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  • Bianca Dáger: ‘Hoy es vital fortalecer el ecosistema’

    Priscilla Alvarado   (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Bianca Dáger, gerenta de la Empresa Pública Municipal para la Gestión de la Innovación y Competitividad (Épico) hace un diagnóstico de cómo se encuentra el sector emprendedor de Guayaquil. Además, qué impactos arrojó la pandemia y cuáles son los mayores retos.

    ¿Puede definirse a Guayaquil como una ciudad emprendedora?
    Por supuesto. La pandemia fue una muestra de lo que se puede alcanzar como ciudad. Los emprendedores reaccionaron y se insertaron en el sector con propuestas atractivas. Sin embargo, hay que reconocer que los ecosistemas están aún incipientes y hay falta de coordinación entre autoridades y actores de la sociedad civil.

    ¿Ese es el campo de acción de la Empresa Pública Municipal para la Gestión de la Innovación y Competitividad (Épico)?
    Nos definimos como ‘los conectores’ porque lo que está haciendo Épico es juntar ese sistema de innovación que está disperso entre diversos actores de la sociedad, generando y creando espacios donde la gente se siente a la mesa a pensar en la ciudad, desde diferentes ámbitos. Hay un ecosistema de innovación débil en el que se debe trabajar, desde el Municipio, el sector productivo, la academia y los ciudadanos.

    ¿En qué se está enfocando Épico para fortalecer ese ecosistema?
    En la capacitación, a través del centro de emprendimiento, y lograr conexiones. Sabemos que, por un lado, están los actores de ese ecosistema que son los emprendedores. Primero se debe trabajar en el puente para que organizaciones apoyen a esos nuevos empresarios. Hay que encontrar oportunidades para que lleguen los inversionistas ángeles, se creen fondos de capital de riesgo y se construya un espacio seguro para las nuevas iniciativas.

    ¿Cómo es el trabajo en el Centro de emprendimiento?
    Existen cuatro etapas. En la fase de descubrimiento se identifican las oportunidades, conexiones y soportes para potencializar la idea. Luego, está la etapa ‘re-creando’, que es el punto de partida del negocio. Se analiza la viabilidad y el giro adecuado. En la fase ‘validando’ se dota de herramientas para que el emprendimiento sea innovador y, por último, en ‘despegando’ se acompaña al nuevo empresario, para elaborar una proyección del negocio y potenciar las ventas.

    ¿Aún hace falta trabajar en competitividad?
    Es un factor clave. En Guayaquil, por ejemplo, tenemos una matriz de competitividad muy diversificada, pero con baja generación de conocimiento porque estamos muy enfocados en materias primas. Es allí donde debe crecer la innovación, más ahora en tiempo de pandemia. El incremento de este factor solo se logra con el trabajo conjunto y políticas claras del sector privado, la academia, los emprendedores y el gobierno local.

    La palabra emprendimiento está de moda en el panorama actual. Muchos actores de la sociedad se motivan con esa palabra, sin saber los retos a los que se enfrentan. ¿Se ha malentendido ese concepto?
    La palabra atrae, pero no se le da la profundidad requerida. Es importante saber que no se puede hacer las cosas igual que el resto y esperar resultados distintos. Si se quiere emprender, en estos tiempos, se debe tener un modelo de negocio con un propósito claro y propuesta de valor nueva. Allí entran dos elementos, definir la necesidad que voy a cubrir y cómo voy a medir que estoy haciendo las cosas bien.

    ¿Qué riesgos existen?
    De fracasar, por supuesto. Es allí donde la construcción de un ecosistema fuerte garantizará que, si en algún momento un negocio fracasa, no haya obstáculos para que el emprendedor vuelva a levantarse o reconfigurarse.

    Usted dice que el ecosistema puede evolucionar con políticas claras. ¿Pero qué pasa cuando se cambian las autoridades y entran en juego otros intereses?
    Si se tiene una agenda clara a mediano y largo plazo, las autoridades de turno valorarán esa organización y continuarán con el trabajo. Eso es lo que se trata de impulsar desde Épico, un horizonte que transcienda a pesar del cambio de autoridades. Hay que respetar las visiones de los líderes que toman la posta de los cabildos, pero se debe siempre evaluar que si en una materia se ha avanzado o se ha construido algo se lo debe mantener.

    ¿Qué nuevas características deben tener los emprendimientos, dado el contexto actual?
    Debe ser algo novedoso, pero que pueda tener capacidad de adaptación, en el caso de que cambien las reglas de juego. Hay emprendimientos que no sobrevivieron el confinamiento y eso dejó una lección de siempre abrir el abanico.

