Etiqueta: dual

  • La formación dual abre puertas

    REDACCIÓN QUITO  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    La formación dual se consolida en Ecuador y trae una serie de oportunidades, más aún en situaciones adversas como las que atraviesa el país hoy en día. Este modelo, de origen alemán, permite estudiar una carrera técnica al mismo tiempo que se trabaja en una empresa.

    El objetivo es mejorar la productividad y la competitividad del país. En Ecuador, el modelo se aplica de hace algo más de 25 años, pero es en la última década que ha tomado relevancia, con el apoyo de universidades, gremios productivos y empresas.

    Hasta mediados del año pasado en Ecuador se contaban 11 carreras dentro de la formación dual. Además, 129 empresas eran parte del modelo y 529 estudiantes habían sido parte del programa. Otro dato dice que 423 tutores empresariales habían sido formados, según la Corporación Formados.

    Juan Fernando Gutiérrez, presidente Ejecutivo de la Corporación Formados, asegura que este sistema es una gran oportunidad para el país. “Ecuador ha tenido un problema en productividad. Y la formación dual ayuda a que las empresas y los trabajadores produzcan más y mejor”.

    Para Gutiérrez, en la actual coyuntura en la que se habla de reactivación, la formación dual viene a ser una aliada de la academia y del sector productivo.

    En estos días, autoridades y gremios señalan que alrededor de 900 000 personas quedarán sin empleo en Ecuador, tras la pandemia del covid-19 y sus efectos en la economía nacional. “Para salir adelante habrá que formar a los jóvenes para que sean parte de la plana principal de las empresas”, dice el vocero de Corporación Formados.

    Bajo este sistema el estudiante obtiene una certificación alemana; además se utiliza la misma malla curricular y programa alemanes con la idea de que el título sea en Ecuador de tercer nivel.

    Las empresas que son parte del programa se ubican en Quito, Guayaquil, Cuenca, Manta. En la capital azuaya existe mayor experiencia en el sistema. Allí uno de los protagonistas fue la Cámara de Industrias que apoyó la formación dual desde hace cerca de 18 años en carreras universitarias.

    Graiman es una de las empresas que se apoya en la formación dual desde el 2015. Su gerente General, Juan Pablo Malo, destaca que el sistema es la mejor forma de tener una estructura sostenible que permita que la gente se capacite. “En este modelo se desarrolla un círculo virtuoso entre la academia y la empresa. Los trabajadores se educan y producen al mimo tiempo trayendo beneficios para las empresas y para el país”.

    Para Malo, el trabajador tiene una motivación especial al adquirir conocimientos que le serán útiles en su trabajo y le asegura un empleo de calidad. “Eso deja ver que existe un componente social importante detrás”.

    Otra de las empresas que confían en el sistema alemán es Colineal. Marcos Montero, jefe de producción de la firma de muebles, detalla que se unieron al programa hace dos años.
    Colineal trabaja con el Instituto Tecnológico del Azuay y los estudiantes de la carrera de Tecnología de la madera. “Es un centro de carreras técnicas con alto potencial y demanda”.

    Para Montero, el mayor beneficios es el retorno del tiempo invertido en los estudiantes. “Los tutores son fundamentales y los conocimientos que comparten son muy valiosos. Además, los jóvenes llegan a trabajar a la empresa con buenos conocimientos teóricos y prácticos”.

    En el área de investigación y desarrollo, añade Montero, se busca ingenieros mecánicos que tengan bases sólidas en materias como diseño, software, maquinaria “y el programa de formación dual cumple esas condiciones”.

    90% de satisfacción
    Para dar seguimiento al programa, Corporación Formados realiza encuestas con las empresas formadoras y los estudiantes que son parte de esta modalidad

    “Este nos permite conocer dónde se ubican los chicos graduados del programa y si están en trabajos acordes con sus carreras universitarias”, dice Juan Fernando Gutiérrez. Uno de los resultados de las encuestas señala que el 85% de graduados siguen vinculados a la misma carrera de su formación. “Eso es algo fundamental”.

