Etiqueta: economia mundial

  • El coronovirus también impacta en el desempeño de las empresas

    Agencia AFP

    EFE

    Relacionadas

    El coronavirus tiene a mal andar a compañías globales, desde firmas tecnológicas, hasta aerolíneas, firmas de la industria automotriz, entre otras.

    Apple, por ejemplo, no alcanzará sus objetivos trimestrales de ventas debido a la epidemia del nuevo coronavirus, señal de que el enlentecimiento de la producción y el consumo en China, donde el virus ya se cobró la vida de más de 2 100 personas, afecta cada vez más a las grandes compañías.

    La crisis sanitaria pesa tanto en la oferta como en la demanda. En el caso del creador del iPhone, sus ‘smartphones’ se fabrican en China, lo que dificulta el aprovisionamiento, y además las ventas han caído debido al cierre temporal de sus tiendas en ese país.

    A fines de enero, durante el anuncio de resultados récord gracias a una fuerte demanda por la línea de teléfonos iPhone 11, Apple subrayó que la epidemia generaba incertidumbre en ella.
    Su previsión de volumen de negocios para el segundo trimestre reflejó en aquel momento esas dudas, con un rango mucho más amplio que lo habitual, de entre USD 63 000 y 67 000 millones.

    Pero esos números ya no están más en el horizonte de la compañía, incluso en el caso de que la producción en China comenzara a reactivarse en estos meses.

    Desde la aparición de la enfermedad respiratoria, en diciembre pasado,más de 70 000 personas se han infectado con el virus.

    La epidemia del coronavirus en China le va a costar entre 150 y 200 millones de euros de resultado de explotación este año a Air France-KLM, siempre que pueda reanudar progresivamente sus operaciones con ese país a partir de abril. Esa es la estimación que hizo al presentar sus resultados anuales de 2019 la semana pasada el grupo franco-holandés, que tiene en cuenta las pérdidas de ingresos por la suspensión de sus vuelos de pasajeros y de carga a China, el efecto negativo para los flujos en correspondencia y el debilitamiento de la actividad en el resto de Asia.

    Air France-KLM indicó que, como consecuencia de esas suspensiones, los coeficientes de reservas en sus líneas de larga distancia para el periodo febrero-mayo ha ido a la baja y espera una disminución de sus ingresos unitarios.

    Según la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, el coronavirus ha hecho caer entre 0,1% y 0,2% el crecimiento mundial, pero subrayó que aún es muy difícil evaluar su impacto en la economía a escala mundial.

    El grupo especializado en bebidas alcohólicas Pernod Ricard revisó, es mes, a la baja sus objetivos anuales de resultados. China, se segundo mercado, es donde concreta 10% de sus ventas globales.

    La industria del lujo está particularmente preocupada. Kering, propietario de marcas como Yves Saint Laurent y Gucci, entre otras, también ha registrado una fuerte baja de sus ventas en China y la casa de moda londinense Burberry advirtió de un impacto negativo por la epidemia.

    Varios constructores de automóviles se han visto igualmente afectados por la crisis sanitaria en Wuhan. En esa región está instalado Dongfeng, el segundo fabricante en China, varios de subcontratistas, así como los grupos franceses Renault y PSA.

    El japonés Toyota y el alemán Volkswagen debieron retrasar el reinicio de la producción en sus plantas de ensamblaje.

    Tesla, constructor de vehículos eléctricos de alta gama, anunció durante la publicación de sus resultados a fines de enero que su megaplanta de Shanghái permanecerá cerrada por orden del gobierno chino, lo que causará demoras en la producción de su Model 3 y podría afectar ligeramente las ganancias trimestrales.

    Por su parte, el gigante del entretenimiento Disney estimó que sus parques de atracciones en Shanghái y Hong Kong podrían perder en total USD 280 millones si permanecen cerrados durante dos meses. Consideran que la situación es muy compleja.

    Un golpe mayor a una economía frágil

    La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, advirtió que el impacto económico de la epidemia del nuevo coronavirus en China será de corta duración en el mejor de los casos, pero llega en un momento frágil para la economía de todo el planeta.
    Acosada por muchos otros riesgos, incluida la guerra comercial aún sin resolver entre EE.UU. y China, la economía global no está en una buena posición como para lidiar con un impacto prolongado.