    ¿Qué perfiles de emprendedores se han identificado en Guayaquil?
    De acuerdo con el nivel de escolaridad, los universitarios son los que más se arriesgan a crear nuevos negocios. Luego le siguen los bachilleres y técnicos.

    ¿El emprendimiento por necesidad es la principal característica de los nuevos negocios en la ciudad?
    Sí. Sin embargo, eso no es malo. Hay quienes se arriesgan a emprender, se quedan de ese lado y despuntan. En Guayaquil, siete de cada 10 personas que han quedado desempleadas quieren emprender. Ven esta posibilidad como su única fuente segura de ingresos, al menos, por ahora, hasta que la situación mejore.

    Guayaquil tiene un ADN empresarial muy marcado por ser una ciudad portuaria y comercial, ¿los emprendimientos se enfocan en esas áreas?
    Según lo que hemos detectado desde Épico, si bien los nuevos empresarios crean negocios para atender esas dos grandes corrientes, hay un abanico más amplio. Por ejemplo, hay iniciativas creadas para la fabricación de alimentos procesados, servicios técnicos, producción básica de agricultura, desarrollo de tecnología e incluso para la creación de servicios culturales.

    ¿Qué se está impulsando desde Épico para la reactivación económica?
    El Municipio de Guayaquil, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Ecuador y Épico, impulsan el plan Guayaquil en marcha, que busca capacitar gratuitamente y fortalecer al sector comercial minorista, con especial atención en tiendas, locales de comida, almacenes de venta de ropa y accesorios. Esto con la finalidad de reactivar sus iniciativas económicas y adaptarse a las condiciones pospandemia. Ya se ha escogido a 80 negocios de la zona céntrica de la ciudad.

    ¿Hay una nueva mentalidad en los emprendedores posterior a la pandemia?
    Totalmente. Algo que nos deja el contexto actual es que se debe ser resiliente y abierto a cambios. Hay dos grandes desafíos. Por un lado, es la transformación digital y por otro lado es lograr ser sostenibles. Pensar en sostenibilidad

    Hoja de vida
    Su formación. Ingeniera agrónoma por la Universidad Earth (Escuela de Agricultura de la Región Tropical Húmeda) de Costa Rica; maestría en Administración de Empresas de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo y un diplomado en el IDE de Responsabilidad Social.

    Su experiencia. Es mentora de Women4Climate y Embajadora de ODS en Ecuador. Obtuvo el primer León de Oro de Cannes para Ecuador en la Cumbre Internacional del Medio Ambiente. Es cofundadora de los Premios Latinoamérica Verde. Promovió la creación de Alma, grupo de mujeres que con campañas de educación ambiental fomenta estilos de vida sustentables.

    Bianca Dáger, gerenta de la Empresa Pública Municipal para la Gestión de la Innovación y Competitividad (Épico) hace un diagnóstico de cómo se encuentra el sector emprendedor de Guayaquil. Fotos: Enrique Pesantes / LÍDERES
    Bianca Dáger, gerenta de la Empresa Pública Municipal para la Gestión de la Innovación y Competitividad (Épico) hace un diagnóstico de cómo se encuentra el sector emprendedor de Guayaquil. Fotos: Enrique Pesantes / LÍDERES
  • Un foro para analizar la Ley de Emprendimiento, este 2 de junio de 2020

    Redacción Líderes

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    La Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI) organiza este martes 2 de junio de 2020, a las 18:00, el foro ‘Beneficios de la Ley Orgánica del Emprendimiento e Innovación’. El encuentro servirá para analizar la nueva normativa aprobada por la Asamblea Nacional en febrero pasado y cuyo reglamento está por expedirse en estos días.

    Revista Líderes, publicación que es parte de El Comercio, apoyará con la difusión del evento que se transmitirá por Facebook Live de la AEI y de la Revista Líderes.

    El foro tendrá como panelistas a Natalia Almeida, subdirectora de la AEI; Jackson Torres, Viceministro de Producción; María Augusta Proaño, Directora de Fundación Telefónica; Byron Robayo, del estudio jurídico Paz Horowitz; y Esteban Donoso, de Corporación Legal Ecuador.
    El foro llega en un momento particular para el ecosistema emprendedor ecuatoriano que también siente los efectos de la pandemia del covid19. La AEI y Revista Líderes invitan a los emprendedores e innovadores ecuatorianos a participar de este encuentro.