    Gutiérrez agrega que la empleabilidad es otra clave, y por eso la formación dual apunta a que los jóvenes tengan una opción laboral tras graduarse. El año pasado la satisfacción de las empresas y los estudiantes fue mayor al 90% según las encuestas.

    En el largo plazo se busca además que los jóvenes estén en la capacidad de emprender negocios propios gracias a sus habilidades y conocimientos, dice el jefe de Producción de Colineal. “Es importante que tengan un trabajo, pero más valioso aún es que tengan la capacidad de generar empleos, más aún en tiempos de crisis como los que se viven”.

    129 empresas eran parte del programa de formación dual en Ecuador hasta el año pasado

    Este sistema alemán avanza en el Ecuador de la mano de empresas, gremios productivos, universidades e institutos tecnológicos. La satisfacción es grande. Foto: cortesía
    Este sistema alemán avanza en el Ecuador de la mano de empresas, gremios productivos, universidades e institutos tecnológicos. La satisfacción es grande. Foto: cortesía
  • Hay 11 carreras de formación dual en el país

    María Vanessa Silva

    Cuando Pamela Moposita se graduó del colegio y se disponía a estudiar una carrera superior, buscó algo novedoso, diferente, que le permitiera vincularse rápidamente al mundo empresarial. Investigó y dio con la formación dual, que en el país empezó por iniciativa privada, mediante la Corporación Formados, una alianza de nueve agremiaciones empresariales.

    A breves rasgos, en la formación profesional dual el 50% es enseñanza teórica que se imparte en un aula de clases y el otro 50% enseñanza práctica en una empresa Formados implementó este modelo en Ecuador a partir del 2014, con el apoyo de la Federación de Cámaras de Industrias y Comercio de Alemania.

    Desde entonces se han creado 11 carreras orientadas al sector manufacturero entre las que están: técnica en plásticos, técnica en producción textil, técnica en fabricación de calzado, técnica en desarrollo de software, entre otras. Todas están avaladas por Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación.

    Cada una se configura en base a las necesidades de las empresas. Se imparten en cuatro ciudades (Quito, Cuenca, Guayaquil y Manta), a través de seis institutos técnicos –públicos y privados- y dos universidades.

    Pamela es una de los 800 estudiantes que, actualmente, se forman en esta modalidad. Cursa el tercer nivel de producción textil, en el Instituto Tecnológico Superior Sucre y desempeña sus horas prácticas en la firma textil Vicunha Ecuador. Esta experiencia le ha permitido desarrollar nuevas destrezas, ha adquirido conocimientos en áreas operativas y administrativas.

    Juan Fernando Gutiérrez, presidente ejecutivo de la Corporación Formados, sostiene que el aprendizaje dual “puede transformar al país”, porque incide, directamente, en la competitividad del sector productivo y, a la vez, influye en el desarrollo social y económico de la gente. El 84% de los estudiantes del programa han sido contratados por las empresas.

    La Organización Internacional de Trabajo (OIT) anota que la formación dual es la modalidad formativa más efectiva para acercar la oferta y la demanda de competencias laborales, aumentar la empleabilidad de las personas jóvenes y optimizar el uso de los recursos para formación.

    “Los estudiantes no deben culminar sus estudios para recién en ese momento poder tener contacto con la realidad empresarial. Las empresas pueden adaptar a los estudiantes a su dinámica”, anota Galo Chacón, jefe de recursos humanos de Vicunha Ecuador, que es una de las 134 firmas que participan en el programa.

    Más allá de los resultados cuantitativos, la formación dual aporta al clima laboral, ya que también pueden ingresar los empleados que deseen mejorar sus conocimientos, lo cual se convierte en un estímulo para ellos, dice Pablo Zambrano, titular de la Cámara de Industrias y Producción (CIP).

    La CIP se alió con la Politécnica Salesiana para crear la carrera de mecánica industrial. La malla comprende cinco semestres. La formación práctica empieza desde el segundo.