    “La verdad es que la incertidumbre se está convirtiendo en la nueva normalidad”, señaló la directora del FMI en un artículo titulado: ‘Encontrar una base sólida para la economía global’.
    El coronavirus “es nuestra incertidumbre más apremiante (…) Es un recordatorio de cómo una recuperación frágil podría verse amenazada por imprevistos”.

    La crisis sanitaria ha generado interrupciones en el transporte y obligado a muchas empresas a cerrar sus puertas. Georgieva repitió la opinión del Fondo de que es probable que el nuevo coronavirus solo tenga un efecto a corto plazo, marcado por una fuerte disminución en el producto interno bruto (PIB) de China, seguido de una fuerte recuperación.

    Pero advirtió que la situación podría empeorar, con consecuencias más graves para otros países a medida que el impacto aumente.

    “Un brote duradero y más severo provocaría una desaceleración del crecimiento más aguda y prolongada en China”, escribió.

    “Su impacto global se amplificaría a través de interrupciones más sustanciales de la cadena de suministro y una caída más persistente de la confianza de los inversores, especialmente si la epidemia se extiende más allá de China”. Se espera, además, que los problemas económicos chinos puedan contagiar a otras economías.

    El coronavirus también ha impactado en los precios del crudo, que en el últimes mes ha estado a la baja. El ecuatoriano se cotizó en menos de USD 50 por barril.

    El FMI advirtió, nuevamente, que los riesgos para la economía global “permanecen sesgados a la baja”, en su informe para los ministros de finanzas del Grupo de los 20 y los gobernadores de los bancos centrales, que tenían previsto reunirse en Arabia Saudita el fin de semana de Carnaval.

    El organismo multilateral, con sede en Washington, redujo en enero su pronóstico de crecimiento mundial este año a 3,3%, a pesar del alivio por la tregua en el conflicto comercial entre EE.UU. y China que provocó la imposición de gravámenes sobre miles de millones de dólares en bienes.

    El acuerdo de “fase uno” entre las partes evitó que entraran en vigencia aún más aranceles y el FMI estima que “reducirá el arrastre de las tensiones comerciales sobre el nivel del PIB en 2020 en 0,2%”.

    Sin embargo, Georgieva dijo que “ solo aborda una pequeña parte de los aranceles recientemente impuestos y especifica aumentos mínimos en las importaciones de China desde EE.UU.”.

    Además, señaló que este tipo de acuerdos “ tiene el potencial de distorsionar el comercio y la inversión al tiempo que perjudican el crecimiento global ”.

    “De hecho, nuestras estimaciones sugieren que las disposiciones comerciales administradas le cuestan a la economía global cerca de USD 100 000 millones”.

    El informe del FMI titulado ‘Nota de Vigilancia del G20’ indica que la recuperación en las economías de países miembros es “frágil y probablemente superficial”, demasiado baja como para subir el nivel de vida o generar suficientes empleos para los jóvenes que ingresan a la fuerza laboral.

    Un hombre avanza con su bicicleta frente al almacén  de Apple en Pekín, que permanece cerrado . La  previsión de negocios  de la firma para el segundo trimestre no es optimista. Foto: AFP
    Un hombre avanza con su bicicleta frente al almacén de Apple en Pekín, que permanece cerrado . La previsión de negocios de la firma para el segundo trimestre no es optimista. Foto: AFP
  • La década empieza con nuevos retos para la economía global

    Agencia AFP

    AFP y EFE (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    El sombrío panorama en la economía mundial durante el 2019 podría continuar este 2020 con una lenta asfixia del crecimiento mundial bajo los efectos de la digitalización y el cambio climático, lo que podría avivar la ira social, a menos que se produzca una verdadera distensión comercial.

    La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé que el crecimiento mundial se situará el 2020 en un 2,9%, es decir su nivel más bajo desde la recesión mundial del 2009 luego de la crisis financiera. “Estamos en un periodo inquietante”, señala su economista jefe, Laurence Boone.

    El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera por ahora un rebote de 3,4% el año próximo. Pero esta recuperación “sigue siendo precaria”, advierte Gita Gopinath, economista jefe del Fondo.

    La evolución económica a corto plazo depende, en gran parte, del duelo comercial y tecnológico entre EE.UU. y China.

    Ambos llegaron en diciembre a una tregua en su batalla de aranceles, a la espera de suscribir un acuerdo preliminar.