    El martes 2 de junio se llevará a cabo el foro: 'Beneficios de la Ley Orgánica del Emprendimiento e Innovación'.
    El martes 2 de junio se llevará a cabo el foro: ‘Beneficios de la Ley Orgánica del Emprendimiento e Innovación’.
  • El ecosistema emprendedor

    Memo de la semana

    El emprendedor ecuatoriano está acostumbrado a los desafíos. Sabe que concretar una idea es un asunto que implica esfuerzo, sacrificio, tiempo, recursos, etc.

    Pero también cree en sus ideas, y trabaja día a día para desarrollarlas y convertirlas en productos o servicios con demanda en el mercado. En ese camino, la innovación es una condición fundamental para diferenciarse.

    El proceso de emprender e innovar toma tiempo. A escala global existen ejemplos como Estados Unidos, Corea del Sur, Reino Unido, entre otros. En estos países, las políticas públicas se alinearon con los emprendedores y los inversionistas para generar ecosistemas sólidos y de largo aliento.

    Ecuador tiene una de las tasas de emprendimiento más altas de la región y cuenta con ejemplos de ideas innovadoras, que ya funcionan con éxito dentro y fuera del país. Estos emprendedores son exportadores de conocimiento, pero también de servicios y productos, que tienen clientes en Europa, Asia y América.

    Ellos son los protagonistas del ecosistema emprendedor que requiere más apoyo de parte de las autoridades.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • El ecosistema emprendedor, en un mapa

    Redacción Quito

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    En la naturaleza, un ecosistema es aquella comunidad de seres cuyos procesos vitales se relacionan entre sí. Unos dependen de otros para subsistir.

    En el ecosistema del emprendimiento sucede lo mismo. Por eso, hace tres meses comenzó a gestarse el Mapa de Innovación y Emprendimiento Quito, una herramienta para fortalecer los nexos entre los actores de la cadena del emprendimiento.

    Se trata de una plataforma de datos abiertos gestada por MediaLab, Urbamapp, el Laboratorio de Innovación y Gobierno de Quito del Municipio (Linq), ConQuito y Global Shapers Quito Hub.
    Desde el 13 de diciembre, el sitio web desde donde funciona la iniciativa, mapainnovacionquito.org, está abierto al público.

    El portal tiene dos pilares de acción. Por una parte está la función de mapeo para que cualquier ‘start up’, espacio de coworking, incubadora, proyecto o emprendimiento, registre información sobre sus actividades y la ubicación de su sede y sucursales.

    Iván Tercero, productor general de MediaLab, cuenta que en el 2015 este espacio comenzó a recopilar información de emprendimientos, con la idea de incluirlos en un mapa abierto.
    Sin embargo, Tercero cuenta que entendieron que si cruzaban datos y se unían a iniciativas similares, el proyecto podría ser más fuerte y completo. Linq, por ejemplo, había emprendido un proyecto similar.

    “Hay mucha capacidad y muchas cosas están pasando en la ciudad, se necesitaba ver como potenciarlo”, indica Tercero.

    La iniciativa también busca que, a través de un formulario con 15 preguntas basadas en el Global Entrepreneurship Index, los participantes proporcionen información que permita investigar en qué etapa y en qué condiciones se desenvuelven los participantes del mundo del emprendimiento.

    “Para hacer una radiografía del ecosistema emprendedor en Quito”, detalla Santiago Crespo, director de Linq.

    Por ejemplo, se pregunta sobre qué objetivos de desarrollo sostenible cubren, en qué fase del negocio están, qué barreras enfrentan, entre otras, explica Crespo. La data de los resultados estará disponible para el público.

    Ana María Quiroz, gerenta de Urbamapp, señala que es necesario que en la ciudad exista un mapa que no sea sostenido por un solo ente, sino en el que todos los participantes del ecosistema puedan encontrar información para complementar sus actividades.

    Así, un pequeño emprendedor puede conocer a otro emprendedor que produzca insumos complementarios a su actividad. O identificar en qué zona está el espacio de coworking que está más cerca de su casa. Ya existen unos 200 puntos mapeados.

    “Tenemos los elementos, pero no podemos estar dispersos. Con este proyecto vamos a empezar a levantar datos que nos permitan analizar y visualizar los problemas que enfrentan los emprendedores, para llegar a algunas hipótesis de qué está pasando en la ciudad”, dice Quiroz.

    En enero, junto con algunas universidades, la iniciativa espera visitar los puntos mapeados para hacer una encuesta que profundice en la situación de cada uno.