    Nestlé ejecuta con 14 universidades la ‘Iniciativa por los jóvenes’, que contiene formación dual y consiste en promover pasantías, realizar proyectos y casos de negocios. “Ha generado en la compañía una posibilidad de hallar futuros talentos y encontrar maneras distintas de gestionar procesos y solucionar problemas de nuestras operaciones”, explica Annabelle Rodríguez, directora de Recursos Humanos.

    Los centros educativos, por su cuenta, también promueven iniciativas que buscan vincular a los jóvenes con las empresas. La Fundación Cicerón, de la Universidad San Francisco de Quito, desarrolla cursos de educación continua y ejecutiva, para desarrollar talento humano y áreas de negocios, con acreditación internacional.

    Dispone 30 programas de acceso al público en general, indica Ana María Novillo, directora de Cicerón. Se imparten también cursos hechos “a medida” de los requerimientos de las organizaciones, con certificaciones ideadas específicamente para cada negocio.

    En la empresa Vicunha, los estudiantes pasan tres meses continuos en actividades prácticas, como parte de su formación dual. Fotos: Cortesía Vicunha Ecuador
    En la empresa Vicunha, los estudiantes pasan tres meses continuos en actividades prácticas, como parte de su formación dual. Fotos: Cortesía Vicunha Ecuador
  • Íngrid Bonilla impulsa el plan de formación dual en el Ecuador

    Carolina Enriquez

    redacción@revistalideres.ec

    Relacionadas

    Que los jóvenes tengan más oportunidades de insertarse en el mercado laboral combinando trabajo y estudio es una de las tareas que desarrolla la riobambeña Íngrid Bonilla. Ella conoció de primera mano el sistema alemán de formación dual y ahora lo difunde en el país.

    Cuando estudiaba en el Colegio San Felipe Neri le atraían la arquitectura, la ingeniería civil y la administración de empresas. Pero en el 2007, cuando llegó la hora de la universidad, optó por contabilidad. “Una carrera tradicional”.

    Ingresó a la Escuela Politécnica de Chimborazo (Espoch) y estudió el primer semestre. “Sentía que quería algo más”. Cerca de finalizar esos seis meses la institución abrió una nueva carrera: ingeniería en empresas bajo formación dual. Esta pertenecía a la red de Escuela Superior Dual de Latinoamérica (Duale Hochschule Latinoamérica), bajo el modelo de la Escuela Superior Dual Baden-Wurtemberg( Duale Hochschule Baden Württemberg). “Me sentí atraída por ella”, comenta.

    A Bonilla le gustó la posibilidad de que mientras estudiara en la universidad, obtendría experiencia en una empresa. Además, ella destaca que la carrera tenía estándares ISO 9001, había la posibilidad de hacer intercambios en diferentes sedes de América Latina, ofrecía altas posibilidades para ser contratado al terminar la formación y permitía que la compañía formadora financiara el 50% de la matrícula de la universidad.

    Sin embargo, todo esto no era fácil. Era una carrera “ultraexigente”. Bonilla iba a la empresa formadora de lunes a viernes las ocho horas, debía estudiar la parte teórica y los sábados tenía que asistir a las tutorías para proyectos; apenas tenía 15 días de vacación y no podía arrastrar materias.

    La práctica de su formación la realizó en el Hotel Hacienda Abraspungo. Gracias a la formación dual conoció todas las áreas empresariales: marketing y ventas, producción, etc.; como parte de sus estudios hizo proyectos entre los que estuvo el desarrollo de un sistema de gestión de calidad.

    Esto fue clave para aplicar en su profesión años más tarde. También fue de gran importancia el aprendizaje del idioma alemán y el intercambio estudiantil en la sede de la red de Cali, en la Universidad Autónoma de Occidente.

