Etiqueta: economia

  • El ingreso de los pobres aumentó más

    César Augusto Sosa. Redacción Líderes

    El crecimiento de la clase media en América Latina durante la última década ha despertado gran interés en los organismos multilaterales de crédito.

    El Banco Mundial puso en escena el tema el año pasado y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lo ha seguido, ya que el crecimiento de la clase media es positivo por varios factores.

    La literatura económica destaca que una clase media más fuerte genera mayor propensión al ahorro, a la inversión en capital físico y humano, dinamiza el mercado interno a través del consumo, crea un mayor espíritu empresarial, mejora los niveles de educación, de salud y de movilidad social, señala Fidel Jaramillo, representante del BID en Perú.

    «También hay estudios que muestran una relación entre el tamaño de la clase media y la estabilidad política, menor desigualdad y una menor conflictividad social», destaca Jaramillo, un economista que fundó Multiplica, una consultora que esta semana conmemora 20 años de vida con un foro denominado: «Clase media y movilidad social en Ecuador».

    En este evento, que se llevará a cabo este miércoles 21 de mayo en el auditorio de la Flacso, también participarán Andrés Solimano, presidente del Centro Internacional de Globalización y Desarrollo (Ciglob), y Pablo Samaniego, profesor de la Flacso, especialista en temas de pobreza y distribución del ingreso.

    El crecimiento económico de la última década ha generado varios cambios en la sociedad y el mercado ecuatoriano, debido a que la población ha contado con mayores ingresos en sus bolsillos.

    Para cuantificar ese efecto, la primera tarea ha sido medir el crecimiento de la clase media. Hay varias formas de hacerlo, pero la más práctica ha sido calcularla con base en el nivel socioeconómico, para lo cual se divide a la población en cinco estratos: A, B, C, D y E.

    Bajo este enfoque, el 35% de la población ecuatoriana era de clase media hasta el año pasado, prácticamente el doble de lo que representaba una década atrás.

    Si lo anterior se traduce a valores absolutos, en la última década se incorporaron 3,2 millones de habitantes a la clase media del país, que bordea 5,6 millones de habitantes.

    Todos los enfoques para medir a la clase media concluyen que hay más personas en este segmento. Sin embargo, el poder adquisitivo de la población en la última década ha crecido de manera diferente en Ecuador.

    El estudio que Jaramillo presentará esta semana en Quito evidencia que el ingreso per cápita aumentó más en la población de menores ingresos. Mientras los ingresos de la población crecieron a una tasa del 7,8% en promedio durante el período 2003-2013, el crecimiento bordeó el 20% en el grupo de personas más pobres. «El crecimiento en la última década en Ecuador ha sido pro pobre».

    Lo anterior tiene varias implicaciones a escala nacional, pero una de las más relevantes es la reducción en la polarización de la sociedad, en el sentido de que hay una menor brecha de ingresos entre los ricos y pobres del país.

    Ahora, el crecimiento de los ingresos en Ecuador ha sido menor al registrado en países vecinos como Perú, lo cual pone en escena los resultados de dos modelos económicos diferentes.

    En el caso peruano, el crecimiento de los ingresos durante la última década fue del 9,3%. Si bien los más pobres vieron mejorar su situación económica, los mejores resultados se registraron en la clase media. En este sentido, el crecimiento en Perú ha sido pro clase media, mientras en Ecuador fue pro pobre.

    Con base en estos resultados, Jaramillo hace la siguiente lectura: «Un modelo de crecimiento basado en el mercado, como es el caso de Perú, crea muchas oportunidades para la clase media. Mientras que un crecimiento basado en el gasto público social ha beneficiado a la clase más pobre, como ha sido el caso ecuatoriano». No se puede decir que un modelo sea mejor que el otro, sino que cada uno arroja resultados diferentes.

  • Las calificadoras de riesgo y su influencia

    Hernán Martín Costa do Sauípe (Brasil) / Agencia EFE

    La importancia que se da a las calificadoras de riesgo, denostadas por muchos y desacreditadas por otros, pero de gran influencia en los mercados, fue tema de debate de fondo en la última asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

    El debate, aunque de vieja data para muchos, lo planteó en la asamblea del BID celebrada el 29 y 30 de marzo en el balneario brasileño de Costa do Sauípe, en Bahía, el país anfitrión, abiertamente molesto por la decisión de una calificadora de riesgo, hace un par de semanas, de rebajar su nota de solvencia.