    El  Mapa de Innovación y Emprendimiento Quito se presentó el pasado 13 de diciembre . Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    El Mapa de Innovación y Emprendimiento Quito se presentó el pasado 13 de diciembre . Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • Una cárcel uruguaya que desarrolla su propio ecosistema emprendedor

    Agencia AFP

    Al llegar a la cárcel de Punta de Rieles, en el este de Montevideo, nada delata lo que esconden los muros y alambrados. Una vez adentro, se encuentran una panadería, una pizzería, fábricas de bloques y ladrillos, artesanos moldeando figuras en yeso o un invernadero de lechugas.

    Cada uno de estos emprendimientos tiene como responsables a los presos, que pueden mantenerlos funcionando una vez cumplan sus condenas si están dispuestos a regresar cada día al lugar en el que alguna vez estuvieron recluidos.

    Se trata de un programa de reinserción social que abarca a detenidos por las más diversas causas, excepto por delitos sexuales.

    En un sistema carcelario como el de Uruguay, que con una población de 3,5 millones de habitantes tiene a 10.000 personas privadas de libertad, los casi 700 internos de Punta de Rieles representan un porcentaje importante para un establecimiento de tipo “modelo”.

    Los presos llegan allí a base de buen comportamiento y “mucho escribir” pidiendo su traslado, contó uno de ellos a la AFP .

    “Acá me levanto a las 05:30. Tomo mate (la bebida típica de Uruguay) tranquilo y salgo 07:30 directo a laburar (trabajar). Hago 400 bloques por día. Laburo, laburo ” , resume Álvaro Brusti, de 34 años, de los cuales lleva cinco preso por robo a mano armada. Cuando salga de la cárcel espera poner una fábrica de bloques de hormigón para construcción, explica.

    Su producción, al igual que la de otros de sus compañeros, se vende a familiares de los presos y también a revendedores. Así los reclusos obtienen su paga, que les es depositada en una cuenta interna.

    La mayor parte del dinero va para su familia y el resto se lo entregan en forma de “vales” que intercambia por productos fabricados por otros presos.

    En esta cárcel se puede invitar a las visitas a almorzar a la pizzería o a la heladería “Cosas ricas”, todo pagado con su trabajo.

    “Me quedan dos años y cuatro meses. Mi conducta es derecha”, dice Brusti, y confiesa que antes de estar preso nunca había trabajado. “Sufrí mucho. Me quiero ir para hacer las cosas bien”.

    En Uruguay, el nivel de reincidencia llegó a trepar al 60% de los liberados.

    Un nuevo camino 

    Para muchos detenidos, la propuesta de esta prisión representa “un nuevo camino”. Así se llama la confitería del lugar.

    En la mañana de visita, las familias se reúnen en un parque central. Los niños corren. Algunos presos están solos.

    En medio se erige un escenario montado para mostrar los resultados de un programa de yoga en las cárceles.

    Federico González, de 30 años, preso hace cinco y con 10 años más por delante, canta un rap de su autoría.

    “Apostamos por nosotros y nosotros por el cambio, y estamos decididos a dar el paso. (…) Me siento vivo, para intentar lo que digo”. Su voz potente salida de su cuerpo enjuto retumba en el recinto carcelario.

    Cerca de allí, Fernando, ‘Nando’, tiene su taller de tatuajes. Su condena es larga. “ Los tatuajes acá siempre funcionan”, explica el joven que, orgulloso, cuenta que su equipo es “profesional” y que lo compró “con su trabajo”.

    En la mano de uno de sus compañeros dibuja un ojo en negro y rojo.

    Gilbert Ayrala tiene 44 años. Hace dos que salió de Punta de Rieles pero sigue volviendo a la cárcel a atender su panadería.

    “Con la misma fuerza que delinquí, tuve que emplear más fuerza para poder trabajar. Incluso tuve que pelear con la resistencia de algunos compañeros que me decían: ‘Che, pero ya te fuiste, andate, dejate de joder acá’. Vengo igual”, declara a la AFP .

    Muchos presos ven este sistema como una posibilidad de evitar el ocio, al que ven como causante de muchos de los males en las prisiones comunes.

    Francisco Javier, un español que tiene 25 años de prisión posibles y que asegura que no tiene sentencia luego de 10 años en la cárcel, administra una huerta de lechugas bajo invernadero en hidroponia.

    “Se vende afuera (a comerciantes) y a los internos. La inversión es propia. Si hay deuda la pagamos nosotros, como por el usufructo del lugar”, dice junto a su socio Gustavo Cordero.

    Los dos tienen 45 años y comparten el emprendimiento, en el que llevan invertidos unos USD 3 000.