    La economía mundial no solo está al final de un ciclo, sino al de una era, la de los intercambios comerciales y el ascenso industrial de los países emergentes.

    Es difícil imaginar un regreso del consenso diplomático mundial en torno al libre cambio, que estalló en pedazos con el presidente de EE.UU. Donald Trump.

    Actualmente, el Mandatario enfrenta un proceso de destitución. Recientemente calmó las aguas con China, pero abrió nuevos frentes con otros socios económicos en el mundo, incluido la Unión Europea (UE).

    Esta última espera la llegada del Brexit, lo que supondrá una prueba más para el multilateralismo.

    Las finanzas mundiales están profundamente trastornadas tras años de generosidad de los grandes bancos centrales. Estos se esfuerzan por dejar de alimentar a los mercados, algunos de los cuales, como Wall Street, vuelan de récord en récord.

    El fenómeno de las tasas de interés ‘negativas’ se generaliza en algunos países, reduciendo la rentabilidad de los bancos e inflando la deuda privada.

    Steve Eisman, inversor conocido por haber anticipado el derrumbamiento del sistema financiero estadounidense, es categórico: “No tendremos una crisis sistémica” como la de Lehman Brothers en el 2008.

    Este financista, cuya historia inspiró la película “The Big Short” (“La gran apuesta”), ve más bien “una recesión típica con una economía que se desacelera y gente que pierde dinero. Será ya bastante doloroso de esa manera”.

    Ludovic Subran, economista jefe de la aseguradora Allianz, observa de su lado “un purgatorio de crecimiento” mundial.

    Si se produce, “el próximo choque sistémico no vendrá sin dudas de las finanzas, sino que será exógeno. Por ejemplo un gran ‘shock’ de regulación de los datos personales o en vínculo con el clima”.

    En todo caso, de donde sea que venga el ‘shock’ es probable -dicen los analistas- que se deba enfrentar la denominada ira social. Hoy se vive “la transformación, la digitalización, la movilidad eléctrica” y en eso “tememos la pérdida de muchos empleos”.

    Países como Ecuador, Líbano, Chile, Colombia y Francia ya han vivido explosiones de ira social.

    Nicolás Achondo, cocinero chileno de 33 años, tuvo que cerrar su restaurante, ahogado por los gastos médicos tras un accidente. “Al no tener cómo pagar entras en el sistema de los deudores. Como emprendedor, el hecho de ser deudor hizo imposible obtener un crédito para mi negocio y este empezó a generar deudas”.

    En América Latina, las protestas también están conectadas a lo económico. Las presiones por reducir la desigualdad acentúan el complejo contexto que vive la economía de la región, que apenas crecerá un 0,1 % en el 2019 y que en el 2020 completará su peor periodo de crecimiento en las últimas siete décadas.

    América Latina inicia el 2020 con 10 desafíos

    EFE. (I)

    Tras un 2019 que en términos de crecimiento ha ido de más a menos y va a terminar con la economía estancada -el FMI calcula un alza del PIB 0,2% y la Cepal del 0,1%-, América Latina afronta el 2020 con la esperanza de la recuperación de su PIB, aunque los pronósticos vaticinan que será insuficiente para reducir la brecha con los países desarrollados. Estos son los retos:

    1. Capear la desaceleración

    La marcha del PIB regional en el 2020 dependerá de México y de Brasil. El primero viene de un frenazo ligado a la escasa inversión y las incertidumbres tras el triunfo de Manuel López Obrador y el T-MEC, que pese al acuerdo del 2018 no se firmó hasta de diciembre del año siguiente y aún debe ratificarse por los parlamentos de EE.UU. y Canadá. Brasil salió de la recesión en el 2017 y no logra retomar su potencial de crecimiento.

    2. Guerra comercial

    El FMI cifró los efectos de la guerra comercial EE.UU.-China, y crecerán el 2020 ocho décimas menos que en el 2018 y arrastrarán consigo al resto del mundo, incluida Latinoamérica, que depende de los flujos internacionales y es muy sensible a la caída de actividad de la economía mundial y del gigante asiático, con el que cada vez tiene más lazos comerciales. Pese a que el acuerdo parcial de diciembre del 2019 ha dejado un buen sabor de boca, la batalla arancelaria es impredecible.