    La agencia de calificación Standard& Poor’s redujo la nota soberana de crédito de Brasil desde ‘BBB’ hasta ‘BBB-‘, algo que, aunque sin perder el grado de inversión, dejó al país en el último escalón de esa categoría. Brasil considera que la decisión de la agencia no refleja la situación de un país comprometido con una política de ajuste fiscal, que en el último año ha recibido USD 68 500 millones en inversión extranjera directa y que cuenta con reservas internacionales por valor de USD 370 000 millones.

    «Tenemos que evaluar los cambios metodológicos de las agencias de calificación de riesgo. Cualquier ajuste (del BID) para adecuarse a las nuevas exigencias tiene que ser muy bien pensado», afirmó la ministra brasileña de Planificación, Miriam Belchior.

    Belchior, que pasó a ocupar la presidencia de la Asamblea de Gobernadores del BID, cargo que desempeñará durante el próximo año, advertía así al organismo del peligro de que las exigencias de las agencias de inversión y sus notas influyan en la capacidad de la institución de ayudar a países en dificultades.

    El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, se había mostrado, en los preparativos de la asamblea, orgulloso de que las calificadoras de riesgo mantuviesen al BID en la categoría ‘AAA’. Y había añadido que la asamblea de gobernadores de la institución le encomendó el mandato de mantener esa máxima nota de las calificadoras de riesgo.

    Belchior recordó que el BID se había gestado, precisamente en Brasil en 1959, con la idea de operar como una cooperativa de países, unos desarrollados y otros en desarrollo, para ayudarse entre sí.

    El debate sobre la influencia de las calificadoras de riesgo se produce a la luz de la situación crediticia de algunos países miembros del organismo, que son receptores de fuertes volúmenes de financiación del BID y de la preocupación de ciertos sectores de que ello vaya a influir en la solvencia de la institución.

    Caso especial es el de Argentina, que afronta dificultades de liquidez y sometido al «castigo» de las calificadoras, de las que ha sido un permanente crítico y que mantienen a este país entre sus categorías más bajas. Su Gobierno envió a Costa do Sauípe una nutrida delegación encabezada por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien dijo que Argentina espera para el 2014 desembolsos de USD 2 853 millones procedentes de distintas fuentes y casi la mitad de esa suma del BID.

    El debate regional
    Colombia.  El ministro colombiano de Hacienda, Mauricio Cárdenas, defendió en Costa do Sauípe que el BID apoye a todos los países que necesiten recursos, incluidos los que atraviesan dificultades, pero se opuso a decisiones que puedan comprometer la calificación de riesgo. El escenario.  Para Cárdenas, el BID debe ser el prestamista en los momentos de dificultad cuando los mercados se cierran a una nación por cualquier circunstancia. «Colombia siempre se opondría a cualquier decisión que pueda generar una disminución, en la calificación del BID».

  • Richard Espinosa: ‘La revolución agraria se podrá palpar en el 2016 o 2017’

    Xavier Basantes. Editor del Semanario LÍDERES

    Tras un intenso ajetreo empresarial en los primeros meses del 2014, motivado por la sustitución de importaciones y los anuncios de inversiones productivas, vale la pena analizar con la cabeza del área de la producción, la agenda que desarrolla el Gobierno.

    ¿Cuando llega este Gobierno en el 2007, ¿cómo se encontró a la industria ecuatoriana?

    Encontramos apenas un 13% de industrialización frente al PIB; una distancia enorme frente a países asiáticos, como China, que tiene un 45% y es así que decidimos implementar fuertemente este proceso llamado El cambio de la Matriz Productiva (MP).

    ¿Desde cuándo se contempló dar ese salto?

    Se lo contempla desde el 2007, cuando se sientan las bases para llevar a cabo este cambio de MP. A partir de ese año se va construyendo un nuevo Estado, se pone en marcha una nueva Constitución y se desarrolla un plan nacional para el buen vivir.

    Sin lugar a dudas, la dolarización también ha sido clave para la estabilidad económica.

    Siempre dijimos que la dolarización estaba dada y la vamos a mantener. Pero, después de la dolarización, ¿cuántos gobiernos hemos tenido? Ventajosamente hoy tenemos estabilidad política y ha permitido que impulsemos la productividad. Hoy, todos reconocen que tenemos vías de calidad; el 85% ha sido rehabilitado o es nuevo. Es más, ahora vamos hacia una etapa con las superautopistas y empezamos este año con la de Santo Domingo-Esmeraldas.

    ¿Cómo se articulan esas políticas con el desarrollo industrial que se persigue ahora?

    Antes, era muy difícil producir con tantos cortes de energía; hoy, eso no pasa. Incluso para el 2016, con las nuevas hidroeléctricas e inversiones, no solo vamos a ser autosuficientes sino que vamos a poder exportar. Tenemos un país que crece por encima del promedio de América Latina, que tiene los menores niveles de desempleo de la región; con una Constitución de donde se derivan leyes, como el Código de la Producción, que ofrecen seguridad jurídica.