    “Te tienen que descontar un día (de la condena) por cada dos de trabajo. Pero va a criterio del juez”, dice Francisco, quien pasó años en un penal violento cercano a Montevideo.

    Su huerta es una muestra de dedicación, con cajas ordenadas de las que brotan lechugas y albahaca. “ Este es un trabajo. Lo tomé como un desafío, probarme a mí mismo que puedo ” , dice de su lado Cordero.

    De la importancia de la dignidad 

    El preso “se parece bastante a uno, porque entiende que somos iguales. Cuando se le permite ser igual, uno se iguala”, dice a la AFP el director del establecimiento, Luis Parodi, a modo de declaración de principios.

    ¿La base del modelo? “La dignidad genera dignidad”, responde y aclara que los reclusos pasan por un período de prueba antes de obtener los beneficios que otorga el programa, que incluyen el uso de celular sin acceso a internet.

    “Nadie le regala nada a nadie” porque “el límite de la dignidad empieza cuando uno no humilla”, resume.

    A sus 65 años, este educador no proviene de las filas de las fuerzas de seguridad. Sostiene que en su experiencia, lo importante es “lo que se hace con lo que hay”.

    Los padres presos comienzan a despedirse de sus hijos pequeños; los hijos presos, de sus madres.

    A lo lejos un altavoz difunde el estribillo “ Cambia, todo cambia ” , de la canción interpretada por la legendaria cantautora argentina Mercedes Sosa.

    Algunos querrían que fuera un presagio.

    Un preso le realiza un tatuaje a un compañero en la prisión de Punta de Rieles en Montevideo. Foto: AFP
    Un preso le realiza un tatuaje a un compañero en la prisión de Punta de Rieles en Montevideo. Foto: AFP
  • Los retos del ecosistema emprendedor en América Latina y el Caribe

    Sofía Ramírez. Redactora (I)

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    El tamaño de las empresas, la capacidad de innovación y creatividad, la tolerancia al riesgo y el grado de madurez en la articulación con instituciones públicas, privadas y organizaciones sin fines de lucro son los principales retos que debe enfrentar América Latina y el Caribe para potenciar el ecosistema emprendedor.

    América Latina y el Caribe es considerada como una de las regiones más emprendedoras. Esta afirmación se sostiene en los resultados del reporte GEM Global Entrepreneurship Monitor del 2013. Esto debido a que las áreas más desarrolladas en el sector tienen que ver con los aspectos culturales favorables a la actividad emprendedora, condiciones de la demanda, políticas y regulación que facilitan la innovación empresarial.

    Sin embargo, las iniciativas empresariales que se gestan en estos 46 países, en su mayoría son de escalas reducidas y no genera más de 10 plazas de trabajos directos.

    Rebeca Vidal, ejecutiva de Políticas Públicas y Competitividad del Banco de Desarrollo de América Latina-CAF, sostiene que si bien existe una diversidad en el grado de desarrollo de los ecosistemas en la región, las principales oportunidades a fortalecer consisten en la eficacia de plataformas de ciencia, tecnología e innovación, el desarrollo de competencias emprendedoras en el capital humano y el acceso a financiamiento.

    Frente a estos retos, en la región existen países que se han destacado por ser impulsores de un ecosistema emprendedor que promueve programas de capacitación y articulación. Por ejemplo, desde Colombia se impulsa el proyecto ‘INNpulsa‘ que ofrece servicios financieros y no financieros a quienes quieren desarrollar nuevas iniciativas.

    Mientras que Brasil, país que lidera el tema emprendedor en la región, a través de la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep) en alianza con otras instituciones genera servicios para el desarrollo de la actividad empresarial con diferentes etapas, como: financiamiento con fondos de capital semilla, de riesgo y ‘private equity’ que a su vez, se vinculan con los planes de desarrollo económico del país.

    Otro caso de éxito en la región es Chile con su plan Start-UP Chile, de la Corporación de Fomento a la Producción (Corfo). Este programa es una especie de banca de desarrollo y agencia de fomento para los nuevos emprendedores.

    Rocío Fonseca, directora ejecutiva de Start-Up Chile, destaca que en este país, el acompañamiento por parte de expertos y la captación de talentos no solo locales, sino de otras partes del mundo es un aspecto diferenciador para emprender en ese país. Hasta la fecha, este programa recibió en un 70% proyectos de emprendedores de otros países, y el resto corresponde a chilenos.