    En el 2012, luego de cuatro años de carrera, la Cámara de Industrias Ecuatoriano-Alemana le invitó a formar parte de su equipo de formación dual. “No dudé. Acepté porque iba a apoyar en la elaboración de un proyecto. El Gobierno contrató los servicios del gremio para desarrollar 41 proyectos de carrera bajo el sistema alemán”.

    Bonilla se mudó a Quito y se convirtió en asistente de proyectos. En ese mismo año viajó dos meses a Alemania, con una beca, a un curso para reforzar el idioma. De la visita a ese país destaca el haber vivido experiencias junto a gente de diferentes culturas y haber recorrido varias ciudades.

    En Ecuador, cuando la contrataron en la Cámara Alemana, conoció a Lisa Pesendorfer, hoy experta a largo plazo del proyecto para la formación profesional.“Íngrid es responsable, ordenada, cumplida. Estructura bien sus procesos de trabajo. Desde que era estudiante estaba enfocada en lo que quería y necesitaba desarrollar”.

    Trabajaron juntas en la entidad hasta el 2014. Luego participaron en proyectos vinculados al sistema de formación dual.

    Al dejar la Cámara, Bonilla laboró como asistente administrativa en Sywork Consultoría Estratégica. Para 2015 accedió al cargo de coordinadora técnica en la Asociación Ecuatoriana de Industriales de la Madera; allí se encargó de proyectos como el rediseño para la aprobación de una carrera de formación dual a escala tecnológica para ese sector.

    Ella considera que tuvo una actividad multitareas en esa época. Coordinó alianzas, capacitaciones y conferencias para el gremio; también ayudó en la institucionalización del mismo. A la vez, obtuvo conocimientos sobre el manejo sustentable de bosques.

    Tras dos años llegó un nuevo reto, vinculado también a la formación dual. Viajó a Cuenca y labora en la Fundación Sparkassen.

    Bonilla no solo trabaja. Hace voluntariado y gestión social a favor de personas con enfermedades terminales o discapacidades; ha colaborado con fundaciones como Cecilia Rivadeneira y la organización Fotosentidos Ecuador.

    “La conozco hace muchos años. Es emprendedora y líder carismática. Siempre ha estado preocupada por conectar con la gente y motivarla a que desarrolle sus capacidades (…) alguna vez hicimos fotografías como voluntarios y la mejor parte era que ella daba la confianza a las personas para que permitan que les fotografiemos”, dice su amigo Alfredo Astudillo.


    Un método para aprender haciendo

    Redacción Quito (I)

    La formación dual, que tiene sus orígenes hace 200 años en Alemania, combina la teoría con la práctica en el proceso de formación. La intención es que los participantes accedan a los conocimientos académicos y los puedan comparar y aplicar en las diferentes áreas de las empresas en el país que los apadrinan.

    Según Ingrid Bonilla, quien estudió a través de esta metodología y ahora la difunde en el país y la región, este tipo de formación está alineada a algunas metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas.

    Una es el objetivo cuatro de educación de calidad. “Pretende que hombres y mujeres tengan acceso a una formación técnica, profesional y superior de calidad. Otra meta se enfoca en aumentar el número de jóvenes y adultos que tengan competencias técnicas y profesionales, para acceder al empleo. En Ecuador, se han desarrollado carreras a nivel técnico y tecnológico, que desean potenciar el ‘saber hacer’ en el campo profesional”.

    Ella considera que la formación dual permite tener una visión holística en el desarrollo de una persona. Le da la posibilidad de involucrarse en la realidad laboral y crecer: aprender a solucionar problemas, comunicarse, relacionarse con la gente, hacer informes, entregar al jefe, entre otros.

    La formación dual, además, ayuda al desempleo juvenil porque las personas que estudian bajo esta metodología tienen amplias posibilidades para que la empresa los contrate. Además, les permite obtener experiencia.

    En Ecuador existen proyectos a través de los cuales se aplica este método de estudio. Participan institutos, empresas y gremios empresariales.

    Datos: Íngrid Bonilla.