    ¿Cuáles son las metas que se han planteado alcanzar en el desarrollo industrial?

    Nos planteamos como meta, hacia el año 2036, al menos duplicar el PIB industrial, pero creo que vamos a lograrlo mucho antes, en unos 10 años.

    A los tres años del Código de la Producción (2010), se aplicó la Resolución 116 del Comex y el Gobierno entró a sustituir importaciones, ¿fue producto de la balanza comercial negativa?

    Si no hubiésemos tenido una balanza comercial negativa, igual habríamos puesto en marcha el plan que desarrollamos ahora. Fuera del tema de la balanza, hubiéramos hecho exactamente lo mismo, con la sustitución de importaciones, que insisto es muy importante en el cambio de la Matriz.

    Pero hay un sector privado crítico en temas tributarios, inversiones, normas Inen, etc.

    Así como decía que estamos viviendo en un nuevo país, con nuevas leyes, infraestructura, etc., un tema que también es importante es el cambio de la relación de poderes. Antes se tenía un país manejado por determinadas élites y ahora ya no es así. Tenemos una buena relación con el sector empresarial.

    De todas maneras, el sector privado pide cambios en el Código de la Producción e incluso el ministro de Industrias, Ramiro González, anunció reformas. ¿Qué cambios se vienen?

    El Código de la Producción está en análisis y primero deberá recibir la aprobación del Presidente de la República, para ir hacia una reforma. Estamos articulando acercamientos con los empresarios.

    ¿Cuáles son los grandes ejes por donde se encamina la sustitución de importaciones?

    Son tres. El primero, de las industrias estratégicas, como la Refinería del Pacífico, la siderúrgica, petroquímica, metalurgia, planta de pulpa de papel, astilleros, farmacéutica, que cuestan más de 1 000 millones de dólares cada una y ahí es bienvenida la inversión privada, si no, el Estado lo promoverá.

    ¿El segundo eje?

    Lo vamos a lanzar en noviembre y se relaciona con la ciencia y tecnología, aunque no es lo único, ya que se incluirá al capital de riesgo, capitales ángeles, capital semilla, etc. Vamos a sacar un programa de innovación, ‘start ups’ y emprendimiento, aprovechando toda la iniciativa que tiene el ecuatoriano.

    ¿El tercer eje?

    Es justamente lo que estamos llevando a cabo a través de sustitución de importaciones, que incluye a industrias, agricultura, turismo, principalmente. Aquí es donde el sector privado dice yo puedo hacer esto, de esta manera y en este tiempo.

    ¿Cómo se involucra el sector agrícola en este cambio de MP? ¿Por qué no se prestó más atención al agro en los últimos siete años?

    Tenemos la ventaja de decir que hoy día, el actual Ministro de Agricultura ha logrado institucionalizar el Magap; siempre va a ser perfectible toda institución, pero los objetivos están más claros.

    ¿Pero frente a otros sectores productivos es obvio que el agro va un ritmo bastante menor?

    Lo que ocurre es que, por ejemplo, uno de los temas al que apostamos hasta el año 2022 es la forestación comercial y debemos aprovechar nuestras ventajas geográficas. Un árbol se demora 80 años en crecer en Suecia, 40 años en Chile y, en Ecuador, 25. Estamos invirtiendo en forestación comercial: 450 millones de dólares, con la CFN. Además, tenemos programas para sustituir la torta de soya, maíz amarillo, café robusta, algodón, papa bastón, papa de tomate, frutales (peras, manzanas y uvas).

    Si bien el desarrollo del agro toma tiempo, ¿recién se pone atención hoy, tras siete años?

    Hay planes importantes que demandan mucha mano de obra y una sustitución importante de importaciones, con los proyectos multipropósito de riego, que requieren inversiones millonarias y concluirán entre el 2016 y 2017. A la par se sacó un seguro para el sector agrícola y ahí sí el agricultor se arriesgará a invertir. Sí se ha trabajado sobre el tema, pero, como lo ha dicho el Presidente, esta revolución agraria se podrá palpar recién en el 2016 o 2017.

    UN RESUMEN DE SU HOJA DE VIDA

    La formación. Graduado en administración de empresas y marketing en la USFQ.

    En el sector público. Ministro Coordinador de Desarrollo Social, (2012-13), Ministro de Relaciones Laborales, MRL (2009-12); Secretario Nacional Técnico de Desarrollo de RR.HH., etc.