    Como en el caso de Maritza Lanas. Esta ecuatoriana es co fundadora de la plataforma ‘Agent Piggy’, que enseña educación financiera a niños y jóvenes en Chile. Ella desarrolló este proyecto en este país en el 2010 debido que en esta nación existe un ambiente de estabilidad económica y tanto el sector público como privado están enfocadas en mejorar sus servicios a través de la innovación. Aquí es donde los emprendedores pueden tener presencia en el mercado.

    En el caso de Ecuador existen otros retos que deben enfrentarse para fortalecer el ecosistema emprendedor, como el acceso a financiamiento, el aspecto cultural y las actuales regulaciones. Para Ernesto Kruger, director ejecutivo de Kruger Labs estos tres retos debieran articularse de manera coherente para impulsar el emprendimiento en el país.

    En este caso, Ecuador fue el pionero en iniciar el emprendimiento debido a que se implementaron soluciones tecnológicas para el sistema financiero y accedió a Internet en la década de los 80. Pese a estas bases, el ecosistema emprendedor no se fortifica todavía, menciona Kruger.

    Los emprendedores deben superar distintos retos para mantenerse en el mercado. Foto: Archivo/ LÍDERES
    Los emprendedores deben superar distintos retos para mantenerse en el mercado. Foto: Archivo/ LÍDERES
  • ‘El ecosistema emprendedor es vital’

    Miguel Rivadeneira y Gonzalo Ruiz Álvarez, Programa El Personaje de Ecuadoradio

    La creación de ecosistemas del emprendimiento es uno de los principales retos que deben impulsar la Academia, el sector público y el privado. Esa es la tesis que promueve el empresario Fernando Moncayo, quien participa en el programa ‘El Personaje’, que se transmite este 12 de mayo, a través de Radio Platinum FM y Radio Quito AM.

    ¿Cómo establece las diferencias entre innovación, emprendimiento y creatividad?
    Lastimosamente en el Ecuador y en América Latina se confunden conceptos sobre creatividad, emprendimiento e innovación. Por un lado, puede haber personas muy creativas, pero si ese prototipo no se comercializa no pasa a ser una innovación.

    ¿Cuándo se aplica este proceso?
    La idea es la materia prima. Para hablar de innovación se requiere agregar valor y capturar valor; es decir, que alguien esté dispuesto a pagar por esa tecnología, por esa idea. El mundo está expuesto a un nivel de ideas y creatividad.

    ¿Cómo aterriza la idea en un proceso creativo?
    La idea y la creatividad pasan a ser innovación a través del emprendimiento, porque eso implica hacer que las cosas pasen. La idea en sí no vale nada; lo que vale es la capacidad de emprendimiento.

    ¿Quienes siguen adelante desarrollan métodos de emprendimiento?
    Aprovechar el emprendimiento por oportunidad y no por necesidad. Y lo que va a sacar a las naciones y a diferenciar a las empresas son los emprendimientos por oportunidad. El emprendimiento por necesidad es el que está ahí y para eso, lastimosamente los latinos somos expertos. Debe haber un valor agregado.

    ¿Cómo ve el desarrollo de las investigaciones en el país?
    El gran problema de Ecuador es que tenemos muy buenas actitudes, pero por nuestro entorno de emprendimiento los resultados nos ubican en los últimos puestos. Es importante crear ecosistemas del emprendimiento. Es uno de los principales retos que tenemos y ahí debemos trabajar públicos y privados.

    ¿Cómo llega Fernando Moncayo a estos procesos?
    Yo creo que el emprendedor se hace. Nos enseñaron desde niños a ganarnos nuestro dinero. Una vez, mi padre nos dijo: mientras más te digan no, más cerca del sí estás. Y esto es parte de la vida. Mi madre nos dijo: ustedes tres son hermanos y se tienen que apoyar. Han pasado 30 años y esa es nuestra premisa: todo lo que hacemos los hermanos, lo hacemos juntos. Nos complementamos.

    ¿Cuánto influyó el entorno, la escuela, el colegio?
    El proceso de educación vinculado con la religión y el deporte han sido parte de nuestro desarrollo. El emprendimiento es una carrera de resistencia y no de velocidad; siempre estuvimos vinculados con el deporte. Usted me presentaba como exitoso, pero es porque tengo paz interior, no es un tema de dinero.

    RESUMEN DE SU APORTE

    ¿Quién es?. Empresario que por sus acciones fue convocado al Foro Mundial de Emprendimiento. Tiene estudios en Ecuador y EE.UU., profesor en universidades. Dicta conferencias sobre nuevas aventuras empresariales.