    Actividades. Le gusta el baile como una manera de relajarse.
    Familia. Ella explica que es su principal motor. “Estamos distribuidos en tres ciudades pero pese a la distancia, el apoyo mutuo y el amor incondicional permanecen intactos”.
    Viajes. Ha recorrido diferentes países en los que ha vivido experiencias vinculadas a la aplicación del sistema de formación dual.

    Íngrid Bonilla. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Íngrid Bonilla. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • La formación dual incursiona en la madera

    Redacción Cuenca

    Relacionadas

    La formación dual amplió su oferta académica en el Ecuador. Hace un mes se inició la carrera tecnológica en procesamiento industrial de la madera, en la capital azuaya.

    Son 19 estudiantes, entre hombres y mujeres, que se capacitarán durante dos años y medio. El estudio está dividido en cinco semestres. Esta carrera forma parte del proyecto Alianza para la Formación Profesional -Formados-, que impulsa el Gobierno alemán y la Asociación de Cámaras de Comercio e Industrias de Alemania.

    Además, cuenta con la cooperación de las cámaras de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca y la Asociación Ecuatoriana de Industriales de la Madera (AIMA).

    Según el director ejecutivo de ese gremio, Cristian Riofrío, la particularidad de esta carrera es que el aprendizaje tiene dos componentes. El primero son las clases teóricas y prácticas que se dictarán en los talleres del Instituto Superior Tecnológico del Azuay.

    El segundo, en cambio, se efectúa en las seis empresas que apadrinan este programa. En estas últimas, los estudiantes contarán con un tutor que guiará su aprendizaje y estará pendiente de las labores que deben cumplir.

    Para enero próximo, dijo Riofrío, se prevé el inicio de la fase práctica en las empresas cuencanas, que se dedican a la elaboración de muebles, principalmente.

    Según él, las necesidades de mano de obra calificada y especializada de las compañías del sector son múltiples, pero en esta ocasión se decidió atender el requerimiento de supervisores.
    Por ello, estos estudiantes saldrán con el título de tecnólogos para laborar como supervisores en las plantas de producción de las firmas. Riofrío prevé que próximamente otras tres empresas del Austro se sumen a esta iniciativa de carácter educativo.

    “Hay un número importante de estudiantes, al ser la primera promoción”, aseguró Riofrío. Cada año se realizarán convocatorias para cubrir la demanda de personal calificado y se tiene previsto ampliar el programa a Quito.

    Según el directivo, los estudiantes tienen la oportunidad de tener una formación teórica, técnica y práctica para conocer la actividad maderera. “En muchos casos el aprendizaje ha sido empírico y sin una estructura, ahora con este programa es diferente”.

    Para Andrés Robalino, director ejecutivo de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca, el programa implica un trabajo conjunto de los sectores público, privado y la academia.

    Además, destacó la donación de la Cooperación Alemana para equipar el taller del Instituto Superior Tecnológico del Azuay para la formación de los estudiantes. Es una inversión de USD 17 000 en bancos de trabajo, herramientas manuales como taladros, limas, tableros, tornillos, entre otros.

    En Ecuador el programa de formación dual tiene otras carreras, como procesamiento de alimentos, electricidad, mecánica industrial, plásticos, textiles y software. Entre el 2013 y el 2019, el Gobierno alemán invertirá USD 2 millones en la formación dual.

    Manuela de Veintimilla y Stefano Buoncristiani junto a su vitral en el Hotel Mama Cuchara. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
    Manuela de Veintimilla y Stefano Buoncristiani junto a su vitral en el Hotel Mama Cuchara. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
  • La formación dual es un valor extra en los jóvenes

    Carolina Enriquez

    Relacionadas

    Una oportunidad para que los jóvenes ecuatorianos se capaciten de manera teórica y práctica y puedan, más adelante, encontrar un trabajo es que lo que se busca a través de la Alianza para la Formación Profesional.

    Se trata de un proyecto financiado por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, cuyo objetivo es apoyar la implementación de carreras técnicas y tecnológicas con formación dual en Ecuador.