    «Vamos a sustituir un 5%  de los componentes de la gasolina extra, con el bioetanol, en donde se van a sembrar hasta el año 2016 unas 36 000 hectáreas de caña».

    «Los institutos, como el Iniap,  estaban hecho un desastre; ahora, ya tenemos laboratorios de nivel internacional».

    «En cuanto al café, estamos importando  125 millones de dólares al año, pero estará sustituido en un 100%, en el 2017».

  • Las pilas se mantienen cargadas en Ecuador

    REDACCIÓN QUITO

    En la lista de compras mensuales de Cristóbal Vintimilla, junto a la leche, la carne, los embutidos y otros alimentos que adquiere en un supermercado, también se incluyen las pilas para el control remoto de la televisión, para la cámara de fotos o para algún juguete de sus hijos. La mayoría de las veces, cuenta este economista, es para algún muñeco o un carrito a control remoto, que no funciona o lo hace a medias por falta de baterías.

    Este padre de familia indica que por lo general compra empaques de dos pilas doble A y triple A, que también las utiliza para el calefón.

    En Ecuador, cada año se comercializan alrededor de 30 millones de pilas cilíndricas, entre baterías de carbón, alcalinas y recargables. La cifra la maneja Johanna Jaramillo, jefa de marca de Eveready en Ecuador.

    Esta ejecutiva aclara que la comercialización de estos artículos se da de dos maneras: en el canal tradicional, es decir en la tienda del barrio o en mercados; y en autoservicios, a los que Jaramillo define como un canal de venta moderno.

    Los negocios independientes, que no son parte de grandes cadenas, son los más importantes para la venta de este producto, sostiene Jaramillo. «Es algo distinto a lo que ocurre en otros países de la región y de otros continentes. Ecuador es un mercado diferente».

    Corporación Favorita ofrece en sus diferentes locales las marcas Energizer, Varta, Rayovac, Sony, Enercell y Duracell. Un vocero de esta firma señala que en los últimos tres años, la venta de pilas cilíndricas ha tenido un incremento en ventas debido al crecimiento del mercado. «Al tratarse de un producto de uso diario y que aplica a todo tipo de mercado, como familias, hospitales, etc., es necesaria su comercialización».

    El origen de estas baterías es extranjero. Jaramillo explica que la producción de pilas está concentrada en Singapur y en EE.UU. En el mercado también se encuentran pilas procedentes de China, de marcas desconocidas, pero las de mayor eficiencia son las mencionadas anteriormente, según usuarios consultados.

    Andrés Vaca es otro comprador permanente de estas baterías. Él adquiere en la tienda de su barrio, en Cuenca, dos paquetes triple A cada mes. Según la necesidad, Vaca utiliza pilas de carbón o baterías alcalinas. Las primeras, según explica este consumidor, las emplea en aparatos de menor demanda de energía como el calefón, en una linterna o en el reloj de pared. «Pero las alcalinas las compro para los juguetes que mis hijos utilizan casi a diario».

    Este segmento tiene un crecimiento anual que no supera el 5%, según la representante de Eveready. Jaramillo añade que sí se evidencia un aceleramiento en la tecnología utilizada en la elaboración y en el rendimiento de las pilas cilíndricas.

    Otro dato que tiene la representante de Eveready: a la hora de la compra, las mujeres se inclinan por las pilas de carbón. Los hombres, en cambio, prefieren las baterías recargables.

    Un perfil

    Un estudio. Nielsen Global Track Roadmap and Snapshot presentó un estudio en que segmenta a los papás que adquieren pilas cilíndricas.

    La segmentación. El 13% piensa en el ambiente y prefiere las pilas recargables. Un 17% considera a la batería parte integral de su vida, se trata del papá tecnológico. El 14% se fija en el precio del producto. El porcentaje restante (56%) se divide entre papás que prueban nuevos productos y que necesitan siempre estar con pilas disponibles.

    La tecnología.  El consumidor que busca baterías de mejor tecnología, aún es un segmento limitado.

  • La Factura económica que dejo el Mundial de fútbol a Brasil

    La situación interna

    Julio se caracterizó por ser un mes afectado por la paralización de la industria, durante los días festivos, con motivo del Mundial de Fútbol 2014. Para muchos analistas, el desarrollo de este torneo también influyó en los bajos indicadores económicos que hoy tienen al país en una recesión técnica.

    Pero también hay dudas frente a toda la inversión que realizó el Gobierno para la construcción y remodelación de los estadios de fútbol. Ahora allí se preguntan: ¿qué pasará con los ‘elefantes blancos’? Asimismo, de las 70 obras que se tenían planeadas ejecutar en aeropuertos y puertos, solo 24 fueron concluidas y en ellas se ocupó menos de un cuarto del volumen financiero total previsto, según una nota publicada por O’Globo.