  • Ecuador cimienta un ecosistema para emprendedores

    Redacción Quito

    Los emprendimientos son una especie de organismos vivos, que surgen, crecen, se desarrollan y luego, según el caso, se estabilizan o desaparecen. Para crecer y ser sostenibles necesitan un ambiente adecuado, un ecosistema similar al que requiere cualquier otro organismo vivo.

    Este ecosistema está integrado por un grupo de actores que facilitan el surgimiento de equipos emprendedores que generan y hacen crecer organizaciones innovadoras en una región determinada. Así define al ecosistema del emprendimiento Guido Caicedo, catedrático de la Espae Graduate School of Management, con sede en Guayaquil.

    «En este entorno no solo están las empresas innovadoras, sino también aquellas entidades que dan apoyo a los emprendedores. Todos buscan sobrevivir y crecer», asegura Caicedo.

    Otra definición la ofrece Javier Albuja, coordinador técnico de la agencia municipal de desarrollo económico ConQuito. Él resume al ecosistema como el conjunto de condiciones que permiten el trabajo articulado entre distintos actores y procesos que fortalecen la actividad emprendedora y de innovación.

    Las definiciones de Caicedo y Albuja se complementan y permiten ilustrar el espacio que requieren los emprendedores para desenvolverse con tranquilidad. Este entorno o ambiente facilita las condiciones para el desarrollo de la actividad emprendedora, tales como la cultura, el capital humano y el capital social, añade el representante de ConQuito. No obstante, en ciertas ocasiones, ese ambiente puede resultar complicado y árido, advierte Caicedo.

    Los actores de este ecosistema son emprendedores y startups. También organizaciones privadas que promueven y apoyan el emprendimiento, así como gobiernos locales y el gobierno central. Los primeros generan las ideas y son la base de este ecosistema. «Si crecen en número, aumentan las probabilidades de contar con algunas iniciativas exitosas; además, contribuyen al desarrollo de una cultura emprendedora. Y si crecen en calidad y tamaño podrán pagar consultores, incubadoras, empresas de servicios, inversionistas…», sostiene Caicedo.

    Las organizaciones que apoyan a los emprendedores son las incubadoras, los inversionistas ángeles, los fondos de capital de riesgo, las universidades y las agencias del gobierno que fomentan y financian las iniciativas.

    Finalmente, los organismos privados y los gobiernos son los encargados de garantizar conocimientos, crear una cultura de optimismo y tolerancia al fracaso, así como de autoconfianza, seguridad jurídica…, según los especialistas.

    En Ecuador, el asunto se lo está abordando con fuerza hace al menos dos años. Una muestra es la estrategia para desarrollar un ecosistema de emprendimiento e innovación, desarrollada por la Alianza para el Emprendimiento e Innovación (AEI).

    El objetivo es posicionar el Ecuador dentro de los tres países más atractivos para emprender en Latinoamérica en el 2020. También, apunta a generar un marco eficiente y equitativo que dé confianza a los emprendedores.

    Entre las primeras acciones de la estrategia presentada el primer semestre de este año fue detectar siete áreas en las cuales se debe trabajar para desarrollar un ecosistema. Estas son: financiamiento, innovación, marco normativo, cultura, talento humano, mercado y asesoría.

    Además, el documento sostiene que con los primeros esfuerzos público-privado, Ecuador comienza a posicionarse regionalmente en la temática.

    LA ESTRUCTURACIÓN

    El trabajo asociativo es la receta más recomendada

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    Todo ecosistema necesita una estructura. En el caso del entorno para los emprendedores, ese andamiaje pasa por el trabajo en equipo entre emprendedores, academia y sector público.

    La fórmula puede sonar repetitiva, pero quienes forman parte del círculo emprendedor reconocen que el sistema mantiene validez. La Alianza para el Emprendimiento e Innovación (AEI), por ejemplo, funciona con 80 actores del sector público, privado y la academia, quienes construyen la estrategia de emprendimiento e innovación 2020.

    Camilo Pinzón, de la AEI, explica que este proceso está pensado en el largo plazo. «Nos sentamos a conversar de problemas y planteamos estrategias, acciones y objetivos. Esa es la fórmula para estructurar el ecosistema emprendedor».

    El sistema al que se refiere Pinzón opera bajo el modelo de las alianzas público-privadas, en las que la retroalimentación, la voluntad y el compromiso de cada parte resultan fundamentales.

    Como ejemplos, Pinzón menciona el apoyo del Ministerio de Industrias a encadenamientos productivos de distintos sectores. También está la vinculación de las universidades. A ellos se suman inversionistas ángeles, como representantes del sector privado.

    Uno de los ejemplos más recientes es el fideicomiso para el emprendimiento e innovación que se presentó hace un par de semanas, en Quito.