    En este programa están involucradas la Cámara de Industrias y Producción (CIP), la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca, la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), la Asociación de Confeccionistas Textiles (Acontex), la Asociación Ecuatoriana de Plásticos (Aseplas), la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros, la Asociación de Industriales de la Madera, Cámara de Industrias de Guayaquil, entre otras entidades.

    Consiste en abrir oportunidades a los jóvenes en las empresas para que “aprendan haciendo”. No se trata de una contratación, sino de la generación de un espacio para que se ponga en práctica lo que se conoce en las aulas.

    Diferentes institutos técnicos permiten que los jóvenes aprendan en áreas vinculadas a desarrollo de software, tecnología en plásticos, tecnología en mecánica y operación de máquinas o tecnología en confección textil, indica la CIP. Los centros de capacitación están en Quito, Manta, Guayaquil, Cuenca, Cotacachi…

    Lisa Pesendorfer, experta a largo plazo en la Alianza para la Formación Profesional Ecuador, explica que cada vez que el estudiante accede a la empresa cumple sus objetivos de aprendizaje. La compañía no solo lo acoge sino que se convierte en formadora.

    El aprendizaje se vuelve clave para enfrentar problemas sociales y falta de trabajo. Según un informe de la Comisión Económica de América Latina y el Caribe, los jóvenes de bajo nivel de educación son los que más inconvenientes enfrentan para hallar empleo.

    El aumento de la desocupación juvenil regional del 2015 aumentó en 2016 al pasar de 15,1 a 18,3% en los tres primeros trimestres. “El incremento de la tasa en ese período fue muy superior al aumento del indicador entre los adultos”, indica la Organización Mundial del Trabajo (OIT).

    Se estima que unos 20 millones de jóvenes en la región no estudian ni trabajan, debido en gran parte a la frustración y el desaliento por la falta de oportunidades en el mercado laboral, dice el texto.

    Para el Ministerio Coordinador de Conocimiento y Talento Humano la educación dual permite la profesionalización y se convierte en una alternativa para acceder a ingresos.
    En Ecuador se contaron durante el primer trimestre del año 355 414 desempleados. De ellos 127 502 eran jóvenes de entre 15 y 24 años, quienes representan el grupo de edad con más falta de trabajo.

    El proyecto de formación dual inició en diciembre de 2013 con una inversión de un millón de euros y tendría una fase de duración de tres años. Pero, en junio de 2016 el proyecto fue auditado por una comisión europea y se decidió, tras analizar los resultados, ampliarlo hasta 2019.

    Los recursos de la cooperación se han destinado a pagar consultorías, crear mallas curriculares de ciertas carreras, capacitación, entre otros temas.

    Los jóvenes pueden conocer del programa en sus mismos institutos o hallar información a través de las cámaras de producción. Desde que se creó el programa hay cada vez más estudiantes optando por los estudios duales.

    Según la CIP, al 2016 había un total de 34 008 inscritos. Entre la empresa y el estudiante se puede pactar una compensación económica, pero es algo voluntario.

    Javier Díaz, presidente de AITE, indica que en su sector se impulsó la carrera de confección y la primera promoción se graduará este año. “En total hay tres promociones estudiando y algo más de 100 estudiantes. En el caso de producción textil recién estamos en el primer trimestre de la primera promoción. Hay ocho alumnos”.

    Dentro de las empresas, explica el directivo, hay tutores que se convierten en una especie de docentes. AITE tiene la posibilidad de formar tutores, darles conocimientos pedagógicos y generar la experticia para que enseñen.

    Para el futuro las cámaras, aunque no tengan el apoyo económico del Gobierno alemán, esperan desarrollar su trabajo de manera autónoma. y Aspiran trabajar con las instituciones estatales de educación superior e industrias.

    Los jóvenes participan en procesos de producción de las empresas. Foto: cortesía AITE
    Los jóvenes participan en procesos de producción de las empresas. Foto: cortesía AITE