    Además, se informó que entre las obras que menos avanzaron están las de mejoría de la movilidad urbana. De 35 proyectos en las ciudades sedes, solo fueron concluidos nueve y otros 11 están parcialmente en operación, como el BRT Transcarioca, en el Río de Janeiro, un metrobús que cruza la metrópoli para conectarla con el aeropuerto.

    Para Rodrigo Prada, portavoz del Sindicato de Constructores (Sinaenco), uno de los principales errores del Mundial fue haber definido 12 sedes, cuatro de ellas en lugares que no tienen equipos de Primera División, como Brasilia, Natal, Cuiabá y Manaos, uno de los casos más comentados, según publicó ABC de España, al hacer un balance de Brasil 2014.

    Frente a las críticas por los recursos destinados a uno de los eventos deportivos más importante, el Gobierno informó que los USD 3 200 millones invertidos en estadios son ínfimos frente a los 674 000 millones dedicados a educación y sanidad en los últimos cuatro años.

    Ahora, Brasil debe enfrentar los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que se realizarán en el 2016. Su organización es una «prioridad absoluta», para el Gobierno brasileño. Por el momento, el Comité Olímpico Internacional (COI) anunció que contribuirá con USD 1 600 millones al desarrollo del encuentro. Por ahora, todos miran qué pasará en las elecciones presidenciales de octubre y el gasto que representarán las Olimpiadas.

    12 estadios se construyeron para las sedes del Mundial de Fútbol.

  • Patricio Rivera: ‘La Junta tendrá que establecer 300 regulaciones en el Código’

    Xavier Basantes. Editor del Semanario LÍDERES

    El Ministro recibió a LÍDERES en su nuevo despacho, el 9 de septiembre, a las 12:10. Este sitio luce impecable, se destaca la imagen de un cucurucho en una de las mesas y a través de sus amplios ventanales, se puede mirar el césped aún amarillo del Parque La Carolina (norte de Quito). Sobre sus hombros recae la compleja tarea de presidir una Junta especial de amplios poderes, que regulará a todo el sistema financiero.

    ¿Usted es el ‘Superministro’ del Gobierno?

    Soy un servidor público más y lo importante detrás de esto es que tenemos un conjunto de personas y que la gente confía en lo que hacemos.

    ¿Además de la aprobación del Código Monetario, en la agenda del Ejecutivo hay otras leyes orientadas a ensamblar su política económica?

    Es importante destacar que nosotros trabajamos en red y eso significa que entendemos a la política económica articulada con otras políticas. El objetivo del Ecuador es lograr un crecimiento sostenido de corto plazo, con redistribución. Entonces, cuando me pregunta si se requieren más cuerpos legales para articular esa política pública, la respuesta es sí.

    ¿Cuáles son esos proyectos?

    El Código Laboral es una piedra angular en un proceso de este tipo; otro tema es pensar en actualizar la normativa de seguridad social; otro asunto importante tiene que ver con el uso del suelo, para la vivienda por ejemplo, y la plusvalía.

    ¿Ese es el orden de las prioridades de cuerpos legales del Ejecutivo en materia económica?

    Son temas esenciales. No podría decir que una sea más importante que la otra. Lo indudable es que el ser humano está ante todo, por lo que uno de esos temas prioritarios es el Código Laboral y el de la seguridad social; por lo que ambos van de la mano.

    Por ahora, el nuevo Código Monetario genera una intensa agenda de trabajo. ¿Cuáles serán las primeras decisiones que tomará la Junta?

    Una vez que se publique el Código en el Registro Oficial (12 de septiembre), el Presidente deberá designar a su delegado e iniciaremos el trabajo. ¿Qué es lo importante en las acciones que debe tomar la Junta? Que el crédito, al ser un instrumento tan poderoso, sirva para conseguir los objetivos de política pública, que sirva para incentivar comportamientos y desincentivar otros. Si uno quiere que haya más empleo, por ejemplo, debe establecer incentivos y regulaciones, que impulsen el crédito productivo.

    ¿Cuáles serán esos incentivos?

    Hay que buscar que el costo, los plazos, para ese crédito sean los adecuados. ¿Cómo se sostiene la dolarización? En sencillo: se sostiene porque entran más dólares de los que salen. Entonces, el Ecuador si quiere sostener un sistema como el de la dolarización tiene que garantizar que el crédito sea un instrumento para que entren más dólares.

    ¿Cuándo estarán listas esas herramientas?