    Este producto financiero llega bajo la coordinación de la AEI y con el apoyo de Corporación Favorita. Esta última firma aporta con USD 2 millones en una primera etapa. El dinero servirá como capital de riesgo y permitirá financiar, en principio, emprendimientos de dos sectores: agroindustria y turismo.

    Andrés Zurita, también de la AEI, añade que para generar una estructura es necesario determinar las áreas a intervenir e identificar brechas frente a otros países, para luego generar espacios de discusión. «Con esta información se arman grupos de trabajo y se diseña una estrategia para reducir esas brechas».

    Para Javier Albuja, de ConQuito, el rol público es importante desde la perspectiva del direccionamiento de esta estructura. «Una vez lanzados los lineamientos desde lo público, el dinamismo y consolidación del ecosistema depende de la cultura emprendedora y de la colaboración del sector privado, la academia y el sector civil, y su capacidad de trabajar de manera asociativa y en red».

    Otra sugerencia la da Guido Caicedo, de la Espae. Él recomienda premiar la calidad y los resultados. Eso fomenta la evolución y la capacidad de supervivencia. «Al inicio hay que estimular sobre todo a los más débiles, para luego dejar que el ecosistema crezca por sí mismo».

    Caicedo también advierte sobre el posible abuso de los estímulos. «Si, por ejemplo, el Estado cofinancia emprendimientos a un punto en que el riesgo para el inversionista privado es muy bajo, ocasionará que este no evolucione en su capacidad de tomar riesgos. Y cuando el Estado retire el apoyo, el inversionista dejará de invertir».

    Debilidades y riesgos

    En contra. Los especialistas señalan que uno de los problemas que pueden pasar es que los actores quieran ganar protagonismo. Esto ocasionaría una división en la actividad emprendedora.

    La calidad. Otro desafío es mejorar la calidad de los emprendimientos que surgen en Ecuador. Los expertos recomiendan pensar en emprendimientos de alto valor agregado, con impacto, que sean dinámicos y escalables.

    El capital. Otra de la necesidades para apuntalar la estructura del ecosistema es el capital de riesgo. En Ecuador el tema está recién madurando. A esto se suma la falta de productos crediticios diseñados solo para emprendedores.

    LOS RESULTADOS

    Los premios emprendedor Ecuador 2014 y sus ganadores

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    El emprendedor lleva un ADN distinto al de las demás personas. Ellos lo saben y el Semanario LÍDERES reconoce su aporte a la sociedad con los premios Emprendedor Ecuador 2014.

    Esta publicación, en alianza con Startup & Ventures y con el aval de PwC, crearon el reconocimiento para premiar el valor y el trabajo de personas e instituciones que impulsan el emprendimiento.

    El premio, en su primera edición, tuvo seis categorías. Ernesto Kruger ganó en Mejor Emprendedor Ecuatoriano; Andrea Ruiz se impuso en Mejor Emprendedor Universitario; Gary Flor fue designado Mejor Docente Facilitador Emprendedor; Xavier Larreátegui y su empresa Dávalos Larreátegui Industrias Procesadores (Dlipsa) fue reconocida como Mejor Startup Ecuador; la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB), sede Ecuador, ganó en Mayor Aporte al Emprendimiento Ecuatoriano.

    La categoría Mejor Empresa Emprendedora Ecuador fue declarada desierta.

    Ernesto Kruger está satisfecho con sus aportes como emprendedor y habla de ellos con seguridad y alegría. Siempre está pensando en nuevos proyectos, así como en más desarrollos tecnológicos. Ya piensa en su retiro, «un retiro activo», porque lo que le apasiona es emprender y apoyar a nuevos emprendedores.

    Ese gusto lo comparte Andrea Ruiz, estudiante de la Universidad de las Fuerzas Armadas (Espe). Ella está al frente de tres iniciativas relacionadas con la responsabilidad ambiental.

    Gary Flor es economista graduado en la Universidad Central del Ecuador. Ejerce la docencia en universidades, escuelas politécnicas y colegios. Sabe de emprendimiento y como muestra están cinco libros en los que aborda el tema.

    Dlipsa es una startup biotecnológica especializada en producir alimentos y cosméticos. Su fundador es Xavier Larreátegui, quien ya piensa expandir la línea del negocio a Colombia y Perú.

    Otro de los premiados, la UASB, se destaca porque en la última década dio énfasis a la investigación y capacitación de pequeñas y medianas empresas. A esto se suman los proyectos de enfoque social en los que está trabajando en la actualidad.