    3. Contestación social

    Las protestas sociales que viven varios países del continente ponen de manifiesto que la política económica no ha sabido o no ha podido extender los beneficios de la estabilidad macroeconómica de los últimos años y crear sociedades más inclusivas y menos desiguales. La contestación puede llevar a los gobiernos a replantearse reformas impopulares y existe riesgo de caer en la parálisis, ahora que la región sale del habitual parón económico y legislativo de los procesos electorales.

    4. Divisas

    La mayor percepción de riesgo debido a la incertidumbre y a las protestas sociales han lastrado la cotización de las monedas locales, que han acelerado su depreciación y, en casos como el de Chile, ha sido necesaria la intervención en el mercado del Banco Central para combatir su caída. Sin embargo, excepto en el caso de Argentina, la inflación está bajo control, lo que deja margen para usar la política monetaria en favor del crecimiento económico, y las tres rebajas de tipos de interés de la Fed durante el 2019, sumadas a la continuidad en la Zona Euro (las tasas del BCE están en 0% desde el 2016) pueden ayudar a hacer más atractivas para los inversores las divisas latinoamericanas.

    5. Exportaciones

    Las economías de América Latina presentan un alto grado de apertura al exterior. El menor crecimiento mundial del 2019 ha afectado a la demanda y ha hecho mella en las exportaciones de Latinoamérica, que según las últimas previsiones de la Cepal caerán el 2%, lo que contrasta con el alza del 8,3% registrada el 2018.

    La esperada mejora económica del 2020 no garantiza un alivio automático de la situación, ya que el mal comportamiento de las exportaciones hasta ahora se explica por la caída de su valor y no por el volumen exportado.

    6. Materias primas

    Una de las principales vías de ingresos son las materias primas que se venden a terceros, como el cobre, los hidrocarburos o los productos agrícolas. Tras un 2019 peor de lo esperado (el índice de precios de las materias primas del FMI cayó entre febrero y agosto del 2019 un 5,5%), las previsiones de los organismos económicos apuntan a que en el 2020 los bajos precios continuarán debido a la menor demanda esperada por el bajo crecimiento global.

    7. Cuentas públicas

    Los déficits públicos de prácticamente todos los países de América Latina dejan sin margen a los gobiernos para actuar y la política fiscal durante el próximo año se centrará más en mantener las cuentas públicas bajo control que en apoyar el crecimiento. Las deudas públicas no suponen un riesgo elevado salvo en Argentina, que tras el desplome del peso y la dificultad para captar fondos en los mercados por parte del país tuvo que reprogramar el calendario de pagos de su deuda.

    8. Inversión

    Ante la dificultad presupuestaria para acometer grandes planes de inversión públicos, los países tendrán que ser capaces de generar confianza para atraer al sector privado, tanto nacional como internacional, para que realice inversiones. La colaboración público-privada se va a imponer en el 2020 y es posible que a lo largo del año se reproduzcan en otros países planes como el anunciado en noviembre en México, que pretende movilizar USD 40 000 millones en 147 proyectos.

    9. Productividad

    Según el Banco de Desarrollo regional CAF, en el 2017 los ingresos per cápita del grupo de países más avanzados de la región representaban entre el 20% y el 40% del de EE.UU., cifras que apenas han variado en décadas. Mejorar la productividad es garantía de un mayor crecimiento. Los gobiernos tienen que mejorar las regulaciones sectoriales de forma que garanticen la competencia, fomentar una asignación eficiente de los recursos y luchar contra la economía informal, que afecta a todos los sectores productivos.

    10. Mirando al medio plazo

    Las inversiones en los sistemas educativos e infraestructuras, la incorporación de las nuevas tecnologías y la innovación a la escuela y la empresa o la configuración de instituciones públicas fuertes y respetadas son esenciales para lograr un crecimiento saludable, aunque su rentabilidad no será visible de forma inmediata. Es trabajar a mediano plazo.

    La Bolsa de Valores de Nueva York. Los bancos centrales se esfuerzan por dejar de alimentar a los mercados, algunos de los cuales, como Wall Street, vuelan de récord en récord. Foto: AFP
    La Bolsa de Valores de Nueva York. Los bancos centrales se esfuerzan por dejar de alimentar a los mercados, algunos de los cuales, como Wall Street, vuelan de récord en récord. Foto: AFP