    Este es un esfuerzo muy grande y desarrollar esos instrumentos puede tomar algunos meses.

    ¿Cuáles son los prioritarios?

    Aparte del manejo del crédito como un instrumento de desarrollo, hay instrumentos del mercado de valores que tenemos que comenzar a desarrollar, por ejemplo, la negociación de las facturas; tenemos que regular el seguro y el reaseguro dentro de la economía. Ecuador tiene una tasa de reaseguro en vehículos y vida de las más altas de toda la región.

    ¿Cuántas regulaciones deberá establecer la Junta para estar acorde con el Código?

    El listado de regulaciones que tiene que sacar la Junta supera las 300. Conforme estemos listos para ir expidiéndolas, conversaremos con los involucrados. Algo importante del Código es tener un Consejo Consultivo, para escuchar a la gente, aunque anticipo que no estaremos de acuerdo con todo lo que allí se mencione, y ahí pueden participar las entidades financieras. A la banca le conviene que la economía crezca, que haya más demanda de crédito, porque hace más negocios. El Gobierno quiere que exista crecimiento con redistribución y ahí podemos hacer una alianza estratégica, para remar al mismo lado. Pero no solo se escuchará a los bancos, hay que escuchar al usuario, al aparato productivo, porque son quienes demandan el crédito.

    ¿Cómo se va a manejar el Fondo de Liquidez, en qué se va a invertir y qué pasó con los compromisos alcanzados con los banqueros?

    Somos un Gobierno que escucha, por eso nos reunimos con la banca; les explicamos cómo funcionan estos temas y se quedaron tranquilos. Hicieron tres o cuatro sugerencias que las recogimos; una de ellas, el Fondo de Liquidez. La normativa decía que debíamos tener mecanismos para garantizar las inversiones, pero con criterios tradicionales. Nosotros hicimos ver a la banca nuestra preocupación por los criterios que ellos utilizan, porque a nuestro criterio eso no nos garantizaba nada. ¿Cuáles eran esos criterios? Invertir en bancos AA o AAA en el exterior. ¿Cuál fue nuestra respuesta? Veamos a esos bancos, que tenían calificaciones AA y AAA: Bearn Stearns, Lehman Brothers, AIG, Wachovia -¿sabía que en Wachovia gobiernos anteriores tenían la reserva?-, esos bancos quebraron o fueron rescatados.

    Ese es un tema de otro debate, en donde las críticas apuntaron a las calificadoras de riesgo.

    ¿Se da cuenta que la mera calificación AA no nos garantiza mucho? ¿Qué es lo que queremos decir? Que los mecanismos para garantizar la seguridad sobre esos depósitos son más complejos que los de una calificación. La manera en la que se invierta el Fondo tiene que garantizar: seguridad, liquidez y rentabilidad (…). Se retiró del texto la opción de que se destinen recursos del Fondo a bonos del Estado, porque no pensábamos hacerlo y porque eso le dejaba más tranquila a la banca. Pero eso no quiere decir que uno no pueda tener un portafolio mucho más dinámico: uno puede invertir en multilaterales, puede invertir parte del dinero en instrumentos de alta liquidez y seguridad dentro del Ecuador para financiar crédito, se pueden hacer muchas cosas.

    ¿Pueden entrar allí los papeles de la CFN?

    Está más pensado en un enfoque de inversión de altísima liquidez, con un enfoque más del sector privado o multilateral. En ese segmento pensamos.

    UN BREVE RESUMEN DE SU GESTIÓN PÚBLICA

    La formación. Economista graduado en la PUCE, Quito; maestría en Economía del Desarrollo de la Flacso, de 34 años.

    Los cargos. Exministro de Finanzas, Exsubsecretario de Inversión Pública, Exsubsecretario de Gestión Corporativa en la Senplades.

    La frase. «Si se quiere sostener un sistema como el de la dolarización se tiene que garantizar que el crédito sea un instrumento para que entren más dólares a la economía».

  • 80 familias llenan una canasta

    Cristina Márque. Redacción Sierra-Centro/LÍDERES

    Lupita Ruiz recuerda con claridad la época en la que se dolarizó la economía ecuatoriana (año 2000). En los mercados locales los productos dejaron de costar entre 2 000 y 4 000 sucres, y la frase «A dólar, a dólar», se hizo popular entre los comerciantes. La crisis afectó a su familia, como a muchas otras de su barrio en Riobamba, por eso un grupo se organizó para integrar la Canasta Comunitaria.

    El programa consiste en reunir dinero para comprar los alimentos directamente a los productores al por mayor, y luego dividirlo en partes iguales a las familias que aportan USD 12,50 cada 15 días. Actualmente, 80 socios se benefician de este programa de economía solidaria.

