nuevas generaciones, con sus propias costumbres y valores.

    Como dice el experto y autor del libro ‘Historias y mitos de la oficina’, Alejandro Melamed, estas nuevas generaciones -hoy los Y, mañana los Z-, inspiradas en lo vivido en sus propios hogares y por el desarrollo de las sociedades, traen valores como la democratización de las decisiones, la diversidad, el disfrutar de la vida más allá del trabajo o el cuidado del medioambiente y la salud.

    Para Alejandro Mascó, socio consultor de Human Brand y autor del libro ‘Los 7 mitos capitales’, esta generación supo relacionarse con sus padres de una forma más cercana, diciendo lo que piensan y esperando lo mismo de los demás.

    Es cierto que no todas las empresas y organizaciones han adoptado estos cambios y algunas los han motorizado por un ­marketinero “deber ser” o con la idea de dar flexibilidad para conseguir más productividad.

    La oficina y el amor son compatibles

    En su libro, Melamed derriba ciertas creencias instaladas sobre el amor y el trabajo: eso de que son incompatibles, que solo se da en casos especiales, que siempre se ocultan o no son auténticos. “El amor dentro de la organización no es ni bueno ni malo. Lo que puede ser bueno o malo es el modo cómo se aborda, el impacto que tiene, las consecuencias que produce”.

    En ese sentido, Harry Campos Cervera, médico psiquiatra de la Asociación Psicoanalítica Argentina, advierte que si bien es esta una cuestión que se ha liberalizado, no deja de tener su costado conflictivo: casos en los que se rompe la pareja y siguen trabajando juntos, o el manejo de información confidencial, o mantener la imparcialidad en el trato con la pareja frente a los empleados.

    La diversidad, un valor incorporado

    Para el lanzamiento del libro ‘Los 7 mitos capitales’, Mascó reu­nió a chicos de la generación Z -entre 5 y 17 años- y les preguntó: ¿qué es la diversidad? La respuesta fue otro interrogante: “No entiendo, ¿cómo la diversidad?”. Claro: se lo preguntaban a chicos de una generación que no comprende el concepto de diversidad como un ideal a alcanzar, sino que la vive a diario. “Es parte de su historia. Lo diferente es parte de su vida cotidiana. Y esto va generando cambios -dice Mascó-. El gran desafío es generar espacios laborales que sean un reflejo de esto”.

    La directora del Centro Conciliación Familia y Empresa del IAE, Patricia Debeljuh, señala que si bien se tiende a asociar el concepto con la discusión de los roles de varones y mujeres, es un término mucho más amplio. “Cuando en las empresas hablamos de diversidad nos referimos al compromiso de contar con todos los componentes visibles (edad, raza, sexo) e invisibles (idioma, experiencia profesional y religión, entre otros) del capital humano”.

    La ética: del discurso a la práctica

    Es un hecho: cada vez más gente quiere trabajar en organizaciones que se comprometan con el otro, con el medioambiente y, por supuesto, con ellos mismos. Y en este cambio del paradigma laboral, el concepto de ética vuelve a entrar en juego. “La ética debe visualizarse y expresarse en cada acto, en cada situación, en cada interacción. Primero, con el trato con los empleados, luego con sus proveedores, clientes, el Estado, el medioambiente, la comunidad. No es la ética teórica sino la ética de poner en práctica todo lo que se predica”, dice Melamed. 

    Debeljuh compara a la ética con el aire: uno se da cuenta de lo importante que es cuando falta. “Por eso, en contextos de confusión, de relativismo, de escepticismo, de corrupción, la gente se replantea si todo da igual, si existen parámetros objetivos que guían el comportamiento”, dice. Un replanteo que cada vez más tiende a materializarse en demanda.

    Saber escuchar y observar ayudará a influenciar sobre el resto en la oficina. Ilustración: Getty Images / EL COMERCIO (gda)
    Saber escuchar y observar ayudará a influenciar sobre el resto en la oficina. Ilustración: Getty Images / EL COMERCIO (gda)
  • Apple hace un guiño a las mujeres en conferencia de desarrolladores

    Agencia DPA

    Tras las críticas de que las conferencias de desarrolladores de Apple las dominan los hombres, el gigante tecnológico hizo el lunes (8 de junio) que  dos mujeres tuvieran el protagonismo.

    El lanzamiento del servicio de streaming Apple Pay en Reino Unido fue anunciado por Jennifer Bailey, mientras que Susan Prescott, manager de marketing, se encargó de anunciar Apple News, en la conferencia anual para desarrolladores (WWDC) organizado por el grupo de la manzana.

    El director ejecutivo de Apple, Tim Cook, ya había dicho al blog Mashable que la compañía se está esforzando seriamente por la diversidad. «Creo firmemente que un grupo diverso de personas desarrollará el mejor producto», declaró.

    Al igual que en otras compañías tecnológicas, en Apple los hombres suponen alrededor del 70% de la plantilla. No obstante, en el caso de Google, es frecuente ver a mujeres en su conferencia de desarrolladores, Google I/O.

    Jennifer Bailey. Foto: AFP
    Jennifer Bailey. Foto: AFP
  • Google invertirá USD 150 millones para diversificar su nómina

    Lucia Vasconez

    El empresa tecnológica Google dio a conocer el martes, 5 de mayo, su estrategia para aumentar a su nomina mujeres y minorías étnicas, y así hacer de la compañía un lugar más diverso. En este proyecto, el gigante de búsquedas invertirá USD 150 millones, según explicó Nancy Lee, vicepresidenta de Operaciones de Personal, para el medio estadounidense Usa Today.

    En un informe publicado el año pasado se conoció que un 70% de los trabajadores de Google eran hombres, de los cuales el 61%, eran de raza blanca, el 30% correspondía a personal de ascendencia asiática, el 3% eran latinos y el 2% afroamericanos, señaló el portal de CNN Expansión.

    “Cuando dimos a conocer nuestra plantilla laboral hace casi un año, se confirmó lo que mucha gente sospechaba, que la industria tecnológica necesita hacer más en lo que se refiere a diversidad”, dijo Lee en el blog oficial de Google. En base a esta información, la compañía ha desarrollado estrategias e iniciativas a largo plazo para diversificar el área tecnológica, que incluye:

    1. La contratación de Googlers diversos

    La compañía detalló que ha aumentado el número de universidades de donde eligir a sus candidatos. “Hemos duplicado el número de escuelas donde reclutamos para tener estudiantes más diversos. Este año, cerca del 20% de los empleados contratados provienen de estos nuevos campus”, dijo Lee en Googleblog.

    2. Ampliar el grupo de tecnólogos en Informática

    Una de las iniciativas más importantes, según la compañía, es hacer de la informática algo más accesible y disponible para todo el mundo. La firma desarrolló programas como CS First, que enseña a cualquier persona (niño o adulto) los conceptos básicos de programación, y Made with Code (Hecho en Código), que inspira a las niñas a programar.

    3. Disminuir la brecha digital

    Google también señaló, en su blog, que para introducir a más personas al mundo digital se ha diseñado The Accelerate with Google Academy (Acelerar con Google Academia). Un programa que enseña a los propietarios de negocios a comercializar en línea. El proyecto brinda las herramientas necesarias para aprovechar los beneficios de la web. ​

    Los jóvenes no desean trabajar en grandes compañías como Facebook, Google o Amazon porque es muy difícil y costoso innovar en ellas. Foto: Archivo
    Los jóvenes no desean trabajar en grandes compañías como Facebook, Google o Amazon porque es muy difícil y costoso innovar en ellas. Foto: Archivo