    «Todo estaba caro en el mercado. En una ocasión organizábamos una cena para los jóvenes y con la contribución de todos, los alimentos nos costaron menos y hasta nos sobró», recuerda Ruiz.

    Así surgió la idea de colaborar para las compras de la semana. En un inicio las 25 familias que pertenecían a un grupo de oración aportaron USD 5 para adquirir los productos, la idea resultó efectiva y al poco tiempo decidieron oficializar el programa e incluir a más familias. Por eso se integró la Fundación Utopía.

    La convocatoria se dio en al año 2000 a través de los medios de comunicación y la primera semana hubo 350 familias inscritas. «Lo que la gente no comprendió es que este era un trabajo voluntario y sin fines de lucro. Nadie ganaba un sueldo y todos debíamos trabajar por turnos para armar las canastas, por eso muchos se retiraron», explica Lupita.

    Las familias que se benefician del programa deben escoger las comisiones para sumarse al grupo. Una, se dedica a ubicar a productores, de preferencia orgánicos, que ofrezcan alimentos de calidad y a un precio justo. Actualmente en la canasta se incluyen 25 productos entre verduras, hortalizas, frutas de temporada, etc. Estos se escogen de acuerdo a una guía nutricional y se compran a los productores asociados en cuatro cantones: Penipe, Riobamba, Colta y Alausí.

    Entre tanto, otra comisión se encarga de coordinar la distribución de las canastas y la logística para dividir los alimentos. Esta rutina se cumple cada 15 días.

    Todas las familias deben acudir al menos tres veces al año a la división de los alimentos. Por turnos se encargan de pesar los productos, contarlos y dividirlos en partes iguales. El trabajo empieza a las 06:00 y concluye a las 12:00.

    «Este es un buen ejemplo de lo que se puede lograr con la cooperación. También compartimos recetas y acudimos a talleres de nutrición», cuenta Nelson Tapia, uno de los beneficiarios.

    La organización

    La modalidad. Para las familias que deseen sumarse y participar en el programa de la Canasta Comunitaria se puede acudir a las oficinas de la Fundación Utopía, junto al Hospital General Docente, en la ciudadela Manuelita Sáenz (sur de Riobamba).

    Los precios. El costo de la canasta es de USD 12,50, la inscripción cuesta USD 1, y se debe firmar un compromiso para cumplir con los turnos voluntarios.

    La influencia. La Canasta Comunitaria inspiró a otras organizaciones no gubernamentales que promueven la economía solidaria en Ecuador. El programa se replica en otras tres ciudades del país: Cuenca, Los Ríos y Quito.

  • La apreciación del dólar preocupa

    Agencia EFE y Redacción Líderes (I)

    La Reserva Federal (Fed) analiza con «preocupación» la apreciación del dólar respecto al euro en los últimos meses ante sus posibles «efectos adversos» en el sector exterior de EE.UU. Esa apreciación consta en las actas de la última reunión del banco central estadounidense y que fueron reveladas la semana anterior.

    «Algunos participantes expresaron su preocupación porque la persistente falta de crecimiento e inflación en la zona euro pueda llevar a una mayor apreciación del dólar y a tener efectos adversos sobre el sector externo de EE.UU.», dicen los documentos de la Fed. Como consecuencia, agregaron, el crecimiento en EE.UU. «podría ser menor de lo esperado si el crecimiento extranjero se debilita más de lo anticipado».

    Las medidas de estímulo monetario por parte del Banco Central Europeo (BCE) para impulsar el euro han provocado que la divisa europea registre mínimos respecto al dólar, al llegar a negociarse la última semana a 1,26 dólares, niveles no vistos desde hace dos años.

    Asimismo, otros miembros del Comité Federal de Mercado Abierto, que dirige la política monetaria de EE.UU., expresaron similares temores sobre una bajada en las perspectivas de crecimiento «en China o Japón, o eventos inesperados en Oriente Medio y Ucrania«.

    Estas actas corresponden a la última reunión del organismo dirigido por Janet Yellen, celebrada el 16 y 17 de septiembre, y que se hicieron públicas con las habituales tres semanas de retraso.

    Tras el encuentro, la Fed reiteró su intención de mantener los tipos de interés, actualmente entre el 0% y el 0,25%, por un «tiempo considerable» para apoyar la recuperación económica y redujo el volumen del programa de compra de bonos mensuales a USD 15 000 millones.

    Se espera que la Fed concluya el programa en su próxima reunión de finales de octubre, por lo que ahora la incógnita es la fecha para la primera subida de los tipos de interés desde el 2008, que los analistas ubican para mediados del 2015.

    Los últimos datos de mejoría en EE.UU., como el repunte del producto interno bruto (PIB) en el tercer trimestre o la bajada del desempleo al 5,9% en septiembre, han agitado el debate sobre un subida de tipos antes de lo esperado.

    El alza del dólar encarece las ventas de productos de EE.UU. al exterior y hace más baratas las importaciones. Esa misma situación también se sentirá en economías dolarizadas como Ecuador, Panamá y El Salvador: sus exportaciones, que están denominadas en dólares, se harán más caras y menos competitivas.

    Las señales de la renovada fortaleza del dólar se empiezan a sentir también en el resto de América Latina.

    En Colombia, por ejemplo, la divisa estadounidense ha superado este año la «barrera psicológica» de los 2 000 pesos por dólar, por primera vez desde el 2010. Asimismo, han experimentado caídas importantes en el mercado cambiario, entre otros, el peso mexicano, el sol peruano y el peso chileno.

    Las consecuencias El envío de remesas.   La apreciación del dólar tendrá un impacto positivo en millones de latinoamericanos, a través de las remesas que envían los inmigrantes en Estados Unidos a sus países de origen.

    Incentivos al ahorro.  La apreciación del dólar también se convierte en un incentivo para ahorrar en este tipo de moneda, en los países latinoamericanos.

    Los industriales.  En Colombia, México, Perú y Chile, un dólar más fuerte es apreciado por los industriales y productores de bienes para la exportación.

  • La economía regional se enfría

    El memo de la semana

    Esta semana se cumple en Washington el encuentro de los principales organismos multilaterales, para evaluar el comportamiento de la economía mundial y tratar de establecer acciones que permitan contrarrestar ese decaimiento. En este contexto, la situación que vive América Latina merece particular interés de las autoridades y que incluso llevan a calificar como el «fin de la fiesta» de una década boyante, que alimentó las arcas fiscales con los buenos ingresos por la exportación de comodities.

    Esa situación incluso lleva a pronosticar que la región crezca solo un 1,5% en el 2014, por debajo de las más recientes previsiones del Fondo Monetario Internacional, de julio, que situaban el crecimiento en Latinoamérica y el Caribe en 2% para este año y 2,6% para el 2015.

    Entre los argumentos que se atribuyen consta la recesión en Brasil y el debilitamiento en Argentina y Venezuela; pero es indudable que la caída de los precios del petróleo en el mercado mundial pesan, y bastante. Uno de los grandes desafíos de la economía latinoamericana es la falta de productividad y competitividad, y la escasa diversificación en sus exportaciones.

    Ecuador no es ajeno a esta realidad y las autoridades también delinean su estrategia para enfrentar los retos económicos del último trimestre del año y el financiamiento del 2015. Desde esa perspectiva, la prudencia con la que se perfilen los indicadores de gastos e ingresos será la mejor herramienta para evitar contratiempos.

  • El camarón mostró su repunte en una feria

    El sector camaronero mostró en dos actividades, una feria y un congreso internacional, el porqué de su importancia en la economía ecuatoriana.

    La Cámara Nacional de Acuacultura, el gremio que aglutina a los productores del crustáceo del país, fue la artífice de la segunda AquaExpo del año, y del XVI Congreso Ecuatoriano de Acuicultura. Ambos eventos se realizaron paralelamente en el Hotel Hilton Colón de Guayaquil, entre el 20 y el 23 de este mes. La primera Aquaexpo se realizó en Machala (El Oro), a mediados de julio pasado.

    La AquaExpo de Guayaquil congregó a 84 expositores, entre empresas proveedoras de bienes y servicios, y entidades gubernamentales como el Viceministerio de Acuacultura y ProEcuador.

    Los cultivadores del crustáceo aprovecharon el congreso para actualizarse sobre las nuevas técnicas de producción y conocer lo que están haciendo sus competidores en el mundo. Por ello, una de las ponencias más esperadas fue la de los representantes de la Federación de productores de camarón de la India.

    Este país es el principal competidor de Ecuador en el mercado europeo.

    Los países del bloque europeo adquieren actualmente el 40% del camarón que exporta Ecuador.

    Santos Córdova, mediano productor de la zona de Santa Rosa, en el sur de la provincia de El Oro, considera que la actividad está boyante, debido en parte a los buenos precios del crustáceo. Este camaronero cultiva 350 hectáreas en las zonas de Jelí y El Coco, cercanas al mar. «Ahora tenemos más acceso a la banca. Los préstamos los reinvertimos en mejorar la finca», menciona. Santos ‘cosecha’ entre 1 800 y 2 000 libras por ha.